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Fundación Cardiovascular de Colombia. Floridablanca, Colombia
Aunque la expectativa de vida en niños de 3-11 años es de 71,3 años, la letalidad en este grupo es mucho menor que en adolescentes y adultos. Esto hace que los años de vida perdidos (AVP) debido a COVID-19 sean mucho mayor en adolescentes y adultos que en niños de 3-11 años. Por ejemplo, en niños de 3-11 años hubo 186 AVP por 10 mil casos antes de iniciarse la vacunación en este grupo. Si se hubiese usado una vacuna con una eficacia del 60 % los AVP se hubiesen reducido a 74 por 10 mil. Por el contrario, en adultos entre 20-29 años los AVP se hubieran reducido de 839 a 336 por 10 mil. Además, los AVP y el beneficio de la vacunación son aproximadamente 5, 12, y 25 veces mayores en personas de 20-29, 30-39, y 40-49 años que en niños de 3-11 años.
La orfandad resultante de la muerte de padres y cuidadores es una de las consecuencias más devastadoras para el bienestar y la vida de un niño15. De acuerdo con un estudio sobre la orfandad, hasta abril del 2021, 33 293 niños colombianos perdieron a sus padres o a la persona que los cuidaba a consecuencia de COVID-1915. Esto corresponde a 2,3 de cada 1000 niños, la quinta tasa más alta entre los países incluidos en el estudio. Tomando en cuenta que entre las personas de 20-49 años cerca de 16,3 millones no han sido vacunados y que la letalidad por COVID-19 en este grupo, antes de iniciar su vacunación, era de 3,23 por 1000, se esperaría que 52 754 de ellos murieran, dejando huérfanos a sus hijos. De esta forma, el número de casos nuevos de orfandad en niños de 3-11 años sería 799 veces mayor que el número de muertes ocurrido hasta noviembre. Estas cifras de orfandad muestran, por sí solas, y de manera convincente que para proteger la salud y bienestar de nuestros niños sería preferible, más beneficioso, concentrar los esfuerzos de vacunación en los grupos de edad de adultos jóvenes.
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Por otra parte, se ha alegado que se debe vacunar a los niños de 3-11 años para evitar que los mismos transmitan SARS-CoV-2 a otros miembros de la comunidad. Sin embargo, hallazgos de 12 estudios de revisión, que incluían entre 14 y 97 estudios primarios, muestran que tanto en el entorno familiar, comunitario, como escolar la transmisión desde y hacia niños es menor que la transmisión desde y hacia adultos, y que la transmisión de niños a adultos es menor que la transmisión de adultos a niños16-28. Además, en Colombia, luego del retorno a la presencialidad escolar en julio de este año, los casos diarios de infección continuaron descendiendo hasta finales de octubre. Como los niños de 3-11 años no juegan un papel fundamental en la transmisión de SARS-CoV-2, no se justifica vacunarlos con el objetivo de alterar el curso de la epidemia de COVID-19, ni para volver a la presencialidad escolar.
En cuanto a las implicaciones éticas de vacunar a niños de 3-11 años, se debe tener en cuenta la necesidad de un acceso equitativo a vacunas a nivel global y el riesgo que implica para Colombia la ocurrencia de decenas de millones de casos de infección por SARS-CoV-2 en otros países. Recientemente la OMS29, teniendo en cuenta que COVID-19 es una enfermedad mucho menos severa en niños y adolescentes que en adultos, con excepción de los que pertenecen a un grupo de alto riesgo, declaró que es menos urgente vacunar a los niños que a los adultos, a las personas de alto riesgo, y a los trabajadores de la salud y que en términos de equidad global los países que hayan alcanzado altas coberturas en grupos de alto riesgo deberían priorizar compartir sus vacunas disponibles por medio del mecanismo COVAX29. En Colombia, El 29 de octubre del 2021, el Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) expidió la Resolución 1738 por la cual se introduce la vacunación en población de 3-11 años con el biológico Coronavac30. Esta viene acompañada de dos anexos, modificados específicamente para el nuevo uso de Coronavac: la ficha técnica de la vacuna y el consentimiento informado para aplicar la vacuna. En la ficha técnica no se provee evidencia o referencia alguna de la eficacia, efectividad o de la seguridad de Coronavac en niños de 3 a 11 años. El consentimiento informado anexo a la Resolución 1738 tiene una redacción genérica, como si CoronaVac fuese una vacuna cuya seguridad y eficacia en niños han sido previamente evaluadas y consideradas adecuadas. De hecho, el consentimiento informado incluido en la Resolución 1738 no da a los padres detalles de los riesgos y beneficios individuales de CoronaVac para el niño que la va a recibir.

Luego de analizar los cuatro aspectos fundamentales presentados con respecto a la vacunación de niños colombianos de 3 a 11 años con CoronaVac, consideramos que esto no es una prioridad de salud pública, y que en su lugar se deberían hacer mayores esfuerzos para lograr mejores coberturas de vacunación en población adulta joven y en subgrupos de población con condiciones de riesgo para complicaciones y muerte por COVID-19. Esta estrategia sería de mayor beneficio para los niños, así como también para sus padres.
N
oticias
#Bienvenidos 11 de enero
Nos complace saludarlos después de nuestro receso de actividades académicas y administrativas.


12 de enero
Grupo de investigación GINO avanza en estudio sobre el ácido fólico y la relación con malformaciones fetales
Con el objetivo de formar estudiantes de pregrado en metodología de investigación y el desarrollo de actividades de investigación clínica, el semillero en Malformaciones Fetales del grupo de investigación GINO, trabajó constantemente en investigación durante el 2021 gracias al programa de institucionalización de los semilleros de investigación de la Vicerrectoría de Investigación y Extensión, VIE, de esta casa de estudios.
Los estudiantes del semillero desarrollaron durante el 2021 el programa formativo en metodología de la investigación propuesto en la convocatoria VIE, liderado por un grupo profesores UIS, con la participación de invitados nacionales (Biblioteca Universidad Industrial de Santander, y los departamentos de Ginecobstetricia, Patología, Pediatría; la Maestría en Ingeniería Industrial de la Escuela de Estudios Industriales y Empresariales; Escuela de Historia de la Universidad Industrial de Santander; Universidad de Antioquia, UdeA; Universidad Manuela Beltrán, UMB y Universidad de Investigación y Desarrollo, UDI) y en el ámbito internacional con la participación de la Universidad Internacional de Valencia.
Actualmente, el semillero está realizando una revisión de literatura de tipo rapid review para identificar interrogantes sobre el uso de ácido fólico y su relación con las malformaciones fetales. En el análisis preliminar de la rapid review se encontraron diversas preguntas de investigación. El ácido fólico es una de las intervenciones en salud que previene malformaciones fetales del sistema nervioso y cardiovascular, entre otros, según múltiples estudios poblacionales que han mostrado una relación directa entre la deficiencia de este nutriente y la tasa de malformaciones congénitas.


No obstante, hay factores que intervienen en la disponibilidad de esta intervención para las mujeres antes y durante la gestación. Entre los factores encontrados están los condicionantes socioeconómicos en poblaciones vulnerables (migrantes, adolescentes, indígenas) que pueden sufrir de inseguridad alimentaria; también, la presencia de otras condiciones de salud como la diabetes, el uso de medicamentos que afectan el metabolismo del ácido fólico.
Para contrarrestar esta deficiencia se mencionan en los documentos revisados diversas estrategias para la prevención de malformaciones fetales mediante intervenciones de salud pública dirigidas a mujeres en edad reproductiva, especialmente las que se encuentran en situación de riesgo socioeconómico, como lo han identificado previamente investigaciones de la Escuela de Nutrición de esta alma mater, lideradas por el profesor Oscar Herrán Falla.
Dentro de la investigación se destaca la propuesta de fortificación de alimentos a gran escala, y la creación e implementación de políticas que den soporte a programas que atiendan a mujeres en edad reproductiva (atención en salud preconcepcional, medición de niveles de folato en sangre, identificación activa del uso de medicamentos que bloquean el efecto del ácido fólico, entre otros). Estos programas permitirán obtener datos sobre la cobertura de estas estrategias para mejorarlas continuamente.
Integrantes de grupo y semillero de investigación
Este grupo de investigación está liderado por el profesor Carlos Becerra Mojica, Médico. Especialista en Medicina Materno Fetal y candidato a doctor del programa de Doctorado en Ciencias Biomédicas de la UIS. A su vez, el semillero está dirigido por la profesora Luz Ángela Gutiérrez Sánchez, Médica. Especialista en Ginecología y Obstetricia. Especialista en Medicina Materno Fetal; y un grupo de profesores conformado por Diana Katherine Sandoval Martínez, adscrita al Departamento de Patología, Diana Carolina Bohórquez Camargo, Laura Marcela Pimiento Infante, Laura Catherine Sarmiento Espitia, Nataly Paola Negrette Lopera y Sandra Convers Páez, profesoras adscritas al Departamento de Ginecobstetricia de la Escuela de Medicina; médicos egresados UIS, y estudiantes de pregrado del programa de Medicina entre los que se destacan la participación de Julieth Alexandra Guzmán López

12 de enero
#Condolencias
La Facultad de Salud expresa solidaridad y condolencias a la profesora Aurora Inés Gáfaro, directora del Departamento de Salud Pública, por la muerte de su señora madre Beatriz Rojas de Gáfaro (q.e.p.d)

