
4 minute read
Pioneras en el Ecuador: Los aportes de Hanne Holst a los Derechos Humanos de las Mujeres

Hanne Isabella Holst Molestina es una pionera de la lucha por los derechos de las mujeres en el Ecuador, quien ha generado aportes significativos en el campo de la lucha contra la violencia hacia las mujeres. Entre sus mayores legados está ser fundadora y directora del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer, y Socia fundadora de la Funcación Casa de Refugio Matilde.
Advertisement
Iniciamos esta edición de reconocimiento de profesionales graduados/as de la carrera de Trabajo Social de la UCSG con ella.
¿Quién es Hanne Holst?
Soy una persona, ciudadana, mujer, de 72 años. Nacida en Guayaquil. Mi padre, migrante de Dinamarca, mi madre nacida en Guayaquil. Soy la mayor de una hermana y un hermano.
Iniciamos una vida juntos como pareja en matrimonio con José Luis Troya Saenz, desde 1972 hasta ahora. Tenemos 3 hijos de 46, 42 y 39 años. 3 nietos, una biznieta que nacieron y viven en Alemania.
Inicio de su trabajo en la defensa de los derechos de las mujeres
El estudio y práctica del Trabajo Social me ayudó a comprender mejor la realidad de nuestro país y de América Latina. En los años 70, las escuelas de trabajo social de Chile, los estudiantes y trabajadores sociales chilenos contribuyeron a través de seminarios, encuentros, en ese conocimiento y apoyo del pueblo Chileno en la lucha por el socialismo. Conocer la realidad de Guayaquil, sobretodo de sus grandes diferencias sociales, inequidades, pobreza, las condiciones de vida de las mujeres que vivían en los barrios populares que existían en la década de los 70 y que se formaron entonces: Suburbio Oeste, Mapasingue, Guasmo. Las mujeres que vivían en esos barrios, eran las responsables de la crianza de los hijos, es decir de su alimentación, salud, protección. Eran las que debían permanecer en casa a su cuidado, mientras el esposo, si es que tenían, salía a trabajar o exigir la legalización de la tierra para vivir, los servicios básicos como agua, luz, calles pavimentadas, alcantarillado, relleno, escuelas y centros de salud.

En la medida que conocíamos sus formas de vida, empezamos a conocer la relaciones de autoritarismo, dependencia entre hombres y mujeres, que derivaban en violencias físicas y psicológicas del hombre a la mujer. También podíamos conocer relaciones de violencia verbal y física de la madre a los hijos e hijas. Había ausencia total de la responsabilidad del hombre en la crianza de los hijos. En 1975, las Naciones Unidas declara el Año Internacional de la Mujer, por la lucha de los derechos de las mujeres y el decenio de la Mujer de 1975 a 1985. Y el 8 de marzo como el día Internacional de la Mujer en reconocimiento de las luchas de las mujeres socialistas, de las mujeres trabajadoras. En Guayaquil, se conformó el Comité por la celebración del Año Internacional de la Mujer, integrado por algunas de las organizaciones existentes en ese entonces: Frente Unido de Mujeres, Unión de Mujeres Trabajadoras, Frente de Mujeres Pobladoras.

Photo by Twitter
En la década de los 70, la participación de las mujeres de Nicaragua en la lucha contra la dictadura de Somoza y junto al Frente Sandinista de Liberación Nacional, fue uno de los detonantes para que en Ecuador se conformen organizaciones de mujeres. Surgieron organizaciones no gubernamentales como el CAM, (Centro Acción de la Mujer), CEPAM, Centro Ecuatoriano para la promoción y acción de la Mujer) Fundación María Guare.
Se dio un encuentro feminista en Colombia que proclamó el 24 de noviembre, como el día de lucha contra la violencia hacia las mujeres, en homenaje a la lucha de las Hermanas Mirabal, violadas, asesinadas por la dictadura de Trujillo en la República Dominicana. Empezamos a conocer más sobre el tema, y tuvimos consciencia del gran número de mujeres que vivían situaciones de violencia desde la infancia, en la adolescencia, en la relación de pareja. Las organizaciones de mujeres empezamos a demandar del Estado, de los gobiernos, la promulgación de leyes y el impulso de políticas públicas de atención, prevención, erradicación de la violencia. Tuve la oportunidad de conocer de cerca la sociedad de bienestar social que es Dinamarca, en 1968, lo que me motivó a estudiar trabajo social, desde 1969 a 1972. No lograr que los gobiernos asuman verdaderas políticas y presupuestos para erradicar la violencia.
En algunos momentos hubo represión a nuestras manifestaciones, negación en los medios de comunicación de nuestras demandas, tergiversación de parte de los medios y autoridades de la existencia de violencia.
Experiencias más significativas en esta lucha
Se logró visibilizar la existencia de esta situación de discrimen, desvalorización, violencia hacia las mujeres.
Dificultades que afrontó
Aportes de formación como Trabajadora Social
El ser trabajadora social me permitió el conocimiento de la realidad, la cercanía con las personas y la capacidad de escucha y no juzgamiento. Por supuesto que el conocimiento de la realidad no sólo lo da la profesión, sino otros estudios, análisis, experiencias

Mensaje para lxs jóvenes Trabajadorxs Sociales
La necesidad de involucrarse en las luchas por la defensa de los derechos; en la lucha para que los gobiernos asuman su responsabilidad como lo manda la Constitución, y participar desde la práctica de la vida diaria en los cambios culturales que logren una sociedad sin discrimen de ningún tipo, sin violencias, sin explotación de unos pocos hacia la gran mayoría de seres humanos.