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Quizá

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Nadie sabe nada

Nadie sabe nada

Quizá

Quizá este teclado no existe. Ni esta pantalla. Ni el sol que veo por la ventana ni el aire que respiro. Quizá no existe ningún ruido ni exista el silencio. Quizá no existe el ayer, ni el mañana y ni siquiera hoy. Quizá no existe la gente que camina por la calle, ni la gente que conozco. Quizá no exista nadie.

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Quizá, así como en los sueños damos por asumido todo lo que sucede, lo que pasa en nuestras vidas no es más que producto de nuestro inconsciente. Quizá aquel carro que viene a lo lejos, es solo una creación más de mi mente. Quizá las guerras, las noticias, el hambre y la política, no son más que inventos de mi mente para darle una historia de fondo a la historia que construyo cuando despierto.

Quizá nunca duermo. Quizá nunca estoy despierto. Quizá cuando cierro los ojos y me voy al planeta de lo que llaman sueños, solo me voy a otro estado de consciencia en que historias paralelas se suceden. Quizá cuando aparentemente despierto, solo sigo

soñando. Quizá los diálogos que tenemos son inventados por nosotros mismos. Lo que nos gusta escuchar y hace felices, y lo que nos duele y nos entristece. Quizá todo es un reflejo de nuestro interior que ponemos en lo que nos rodea.

Quizá por eso algunos amigos desaparecen. O parejas. Una vez que nos cansamos de su presencia en nuestra historia, simplemente desaparecen. Quizá la muerte no existe. Quizá el tiempo no es más que el paso de un capítulo a otro, que creamos incluso cuando creemos que no pensamos.

Quizá Dios no exista. Quizá no existan los bosques, el mar ni las ciudades. Quizá el internet no es más que la evolución de la mente hacia una historia cada vez más retorcida. Quizá cuando convenimos con alguien en que algunas cosas son reales, tan solo estamos hablando con sujetos que creamos nosotros mismos y de los que nos rodeamos para sentir que en nuestra historia tenemos razón de algo. Quizá tengamos razón en todo, o quizá en nada.

Quizá Platón no existió. Ni los Beatles ni Oscar Wilde. Quizá el fútbol

solo es una creación más que inventamos para entretenernos, tan igual a los juegos que se inventan los bebés. Quizá los bebés tampoco existen. Quizá las palabras no existen, ni mi voz, ni la música ni las estrellas. Quizá nada existe.

Quizá todo lo que sentimos, decimos, pensamos y hacemos, quizá toda la gente que vemos, en la que pensamos, la que recordamos, la que queremos y odiamos, quizá todos los lugares, el arte y todo esto no es más que un sueño y tan solo existe en nuestra mente.

Quizá quien lea esto esté de acuerdo. Quizá igual ni siquiera exista Ud. querido lector. Quizá solo lo he puesto en mi mundo para que me acompañe en esta aventura solitaria y misteriosa a la que llamamos, o mejor dicho, le llamo “Vida” .

(Marzo 7, 2022)

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