
10 minute read
patrimonio y situaciones-límite
patrimonios ysituaciones-límite

Advertisement
GESTORES CULTURALES Y VIGÍAS DEL PATRIMONIO CULTURAL DEL GRUPO HUILTUR
Iniciamos advirtiendo que no es posible agotar en este artículo todas las reflexiones en un contexto límite como la pandemia en un país como Colombia. Así que, en primer lugar priorizaremos algunas ideas del patrimonio cultural inmaterial (PCI) en el contexto del territorio huilense, seguido de reflexiones sobre el paro nacional del 2021 y, finalmente, unas conclusiones sobre la transversalidad del patrimonio.
Si bien las situaciones que llevan al límite a las comunidades humanas son relativamente excepcionales, las pandemias son un fenómeno particularmente escaso en la historia humana. La viruela, la peste bubónica y el cólera, son algunos de los más recordados. Y ahora, la pandemia por COVID-19 se posiciona en la historia personal y colectiva de nuestra generación.
Parece que nos hubiéramos detenido un momento, tal vez para tomar un respiro y asimilar, como es debido, la situación actual de nuestro proceder humano. Y es que las situaciones-límite, nos posicionan en un margen desde el cual se divisa mejor el panorama. Como especie tuvimos que silenciar por un momento nuestro ruido, detener las pisadas y esperar. Y en la espera, los patrimonios, en tanto construcciones sociales, estuvieron sujetos a múltiples transformaciones.
El Huila es un territorio al sur de Colombia dónde nace el río de la patria, geográficamente separados por 1 dos cordilleras y un desierto , pero históricamente líder en muchos contextos. Por mencionar algunos: el Huila cuenta con una de las necrópolis más grande del mundo; la primera reserva de la sociedad civil en Colombia
(Reserva Natural Merenberg); el primer parque nacional natural (PNN Cueva de los Guacharos); fue puerto del segundo vuelo en aeronave realizado en Colombia en los años 20 y, tuvo la extraña situación de ser el segundo departamento en el país que presentó contagios por SARS-Cov-2.
Desde los primeros días de marzo las medidas restrictivas se adoptaron en el Huila y en un sentimiento colectivo de miedo e incertidumbre se suspendieron los proyectos y procesos culturales por cuarenta días… creímos muchos. “En mayo ya habrá pasado” “Toca aguantarnos ahora pa’que no se nos dañe el Sampedro” 2 “Que’l covi se muere rápido en tierra caliente” “Eso con guaro en Sampedro no pasa nada”, dijeron algunos coterráneos.
Y es que el sampedro, o fiestas de San Juan y San Pedro, reúne las principales manifestaciones culturales y artísticas de la identidad huilense; por ello sostenemos que son el PCI con mayor relevancia para la región. La cotidianidad de la vida huilense incluye celebrar en mitad de año, un festejo que reúne artes populares, cocina tradicional, técnicas y tradiciones relacionadas con la fabricación de objetos artesanales y otras formas de patrimonio cultural. Por supuesto que el goce festivo de estas manifestaciones implica un despliegue comunitario, de contacto, cercanía, desplazamiento y pasión. Las actividades inician desde mayo, con rondas sampedrinas en los barrios y veredas, en donde música y danza folclórica inician a ambientar las calles, parques y polideportivos, preparando a los artistas para los encuentros, concursos y desfiles masivos en junio.
Adicionalmente, para muchos huilenses que viven lejos, regresar a festejar sampedro es casi un ritual. Desde mediados de junio la mayoría de festivales locales inician sus programaciones culturales y tiene su clímax entre el 28 de junio y el primer lunes 3 festivo siguiente , fechas en que incluso entidades públicas y privadas ajustan sus horarios laborales a las festividades. Es necesario aclarar que, las fiestas de San juan y San pedro son un acto lúdico bastante heterogéneo en su forma de organización, hay eventos comunitarios que surgen de manera espontánea para el goce festivo y hay eventos oficiales en el marco de festivales organizados que hoy día dirigen las administraciones gubernamentales .
Desde mayo de 2020 comenzamos a hacer conciencia que la magnitud de la pandemia no permitiría gozarnos el sampedro de la manera tradicional… no habrían desfiles, ni convites, ni alboradas y menos reuniones comunitarias para hacer asado ni mistela. El departamento aún no contaba con laboratorio habilitado para diagnóstico de COVID-19 y todo debía enviarse a Bogotá, no había tratamientos claros, los protocolos de bioseguridad estaban en validación experimental y pensar en vacunas era fantasear. Fue la primera vez en la historia que nos enfrentamos a una situación así.
4
Entre el aumento de contagios por coronavirus y el golpear de tamboras en los corazones huilenses, se realizaron reuniones virtuales para pensarnos el sampedro del 2020 ¿Cancelarlo, sampedro virtual, eventos con aforo limitado, presentaciones sin público? Éramos el segundo evento de carácter nacional que tomaba la decisión (el primero fue la Semana Santa en Popayán, donde el evento se canceló y los rituales religiosos se hicieron a puerta cerrada con vídeo transmisiones).
Dada la heterogeneidad organizativa de las fiestas sampedrinas, se tomaron varias decisiones: 1)El Festival Folclórico y 5 Sampedrino del Municipio de La Plata , decidió realizar su versión 63 con una agenda cultural virtual y algunas alboradas sin público para que la música no dejara de recorrer el pueblo; 2)El Festival Folclórico del Bambuco de Neiva, realizó su versión 60 mediante encuentros y concursos con presentación presencial sin público, pero transmitidos por televisión e internet; 3)El Festival Folclórico, Reinado Nacional del Bambuco y Muestra Internacional del Folclor, organizado en Neiva por la Gobernación del Huila no se realizó, pero hicieron una maratón de 60 horas de huilensidad mediante un evento predominantemente virtual con presentaciones presenciales sin público; y, 4)La celebración no oficial en los hogares huilenses se desarrolló, tal vez con mayor ímpetu que en años anteriores y fue ampliamente divulgado por redes sociales.
Conviene subrayar, que todas las decisiones antes señaladas coinciden en tres puntos generales. Primero, la relevancia de las Fiestas de San Juan y San Pedro como PCI de los Huilenses es tal, que trasciende a situaciones límite, los portadores de esta manifestación se adaptan y consigo adaptan su vivencia de goce festivo al contexto que se presente. En este punto vale agregar una nota histórica: las fiestas sampedrinas retoman su nombre por las celebraciones patronales de San Juan y San Pedro que se gravan en la provincia de Neiva por la iglesia católica, pero a su vez, ésta es precedida por la celebración del año nuevo andino, recibimiento al sol, Sek Buy o Inti Raymi de los pueblos origina7 rios en este territorio ; yuxtaponer las prácticas católicas a los ritos indígenas ha sido una estrategia de colonización, evangelización y cristianización ampliamente documentada en el Abya Yala.
Segundo, el tránsito a lo digital representó el principal reto porque la mayoría de portadores, líderes, maestros, gestores, directores y coordinadores no son nativos digitales, muchos no contaban siquiera con redes sociales. Pero, de este reto se logró un importante trabajo intergeneracional que estaba en deuda y era una de las amenazas de este patrimonio, así es de resaltar que el diálogo generado en el tránsito a lo digital permitió el acercamiento de primera mano a jóvenes, niños y niñas como creadores de contenidos para la divulgación de las manifestacio-
6
nes culturales y artísticas. No obstante, en términos de capacitación, el reto sigue presente y se requieren procesos de formación de formadores con adaptación a pedagogías en entornos digitales.
Tercero, la documentación del PCI a través de la generación de contenidos digitales, es evidente con la innumerable cantidad de publicaciones que a la fecha existen y siguen produciéndose. Desde esta perspectiva, la presente crisis sanitaria ha sido la oportunidad para superar la débil documentación que ha afectado la gestión del PCI huilense, como la hallada en el año 2002 por el colectivo de Vigías del Patrimonio Cultural Huiltur, que motivó su esfuerzo por aportar en esta línea de acción. En este momento, entre nubes va el conocimiento que antes se quedaba guardado en estanterías de libros y hasta en piedras talladas, y es información susceptible de desaparecer.
Por ello, con pensamiento hacia la mejora continua, la documentación digital generada en estos tiempos amerita seguimiento y sistematización para su óptimo aprovechamiento. De tal manera que converjan los diversos puntos de vistas y conocimientos en torno al PCI (el de los múltiples actores del quehacer cultural) que permita su avance, su dialéctica como construcción social, a favor del bien común y los procesos que lideran creadores y gestores de la industria cultural.
Cabe señalar que los procesos de divulgación en redes siguen estando vigentes. En el caso de La Plata es importante mencionar que: la instancia cultural de la alcaldía creó el programa ‘Cultura en Casa’ durante el festival. Desde entonces se ha mantenido vigente la documentación, cada semana, de alguna de las manifestaciones artísticas y culturales del municipio, para tal propósito se ha habilitado una plataforma para todas las expresiones tradicionales y modernas que tiene lugar en el territorio cultural del suroccidente huilense y oriente caucano.
Al presente, más de un año después del inicio de la primera cuarentena, los tambores retumban de nuevo en las calles, no por desfiles de goce festivo, sino en llamado de resistencia y descontento por el contexto de violencia, corrupción y desigualdad que atraviesa Colombia. No sería justo con la historia de nuestro territorio hablar del patrimonio durante la pandemia del COVID-19 si excluimos las protestas sociales que ocupan la atención de todos. Pues para Colombia el virus pasó a un segundo plano por el estallido social.
El paro nacional iniciado el 28 de abril de 2021 , busca salvaguardar la dignidad y la vida de todos/as los/as colombianos/as y, en este sentido, el patrimonio cultural actúa como dispositivo para la creación de narrativas que reconozcan nuestra pluriculturalidad, plurietnicidad y el buen vivir de las comunidades.
8
Un primer hecho de relevancia para nuestro análisis es el desmonte del monumento a Sebastián de Belalcázar el 17 de septiembre de 2019 por parte de la comunidad Misak, con el sentido de habitar y resignificar el territorio. Esto da un punto de partida para reflexionar sobre el desplome de la cultura material que sostiene la memoria colonial, como una reivindicación lograda por vía de hecho. Derribar los monumentos de glorificación a quienes oprimieron, asesinaron e irrespetaron nuestros pueblos originarios es parte de la de-construcción de la memoria colonial.
Así, varios monumentos históricos han sido sujetos de la transformación espacial y simbólica suscitada por las manifestaciones sociales en el país, como en el caso de Neiva. Ahora bien, ¿cómo interpretar y atribuir estas intervenciones de cara a la valoración colectiva de cada patrimonio? Es una interrogante aún en discusión, que cita a ciudadanos, academia, administraciones y gestores a pensarnos nuestros territorios, patrimonios e identidades.
De lo expuesto podemos concluir que, el patrimonio es un eje transversal en la construcción de ciudadanía y en la resistencia a situaciones límite. Ante cada tragedia y catástrofe a lo largo de los siglos, la cultura ha estado y seguirá presente reedificando los contextos humanos. Por último, no sabremos qué transformaciones tengan las festividades sampedrinas en este 2021, pero estamos seguros que serán un momento para recuperar energías, superar diferencias y retornar al goce, recibiendo el sol, como el calor que esperan los cafeteros para su buena cosecha, calor humano que esperamos los colombianos para lograr acuerdos de convivencia y paz, herencia para nuestras futuras generaciones enriquecidas por el patrimonio cultural.
1 Técnicamente es un bosque muy seco tropical, pero todos lo llamamos desierto.
Aguardiente
2
3 Generalmente el festival en Neiva termina el 30 de junio y los pueblos hacen el remate de fiestas hasta el primer lunes festivo siguiente.
En 1958, la comunidad de La Plata fue la primera en organizar 4 una programación oficial de las fiestas de San Juan y San Pedro, dos años más tarde la Gobernación del Huila hizo lo mismo en la ciudad de Neiva.
Mediante decreto 0238 de 2019 se incluyó al Festival Folclórico 5 y Sampedrino de La Plata en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del Huila y se aprueba su Plan Especial de Salvaguardia, convirtiéndose a la fecha en el único festival que implementa estas medidas de salvaguardia. “Consiste en realizar durante el alba un recorrido festivo por las calles del territorio, acompañado con músicas tradicionales y chicha/aguardiente anisado, como invitación a todos los pobladores para iniciar el goce festivo.” p.20 Suaza-Español et al. en el libro Manifestaciones Culturales que nutren el Festival Folclórico y Sampedrino del municipio de La Plata (2019) Ver: Zambrano Tovar, B. (2010). Diversión, Devoción y Deseo Historia de las Fiestas de San Juan. (La Carreta Editores, Ed.) Cabe señalar que algunos analistas señalan que este paro nacional es la continuación de las manifestaciones del 21 de noviembre de 2019.
6
7
8