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Quien tiene un amigo, tiene un tesoro
Quién tiene un amigo, tiene un
tesoro
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En la vida llamamos, equivocadamente, amigos a muchas personas. En la vida, los amigos son contados con los dedos de las manos y muchas veces no llegan a cinco. Son los verdaderos e incondicionales. Esos que no surgen de la noche a la mañana, vínculos que son forjados a través del tiempo, las vivencias y el cariño compartidos que llevan a la confianza y a valorarlos tal y como son.
Ya por algo el psicólogo evolucionista británico Robin I. M. Dunbar sostiene que existen capas de amistad. La más importante incluye a solo una o dos personas; por ejemplo, el cónyuge y un amigo con quien se tiene una relación muy íntima y se convive diariamente. La siguiente capa puede englobar cuando mucho a cuatro personas con las que se tiene mucha afinidad, por las que se siente afecto y de quienes se está pendiente; estas requieren de atención una vez a la semana para mantenerse. A partir de ahí, los vínculos contienen más amigos casuales, a quienes se dedica menos tiempo y con quienes se tiende a tener una conexión menos profunda y más tenue. Si no hay contacto constante, fácilmente caen en la esfera de los conocidos. Puedes ser amigable con ellos, pero no son tus amigos.
«Hay una cantidad limitada de tiempo y capital emocional que podemos distribuir, así que solo tenemos cinco espacios para el tipo más intenso de relación», afirma Dunbar, y agrega: «La gente puede decir que tiene más de cinco amigos, pero puedes estar seguro de que no son amistades de calidad».
VERDADEROS O FALSOS
Los verdaderos demuestran ciertas cualidades que no todos tienen. Por ejemplo, te levantan la autoestima y el ánimo en los momentos malos; te apoyan, no importan cuáles sean las decisiones que tomes; te escuchan al 100 %, es decir, te prestan atención, en definitiva, pueden decirte con suficiente confianza cuán d o te estás pasando de la raya sin que te enojes por eso. Además, te ayudan y te hacen sentir cómodo y lo que es mejor, hacen un tiempo para una merienda, un almuerzo o una cena.
Otra cualidad importante es que siempre te dicen la verdad, te respetan, te perdonan. Es que la verdadera amistad implica disculpar los errores y hacer primar la buena relación y el tiempo compartido. Estar rodeado de personas honestas y sinceras, sin duda, es un regalo



de la vida. Claro que todos estos buenos sentimientos deben ser retribuidos de la misma forma para fortalecer esos lazos. Y, como decíamos al principio, muchas veces utilizamos la palabra amigo con cierta ligereza, sin detenernos a pensar si una persona en concreto es un verdadero amigo o si sería preferible no tenerle cerca. En este punto es oportuno mencionar al profesor de Literatura de la Universidad Vassar que imparte un curso sobre literatura y amistad, Ronald Sharp, quien expresa que «no se trata de lo que las personas pueden hacer por ti, sino en qué y quiénes se convierten cuando están juntos».
SENTIMIENTOS NO CORRESPONDIDOS
Por otro lado, según un reciente estudio científico de la Universidad de Tel Aviv, publicado en la prestigiosa publicación PlosOne, la mitad de las personas que se consideran como amigas no sienten lo mismo.
Los autores de la investigación encuestaron a casi un centenar de estudiantes universitarios y les pidieron que evalúen de cero («No conozco a esta persona»), a cinco («Uno de mis mejores amigos»), al resto de sus compañeros, siendo el tres la puntuación mínima necesaria para calificar para la amistad. Además, les pidieron que conceptúen lo que el otro podría pensar de ellos. En total documentaron más de mil casos de amistad y en el 94 %, los jóvenes consideraron que el otro los puntuaría de manera similar. Sin embargo, los resultados fueron diferentes: solo el 53 % de las amistades fue recíproca; o sea, que existió concordancia en la calificación de un lado y el otro.
CAPAS
Como el tiempo es limitado, también lo es la cantidad de amigos que se pueden tener, de acuerdo con el trabajo del psicólogo evolucionista británico Robin I. M. Dunbar. En su obra describe capas de amistad, de las cuales la más importante incluye a solo una o dos personas; por ejemplo, tu cónyuge y un amigo con quien exista una relación muy íntima y la convivencia sea diaria. La siguiente capa puede englobar cuando mucho a cuatro personas con las que se tenga mucha afinidad, por las que se sienta afecto y de quienes se está pendiente; estas requieren de atención una vez a la semana para mantener la relación. A partir de ahí, los vínculos contienen más amigos casuales, a quienes se dedica menos tiempo y con quienes se tiende a tener una conexión menos profunda y más tenue. Si no hay contacto constante, fácilmente caen en la esfera de los conocidos. Se puede ser amigable con ellos, pero no son amigos.
En resumen, los verdaderos amigos siempre nos ayudarán a superarnos y a vivir mejor, porque el interés está puesto en la persona, no en sus pertenencias, posición o lo divertido que pueda ser. La confianza, el consejo oportuno sobre las buenas costumbres, hábitos, diversiones o el orden de nuestros afectos constituyen muestras claras de aprecio, compromiso y responsabilidad.
Los valores nos ayudan a encontrar nuevos amigos y mejores amistades, porque nuestra actitud es franca y abierta para todas las personas. Ser un mejor amigo no es un objetivo para buscar el reconocimiento o alimentar nuestra vanidad; es una forma de elevar la calidad de las relaciones humanas con nuestro ejemplo.

Según el gran Aristóteles, existen 7 tipos de amistad:
• Amistad beneficiosa. La que tiene lugar entre dos personas que emprenden un objetivo en común y se ayudan en el camino, o en el que obtienen algún tipo de beneficio de ser amigos. Según el filósofo, dichas amistades suelen agotarse cuando los objetivos son alcanzados o los beneficios se acaban. • Amistad fortuita. Aquella que se basa en el placer del compartir y del discurrir, típica de los jóvenes, y depende en gran medida de los gustos, de manera que el tiempo la sentencia a desaparecer, pues con el crecimiento, los gustos son los primeros en cambiar. • Una buena amistad. La más duradera de las tres y la que encarna realmente el concepto de amistad, se fundamenta en una visión de lo bueno de la vida y de la virtud, es decir, de ciertos preceptos morales y cierta manera de entender la existencia. No aspira a recibir nada a cambio de ella, como no sea el mismo vínculo (reciprocidad) y puede ser la amistad más duradera, con periodos de años o incluso de toda la vida. • Amistad con cierta picardía. Se trata de una relación de amistad en la cual las dos personas son, además, compañeros sexuales o eróticos esporádicos, sin que ello en teoría derive en relaciones más profundas. • Amistad íntima. Se suele hablar de amigos íntimos o mejores amigos, para separar a aquellos amigos especiales o de grado muy profundo, en comparación con los demás: es una distinción especial. • Amistad por la red. Se llama así a las amistades que se hacen a través de internet, ya sea mediante foros, redes sociales, correo electrónico, etc. • Amistades falsas. También llamadas tóxicas, son aquellos que pretenden ser amigos de alguien o que lo son únicamente por fines interesados.

«No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, no puedo liderar. Solo camina a mi lado y sé mi amigo». Albert Camus «Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor: la certeza». Honoré de Balzac