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LA TUTELA INTERNACIONAL DEL TRABAJADOR: CATEGORÍAS Y ESTRATEGIAS El “trabajo decente” como telón de fondo DAVID LANTARÓN BARQUÍN

enfoque laboral

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LA TUTELA INTERNACIONAL DEL TRABAJADOR: CATEGORÍAS Y ESTRATEGIAS El “trabajo decente” como telón de fondo

NORMAS DE LA COLECCIÓN: Consejo científico: José María Goerlich (Director) Ángel Blasco Pellicer Jesús R. Mercader Uguina Francisco Pérez de los Cobos Orihuel Remedios Roqueta Buj Admisión de originales: Los originales serán evaluados por el Consejo científico y sometidos a informe externo por expertos anónimos. Cualquiera de los evaluadores puede hacer observaciones o sugerencias a los autores, siempre y cuando el trabajo haya sido aceptado. Se comunicarán a los autores, en su caso, concediéndoles un período de tiempo suficiente para introducir las modificaciones oportunas.

LA TUTELA INTERNACIONAL DEL TRABAJADOR: CATEGORÍAS Y ESTRATEGIAS El “trabajo decente” como telón de fondo

DAVID LANTARÓN BARQUÍN Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Universidad de Cantabria https://orcid.org/0000-0002-7851-4066

tirant lo blanch Valencia, 2019

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© David Lantarón Barquín

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A la voluntad, a todas aquellas personas que alimentan la ajena como si fuera propia. A quienes te ayudan a crecer y te enseĂąan a amar.

Índice

I. GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA Y RELACIONES DE TRABAJO 1. BREVE APROXIMACIÓN A LAS SEÑAS IDENTITARIAS DE LA GLOBALIZACIÓN.................................................................................... 13 2. GLOBALIZACIÓN: “DESGOBIERNO” E INSUFICIENCIA DE LA RED DE GARANTÍAS.............................................................................. 24

II. SISTEMA DE FUENTES FORMAL Y SISTEMA DE FUENTES MATERIAL: LA EROSIÓN DE LA TERRITORIALIDAD DE LAS NORMAS. LA DOBLE COMPLEMENTARIEDAD PÚBLICO/PRIVADA Y “HARD LAW/SOFT LAW” 1. “DESTERRITORIALIZACIÓN”, “DESREGULACIÓN” Y OTRAS NOTAS DISTINTIVAS DE LA NUEVA ORDENACIÓN DE LAS FUENTES DE LA RELACIÓN DE TRABAJO..................................... 31 1.1. Aproximación a la nueva realidad normativa....................................... 31 1.2. Ensayo sobre las notas distintivas del “nuevo” sistema de fuentes........ 35 1.2.1. El acentuado pluralismo.......................................................... 35 1.2.2. La parcialmente deconstruida “inderogabilidad”..................... 36 1.2.3. La relativa “desterritorialización” normativa............................ 40 1.2.4. El aún ineficiente constitucionalismo multinivel..................... 42 1.2.5. La desequilibrada y no integrada relación público-privada..... 44 1.2.6. La presión dispositivizadora de la propia elección del derecho aplicable.................................................................................. 45 1.2.7. La excesiva inseguridad jurídica.............................................. 45 2. ACERCA DE LA GOBERNANZA PÚBLICA Y PRIVADA DE LA GLOBALIZACIÓN.................................................................................... 46 2.1. Aproximación a la cuestión.................................................................. 46 2.2. Algunas instituciones exponentes de la gobernanza privada de las relaciones de trabajo............................................................................... 53 2.2.1. Apuntes sobre Responsabilidad Social de la Empresa............. 53 2.2.2. Los Códigos de Conducta...................................................... 57 2.2.3. Los Acuerdos Marco Internacionales...................................... 62 2.2.4. Evolución y luces en la autoregulación.................................... 69

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III. ¿ES EL “TRABAJO DECENTE” EL NUEVO CANON INTERNACIONAL DE LOS ESTÁNDARES LABORALES? 1. INTRODUCCIÓN METODOLÓGICA................................................. 75 2. LA DIGNIDAD COMO FUENTE INSPIRADORA DE TODO SISTEMA DE TUTELA DE UNOS ESTÁNDARES INTERNACIONALES MÍNIMOS........................................................................................... 77 3. LOS DERECHOS HUMANOS Y DERECHOS HUMANOS LABORALES......................................................................................................... 83 3.1. Breve nota sobre la categoría “derechos humanos” y su caracterización...................................................................................................... 83 3.2. Derechos humanos laborales............................................................... 88 4. EVOLUCIÓN EN LA ACTUACIÓN DE LA OIT: DECLARACIÓN RELATIVA A LOS PRINCIPIOS Y DERECHOS FUNDAMENTALES EN EL TRABAJO Y DECLARACIÓN SOBRE LA JUSTICIA SOCIAL PARA UNA GLOBALIZACIÓN EQUITATIVA.................... 96 5. “TRABAJO DECENTE” IN EXTENSO.................................................... 104 6. DERECHOS HUMANOS Y DERECHOS FUNDAMENTALES LABORALES, “TRABAJO DECENTE” Y “GARANTÍA LABORAL UNIVERSAL”: RIQUEZA Y CONFUSIÓN TERMINOLÓGICA EN LA DEFENSA DE LOS ESTÁNDARES LABORALES MÍNIMOS.... 116

IV. OTROS MECANISMOS DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS LABORALES EN EL PLANO INTERNACIONAL 1. ACTUACIONES DESTACADAS DE LA ONU Y, EN ESPECIAL, DE LA OIT EN EL MARCO DE ESTE ESTUDIO.............................. 123 1.1. Breve aproximación conceptual........................................................... 123 1.2. Líneas de actuación de la Organización Internacional del Trabajo...... 125 1.2.1. Las cadenas mundiales de valor............................................... 126 1.2.2. Las zonas francas industriales................................................. 136 1.3. Actuación en otros ámbitos de Naciones Unidas................................. 140 1.3.1. Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y Trabajo Decente............................................................................................. 140 1.3.2. Los Principios Ruggie............................................................. 143 2. LA ACTUACIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA...................................... 151 2.1. Los Acuerdos Internacionales de Comercio e Inversión: aproximación general a la cuestión social en los mismos.................................... 152 2.1.1. Líneas de actuación laboral en relación con estos tratados...... 152 2.1.2. Tipología y someras reflexiones sobre las cláusulas laborales.. 157 2.2. Unión Europea y Tratados de Inversión: reflexiones adicionales a partir de tres supuestos............................................................................. 169

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2.2.1. Introducción: la competencia de la Unión Europea................ 169 2.2.2. El TISA.................................................................................. 174 2.2.3. El Acuerdo Económico y de Comercio Global entre Canadá y la Unión Europea................................................................. 176 2.2.4. Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión................... 180 2.3. Informes extra financieros................................................................... 190

V. RECAPITULACIÓN Y CONCLUSIONES 1. SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y SU GOBERNANZA....................... 197 2. EL REPOSICIONAMIENTO DEL SISTEMA DE FUENTES Y, MÁS ALLÁ DE ÉSTE, DE LA ORDENACIÓN DE LAS RELACIONES LABORALES..................................................................................... 201 3. SOBRE LAS LÍNEAS INTERNACIONALES EN LA TUTELA DE LOS DERECHOS LABORALES I: EL PROGRAMA DE TRABAJO DECENTE.................................................................................................. 205 4. SOBRE LAS LÍNEAS INTERNACIONALES EN LA TUTELA DE LOS DERECHOS LABORALES II: ACUERDOS DE COMERCIO E/O INVERSIÓN Y ACTUACIÓN DIRECTA O IRRADIADA SOBRE LA EMPRESA................................................................................... 211

VI. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................... 219

I. GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA Y RELACIONES DE TRABAJO 1. BREVE APROXIMACIÓN A LAS SEÑAS IDENTITARIAS DE LA GLOBALIZACIÓN La internacionalización1, fruto de la movilidad de personas y de capitales que a la sazón determinara la creación de las organizaciones internacionales, se acentúa enormemente con la globalización o mundialización de la economía.

Expresión ésta, la de “globalización”, manida. Pero que sucintamente hace referencia a un proceso iniciado en los años 80. Un proceso que ha afectado la forma en que bienes y servicios son producidos a nivel mundial. Y que ha resultado posible gracias a la fragmentación del ciclo productivo y su dispersión geográfica global, sirviendo al interés de las empresas por maximizar los beneficios deslocalizando la producción a “lugares donde mano de obra barata y no sindicalizada está disponible y las condiciones de trabajo (…) están lejos de los estándares alcanzados en los países industrializados”2.

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Internacionalización querida no sólo por los mercados sino expresamente por la normativa. Buen ejemplo de este “sincretismo” entre norma y economía es el RD 1797/2010, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento del Fondo para la Internacionalización de la Empresa (BOE de 20 de enero de 2011). Internacionalización de la empresa igualmente objeto de tratamiento en el Capítulo VI, arts. 66 y ss., de la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible (BOE de 5 de marzo de 2011) que toma como objetivo prioritario de la “política comercial española la internacionalización de las empresas y, en especial, de las pequeñas y medianas empresas y de los trabajadores autónomos”.

BUREAU FOR WORKERS’ ACTIVITIES (ACTRAV), International Workers’ Symposium on decent work in Global Supply Chains. Summary of main conclusions from the debate. Geneva, 15th-17th December 2015, epígrafe “background and general considerations”. Si bien es verdad que, más ocasionalmente, se apunta que esta mano de obra barata podría no estar sustentando ya la globalización sino otros beneficios como los tributarios lo que podría contribuir a explicar el auge de otros fenómenos como los tratados de inversiones o las zonas francas industriales (en adelante, ZFI).

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Existen diversas —y muy traídas— definiciones de lo que por tal se entiende. Todas ellas comprenden en su halo una serie de ideas: la mercantilización, difícil de cohonestar con la ciudadanía desmercantilizada que es la ciudadanía social; la deslocalización transnacional de la producción, fronteriza con las prestaciones transnacionales en Europa fomentadas por las libertades de establecimiento y prestación de servicios, y que encierra un riesgo de retorno erosivo de los estándares laborales de los países de origen; el dumping social, externo e interno; y un movimiento de personas hasta cierto punto separado de los “test de necesidades económicas”, incluyendo los del mercado laboral.

En una aproximación más técnica y ahondando en detalle, el Considerando de la Declaración de la OIT sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa (en adelante, DJSGE), de 2008, manifiesta que “se caracteriza por la difusión de las nuevas tecnologías, los flujos de ideas y capitales, el intercambio de bienes y servicios, el incremento de los flujos de capital y financieros, la internacionalización del mundo de los negocios y sus procesos y del diálogo y, asimismo, una mayor circulación de personas, especialmente de trabajadores”.

Partiendo de esta caracterización es relativamente fácil coincidir en sostener la distinción entre una «dimensión personal» y una «dimensión comercial» de la globalización, considerando que siempre “gira en torno al elemento extranjero subjetivo y su repercusión en el tráfico jurídico interno”. Un elemento extranjero que debiera conllevar —más bien, probablemente ha de conllevar— la aplicación de otro régimen jurídico aunque no siempre suceda así3. Globalización que favorece la segunda en tanto en cuanto pone en cierta medida en riesgo la dimensión personal, “derriba las fronteras para los mercados y capitales y construye

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Ante “la ausencia de actividad probatoria y el desconocimiento del mismo por parte de los operadores jurídicos conducirán en no pocas ocasiones, a la aplicación de nuestro derecho. Realidad que choca con la norma de derecho interno contenida en el artículo 12.6 del Código civil que establece la obligatoria aplicación de oficio de las normas de conflicto”. URREA SALAZAR, M. Una perspectiva históricojurídica de la globalización, Revista Aranzadi Unión Europea, num.12/2014, epígrafe I.

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nuevos muros contra las personas (…) y debilita los derechos y los deberes positivos”4.

En idéntica línea se mueven las tres señas distintivas, según Thrift5, de la globalización: la resultante “ilegibilidad”, o dificultad de comprensión o lectura de un “mundo hiperactivo”; el crecimiento de la mercantilización de todas las esferas de la vida; y la “hipermovilidad”. Mercantilización que por sí sola conlleva ya una cierta pugna, como mínimo conceptual, que no únicamente, con la tutela de los derechos laborales, pues la generación de derechos que nos interesa viene a consagrar la idea de una “ciudadanía social”. La idea, en definitiva, de una ciudadanía de la desmercantilización6, como voluntad de “ir más allá del reconocimiento de los derechos formales de los ciudadanos como meras posiciones jurídicas individuales independientes de las condiciones reales necesarias para su realización social efectiva”7.

Desde la perspectiva comercial, se señala que “en el ámbito de la regulación del comercio internacional, son las personas físicas y jurídicas las que actúan en un mercado global y las que se encuentran en el origen

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VIDAL GIL, J., “Las raíces del Estado Social en la Unión Europea”, Revista Europea de Derechos Fundamentales, ISSN 1699-1524, núm. 20/2º semestre 2012, p.

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THRIFT, N., “A hyperactive world”. En JOHNSTON, RJ, TAYLOR, PJ y WATTS, MJ (eds), Reprinted in revised form in Geographies Of Global Change. Remapping the world, Oxford, Blackwell Publishers, 2002, pp. 29 a 42.

Expresión que corresponde a LANTARÓN BARQUÍN, D., “Estándares laborales internacionales en la era de la globalización”, Trabajo y Derecho n. 28, 2017, p. 40. Así, desde nuestro plano interno pero extrapolable a realidades semejantes “pese a reconocer el marco de la economía de mercado…el individuo como ciudadano tiene frente al Estado un conjunto de expectativas o pretensiones que éste está obligado a realizar o satisfacer. La ciudadanía social es una herramienta de desmercantilización de la convivencia puesta en manos de los ciudadanos por la Constitución Española del 78. De todos, pero especialmente de aquellos que más lo necesiten. En este sentido, es una Constitución comprometida con la dignidad de la persona”. VAQUERO DEL POZO, P., Mejorar las pensiones. Más allá del Pacto de Toledo, Editorial El viejo topo, ISBN 9788495224149, pp. 64-65.

Manifestación realizada por la doctrina a renglón seguido citada en esta nota en relación con nuestro Estado Social y su consagración constitucional pero perfectamente extrapolable. J.L. MONEREO, “La política de pensiones entre Estado y Mercado”, en AA.VV. Pensiones públicas: ¿Y mañana qué?, Ariel, 1996, p. 42.

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del fenómeno de globalización”8. La globalización conlleva la deslocalización de la producción9 en una búsqueda continua por aunar tecnología punta con bajos costes laborales directos e indirectos10; la creación de un mercado financiero global único que opera día y noche, lo que equivale, se ha dicho, al “fin de la geografía” (R. Obrien); el nacimiento de un nuevo pluralismo jurídico de naturaleza transnacional que cambia la situación de los agentes jurídicos11; y, en cualquier caso, cuanto menos la regionalización del Derecho del Trabajo, que constituye uno de los motores que inciden tanto en su configuración actual12como en la de la propia Seguridad Social13.

“Deslocalización” que normalmente invoca la que trasvasa mediante un traslado empresarial las fronteras nacionales14. De hecho, el propio Consejo Económico y Social Europeo define ésta en su Dictamen sobre «Alcance y efectos de la deslocalización de las empresas», de 14 de julio de 2005, como «fenómeno que consiste en el cese, total o parcial, de una actividad, seguida de su reapertura en el extranjero como una inversión directa».

Si bien no debe olvidarse la existencia de una fenomenología que, aunque no idéntica en su naturaleza, genera parcialmente efectos jurídicos que merecen una pareja atención. Nos referimos en concreto,

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URREA SALAZAR, M. Una perspectiva histórico-jurídica…, epígrafe I. G. BESSE, “Mondialization des échanges et droits fundamentaux de l’homme au travail: quel progés aujourd´hui”, Droit Social, núm. 11, 1994, p. 844. Apud APARICIO TOVAR, J., “Los derechos sociales ante la internacionalización económica”, en MONERÉO PÉREZ (Coord.), La reforma del marco normativo del mercado de trabajo y el fomento de la contratación indefinida: puntos críticos, Granada (Comares) 1999, p. 19.

No es, pues, de extrañar la existencia de comparativas por países sobre costes de creación o establecimiento de empresas, páginas web ilustrativas de la realidad, tales como: http://www.doingbusiness.org/data/exploretopics/labor-market-regulation.

En este sentido, véase MERCADER UGUINA, J.R., “Sistemas de fuentes y globalización”, REDT, núm. 119,2003, pp. 667 a 690.

Una reflexión general al respecto en ROMAGNOLI, U, “Globalización y Derecho del Trabajo”, RDS, núm. 5, 1999, ISSN 1138-8692, pp. 9 a 20.

APARICIO TOVAR, J., “Los derechos sociales ante la…”, p. 19.

SASTRE IBARRECHE, R., «Deslocalización de empresas (reflexiones desde la perspectiva iuslaboral)», RDS, núm. 32, 2005, pp. 11 y ss.

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como señala la doctrina, a que “con el trasfondo de estas libertades de establecimiento y de prestación de servicios en la UE, las normas comunitarias también favorecen el desplazamiento temporal de trabajadores para atender encargos o compromisos de actividad a todo lo largo y ancho del arco europeo, práctica ésta que no equivale exactamente a la deslocalización pero que mantiene con la misma una sutil relación, ya que permite a las empresas fijar su residencia o centro de operaciones en el país más ventajoso desde el punto de vista de sus obligaciones jurídicas y sus relaciones institucionales, sin perder por ello oportunidades de negocio en los restantes países”15.

Deslocalización entre cuyos efectos destacan los siguientes: la reducción de las posibilidades de vida y de desarrollo en la zona de partida, realidad que puede contribuir al desarrollo de otras zonas pobres o menos privilegiadas del planeta; el traslado de las empresas o iniciativas empresariales hacia zonas o regiones del planeta en las que los niveles de tutela de los trabajadores están muy por debajo de los estándares occidentales; y que puede, además, generar un efecto «rebote» o de regreso, la tentación de reducir los estándares legales en los países de origen, para de esa manera tratar de frenar ese tipo de movimientos empresariales16.

Globalización que, se afirma, ha generado efectos tan negativos como el incremento alarmante de la tasa de ausencia del trabajo por enfermedad y una transferencia de trabajos poco cualificados y de procesos de producción a bajo coste a países menos desarrollados17.

Sobre este citado “efecto de regreso”, se afirma como hecho que “cuando las empresas comienzan a cruzar los confines nacionales, ciertas instituciones nacionales fundamentales para la tutela de las condiciones de trabajo, como la negociación colectiva (…) que tradicionalmente garantizaban condiciones de trabajo seguras y humanas han iniciado

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GARCÍA MURCIA, J., “Deslocalización y tutela de los derechos sociales: la perspectiva europea”, Relaciones Laborales, núm. 6, sección crónica internacional y comunitaria, 2007, p. 1159 y ss., tomo 1, apartado IV. GARCÍA MURCIA, J., “Deslocalización y tutela…”, apartado III. CASALE, G., “Efficacia del Diritto del Lavoro e ruolo dell’Ispezione del Lavoro”, Rivista Italiana Diritto del Lavoro, fasc.2, 2013, pp. 301 y ss. Cita epígrafe 3.

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un lento declive”18. Aunque quizás debamos pensar en la necesidad de adaptar esta negociación colectiva para encarar la realidad empresarial en su dimensión actual, no en el declive de la institución sino en el de una forma de concebirla, como más adelante se verá haciendo referencia a realidades aún incipientes.

Deslocalización que se ha afrontado a través de distintas vías: frecuentemente, junto a las habituales acciones de conflicto industrial, mediante la presión a los poderes públicos del lugar, con la demanda de ayudas o subvenciones capaces de animar a los gestores empresariales a una reconsideración de sus planes; ocasionalmente, transigiendo “en cuestiones relativas a la organización y contraprestación del trabajo”; mediante el desarrollo complementario en los países occidentales de “toda una «cultura» de la reestructuración”; y a través de la exigencia de unas condiciones de trabajo dignas para quienes prestan sus servicios en las zonas de destino de los procesos de deslocalización, fundamentalmente con la llamada «cláusula social». Recursos en cuya instrumentación en el ámbito europeo cumple un importante papel “el refuerzo de los instrumentos de participación y de diálogo social”19.

Globalización que determina o acelera exponencialmente un proceso de reordenación de la forma en que bienes y servicios son producidos a nivel mundial. E incisivamente afecta, en consecuencia, a las relaciones de trabajo. Si bien, hace años al menos, parecía “no haber llegado a conformar un mercado de trabajo mundial”, afirmándose que el mercado de trabajo se sigue presentando muy fragmentado, como “un mercado económico-productivo global que ha hecho menos cerrados los mercados de trabajo nacionales en cuanto que inciden en ellos las aperturas de los mercados y las posibilidades de transferencia de la producción”20.

Y desde luego el mercado económico mundial es una realidad, si no existente, mucho más cercana y arraigada que un, por el momento —

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CASALE, G., “Efficacia del Diritto del…”, cita epígrafe 3.

GARCÍA MURCIA, J., “Deslocalización y tutela…”, apartados III y V. RODRÍGUEZ-PIÑERO Y BRAVO-FERRER, M., “Los cambios en el mundo del trabajo y su respuesta jurídica”, Relaciones Laborales, núm. 9, editorial, 2007, año XXIII, pp. 113 y ss., tomo 1, página 3 de la edición digital.

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entiendo— meramente hipotético si bien plausible, mercado de trabajo mundial.

Además, tal y como manifestara el informe del Director General de la OIT, “Cambios en el mundo del trabajo”, presentado en la Conferencia Internacional de Trabajo de 2006, la globalización «no está creando suficientes puestos de trabajo, los países se ven cada vez más envueltos en una “lucha” para conseguir los que se crean». Es decir, el desempleo se presenta como el gran problema mundial, fortaleciéndose el fantasma del «dumping social».

Dumping que “no deja ser una consecuencia de la globalización, que finalmente viene incluso a condicionar su propia existencia y desarrollo”21. Dumping social que se hace necesario afrontar.

Y que hace de los reglamentos comunitarios antidumping un trascendente instrumento normativo22 frente —desde la óptica UE— al dumping externo. Toda vez que, en el seno de la propia UE, es decir frente a un eventual dumping social interno, los notables cambios que desde finales de la década de los años 80 se han producido en la actuación de las directivas evidencian que “la finalidad atribuida a la armonización funcionalista ya no persigue sólo ni tanto combatir las eventuales prácticas de dumping social entre los Estados miembros cuanto asegurar la liberación de los mercados, suprimiendo los monopolios públicos y privados”23.

Unión Europea que constituye, en definitiva, “un ámbito especialmente expuesto a las operaciones de deslocalización o traslado de empresas, no ya hacia otras zonas del planeta más ventajosas desde el punto de vista de la producción o el comercio, sino también hacia aquellos 21

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LÓPEZ AHUMADA, J.E., “Trabajo Decente y Globalización en Latinoamérica: una alternativa a la desigualdad laboral y social”, Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos-Universidad de Alcalá, versión digital, ISSN: 1989-8819, nº 98, mayo 2017, p. 21.

Cuya última versión es el Reglamento 2016/1036/UE, de 8 de junio, del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a la defensa contra las importaciones que sean objeto de dumping por parte de países no miembros de la Unión Europea (DOL, 30 de junio).

VALDÉS DAL-RÉ, F., “Soft law, Derecho del trabajo y orden económico globalizado”, Relaciones Laborales, núm. 4, editorial, 2005, tomo 1, p. 7 edición digital.

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países o regiones que, aun perteneciendo al mercado europeo, presentan niveles más bajos en términos de costes, salarios o estándares sociales”24.

La globalización, interpretada como movimiento de personas, como migraciones, parte de la debida consideración de su nacionalidad como elemento determinante de “la existencia de un régimen jurídico específico, y en definitiva de lo que en la doctrina de derecho internacional privado se denomina estatuto”25. Una nacionalidad fría, al margen de flujos migratorios históricos y del origen, acaso en las sociedades modernas desarrolladas, de su causa26. El impacto de las migraciones internacionales en la globalización es evidente partiendo de meros datos estadísticos. Y, más allá de éstos, constituye una preocupación originaria en la OIT, amén de ser objeto de atención de la norma comunitaria e interna27.

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GARCÍA MURCIA, J., “Deslocalización y tutela…”, apartado IV. URREA SALAZAR, M. “Una perspectiva histórico-jurídica…”, epígrafe I. Globalización migratoria que, se afirma, no comenzó a manifestarse en España hasta finales de la década de los 80 del pasado siglo y aún con posterioridad, con la recepción de población fruto de nuestro desarrollo político, social y económico (epígrafe II). Migración que es un fenómeno voluntario frente al fenómeno obligado que puede conferir el estatuto de refugiado y consiguiente asilo (epígrafe III).

Un análisis sobre este particular en CHOMSKY, N., “Crises of Immigration”, United Nations University Institute on Globalization, Culture and Mobility. Annual Guest Lecture, Barcelona, Spain, 5-XI-2016.

Según el BM en el año 2010 el número de migrantes asciende a 215,8 millones (2,3% de la población del mundo), aproximadamente la mitad migración femenina, y un 7,6% refugiados. EE.UU., Rusia y Alemania son los tres países principales de destino; y México, India y Rusia, los tres países principales de origen. España ocupa el séptimo lugar entre los países de destino, con unos 6,9 millones de inmigrantes registrados en su territorio. Estos datos no reflejan el porcentaje de la población inmigrante. Los países con un mayor número de migrantes son Qatar, Mónaco y Los Emiratos Árabes, que cuentan con más de 70% de la población inmigrante. La OIT calcula que cerca de la mitad de todos los migrantes abandonan sus países para mejorar su situación laboral, es decir, casi el 90% de todos los migrantes son los trabajadores migrantes y sus familiares”. Trascendentales son los Convenios OIT números 97 y 143 sobre los trabajadores migrantes, el primero centrado en la igualdad de trato entre el trabajador migrante —en situación regular— y el nacional y el segundo en el problema de la migración irregular, predicando respecto de los mismos los derechos fundamentales en el trabajo. Convenios que no parecen alcanzar el nivel de protección de los trabajadores migrantes