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Y el pequeño Daniel José agarra fuertemente a su padre tomándolo por el pelo acariciándolo y rodeándolo con sus pequeños brazos para sentirse aliviado, refugiado y seguro en medio de su amor.

El pequeño Daniel José quería estar seguro que su padre lo entendería y con sus ojos dijo…

Papá:

ADIVINA CUANTO TE QUIERO!

Andrés con ternura respondió: ¡NO CREO QUE PUEDA ADIVINARLO!

Entonces Daniel José extendió sus brazos todo lo que pudo y le mostró a Andrés:

ASI PAPA!

Entonces Andrés se abalanzó y abrió sus brazos mucho más que Daniel José y respondió: ¡ASÍ!

El pequeño Daniel José dijo: y extendió sus pequeños brazos queriendo tocar el techo.

PUES YO TE QUIERO ASI!

¡QUE ALTO!

Ojalá yo tuviera brazos tan largos…. Pensó Daniel José, quien tuvo una idea……

Se puso boca arriba apoyando su espalda en el piso y se extendió todo lo que pudo y exclamó:

Asi Te Quiero

PAPA!

Y YO TE QUIERO HASTA ACA ARRIBA!

contestó papá

Andrés sonriendo se acercó a él y extendiendo su cuerpo le susurró: