NUESTRA IGLESIA
DIÓCESIS DE

Todos hemos sido creados por Dios con un propósito.
Descubrir y responder a esa «llamada» resulta transformador e invita a vivir con autenticidad, compromiso y plenitud.
Esta publicación muestra el alcance en nuestra diócesis de la misión compartida por todo el pueblo de Dios, cada uno desde su propia vocación, al servicio de la Iglesia y de la sociedad.
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El Día de la Iglesia Diocesana nos permite ahondar en nuestra vocación de bautizados que es, por naturaleza, vocación eclesial. La Iglesia ha sido enriquecida por Cristo con multitud de carismas, servicios y ministerios y todos confluyen en la única misión: evangelizar y testimoniar la caridad. Todos somos discípulos y misioneros al mismo tiempo y compartimos nuestra vida cuantos hemos sido bautizados en Cristo y enviados a anunciar la Buena Nueva de su salvación.
† César Augusto Franco Martínez Obispo de Segovia
En este Día de la Iglesia Diocesana se nos invita a compartir los bienes materiales y espirituales sin olvidar ninguno de los dos aspectos. Desde el comienzo, la Iglesia ha nacido como una comunión de vida en la que los cristianos eran conscientes de vivir con una solo corazón y una sola alma. Nadie pasaba necesidad, dice el libro de los Hechos de los Apóstoles, porque la comunidad cristiana vivía como una familia. Hoy debemos superar todo individualismo y desafecto a la Iglesia, que se ha instalado en muchas comunidades. Todos somos necesarios. Todos nos complementamos. Nadie debe vivir para sí mismo, sino orientado al servicio de los demás. En este día, además, la Iglesia mira al mundo de los que no creen en Cristo y les anuncia, con palabras y hechos, la salvación que nos ha traído. Cualquier vocación en la Iglesia tiene como referencial primordial y última a Cristo por él es el Hombre Nue -
“ ”
La Iglesia debe salir al encuentro de los que no creen, de los que dudan, de los que se alejaron por diversos motivos. Son las «otras ovejas» que Cristo quiere que formen parte de su único rebaño.
vo que todos aspiramos ser. Su imagen la llevamos impresa en nuestro ser desde el día de nuestro bautismo y debe crecer y perfeccionarse hasta llegar a la madurez en Cristo. Solo así, los que están fueran se sentirán llamados a formar parte de este cuerpo de Cristo que nos enriquece y nos constituye en instrumentos de salvación para los demás.
La Iglesia debe salir al encuentro de los que no creen, de los que dudan, de los que se alejaron por diversos motivos. Son las «otras ovejas» que Cristo quiere que formen parte de su único rebaño. Estamos llamados, por tanto, a la misión. Cada cristiano es un misionero. Y, para serlo, debe vivir en plena comunión con la Iglesia, confesando la misma y única fe y mediante el testimonio de la caridad. De los primeros cristianos se decía, desde fuera de la Iglesia, «mirad cómo se aman». Y este testimonio era tan elocuente que los cristianos gozaban del favor del pueblo. Así crecía la Iglesia.
¿Vivimos nosotros así? ¿Nuestra forma de vida es en verdad «anuncio del Evangelio»? ¿Compartimos nuestra vida con los demás? ¿Somos solidarios? Estas y otras preguntas deben hacernos pensar en nuestra identidad eclesial y en nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia para que, viviendo cada uno su vocación, brille en todos la unidad y la mutua caridad.
ACTIVIDAD
CELEBRATIVA
«Los sacramentos expresan y realizan una eficaz y profunda comunión entre nosotros, porque en ellos encontramos a Cristo salvador, y por él, a nuestros hermanos en la fe».
Papa Francisco
549
Bautizos
626
Primeras comuniones
359 Confirmaciones
249 Matrimonios
ACTIVIDAD
PASTORAL
«La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del pastor y de la comunidad».
Evangelii gaudium
152 Sacerdotes
261 Religiosas y religiosos
429 Catequistas
336 Parroquias
85
Monjas y monjes de clausura
2 Seminaristas
12 Monasterios
*Los datos que aparecen en esta publicación son datos provisionales facilitados por la diócesis, correspondientes al año 2023.
ACTIVIDAD
EDUCATIVA
«El deber de la educación corresponde a la Iglesia no solo porque debe ser reconocida como sociedad humana capaz de educar, sino, sobre todo, porque tiene el deber de anunciar a todos los hombres el camino de la salvación, de comunicar a los creyentes la vida de Cristo y de ayudarles con atención constante para que puedan lograr la plenitud de esta vida».
Gravissimun educationis
3
Centros católicos concertados
2.984
Alumnos en los centros concertados
182
Personal docente en los centros
ACTIVIDAD
EVANGELIZADORA
«El anuncio del Evangelio, por tanto, se realiza solo en la fuerza del Espíritu, que precede a los misioneros y prepara los corazones: él es “el motor de la evangelización”».
Papa Francisco
135
Misioneros
ACTIVIDAD
«La Iglesia ha contribuido en gran medida al progreso de la cultura, pero, por razones históricas, no siempre ha sido fácil compaginar la cultura con la formación cristiana»
Gaudium et spes
58
Bienes inmuebles de interés cultural
35
Proyectos de construcción y rehabilitación
4
Fiestas religiosas de interés turístico regional y nacional
«Allí donde se haga presente la Iglesia, los pobres han de sentirse en su casa, en ella han de tener un lugar privilegiado, pues en el banquete sagrado se celebra ya la esperanza de los pobres que cantan con María las maravillas de Dios en la historia».
Conferencia Episcopal Española
13
Centros para mitigar la pobreza
Personas atendidas: 3.504
Casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad
Personas atendidas: 390
3 1 1 6
Centros de menores y jóvenes, y otros centros para la tutela de la infancia
Personas atendidas: 557
Centro de rehabilitación para drogodependientes
Personas atendidas: 309
1
Centro para la defensa de la vida y la familia
Personas atendidas: 1.049
Centro para promover el trabajo
Personas atendidas: 607
Voluntarios de Cáritas
Personas atendidas, beneficiadas: 3.853
Proyectos de cooperación al desarrollo en el mundo
Beneficiarios directos: 1.755
Beneficiarios indirectos: 9.875
Voluntarios de Manos Unidas
asistidas en la diócesis en
6.119 25
Los centros que figuran en estas páginas son una selección, por lo que el número total de personas atendidas es mayor al de la suma de los datos desglosados.
(Colectas parroquiales, suscripciones, colectas para instituciones de la Iglesia, otros ingresos de los fieles)
Asignación tributaria
(Fondo Común Interdiocesano)
Ingresos de patrimonio y otras actividades
(Alquileres de inmuebles, ingresos financieros, actividades económicas)
Otros ingresos corrientes
(Ingresos por servicios, subvenciones públicas corrientes, ingresos de instituciones diocesanas)
Ingresos financieros
Ingresos extraordinarios
(Enajenaciones de patrimonio, otros ingresos extraordinarios)
Aportaciones de los fieles 41.867,15
130.148,97 € 1.903.390,86 € 2.979.787,72 € 2.603.306,60 € 1.946.658,35 € 9.605.159,65 €
(Actividades pastorales, actividades asistenciales, ayuda a la Iglesia universal, otras entregas a instituciones diocesanas)
Retribución del clero
(Sueldos, Seguridad Social y otras prestaciones sociales)
Retribución del personal seglar
(Salarios y Seguridad Social)
Aportaciones a los centros de formación
(Seminario, colegios, otros)
Conservación de edificios y gastos de funcionamiento
4.225.779,4€ 10,47 % 17,89 % 12,21 % 15,59 % 36,67 %
Gastos extraordinarios
(Nuevas construcciones, programas de rehabilitación, otros gastos extraordinarios)
Capacidad de financiación
Acciones pastorales y asistenciales 3.521.786,25 € 1.497.081,44 € 1.173.058,23 € 1.718.425,00 € 1.005.249,90 € 9.605.159,65 €
TOTAL GASTOS 2,36 % 4,81 % 227.248,06 € 462.310,77 €
Tengo 28 años, y fui ordenado presbítero el 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, en la catedral de Segovia. En el camino hasta llegar a esta celebración he vivido muchas experiencias donde ir descubriendo una sed interior que me hacía buscar a Dios en la creación y en los demás, y he conocido a muchas personas que me han dado luz en este caminar. Cuando pienso en este proceso de discernimiento y conocimiento de Dios, que he reali-
zado a través de distintos grupos de oración, o en los estudios de Física y Teología en Salamanca, considero que es difícil explicar por qué decir «sí» a una vocación tan singular como es el sacerdocio. O, por lo menos, eso es lo que intentaba explicar cuando he tenido que dar un testimonio de cómo ha actuado Dios en mi vida.
Sin embargo, unas semanas antes de la ordenación, mientras limpiaba las bandejas del comedor de Cáritas de Roma, donde realizo un voluntariado (ya que me encuentro en la Ciudad Eterna estudiando una licenciatura en Teología Espiritual), hablando con una señora me preguntó: «¿Por qué va a ser sacerdote?». Yo le dije: «Es una historia muy larga». Ella respondió: «No lo es, solo puede ser por amor». Y es verdad, esa sed interior era el anhelo del amor de Dios y, a la vez, la respuesta a ese amor. El día de la ordenación, sostenido de la oración de tantas personas, fue el momento para decir «sí» a este amor para siempre, a vivir enamorado del Señor y de su Iglesia, y así comunicarlo y vivirlo con los demás no solo con palabras, sino con mi entrega y servicio.
Alberto Janusz Kasprzykowski Esteban
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Asamblea de llamados para la misión Madrid, 7-9 de febrero de 2025
Una gran fiesta de la Iglesia para visibilizar que el Señor sigue llamando e impulsar en las diócesis un servicio que anime la vida vivida como vocación.
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