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Dulce festejo

Por Marisol Rodr Guez

Esponjosas e irresistibles por su infinidad de sabores, desde los clásicos dulces hasta los exóticos salados, las donas celebran su día mundial el primer viernes de junio.

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Fue en 1938 cuando se realizó el primer festejo en la ciudad de Chicago y el origen de esta celebración se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando un doctor estadounidense repartió este pan entre varios soldados heridos con la misión de alegrarlos.

Este acto conmovió tanto a uno de los tenientes que se encontraban ahí, que decidió hacer una colecta para que dicho hombre pudiera continuar con la entrega.

Para lograrlo, se hizo un llamado al Ejército de Salvación, quien envió a 250 personas, en su mayoría mujeres, a Francia para ayudar con esta iniciativa.

Fue así como nació el Día Mundial de la Dona en honor al doctor y al grupo de voluntarias conocidas como las ‘Donut Dollies’.

Su inventor

Existen muchas teorías sobre la invención de las donas, una de ellas narra que en 1847 la señora Elizabeth Gregory cambió la receta de la tarta holandesa al incluir nueces y almendras en el centro, pero a su hijo Hanson, quien era marinero, no le gustaban y en uno de sus viajes se las quitó y dejó un hueco en el centro.

Este postre llegó a Estados Unidos a mediados del siglo XVIII, gracias a los inmigrantes holandeses y se hizo popular en la región de Nueva Inglaterra.

4 Curiosidades

1 . Un personaje que se asocia mucho con las donas es Homero Simpson, quien en más de un episodio saborea este postre, acompañado de su característica expresión: ¡Mmm, rosquillas!

2 . Por lo general son dulces, pero tienen su versión salada con ingredientes exóticos como el oro comestible, pescado y wasabi, ¿las probarías?

3 . La dona más pesada se elaboró en 1993 en la ciudad de Nueva York con un peso de 1.7 toneladas; al estilo americano, estaba rellena de mermelada de frambuesa.

4 . Golden Cristal Ube fue el nombre que se le dio a la dona más cara del mundo hecha con pan de oro de 24 kilates y champán. Su creador fue el chef Bjorn DelaCruz del Manila Social Club de Nueva York; la pieza tenía un costo de 100 dólares.

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