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Escuela Sociológica.

Los delitos tienen lugar bajo el imperio del ejemplo y, como cualquier otro fenómeno social, se inventan, difunden, copian, ponen de moda y (a veces) arraigan, convirtiéndose en formas de hacer, sentir y pensar más o menos tradicionales. No habría diferencia en esto entre la práctica del robo y el asesinato, y las prácticas de la lengua, la religión, la moral o la industria: todas comienzan como innovaciones y tienden a generalizarse y a echar raíces. En Tarde, cualquier costumbre actual (trabajo, violencia o negociación) fue copiada ayer y comenzó a expandirse y arraigarse.

Tarde sostuvo la idea de que un individuo no puede ser considerado responsable, sino en la medida en que ha interiorizado los mismos modelos sociales vigentes en la colectividad donde se imponen las leyes. Agregó que el hombre se compromete en la criminalidad, más allá de tendencias psicoorgánicas, por los consejos, las sugerencias o las influencias psicosociales, asegurando que: “Todo el mundo es culpable, menos el criminal”.

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