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Calotipo
Inventado por William Henry Fox Talbot 1841, el Calotipo que originalmente quería llamar Talbotipo, (como daguerrotipo, William Talbot buscaba dejar su nombre en sus experimentos); sin embargo terminó en la oficina de patentes con el nombre de Calotipo, este proceso consistió en revelar y fijar la imagen a papel con nitrato de plata y sal mediante un sistema de positivo y negativo (sistema del que se basa el rollo fotográfico de las cámaras análogas), Talbot y su aferró a dicha patente y sería esta un obstáculo para el desarrollo de la fotografía en inglaterra.
El Daguerrotipo y el Calotipo, serían los descubrimientos más importantes de la fotografía, no solo por su avance tecnológico sino también por el cambio cultural que formarian, en 1851 se formaria la Société Héliographique en londres y en 1854 la Société Française de Photographie SFp. (Díaz Lacarra, 2023.)
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Cuando daguerre anunció su descubrimiento, Talbot debió apresurarse para presentar sus estudios de los últimos cinco años, el 7 de enero de 1839 se presentó ante la Royal Institution, y el 31 de enero de ese mismo año ante la Royal Society; en 1843 viaja a Francia para presentar su Calotipo, sin embargo no es bien recibido, el Calotipo era mucho menos nítido ante el daguerrotipo. Con el tiempo el papel sería más relevante e importante para fotografía, después de todo las placas de cobre con la cobertura de plata era un proceso más dispendioso con todo lo que implicaba revelar y fijar la foto.
Esta frase es reconocida puesto que 1844 Talbot había logrado mejorar la calidad de las imágenes, en ese año se revela The Haystack, un Calotipo que permitiría una gran cantidad de detalles, en este punto nace la frase de Talbot.

William Talbot publicó varios libros con descubrimientos científicos matemáticos, iluminación óptica, cristales, literatura e historia, pero una de sus obras más aclamadas fue El lápiz de la naturaleza en 1844 (The Pencil of Nature), este libro fue un best seller y se imprimieron 30.000 ejemplares, una cifra importante incluso hoy, este libro contaba con 24 Calotipos con paisajes y construcciones, entre 1866 1877 Talbot públicos otras 50 obras con temas muy diversos.
http://4.bp.blogspot.com/-eH1mFZFRkrk/UwFB4RoBFxI/AAAAAAAACGc/tiVRDEP2BNA/s1600/003.+La%25CC%2581mina+X.+El+almiar.+W.H.+Fox+Talbot.+El+la%25CC%2581piz+de+la+naturaleza%252C+1844-1846.Papel+salado+a+partir+de+negativo+de+calotipo..jpg
El retrato
Como ya se ha mencionado el daguerrotipo tomó mucha fuerza y popularidad en los 5 continentes, aunque el proceso no era fácil y la calidad no era excelente el retrato se convirtió en una moda avasalladora, en 1850 en la ciudad de de Nueva York habían 71 puntos de retrato, “Los estudios estaban provistos de amplios ventanales para la entrada de la luz, con techos de cristal azulado. Eran las primitivas “galerías” que han dado nombre a los estudios de los actuales profesionales dedicados al retrato. Las cámaras eran impresionantes: equipos pesados y construidos por expertos ebanistas y ópticos.” (Álvarez, 2023, pág.18).
Debido a la larga duración de la exposición los modelos o mejor dicho retratados se ubicaban en sillones duros que poseían aparatos para sujetar la cabeza y los hombros, pero con toda esta incomodidad, seguía siendo algo que buscaba la gente, el retrato era algo que demostraba poder, dinero solo las personas que poseían esto podían contratar a un artista para realizar las pinturas al óleo con los retratos familiares, al mismo tiempo el Calotipo era la tecnica mas deseada para la fotografía paisajista o exteriores.
A mayor avance tecnológico menores costos y mayor demanda por el cliente, “tarjeta de visita (1858) es un formato fotográfico utilizado habitualmente en los retratos de estudio. Fue patentada por Disdéri y consistía en una serie de pequeñas fotografías realizadas con varias poses de la persona a la que se retrataba. Asimismo, las tarjetas de visita se realizaban por medio de una cámara fotográfica de cuatro objetivos y las fotografías obtenidas se cortaban y pegaban en cartulina, añadiendo el nombre del estudio donde se habían realizado. Así pues, las tarjetas de visita tuvieron un gran éxito social gracias a su bajo coste, a su pequeño formato y la posibilidad de que dichas tarjetas pudieran multiplicarse.” (Díaz Lacarra, 2023.)