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homenajes & congresos

homenajes & congresos CLAUDIA ELENA DE BUEN UNNA JOSE MARIO DE LA GARZA MARROQUÍN

Desde finales del siglo pasado, las mujeres han empezado a intervenir de manera importante en las áreas científicas, sociales y culturales, e indujeron y alentaron los cambios legislativos en favor del género.

Esta visión ha dado luz a una parte ciega de nuestra legislación y ha provocado modificaciones en la percepción del derecho, gracias al esfuerzo de hombres y mujeres conscientes de la necesidad de tener una sociedad más incluyente.

Haber reunido a catorce mujeres abogadas expertas en diferentes áreas del conocimiento, que comparten su vivencia profesional desde una perspectiva de género, fortalece el trabajo iniciado por quienes las preceden y el de las nuevas generaciones. Su aportación en las diferentes especialidades jurídicas, genera un nuevo paradigma en la concepción del derecho, que complementa lo ya dicho.

EL DERECHO DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO

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EL DERECHO DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO

CLAUDIA ELENA DE BUEN UNNA JOSE MARIO DE LA GARZA MARROQUÍN

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EL DERECHO DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO

COMITÉ CIENTÍFICO DE LA EDITORIAL TIRANT LO BLANCH María José Añón Roig

Javier de Lucas Martín

Ana Cañizares Laso

Víctor Moreno Catena

Catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia Catedrática de Derecho Civil de la Universidad de Málaga

Jorge A. Cerdio Herrán

Catedrático de Teoría y Filosofía de Derecho. Instituto Tecnológico Autónomo de México

José Ramón Cossío Díaz Ministro de la Suprema Corte de Justicia de México

Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot

Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

Owen Fiss

Catedrático emérito de Teoría del Derecho de la Universidad de Yale (EEUU)

José Antonio García-Cruces González

Catedrático de Derecho Mercantil de la UNED

Luis López Guerra

Juez del Tribunal Europeo de Derechos Humanos Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III de Madrid

Ángel M. López y López

Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Sevilla

Marta Lorente Sariñena

Catedrática de Historia del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid

Catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política de la Universidad de Valencia Catedrático de Derecho Procesal de la Universidad Carlos III de Madrid

Francisco Muñoz Conde

Catedrático de Derecho Penal de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla

Angelika Nussberger

Jueza del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Catedrática de Derecho Internacional de la Universidad de Colonia (Alemania)

Héctor Olasolo Alonso

Catedrático de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario (Colombia) y Presidente del Instituto Ibero-Americano de La Haya (Holanda)

Luciano Parejo Alfonso

Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III de Madrid

Tomás Sala Franco

Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Valencia

Ignacio Sancho Gargallo

Magistrado de la Sala Primera (Civil) del Tribunal Supremo de España

Tomás S. Vives Antón

Catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Valencia

Ruth Zimmerling

Catedrática de Ciencia Política de la Universidad de Mainz (Alemania)

Procedimiento de selección de originales, ver página web: www.tirant.net/index.php/editorial/procedimiento-de-seleccion-de-originales

EL DERECHO DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO

CLAUDIA ELENA DE BUEN UNNA JOSE MARIO DE LA GARZA MARROQUÍN LETICIA ALEJANDRA DE NICOLÁS SALDAÑA MAYRA ETERNOD ARÁMBURU HILDA GARCÍA ISLAS LIGIA CLAUDIA GONZÁLEZ LOZANO LAURA RANGEL HERNÁNDEZ ADRIANA HEGEWISCH LOMELIN

ANA MARÍA KUDISH CASTELLÓ PATRICIA KURCZYN VILLALOBOS MARGARITA BEATRIZ LUNA RAMOS JANNINE OLIVEROS BARBA MARÍA TERESA PAREDES HERNÁNDEZ SILVIA EUGENIA ROCHA TORRES LAURA MARÍA ESTHER RODRÍGUEZ MACÍAS MARGARITA ZAVALA

Ciudad de México, 2018

Copyright ® 2018 Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación sin permiso escrito de los autores y del editor.

En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant lo Blanch México publicará la pertinente corrección en la página web www.tirant.com/mex/

© Claudia Elena de Buen Unna Jose Mario de la Garza Marroquín

© EDITA: TIRANT LO BLANCH DISTRIBUYE: TIRANT LO BLANCH MÉXICO Río Tiber 66, Piso 4 Colonia Cuauhtémoc Delegación Cuauhtémoc CP 06500 Ciudad de México Telf: (55) 65502317 infomex@tirant.com www.tirant.com/mex/ www.tirant.es ISBN: 978-85-9169-925-5 MAQUETA: Tink Factoría de Color Si tiene alguna queja o sugerencia, envíenos un mail a: atencioncliente@tirant.com. En caso de no ser atendida su sugerencia, por favor, lea en www.tirant.net/index.php/empresa/politicasde-empresa nuestro procedimiento de quejas.

Responsabilidad Social Corporativa: http://www.tirant.net/Docs/RSCTirant.pdf

Índice Presentación.............................................................................................. 9 DE BUEN UNNA, Claudia Elena y DE LA GARZA MARROQUÍN, José Mario

Prólogo..................................................................................................... 13 LUNA RAMOS, Margarita Beatriz, Ministra

La inconstitucionalidad, por discriminación, del artículo 288 de los códigos civiles federal y de la Ciudad de México.................................................................. 17 DE BUEN UNNA, Claudia E.

Necesidad de armonizar normas convencionales en materia familiar, en México.. 39 RODRÍGUEZ MACÍAS, Laura María Esther

Maltrato a la mujer en las relaciones de pareja............................................... 61 KUDISCH CASTELLÓ, Ana María

Juzgar con perspectiva de género................................................................... 79 PAREDES HERNÁNDEZ, María Teresa

Acciones afirmativas................................................................................... 85 ZAVALA, Margarita

Casos relevantes en materia de equidad de género............................................ 93 OLIVEROS BARBA, Jannine

Derecho al libre desarrollo de la personalidad.................................................. 115 HEGEWISCH LOMELÍN, Adriana

Consecuencias de la aplicación del estatuto personal a las mujeres indígenas ¿Mexicanas?: Artículo 2 constitucional......................................................... 159 GONZÁLEZ LOZANO, Ligia Claudia

Igualdad y no violencia: en construcción....................................................... 183 ETERNOD ARÁMBURU, Mayra

Una mirada a la violencia obstétrica............................................................. 217 RANGEL HERNÁNDEZ, Laura

Discriminación de la mujer en las sociedades mercantiles y civiles...................... 273 DE NICOLÁS SALDAÑA, Leticia Alejandra

Género: la utilidad de la transparencia......................................................... 279 KURCZYN VILLALOBOS, Patricia

Inclusión financiera................................................................................... 305 ROCHA TORRES, Silvia Eugenia,

El reto de la mujer en la Administración Pública federal y su marco jurídico....... 341 GARCÍA ISLAS, Hilda

Presentación Cuando Luis Ernesto Miramontes desarrolló en México la primera píldora anticonceptiva, a mediados del siglo pasado, es poco probable que hubiese imaginado la forma en la que, con su invento transformaría por completo el rol de la mujer en el mundo moderno. Gracias a su consumo, la mujer pudo comenzar a planear su maternidad y definir su tiempo para integrarse al mundo académico, laboral y político.

Aquellas que antes se dedicaban solamente al hogar y al cuidado de los hijos, fueron descubriendo su vocación, sus capacidades y su anhelo de estudiar y de trabajar, combinando su profesión con la vida familiar.

En otras palabras, decidieron desarrollar una vida propia.

Al hacerlo, han ido provocando la modificación de las estructuras sociales, políticas y laborales, mediante reformas sustanciales en las normas jurídicas, destacando entre ellas la obligatoriedad de las llamadas “cuotas de género”, que forzaron su ingreso a diversos sectores que anteriormente no las incluían. Si bien, estas cuotas no son la solución ideal, han ayudado a que unas y otros consideren la posibilidad de participar conjuntamente en la vida productiva y política de este gran país.

Destaca también la reforma legal que obliga a los jueces a dictaminar con perspectiva de género, a pesar de la resistencia de un buen número de juzgadores y de la incomodidad que ello provoca a un importante sector de la sociedad.

Es una realidad que las mujeres han ido ganando espacios y —a un ritmo más lento que el deseable— hoy ocupan cargos importantes en el gobierno e iniciativa privada. Sin embargo, también lo es que la gran mayoría de las mujeres obtienen menos ingresos que los hombres por los mismos puestos, y que no se les permite ocupar ciertos cargos que les son reservados a ellos. Por otra parte, al considerar la maternidad como un factor de interrupción de la actividad laboral, los empleadores suelen preferir a los hombres sobre las mujeres para cargos similares.

Hombres y mujeres somos iguales ante la ley y cualquier diferencia que se base en el sexo es discriminatoria; nuestras capacidades son semejantes, pero tenemos una forma diferente de percibir la realidad; ni

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Claudia de Buen Unna

mejor, ni peor, solo diferente y nos complementamos a la perfección unas y otros.

Por los factores antes mencionados, pero también como consecuencia de un sistema educativo familiar y escolar anacrónico que promueve estas diferencias esencialmente inexistentes, muchas mujeres tienden a creer que no poseen la misma capacidad que los hombres. Es por ello indispensable, cambiar su cosmogonía y ayudarlas a esforzarse para vencer el temor a perder su empleo si llegasen a embarazarse o convertirse en madres.

Una mujer trabajando en un equipo jurídico suele aportar todo su esfuerzo y sumar al éxito, pero cuando muchas de ellas cooperan en la consecución de un fin común, en verdad logran cambios sustanciales; su voluntad es muy fuerte y su energía unida logra enormes transformaciones.

En la abogacía dominan los hombres. Los grandes despachos están conformados en su mayoría por ellos y hay pocas mujeres que llegan a ser socias. No obstante, hay muchas abogadas, asociadas o pasantes que desempeñan una labor fundamental para la firma.

También la Barra Mexicana, Colegio de Abogados se compone mayoritariamente de hombres, pero cada vez son más las mujeres que se afilian y participan en ella activamente.

Este libro ha sido escrito por mujeres que tienen en común ser abogadas y barristas; mujeres que comparten su responsabilidad familiar con la laboral —con todas las complicaciones que ello conlleva, especialmente cuando hay hijos— y se sacrifica el tiempo con ellos en aras del desempeño profesional, el cual suelen cumplir con excelsitud, gracias al particular compromiso que suelen contraer con las principales actividades de su vida.

Ellas saben que su trabajo redunda en una mejor sociedad y en un mejor país. También comparten la lucha por demostrar que son capaces, confiables, expertas y responsables, y que pueden llegar a ocupar altos cargos en sus centros de trabajo.

Tantos elementos en común y una visión femenina como pioneras en el ejercicio de esta incomparable profesión en nuestro país, nos inspiró a escribir un libro, invitando en este primer volumen a catorce especialistas de diferentes ramas del derecho, para conocer su visión y

Presentación

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enriquecernos con su percepción, experiencia y conocimientos de la rama jurídica en la que se desempeñan.

En este tomo, bajo el título de : El Derecho desde una perspectiva de género, participaron abogadas de casi todas las áreas; expertas en derecho familiar y civil, en la defensa de los derechos de la mujer y en áreas de la administración pública, entre otras.

CLAUDIA ELENA DE BUEN UNNA

JOSE MARIO DE LA GARZA MARROQUÍN

Prólogo “El Derecho desde una perspectiva de género” Es para mí un honor la invitación a prologar esta obra colectiva “El Derecho desde una perspectiva de género”, muestra de la convicción de las abogadas y académicas por alcanzar la anhelada igualdad de género.

El aprecio y cercanía que siempre he mantenido con la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, se suman a la satisfacción que significa para mí dar cuenta de esta obra, producto de la colaboración de sus barristas del grupo de trabajo de igualdad de género, encabezadas por la Maestra Claudia E. de Buen Unna, es de gran agrado percatarme que la perspectiva de género empieza a ser foco de atención para nuestras colegas, desde todas las trincheras.

Nada me da más gusto que corroborar que esta agenda, que es común a todas las personas, día a día se fortalece, se discute, se reflexiona en torno a ella; que estamos dando un paso adelante, de la abstracción conceptual a la aplicación práctica de lo que implica, alcanzando un punto de encuentro: la convicción en la necesidad de incluir la perspectiva de género en todo el ámbito del Derecho, como una exigencia consubstancial al principio de igualdad que debe prevalecer en toda sociedad democrática.

Todo esto indica que vamos avanzando: la agenda de igualdad ha logrado apuntalarse como uno de los grandes pendientes de nuestros tiempos y los trabajos en todas las esferas, incluyendo la nuestra como abogados y abogadas, se han dirigido a abonar a esa meta.

El ritmo que hemos logrado imprimir en esta tarea y los avances alcanzados, no está todavía al nivel de nuestras expectativas; sin embargo, el camino andado demuestra que hoy día existe una mayor visibilidad y sensibilización de las desigualdades de género que prevalecen en los distintos ámbitos de la vida pública de nuestro país y en el espacio doméstico.

Debemos redoblar esfuerzos y en este sentido, el trabajo colectivo que con orgullo se me permite introducir, estoy cierta constituye una aportación de gran valor. La suma de talentosas mujeres abogadas que abordan tópicos de la mayor actualidad, bajo distintos enfoques que

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Margarita Beatriz Luna Ramos

enriquecen la visión y comprensión de la perspectiva de género, como la vía para corregir la desigualdad y la discriminación contra la mujer.

Una de las inquietudes que percibo en nuestras destacadas autoras, apunta al largo camino recorrido desde principios del siglo pasado y a los muchos pendientes urgentes que deben atenderse en materia de género. Así también, una preocupación recurrente de lo que parece un camino sin fin, cuanto más tiempo y recursos se apuestan en la agenda de igualdad, los resultados parecen menores, pese a estar posicionada como una prioridad nacional e internacional de primerísimo nivel.

Comparto sus inquietudes y preocupaciones. Sin duda, son muchos los rezagos y aún no vemos cercano un mundo 50/50, lo que no implica que no haya un avance; uno, y muy importante, es la visibilización del problema y su sensibilización. Por tanto, aunque todo pareciera apuntar a un escaso éxito, esto no es así, en la medida en que hoy se percibe, se palpa la desigualdad. Estamos apenas logrando ver y entender la dimensión de este problema milenario, cuya magnitud había sido inexplorada, inatendida, desdibujada.

Aquí, la riqueza de esta obra, que lo aborda desde aspectos novedosos, en todas sus implicaciones, haciendo patente la urgencia de concientizarnos en lo que es la perspectiva de género y de llevarla a la práctica. Es apasionante percatarnos que desde esta nueva óptica nos es permitido analizar y reflexionar prácticamente en cualquier tema; incluso materias en las que pareciera difícil de abordar.

La obra que tiene el lector en sus manos nos muestra múltiples ejemplos de cómo es posible. Podemos ver aquí reflexiones en torno a casos de discriminación contra las mujeres en sociedades mercantiles, analizar cómo la educación financiera se convierte en una herramienta de empoderamiento de las mujeres, considerar una propuesta de creación de modelos de capacitación que fomenten la participación de mujeres en altos cargos empresariales, visualizar la construcción del andamiaje normativo de las mujeres en los diferentes ámbitos público y privado y como este se ha transversalizado en programas e indicadores específicos, de cumplimiento obligatorio para el Estado.

Por otra parte, en materias en las que resulta más evidente, que no más fácil, la aplicación de la perspectiva de género, sigue siendo novedoso el cúmulo de temas en los que no hay claridad en cómo hacerlo o de plano

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Prólogo

no existe; muestra patente se encuentran en las interesantes reflexiones en torno al libre desarrollo de la personalidad, al ciclo de la violencia en pareja, la violencia obstétrica, los alimentos en casos de divorcio y las restricciones impuestas, la deshumanización de los casos en los juzgados, los problemas de mujeres indígenas en los sistemas de usos y costumbres, los resultados de las cuotas en materia electoral, la importancia de la transparencia y el acceso a la información para que las mujeres puedan lograr una igualdad formal y sustantiva, las acciones para cerrar la brecha entre hombres y mujeres y los derechos humanos de las mujeres.

Todos los temas tratados no desde una óptica meramente femenina, sino desde la visión de mujeres abogadas, extraordinariamente preparadas, que asumen su abordaje jurídico en forma seria, profunda, informada, con la virtud de conducirnos en una reflexión en torno a los estereotipos de género en las normas, el Derecho, la cultura, la sociedad, la economía, en fin.

En suma, la obra constituye una exitosa labor de investigación, estudio y reflexión, a la que se adhieren el conocimiento y experiencia de expertas abogadas barristas, de probada trayectoria profesional: Adriana Hegewisch Lomelín, Alejandra de Nicolás Saldaña, Ana María Kudisch Castelló, Hilda García Islas, Jannine Oliveros Barba, Laura Rangel Hernández, Laura María Esther Rodríguez Macías, Ligia Claudia González Lozano, Margarita Zavala, María Teresa Paredes Hernández, Mayra Eternod Arámburu, Patricia Kurczyn Villalobos, Silvia Eugenia Rocha Torres y, por supuesto, su coordinadora, Claudia E. de Buen Unna.

Todas mujeres con una voz autorizada en estos temas, no solo por su excelencia profesional, sino porque constituyen vivo ejemplo del papel que hoy asume la mujer, son mujeres que han vencido obstáculos y que continúan haciendo camino, demostrando que la igualdad es esencia y no exigencia.

Celebro este magnífico trabajo colectivo. Un trabajo de actualidad, no de moda o posicionamiento. De interés no solo para los estudiosos del derecho, sino para cualquier persona que tenga el deseo de conocer y profundizar en el tema de la perspectiva de género, que a través de cada artículo podrá apreciar su significado y real alcance, en muy distintos ámbitos.

Mi reconocimiento a todas y cada una de las autoras.

MINISTRA MARGARITA BEATRIZ LUNA RAMOS Ciudad de México, diciembre de 2017

La inconstitucionalidad, por discriminación, del artículo 288 de los códigos civiles federal y de la Ciudad de México CLAUDIA E. DE BUEN UNNA A los hombres se les enseña disculparse por sus debilidades, a las mujeres por sus capacidades.

Lois Wyse

SUMARIO: I. INTRODUCCIÓN. II. LAS CONVENCIONES INTERNACIONALES ATINENTES A LOS DERECHOS DE LA MUJER. ANTECEDENTES DE LAS REFORMAS LEGALES. III. ANÁLISIS LEGAL DEL DERECHO ALIMENTICIO A FAVOR DE LA MUJER Y SU NATURALEZA JURÍDICA. IV. ANÁLISIS JURÍDICO DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL PRECEPTO POR DISCRIMINACIÓN. V. CONCLUSIÓNES. VI. BIBLIOGRAFÍA.

I. INTRODUCCIÓN A lo largo de los últimos años, las mujeres hemos ido ganando espacios que antes nos eran negados. La lucha ha sido costosa y difícil, y en realidad, sigue siéndolo. Por lo menos en la letra se ha reconocido a la mujer como un ente fundamental en la organización social y, por ende, se reconoce su derecho a disfrutar de las mismas prerrogativas que los hombres en todos los sentidos: políticos, sociales, jurídicos, familiares, culturales y laborales.

Pero la realidad es diferente: estamos muy lejos de llegar al objetivo de tener una sociedad con una verdadera igualdad de género en todos los ámbitos, y, lo que es peor, a muchas mujeres no les interesa que así sea. No están convencidas de querer la igualdad ante la ley y de facto, o bien porque viven en una situación cómoda, a pesar de depender de su cónyuge o de su pareja, o porque simplemente no conocen otra realidad, lo que no significa, que no sean discriminadas o que estén satisfechas en esa situación. Algunas más viven amenazadas por sus cónyuges y no se atreven a denunciar los malos tratos.

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Claudia E. De Buen Unna

Concientizar a las mujeres sobre su condición, empoderarlas y lograr que aquellas que sufren violencia familiar reciban los apoyos que requieren es fundamental. Y el Estado debe participar activamente en el apoyo.

En muchos países, hoy en día, las mujeres viven realidades dramáticas de discriminación y violencia. México no es la excepción. La realidad apabullante ha generado un movimiento internacional, iniciado a mediados del siglo pasado, tendiente a reconocer los derechos de las mujeres. Así pues, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, hace —por primera vez en la historia— un reconocimiento de los derechos humanos. Integra un catálogo de derechos que se consideran un ideal común para todos los países y los pueblos y que, independientemente de su historia y de su idiosincrasia, todas aquellas naciones deben adoptar e integrar a su legislación local.

Durante décadas[,] la Organización de las Naciones Unidas, ha tenido como carta de navegación la estrategia de la igualdad de género. Su mandato y los acuerdos históricos sobre la igualdad como la Declaración y Plataforma para la Acción de Beijing [debe decir Pekín], la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer de las Naciones Unidas y la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), entre otras que podríamos citar, son el reflejo del necesario fortalecimiento de las mujeres. Promover la igualdad entre hombres y mujeres y el empoderamiento de las mujeres, [sobra esta coma] representa[n] una inversión esencial para mejorar las condiciones económicas, sociales y políticas de las sociedades en su conjunto, además de ser pre requisito [debe decir prerrequisito] del desarrollo humano y un asunto cardinal de los derechos humanos.1

Reconocemos los enormes esfuerzos que se han hecho tanto a nivel internacional como en México y, de manera especial, en algunos estados de la República, como Ciudad de México y Estado de México, para generar normas jurídicas que permitan lograr el equilibrio que se antoja indispensable para recuperar la dignidad de las mujeres y habitantes de este gran país. Sin embargo, muchas disposiciones legales se han quedado truncas, o, teniendo buena intención, han sido contraproducentes o, incluso, simulando una protección a los derechos de las mujeres, han generado todo lo contrario: una desprotección preocupante, que es la materia de nuestro estudio.

1

Gasperín Elizondo, Macarita. Género. México, 2011, pp. VI.

La inconstitucionalidad, por discriminación, del artículo 288 de los Códigos civiles federal...

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Se ha hecho evidente que algunos de los legisladores, así como algunos juzgadores, no siempre están convencidos de que, en caso de divorcio, las mujeres merecen que le sean reconocidos sus derechos a gozar de una pensión alimenticia y de la compensación económica prevista en las normas jurídicas civiles o familiares. Pocos están realmente convencidos de ello y actúan en consecuencia.

Es necesario romper, primeramente, con la idea de que la mujer se debe al hombre y debe servir al hombre tal y como lo señalaba la Epístola de Melchor Ocampo,2 que hasta hace poco se leía obligadamente en las bodas civiles y que describe a la mujer como el ser débil que debe obediencia al marido.

Es necesario romper con los lastres jurídicos y sociales que privan a las mujeres de gozar los mismos derechos que los hombres, de ser compensadas por no tener las mismas oportunidades que sus cónyuges y de ser reconocidas en el trabajo que desarrollan en el hogar.

Es necesario generar acciones afirmativas, conocidas también como acciones de discriminación positiva, estableciendo políticas que compensen a las mujeres por la gran discriminación e injusticia social que viven en todos los sectores, hasta que deje de ser necesario.

Hay que empezar desde la casa, en la propia familia, donde se debe generar conciencia para que sean reconocidos los derechos de la mujer que se dedica al hogar y a cuidar al esposo y a los hijos de manera principal.

La igualdad solo puede [podrá] ser una realidad cuando la población tome conciencia de ella, lo que responde a la educación principalmente en concordancia con normas jurídicas apropiadas y eficaces. La cultura de la igualdad solo puede

2

“… Que el hombre, cuyas dotes sexuales son principalmente el valor y la fuerza, debe dar, y dará a la mujer, protección, alimento y dirección, tratándola siempre como a la parte más delicada, sensible y fina de sí mismo, y con la magnanimidad y benevolencia generosa que el fuerte debe al débil, esencialmente cuando este débil se entrega a él y cuando por la sociedad se le ha confiado. Que la mujer, cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y la ternura, debe dar, y dará al marido, obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe a la persona que nos apoya y defiende, y con la delicadeza de quien no quiere exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí mismo…” https://es.wikipedia.org/wiki/Melchor_Ocampo

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Claudia E. De Buen Unna prosperar cuando se inculca en el seno familiar y se hace exigible en el desarrollo de las relaciones en todos los ámbitos de la sociedad.3

El artículo 288 del Código Civil objeto de nuestro estudio, invita a seguir considerando a la mujer como una persona inferior y dependiente en muchos sentidos, pero, sobre todo, en el aspecto psicológico o patrimonial de su cónyuge o concubinario. Incluso se prevé que pase de la dependencia de uno a otro, con lo cual se le está discriminando de forma importante. Es una disposición discriminatoria y, por ende, inconstitucional y contraria al espíritu de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a las convenciones internacionales adoptadas por México.

A fin de adentrarnos en el análisis del tema, primeramente, haremos una revisión de las disposiciones legales nacionales e internacionales atenientes a los derechos humanos de las mujeres, y principalmente al derecho a la igualdad y no discriminación; y posteriormente, haremos el análisis crítico de la disposición legal debatida a la luz de la convencionalidad.

II. LAS CONVENCIONES INTERNACIONALES ATINENTES A LOS DERECHOS DE LA MUJER. ANTECEDENTES DE LAS REFORMAS LEGALES Sabemos que México ha tenido una importante participación al suscribir las diversas convenciones internacionales atinentes a los derechos humanos y que ha hecho reformas legales, tanto a la Constitución como a las leyes secundarias. Incluso se han promulgado normas jurídicas en cumplimiento de los compromisos internacionales. “En el entorno mundial […], nuestro país ha fortalecido su presencia bajo los principios fundamentales de soberanía, libertad y justicia, que determinan la organización social, la convivencia y armonía [en el] Estado”.4

3

Castañeda Rivas, Ma. Leoba y Patricia Kurczyn Villalobos. “Conciliación de las responsabilidades familiares y laborales”. Derechos humanos y equidad de género, de Patricia Kurczyn Villalobos. Porrúa y Facultad de Derecho de la UNAM. México, 2015, p. 50.

4 Lara Ponte, Rodolfo. Los derechos humanos en el constitucionalismo mexicano.

Porrúa. 2a. ed. actualizada, México 1998, p. 214.