1_9788416786398

tirant

humanidades

humanidades

tirant

crónica / historia

Juan Pablo Salazar Andreu

Juan de Palafox y Mendoza, ha sido el único personaje en la historia novohispana, que detentó y ejerció al mismo tiempo, todo el poder tanto temporal como espiritual en los territorios ultramarinos. Pero más que la excepcional titularidad de todos estos poderes, se debe resaltar el fruto que se obtuvo de su ejercicio, traducido no tan sólo en la resolución de décadas de rezago administrativo y judicial, sino especialmente en la incansable lucha que Don Juan de Palafox sostuvo contra la corrupción de su época, que lo llevó a enfrentarse a los hombres más poderosos de la Nueva España: los virreyes Diego López de Pacheco Cabrera y Bobadilla, Marqués de Villena y Duque de Escalona; y García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra. La presente obra, es un profundo estudio histórico jurídico de esta faceta del Visitador Palafox, nunca antes atendida en el Continente Americano.

LA VISITA GENERAL DE DON JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA (1640-1647)

crónica / historia

LA VISITA GENERAL DE DON JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA (1640-1647) EL COMBATE FRONTAL A LA CORRUPCIÓN EN LA NUEVA ESPAÑA, EN EL PERIODO DE LOS AUSTRIA

Autor: Juan Pablo Salazar Andreu Compilador: Fernando Méndez Sánchez

tirant

humanidades crónica / historia

ACCESO AL E-BOOK GRATIS

[+] Diríjase a la página web de la editorial www.tirant.com/mex [+] En Mi cuenta vaya a Mis promociones www.tirant.com/mex/mispromociones [+] Introduzca su mail y contraseña, si todavía no está registrado debe registrarse [+] Una vez en Mis promociones inserte el código oculto en esta página para activar la promoción

Código Promocional

Rasque para visualizar

La utilización del LIBRO ELECTRÓNICO y la visualización del mismo en NUBE DE LECTURA excluyen los usos bibliotecarios y públicos que puedan poner el archivo electrónico a disposición de una comunidad de lectores. Se permite tan solo un uso individual y privado.

No se admitirá la devolución de este libro si el código promocional ha sido manipulado

LA VISITA GENERAL DE DON JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA (1640-1647) El combate frontal a la corrupción en la Nueva España, en el periodo de los Austria

COMITÉ CIENTÍFICO DE LA EDITORIAL TIRANT HUMANIDADES Manuel Asensi Pérez

Catedrático de Teoría de la Literatura y de la Literatura Comparada Universitat de València

Ramón Cotarelo

Catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia

Mª Teresa Echenique Elizondo Catedrática de Lengua Española Universitat de València

Juan Manuel Fernández Soria

Catedrático de Teoría e Historia de la Educación Universitat de València

Pablo Oñate Rubalcaba

Catedrático de Ciencia Política y de la Administración Universitat de València

Joan Romero

Catedrático de Geografía Humana Universitat de València

Juan José Tamayo

Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Universidad Carlos III de Madrid

Procedimiento de selección de originales, ver página web: www.tirant.net/index.php/editorial/procedimiento-de-seleccion-de-originales

LA VISITA GENERAL DE DON JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA (1640-1647) El combate frontal a la corrupción en la Nueva España, en el periodo de los Austria

Autor

JUAN PABLO SALAZAR ANDREU Compilador

Fernando Méndez Sánchez

tirant humanidades Ciudad de México, 2017

Copyright ® 2017 Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación sin permiso escrito del autor y del editor.

En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant Humanidades México publicará la pertinente corrección en la página web www.tirant.com/mex/

Director de la colección JOAN ROMERO GONZÁLEZ Catedrático de Geografía Humana Universitat de València

©

Juan Pablo Salazar Andreu

© EDITA: TIRANT HUMANIDADES

DISTRIBUYE: TIRANT LO BLANCH MÉXICO

Río Tiber 66, PH

Colonia Cuauhtémoc

Delegación Cuauhtémoc

CP 06500 Ciudad de México

Telf: (55) 65502317 infomex@tirant.com www.tirant.com/mex/ www.tirant.es

ISBN: 978-84-16786-39-8

MAQUETA: Tink Factoría de Color Si tiene alguna queja o sugerencia, envíenos un mail a: atencioncliente@tirant.com. En caso de no ser atendida su sugerencia, por favor, lea en www.tirant.net/index.php/empresa/politicas-de-empresa nuestro Procedimiento de quejas.

Índice PRESENTACIÓN................................................................................................. 11

Capítulo I LOS MEDIOS DE CONTROL POLÍTICO-JURÍDICO Y LA VISITA GENERAL Concepto de Medios de Control Político Jurídico............................................. 15 El Juicio de Residencia, la Pesquisa y la Visita................................................... 17 Consideraciones acerca de la Visita General...................................................... 18 Clases de Visita................................................................................................. 19 Características de la Visita.............................................................................. 21 Efectividad de las Visitas................................................................................. 22 Atributos del Visitador.................................................................................... 23 Costo y Duración de la Visita......................................................................... 24 Naturaleza Jurídica de la Visita...................................................................... 28 Desarrollo de la Visita..................................................................................... 30

Capítulo II EL INICIO DE LA VISITA GENERAL EN EL REINO NOVOHISPANO (1640) Las comisiones de la Visita General de Don Juan de Palafox y Mendoza...... 33 El conflicto lusitano y el Virrey Duque de Escalona (1640-1642)................... 36 Acciones y decisiones iniciales del Visitador (1641-1643)............................... 50

Capítulo III LA CORRUPCIÓN EN EL PERIODO DE LOS AUSTRIA (1641) Causas de la corrupción en la Nueva España..................................................... 59 La Comisión sobre la Real Hacienda (1641)....................................................... 62 La Visita al Puerto de Acapulco (1641)............................................................... 65 Las Irregularidades en el Marquesado del Valle de Oaxaca en materia de indios y Patronato............................................................................................ 66

8

Índice

Capítulo IV LA VISIÓN DEL VISITADOR GENERAL SOBRE LA AUDIENCIA DE MÉXICO (1641) Visión del Visitador General sobre la Audiencia de México............................ 70 Facultades legislativas del Visitador General para la expedición de Ordenanzas para la Real Audiencia de la Nueva España.................................... 77 Las Constituciones de la Real Universidad de México...................................... 78 El espinoso asunto del Oídor Melchor de Torreblanca (1641-1649)............... 83 El conflicto en la jurisdicción de la Audiencia de Nueva Vizcaya (16431646).................................................................................................................. 102 La revisión en el Tribunal de la Inquisición, Tribunal de la Bula de la Santa Cruzada y el Tribunal de Cuentas.................................................................. 118

Capítulo V EL VIRREY CONDE DE SALVATIERRA Y SU OPOSICIÓN A LA VISITA GENERAL (1643-1647) La situación indígena............................................................................................. 121 La confrontación con el Virrey Conde de Salvatierra por la Visita a los Alcaldes Mayores (1643-1647)........................................................................... 123 Otros conflictos de la Visita General con el Virrey Conde de Salvatierra (1646)................................................................................................................. 164 La arbitrariedad del Virrey en la repartición de los Oficios (1646).......... 166 La crítica del Virrey Salvatierra a la duración de la Visita (1646)............. 167

Capítulo VI LA RECUSACIÓN DE LA VISITA GENERAL (1646-1647) Recusación de los Cabildos de Puebla y México................................................ 169 Resolución del Consejo de Indias a la Recusación de la Visita General......... 181

Capítulo VII FIN DE LA VISITA GENERAL A CARGO DEL VISITADOR GENERAL JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA (1647) Conclusiones de la Visita General de Don Juan de Palafox y Mendoza en su misiva de 24 de marzo de 1647...................................................................... 185 Continuación de la Visita General por Don Pedro de Gálvez.......................... 188

9

Índice

APÉNDICE DOCUMENTAL Carta del Obispo de Puebla de los Ángeles al Rey, explicando el conflicto de Nueva Vizcaya.................................................................................................. 191 Carta de Don Juan de Palafox y Mendoza al Rey, sobre los informes que se hacen en México contra el Obispo Visitador............................................... 198 Carta del Obispo Visitador al Rey, resumiendo lo trabajado durante la Visita General.............................................................................................................. 210 ABREVIATURAS................................................................................................. 223

FUENTES DE INFORMACIÓN Fuentes manuscritas............................................................................................... 225 Fuentes impresas.................................................................................................... 225 Fuentes bibliográficas............................................................................................. 225 Fuentes cibergráficas.............................................................................................. 227

PRESENTACIÓN “Las leyes que no se guardan, son cuerpos muertos atravesados en las calles, donde los magistrados tropiezan y los vasallos caen…”

Juan de Palafox y Mendoza

La frase con la que inicia esta breve presentación, refleja en gran medida tanto la ideología como la ardua labor de su autor.

Juan de Palafox y Mendoza nació junto con el siglo XVII, y es necesario, colocarlo en su contexto histórico, ya que a través de éste se puede admirar aún más las dificultades a las que tuvo que enfrentarse, y los obstáculos que tuvo que sortear en su quehacer dentro de la Nueva España.

Fruto de un amor prohibido y furtivo; prácticamente abandonado desde su nacimiento, y criado entre mundos discordantes en los que la humildad y la nobleza serían su verdadera herencia; estaría marcado de manera definitiva por el estigma de la bastardía, que en la época en la que se desarrolló, hubiera sido un enorme obstáculo, de no contar con la inteligencia, constancia y sentido de la responsabilidad que lo caracterizarían dentro de sus labores en el Nuevo Mundo.

Mucho se ha escrito sobre semejante hombre, pero su mejor bosquejo lo he oído de mi querido amigo Juan Pablo Salazar Andreu, autor de la obra que se presenta, al decir: “Imaginen a un hombre que conjuntara en su persona, y en éste momento histórico, los cargos de Presidente de la República, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Presidente de las dos Cámaras del Congreso de la Unión, Procurador General de la Nación, Auditor General de la Federación y máximo líder espiritual de su sociedad, y que con tanto poder, no tan sólo lo usara de manera coherente y compasiva, sino que buscara corregir décadas de retrasos y abusos por parte de la administración pública”. Ese fue Palafox, Virrey, Visitador general, Consejero de Indias y de Aragón, decano del Consejo, Juez de residencia, Obispo de Puebla, Obispo de Osma, Arzobispo de México y hoy…beato.

Pero algo que en este tiempo debe subrayarse de su labor, porque se necesita con urgencia alguien como él, fue su combate frontal a la

12

José Antonio Quintana Fernández

corrupción. Hasta la fecha, ningún autor de éste lado del Atlántico, ha atendido este rubro, que sin lugar a dudas es hoy en día un tema de gran importancia a nivel mundial, especialmente si se toman los ejemplos de Brasil y España, así como el desangrado México, entre otros muchos estados y países.

En la cuarta década del siglo XVII, Don Juan de Palafox y Mendoza se enfrentaría en dos ocasiones contra el mayor poder del Reino, encarnado en la figura de los Virreyes Diego López de Pacheco Cabrera y Bobadilla, Duque de Escalona, Marqués de Villena y Grande España; y Don Diego García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra. ¿Su objetivo? la búsqueda de corregir y enmendar los daños a una sociedad estratificada y abusada, y en la que los indígenas, ya protegidos por varias cédulas reales, se veían explotados y vejados, por aquellos que jurídicamente estaban obligados a cuidar de ellos, destacando en éste grupo, los alcaldes mayores, y de entre ellos, uno que puede considerarse la epítome y paradigma de las autoridades corruptas, el Oidor de la Audiencia Melchor de Torreblanca, quien en contubernio con el Virrey, y una camada de funcionarios indianos y autoridades que en aras de su propios intereses, buscaron por todos los medios lícitos, pero sobretodo, ilícitos, destruir y posiblemente incluso privar de la vida a ese Visitador que tantos problemas les estaba dando, al sacar a la luz sus corruptelas.

Torreblanca, tras la muerte del Arzobispo de México, Don Feliciano de la Vega, fue asignado por la Audiencia para resguardar el patrimonio del difunto prelado, pero aprovechó la ocasión para ocultar varios bienes del mismo, incluyendo joyas y metales preciosos. Don Juan de Palafox, en su calidad de Visitador, al darse cuenta de éstas irregularidades, junto con la venta de cacao a sobreprecio, la explotación y abuso de indígenas y la venta de la prohibida baraja, entre otros muchos, comenzaría las indagaciones necesarias para poner fin a dichos ilícitos, llegando a encontrar al mismo oidor Torreblanca dentro de un convento, seduciendo a una monja. De ese punto en adelante, el corrupto personaje iniciaría una serie de recursos, que con el apoyo del Virrey llegarían incluso a la Santa Sede, la cual emitiría un Breve, que sin el consentimiento del Consejo de Indias y en forma de contrabando llegaría a la Nueva España, dando la oportunidad a los enemigos del Visitador, de lanzarse sobre él de una manera ilícita. De ese momento en adelante tendría lugar una

Presentación

13

batalla jurídico-política en la que el poder Virreinal se enfrentaría con la determinación del Obispo de Puebla, que no cejaría en sus esfuerzos por poner un alto a los abusos de los alcaldes mayores.

Igual suerte sufriría el Obispo Visitador, al Visitar la Nueva Vizcaya, y en especial los malos manejos en los azogues o mercurio, por parte del gobernador Luis Valdés, también protegido del Virrey Salvatierra, y en el que los indígenas, sobreexplotados en las minas, se levantarían en armas en contra de dicho gobernador y demás autoridades, que habían llegado al grado de vender a sus hijos como esclavos. El Obispo angelopolitano, enviaría a dos oidores para revisar las cuentas de las minas, los cuales serían incluso sacados de la Nueva Vizcaya, por órdenes del gobernador Valdés.

El Obispo redactaría también las Constituciones de una Real Universidad, corriendo décadas de abusos e irregularidades que había encontrado, siendo el principal, que los títulos eran regalados por Virreyes a sus amigos; o que los estudios se habían reducido para hacerlos más fáciles.

Y frente a todo esto, el Obispo Palafox, lograría concluir los Juicios de Residencia de tres virreyes, siendo el último, el del traidor a la corona, el Marqués de Villena y Duque de Escalona, quien había aumentado el poder de los portugueses dentro del nuevo mundo, en el momento justo en el que el país lusitano, tenía un nuevo Rey que se opuso a Castilla. Lamentablemente, y pese a todas las pruebas presentadas por el obispo de Puebla, el rey otorgaría el perdón real a este corrupto y paranoico Virrey.

En la época había una forma de chiste y burla sobre éste recinto en el que ahora nos reunimos, tras décadas de abandono de la obra, que sólo servía como refugio de malvivientes, se decía con gran sarcasmo “te pago cuando se termine la catedral…”, ya que todo mundo afirmaba que nunca se haría tras tantas décadas … Palafox llegó y la concluyó en su parte esencial. Y, por si fuera poco, nos legó la primera biblioteca pública de toda América, la increíblemente hermosa Biblioteca Palafoxiana; creó su semillero espiritual con el Seminario que hasta hoy lleva orgullosamente su nombre, y todo esto, todo… en tan sólo nueve

14

José Antonio Quintana Fernández

años. Habría que reflexionar que hubiera logrado, si le hubieran dado más tiempo…

Todo esto, y aún más, lo hizo ese hombre a quien en este libro se aborda, su lucha contra la injusticia, su búsqueda de la verdad, pero sobretodo su combate frontal a la corrupción.

En sus cartas y misivas a su Rey, sólo suplicaba una cosa: quedarse en su amada Puebla, sirviendo a su grey y al monarca. Sin embargo, este único deseo le fue arrebatado; si bien tuvo el reconocimiento de ser Obispo de Osma, puesto con el que se recompensaba a los prelados que hubieran servido bien a la Corona; Don Juan de Palafox y Mendoza, moriría lejos de “Raquel”, nombre cariñoso con el que llamaba a la tierra que había ayudado a construir y que él amaba: la Puebla de los Ángeles… ¡la Puebla de Palafox!

JOSÉ ANTONIO QUINTANA FERNÁNDEZ Otoño 2016

Capítulo I

LOS MEDIOS DE CONTROL POLÍTICOJURÍDICO Y LA VISITA GENERAL Era el año de 1651 cuando Thomas Hobbes, el célebre filósofo político, mencionaba respecto al Estado: “[…] gracias al arte se crea ese gran Leviatán que llamamos República o Estado, que no es sino un hombre artificial, aunque de mayor estatura y robustez que el natural para cuya protección y defensa fue instituido; y en el cual la soberanía es un alma artificial que da vida y movimiento al cuerpo entero1”

Hobbes, reconocía a los magistrados y oficiales que llevaban a cabo las tareas de gobierno, como parte del “cuerpo” de este hombre artificial.

Sin embargo, para que cualquier organismo funcione correctamente y por ende sea “sano”, es menester que se encuentre libre de enfermedades; en el caso de la entidad estatal, la enfermedad más común que le aqueja desde épocas inmemoriales, es la corrupción.

CONCEPTO DE MEDIOS DE CONTROL POLÍTICO JURÍDICO Controlar a aquellos que ejercen el poder, ha sido una preocupación constante de la administración pública y de las sociedades en general, especialmente, cuando las tendencias liberales separaron al gobierno de los aspectos religiosos, dando relativa muerte al principio del “poder divino de los Reyes”. Sin embargo, aun cuando Iglesia y Estado mantenían una íntima relación de contrapeso y legitimación (como en los siglos XV-XVI), los monarcas mostraban preocupación por la manera en la que sus oficiales reales, se desempeñaban en sus respectivos despachos.

De las variadas instituciones que fueron trasplantadas a los nuevos territorios, se encontraban los procesos previstos por la antigua legisla-

1

Hobbes, Thomas, Leviatán o la Materia, Forma y Poder de una República Eclesiástica y Civil, p. 2, en http://goo.gl/b398mw consultado el 18 de septiembre de 2014.

16

Juan Pablo Salazar Andreu

ción castellana para el control y responsabilidad de los jueces, corregidores y demás oficios de provisión real.

En este punto Pelayo Águeda y Thomas Calvo señalan: “Debido a las enormes distancias existentes entre España y sus territorios de ultramar, a la gran extensión de ellos y a la lentitud de los medios de transporte, la Corona Española se vio obligada a establecer diferentes formas de control para vigilar la actuación de las autoridades y toda clase de funcionarios. Las circunstancias especiales de las Indias requerían otorgar a los funcionarios coloniales una amplia gama de atribuciones que llegaron a causar serios problemas a los monarcas. Por lo mismo se estableció un doble sistema de control a través de instituciones como el juicio de residencia y la visita2”

De los diversos procesos que se preveían en la Nueva España, para controlar y supervisar la actuación de los titulares de los diversos oficios otorgados por la Corona, resaltaban tres: Los Juicios de Residencia, las Pesquisas y las Visitas. Águeda y Calvo aseguran que tenían una finalidad esencial: la de asegurar la administración leal, justa y eficaz de los funcionarios3.

En la Baja Edad Media, los procesos en mención tomaron un vigor y relevancia considerables, especialmente si se toma en cuenta la distancia de los nuevos territorios con la Corte; Los Medios de Control Político Jurídico entonces, fueron los instrumentos que permitían un control más efectivo de los oficiales reales, reprimiéndoles por los abusos de los que fueran responsables, provocando a su vez una abundante y novedosa regulación en las Indias, fundamentada en la obligación del monarca de gobernar con justicia.

Tamar Herzog señala que existen tres formas a través de las cuales se han estudiado los procesos señalados: el jurídico-formal, el utilitario (para fines de investigación) y el social (que busca reconstruir los mecanismos sociales que permitieron su desarrollo y enlace); con dichas visiones teóricas, se reconoce su funcionalidad por parte de la monar-

2

3

Águeda Pelayo y Calvo Thomas, “Los Señores Visitadores, sus Obras y unas Páginas más”, en Berthe, Jean Pierre (et.al), Sociedades en Construcción. La Nueva Galicia a según las Visitas de Oidores, Universidad de Guadalajara, México, 2000, p. 12.

Cfr. Ibídem, p. 13.

La Visita General de Don Juan de Palafox y Mendoza (1640-1647)

17

quía, pero además como “[…] espacios jurisdiccionales, espacios de negociación y rituales políticos de purificación…4”. En el presente trabajo, se busca establecer una conjunción entre las formas mencionadas anteriormente, ya que se atenderá de manera preponderante a la Visita, pero con una visión jurídica; desde la óptica de la investigación histórica; y desde la manera en la que la figura en estudio, afectó a la sociedad de la época en la que se aplicó.

EL JUICIO DE RESIDENCIA, LA PESQUISA Y LA VISITA Los Juicios de Residencia, tal como lo establece su nombre, eran un procedimiento jurisdiccional que se realizaba inexorablemente al término de las funciones de todo Oficial Real (a menos que existiera un Perdón Real). Una característica muy llamativa de éste procedimiento, es que se llevaba a cabo aún cuando la persona sometida al mismo hubiera ya fallecido5. En muchas ocasiones se consideraba a dicho Juicio un tanto rutinario, ya que siempre se ejecutaba al finalizar el cargo, a manera de un “finiquito administrativo obligatorio, tanto para virreyes como para chupatintas con algo de autoridad6”.

El mencionado Juicio iniciaba con el nombramiento por parte del Rey y el Consejo de Indias, del Juez que substanciaría el procedimiento, quien, tras la debida presentación de Reales Cédulas y la publicación en el Reino de la Residencia, recibía las declaraciones pertinentes, investigaba su veracidad, formulaba cargos y corría traslado al interesado; éste a su vez, contestaba los cargos y aportaba pruebas en su favor. Finalmente, se dictaba sentencia y se remitía la misma al Consejo de Indias junto

4

5

6

Cfr. González Navarro, Constanza y Salinas María Luisa, “Las Visitas Coloniales: Ojos y Oídos del Rey”, en Revista Historia y Justicia, Número 3, octubre 2014, p.

137, en http://goo.gl/j7g3yj consultado el 29 de enero de 2015.

De Icaza Dufour, Francisco y Salazar Andreu, Juan Pablo, “Control y Responsabilidad de los Oficiales Reales en Indias”, en Estudios sobre la Responsabilidad Jurídica del Juez, el Servidor Público y los Profesionistas, Università di Pisa-Escuela Libre de Derecho, México, 2013, p. 77.

Cfr. Águeda Pelayo y Calvo Thomas, Op. Cit., pp. 13-14.

18

Juan Pablo Salazar Andreu

con el Expediente, o bien a la Audiencia si se trataba de funcionarios menores7.

La Pesquisa, por otra parte, es uno de los procedimientos de control político-jurídico más antiguos; era similar a la Visita, pero era mucho más limitada en su ámbito de supervisión. Consistía en una verificación de acusaciones y sospechas muy concretas sobre la actuación de un funcionario, el cual quedaba suspendido en el ejercicio de su cargo, hasta finiquitarse. Se distinguieron tres tipos: la general (Que se efectuaba sobre todos o parte de los habitantes de un lugar y solo podía ser ordenada por el Rey); la especial (que se llevaba a cabo sobre presuntos delitos de hombres de mala fama y sospechosos de delitos cometidos de los que se desconoce su autoría); y la voluntaria (en el que las partes se avenían al Monarca para la pesquisa)8.

CONSIDERACIONES ACERCA DE LA VISITA GENERAL La Visita, por otro lado, era un procedimiento que abarcaba un mayor ámbito de actuaciones y autoridades que la Pesquisa, y es factible de conceptualizar inicialmente como un procedimiento extraordinario, que se llevaba a cabo cuando existían sospechas o denuncias en contra de una autoridad o bien un grupo de ellas. El principal objetivo de esta figura, era evaluar si las actuaciones de los oficiales reales, se apegaban a los lineamientos marcados por la Corona y el Consejo de Indias. Calvo y Águeda señalan que dicho término se aplicaba también a las revisiones que los Virreyes realizaban en territorios bajo su jurisdicción; también existía disposición de que los Oidores de la Audiencia, realizaran Visita a sus distritos cada tres años, y en orden de antigüedad9.

La Visita encuentra sus raíces en el Derecho Canónico, que preveía la fiscalización de los Obispos en sus respectivas Diócesis. Sería en 1371, que las Cortes de Toro crearon el cargo de Visitador por indicaciones del

9

7 8

Cfr. De Icaza Dufour y Salazar Andreu, Op. Cit., pp. 77-83.

Cfr. Ibídem, pp. 57-59.

Cfr. Águeda y Calvo, Op. Cit., p. 15; Los autores señalan también las denominadas Visitas “abiertas”, practicadas por autoridades de rango inferior, españolas o indígenas en pequeñas zonas. Ibídem, p. 15.

La Visita General de Don Juan de Palafox y Mendoza (1640-1647)

19

monarca Enrique II de Castilla, estableciendo que el titular de la Visita debía ser un hombre con un buen control de Adelantados, Merinos y Corregidores, además, y debido a las delicadas tareas que desempeñarían, debían contar con determinadas características necesarias para ejecutar con éxito los deberes su gestión10. Otro importante antecedente de ésta figura, al menos en el Nuevo Mundo se encuentra cuando Colón, cuestionado respecto a su gobierno en La Española, pidió a los Reyes Católicos el envío de un Visitador para verificar su actuación11.

Clases de Visita A lo largo de los siglos XVI y XVII, existieron dos tipos de Visitas: la General, caracterizada por abarcar un gran número de situaciones y organismos de una jurisdicción, y cuyos mejores ejemplos son las practicadas por Don Juan de Palafox y Mendoza en el siglo XVII y las de José Gálvez en el siglo XVIII; y la Específica, cuyo rasgo distintivo era el ser dirigida exclusivamente a un solo órgano o institución de determinada jurisdicción, cuyo ejemplificación se encuentra en materia exclusivamente económica, en la Visita que realizó Francisco Valles a la Real Hacienda Novohispana en 166212.

Otros tipos de Visita Específica son a los Cabildos de las ciudades, a los conventos, a los castillos y fortalezas, a las Cajas Reales y a las encomiendas de indios, el cual permitía a éstos de denunciar los agravios sufridos por parte de encomenderos y otras autoridades, así como permitir la negociación entre las partes involucradas13.

Esquivel Obregón, señala atinadamente que las Visitas de Oidores, tenían un carácter obligatorio, y que debía llevarse a cabo cada tres años

10

11

12

13

Cfr. Muro Orejón Antonio, Lecciones de Historia del Derecho Hispano-Indiano, Escuela Libre de Derecho-Miguel Ángel Porrúa, México, 1989, p. 279.

En este caso, serían nombrados Juan de Aguado en 1493 y Francisco Bobadilla en 1499. Cfr. Muro Orejón, Antonio, Op. Cit., p. 279.

Cfr. Sánchez Bella, Ismael, Derecho Indiano Estudios. Las Visitas Generales en la América Española (Siglos XVI-XVII), Ediciones Universidad de Navarra, t. I, España, 1991, pp. 16-17.

Cfr. González y Salinas, Op. Cit., p. 138.