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UNA HABITACIÓN PROPIA

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Mujeres de todas las esferas

Tú, mujer, que tejes una tela de supervivencia con hilos del corazón. Tú, mujer, flujo y esencia de la vida tan transitoria como las nubes de otoño. Tú, mujer, sinfonía orquestada en silencio, principio de la naturaleza para crear espontaneidad, alegría y amor en los ojos de un niño, en la belleza de una flor, en el vuelo de un pájaro. Mujer que eres víctima del machismo de la discriminación y combates su necia presunción. Tú, mujer, que vives entre la turbulencia, injusticias, Guerras, hambre y anidas en el temor. Tú, mujer, que has sentido la marginación en tu propia piel, laceración en tu carne, pero que emerges como el ave Fénix. Mujer de diversidad funcional como productoras, técnicas, actrices que imaginan, quieren, distribuyen muestran, ven y viven, testigos de la emancipación femenina. Mujer que reflexiona en la salud, precariedad y enfermedad, feminista liberadora, irreverente y divertida con nostalgias del pasado también. Mujeres, pese a sus vidas extraordinarias, han sido borradas de los anales, por el machismo de los cronistas, o permanecer bajo el nombre del marido. Aquellas que tuvieron que encerrarse en conventos para seguir escribiendo como sor Juana Inés de la Cruz. Tú, mujer poeta, que con bellas metáforas defiendes lo más preciado, la vida, pero contundente con las armas de las ideas. Tú mujer que denuncias mutilaciones de seres humanos dando voz a los que no la tienen. Tú, mujer en medio de la danza eterna de la vida, fuente de creación, que llegas a convertir el fracaso en éxito, y la educación primer bastión de la libertad. Tú, mujer, que estableces lazos de amnistía entre países subyugados corriendo riesgos de tu propia vida. Polvo de estrellas danzando y girando en las corrientes y los torbellinos de la existencia Tú, mujer, obligada a frenar tu potencialidad, manantial de creatividad en el contexto familiar. Tú, mujer que sigues abriendo caminos frente a la represión, los prejuicios y los traumas del complejo rol de la mujer afgana, África subsahariana, Ucrania… que lucha, se defiende, protege, llora, pero que suena como un grito de esperanza Tú, mujer, danza eterna de la conciencia, cuya esencia, está más allá del ego.

Dejar oír el grito y narrar, cuando se ama, descubrir lo que es mito o la inevitable caída del alma.

Carmen Santos

(Madrid, España)

Ilustración: Fernando Martínez Sola

Escritos de Enheduanna sobre Innana Diosa del cielo y de la tierra

Antes de los dioses solares, del trueno y de los cielos existía la creencia en las diosas, terrenales, subterráneas, de las cuevas y las profundidades. Diosas que, a medida que avanzaba la civilización y se creaban imperios, fueron desplazadas, perdiendo sus atributos originales.

Innana, la poderosa diosa del cielo y de la tierra, protectora de la ciudad de Uruk (Mesopotamia), descendió al inframundo (el mundo de los muertos y de los espíritus): Desde el Gran Arriba la diosa abrió su oído al Gran Abajo /… Ereshkigal, la diosa del inframundo, ordenó que se atrancaran las siete puertas y se despojara a Innana de sus vestimentas reales… Estos cantos dedicados a la diosa más importante de la antigüedad, Innana, fueron escritos por su sacerdotisa, la poeta acadia Enheduanna, hija del rey Sargón. De la cultura sumero-acadia nació la civilización más antigua del mundo, donde se inventó casi todo, donde todo fue «la primera vez»: las primeras ciudades, el torno alfarero, la rueda, la escritura cuneiforme (anterior a los jeroglíficos egipcios), la literatura, la división del tiempo en 60 segundos, 60 minutos y 12 horas, los primeros códigos legales… Entre estas primicias están el primer gran poema épico, La Epopeya de Gilgamesh (de autor anónimo) y los primeros textos firmados y atribuidos a una persona: la primera poeta, la primera escritora conocida, curiosamente, fue mujer: Enheduanna, sacerdotisa de la luna (Nanna). Ella firmó los himnos a Innana, un primer (de nuevo) intento de hacer una teología sistemática. Hablamos del 2.300 a.n.e. «Un relato “grandioso” sobre una mujer –como inspiración, guía y modelo–», explicaba Diane Wolkstein, narradora oral y folclorista. La escritura y el oficio de escriba tenían a sendas diosas por patronas. En Sumer, las mujeres tenían derechos que luego perdieron: eran dueñas de su dote, podían hacer testamento, heredar, podían estudiar y trabajar al margen del marido… Lo cuenta Samuel Noah Kramer en su libro La historia empieza en Sumer. Muerte y resurrección

Ereshkigal amarró el ojo de la muerte sobre Inanna / Habló contra ella su palabra de ira. / Exclamó contra ella su grito de culpa. / La golpeó. / Inanna se convirtió en cadáver, / Una pieza de carne podrida, Y fue colgada de un gancho sobre la pared (Cantos e himnos de Sumeria, compilación Diane Wolkstein y S.N. Kramer). La diosa Innana estuvo tres días muerta, y al tercero… resucitó. ¿Os suena esta historia? Enheduanna escribió 42 himnos y tres poemas épicos. Su poema más famoso: La Exaltación de Innana. Como sacerdotisa y teóloga puso a Innana a la cabeza del panteón de dioses sumerio y establece una relación personal (introduce el «yo» en sus textos) con la diosa. También fue música y compositora, además escribió las crónicas del derrocamiento de su padre y el destierro de su familia.

Olga Pardo Ayuso

olga.pardoayuso (Madrid, España)

De lo alto a lo profundo

El plano medio quedó partido. Y divididas quedaron las aguas del universo. Las de arriba fueron estrellas, llamando desde las alturas. Y los humanos se irguieron, sin duda, para alcanzarlas. Las aguas de abajo se hicieron fuegos que se metieron adentro encendiendo emociones, despertando sueños, alentando interminables intentos. Luego llegaron los dioses reivindicando el invento. Y las aguas de arriba y las aguas de abajo fueron perdiendo el puente como mundos diversos que ya casi no se entienden. Mas, las luces de cada plano se hacen una muy adentro. Escondida, unas veces, desorientada, otras tantas, oculta pero no perdida. Esperando a ser hallada para conectar cierta estrella, con sus muy profundas aguas. Olga Pardo

Lunática

Comulgar contigo siempre ha sido como hacer el amor con un pájaro herido/por eso lloro/ por eso es imposible dejarte ir/por eso me dejo herir como un niño/ cabalgo sobre la grupa de este silencio/entro en tu soledad y la miro de lejos/ella es intocable, ni tú la tocas/quizá, ni la sabes/caminas sin tocar el suelo, en punta de pie/ lejana de ti misma, de mí lejana/ mirando sin ver, o sin mirar/un punto en el abismo del cielo/Me gusta mirarte/mirarte es irme a otra parte/extasiarme, mujer silencio, lleno de gritos y palomas muertas/sé que tu figura lánguida un día estuvo poblada de peces/que en tu pecera sólo nadabas tú, y estabas muerta/sé que no te importa demasiado estar en este mundo/o en otro, o en cualquiera, o en ninguno/te han hecho, y has dejado que te hagan/estás ahí, llena de amor en la mirada/ por eso te amo/voy y te ato el cordón de los zapatos mientras vuelas/no quiero que te caigas/sé que no me ves/pero en el fondo me lo agradeces/tu amor es un rompecabezas que hay que dejarlo como está/ aún con piezas sueltas uno lo mira y enceguece/por eso me quedo a la vera de tu no materia/que no da sombra, pero me aclara/me hace cruzar la calle sin mirar si pasan autos/pero sigo vivo/no me importaría haberme muerto/si ese hubiera sido el precio por estar contigo/aunque sólo sea para atarte los zapatos/para que no tengas que detener el vuelo/ aunque más no fuera, y eso lo es TODO/ver como el sol se opaca cuando danzas/sin peso en el cuerpo/y te agitas por las noches/cuando las pesadillas te atormentan/y te das vuelta y me abrazas/sólo por eso todo ha valido la pena/el revólver en mi sien/ perderte en la playa/porque te confundes con la arena/te haces una con el agua/y debo andar con un caza mariposas/para hallarte y devolverte a casa/y me quedo en ti, nunca en ti/atado a ti, a tu perfume de nubes/lejano y cercano/por si me haces falta, y siempre me la haces/para continuar vivo/latiendo en el hueco de tu mano/sin que lo sepas/latiéndote/ hermana de mis ojos y mis dedos fugaces/que se pierden en tu pelo/mientras buscas un disfraz para ponerte/y no perderte cuando te miras al espejo/y no estoy a tu lado/para darlo vuelta/ y que veas tu reflejo en el azogue/dependes de mí como yo de ti/debo darte la comida en la boca/de a pequeños trocitos para que no te ahogues/masticas sin mirarme/haciendo como que no estoy ahí/que no te alimentas por mi mano/cuando te levantas/el viento se levanta contigo/y vas hacia las flores del frente a aspirar su polen/los lunes no duermes/y no duermo/nos quedamos viendo por la pared que rompiste a la luna redonda/tú te vas a ella y tomas de ella tu energía/yo miro como brillan tus talones gracias a su luz/a veces cabeceo porque siento sueño/pero vuelvo para no dejarte sola/sé que mi papel es protegerte del misterio de ti misma/el mismo puede devorarte/y qué sería de mí/de ahí en más cruzaría las calles con los ojos vendados/o haría que estallase de una vez por todas el revólver/que pusiste aquella noche cuidadosamente en mi mano y lo llevaste delicadamente a mi sien/y seguiste caminando como si nada/no sé si lo que querías era que me matase o quedarte sola/te echaste sobre la paja y te quedaste dormida/me fui dando un golpe a la puerta y aquella tarde estuve caminando ciego sin tus ojos/y debí volver/bailabas una danza primitiva con tu vestido blanco y cantabas/parecías feliz y había color en tu rostro/no te percataste de mi regreso/o hiciste como que no te percataras/fue un lunes/lo recuerdo/a la noche fue cuando rompiste la pared/y me llamaste/para que viera la luna contigo y suspiré/porque entendí que estabas feliz de que no me hubiera muerto/y que aquella danza era por mí/porque antes de llegar sabías que volvería/me dormí a tu lado/y me despertaron tus gritos/sentí como tus lágrimas mojaban mi pecho/me miraste de forma penetrante/y me dijiste que debía quedarme despierto/me senté/tomaste mi mano/y solo entonces, al sentir tu calor/supe del pacto/mi alma se llenó de sosiego/y cerré los ojos para respirarte.

Silvia Martínez Coronel

(Uruguay)

El programa cultural «Vivencias» de Radio Nacional, en Uruguay, convocó el Primer Concurso de Objetos Literarios en Prosa. En 2020 se publica un e-book llamado Lunática y otros textos, con los textos ganadores, a través de la propia editorial del programa llamada Vivencias. El libro toma como título el texto que encabeza la obra Lunática, de la escritora y crítica literaria uruguaya Silvia Martínez Coronel. Lunática es un texto vibrante, rítmico, que difumina las líneas entre poesía y prosa poética. Es una prosa que poetiza y se vuelve metáfora… delinea sentidos, sentimientos y sensaciones. Eleva la palabra y la sumerge en la musicalidad poética. Sumergiendo, a su vez, al lector en la vorágine de palabras, pasiones y recursos líricos que posee la buena literatura. | Mika Soler

Deconstrucción del feminismo en la mujer precolombina

A través de las múltiples investigaciones de antropólogos, arqueólogos y sociólogos se aprende que el rol del homínido en el contexto social tiene que ser analizado desde la relación del medio (nomotético) y los hechos (ideográfico) para poder comprender su evolución en todos los ámbitos del saber; por ende, el rol de la mujer y su desempeño en la sociedad, debe ser vista desde esa correlación, para poder entender sus facetas en los distintos periodos.

Por ejemplo, en el periodo Holoceno, los hallazgos paleontológicos y arqueológicos evidencian que las mujeres lucharon de forma igualitaria con sus congéneres debido a las circunstancias; ya que esa época se caracterizó por el nomadismo, las migraciones eran continuas en medios hostiles; por esta razón, tanto hombres como mujeres compartían las tareas cotidianas, y aunque el porcentaje en restos hallados corresponden a un 30% de mujeres y un 70% en hombres, los investigadores aclaran que aún no saben el porqué de estas cifras. Prueba de esta singularidad, son los restos datados de la cazadora de 9.000 años de antigüedad en el yacimiento de Wilamaya Patjxa, en la Cordillera de los Andes, al sur de Perú» (Fuente: National Geographic). En el neolítico, en tiempos precolombinos (etapa situada por los historiadores como el periodo que engloba a todas las culturas americanas que se desarrollaron «antes de la llegada de Colón en América», los hallazgos certifican que hay división del trabajo. La autora Arantxa Robles en su ensayo Una aproximación al rol de la mujer precolombina en América, relata como la mujer conforma un primer eje comercial al observar vestigios de cerámica y pintura que representan actividades agrícolas, pesqueras, ganaderas y alfareras. La autora Prieto de Zegarra afirma que la mujer neolítica, al tener su condición de madre, fue la iniciadora de la agricultura y conservadora de los alimentos. En la cultura maya, solo las mujeres cuidaban el maíz, alimento sagrado por lo tenían gran relevancia en la comunidad. Además, son las pioneras de la elaboración textil (vestimentas que usaban, al igual que las redes que utilizaban para la pesca). En fotografía de la cultura Jama-Coaque del Ecuador, se ven esculpidas las redes y los pescados.

Los cronistas Francisco López Gomera y Fran Diego Landa narran la femineidad desde otras perspectivas, indicando que, dependiendo de las zonas, la mujer –al margen del poder– gozaba de igualdad en derechos jurídicos y económicos, poniendo en manifiesto que son un motor importante en lo económico y social. Cita ejemplos: cómo en Colombia cazaban solas al igual que los hombres, o cómo las mujeres aztecas ejercían labores médicas, alfareras, sacerdotales Figurilla cultura jama- o mercantiles). En el ámbito político la coaque. Museo de Arte investigadora Prieto de Zegarra indica Contemporáneo. MACC. que hay mujeres audaces que defendían a sus pueblos. Testimonios sobre esto son Las Coyas (esposas de la nobleza Inca), muestran que fueron las únicas en ejercer el poder en el gobierno a la hora que sus esposos se iban a la guerra, aunque sí se registran humillaciones terribles. Crónicas de la señora de Ocaña, Mamanchic, la señora Quilago o las Amazonas (mujeres guerreras llamadas Conñapuyara) en la selva de América, que dominaban a los pueblos de alrededor, que tenían que pagarles un tributo. La historiadora australiana Inga Clendinnen, en uno de sus textos, comenta que la autoridad social obtenida por los hombres no incrementaba su independencia «hombres y mujeres seguían vinculados entre sí». De esta manera, se puede dilucidar cómo el rol de la mujer ha sido relevante en otros periodos y que cada vez hay más investigaciones que corroboran esa mirada de igualdad. El Dr. Marañón tenía una frase en la que insistía «No son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son, simplemente distintos», solo cuando tengamos esa mirada, muchos atropellos cambiaran entre ambos sexos. Priscilla Zerega priscilla.cultural (Guayaquil, Ecuador)

Emily Dickinson, desde su habitación para el mundo

Si alguien encarnó de forma paradigmática la idea detrás de la «habitación propia», esa fue la poeta estadounidense Emily Dickinson (1830-1886), quien pasó la mayor parte de su vida en su cuarto, desde donde escribió casi 1.800 poemas, de los que apenas una docena se publicó mientras vivía, mayoritariamente de forma anónima.

Dickinson nació en Amherst (Massachussets), en una prominente familia, lo que le permitió acceso a una buena educación. Rechazó muchas de las convenciones sociales puritanas, nunca se casó y permaneció toda su vida en la casa familiar. Si bien de joven atendió a las obligaciones propias de su posición, tras su juventud fue dejando progresivamente la vida social y en sus últimos quince años de vida apenas salió de su habitación. Se desconocen las razones exactas de este retiro voluntario, pero muchos estudiosos lo señalan como una elección para poder centrarse en su obra en plena libertad. Emily no buscaba la fama, sino el perfeccionamiento de su voz poética, que reconocía que estaba fuera del gusto de la época y, por tanto, que escribía para el futuro, lo que explicaría su negativa a publicar. Prácticamente solo dejaba leer sus poemas a aquellos en quienes más confiaba. Este aislamiento le llevó a desarrollar un estilo único, casi libre de influencias coetáneas. Los poemas de Dickinson son muy reconocibles por su particular uso de las mayúsculas y la puntuación, que parece querer llamar la atención sobre ciertas palabras, como conceptos que trascienden la capacidad del lenguaje.

«La Esperanza» es esa cosa con plumas— Que se posa en el alma— Y canta la melodía sin las palabras— Y nunca se detiene —ante nada—

También cultivó un universo temático propio, desde su enorme capacidad de observación y su expresividad visceral y precisa. A pesar de su aislamiento, o quizás debido a este, fue capaz de expresar lo universal –la muerte y la inmortalidad, el amor, la fama o el dolor– desde lo cotidiano, mediante originales imágenes tomadas de la naturaleza, la religión, la música o las actividades más mundanas. Tras su muerte en 1886, sería su hermana quien entraría de nuevo en su habitación, para descubrir la mayor parte de los poemas de Emily escondidos en un arcón y, reconociendo su valor, se dispuso a buscar editores para publicarlos. Los primeros volúmenes de su obra vieron la luz entre 1890 y 1896, aunque con numerosas alteraciones para adaptarla a las convenciones poéticas del momento. Aun así, alcanzaron un éxito instantáneo y su obra no ha dejado de publicarse desde entonces. La escasa información conocida sobre su vida dio lugar a numerosos mitos que la caracterizan como una poeta huraña y depresiva; una imagen parcial que no refleja su personalidad vital, curiosa y brillante. Estudios posteriores han permitido arrojar algo de luz sobre la persona detrás de la escritora y elevarla al panteón de los mejores poetas de Estados Unidos, junto a nombres tan reconocidos como Edgar Allan Poe o Walt Whitman, cuyos versos, con los de Emily, podríamos caracterizar con la definición que ella misma dio una vez por carta: «si leo un libro y (…) me siento físicamente como si me arrancaran la tapa de los sesos, sé que eso es poesía».

Eva Gil Donoso

evuelapluma (Madrid, España)

Mujeres relegadas: ¡nunca más!

¿Os acordáis de Camille Claudel? ¿Y de Elsa Von Freytag-Loringhoven? ¿Y María Teresa León? ¿No? Un momento…, ¿cómo es posible?

Durante demasiado tiempo muchas mujeres quedaron relegadas al olvido o, al menos, a un segundo plano pero, por suerte, aún surgen dudas sobre la autoría de algunas de las obras atribuidas a Rodin. Pero más impactante aún es la historia de Elsa Von podemos rescatarlas, o a sus obras y logros, y honrarlas como merecen. Y, qué mejor momento para hacerlo que en este mes de marzo, cuando hemos celebrado el día de la mujer. María Teresa León, fue la esposa de Rafael Alberti y una de las mejores escritoras de la generación del 27, así como titular. ¿Y alguno recuerda que la mencionaran en clases de literatura cuando tocaba estudiar este tema? Yo, al menos, no lo recuerdo. Pero ella escribió artículos novelas, cuentos, obras de teatro y hasta guiones de cine, y durante toda su vida lo dio todo por escribir. Sobrina de Ramón Menéndez Pidal, desde muy joven tuvo acceso a una biblioteca muy selecta, que leyó con mimo durante toda su infancia y adolescencia pero, a pesar de tener una buena formación a este respecto, no pudo librarse de su reconocimiento solo como «la mujer de Alberti». Era más fácil que triunfara él, al parecer. ¿Y qué pasó con Camille Claudel? Pues me temo que fue otro talento a la sombra de otro hombre. Ella era la discípula de Rodin y acabo convirtiéndose también en su amante, y eso le llevo a lo que muchos consideraron como su fin, pues se volvió «loca de amor» y pasó el final de sus días en un manicomio, culpando a Rodin de su desgracia, pues ella creía firmemente que él temía ser superado por su alumna, como todo apuntaba, porque sus esculturas eran de la misma calidad sino mejores que las del maestro. De hecho, a día de hoy, aun Freytag-Loringhoven, o la llamada «baronesa Dadá», que fue la precursora del llamado arte readymade, que utilizaba objetos comunes para reconvertirlos en obras de arte. Y bajo esta premisa surgió la famosísima obra: La fuente de la vida, atribuida erróneamente a Marcel Duchamp. Pero, ¿de quién fue esta idea y esta obra realmente? Pues de nuestra amiga Elsa. Como bien explica Duchamp en una carta a su hermana, parece que la baronesa firmaba muy comúnmente las obras bajo el seudónimo de R. Mutt, y esta firma esta plasmada en el urinario. Además, periódicos del momento sitúan a R. Mutt en Filadelfia, donde vivía la baronesa, pero a la muerte de esta, Duchamp se atribuyó la obra, su fama y, por supuesto, la rentabilidad económica que esta obra generó.

Alcemos nuestra voz y nuestros atuendos morados para recordar a nuestras «hermanas» y para que muchas de las trabas que sufrieron no vuelvan a sucederse y que nadie vuelva a robarnos nuestras obras o aprovecharse de nuestros talentos. Se lo debemos.

Cristina Fernández

kos_cozy (Madrid, España)

Mujeres no tan visibles en la Argentina del siglo XIX

Quiero encontrar en un paisaje de Argentina, en la localidad de San Francisco del Monte de Oro, provincia de San Luis, mujeres protagonistas del proceso dialectico de artista / pensadora - espectador / receptor.

Cada geografía, propone una mirada diferente y durante años, las mujeres habitaron y produjeron anónimamente en ellos. ¿Cuáles fueron las artistas y pensadoras en épocas de la conformación del estado nacional argentino y cuales se visibilizaron al menos un poco? La respuesta es que fueron solo las alineadas con el poder de turno. Solo así pudieron desarrollar sus actividades. San Francisco del Monte de Oro fue donde el adolescente Domingo Faustino Sarmiento vivió en 1825 junto al hermano de su madrina, el clérigo José de Oro. Este cura, había sido confinado fuera de la provincia de San Juan por integrar la rebelión contra el gobierno liberal de Salvador María del Carril, de orientación progresista y tendencia unitaria. En este pueblo, Sarmiento fundó su primera escuela. Hay cuestiones difundidas en nuestra historia, en beneficio de un modelo cultural determinado que, en el caso de Sarmiento, quien más adelante tomaría el rumbo opuesto a su tío, tenía una mirada hacia Europa. Las manifestaciones originarias se dejarían de lado y las producciones artísticas de las mujeres también. ¿Por qué en la historia que se escribió, poco se destacó a las artistas y protagonistas de aquella época? Las respuestas son históricas, y bien se puede afirmar que gracias a las élites intelectuales y políticas con las que estaban conectadas esas pocas mujeres visibles, es como pudieron hoy ser protagonistas en los libros de investigación. El circulo de poder de mediados del s. XIX en adelante, como dijimos anteriormente fue liberal progresista con mirada europeizante. La investigadora Laura Malosetti Costa, en una de sus publicaciones, detalla que era preponderante el impulso a las artes solo en el ámbito porteño, con la convicción que, respecto a Europa, se notaba un «atraso» en las artes, aunque hubiera, desde los estratos más jerárquicos, la intención de hacer de ellas un elemento de identidad también, para darle el «estatus de nación civilizada» a las tierras argentas. Una manera de encontrar ese estatus, fue enviando obras a la Exposición Universal de París, en los años 1889, 1900, 1904 o a la de Chicago en 1893. El principal intelectual y político que apoyaba estos proyectos fue Domingo Faustino Sarmiento. Esto contribuiría no solo a cómo se perfilaría lo estético, sino también lo ideológico. Se va creando un público y un mercado del arte. Se suma el hecho inmigratorio para necesitar un ideario nacional, que según el profesor Ezequiel Adamovski crea un mercado de arte local. El paisaje de la pampa, el gaucho, el indio, viran su impronta de agresividad, en elemento melancólico que actúa como símbolo aglutinante. Les presento a dos mujeres que estaban alineadas con las ideas de los círculos de poder y así pudieron ser, «un poco visibles». Eugenia Belín Sarmiento (1860-1952)

Pintora argentina. Hija de Faustina Sarmiento y Jules Belín. Su formación inicial fue con su tía Procesa Sarmiento de Lenoir (1818-1899). Instalada en Buenos Aires en 1880, continuó sus estudios con José Agujari. Su abuelo la introdujo en un amplio círculo social que supo apreciar sus condiciones. Por cartas de Sarmiento, esta pintora manejaba muy bien el retrato y se advierte la valoración de la copia fiel al modelo. Su producción más conocida son los retratos que hizo de su abuelo. Este conjunto de óleos se convirtió en la imagen «auténtica» de Sarmiento y pobló millares de los libros escolares hasta el día de hoy. Juana Manso (1819-1875)

Escritora, periodista, traductora y maestra argentina, pionera del feminismo en Argentina, Uruguay y Brasil. Su madre era criolla y su padre, ingeniero español que trabajaba en la gobernación haciendo puentes y canales. Era defensor de la revolución. Juana concurre a una de las primeras escuelas para niñas de Buenos

Aires, pero, disgustada por la metodología, sigue estudiando por su cuenta y a los catorce años traduce del francés dos libros que su padre hace imprimir. Estudia música y escribe poemas que, a veces, se publican en los periódicos independientes. Participa en reuniones con escritores varones de igual a igual. Conoce a Sarmiento, quien la nombra directora de una escuela para niños y niñas. Se hacen amigos, comparten ideas y proyectos. Comienza a dirigir una escuela para ambos sexos; desarrolla nuevos planes de estudio. Supervisa y mejora la labor de los maestros; promueve la

creación de jardines de infantes; crea bibliotecas populares; ofrece charlas; traduce obras de educación, y escribe el primer libro de lectura de historia argentina para escuelas: el Compendio de la historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Dirige Anales de Educación Común, publicación creada por Sarmiento para el fomento de la educación. En 1851 lanza su primer semanario. Durante 1864 escribe en la sección «Mujeres Ilustres de la América del Sud» en La Flor Izquierda: Retrato en óleo de Domingo Faustino Sarmiento pintado por su nieta Euge- del Aire, rescatando la vida de nia Belín Sarmiento. Derecha: Yo también soy Sarmiento. Bursuk C. Manipulación digital mujeres de la política. Escribe el 2020 sobre el Retrato de Domingo Faustino Sarmiento y Procesa Sarmiento pintados drama teatral La Revolución de por Eugenia Belín Sarmiento. Mayo de 1810, y el relato Margarita, en donde refleja la hipocresía de las relaciones de pareja en el siglo XIX. En 1865 escribe el artículo La escuela de Flores, criticando duramente a los Gobiernos de América Latina por no destinar los suficientes fondos a la educación. Fallece a los 55 años. Desde 1915 sus restos están en Panteón del Magisterio de Chacarita. Claudia Bursuk bursuk.claudia (Buenos Aires, Argentina) San Francisco del Monte de Oro, «El paisaje de mi abuelo». Belín en Plain Art” Bursuk C. Manipulación fotográfica digital 2020.

no murieron

Fuentes históricas han revelado que los grandes faraones que construyeron las pirámides y establecieron la antigua civilización de Egipto aún no han muerto, ¡siguen vivos!

¿Te lo has creído? ¿Suena esto tan extraño? Sí, los faraones no murieron, quienes enseñaron la creatividad a la humanidad cómo podrían morir; quienes elevaron el lema de la ciencia, el arte y la belleza cómo morirían. Su espíritu creativo está vivo, a pesar de la muerte de los cuerpos. Desde los albores de la historia, Egipto era la tierra de la creatividad y el arte. Sus muros, templos, pirámides y todas sus reliquias muestran a ingeniosos creadores en diversos campos. Una creatividad que abarcaba todas las esferas de la vida Si hablamos de ciencia, el antiguo egipcio sobresalió en astronomía, aritmética, ingeniería, medicina y química. En cuanto a la arquitectura, cuando los otros pueblos dormían sobre el suelo cubriéndose con el cielo, el antiguo egipcio construyó los palacios; y cuando los otros pueblos estaban enterrando a sus muertos bajo la tierra, el egipcio construyó las pirámides, que son cementerios eternos hasta la fecha. Con respecto a las artes, el antiguo egipcio destacó tanto en pintura, tallas en las paredes, artesanías de joyas, pulseras, famosas prendas y la escultura. Y, cómo no, las nietas de los faraones siguen el camino de sus abuelos. Dentro de cada una de nosotras vive el espíritu de su abuelo, el faraón, que fue la fuente de la creatividad; los detalles estéticos y el amor por las artes. Las egipcias son creativas por herencia, sus vidas no se limitan al hogar, el estudio y el trabajo, sino que las artes forman parte de su vida. Debemos, ante todo, destacar la innovación en la industria de la joyería. La egipcia antigua se aseguró de estar en la mejor apariencia, por eso, las joyas, collares, adornos, pulseras y pendientes representaban un factor esencial de su belleza.

Aisha Awwad, diseñadora de joyas

Aquí está la artista Aisha Awwad cuyas manos crean las más bellas joyas. Ella no considera que el arte sea solo un trabajo o una afición, sino que es mucho más grande. Cuando hemos preguntado a Aisha sobre la creatividad, ella la ha definido también con mucha creatividad, diciendo: «Es la puerta mágica que convierte las ideas en cosas visibles y tangibles». Y sobre el arte que ella crea dice: «Para mí, la artesanía es un espejo que refleja mi yo profundo y desde el que me miro a mí misma». Ya que hemos hablado de la belleza de la mujer egipcia antigua, debemos iluminar un elemento esencial: la moda y la ropa. Ellas tenían gran interés en la moda, no solo confeccionaban prendas de vestir finas y elegantes, también inventaron el arte de decorar las telas con elementos inspirados por el entorno donde vivían. La moda estuvo estrechamente vinculada a la sociedad, el medio ambiente y la religión. Las egipcias actuales siguen el camino de la belleza y moda. Las mujeres creativas en esa esfera tienen la responsabilidad de enviar un mensaje al mundo de que las mujeres árabes musulmanas pueden ser bellas con su compromiso con el vestido islámico, es decir, «el velo no impide la belleza».

Rokaya El-Ashry, diseñadora de moda

La diseñadora de moda Rokaya El-Ashry tiene como objetivo confeccionar ropa que refleje la identidad árabe oriental e islámica, sin imitación a otras sociedades, trata de demostrar que podemos ser hermosas a nuestra propia manera, como nuestras abuelas faraónicas. Cuando hemos preguntado a Rokaya sobre la creatividad dijo: «La creatividad generalmente es la reintroducción de lo viejo en nuevas formas, en otras palabras, es el uso de la imaginación para desarrollar lo viejo y hacer algo nuevo maravilloso, ya sea tangible o intangible». «La creatividad se manifiesta en el mundo de la moda cuando el diseñador decide desviarse del camino habitual y la tradición y decide ser único para su propio estilo». Una de las áreas en las que destacaron las egipcias fue la artesanía del hilado y tejido. Desde los primeros tiempos, la industria textil de los faraones ganó prominencia. El antiguo egipcio dominó la industria utilizando diversas herramientas de hilado y colores alegres para teñir las ropas tanto de los nobles como del pueblo. Si echamos un vistazo a las tumbas y templos encontramos que todos han sido decorados con cortinas y telas. Cómo no, Egipto tiene un museo textil que es el tercero del mundo y es un testimonio del ingenio del antiguo Egipto, con textiles que proceden de las civilizaciones faraónica, copta, griega, romana e islámica.

Habiba El-Harmiel, diseño textil

Y aquí está la artista Habiba El-Harmiel, cuyas manos convierten la tela blanca en una obra maestra. A través de estas telas, se extiende la felicidad entre la gente bajo el lema de que «todo en el universo puede convertirse en hermoso y colorido solo si queremos eso». Cuando le hemos preguntado sobre su definición dijo: «La creatividad para mí es comenzar en un cierto campo, desarrollarme y agregar mis propios retoques». Nos describe su arte en pocas palabras: «Paciencia, precisión y ternura». No podemos hablar de la creatividad del antiguo Egipto y su evolución hasta nuestros días sin destacar el arte de la caligrafía y las inscripciones. La vieja escritora faraónica eran los jeroglíficos y se trataba de imágenes inspiradas en el entorno egipcio, animales, personas o manufacturas. Los egipcios utilizaban esta lengua para cubrir las paredes de templos, cementerios y palacios con maravillosas inscripciones, a través de las cuales contaron sus historias y glorias al mundo. Aya Sayed, diseñadora de caligrafía

Y aquí está Aya Sayed, una artista muy creativa en el campo de la caligrafía árabe, enviando al mundo mensajes maravillosos, llamativos y significativos, arrebatados los ojos desde la primera visión. Para ella, las letras del árabe no solo son letras de un idioma, sino piezas de una joya que debe colocarse de manera creativa para formar el diamante más hermoso Para Aya: «La creatividad es pasar por las calles sin tener en cuenta los obstáculos». En cuanto al arte de caligrafía: «Para mí es una puerta para describir el mundo del arte». Lo común a todas estas creadoras y otras más es el amor profundo a la diversidad de las artes. Finalmente, la tierra de Egipto, con sus mujeres y hombres seguirá siendo la fuente de la creatividad y el arte interminable. Ahora, nosotros estamos aprendiendo la creatividad de nuestros antepasados egipcios y luego la enseñaremos a nuestros futuros nietos, es decir, la creatividad para nosotros como egipcios es el pasado, el presente y el futuro.

Dina Muhammad

(El Cairo, Egipto) Ventanas abiertas n.18 · marz-abr 2022

Alice Guy, una cineasta invisible

Gran conocedor del universo femenino fue Ingmar Bergman que, a través de sus diversas películas, supo mostrar esos retratos de mujeres en sus variados matices emocionales. Pero también ellas, las mujeres, se pusieron detrás de una cámara para contarnos tantas historias que nos han invitado a reflexionar y conmovernos.

Mujeres creativas, guionistas, directoras que, con suma originalidad, fluidez, intuición y sentido crítico llevaron a la gran pantalla aquellos temas que necesitaban comunicar y compartir con el gran público. Pero resulta saludable recordar cuando hablamos de directoras de cine el nombre de Alice Guy, fue la primera mujer en ser realizadora de una película de ficción. Alice Guy-Blaché (1 de julio de 1873, Saint-Mandé, Francia – 24 de marzo de 1968, Wayne, Nueva Jersey, EEUU) no solo fue la fundadora del cine y la primera persona que dirigió películas, sino que también llegó a competir en Hollywood como productora y directora independiente. En 1896, Alice realizó su primera película a la que tituló La Fee aux Choux (El hada de los repollos), una adaptación de un popular cuento europeo, unas semanas antes de que Georges Méliès entrara de lleno en el negocio cinematográfico. Pero el hecho de ser mujer jugó totalmente en su contra, e incluso su propio jefe, Léon Gaumont, apenas hace mención del trabajo de Alice Guy en sus memorias, publicadas en 1930, por lo que la figura de la cineasta ha sido prácticamente desconocida para el gran público hasta hoy. En el año 1905 en España filma La malagueña y el torero. Esta película fue coloreada a mano y la copia fue finalmente restaurada y se puede ver hoy en la Filmoteca Nacional de Madrid. Continuó filmando y su siguiente película fue La pasión o la vida de Cristo, una primera superproducción en la historia; se utilizaron más de veinticinco decorados y más de trescientos extras, algo inusual para esa época. Según los investigadores del cine, una de las aportaciones más importantes de Alice Guy a la industria cinematográfica fue la inclusión de los efectos especiales. En 1957 recibiría un homenaje por parte de la Cinemateca francesa por haber sido la primera directora de cine de la historia. En 1953 fue galardonada con la Legión de Honor por el gobierno francés. Cuatro años más tarde, la Cinemateca Francesa le rindió un homenaje, luego la historiografía silenció su aportación durante varias décadas. Hizo películas de diversos géneros (western, drama, espionaje, fantasía, policiales, etc.). Alice Guy fue la primera persona que utilizó sobreimpresiones en La Navidad de Pierrot y la proyección al revés en Una casa demolida y reconstruida. Murió a los 94 años en Nueva Jersey, Estados Unidos.

Gustavo Olivera

gustavoolivera2005 Necochea (Argentina)

«Un renacimiento por cada cosa buena que hay en el mundo», grita Sosa Villada

Camila Sosa Villada (La Falda, Argentina 1982) ha atravesado el panorama literario iberoamericano como un relámpago vital de prosa travestí desde la publicación de su novela Las malas (2019).

Antes de alcanzar el éxito había incursionado en otros géneros como la poesía en La novia de Sandro (2015) y el ensayo en El viaje inútil (2018) y recientemente ha publicado Soy una tonta por quererte, colección de relatos que ha despertado una enorme expectativa. Su última novela Soy una tonta por quererte está haciendo saltar los casilleros y la ubica entre las voces más importantes de las letras actuales. En su pasado ejerció la prostitución, fue empleada doméstica y vendedora ambulante. También estudió durante algunos años la carrera de Comunicación social y ha protagonizado obras de teatro como Carnes Tolendas, retrato escénico de un travesti y El cabaret de la difunta Correa, entre otras. Su talento actoral incluye incursiones en cine y en televisión. Por su novela Las malas obtuvo los premios internacionales Sor Juana Inés de la Cruz 2020 y el Grand Prix de l’Héroïne 2021. La obra es una suerte de diario de guerra con fuerte impronta autobiográfica. Es un relato hecho con retazos rescatados de vidas marginales con bordes filosos que da cuenta del derrotero de una cofradía hermanada gracias a la nocturnidad clandestina que sublima progresiva y necesariamente lo horroroso para que pueda tener lugar la ficción. Es un retrato urgente de la violencia que expolia y aniquila cuerpos, pero también el de la resistencia que la objeta y la enfrenta, aún más allá de lo humano. Las malas además es un gesto, una proposición desde su propia materialidad tal como el siguiente fragmento lo testimonia: «El lenguaje es mío. Es mi derecho, me corresponde una parte de él. Vino a mí, yo no lo busqué, por lo tanto, es mío. Me lo heredó mi madre, lo despilfarró mi padre. Voy a destruirlo, a enfermarlo, a confundirlo, a incomodarlo, voy a despedazarlo y a hacerlo renacer tantas veces como sean necesarias, un renacimiento por cada cosa bien hecha en este mundo».

Betina F. Mattio

bethmathius St. Albans (Reino Unido)

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Tierra, arma, verso

Hasta tu puerto llegamos y no fui la más callada. Me revelé ante el sordo oleaje de las compañeras de viaje a fuerza de versos. Fui la más rebelde y por eso los pájaros revoloteaban a mi alrededor.

Revoloteaban salvajes, con largos silbidos cada vez que se acercaban a mí. Los pájaros eran mi tabla de salvación para acercarme a ti. Mis versos resonaban en el puerto como la sirena del buque que se marcha.

Tu gesto neutro y la falta de agilidad, rompe la armonía de los pájaros, y de los versos que suenan perennes en los oídos del bravo mar, que los eleva con espíritu de libertad hacia los oídos sordos de quien los escucha.

Un día caminé ingenua por la brisa de la tarde que la pleamar trae a puerto. Caminé con paso vacilante al principio, más la brisa era fuerte y me empujaba suave pero rápido. Ya te habías ido.

No fui la más callada, porque mi arma en la tierra son los versos. Pinturas de la artista chilena Vivianne Tantra

Soy mujer

José Navarro Pardo

Madrid (España)

Con estas versos quiero expresar mi admiración por las mujeres en general, pero en particular por todas aquellas que estuvieron a la sombra de ejemplares hombres, y que su ejemplaridad no habría sido tal, de no ser por esas ejemplarísimas mujeres que en la sombra supieron hacerse ver.

La habitación propia, el escritorio, donde pueda escribir mis notas, mis conocimientos, mis experiencias, mis ideas, con el lápiz de la imaginación que fluye como un río, en primavera, se reduce a un rato en el sofá, con el móvil, en la aplicación de Pages, en la oscuridad acompañada de un vago silencio, después de que mi familia se haya dormido, donde el cansancio de un día atareado, solo me hace anhelar la cama, dejando todo aquello que me gustaría escribir, en el aire, volátil, a la espera…, o tal vez, encasillado en mi mente…, no sé si, para algún día, cuando tenga el poder de conseguir mi propia independencia literal.

Daniela L. Radu

Sobre un fondo blanco de acuarela desnuda flotaban círculos amarillos y el rey de los dragones, cabeza de toro. Desde allí emerge Ella, azul, única… Sobre un pez multicolor de boca torcida. ¿Quién eres, mujer? Soy la niña inquieta que va vestida de tierra y mar, por las tardes. Soy la anciana de pelo gris-nubes oscuras y sonrisa de muro derribado. Soy la guerrera de pestañas infinitas, que no ve los monstruos de líneas negras porque no tengo miedo.

¿Quién eres, mujer? Soy el Espíritu de la Tierra, los Cielos y los Océanos, la Madre de los Mundos, la Semilla de todas las Ancestras, la Luz y la Oscuridad, la Carne y la Sangre, la Arena de todos los Desiertos, la línea indeleble que no conoce fronteras. ¡Soy mujer, ahora y siempre! ¡Viva y Eterna ¡

Mikaela Soler

original_magazine_uk San Fernando, Cádiz (España)

(Inspirado en las pinturas de la artista visionaria chilena Vivianne Tantra).

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