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Tiempo de Poesía, 2019

La edición 2019, que arranca en Alcalá de Henares, cuna de Cervantes y por ello cuna de la literatura en lengua española, está dedicada a la poeta uruguaya Ida Vitale -“Premio Cervantes 2018”- en cuya obra puede apreciase su amor por las palabras junto a su amor por la vida; su compromiso social junto a la busqueda de la sutileza formal, conviertiéndose en un "antídoto contra la prisa y en un bálsamo contra la inquietud" .
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La poesía es el lenguaje de la delicadeza humana, una forma de consuelo y resistencia.
Cristina Penalba
A Ida Vitale
De algún modo te acostumbras al hambre como se cede al frío, casi en la somnolencia de los convalecientes. Y sin embargo atesoras en la mano una cuchara, una cuchara con la que puedes ver la nube y tanta lluvia. Por eso, por la sed, a la que llamas horror u holocausto, o puente astilla o tal vez una flor de óxido y de herrumbre, colocas la cuchara afuera y te comes el agua a dentelladas y te mojas la bocaa la espera del resquebrajamiento, de la fisura que te ayude a ver, a contemplar más allá de la lluvia.
Luis Luna



Sobrevida
Dame noche las convenidas esperanzas, dame no ya tu paz, dame milagro, dame al fin tu parcela, porción del paraíso, tu azul jardín cerrado, tus pájaros sin canto. Dame, en cuanto cierre los ojos de la cara, tus dos manos de sueño que encaminan y hielan, dame con qué encontrarme dame, como una espada,
el camino que pasa por el filo del miedo, una luna sin sombra, una música apenas oída y ya aprendida, dame, noche, verdad para mí sola tiempo para mí sola, sobrevida.
Ida Vitale (Palabra dada, 1 953 )


Punto y medida de las cosas
Los hijos de Abraham se devoran al fin y nos devoran al amparo de la noche –gritaron mientras los degollaban con la indiferente desesperación de los que están acostumbrados a sufrir–.
El hijo del carpintero –respondí– yace también muerto bajo una cúpula de cincuenta metros sin testigos –Buonarroti certificó su muerte–. En el espacio –dijo– ha quedado establecida de una vez para siempre la perfección de la nada y los gritos la circunvalarán inútilmente.
A las puertas de Argel o en las calles de Hebrón –y bajo la columnata de Bernini– los ancianos han derramado lágrimas de desaliento –con la indiferente desesperación de los que están acostumbrados a sufrir–.
Qué extraño siglo este para los hijos de Abraham–se decían unos a otros– no hemos aprendido gran cosa en Auschwitz.
Matías Escalera Cordero
(d e: Grito y realidad, 2008)


Mujeres de negro I
Las mujeres de negro, marionetas de la historia, caminantes de humo, buscan sus vástagos extraviados en la neblina
-no saben descender al reino de las sombras-
En su largo trasegar el viento borra sus huellas los guijarros, restos de fósiles de antiguos océanos, hoy lamas finas, penetran en las plantas de sus pies desnudos alimañas vuelan sobre sus cabezas
Las mujeres de negro, disfrazadas de plañideras, susurran eternas letanías sus responsos petrificados agobian al aire
-eco que atraviesa universosresuenan en las cumbres chocan contra las rocas recorren praderas navegan en la cresta de rápidos imaginados por un mítico jaguar errante eterno de las entrañas de la tierra
Berta Lucia Estrada
(Vestigios del tiempo, 2019 )


Mujeres de negro II
Las mujeres respiran la noche van tras el paraíso perdido de Milton, el paraíso judeocristiano les dio la espalda, aunque lo buscaron con mil linternas de aceite en las desoladas noches de los cuadros de Van Gogh
Sus atajos, guijarros de desamparo,
-en los que se tropieza el futurodevoranlos pies a dentelladas
La luz tropieza con la sombra se diluye en la neblina oculta el pasado cierra puertas
Berta Lucía Estrada
(Vestigios del tiempo, 2019. )

Desasosiego
Me falta el aire, se me escapa en suspiros.
Me agota verte sin mirarte.
Mi paciencia expira, muere en la eterna espera de tus labios.
Mi alma ansiosa se rebela, me urge a buscar tus cálidos brazos.
Salva las distancias: que el allá sea aquí.
Verónica Zamora Jiménez

Este mundo
Sólo acepto este mundo iluminado cierto, inconstante, mío. Sólo exalto su eterno laberinto y su segura luz, aunque se esconda. Despierta o entre sueños, su grave tierra piso y es su paciencia en mí la que florece. Tiene un círculo sordo, limbo acaso, donde a ciegas aguardo la lluvia, el fuego desencadenados. A veces su luz cambia, es el infierno; a veces, rara vez, el paraíso.
Alguien podrá quizás entreabrir puertas, ver más allá promesas, sucesiones. Yo sólo en él habito, de él espero, y hay suficiente asombro. En él estoy, me quede, renaciera.
Ida Vitale(Cada uno en su noche, 1 960)


Bajo mi piel
¡Hay tatuajes, bajo mi pielque siguen aún grabados,huellas de tu insano cariño!
¡Hay miedo, pariendo miedoque amamantados, cada día,crecen, dejándote sin espacio!
¡Hay quemaduras profundasen carne viva, cicatrices aúndel horror que sigue libre!
¡Hay lágrimas, cada noche,pesadillas reales, con el sol,golpes de amor incontables!
¡Hay tanto dolor y angustia,que tras haber huido lejos,cada paso, parece ser tuyo!
¡Hay gritos que no salieronsigue sangrando mi bocade apretar tanto los dientes!
¡Hay condenas que no llegan,mientras, yo, estoy condenada,malvivo entre rejas invisibles!
¡Hay hijos que no entienden,madres, con voz temblorosa,en manos de jueces y letrados!
¡Hay expertos e informes mil,midiendo el dolor ajeno y mío,con su mente estrecha y rancia!
Aurea Loira


La palabra
Expectantes palabras, fabulosas en sí, promesas de sentidos posibles, airosas, aéreas, aireadas, ariadnas.
Un breve error las vuelve ornamentales. Su indescriptible exactitud nos borra.
Ida Vitale (Oídor Andante, 1 972.)
La nieve aquieta pisadas sorbos que el aire atiere diminutos casi invisibles. Pierde el pájaro en algún lugar su canto
Lourdes de Abajo



Luz y vida
La luz empuja la persiana con la fuerza de una niña recién parida. Un círculo deambula entre la cortina temblona, semejante en redondez a la brillante luna.
El café negro y frío, las palabras en una sola línea, me dibujan sin ser impacientes, tan solo anhelan lo azul, ternura tiempo de sus ojos, principio eterno al aroma de flores que entra del patio de afuera.
Absorbo el café del consuelo, la razón despierta, sin estar despierta. Pero no se engaña solo por ser engañada, pues ya no permite que al tornillo de la locura se le dé otra vuelta.
Trémulos párpados abiertos, luz y vida.
Anabel Pérez Pizarro


Salmo
Alaba lo que no conocespor tu esperanzay aun por tu mirada de hoy,
creyente de la hermosura que muchos desdeñan; alábalo por inconcebible, por la constancia de sus absurdas disposiciones. El itinerario de tu viaje brevemente infinito traza un dibujo que sólo tú no entiendes, pero no te amotines.
En el ruidoso vacío de su centro caerás, trasmutable semilla, cuando la hermosura y la esperanza ensimismadas finen.
Ida Vitale (Jardín de sílice, 1 980 )

Mujer
Mujer: El mundo se rinde, a tus pies.
El amor en ti florece.
Regresa, regresa que yo te esperaré con un ramito de rosas entre mis manos.
Marcos R. Pavón



Lo que te doyme inunda
en tu caudalme confundome disuelvo
y juntostodos
en las aguasde las aguasde las aguas
solo un río.
Andrea V. Orduna
Cronólogo
Me cuestan los horarios siempre me costaron pareciera que no encajo en la métrica del tiempo
quizás entendí temprano la forma de la no forma de lo que anda despacio de la mano de lo eterno.
Andrea V. Orduna



Cada vez que me aferro al roce de tus ojos y sobrevivo a la mordedura que te crece en los huesos, siento lo que es el miedo. Cada vez que envuelvo tu sexo con mis manos, estoy más cerca de mi soledad, y me muero un poco, refugio mis mejillas en el ruedo de tu vientre y la ola del dolor, por la mañana, me recorre toda y me adentra, allí, donde oscurece.
Y no, no es del todo cierto que te ame, es que veo la muerte iluminándome la espalda.
Cristina Penalva

Exilios
…tras tanto acá y allá yendo y viniendo.
Francisco de Aldana
Por años, disfrutar del error Están aquí y allá: de paso, en ningún lado. Cada horizonte: donde un ascua atrae. Podrían ir hacia cualquier fisura. No hay brújula ni voces.
Cruzan desiertos que el bravo sol o que la helada queman y campos infinitos sin el límite que los Vuelve reales, que los haría de solidez y pasto. La mirada se acuesta como un perro, sin siquiera el recurso de mover una cola. La mirada se acuesta o retrocede,
se pulveriza por el aire si nadie la devuelve. No regresa a la sangre ni alcanza a quien debiera.
Se disuelve, tan solo.
Idea Vitale (Procura de lo imposible, 1 998)


Ser todo al tiempo
Ser humana y mujer, ser todo al tiempo, abrir y destapar tu esencia, única, tuya, desplegar libre las alas al amanecer, con los ojos bien abiertos y expectantes! ¡Poeta siempre, poeta, sin mordazas con matices, entre versos la vida, el derecho a respirar sin que me pisen, a caminar de noche y día, sin miedo! ¡Ser humana y mujer, ser todo al tiempo, dibujar el camino a cada paso que doy, sin amores que duelan y hagan daño, perdones en rosas, golpes en morado! ¡Víctimas convertidas en números, encogidas por el término género, la violencia, es violencia sin matices, basta de maquillaje y negarles justicia!
¡Ser humana y mujer, ser todo al tiempo, con igualdad de oportunidades verdadera, tenemos lenguaje, sí, inclusivo, de regalo rodeadas, sí, de realidades excluyentes! ¡No pertenecer salvo a una misma siempre vivir como quieres, sin ser cuestionada, elegir, cuándo, cómo, donde quiero estar, ser agua cantarina y no grito ahogado!
Aurea Loira


Reunión
Érase un bosque de palabras, una emboscada lluvia de palabras, una vociferante o tácita convención de palabras, un musgo delicioso susurrante, un estrépito tenue, un oral arcoiris de posibles oh leves leves disidencias leves, érase el pro y el contra, el sí y el no, multiplicados árboles con voz en cada una de sus hojas. Ya nunca más, diríase, el silencio.
Ida Vitale (Oídor Andante, 1 972.)

La noche es la viuda, la huérfana, la hermana del hijo pródigo y el hijo pródigo también. La noche es el nombre no dado, es la gran fingidora del silencio y de la hora. La noche vuela por el mundo para que alguien pueda llorar. La noche corre hacia la luna para no desaparecer cabeza abajo. Es parir entre ruinas y barro, es el eco puesto en cruz. Es un caballo negro vestido de hielo perpetuo. Es, cuando la tierra nos ignora.
Cristina Penalva

Te lanzaré al mundo
Te lanzaré al mundo,al mar, al abismo.
Quiero que tu luzenvuelva todo estoque mis ojos ven.
Asísabré que eres puro,así sabré que eres eterno,así sabré que eres verdad.
Tu desnudez se alza ante mícomo un cuerpo de mujer.
Me tocas el alma y yo no puedo creer que te pude sentir.
Marcos R. Pavón

Residua
Corta la vida o larga, todo lo que vivimos se reduce a un gris residuo en la memoria. De los antiguos viajes quedan las enigmáticas monedas que pretenden valores falsos. De la memoria sólo sube un vago polvo y un perfume. ¿Acaso sea la poesía?
Ida Vitale (Procura de lo Imposible, 1 998)

Viaje al sur
Las horas van igualándose al camino, acoplan mi mirada al gran ventanal. Me entrego al cristal, lo creo misterio, cielo azul; tierra, jardín de epopeyas; asombroso matiz en detalles.
Aquí, el terruño; allá, los verdes y amarillos; más allá, el horizonte innovando la luz. La cordillera tiene vértice de sombra, reflejo intemporal gris o negro.
En lo alto, arriba en lo alto, el cielo devuelve las alas a un águila imperial, se aleja en el pulso del aire, se hace invisible, Viaje y vida continúan, surgen sin límites.
¡Deprisa!… Por los bordes de hierro, el sol de agosto somnolienta los ojos. La respiración se fija a la botella de agua, al papel, al bolígrafo y a la incapacidad de cambiar en la hoja imágenes por palabras.
Pueblo blanco, cal y adobe, torre campanario, olivos y sol, olor alelí, atardeceres del sur. Busco el móvil para recoger el momento, disparo, negativo, negativo, otra vez… Negativo.
Tres veces, cuatro veces, cinco veces, renuncio… La luz tan blanca es enemiga del cristal y la imagen. Vuelvo otra vez a la hoja, garabatos, muro en blanco.
Horas y distancia, raudal de colores,crepúsculo.Las imágenes llegan a término.
Anabel Pérez Pizarro

Fortuna
Por años, disfrutar del error y de su enmienda, haber podido hablar, caminar libre, no existir mutilada, no entrar o sí en iglesias, leer, oír la música querida, ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio, medida en cabras, sufrir gobierno de parientes o legal lapidación. No desfilar ya nunca y no admitir palabras que pongan en la sangre limaduras de hierro.
Descubrir por ti mismaotro ser no previstoen el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
Ida Vitale
(Trema, 2005)


Ver, oír y callar
Acaso es que eras sordo y nunca oíste los gritos de dolor de la mujer que llora, cada día, al otro lado de esa pared, delgada, transparente, que separa tu hogar del que es su infierno. Tal vez es que eras ciego y nunca viste las huellas de los golpes en su cara. Tampoco ayer sentiste su mano en tu antebrazo, leve gesto que fue señal de alarma, ni el miedo que, a su paso, inundó la escalera.
Finalmente hoy, mudo como eres, no sale una palabra de tu boca que le sirva de ayuda.
Aunque ya es tarde: el cadáver ha sido levantado.
Matías Muñoz
(Un temblor compartido, 2019 )


Río
Caminaré sobre el ríoLo haré desnuda,Desnuda de recuerdos, miedos y augurios.
El río se delita con los cuerpos leves.¿Vacía a dónde iré?
Las olas me darán indicios, las piedras quizás.
Ya sé, seduciré al cauce con mi silueta, Lo volveré loco con mi voz, me convertiré en su amante de madrugada, y me dejaré llevar por él a la calma del remanso o a la furia de la cascada.
Isabel Pañi Damian
Abrir palabra por palabra el páramo, abrirnos y mirar hacia la significante abertura, sufrir para labrar el sitio de la brasa, luego extinguirla y mitigar la queja del quemado
Ida Vitale
Trema, 2005


Tiempo de Poesía
Edita:Proyecto Leer es un Derecho
Coordinación y Edición digital: Antonio Ureña
Poemas: Luis Luna (España) Matías Escalera (España) Berta Lucía Estrada (Colombia) Verónica Zamora Jiménez (México) Aurea Loira (España) Lourdes de Abajo (España) Anabel Pérez Pizarro (España) Cristina Penalba (España)
Andrea V. Orduna (Argentina) Marcos R. Pavón (España) Matías Muñoz (España) Isabel Pañi Damian (Ecuador)
Portada Alberto Peña Morales
(“compartiendo muros”)
Fotografía Antonio Ureña


Tiempo de Poesía by Antonio Ureña is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en leeresunderecho.ga
La Publicación Electrónica “Tiempo de Poesía” es una aventura colectiva que, formando parte del Proyecto de colaboración internacional “Leer es un Derecho”, busca en la palabra una herramienta de resistencia capaz de transformar los muros de silencio y aislamento que se levantan a nuestro alrededor para mantenernos ajenos una realidad cada vez más opresiva, mediante la creación de espacios para la reflexión y el intercambio colectivos.