opinión
ISABEL COIXET directora de cine
mi hermosa lavandería
Huguette clark
Otra de sus mansiones, en Santa Bárbara (California), lleva cerrada desde 1963, aunque una brigada de limpieza tenía precisas instrucciones de pulir y encerar el suelo cada semana. Huguette Clark se casó con un modesto empleado de banca, aunque el matrimonio duró tan solo dos meses. Desde el divorcio, vivió con su madre hasta la muerte de esta, y ese fue el detonante de su reclusión, en 1963. A partir de ese momento se encerró en su casa a jugar con sus muñecas, su pasatiempo favorito, y no salió hasta 1980, cuando decidió trasladarse a un hospital, hasta su muerte. Las únicas personas a las que 10 DOM
veía eran su abogado y su contable. El primero ha sido arrestado por entregar pornografía a niños y el segundo está siendo investigado por supuesta estafa a su cliente. En los últimos años, los familiares de la millonaria (a los que no quería ver ni en pintura) habían sospechado que el abogado y el contable estaban compinchados para vender de forma fraudulenta sus bienes, entre los que se encontraban un Renoir, que fue subastado en 25 millones de dólares, y un Stradivarius vendido por 10 millones.
el vino ANDalucía
Huerta de Albalá es una de las bodegas líderes de Andalucía. Fundada por Vicente Taberner en el año 2000 en Arcos de la Frontera (Cádiz), hoy es una referencia. Barbazul 2009 es su vino inicial. Elaborado con la escasa tintilla de rota, aliñada con syrah, merlot y cabernet sauvignon, y el perfilado de cinco meses criándose en barrica. El resultado es un vino de carácter Mediterráneo. Aromas de frutas rojas maduras (fresas y zarzaparrilla), tomate y un toque especiado de pimienta negra. La boca tiene una estructura mediana, muy agradable y larga, con un buen recorrido lineal y tanino tapizante. Ligeros recuerdos dulzones que nos invitan a degustarlo bien fresco en los primeros días de verano. — quim vila
Los procesos no van a interrumpirse por la muerte de esta mujer harto longeva, que llevaba su obsesión por las muñecas hasta el extremo de enviar una a París pagando su asiento de primera en un avión. Pero se sabe poco más de ella: que era una fanática de Los Picapiedra y tenía grabados en vídeo todos los episodios, que hablaba con voz de niña con acento francés, que su comida favorita eran las sardinas con galletas saladas y que las últimas palabras que pronunció en público proclamaron que su enorme riqueza era una amenaza para su felicidad. Las revistas harán cábalas sobre las razones de su aislamiento, los programas de televisión arrancarán medias verdades a lejanos parientes que no la han visto en 40 años y hasta es posible que Hollywood lleve al cine la historia de su vida. Pero Huguette Clark se ha llevado a la tumba todos los secretos de su existencia solitaria, aunque no las tres mansiones vacías de suelos relucientes ni los 500 millones de dólares que la han sobrevivido.
FOTO AP
acaba de morir a los 104 años, en una habitación de hospital en la que entró en 1980 para no salir nunca, la multimillonaria Huguette Clark. De su muerte se han hecho eco los principales medios de comunicación, al tiempo que mostraban una de las pocas fotos que se conocen de ella, tomada en 1926, el día de su boda. La vida de esta mujer parece una novela victoriana de misterio o una de las muchas leyendas sobre millonarios excéntricos que aún perviven en enormes y destartaladas mansiones de Manhattan. Su padre era senador y uno de los hombres más ricos de América. Había hecho su fortuna con el carbón. La casa en la que llegaron a vivir, en la Quinta Avenida, fue considerada muchos años la más grande de Nueva York: 121 habitaciones, 42 cuartos de baño, baños turcos, cuadros de Rembrandt, Degàs y Rubens, esculturas de Rodin, varios ascensores y hasta un pequeño metro que llevaba el carbón a un complejo sistema de calefacción.
Tel: 956 101 300 PVP: 6,50 €