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La Jigar, Lledías
Pilar Ojeda
Familia Pesquera García (Argentina)
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Juan Pesquera
María Esther García
José Luis
José Luis
José Luis
Familia Díaz Pesquera (México)
José Díaz Buergo
Amalia Pesquera
Familia Cerezal Pesquera (Francia/España)
Santos Cerezal
Carmen Pesquera
José Manuel y Rosario
José Manuel, Bárbara
Amalia y Nicolás Valassi
Amalia, Irina
Ana María y Eduardo Gurría
Ana, Paula, Marina
Jerónimo
Joaquina María
Luis Fernando y Ana Cangas
Joaquín, Alvaro, Luis
Familia Pesquera (Argentina)
Emilio Pesquera Elva
Cristina
Emilio
Ana Lía
Familia Ojeda Pesquera (México)

José Ramón Ojeda Inés Pesquera
María Inés y Enrique Boils
José María, Juan Pablo
Matti, Thiago
María del Pilar y Fakher Abdallah
Alia
Juan José y Maria del Carmen Portilla
María del Carmen, Natalia, Juan José
María Teresa y Walter González
Lucas, Sabina
María Paz y Ermanno de Lucca
Giuliano, Gaia
María Paz y Demetrio Melchor
Simón
José Ramón y Belén Galnares
Santiago, Iñaki, Jimena
Familia Cadoni Pesquera (Francia/España)
Luis Cadoni Teresa Pesquera
Sylvie y Gustavo Berbes Blanco
Gustavo, Gonzalo, Inés











José Ramón y María Inés se casaron por poder el 15 de diciembre de 1956































El tatarabuelo Santos Cortina procedía de una familia campesina de Lledías. Un día, viniendo de Burgos, en Torrelavega hay un lugar que se llama 4 caminos. Cuando llegó ahi les dijo a los compañeros “aquí me despido, voy al puerto, si hay un barco, me voy a embarcar. Le dices a la muyer. Si no hay barco, por ahí llego”.
Amalia murió de fiebre puerperal a los cinco días de dar a luz, el día 1 de julio de 1904, a los 36 años de edad. Joaquina se fue con su padre a México. Vivió en Pachuca, Hidalgo durante la Revolución Mexicana por 9 años.
Llegó a Veracruz, y todo el dinero que traía lo echó en lotería, porque de nada le servían los reales. Le tocó el premio gordo en oro. Mandó traer a la mujer, y a sus dos hijos, a mi abuela Amalia y al tío Joaquín que estaba casado con tía Paz, del Chalet. (alrededor de 1890).
Durante la Revolución Mexicana, Pancho Villa mandó a soldados a buscar comida a la casa de Martin Fernández.
Mi abuelo les dijo, llévense todo lo que quieran pero respeten a mi gente. Pancho Villa le fue a dar las gracias, apreciaba que siendo “gachupín” cuidara a su gente. El abuelo le dijo que cuando necesitara comida sólo mandara a buscarlos, y así se hicieron amigos.
Martín Fernández, padre de Joaquina nació en Piedra, Asturias. Vivía en Pachuca. Trabajaba en las minas, y ahí conoció a Amalia Cortina, con quien se casó.
Martín quiso volver a México con la niña. Llegaron los billetes para la niña Joaquina y para el abuelo Martín, pero él se lo ofreció a la tía Paz que se había quedado viuda, que el esperaría al siguiente barco.
La Jigar fue construída a finales del siglo XIX por los padres de Amalia, nacida en Lledías. Después de ganar la lotería y viajar por México regresaron a Lledías donde construyeron una casa en la Ería de la Jigar, que fue registrada en 1900.
Fue en ese tiempo, mientras esperaba su boleto para viajar que le dió tifoidea y se murió, el 10 de marzo de 1917 en Pachuca a los 52 años. Joaquina quedó huérfana de madre y padre, con su abuela.
Joaquina nació el 26 de junio de 1904 en la Jigar, Lledías. Hija de Martín Fernández y Amalia Cortina.
Cuando muere la abuela, Joaquina se queda a cargo de su madrina, la tía Rita Fernández que crió también a su otro ahijado, el tío Enrique, hijo de Generosa Fernández.
Rita murió de tuberculosis cuando Joaquina tenía 11 años. A Joaquina la internaron y Enrique vino a México.
Joaquina estuvo con las monjas ursulinas en Oviedo, donde aprendió francés. Cuando muere la tía Rita quedó a cargo de su tutor, Cecilio Campo, que la internó en el colegio de monjas de Cobreces, Cantabria, donde aprendió pintura, bordado y todas las labores que una señorita bien debía saber en la época, hasta fumar...
Joaquina dio de comer con su molino a muchas familas. Con la harina de maíz se hacían tortos y borona, alimento base de aquella época. Por cosas como esta era una mujer muy querida y respetada. Todo el mundo le llamaba “la señorita” y más tarde “la señora”.
Cecilio Campo le robó la mayor parte de su fortuna.
A los 18 años se casó por imposición de su tutor con Alvito, 24 años mayor que ella, el día 3 de mayo de 1923.
Todos sus hijos emigraron: Juan y Emilio a Argentina, Inés y Amalia a México, Carmen y Tere a Francia.
El abuelo Alvito era alcalde de Posada cuando empezó la Guerra Civil Española.

En agosto de 1936 lo detuvo el bando republicano y lo tuvieron detenido 9 días en la capilla de Lledías.
A la abuela Joaquina le decían que al día siguiente lo iban a liberar. Lo fusilaron junto con Angel Inguanzo en Berbes, Ribadesella, el 29 de agosto de 1936, Guerra brincó del coche y se salvó, y fue él quien les contó la historia. Tuvo que esconderse toda la guerra en una chimenea. Joaquina quedó viuda con 6 hijos a los 32 años.
Entre las propiedades de Joaquina estaba el molino de harina en San Antolín de Bedón. En la postguerra, con la escasez de comida proliferó el estraperlo (venta en mercado negro a precios muy altos).
Infiesto
Academia Práctica de Comercio e Idiomas
SAN ANTOLIN de BEDÓN
A las 7:00 am nos levantabamos para ir a misa. Después de misa pasabamos a desayunar.
De 9:00 am a 2:00 pm tomabamos clases, como dibujo, mecanografía, pintura. Yo (Inés) nunca quise tomar piano.
A las 2:00 salían las externas, nosotras ibamos a comer y teníamos una hora de recreo.
Las monjas eran de media clausura. Ellas comían después de nosotras y tenían el dormitorio al lado de donde tomabamos el recreo.
Nos llevaban a un salón mientras ellas dormían la siesta.
Cuando llegaban las de la calle nos daban costura y las clases extras en ese salón.
Cosíamos hasta las 5:00
Bajabamos a la capilla a rezar el rosario. Yo le ayudaba a la monja a prender las velas y hacer lo de la sacristía, poner todo en orden para el cura.
La hermana Isabel era la maestra de párbulos, y era mi protectora. Cuando terminaba el rosario, las externas salían por la puerta de la calle y nosotras salíamos hacia el colegio. Entrabamos a merendar y teníamos otro rato de recreo.
Después, a veces nos tocaba lavarnos el pelo, los sábados, y hacíamos los deberes.
A las 8:00 ibamos a cenar, recreo y para la cama.
Es un antiguo convento de monjes benedictinos construido a principios del siglo XIII sobre otro anterior probablemente del siglo XI. Perteneció a la familia Pesquera Fernández. La iglesia se encuentra desacralizada (sin culto). El Monasterio de San Antolín de Bedón se levantó en la desembocadura del río Bedón, próximo al mar y a la costa.
La fundación se mezcla con la leyenda. Según ésta Munio Rodríguez Can tío del Cid Campeador, encontrándose de caza por estos parajes hirió a un jabalí y cuando estaba a punto de rematarlo este se revolvió contra él y le lanzó una llamarada de fuego por la boca. Impresionado nuestro personaje y atribuyendo el suceso a un hecho divino, decidió fundar un monasterio en honor a San Antolín (que por cierto es abogado contra el fuego). Los primeros datos documentados que tenemos proceden del año 1205 (siglo XIII) cuando un abad de este monasterio de nombre Juan comenzó las obras de construcción de un nuevo convento.
José Pesquera García, padrino de Juan Pesquera, estuvo interno en Burdeos con el suegro de Franco. Tuvo dos hijos con el ama de llaves. Nunca se casó.
Adquirió San Antolín en 1870, después de que se fueron los frailes franceses que lo habitaban. Anteriormente venían a veranear a San Antolín, niños de Francia. Después, cuando la Guerra, iban los hijos de los mineros a veranear con sus maestros.
José Pesquera García lo compró al propietario francés con la condición de que deshiciera la iglesia e hiciera una iglesia en Naves. El no quiso deshacer la iglesia, pagó una pequeña iglesia en Naves. Antes los de Naves, Posada, Niembro, Bricia iban a misa a San Antolín.
Juan Pesquera (abuelo de Inés) heredó de su padrino toda la finca, el molino y el monasterio de San Antolín de Bedón.


La familia Pesquera Fernández heredó la parte de Juan, de madrina y padrino (Pilar y Pepe, los dos hermanos sin hijos). A Juan Pesquera Fernández le heredaron el Molino y 27 areas. El resto se heredó a los otros 5 hermanos.
Actualmente pertenece a Tere Pesquera y a la familia
Berbes Cadoni.