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PABELLÓN DE LAS BELLAS ARTES

El Cruce. Cuando el dolor es más profundo que el océano

El Pabellón de las Bellas Artes de la UCA exhibe “El cruce. Cuando el dolor es más profundo que el océano”, una muestra virtual de Antonio Briceño, artista venezolano que vive y trabaja entre Caracas y Barcelona. La exposición, curada por el reconocido crítico chileno Ernesto Muñoz, reúne ocho videoinstalaciones que abordan el tema de las migraciones forzadas y sus frecuentes consecuencias fatales. Son videos que, como señala Muñoz, muestran la globalización desde otro extremo: el de la carencia. “Briceño tiene la capacidad de perpetuar en videos el riesgo extremo, la aparente falta de una racionalidad para los espectadores, pero no es por buscar una mejor vida, sino por la necesidad básica de sobrevivir”. Desde la perspectiva de las víctimas y sin amarillismo, el artista aborda la dimensión que tiene esta crisis humanitaria en todo el mundo y lo hace desde la zozobra del mar. Así lo describe la Lic. Cecilia Cavanagh, la Directora del Pabellón: “En cada una de las videoinstalaciones Briceño nos sumerge en una experiencia de desasosiego perturbador y repugnante. Desde la inmensidad del agua, el movimiento particular del mar o del océano, los sonidos que se alcanzan a escuchar y aquello que ya dentro del agua al alzar la vista se llega a visualizar nos invitan a reflexionar en el naufragio del ser humano”. De esta manera, con arte y documentación el artista se aproxima a tragedias como las del Mediterráneo, donde entre 1993 y 2019 se perdieron 33.293 vidas, a los 15 cubanos que en 1993 estuvieron flotando por siete horas en el mar, o a la grotesca imagen de turistas disfrutando de las playas de Tarifa entre los cuerpos sin vida de migrantes magrebíes. Asimismo, nos interpela y nos sacude con la historia del niño malí de 14 años, quien murió ahogado con la boleta de sus excelentes calificaciones pegada a la ropa, o con la odisea de la joven madre venezolana que se salvó nadando del naufragio en aguas de Trinidad. También nos conmueve con el rescate que hace la guardia costera de Bangladesh de los refugiados rohinyás que pasaron 58 días en el mar. Y no falta un homenaje a los rescatistas, que, prácticamente sin recursos, dedican horas y horas a salvar la vida de los miles de los migrantes desesperados y en muchos casos tratando de buscar agujas en el pajar. “No hay palabras que puedan navegar el torrente de emociones extremas en las se sumergen los que tienen la osadía de lanzarse al mar como último recurso. Tal vez sea a través de las imágenes que podamos intentar acercarnos a su insondable desconsuelo”, declara el propio artista al presentar los videos y remata: “Es bien sabido que la vida se originó en el mar. Lo inaceptable es que permitamos que tantas veces se termine en él”. Antonio Briceño (Caracas, 1966), es Licenciado en Biología (Universidad Central de Venezuela, 1993) con un Máster Universitario en Artes Digitales (Universidad PompeuFabra, España, 2015). Representó a Venezuela en la 52º Bienal de Venecia (2007). Entre los premios recibidos se encuentran el Premio Luís Felipe Toro, Museo de Bellas Artes de Caracas en 1997; Green Leaf Award for Artistic Excellence 2008, otorgado por el Natural World Museum y la ONU, y el Premio AICA 2011 como Artista Consagrado. La muestra “El cruce. Cuando el dolor es más profundo que el océano” puede visitarse en el espacio virtual del Pabellón de las Bellas Artes haciendo click aquí.

Signar la Complejidad

El viernes 4 de junio inauguró una muestra virtual en el Pabellón de las Bellas Artes de la UCA, producto de una nueva colaboración entre la Directora del Pabellón, Cecilia Cavanagh, y Espacio Pla. Se trata de “Signar la Complejidad”, exposición que reúne la obra de Diego Alberti, Elisa Balmaceda y Renee Charmichael, con la curaduría de Merlina Rañi. En esta ocasión, la interfaz se propone desde un diagrama conceptual en el cual las piezas expuestas se sitúan según su afinidad con los ejes, que ofrecen distintos recorridos. Desde la organización del recorrido en un diagrama gráfico, hasta las temáticas y el contenido de las piezas, se aborda la complejidad como perspectiva y como paradigma de la actualidad. Es así como a través de las diferentes piezas se plantea una agenda en la que cada artista presenta sus inquietudes, pero también formas de afrontar y abarcar la complejidad, estrategias que, desde el pensamiento artístico, intentan un acercamiento personal y significante sobre cuestiones que superan la escala humana. Temas como la energía, la abstracción financiera, la pandemia, el colonialismo y la globalización o el código informático, componen el núcleo duro de esta propuesta, a través de obras que vinculan el conocimiento técnico con la interpretación sensible. La muestra puede visitarse haciendo click aquí.

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