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La muerte en el teatro o morir por hacer teatro

Por Rafael Perrín*

La muerte siempre va de la mano con el teatro. La razón por la que me dedico más al teatro que a cualquier otra disciplina artística, es precisamente porque muere.

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Tenemos dos horas para dar vida y después para enterrar los recuerdos de la función. En esas dos horas, tienes que volverte inmortal en el corazón de los espectadores. Todavía recuerdo a Carlos Ancira en el Diario de un Loco, a German Robles en Ricardo III y a Manolo Fábregas en el Violinista en el Tejado, y esas obras solamente las ví una sola vez. Por eso es que la muerte también vive en el teatro. Y qué decir de La Dama de Negro en donde la muerte “mata” de terror a los espectadores. La muerte no solo llega a los personajes sino también a los actores que los representan. Cuando al final de la función el actor llega a su camerino y se quita el vestuario y el maquillaje de su personaje, “entierra” al mismo en el recuerdo de su memoria haciendo cada función única e irrepetible como la vida misma. Al salir todos los actores, el teatro se suma a esta muerte improvisada, efímera. Con una luz de “trabajo” como mudo testigo del duelo del silencio, en medio de los ecos de los aplausos y los vítores de unas butacas aisladas en la oscuridad.

El milagro de la resurrección se da en la siguiente función, nuevamente todo cobra vida, el teatro cobra vida, la obra cobra vida, los espectadores dan la vida y los actores recuperan la vida. La muerte ha sido vencida nuevamente en el teatro. Ahora ella es la muda testigo del triunfo del sueño, de la vocación, de la evocación a lo irrepetible, tan efímero como un aplauso, como un segundo, como un suspiro. Vamos tan efímero... como la muerte en el teatro.

Rafael Perrín es director de más de 30 obras teatrales, entre las que destacan La Dama de Negro y Esquizofrenia. Como actor ha participado en mas de 20 obras, En televisión ha dirigido mas de 20 programas y telenovelas, Nosotros los guapos y Lorenza bebe a bordo, En radio tiene mas de 35 años colaborando en el programa de Janett Arceo, La mujer actual en radio Fórmula. Como Maestro y conferencista ha creado el nuevo taller de vida Actuar no es cosa de actores, con alumnos de Estados Unidos, Colombia y México.