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Pasión por el haiku japonés (María Jesús Pérez
Pasión por el haiku japonés
En el mes de octubre, dentro del ciclo Japan Desu: Cultura, tuvieron lugar en el Centro Cultural Matadero de Madrid una conferencia, «¿Por qué apasiona el haiku japonés?», y un taller de haikus titulado «El arte del haiku». Dichas actividades fueron impartidas por Toñi Sánchez Verdejo y Enrique Linares Martí, nombres muy conocidos en el mundo del haiku en España y también en el extranjero.
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Ventanas abiertas: ¿Cuáles han sido las cosas más importantes que habéis llevado a cabo en vuestro recorrido, con el haiku?
Toñi Sánchez Verdejo

Toñi: Sería muy difícil destacar algo concreto, después de más de quince años dedicada al haiku y con tantas actividades, pero como Asociación de la Gente del Haiku en Albacete (AGHA) lo más importante que ha sucedido en este año es el diploma otorgado por la embajada de Japón por nuestra labor de difusión del haiku; es un reconocimiento que nos ha hecho muy felices. El día a día, dar pequeños pasos en el camino del haiku y conocer a personas con quienes compartirlo, creo que es lo más importante. Enrique: Lo más importante de mi recorrido en el mundo del haiku es dirigir la gaceta Hojas en la acera, o ser presentador de Radio HELA, o haber embarcado a tantísima gente en la aventura de hacer correr por el mundo una carta que fuera llenándose de haikus por los lugares que visitaba. Pero no, todo eso es especial y ha significado
Enrique Linares Martí

mucho. Lo que más destaco es haber conocido a tanta gente maravillosa que, por solo tres versos que hablan de poca cosa, pueden mover el mundo. Y como mi amigo Félix (momiji), un gran haijin, dice: «…A este mundo se viene para hacer amigos y, si acaso, escribir algún haiku». VA: Toñi, tú estás muy acostumbrada a organizar encuentros, talleres y mil cosas más. Según tu experiencia, ¿el haiku interesa a los jóvenes? Toñi: La cultura japonesa atrae mucho a los jóvenes y el haiku no puede ser menos. Hemos dado talleres en colegios, institutos, además del Albanime, la feria del manga y el anime en Albacete, y también en acontecimientos similares en Barcelona y Madrid, y los jóvenes se muestran encantados de aprender de los maestros japoneses. Parece que hay un anime en el que sus protagonistas escriben haikus y esto también ha disparado su interés por él. VA: Enrique, ¿qué opinas sobre el recorrido, hasta ahora, del haiku en España? ¿Cómo ves su futuro? Enrique: Pues soy optimista. Creo que pasito a paso se está haciendo un hueco al haiku escrito no por ser una curiosidad exótica, sino una forma literaria que nos vino de Japón y que en lengua castellana podemos desarrollar sin perder su esencia oriental, alimentándolo con la realidad de la naturaleza que nos rodea, que es mucha y diversa. Hace poco, en el 7º encuentro internacional de haiku celebrado en Albacete, sugerí la posibilidad de nombrar como generación dô a todo el movimiento de haijines que desde hace más de veinte años van creando desde encuentros, concursos, libros, revistas, escuela… para dar a conocer el haiku-dô. VA: ¿Cuánto tiempo lleváis escribiendo haikus? Toñi: Siempre me ha interesado la cultura japonesa pero, en concreto, el haiku a partir del año 2000; creo que en 2005 me publicaron en la Biblioteca Pública de Albacete un cuadernillo con tercetos que pretendían ser haikus; en este mismo lugar conocí a Frutos Soriano y Ángel Aguilar, quienes me recomendaron el foro de la web de ERDH y posteriormente Vicente Haya dio un curso de haiku en la Universidad de Castilla la Mancha… y hasta hoy. Enrique: Más menos desde el 2000 conocí el haiku. Desde muy pequeño siento debilidad por la poesía, pero esos tres versos me enamoraron enseguida. VA: ¿Qué consejo daríais a los jóvenes que se interesan por el haiku?
Descalzos por la hierba: nadie pisa los dientes de león. (Toñi Sánchez)

Toñi: Que se informen bien de lo que es el haiku, que lean buenos libros de haiku y que se acerquen a él con confianza, con una mente tranquila y abierta, sin prejuicios. Enrique: Pues que sean revolucionarios de su tiempo. Caminamos sin control hacia la realidad virtual. Delante de nosotros ya tenemos una palabreja que la define: «metaverso», que viene de la conjunción de la palabra griega meta (más allá) y las dos últimas sílabas de universo. O sea, más allá de la realidad establecida. Pues bien, el haiku es revolucionario en cuanto nos sitúa en la realidad que vivimos. No hay metaverso. Debemos reconocer el único universo real que tenemos. Y no digo que tiempos pasados fueron mejores, en absoluto, solo digo que tenemos una realidad y hay que cuidarla. Si no estoy atento al canto de las aves o a la floración de las plantas que se ofrecen a nuestro alrededor, ¿cómo voy a estar atento a otros sistemas de «visión», a otros universos? VA: ¿Ha surgido alguna vez, que escribieran en un taller un haiku de antología? ¿O un haiku muy bueno? Toñi: En los talleres de niños, sobre todo. Los niños, con su inocencia y sinceridad, escriben haikus con una autenticidad asombrosa. Enrique: Sí, en algún taller, alguna persona me ha sorprendido con su primer haiku. Y creo que es así porque hay necesidad de contar lo que vivimos, lo que sentimos y experimentamos. VA: ¿Creéis que sería conveniente replantear la definición de haiku en la actualidad? Hay muchas personas que escriben en 5, 7, 5 y creen que son haikus solo por eso. Toñi: Absolutamente. No nos cansamos de decir que la métrica no es lo más importante del haiku. Importa su fondo, su sabor... Enrique: Dos cosas debemos tener claras: primera, sabemos que el 50% del haiku clásico no se escribió en la forma teikei de 5, 7, 5. Y, segunda, como todo en esta vida si no aprendemos a saborear la esencia de las cosas nunca llegaremos a conocerlas. Con lo que debemos tener claro que en los comienzos es bueno, como herramienta, aprender a resumir con el conteo de 5, 7, 5. Más adelante debemos sentirnos libres a la hora de escribir. Con lo que un haiku no se define exclusivamente por la cantidad de sílabas de sus versos. VA: Y, por último, ¿podríais decirnos un haiku que os haya llegado a lo más profundo, y su autor? ¿Y uno de vuestra autoría? Toñi: Para mí existen dos maestros de haiku a quienes quiero mucho y respeto. Ellos son Félix Arce (Momiji) y Frutos Soriano. Te dejo dos haikus de ellos que me gustan mucho: Piedrecillas, / cada una de ellas / tiene su sombra (Frutos Soriano). Volviendo a casa / las formas de las nubes / que aprendí en clase (Momiji). Y mío: Descalzos por la hierba: / nadie pisa / los dientes de león. Enrique: Un haiku que me impactó siempre desde el primer día fue el de Isabel Pose: Al final del camino / no hay nada. / La luna que alumbra. Resume perfectamente mi búsqueda en el haiku: aunque ande y ande tras la vistosidad de las palabras, al final debo saber que no hay nada, quizá solo la pura belleza de la naturaleza. Y uno mío: Solo una hormiga / entre los trozos de pan / que pican las palomas.

Solo una hormiga entre los trozos de pan que pican las palomas. (Enrique Linares)
Esperamos que la entrevista haya sido amena para vosotros, mis queridos amigos haijines, ¡yo estoy encantada de poder compartir este momento mágico de haikus y amistad! ¡Hasta siempre que deseéis, queridos Toñi y Enrique!

De Izda. a dcha.: Juan Francisco Ramos, María Jesús Pérez, Javier Sancho, Toñi Sánchez y Enrique Linares en el Centro de Arte Contemporáneo y Espacio Cultural Matadero Madrid
Ma Jesús Pérez
wanda2412 Madrid (España) Ventanas abiertas n.22 · nov-dic 2022