EL DERECHO A LA PAZ Y SUS DESARROLLOS EN LA HISTORIA
Juan José Tamayo
COMITÉ CIENTÍFICO DE LA EDITORIAL TIRANT HUMANIDADES
Juan Manuel Fernández Soria Catedrático de Teoría e Historia de la Educación Universitat de València
Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Universidad Carlos III de Madrid
Procedimiento de selección de originales, ver página
Pablo Oñate Rubalcaba Catedrático de Ciencia Política y de la Administración Universitat de València Joan Romero Catedrático de Geografía Humana Universitat de València
Manuel Asensi Pérez Catedrático de Teoría de la Literatura y de la Literatura Comparada Universitat de València Ramón Cotarelo Catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia Mª Teresa Echenique Elizondo Catedrática de Lengua Española Universitat de València
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EL DERECHO A LA PAZ Y SUS DESARROLLOS EN LA HISTORIA MARÍA DE LA PAZ PANDO BALLESTEROS Y ELÍZABETH MANJARRÉS RAMOS Editoras tirant humanidades Valencia, 2022
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Índice Introducción Saber y poder para la paz. Semblanza de Gaspar de Bracamonte y Guzmán, plenipotenciario en las paces de Westfalia (1648) ANA MARÍA CARABIAS TORRES 1. Gaspar de Bracamonte, una biografía poco común .............................. 30 2. Origen y manifestaciones sociales del poder ejercido por el conde de Peñaranda .......................................................................................... 40 3. Reflexiones finales ................................................................................ 47 Bibliografía y fuentes IMPRESAS ............................................................ 50 La paz universal y permanente solo puede basarse en la justicia social ENRIQUE CABERO MORÁN 1. La Constitución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ... 60 2. Paz y derechos fundamentales en el Estado social y democrático de Derecho 64 3. Conclusión: la paz basada en la justicia social ...................................... 69 Bibliografía y fuentes................................................................................ 71 De la paz entre los europeos o la esencia primera del europeísmo GUILLERMO Á. PÉREZ SÁNCHEZ 1. Liminar ................................................................................................ 74 2. La aspiración a la paz entre los europeos.............................................. 75 3. La civilización europea ante el desafío de la guerra con su caudal de muerte y destrucción, cada siglo, del XVII al XX, más trágico que el anterior .............................................................................................. 80 4. La conquista de la paz de la mano del proceso de integración europeo a partir de la segunda mitad del siglo XX ........................................... 85 Bibliografía y fuentes................................................................................ 88
8 Índice La deslegitimación del discurso franquista sobre la paz desde la Revista Cuadernos para el Diálogo MARÍA DE LA PAZ PANDO BALLESTEROS 1. El discurso oficial sobre la paz .............................................................. 92 2. La evolución del concepto de paz por parte de la Iglesia católica.......... 98 3. La crítica de Ruiz-Giménez y Cuadernos para el Diálogo a la paz fran quista ................................................................................................. 102 Bibliografía y fuentes................................................................................ 110 La tragedia de las guerras chechenas: la Unión Europea y las organizaciones internacionales a la búsqueda de la paz RICARDO MARTÍN DE LA GUARDIA 1. Las guerras de Chechenia: muerte y violación de los derechos humanos en el Cáucaso ..................................................................................... 114 2. Naciones Unidas ante el conflicto ......................................................... 116 3. Europa, Rusia, Chechenia..................................................................... 119 4. Epílogo ................................................................................................. 125 Bibliografía y fuentes 127 Justicia transicional, memoria y paz CELMA TAVARES Introducción............................................................................................. 130 1. Los procesos de justicia de transición y de democratización en América Latina ................................................................................................. 131 2. Memoria, verdad y justicia ................................................................... 137 3. La construcción de la cultura de paz desde la memoria ........................ 141 Conclusiones ............................................................................................ 143 Bibliografía y fuentes................................................................................ 144 Las mujeres y la paz: el legado y los procesos recientes MONTSERRAT HUGUET Introducción............................................................................................. 148 1. El legado de los activismos transnacionales y El nuevo orden interna cional de las mujeres en el siglo XX .................................................... 150
92.ÍndiceLas mujeres en los procesos de paz ....................................................... 155 3. De la paz, la seguridad y el medioambiente .......................................... 159 4. Controversias ....................................................................................... 164 Bibliografía y fuentes................................................................................ 171 Aportes del pensamiento y del feminismo de(s)colonial a los Estudios para la Paz ELÍZABETH MANJARRÉS RAMOS 1. Introducción ......................................................................................... 176 2. La evolución de los estudios para la paz 177 3. La post nueva agenda de los estudios de paz y su apertura epistemoló gica decolonial .................................................................................... 178 4. El feminismo decolonial y sus aportes a la paz ..................................... 183 5. Reflexiones finales ................................................................................ 190 Bibliografía y fuentes................................................................................ 191 La educación intercultural como herramienta para la paz y la tolerancia entre los pueblos PEDRO GARRIDO RODRÍGUEZ 1. La diversidad cultural y sus modelos de gestión.................................... 194 2. El contexto internacional ..................................................................... 196 3. La educación intercultural en España 199 4. Prospectiva ........................................................................................... 201 Bibliografía y fuentes................................................................................ 205 Relaciones entre paz y seguridad alimentaria: un análisis de hechos y derechos LUCÍA VALLECILLO GRAZIATTI Introducción............................................................................................. 210 1. ¿Por qué derechos? ............................................................................... 211 2. Relaciones entre los conflictos y la inseguridad alimentaria .................. 217 3. Seguridad alimentaria para la paz......................................................... 224 Bibliografía y fuentes................................................................................ 226
Paz ambiental desde una perspectiva compleja BERNARDO ALFREDO HERNÁNDEZ UMAÑA 1. Presupuesto de partida ......................................................................... 230 2. Paradojas de la paz ambiental .............................................................. 233 3. Paz compleja y ambiental. El desafío de cohabitar el planeta Tierra ..... 235 4. Conclusiones ........................................................................................ 239 Bibliografía y fuentes................................................................................ 240
Desde dicho GIR se pretende abordar las problemáticas en tor no a los Derechos Humanos con un enfoque interdisciplinar, pero vertebrándolas siempre desde la Historia. No obstante, el abordaje histórico se presenta no solo como elemento vertebrador de una apro ximación multidisciplinar a la teoría y praxis sociopolítica de dichos principios, sino también en sus dimensiones específicas, promoviendo una reflexión crítica sobre la memoria y los contenidos de la acción democrática a escala mundial.
Introducción
La publicación que presentamos forma parte de los trabajos rea lizados en el marco del GIR “Historia de los Derechos Humanos”, Grupo de Investigación reconocido por la Universidad de Salamanca en septiembre de 2020, entre cuyos fines, como puede verse en la web del mismo se encuentran reflexionar so bre la Historia de tales principios, sin obviar los debates existentes en torno a su concepto, a su naturaleza, su fundamentación, su conteni do, el reconocimiento, la protección y la exigibilidad de los mismos, entre otras cuestiones, así como analizar las evidentes dificultades re lacionadas con su praxis.
La consideración por parte de la Asamblea General de la ONU del año 2021 como “Año Internacional de la paz y la confianza” nos lle vó, desde el GIR citado, a emprender la investigación sobre diferentes aspectos relativos a la Historia de la paz cuyos resultados aparecen ahoraEstapublicados.obraseencuadra en los denominados “peace studies”, o “peace research” una línea de investigación que cuenta ya con una notable madurez desde la que, de forma interdisciplinar, se estudian los con flictos y la caracterización de la violencia, así como la construcción de un concepto de paz como una categoría propia, a pesar de su carácter polisémico en función de las diferencias culturales.
https://girhdh.blogspot.com/,
Si bien tradicionalmente la historiografía ha prestado mayor aten ción al análisis de las guerras, los conflictos armados y las violencias como medios de resolución de las situaciones de crisis que a las numerosas experiencias de regulación pacífica de los mismos, la historia de la paz pretende reequilibrar tal desfase historiográfico. En este senti
do, los estudios para la paz se han ido abriendo paso en la investiga ción histórica no solo mediante la incorporación de nuevas temáticas, sino también proponiendo formas diferentes en el abordaje de los problemas históricos y las relaciones internacionales: la visión de los conflictos, los actores, la metodología, etc., así como atendiendo a las propuestas y pensamientos de los movimientos sociales en favor de la paz, y a los diferentes modos de construcción histórica de la misma.
12 María de la Paz Pando Ballesteros
En consecuencia, abordamos esta obra con un enfoque de derechos humanos, recordando que, no existe un reconocimiento explícito del “Derecho a la paz” en ninguno de los Tratados Internacionales, pese a las numerosas reivindicaciones del mismo. Demanda, por otro lado, tampoco exenta de polémica pues no faltan los autores que se resisten a considerarlo como tal por las dificultades derivadas de la concreción de su contenido, de sus titulares, o del sujeto obligado de satisfacerlo.
Pese al debate, en general, es considerado como un derecho de tercera generación, vinculado a la solidaridad y catalogado como “de recho-síntesis” al requerir su efectivo desarrollo del reconocimiento de otros muchos principios. Es ahí precisamente donde reside su fun damentación, en ser condición necesaria para una vida libre y demo crática, para la plena vigencia de los derechos fundamentales, incluso
Por tanto, pese a que tradicionalmente el concepto de paz ha es tado ligado al de guerra, la consideración de aquella como objeto de estudio científico específico ha aportado a la investigación histórica una nueva categoría analítica de los procesos históricos con presu puestos metodológicos propios y objetos de estudio que enriquecen los debates historiográficos y coadyuvan a la reconstrucción de los procesos históricos desde nuevas perspectivas.
Sin entrar en las diferentes escuelas que se ocupan de la teorización y conceptualización de la paz, podemos considerar que los capítulos de este libro la entienden en sentido amplio. Es decir, frente a la idea de “paz negativa” o simple ausencia de guerra se sitúan en la línea de la denominada “paz positiva”, aquella que implica ausencia de violencia estructural, que responde al respeto y desarrollo de los dere chos humanos, la que aparece vinculada a la libertad y a la igualdad y se logra promoviendo la justicia social y generando condiciones fa vorables de desarrollo. Sin olvidar que la paz se construye desde la educación, donde encuentra cabida la “cultura de paz”.
13paraIntroducciónlasupervivencia, erigiéndose como valor superior de la cultura política y jurídica actual frente a teorías clásicas del Derecho sustentadas en el principio de la “guerra justa” 1.
Sobre los dilemas en torno al derecho a la paz, a su fundamentación, a las referencias conceptuales que se han configurado, a la natu raleza del sujeto receptor de tal derecho, a la falta de reconocimiento explícito o a las dificultades que conlleva su praxis, así como a la evolución histórica de su demanda se reflexionará profusamente a lo largo de los capítulos que componen el libro.
Como es sabido, la preocupación de filósofos y pensadores por la cuestión de la paz viene de lejos. Ya Erasmo de Rotterdam reflexionó en Querela pacis, 1517, sobre los conflictos entre protestantes y católicos, exigiendo argumentos para que un enfrentamiento pudiera ser consi derado como una “guerra justa” y abogando por consolidar una paz duradera entre las naciones. De las denominadas “guerras de religión” y sus devastadores efectos en Europa también se ocupó Hugo Grocio, 1583-1645, quien defendió la tolerancia como norma de actuación, así como un marco en el que pudieran convivir personas de diferentes religiones sin enfrentamientos y que estuviera regulado por el derecho como producto de la razón. No obstante, su obra no consiguió tanta resonancia como la del conocido como abad de Saint-Pierre quien, en su Proyecto para restituir la Paz Perpetua en Europa, de 1712, reflexio naba sobre la necesidad de lograr la “paz perpetua” entre las naciones como requisito imprescindible para la convivencia de los pueblos. Di cha obra suscitó un enorme interés, volviendo reiteradamente sobre ella filósofos como Rousseau en su Juicio sobre la paz perpetua y en Extracto del Proyecto de paz Perpetua del señor Abad de Saint-Pierre, o el propio Immanuel Kant que, tras las consecuencias provocadas por la Guerra de los 30 años y la posterior firma de la Paz de Westfalia, 24 1 MUÑOZ, Francisco A. LÓPEZ MARTÍNEZ, Mario (eds.): Historia de la paz. Tiempos, espacios y actores. Granada: Ediciones Universidad, 2000. SANMAR TÍN, Israel: “La construcción de las historias de la paz a partir de la Edad Media y de la Historia inmediata. Una historia de la investigación para la paz”. Cuader nos de Estudios Gallegos, LVII, 123, 2010, pp. 413-431. JIMÉNEZ BAUTISTA, Francisco. JIMÉNEZ AGUILAR, Francisco: “Una historia de la investigación para la paz”. Historia Actual Online, 34, 2014, pp. 149-162. ROMO CEDANO, Pablo: La paz como Derecho Humano. México: Tirant lo Blanch, 2019.
Entre ambos Congresos tuvo lugar la celebración de la Conferencia
Pese a los esfuerzos individuales y en gran medida aislados, los avances en cuanto a la plasmación de las ideas comentadas llegaron con cierto retraso. No fue hasta finales del siglo XIX cuando empeza ron a surgir una serie de iniciativas de carácter civil que pretendían lu char contra las injusticias y mejorar la sociedad. En este sentido, cabe destacar la celebración de una serie de Congresos sobre la Paz, cele brados en Londres, en 1843, y en París, en 1889, en los que se debatió sobre los límites de la guerra justa y se plantearon propuestas para reducir los conflictos armados, tales como el arbitraje internacional, la reducción de armamentos, o la atención a heridos y prisioneros.
14 María de la Paz Pando Ballesteros de octubre de 1648, se preguntaba por el sentido de la guerra. A dife rencia de Rousseau, por quien estuvo muy influenciado, y en sintonía con Hobbes, quien, en el Leviatán, 1651, aseguraba que, en el estado de naturaleza, pese a que todos los hombres eran libres vivían en constante peligro de guerra de todos contra todos, Kant consideraba que, mientras que la violencia tenía raíces en la naturaleza humana, la paz no era lo natural entre los hombres, sino una conquista de la razón, presen tando en La Paz perpetua su proyecto político para la implementación de dicho principio mediante la creación de una instancia supraestatal que, ajena a intereses nacionales particulares, actuara como garante de la paz entre los Estados, como había anticipado el modelo westfaliano.
En el proceso de paz de Wesfalia, cumplió un destacado papel el diplomático Gaspar de Bracamonte, Conde de Peñaranda, del que se ocupa en este libro la especialista en Historia Moderna y Profesora de la Universidad de Salamanca, Ana Carabias Torres, presentando aspec tos de su vida pública inéditos hasta el momento como su protagonis mo no solo en las negociaciones de la Paz de Münster, 1648, en las que priorizó las cuesiones mercantiles y coloniales frente a las religiosas, como era de costubre hasta el momento, sino también en la Paz de los Pirineos con Francia de 1659, en la paz con Inglaterra de 1666, o en la formación de la Alianza de La Haya en 1673, coadyuvando, en todas ellas, a sentar las bases de un nuevo modelo de relaciones internacio nales en Europa basado en el equilibrio entre las naciones frente a la preponderancia de unas sobre otras. Un desconocido político que pro tagonizó los acontecimientos tanto nacionales como internacionales más destacados de la época en los que siempre trató, según Carabias, de restablecer la paz.
En esta época comenzó a aparecer el concepto de paz, aunque to davía sin una articulación teórica. Habría que esperar a que ya entra do el siglo XX, “el más sangriento en la historia conocida de la huma nidad”, como lo calificaría Hobsbawm, se comenzara a elaborar una teoría sobre la misma, pese a que aplicarla parecería una misión cuasiimposible durante algunos periodos de dicho Siglo, como el Profesor Ricardo Martín de la Guardia planteaba en el artículo que firmaba en el monográfico de la Revista Vínculos de Historia, de la Universidad de Castilla la Mancha, titulado La Paz en la Historia2
Mientras que la Conferencia de 1899 se convocó con el objeto de elaborar instrumentos que permitieran resolver pacíficamente las cri sis, evitar la guerra y establecer normas de conducta a cumplir durante los episodios bélicos, consiguiendo aprobar la “Convención para el arreglo pacífico de los conflictos internacionales” y establecer la Corte Permanente de Arbitraje, no se logró un acuerdo sobre la limitación de los armamentos que era uno de los principales propósitos de la reunión. Tampoco consiguió aprobarse el arbitraje obligatorio en la segunda conferencia, mientras empezó a percibirse el problema que implicaba que los acuerdos sólo obligaran a los estados participantes.
Es sobradamente conocido que el desastroso avance de la Gran Guerra impulsó los esfuerzos por consolidar la paz. Con anterioridad a que el Presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, propusiera, en su discurso del 8 de enero de 1918, ante el Congreso de los EEUU, la configuración de un nuevo orden mundial que impidiera el recurso a la guerra para resolver los conflictos entre las naciones, así como la creación de un órgano supranacional que impulsara un modelo de relaciones interestatales que evitara la guerra entre los países, los gru 2 MARTÍN DE LA GUARDIA, Ricardo: “El corto siglo XX, a la búsqueda de una paz imposible (1918-1989)”. Vínculos de Historia, 7, 2018, pp. 97-114.
15deIntroducciónBruselas de 1874, que conseguiría, además de avanzar en la idea de limitar los armamentos, de reglamentar la guerra y de crear un Tribunal Internacional de Arbitraje, que los gobernantes se implicaran en los procesos de paz para que estos no recayeran exclusivamente en asociaciones pacifistas civiles. Estos eventos anticiparon las Conferencias de la Haya de 1899 y 1907, en las que confluyó todo un amplio movimiento a favor de la superación de los conflictos bélicos.
En la misma dirección apuntaba la Organización Internacional del Trabajo, organismo vinculado a la Sociedad de las Naciones, que ya en el propio preámbulo de su Constitución proclamaba que se trataba de un instrumento al servicio de la paz, la cual no solo no podría al canzarse sin justicia social, sino que la miseria y las privaciones cons tituían una seria amenaza para su consecución.
Pese a no haber podido evitar el advenimiento de otro conflicto mundial, la Sociedad de Naciones, representó una oportunidad para constituir formalmente la sociedad internacional y sirvió de modelo para las Naciones Unidas que, de nuevo, se presentaban como una instancia supranacional encargada de velar por la paz en el mundo.
Los antecedentes señalados avanzaron las ideas que, años después, recogería y desarrollaría la Sociedad de Naciones. Organismo que nació con el objetivo de fomentar la cooperación entre los países y ga rantizar la paz y la seguridad colectivas, y pese a que no prohibiera el uso de la fuerza para alcanzarlas, los nuevos instrumentos diseñados la limitaban de forma importante.
Los signatarios del Pacto de la Sociedad de Naciones debían com prometerse a recurrir a una política de arbitraje, a la vía de la me diación y del apaciguamiento en lugar de recurrir a la guerra para resolver las tensiones y a salvaguardar la paz, a mantener las relacio nes internacionales en público, evitando los acuerdos bilaterales se cretos, y a respetar los principios del Derecho Internacional. Además, el sistema jurídico de prevención de la guerra implicaba garantizar la integridad territorial y la independencia de los Estados, promover la asistencia colectiva, fomentar una política mundial de desarme al mínimo compatible con la seguridad nacional, obligar a los países a recurrir al arbitraje en caso de conflicto, e implementar un sistema punitivo contra las violaciones.
16 María de la Paz Pando Ballesteros
pos de mujeres pacifistas de los diferentes países organizaron el “Con greso por la Paz Futura” en la Haya, entre el 28 de abril y 1 mayo de 1915, en el que propusieron, entre otras cuestiones, el establecimiento de un sistema de arbitraje obligatorio, el respeto a las nacionalidades, una educación pacifista para los niños y el sufragio femenino, como condiciones para la paz. Aspectos en los que se ha detenido la pro fesora Monserrat Huguet tanto en el capítulo de esta obra como en otros trabajos de su autoría publicados con anterioridad.
PretensiónIntroducción que señala tanto el preámbulo de la Carta de la ONU, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Ambos textos identifican la idea de la paz con el respeto a los dere chos humanos, sin embargo, la complejidad y dificultad de su sistema de protección universal, que provoca la ineficacia de los instrumentos de control, así como la carencia de mecanismos jurisdiccionales con carácter vinculante para poder obligar a los Estados a cumplir los tra tados que sustentan las bases de la construcción de la paz dificultaban su construcción, pese a la fuerte presión de Naciones Unidas sobre los Estados parte. Por otro lado, las estructuras internacionales que ofrecen fuerza vinculante, como las Cortes Internacionales, si bien cumplen un papel importante en casos puntuales no han sido garantes de la Delpaz.análisis de la defensa de la paz por parte de los diferentes or ganismos supranacionales, pese a las dificultades del sistema de pro tección y garantías, se ocupan en este libro los profesores Enrique Cabero Morán y Guillermo Pérez Sánchez. El primero, Profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Salamanca y acutal presi dente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, analiza la justicia social como base para alcanzar la paz, entendiéndola desde la defensa de los derechos humanos y en el marco del Estado social y democrático de Derecho, que se construye tanto desde instancias su pranacionales como desde los propios Estados, analizando el profesor Cabero dicho proceso desde la Constitución de la OIT, la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, el Tratado de la Unión Europea, o la propia Constitución Española de 1978, y proponiendo la necesidad de una permanente actualización del contrato social im plícito a dicho modelo de Estado conforme a las nuevas necesidades de la sociedad para universalizar la justicia, el progreso y el bienestar social.Por su parte, el profesor Guillermo Pérez Sánchez, Catedrático de Historia Contemporánea a la Universidad de Valladolid, señala la contribución europea al establecimiento de la paz. Valor que cons tituyó un referente fundamental para los filósofos y pensadores eu ropeos incluso desde antes de llegada de la modernidad, y fue una de las “ideas fuerza” del europeísmo, sustentada en la defensa de los derechos humanos. Dicha aspiración, tras largos siglos de enfrenta mientos bélicos, pudo alcanzarse mediante la construcción de la Euro
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Las dificultades vinculadas a la defensa del derecho que nos ocupa no radican únicamente en su praxis o en la potencial desvirtuación de su significado, como hemos apuntado. Que el propio reconocimiento de tal principio, así como su adaptación a los nuevos contextos no haya desembocado aún, a pesar de los avances, en la elaboración de un Pacto, Convenio, o Tratado internacional específico sobre la paz que permita ampliar las oportunidades de su defensa y promoción, representa uno de los principales retos en la actualidad.
18 María de la Paz Pando Ballesteros pa comunitaria que ha ofrecido a sus miembros el periodo más largo de estabilidad, aunque no exento de crisis de variado tipo, como muy bien explica el profesor Pérez Sánchez.
En ambos capítulos se señala la democracia como el marco idóneo para la consecución de las condiciones propicias para conseguir la paz. Sin embargo, de forma paralela a la consolidación de las insti tuciones supranacionales señaladas se mantenían en Europa regímenes dictatoriales que pese a no reconocer ni promover los derechos humanos nunca renunciaron al uso de dicha terminología, aunque vaciándola de contenido. En este libro se analiza el caso de la dictadura española, durante la cual Franco no dejó de apelar a valores universales, entre los que se encontraba la paz, cuyo significado fue adaptando al contexto sociopolítico de cada momento, como recurso justificativo y legitimador de sus actos. En la década de los sesenta, cuando la paz seguía resultando un eufemismo en la sociedad españo la, acostumbrada a vivir sin libertades, el Régimen realizó su mayor esfuerzo propagandístico lanzando la campaña de los XXV Años de Paz, con motivo del vigésimo quinto aniversario del final de la Guerra Civil, difundiendo un concepto de paz como sinónimo de prosperidad económica, de bienestar social y de estabilidad política y aprovechan do la oportunidad que tal efeméride podría brindarle para mejorar su imagen internacional, posibilitar un acercamiento a Europa y, al tiempo, divulgar las supuestas virtudes del Régimen, centrando el dis curso de dicha campaña en la paz como el mayor éxito del gobierno. No obstante, a pesar de los esfuerzos oficiales desde algunos espacios críticos al Régimen como la Revista Cuadernos para el Diálogo, se comenzó a desmotar el sentido de la paz franquista, y a denunciar al Régimen por sus reiteradas transgresiones a los derechos humanos.
Transgresión que se está repitiendo en la guerra de Ucrania, en la que las directrices del kremlin se siguen asentando en la masacre y la devastación como puede advertirse al cierre de este libro, cuando se
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IntroducciónEneste
sentido, los esfuerzos realizados por la Asamblea General han dado lugar a textos que incluyen reconocimientos parciales del derecho a la paz y que se han limitado a incluir referencias indirectas de la misma, o a considerar el sujeto titular del mismo de forma co lectiva, caso de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, de diciembre de 1960, en la que se hacía hincapié en la relación entre el derecho a la paz, a la libre deter minación de los pueblos, a la libertad y al respeto a la soberanía de los Estados por parte de las naciones colonizadoras. En 1978 se apro baba la Declaración sobre la preparación de las sociedades para vivir en paz y en 1984, la Declaración sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz en la que se recogía que la política de los Estados debe orientarse hacia la eliminación de la amenaza de la guerra, a la renuncia del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y a la resolución de las tensiones por medios pacíficos, pero sin reconocer plenamente el de recho a la paz tal y como un mundo globalizado precisa y donde los receptores del derecho quedaban limitados únicamente a los pueblos y no alcanzaban a los individuos. En muy pocos años las relaciones internacionales y los escenarios de poder darían un vuelco sin precedentes. La caída de la Unión So viética y el final de la Guerra Fría marcaban la llegada de nueva era, aunque alejada de la intención de mantener unas relaciones interna cionales pacíficas. Rusia no ha renunciado a extender su influencia a nivel global, provocando tensiones como la reflejada en el conflicto de Chechenia de los años noventa que, como afirma el Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid, el profesor Ricardo Martín de la Guardia, acabó convirtiéndose en uno de los más duraderos y sangrientos en la Europa de la segunda mitad del siglo XX. Analiza el profesor Martín de la Guardia, en el capítulo de su autoría en este libro, las dificultades de actuación de las organiza ciones internacionales durante los conflictos de postguerra fría en el antiguo espacio de influencia soviética, dada la enorme inestabilidad y conflictividad de la zona tras la pérdida de control del Kremlin, dificultades que se acentuaron durante las guerras de Chechenia en las que la conculcación a la población fue constante desde el inicio.
capítulo el autor analiza la contradictoria respuesta de la ONU, así como la de las instituciones europeas ante la responsabili dad de denunciar la flagrante violación de los derechos humanos que se estaba cometiendo en Chechenia y, por otro lado, la necesidad de seguir manteniendo relaciones con Moscú de quien Europa mantenía una innegable dependencia energética.
Como se anticipaba, las mujeres nunca fueron ajenas a la cuestión de la paz. La profesora, acreditada a Catedrática de Historia Contem poránea, de la Universidad Carlos III de Madrid, Monserrat Huguet, analiza en este libro la evolución de la relación entre las mujeres y la paz en los últimos siglos, partiendo del activismo de los colectivos de mujeres de finales del siglo XIX que eclosionó con motivo de la IGM, como pone de manifiesto su, ya citada, participación en el Congreso por la Paz organizado en abril de 1915, en la Haya, que desembocaría en la organización de la Women´s International League for Peace and Freedom (WILPF) en 1919, así como en la celebración de un nuevo
cumplen seis semanas de la invasión rusa del país, pudiéndose esta blecer no pocas comparaciones entre ambos conflictos, checheno y ucraniano.Eneste
20 María de la Paz Pando Ballesteros
Los procesos transicionales tras conflictos armados o largos pe riodos dictatoriales, en los que se produjeron violaciones sistemáticas de derechos humanos, acarrean una enorme complejidad a la hora de reconstruir las sociedades y establecer procesos de paz, no solo en los países que habían estado vinculados a la órbita soviética sino también en otros escenarios. A tal empeño atiende la denominada Justicia de Transición, o Justicia Transicional, y de su estrecha relación con la memoria y la paz se ocupa, en este libro, el capítulo de la experta en Derechos Humanos, Celma Tavares centrándose en el análisis del casoLalatinoamericano.autoraconsidera que los procesos de recuperación democráti ca en América Latina, después de las largas dictaduras militares que tuvieron lugar entre los años 80 y 90 del siglo XX, se agilizarían utili zando la memoria como camino para la implementación de la cultura de paz, modelo que coadyuvaría a la reconstrucción de la sociedad, a alcanzar un nuevo consenso de respeto a los derechos humanos y a la reparación integral de las víctimas, constituyendo, en su opinión, la pedagogía de la memoria un elemento potenciador de dicho proceso.