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La apasionante “casa de Hacienda” de Utrera y algunos de sus moradores (Novena parte)

❚ Antonio Cabrera Rodríguez

Figura 118. Los Murube en la placita de tientas de Juan Gómez

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Figura 119. Fachada actual de la “casa de Hacienda” En la entrega anterior, estábamos envueltos con el ir y venir –Utrera, Sevilla, fincas– de la familia de Joaquín Murube Monge en torno a su célebre ganadería de toros bravos (fig. 118). Corrían los últimos años del XIX y un nuevo siglo se asomaba. Seguro que los utreranos, como la mayoría de los habitantes de la Tierra, vivían esperanzados en el nuevo siglo XX. Pero, antes, veamos qué hicieron los Murube Escribano con su casa y accesoria de Utrera.

mAnTEnImIEnTO/REFORmAS DE LA vIvIEnDA DE uTRERA POR LOS muRuBE

Otra cuestión que debemos de abordar es que nuestra vieja mansión, seguro, tuvo obras de mantenimiento, en estos años finiseculares (fig. 119). E incluso, es posible hubiera profundas restauraciones/modificaciones, que quedaron en la vivienda y que hoy, con muchas probabilidades, podemos contemplar. Los dueños eran pudientes y utilizarían todas sus dependencias con total normalidad, incluidas las de la casa accesoria situada entre las calles Bohórquez y Santa Clara (hoy, Catalina de Perea), adquirida –como sabemos– por don Clemente, a mediados del XIX. Lo lógico es que allí estuvieran las caballerizas, guarnicionería, aperos, carruajes, etcétera, imprescindibles para el trabajo agrícola/ganadero de sus dueños.

Las azoteas actuales con sus preciosos remates de cerámica trianera, pueden ser de este tiempo. En la Parroquia de Santa María La Blanca de los Palacios, también existen otras similares en el exterior. Tal vez, su hermanastro, el ingeniero Miguel Murube

Galán, que costeó la restauración de este templo, en dichos años, no sea ajeno a ambas obras. Igualmente, observamos vigas de madera que también pudieran ser de este periodo, así como, la preciosa/elegante solería hidráulica de los patios y habitaciones, una vez que llegó el cemento. De principios del siglo XX, existen fotografías en las que ya se observan el citado pavimento, el cual pudo ser colocado o bien a finales del XIX o bien a principios del siguiente. Desgraciadamente, hoy queda muy poco de él.

Por otro lado, en la casona sevillana de Federico Rubio, vemos cerámica trianera en zócalos, del mismo corte/estilo que las que observamos en Plaza del Bacalao, Gibaxa y Santuario de Consolación. Asimismo, una sala con reminiscencias musulmanas nos recuerdan a las neo-árabes de Utrera, así como, hay artesonados de maderas propios del siglo XIX, muy parecidos a los de las citadas casas utreranas. E incluso, el techo del tejaroz de la fachada hispalense, tiene elementos análogos a los empleados en nuestra ciudad (fig. 120). Y puestos a elucubrar, quedándonos solo en Utrera, encaja perfectamente que se construyeran los suntuosos salones románticos, conocidos como “neos”, ya que en esta misma época Enrique de la Cuadra estaba realizando las reformas con estas tendencias románticas en su casa de la Plaza de Gibaxa (recuérdese que en el salón neo-árabe del Ayuntamiento, aparece la fecha de 1882). Posibilidad que a nuestro modesto entender no debemos descartar (fig. 121).

vEnTA DE LA cASA. SE ASIEnTAn En SEvILLA. muERE JOAquÍn. EnAJEnAcIÓn DE LA FAmOSA GAnADERÍA. ALGunAS nOTIcIAS máS DE LA FAmILIA

El 11-4-1899, Joaquín Murube Monge, residente en Sevilla, vendió la casa de la Plaza de Enrique de la Cuadra, al utrerano Francisco de Paula Bascón y Gómez Quintero, casado con María de los Ángeles Franco y Cortey de Sevilla.

Desde entonces, de manera definitiva, el cuartel general de la familia Murube, estuvo

Figura 120. 1882, año que figura en el salón neoárabe del Ayuntamiento de Utrera

Figura 121. Tejaroz de la casa de Sevilla, con labores similares a las de Utrera

en Sevilla, como sabemos. Exactamente, en la mansión ubicada en la confluencia de las actuales calles de Federico Rubio (antes, se llamaba Alta) y Aire, en el Barrio de la Judería (fig. 122).

En 1900, ya se daba como que era su vivienda principal, según se desprende de las palabras del citado Juan Sánchez Lozano, que expuso que tras Los Palacios y Utrera, vive “(…) últimamente en Sevilla donde en fecha no lejana fijó su residencia definitiva”. En este año, fue puesto el maravilloso zócalo de la escalera principal y probablemente, el retablo cerámico de nuestra Patrona (fig. 123), análogo al que figura en la fachada del Santuario, como expusimos.

Figura 122. Patio principal de la casa de la calle Federico Rubio de Sevilla, actual sede del “Instituto Británico”

Figura 124. Tienta de machos en “Juan Gómez” (foto publicada en “Tierras Taurinas”)

El progenitor, poco disfrutó de la nueva casa hispalense, ya que el 16-4-1901, murió. Desapareció el gran ganadero, tras 17 años de figurar como su titular del afamado encaste (1884-1901). Igual número de años que vivió en la ciudad de Utrera (1882-1899), curiosa coincidencia. Hoy, sus restos descansan bajo el camarín de la Virgen de Utrera, en el panteón familiar de Consolación.

Cuatro años después, con 33 años, murió su primogénito, Joaquín Murube Escribano, en la fecha del 18-5-1905, que por aquel entonces, se había convertido en célebre ganadero de la prestigiosa vacada familiar (fig. 124), “La Correspondencia de España”, se hizo eco de la luctuosa noticia del siguiente modo: “Hoy ha fallecido en esta Capital D. Joaquín Muruve (sic), propietario de la ganadería de reses bravas, que tan justo renombre ha conseguido alcanzar en todas las plazas españolas. El cadáver será conducido en una carroza á la ciudad de Utrera, con objeto de darle sepultura en el panteón que la familia posee en el Santuario de la Virgen de Consolación. Será una verdadera manifestación de duelo, pues el finado contaba en Sevilla con grandes simpatías”.

Pero, meses más tarde, el 4-11, le siguió Rafael, con 24 años, tal como indica la lápida del panteón familiar, por lo que podemos imaginar la honda tristeza que había en esta casa sevillana. A pesar de ello, continuó al frente de la ganadería, la viuda/madre Tomasa Escribano Roca, de manera que tan legendario Hierro, continuó, para componer el epígrafe que plasmó el francés André Viard “Las dos viudas de Murube”, en una de sus publicaciones. Es decir, de una viuda, María

Figura 123. Escalera principal con la Virgen de Consolación de Utrera

Dolores Monge, pasó a su hijo, Joaquín Murube Monge. De este, a su sucesor Joaquín Murube Escribano. Y de este otro, a la mencionada Tomasa Escribano, que la mantuvo hasta 1917, vendiéndola a Juan Manuel Urquijo y Ussía, que la puso a nombre de su mujer Carmen de Federico. Tras cincuenta y cuatro años (1863-1917), el famoso encaste ya no fue anunciado como Murube.

Por tanto, la utrerana Tomasa Escribano Roca, que había sido dueña de “nuestra casa”, mantuvo la famosa ganadería durante 12 años más, lidiando sus toros a nombre de Viuda de Murube. Por ello, debido a que ha sido una de las mujeres más famosas de este oficio, vamos a detallar algunos de sus antecedentes familiares, tal como vienen en su inscripción bautismal en la Parroquia de Santiago el Mayor. Nació en Utrera, el 1-10-1848, y le pusieron el nombre de Tomasa Mª del Rosario Ángela de la Stma. Trinidad. Sus padres eran Serafin Escribano de Vinuesa (Soria) y Josefa Roca de Utrera. A su vez, los abuelos paternos fueron Marcos Escribano, natural de Covaleda (Soria) y Tomasa Escribano, de Vinuesa, y los maternos, José Mª Roca y M. Carmen Saborido, ambos de Utrera. Como vemos, su parte materna era utrerana. El padrino fue Mateo Escribano, y Joaquín García, fue el cura teniente que la bautizó.

Una vez traspasada la vacada brava, la dueña de la casa sevillana hizo obras en ella. Al menos, eso entendemos, ya que de 1919 (fig. 125), aún existen diversos alicatados de azulejos, en la planta baja, como los del despacho actual del director del “Instituto Británico”, en los que figuran las letras “TE” (Tomasa Escribano. Fig. 126) y dicho año. A su vez, presenta vidrieras con los escudos de los Murube Monge (fig. 127) y Escribano Roca (fig. 128). Asimismo, el susodicho 1919, también, aparece en los preciosos paños de cerámica azul, de uno de sus salones, que representan paisajes urbanos hispalenses.

A Tomasa le llegó el final a su larga vida, el 6-4-1943, en Sevilla; reposando sus restos bajo su Virgen, de la que fue camarera e impulsora de su devoción.

Años después, en 1946, fue fundado el citado “Instituto Británico” de Sevilla (fig. 129), con sede en esta histórica mansión sevillana, de manera que ha cumplido, en 2021, su 75 aniversario.

Tendrían que transcurrir 67 años (1984), para que la ganadería fuera comprada por uno de sus descendientes, José Murube Escobar. De ese modo, volvió a figurar nuevamente en los carteles, tan mítico apellido palaciego, aunque actualmente, –dicho encaste– se conoce como Murube-Urquijo, siendo dirigido por su hijo José Murube Ricart, que la regenta en el cortijo de “La Cobatilla” del término de Utrera.

Para terminar con esta familia, solo a título de curiosidad, corre una curiosa leyenda en algunos medios (prensa e Internet), conocida como “El fantasma del Instituto Británico”, que viene a decirnos que en esta vivienda se

Figuras 125 y 126. 1919, año de reformas de la casa por Tomasa y TE, iniciales de Tomasa Escribano

Figuras 127 y 128. Blasones de los Murube Monge y Escribano Roca, en las cristaleras de la casa sevillana Figura 129. Puerta principal del “Instituto Británico” de Sevilla

observan ciertas apariciones espectrales de una mujer conocida como Señora Fernández Murube (posiblemente hija del matrimonio Manuel Fernández Peña y Concepción Murube Escribano), que al parecer se suicidó en el primer cuarto del siglo XX, y cuyo silueta se había visto deambulando por sus dependencias1 .

FRAncIScO BAScÓn GÓmEZquInTERO Y Su FAmILIA, AnTES DE LA cOmPRA DE LA cASA (1863-1899)

Esta saga familiar utrerana se ausentó, de nuestra ciudad, hace cien años. Desde entonces, poca relación ha tenido con su cuna, por distintos motivos. Por ello, tuvimos –en principio– dificultades para trazar una trayectoria mínima de ella, sobre todo, porque no habíamos encontrado a ninguno de sus descendientes. Tampoco las publicaciones locales se habían hecho eco. No obstante con trabajo/paciencia, acudiendo a los archivos habituales y al fabuloso medio de Internet, hemos conseguido, a nuestro modesto entender, salvar la situación.

1. Antecedentes familiares

Del apellido Bascón, en Utrera, durante el siglo XIX, hemos encontrado diferentes noticias, que nos pueden orientar. Así, Antonio Bascón Martín, en 1803, era el cirujano de la villa. El cual, seguía en dicho cargo, en plena Guerra de la Independencia, año 1809, según leemos en un libro de Manuel Morales sobre dicha contienda.

1. R.P.U. Finca 3.056. Cfr. A.M.U. Protocolos Notariales. Año 1899, ff. 1.023 r. a 1.026 v. Cfr. VIARD, André. “Las dos viudas de Murube”, en “Tierras Taurinas”. Opus 8, mayo 2011, pp. 92-107. Cfr. A. P.S.U. Libro de Bautismos Nº 45, ff. 226 v. (año 1848). Cfr. elcorreoweb.es/ extra/ “El fantasma del instituto Británico de Sevilla”, 10-5-2016.

Figura 130. Placa recordatoria colocada en el campanario de Santiago de Utrera

Décadas después, en 1845, aparece un cofrade llamado Juan Bascón López junto con otros hermanos, interviniendo en nombre de la Sacramental de Santa María, para solicitar terreno al Ayuntamiento, con el objeto de construir 60 nichos en el Cementerio Municipal. Como Hermano Mayor de esta Hermandad, hemos anotado que estuvo varios años (1838/1848). Seguidamente, en 1849, según Otero, el propio Consistorio le encargó un análisis de un supuesto manantial de aguas medicinales, que había surgido de las entrañas de la Parroquia de Santiago.

Por otro lado, entre las firmas de la carta de agradecimiento, por la concesión del paso del ferrocarril por Utrera, dirigida a la reina Isabel II, el 27-8-1853, por el Consistorio, figuraban las firmas de un tal Juan Bascón (sin el segundo apellido) y la de Juan Bascón de la Lama, lo que nos invita a pensar de que se trataban de padre e hijo.

A su vez, relacionados con la citada Parroquia de Santiago, estuvieron Antonio Bascón López (fallecido en 1869) y su hijo, Antonio Bascón Fernández (en 1893), ambos enterrados en panteón propio ubicado en la cripta. Este último, fue propietario de un molino de aceite en Álvarez Hazañas y costeó la maquinaria del reloj de la torre, en 1874–5 (fig. 130).

2. Perfil de Francisco

Visto lo anterior, vayamos a la inscripción bautismal del personaje que nos ocupa, la cual se encuentra en la Parroquia de Santiago el Mayor. Literalmente dice así: “Francº. D. Juan Bascon. Dª Mª Gomz. Quintº. En la villa de Utrera Provª y Arzobp. De Sevilla, dia catorce de Marzo de mil ochocientos sesenta y tres, yo D. Joaquín Marquez Zapata cura Benefdo. Economo de la Iglº del Sr. Santiago el Mayor de esta villa caballero De la Real y Distinguida Orden Española de Carlos 3º, y Arcipreste de la misma, bapce. solemnemente en ella a un niño, que nació el dia once del corriente mes a las nueve y cuarto de la noche, y le puse por nombres Francº de Paula Juan Bautista Manuel Eulogio de la Stma. Trinidad hijo legitimo de D. Juan Bascon, natural y vecino desta villa y de Dª Maria de Consolacion Gomez Quintero, natural y vecina desta villa, casados en Stª María. Abs. casados en Stª Maria. Abs. Pats. D. Juan Bascon Lopez, de Utrera y Dª Ana Joaquina la Lama, de Coria del Río. Mats. D. Francº Gomez Quintero y Luque, de Sevilla, y Dª Maria de Consolacion Parra y Gomez de Grazalema fue su padrino D. Manuel Bascon tío de la criatura y les advertí las obligcnes. parentesco espiritual siendo testigos D. Juan Brabo y D. Jose Rodriguez prº y lo firme=Joaquin Marquez Zapata –con rúbrica–” (fig. 131)2 .

Un estudio más detallado de todos estos Bascón nos dirá el parentesco exacto entre ellos. De momento, vemos, que fue hijo del citado Juan Bascón de la Lama y de

2. A.M.U. Gobierno. Actas Capitulares. Libro 81 (1800-1803). Cabildo del 18-1-1803. Cfr. MORALES ÁLVAREZ, Manuel. “Op. Cit.: “Notas para la Historia Local. Volumen V. Los franceses…”, p. 79. Cfr. GACETA DE MADRID. Núm. 255, 12-9-1853, p. 2. Cfr. A.M.U. Gobierno. Actas Capitulares. Libro 102 (1844-1846). Cabildo del 11-6-1845. Cfr. Archivo Sacramental de Santa María de Utrera. Libro de Acuerdos año 1822 (a 1839) y de Cuentas (1848). Cfr. OTERO CAMPOS, José Andrés. “Op. Cit.: Utrera en el siglo XIX”, pp. 152 y 197. Vid CABRERA RODRÍGUEZ, Antonio. “Op. Cit.: 1848, año de las Momias …”, pp. 21-31. Cfr. A.P.S.U. “Inventario de las alhajas y ropa de la iglesia parroql. De el sr. Santiago el mayr. de la villa de Utrera…, AÑO DE 1813”. S/f. Vid Libro de Bautismos Nº 55, f. 11 r. (año 1863).

Figura 131. Inscripción bautismal de Fco. Bascón Gómez Quintero, en Santiago. Año 1863

Mª Consolación Gómez-Quintero Parra, ambos utreranos. El progenitor aspiró a ser Registrador de la Propiedad, aunque al final fue fiscal y magistrado, y ejerció –al menos– en Utrera, Jerez de la Frontera, Sevilla, Palma, Osuna y Manila, lo que hizo que algunos de los hermanos –de este niño– no nacieran aquí. Dando por terminada su carrera profesional de la siguiente forma, según la Gaceta de Madrid: “De conformidad con lo dispuesto en los artículos 158 y 134 del Real decreto-ley de 5 de Enero próximo pasado; á propuesta del Ministro de Ultramar; En nombre de Mi Augusto Hijo el Rey D. Alfonso XIII, y como R e i n a Regente del Reino, y accediendo á lo solicitado por D. Juan Bascón de la Lama, Fiscal que ha sido de la Audiencia de lo criminal de Osuna, y en la actualidad Magistrado, electo, de la territorial de Manila, tengo en declararle jubilado, por haber cumplido la edad reglamentaria, con el haber que por clasificación le corresponda y los honores de Presidente de Sala en atención á sus dilatados y distinguidos servicios. Dado en San Sebastián á trece de Agosto de mil ochocientos noventa y uno. MARÍA CRISTINA”

A su vez, los abuelos paternos del niño fueron el utrerano Juan Bascón López (también,

citado) y Ana Joaquina de la Lama, de Coria del Río. Y los abuelos maternos, Francisco Gómez Quintero Luque, de Sevilla, y Mª Consolación Parra Gómez, de Grazalema. Los Gómez Quintero sabemos que entroncaron con los Vigueras y los Escribano, dos familias con una amplia trayectoria local. Respecto a los Parra, de esta misma estirpe, podemos citar al sacerdote Francisco Parra y Gómez, cura de Santiago el Mayor, y a Francisco Parra y Ramos, canónigo de la catedral de Sevilla3 .

En cuanto a los hermanos del neófito, lo fue de Juan Bautista (nacido en 1861), que llegó a ser Capitán de Navío, Ayudante personal del Ministro de Marina, mayordomo de semana del rey y Marqués de Torralba (consorte), al haberse casado con María Aurora de Pedro y Urbano, la cual obtuvo por primera vez dicho título del rey Alfonso XIII, en 1894.

Asimismo, fue hermano de Antonio (nacido en Utrera, 1869), Presidente y Magistrado de varias Audiencias importantes, casado con Mª Carmen Martínez de Campos Colmenares; Joaquín (nacido en Jerez de la Frontera. 1871), funcionario del Ministerio de la Gobernación en Santa Cruz de Tenerife; y Concepción (nacida en Utrera, el 28-4-1864 y bautizada en Santiago, el día siguiente). Se casó con Diego Barrientos Torres-Lineros, y, cuando enviudó, disfrutó de la pensión de juez de su padre, desde 1918 hasta 1942, que fue cuando murió en Sevilla.

Debido a la profesión del padre, es fácil suponer que la familia de Francisco pasó algunos años fuera, lo cual debió de facilitar que los niños recibieran una buena formación, ya que, en Utrera, en aquellos tiempos y sin los salesianos, había pocas oportunidades. Lo cierto y verdad es que los cuatro varones (de Concepción ni nos consta ni era habitual) fueron servidores públicos con estudios4 .

3. Actividad profesional. Periplo ultramarino: Puerto Rico, Filipinas y cuba. casamiento e hijos. nace consuelo

Antes de que su padre Juan Bascón de la Lama se jubilara (recuérdese, en 1891), Francisco, el comprador de “nuestra” casa, empezó a trabajar como empleado en la Hacienda Pública del Ministerio de Ultramar, cuando, aún nos pertenecían Puerto Rico, Cuba y Filipinas.

Al parecer, su primer destino fue Puerto Rico. En agosto de 1887, con 24 años, iba a embarcar en Cádiz, para cubrir la plaza de oficial 4º de la Administración Central de Contribuciones de dicha isla (fig. 132). No debió de estar mucho tiempo allí, ya que por nuestros cálculos, regresó en la segunda mitad de 1889. Avala nuestra opinión el hecho de que la Gaceta de la Habana, en 1891, publicó que su cómputo de servicios era de 2 años y 19 días de servicio.

Entremedio, el 30-7-1888, se había casado en las Cabezas de San Juan, con la sevillana María Ángeles Franco Cortey (nacida en 1863). Era hija del comandante de infantería, Manuel Franco Arroyo, y de su mujer, María Ángeles Cortey Govantes, que era familia de militares, ya que –aparte del padre– un hermano de ella, Manuel Franco Cortey, llegó a ser General de Brigada en Jaén.

Posteriormente, en julio de 1890, el nuevo matrimonio se incorporó a las Islas Filipinas, tomando posesión como 5º guarda-almacén y recaudador de Hacienda de la isla de Bohol

3. www. Geni.com. Cfr. A.H.N.M. Signatura FC-Mº_ JUSTICIA_REG_PROPIEDAD, 439. Exp. 1100; y Signatura: FC-Mº_ JUSTICIA_MAG JUECES, 4305. Exp. 1115. Cfr. Cfr. ”Guía del Forastero”. Madrid, 1868, p. 393; Madrid, 1870, p. 371. Cfr. “Boletín de la Revista General de Legislación y Jurisprudencia. Periódico oficial del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid”. Año 1870. Cfr. “Guía Oficial de España”. Madrid, 1877, p. 337. Cfr. GACETA DE MADRID. Núm. 158, 7-6-1891, p. 815; núm. 232, 20-8-1891, p. 612; núm. 243, 31-8-1891, p. 732. Cfr. Archivo de la Deuda y Clases Pasivas, 1769-1911. “índice de Jubilados de Gracia y Justicia”, Madrid, 1979, p. 48. 4. Diario Oficial del Ministerio de Marina, núm. 188, 28-8-1911; núm. 99, 30-4-1912; núm. 89, 22-4-1913; y núm 27, 2-2-1918. Cfr. SAMPEDRO ESCOLAR, José Luis. “Sagasta. Nobleza y Liberalismo, en Instituto de Estudios Riojanos, nº 164, La Rioja, 2013, p. 168. Cfr. A.H.N.M. Signatura UNIVERSIDADES, 3867. Exp. 15 (1894-1898). Cfr. “Gacetas de Madrid. Efemérides”. Año 1918, pp. 34 y 43. Cfr. MAYORALGO LODO, Juan Miguel de (Conde de los Acevedos). “Movimiento Nobiliario 1931-1940”, Año 1932, pp. 91 y 104. Cfr. “La Prensa”, Santa Cruz de Tenerife. 17-12-1926.

Figura 132. Nombramiento de Francisco Bascón G-Quintero, por el Mº de Ultramar. Destino Puerto Rico. Año 1887

(la décima más grande de dicho Archipiélago). El primer hijo, llamado Juan, como su abuelo paterno, nació el 27-5-1891, en Tagbilaran (obispado de Cebú), que es la capital (fig. 133. Hoy, tiene unos 92.000 habitantes).

En mayo de 1892, fue nombrado investigador de Contribuciones sobre la Industria, Comercio y Propiedad Urbana, (hoy, diríamos Inspector de Hacienda), pero, al mes siguiente (6-1892), cesa de su cargo y deja Bohol, por motivos de salud.

Seguramente, volvió a la península, para recuperarse y esperar un nuevo destino. También, como su mujer estaba encinta, pudo conocer a su segunda hija recién nacida, el 23-1-1893, a la que le pusieron Consuelo, como su abuela materna, la cual, con el tiempo, fue muy conocida a nivel nacional, como veremos.

Por dicho motivo, veamos la inscripción literal, de su bautismo, en la Parroquia de Santiago el Mayor de Utrera: “Mª Bascon Franco. En la Ciudad de Utrera Diocesis y Provincia de Sevilla á tres de Febrero de mil ochocientos noventa y tres, yo D. Francisco Parra y Gomez Pbro. Cura Propio Rector de la Iglesia del Sr. Santiago el Mayor de esta Ciudad, Examinador Sinodal de este Arzobispado bautizé solemnemente á una niña que nació el dia veintitrés de Enero á las diez de la noche en la Corredera numero 11, hija legitima de D. Francisco de Paula Bascon y Gomez Quintero Propietario de Utrera y Dª Maria de los Angeles Franco y Cortey,

Figura 133. Mapa de la isla de Bohol con su capital Tagbilaran (Islas Filipinas)

de Sevilla, y casados según dijeron en las Cabezas de S. Juan el año de mil ochocientos ochenta y ocho. Abs. Pat. D. Juan Bascon de la Lama y Dª Maria de Consolacion Gomez Quintero y Parra de Utrera. Mat. D. Manuel Franco Arroyo, de Pedroñera, Provincia de Cuenca y de Dª Maria de los Angeles Cortey y Govantes del Puerto de Santa María, le puse por nombres Maria de Consolacion Maria de los Angeles Ildefonza de la Santisima Trinidad, fue su padrino D. Juan Bautista Bascon Gomez Quintero de Utrera Teniente de Navio y ayudante personal del Excmo. Señor Ministro de Marina, tio de la bautizada y á nombre de este y en representación la tuvo en la Pila bautismal el abuelo paterno de la misma D. Juan Bascon y de la Lama. Magistrado Jubilado. Fueron Testigos D. Antonio Ramos y D. Joaquin Garcia vecinos de Utrera. En fe de lo cual lo firmo fecha ut Supra= Francº Parra” (fig. 134).

Dos meses después, el 21-4-1893, fue nombrado para ocupar el turno 5º de la Habana (Cuba) como oficial quinto de la Sala Central del Tribunal de Cuentas del Reino.

Al mes siguiente, mayo de 1893, estaba de nuevo en el Caribe, con el sueldo anual de 400 pesos y 600 de sobresueldo, fue trasladado a Pinar del Rio (ciudad situada en Occidente de la Isla de Cuba. Hoy, tiene unos 200.000 habitantes). Si tenemos en cuenta que el peso equivalía a cinco pesetas, sabremos que ganaba 5.000 pesetas cada año. En aquel tiempo, el sueldo medio diario, en España, era de 2,50 pesetas, Si calculáramos que un empleado/obrero estable cobrara los 365 días, alcanzaría la astronómica suma de 912,50 pesetas. Es decir, su diferencia salarial era mayor a cuatro mil pesetas/año, por desempeñar sus funciones fuera de la Península. Por tanto, podemos deducir que a nuestro hombre le convenía trabajar en las colonias, ya que en unos años se podía hacer con un buen pellizco.

Sin embargo, nuevamente, debió de tener dificultades de adaptación, ya que, en diecinueve meses, tuvo varios trasladados a otras secciones y negociados cubanos (hemos contado hasta cuatro), de manera que el 16-1-1895, fue cesado –por motivos de

Figura 134. Firmas de Joaquín Murube Monge y Francisco Bascón Gómez Quintero

salud– como oficial 4º del Negociado de Rentas Estancadas y Loterías de la Intendencia de la Isla, “con el haber que por clasificación le corresponda al expresado funcionario”. Seguramente, no pudo soportar el clima tropical y las enfermedades físicas/ psicológicas de aquellas antiguas posesiones españolas, las cuales perdimos tres años después (1898). Con este decreto, se terminó la aventura ultramarina de nuestro hombre y de inmediato, se produciría su incorporación a Utrera, junto a su familia. Tenía tan solo 31 años, a punto de cumplir 32, mas su mujer, María Ángeles, con la misma edad, y sus hijos, Juan (con 4 años) y Consuelo (con 2), los cuales, no sabemos si estuvieron o no acompañándole, en su última estancia caribeña.

Ya en Utrera, el 26-10-1895, es decir nueve meses después, parió su mujer por tercera vez (segunda niña, que sepamos), en la calle Reina, 24 (actuales Fernández-Heredia y Canalejas) a la que le pusieron María de los Ángeles, igual que su madre, más los de Rosario, Lucia, Belén de la Santísima Trinidad.

En estos años finales del XIX, pocas noticias más hemos encontrado de Francisco, mujer e hijos, por lo que entendemos que llevaron una vida tranquila en nuestra localidad. No ocurre igual que con los hermanos de nuestro hombre, que debido a sus profesiones, se produjeron noticias externas sobre sus traslados y actividades. A nivel local, según nos informa Eduardo González de la Peña, en la relación de mayores contribuyentes de 18961897, figuraba Manuel Bascón de la Lama (tío soltero de Francisco), de la calle Sevilla, 31.

Como estamos observando, estos Bascón constituían una familia de clase media alta, compuesta por propietarios, juristas, militares, funcionarios e incluso relacionados con la aristocracia; viviendo la mayoría fuera por sus profesiones5 .

cOmPRA Y RESIDEncIA DE LA FAmILIA En LA cASA DE LA PLAZA DEL BAcALAO (1899-1910)

Y llegó el 11-4-1899, que fue –como hemos expresado– cuando se realizó la compraventa de “nuestra casa” (fig. 135), ante el notario local Enrique López-Lacarra y Asmé. Parece claro que los Bascón Franco residían en Utrera, desde hacía cuatro años, y su intención era quedarse. Repasemos, el matrimonio tenía 36 años cada uno, y Juan, el hijo mayor, a punto de cumplir ocho años; Consuelo con seis y Mª Ángeles, con tres.

Pero, pronto fue incrementada la familia con la incorporación de otra niña, a la que le pusieron Margarita, María de la Concepción, Manuela Marcela, Belén de la Santísima Trinidad, que nació el 4-9-1900, en la

5. A.H.N.M. Signaturas ULTRAMAR 6286, exp. 4; y 6279, exp. 14. Cfr. GACETA DE MANILA. Nº 16. 7-1890, p. 69. Cfr. GACETA DE LA HABANA. Nº 127. 7-1891, p. 191. Cfr. GACETA DE MANILA. Nº 137. 5-1892, p. 637; y Nº 205. 7-1892, p. 929. Cfr. GACETA DE MADRID. 21-4-1893, P. 299. Cfr. GACETA DE LA HABANA. Nº 128-152, 6-1893, P. 10; Nº 54-78, 9-1893, p. 78; Nº 105-130, 11-1893, p. 135; Nº 131-156, 12-1893, p. 154; Nº 128-153, 6-1894, p. 57; Nº 126, 7-1894, p. 182; Nº 5, 16-1-1895, p. 201 y N. 127, 1-1895, p. 161. Cfr. Www. Geni.com. Cfr. A.P.S.U. Libro de Bautismos Nº 65, ff. 146 r. y v. (año 1893). Cfr. R.C.U. Libro 41 de Nacimientos, ff. 155 r. y v. (año 1895).

Figura 135. Inscripción bautismal de Consuelo Bascón Franco, en Santiago de Utrera. Año 1893 (reproducción parcial)

Plaza del Bacalao, y que fue bautizada, nueve días más tarde, por su pariente, Francisco Parra Gómez, cura de Santiago, ante la atenta mirada de sus padrinos, también familiares, Manuel Bascón de la Lama, soltero, al que acabamos de citar y Concepción Bascón Gómez Quintero, casada y tía de la neonata.

Cuatro años después, para completar los trámites/inscripciones familiares, nuestro hombre, Francisco, se personó en el Registro Civil de Utrera, el 28-12-1904, para declarar ante el juez municipal Diego Vigueras Gómez Quintero (otro pariente) e inscribir, que su hijo Juan Bascón Franco había nacido el 7-5-1891, en el pueblo de Tagbilaran, y bautizado en la parroquia de dicha población filipina. Por tanto, su primogénito, tenía 13 años, cuando fue inscrito en un Registro Civil peninsular.

Seguimos con las anotaciones cronológicas, ya que en 1905, entre las aportaciones para las obras públicas del pueblo, figuró que Francisco Bascón dio 300 pesetas, que era una cantidad respetable. Seguramente, fue debido a su condición de dueño de fincas urbanas, como esta que nos ocupa, además poseía dos aranzadas de olivar y 16 de tierra calma. En el aspecto profesional, hacía algunos años que había sustituido la palabra “empleado”, por la de “propietario”, a la hora de inscribir a sus hijos o de realizar algún trámite jurídico/ administrativo. Lo que nos da a entender que llevaba sus propios negocios o/y que vivía de su pensión y de las rentas de sus propiedades. Es precisamente, en este 1905, día 15-4, cuando muere Manuel Bascón de la Lama, el tío soltero de Francisco y padrino de Margarita, con 81 años, con testamento ológrafo y diagnosticado por el facultativo que había muerto de “enfermedad de senectud”. Al vivir en la calle Cánovas del Castillo (hoy, Sevilla), le hicieron el funeral en Santiago.

LOS HIJOS SE HIcIEROn mAYORES. DIáSPORA FAmILIAR. GuERRA DE mARRuEcOS (1910-1918)

Como es natural, los hijos crecieron y el mayor, Juan Bascón Franco, a mediados de 1910, consiguió una de las cincuenta plazas para entrar en la Academia de Caballería de Valladolid (fig. 136). Allí, estuvo hasta 1914, donde consiguió el grado de teniente y su primer destino en los Cazadores de Talavera.

Figura 136. Antiguo edificio de la Academia de Caballería de Valladolid, donde estudió Juan Bascón Franco

Después, pasó a Melilla, en 1915, que vivía una complicada etapa con la Guerra de Marruecos, donde estuvo encuadrado en su Plana Mayor, durante algunos años. Precisamente, en esta época, se encontraba el Conde de la Maza, en este mismo destino, como vimos en el capítulo anterior.

Quien también dejó la casa, fue otro soltero de la familia, que vivía en ella y era hermano de María Ángeles, mujer de Francisco. El 18-1-1911, Luis Franco Cortey, nacido en Sevilla y de profesión abogado, con 54 años, murió de “reblandecimiento cerebral”, siendo sus restos llevados, el día siguiente, a Santiago y después, al cementerio municipal.

En 1915, los hermanos Ruiz Verde, en su conocido libro de versos jocosos, citaron esta mansión y sus habitantes con estas tres escuetas palabras: “la de Bascón”, dando a entender, como en otras que también son nombradas de igual modo, que eran suficientemente conocidos para los lectores y no hacían falta más comentarios.

Es precisamente de estos años, la foto que adjuntamos de tres mujeres jóvenes y una niña, en el patio principal enlosado con el antiguo pavimento hidráulico (hoy sustituido por mármol), en la que, según Eduardo González de la Peña, se ven a Consuelo Bascón Franco (sentada con trenzas), junto a sus amigas Consuelo del Río (de pie), y las hermanas Consuelo y María Luisa Gutiérrez de Piñeres (también sentadas). La cual adjuntamos gracias a la gentileza de Eduardo, que es nieto de esta última (fig. 137).

En junio de 1918, fue concedida la licencia para que el capitán de infantería Ángel Martín Marín, destinado en los Regulares de Ceuta, pudiera contraer matrimonio con María de los Ángeles. Las conclusiones son inmediatas: se marchaba otro miembro familiar, era menor de edad, luego necesitó autorización paterna (antes la mayoría se alcanzaba con 25) y se incorporaba otro militar a este linaje.

Efectivamente, al mes siguiente, 16-71918, se casaron en Santiago, curiosamente, ante el cura de Santa María, Juan Padilla Gonzalo. La inscripción nos dice que el novio era “aforado castrense”, natural de Vitoria, hijo de Atilano y Francisca, y tenía 27 años (misma edad que el hermano de la novia). Ella, como sabemos, era de Utrera, y tenía 22 años. Testigos fueron los capitanes Luis Valcárcel Cabrera, Eleuterio Peña Rodríguez y Antonio Muñoz Recio.

Ese mismo año, el 22-11– 1918, compareció nuevamente Francisco en el Registro Civil de Utrera, para conceder la emancipación prevista en el artículo 317 del Código Civil, a otra de sus hijas, concretamente a Margarita, previo consentimiento de la interesada, que acababa de cumplir 18 años. A ciencia cierta, no sabemos a qué se debió este importante/inusual trámite, aunque,

Figura 137. De izqda. a dcha. Consuelo Bascón, Consolación del Río, y Consolación y Mª Luisa Gutiérrez (circa 1916) Figura 138. Consuelo Bascón Franco, de mayor (reproducción parcial)

podemos pensar en la posibilidad de algún enlace matrimonial próximo en un lugar más o menos lejano.

De igual modo, tres días después, el 2511, ante el notario Eduardo Cidad Vilardell, hipotecó la casa, por 45.000 pesetas, para responder de un préstamo de 35.000 pesetas concedido por Julia González Arias de Reina, más otras 10.000 pesetas, para intereses, gastos y costas. Estas gestiones/ operaciones nos hacen pensar que la familia estaba siguiendo un plan trazado de antemano, del que prontamente vamos a salir de dudas6 .

RELAcIOnES DE EmILIO mOLA Y cOnSuELO BAScÓn. LEYEnDA Y vEnTA DE LA cASA (1918-1919)

Habrá notado, el amable lector, que Consuelo (fig. 138), que era la mayor de las hermanas, en el campo amoroso, se estaba quedando detrás, ya que aún no hemos mencionado que tuviera relación con hombre alguno. Sin embargo, sí que la tenía, nada menos que con un jefe militar, que con el tiempo se haría muy célebre y daría mucho que hablar: Emilio Mola Vidal, futuro general, que, según las fuentes consultadas, fue un destacado protagonista en la II República, por su mano dura, como

6. R.C.U. libro 47 de Nacimientos, ff. 395 r. y v. (año 1900). Cfr. A.P.S.U. Bautismos, libro nº 68, f. 92 v. (año 1900). Cfr. R.C.U. Libro 54 de Nacimientos, ff. 166 r. y v. (año 1904). Cfr. A.P.S.U. Defunciones. Libro 40, ff. 136 r. y v. (año 1905). Idem. Defunciones. Libro 41, ff. 93 r. y v. (año 1911). Cfr. “La Ilustración Española y Americana, 15-71910, p. 32. Cfr. “Anuario militar de España”, años 1913, 1914, 1917 y 1918. Cfr. “La Correspondencia Militar”, 299-1914, p. 3. Cfr. “La Mañana”, 27-5-1915.Cfr. RUIZ VERDE, Tomás, Francisco y José. “Utrera en la Mano. En serio y en broma”. Sevilla, 1915 (reedición de la Caja Rural de Utrera, 2017), p. 41. Cfr. Cfr. “La Correspondencia Militar”, 4-6-1918, p. 3. Cfr. A.P.S.U. Libro 27 de Matrimonios, ff. 272 v. y 273 r. (año 1918). Cfr. Cfr. R.C.U. Ibidem libro 47 de Nacimientos, f. 395 r. (año 1900). Cfr.. A.M.U. Protocolos Notariales. Año 1919, ff. 1.663 r. a 1668 v.

Director General de Seguridad, y en los sucesos de 1936, en España, tanto que es conocido, ya de manera usual como “El Director”, en alusión a que fue el cerebro planificador del Golpe de Estado al Gobierno, también, conocido como Alzamiento Nacional (fig. 139).

En 1918, tenía 31 años y el grado de comandante (desde 1914). Entre 1916 y 1919, precisamente, estuvo destinado en la Península (Barcelona, Madrid…). En el caso de que, en esta época, fueran novios, compondrían una pareja “algo mayor”, para aquellos años.

Ignoramos dónde se conocieron. Seguramente, fue en el Norte de África, donde estaban destinados militares de su familia, como el hermano Juan (de ella), y su cuñado Ángel, que se casó con su hermana Ángeles, aunque no debemos descartar del todo que se conocieran/relacionaran en nuestra localidad.

Por tanto, no tenemos certeza de que dicho militar visitara “nuestra” casa, aunque lo que sí hemos oído es una leyenda urbana perfectamente creíble, contada por personas mayores, que refieren que cuando Mola venía a ver a su novia, la esperaba en la Plaza del Bacalao y ella, desde el balcón más próximo al callejón Bohórquez, se comunicaba con él a través del lenguaje de signos de los sordomudos, para hacerle llegar un mensaje más o menos corto, al que –dicho militar– contestaba de la misma manera. A lo anterior, hay que añadirle que otros días, según estas versiones, “pelaban la pava” en la ventana pequeña que da a dicho pasaje, hecho menos probable dada la condición/edad de ambos.

Hoy, nos queda muy lejos (más o menos 100 años) aquella tragedia de la Guerra del Rif/Guerra de Marruecos, que tantos miles de muertos produjo. Entonces, marcó a muchas familias y a una de ellas, fue a esta que estamos estudiando.

Ante la situación presentada, en que los hijos iban abandonando tanto a la casa como a Utrera, Francisco Bascón decidió enajenar

Figura 139. Emilio Mola Vidal, cuando era general

la mansión junto a su accesoria, seguramente, en connivencia con su familia dentro de una estrategia preestablecida como hemos ido vislumbrando.

Tras 20 años de vivir en ella como propietario, el 3-9-1919, en Utrera, ante el citado notario Eduardo Cidad Vilardell, fue vendida a Luis Borrego García Serna, de Ronda, casado con Mercedes Gutiérrez de la Cuadra, nieta de Enrique de la Cuadra, I Marqués de San Marcial, por lo que la casa volvió a manos de tan histórico apellido. En dicho acto, representó al comprador, su suegro Vicente Gutiérrez de los Ríos, que vivía en c/ Sánchez Silva, 3 de Utrera (actual calle La Plaza, donde estuvo la farmacia). Ni que decir tiene que como la carga hipotecaria de la casa del año anterior, tenía que ser levantada, la parte compradora se reservó 35.000 pesetas, para satisfacer su pago, y entregó solo 10.000 a la vendedora7 .

(Continuará en el próximo número)

7. FUSI AIZPURUA, Juan O. “Emilio Mola Vidal”, en Diccionario Biográfico Español, Real Academia de la Historia. Cfr. PRESTON, Paul. “Arquitectos del Terror: Franco y los artífices del odio”, 2021. Cfr. A.R.P.U. Finca 3.056. Cfr. A.M.U. Ibidem (Protocolos Notariales. Año 1919).

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