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Celebrada la COP25...¿Ahora qué?

Celebrada la COP25... ¿Ahora qué? Esther Plaza Alba

Según los datos recogidos por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tras la celebración en Madrid de la Cumbre de las Artes de la Convención para el Cambio Climático (COP25) el pasado mes de diciembre, casi el 85 % de la población se consideró informada sobre el devenir de este encuentro multilateral. Desde APIA (Asociación de Periodistas de lnformación Ambiental) creen que se ha conseguido este seguimiento precisamente porque el evento internacional fue celebrado en nuestro país. Si nos centramos en los resultados de la Cumbre, los porcentajes cambian sustancialmente, ya que el 67,4 % de los encuestados cree que estos fueron poco o nada útiles. Y es que el acuerdo al que los gobiernos debieron haber llegado con respecto a la emergencia climática que nos ocupa, finalmente decepcionó, compromentiéndose, tras días de intenso debate —incluida una prórroga nocturna en el último día— a aumentar la ambición en la puesta en marcha de las medidas necesarias ante el desafío climático. «Ahora mismo estamos desesperados por alguna señal de esperanza, y les digo que hay esperanza, la he visto, pero no viene de los Gobiernos o las corporaciones, viene del pueblo»; explicaba la activista Greta Thunberg en esta cita. Algo compartido por la directora de la Oficina de Cambio Climático, quien en uno de los actos a los que acudió para evaluar el post COP25, reconoció el interés que tuvo la Cumbre Social tanto en la denominada zona verde como con la presencia que tuvieron los jóvenes en la misma. «En una emergencia cambias tu comportamiento», comentó también en su discurso Thunberg. De nuevo, diferente enfoque desde el punto de vista gubernamental vs. social. Así, mientras que socialmente el 73 % estaría dispuesto a adoptar nuevos hábitos de consumo, estilo de vida y rutinas diarias a favor del medio ambiente y para reducir la contaminación; en el caso del Gobierno, el primer Consejo de Ministros del nuevo ejecutivo declaró la emergencia climática, uniéndose así a la iniciativa que el Parlamento Europeo había proclamado coincidiendo con el final de la celebración de la COP25. A la espera de próximas medidas, continúa en estado de anteproyecto la normativa sobre cambio climático y transición energética, ahora dependiente de la vicepresidencia cuarta del Gobierno, a cargo de Teresa Ribera.

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Estrategia común de las profesiones colegiadas La declaración de emergencia climática, a la que algunas profesiones ya se unieron en el último trimestre del 2019, necesita de la puesta en marcha de medidas urgentes, para actuar por el clima, teniendo en cuenta el pesimismo manifestado en los informes científicos dirigidos por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), así como las recomendaciones prácticamente inaplazables e indispensables para cambiar el curso de la historia climática. El Plan Estratégico de Unión Profesional contiene de manera transversal el medio ambiente, muy específicamente señalado en el Grupo de Trabajo sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como en el Grupo de Trabajo sobre Urbanismo

Sostenible. A estos, se une, a partir de este 2020, un Grupo de Trabajo bajo la nomenclatura 'Acción por el Clima', cuya pretensión principal es aunar las iniciativas que desde las corporaciones profesionales se están llevando a cabo, impulsados por la COP25 y bajo una conciencia climática común desde un subsector, el de las profesiones, que implica a un millón y medio de personas que desarrollan diariamente su labor profesional al servicio de la sociedad. Algo que necesita de una estrategia común a favor de la sostenibilidad ambiental, tal y como se puso de manifiesto en el debate que Unión Profesional organizó el pasado 10 de diciembre bajo el título Las profesiones ante la emergencia climática.

Es hora de actuar

La activista Carola Rackete, capitana del barco de la ONG Sea Watch, retenido en aguas mediterráneas durante varios días del pasado mes de junio a tan solo unas millas del puerto de Lampedusa, hace en su libro Es hora de actuar un llamamiento a resolver lo antes posible la crisis climática que estamos viviendo. El vínculo establecido entre esta crisis y la de refugiados es la razón de Rackete para hacer afirmaciones tan contundentes como: «Somos quizá la última generación que todavía puede impedir el cataclismo climático. Para ello hemos de poner fin al consumo excesivo de recursos y hacer frente a la injusticia global y el menoscabo de los derechos humanos».

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