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Ciencia + Espíritu Hermano Kyle
HERMANO KYLE MENA, F.S.C.
traDucción De Mónica krebs
Ahora vive en Philadelphia, pero el Hermano Kyle Mena, F.S.C. es un “Neoyorkino de corazón,” que nació y se crió allí con su mamá y sus abuelos. Fue dándose cuenta de su vocación hacia la vida religiosa lentamente, y aun la ve ligada a la construcción en su dormitorio de la universidad: “A medida que los martillos neumáticos sonaban afuera y las tuberías obstruidas causaban reflujo de aguas negras en nuestros dormitorios, por momentos buscaba refugio en la capilla de nuestra escuela y en los eventos del campus, incluyendo el ministerio en el campus.” Su fe floreció en la universidad y luego, providencialmente, conoció a un hermano cristiano De La Salle, que le abrió las puertas a un mundo totalmente nuevo—al que finalmente llegó a unirse. ¿A tu familia le entusiasmaba la idea de que te hicieras Hermano?
Mi familia tenía la intención de que yo formase una familia propia y tuviese hijos y nietos. No obstante, tanto mi familia como mis amigos han llegado a respetar la idea de la vida religiosa después de conocer a los hermanos y ver mi alegría en la comunidad.
¿Cuál es tu estilo de oración preferido?
Yo rezo mejor en un ambiente calmo con algo de guitarra acústica ligera o piano sonando en el fondo. Me doy cuenta de que la música me equilibra especialmente cuando leo los Salmos u otra literatura de las escrituras. También me gusta salir de mi rutina habitual y orar con un Coro de Gospel en Vivo, o un coro de música contemporánea.
¿Cuál es la mayor diversión que has tenido con tu comunidad?
Algunos de los mejores recuerdos en comunidad son de alrededor de la mesa del comedor. Comer con los hermanos es compartir risas, sonrisas, conversación enriquecedora, comida genial, y fraternidad.
¿Cómo se siente ser un hermano que enseña?
Me gusta el desafío de tener que tomar decisiones rápidas, literal y figurativamente. Enseñar tanto religión como ciencia me ayuda a continuar en el camino de hacer conexiones entre la fe y la razón, y me apasiona trabajar con la gente joven.
¿Tus santos favoritos?
La Madre Teresa, porque incitaba a los líderes de la sociedad a ponerse a la altura del desafío y servir a los demás “persona a persona.” También me gusta San Antonio de Padua por su apoyo a los pobres y los perdidos.