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Tamara Contreras Landeros
La forma que le asigno a mis obras es a partir de lo que no queremos ver como sociedad Busco llamar la atención al espectador, con el objeto de sensibilizarlo en torno al abandono y los conflictos sociales actuales e históricos.
Transfiero elementos que se integran como propios y simbólicos de los lugares que cumplan esa dualidad, para luego resignificarlos en una obra. He desarrollado mi obra en fotografía, tanto digital como análoga, al igual que pintura, escultura e instalación.
Mis intereses tienen como propósito rescatar formas que logren asociarse a las problemáticas locales. Por ello, previamente realizo un trabajo de investigación para comprenderlas y, sobre todo, para sentirlas.
Tamara Contreras Landeros
22º
2022
Palos de pino en bruto, tornillos 412 x 361 x 347 cm
Esta obra se centra en la estructura social de la vivienda de emergencia, un espacio de 10 m2, que tanto abundan en los campamentos y en las tomas. Extraje de su contexto un objeto concreto y simbólico, que representa la escandalosa desnudez de las viviendas. La investigación fue realizada en el campamento Villa Las Loicas de la comuna de San Antonio.
El ángulo en el cual se fijó esta vivienda tiene relación directa con la inclinación natural de 22º, que se forma en los cerros de San Antonio, y así lograr que la base permanezca nivelada, por lo que se insertó esa característica en la obra. El ingreso a esta vivienda se dificulta por la inclinación de los pilotes, de igual modo que caminar sobre la estructura que representa metafóricamente a las personas que deben vivir en ellas. La desnudez, liviandad y las frías formas geométricas transmiten la precariedad de los palos de pino, sujetos a través de clavos o tornillos.
La mediagua es el lenguaje común y primordial que tienen las tomas y campamentos; pero a la vez, también son diferentes entre ellas, la lucha de sus habitantes es a partir de pequeños fragmentos, que se reúnen en torno a la problemática común: el no tener una vivienda sólida. Ellos forman una comunidad, un fin, que son el sentido y expectativas conjuntas entre sus miembros, el poder habitar en una vivienda digna.
La obra muestra la subsistencia y precariedad que viven a diario los vecinos, representada en la falta de capas de abrigo en los muros.





Contexto de obra: La investigación reflexiona en torno al aumento sostenido de campamentos, desde el estallido social en el año 2019 y la pandemia de COVID-19 hasta la fecha. En el Catastro Nacional de Campamentos 2020-2021, se indica que entre los años 2019 y 2021 el número de familias viviendo en campamentos aumentó en un 73,52%, y un 20.32% el número de asentamientos.
El nudo central se concentra en el campamento Villa Las Loicas, que cuenta con una superficie aproximada de 27 hectáreas y surge en el año 2017. Si bien la entrada al campamento es por el Sector de Bellavista/Brasil, comuna de San Antonio, gran parte de la superficie se encuentra ubicada en la comuna de Cartagena. Villa Las Loicas, es uno de los campamentos más grandes de la provincia de San Antonio, en él viven cerca de 900 personas.
La ubicación del campamento, al localizarse en las alturas, rodeando los cerros, provoca que los habitantes sean fuertemente golpeados por los temporales de lluvia y vientos, y el consiguiente ingreso del frío, agua y barro a sus precarias viviendas. El abrigo de los hogares, que en general corresponde a mediaguas o viviendas de emergencia, consiste solamente en una estructura de pino y placas de OSB (tablero que se obtiene a presión y calor de virutas de madera encoladas) o internit (fibrocemento).

Las problemáticas de la vivienda digna están sintetizadas como estructura social, en esta armazón de 2,5 x 4 x 2,3 metros

Delimitación
2020
Registro Fotográfico Toma El Coral | San Antonio
La fotografía invita a un recorrido visual a través de los lampazos, como una secuencia lineal, que van cambiando de tonalidad según las luces y sombras que reciben, al igual que la arena. El cerco pareciera que tuvieran un “efecto dominó”, de la misma manera que el aumento de tomas de terreno que se expandieron por todo el país. A la derecha de la imagen, en primer plano, se puede ver un alumbrado público color gris, ligeramente inclinado hacia la izquierda. Al lado izquierdo de la foto, al fondo, se distingue una mancha, color amarillo neón, pero no es posible describirla mejor, puesto que el registro no lo permite. Otra característica que se puede observar es que la superficie es de arena fina oscura.
Contexto de obra: Toma El Coral (Ampliación El Coral 407). Corresponde a una de las primeras tomas surgidas luego del estallido social de octubre de 2019, comprende 57 sitios loteados y en la actualidad gran parte de ellos están con construcciones. Este terreno se ubica frente al Cementerio Parroquial de San Antonio. Cabe señalar que, a fines de diciembre de 2020, se firmó un contrato de arriendo y futuro compromiso de compraventa, con los dueños del predio. De esta forma, los habitantes de esta toma, se transformaron en el primer comité en llegar a un acuerdo con los propietarios.
En esta imagen, se puede visualizar una síntesis de las políticas públicas en viviendas que representan las casi 6000 tomas loteadas. Los terrenos de las tomas están delimitados con cercos hechos a partir de lampazo (corteza de los árboles, subproducto) y pallets usados, las uniones fueron realizadas con clavos.

Toma Cerro 18
2019
Instalación, estructura de acero pulido | Dibujo al muro con grafito 125 largo x 54 alto x 40 cm ancho.
Una escalera de tres peldaños y un descanso. La parte posterior de esta armazón, al quedar en altura, se apoya en un fierro. La estructura es de acero pulido y denota una forma geométrica. Sobre esta escalera y descanso, se puede apreciar que la superficie está cubierta de diferentes texturas con capas en aguadas de pintura. En algunas partes se ven texturas craqueladas y lisas de color gris, como también texturas finas y gruesas de arcilla en tonos cafés. A continuación, y como parte de este objeto, está dibujada, con grafito sobre el muro, una escalera en perspectiva que se pierde en lo infinito.
La obra hace una reflexión visual en Chile, en torno a la segregación social presente en la actualidad, su existencia concreta y, al mismo tiempo, su negación. En estos momentos el neoliberalismo ha rebalsado los índices de desigualdad en Chile, gatillando una crisis social, económica y política, que ha sido la más grande desde la dictadura militar. Uno de los factores que gatillan el estallido social son las políticas públicas respecto a las viviendas sociales, que han contribuido a aumentar los índices de desigualdad. La escalera permite reflexionar, en su condición de objeto-símbolo, en torno a la desigualdad y segregación social, logrando una asociación metafórica con las problemáticas del abandono y los conflictos sociales actuales e históricos.



Contexto de Obra: En un sector de Lo Barnechea –una de las comunas más ricas del país- se ubica la toma del Cerro 18 Sur, en donde residen actualmente 54 familias, cuyos integrantes originalmente vivían como allegados en casas de parientes en el mismo lugar. La toma les ha permitido continuar viviendo cerca, manteniendo sus trabajos y relaciones sociales, por lo que les resulta primordial buscar una solución habitacional definitiva en el sector. No obstante ello, la Municipalidad ha intentado en múltiples ocasiones sacarlos por la vía judicial, en vez de generar una solución que implique para ellos poder optar a una vivienda digna dentro de la comuna.

Diariamente, y para llegar a sus viviendas, los “pobladores”, y no los “vecinos”, como se autodenominan los demás habitantes de la comuna profundizando la segregación, suben y bajan más de 100 escalones de una precaria escalera autoconstruida. En paralelo y a pocos metros de la escalera, el año 2016 se construyó un moderno ascensor de uso gratuito durante su marcha blanca. Cuando sea la entrega oficial, será pagado por su uso, lo que en la práctica obligará a los pobladores a volver a utilizar la escalera remarcando la brecha social que los margina en su andar. Desde la Municipalidad, indican que el ascensor fue construido para dar conectividad a los pobladores, sin embargo, también conduce en forma directa a la Virgen del Carmen, una nueva atracción turística de la común, inaugurada el 2018.

Gingerbread
2019
Instalación site-specific e intervención pública Estructura de pino, forrada con placas de OSB aglomerado 245 x 300 x 80 cm
La obra intervino un espacio dentro del Campamento Haitiano (Maipú) con una estructura de techo de dos aguas y forraje con planchas de zinc. En el primer plano sobresale una forma particular de curva y que le otorga movimiento al pórtico, curvas limpias, que contrastan con la calidad del material.
A partir de la reflexión en torno a lo que es para un inmigrante la latente importancia del arraigo cuando se está en otro país por motivos políticos o económicos, para la comunidad haitiana que habita en el campamento obtener un subsidio habitacional no es una prioridad, ellos no saben cuánto tiempo se quedarán en Chile, por lo que su lucha es el poder lograr una vivienda digna.
Muchos vecinos se encuentran de forma irregular en Chile y no han podido regularizar su residencia en el país. Pocos vecinos hablan castellano, su lengua criolla es el creolé, de su herencia e influencia colonial francesa, africana y española. en el Campamento Haitiano están prácticamente todas forradas con OSB, material que traspasa la humedad en las viviendas en su función de revestimiento y soporte de paredes. Viviendas precarias que tienen además como una de las constantes preocupaciones el desalojo. La casa tomada como referente, tiene marcaciones que delatan que las ventanas y el forraje quedaron como proyecto inconcluso, algo típico en estos campamentos.
El nombre del carpintero que había realizado la casa analizada, Smith, explica que la casa y con esas características en específico, fue un encargo de una familia haitiana. Se contrató a Smith, vecino y carpintero de la toma, para que hiciera una réplica del pórtico de la casa que ya había construido como encargo de una familia haitiana. La réplica se trabajó con herramientas precarias y pequeñas modificaciones de la construcción original durante una jornada con la participación del presidente de la toma, Octavio, que además cumplía el rol de intérprete. Durante el proceso se fueron realizaron anotaciones, registro audiovisual y fotográfico.


La obra se apropia y resignifica la noción de pórtico, como expresión de interculturalidad, señalando la precariedad de los materiales, la factura en el diseño de arquitectura colonial como metáfora del arraigo en otra patria, a través de algún elemento propio y simbólico.
La intervención pública-performática, se realizaría en conjunto con el Movimiento de Acción Migrante, en un lugar estratégico del Campamento, terreno donde se ubica parte del SERVIU (Servicio de Vivienda y Urbanización), donde se tramitan soluciones habitacionales. Esa acción performática, algunos pobladores del campamento haitiano atravesando el pórtico sustraído y resignificado, no se pudo realizar, como consecuencia del nuevo escenario generado por el estallido social de octubre del 2019 y posterior pandemia. Con ello la política migratoria y todas sus implicancias dejó de ser un tema relevante para el país
Contexto de Obra: La investigación trata sobre un campamento en la comuna de Maipú, Alberto Llona con Vicente Reyes (Pablo Neruda 276), compuesto por alrededor de 100 viviendas. Viven en el lugar hace aprox. 1 año y medio, en un terreno fiscal que pertenece al Ministerio de Obras Públicas. Este campamento tiene como característica particular que sus habitantes son prácticamente todos haitianos, por lo que el concepto de vivienda se ajusta a elementos de la cultura de ese país. El campamento se ubica bajo las carreteras que conectan Maipú con Camino a Melipilla, y se caracteriza porque sus deslindes de sus reducidos terrenos son de pallets (plataformas rígidas).

Entrando al campamento destaca una casa con una particular forma de pórtico. Los habitantes del campamento, explican sobre el origen del diseño del pórtico. Al tener clima tropical en Haití, utilizan pórticos (porche) en las entradas de sus viviendas, debido a las constantes lluvias. Este tipo de viviendas, son conocidas popularmente en Haití como Gingerbread Houses (pan de jengibre), mansiones típicas del siglo XIX, íconos de un pasado rico y vibrante. Nombre dado por turistas estadounidenses visitando el país por 1950, donde notaron semejanzas entre los tonos pasteles con que estaban pintadas las casas, los pórticos y techos de pronunciadas pendientes, con el estilo victoriano colonial. En el año 2010 fueron declarados World Monuments Watch, para preservar el patrimonio arquitectónico único, la continuidad cultural y la identidad colectiva.


2017
8 Impresión digital sobre papel fotográfico mate 30 x 20 cm c/u
2 Impresión en transferencia con piroxilina sobre trupan mdf 51 x 41 cm c/u
En las imágenes se observa una puerta con numeración y un objeto apoyado en el suelo frente a la puerta de su frágil vivienda. Este objeto, es lo más importante que han podido conservar de su país de origen. Los inmigrantes llegan a Chile, solamente con lo estrictamente necesario, entre otras cosas, con lo que traen puesto como su calzado.
Las imágenes en madera, representan el detalle de un par de zapatillas blancas de marca Nike y otro detalle de una imagen que dice Nadie. En ellas, se realiza metáfora al objeto de su país de origen que han podido conservar y paralelamente, cómo se sienten en su situación de migrantes siendo Nadie.


Contexto de Obra: Se trabajó en la Toma Parque Las Moscas en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, compuesta por 61 familias y donde más del 90% son inmigrantes. Este grupo de personas organizadas a través de una agrupación social, enumeran las viviendas y las van cambiando según la directiva de turno, y en relación a la llegada de las familias al lugar. En el año 1960, el terreno formaba parte del Parque Isabel Riquelme y era área verde fiscal, hasta que en 1982, Augusto Pinochet regaló el terreno a Cema-Chile, entidad que estaba precedida por Lucía Hiriart, y luego vendida el 1995 a una inmobiliaria, solicitando modificación de uso de suelo de área verde a habitacional, en un “consenso de hecho” de asociación público-privada, entre el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, la Intendencia Metropolitana, la Municipalidad de Santiago (Jaime Ravinet) y el privado de Cema-Chile. La Dirección de Obras Municipales de Santiago otorgó un permiso de edificación en junio de 2016, para un proyecto de guetos verticales, que consiste en un edificio 15 pisos, con 1.400 viviendas, 7 locales comerciales, 573 estacionamientos para automóviles, 714 estacionamientos para bicicletas. Cuando llegaron los pobladores era un vertedero. Durante el invierno del año 2019, desalojaron a las familias de la toma “Parque las Moscas”, no pudieron mantenerse unidos como agrupación y se dispersaron en diferentes tomas del sector.

Villa San Luis I y II
2018
Óleo
Sobre Tela
El vínculo con la Villa San Luis, también ha sido representado a través de las siguientes un díptico de pinturas abstractas para problematizar la lectura de sus vestigios, a través de colores vibrantes.
Los escombros se transformaron en obras abstractas y geométricas. Los planos de color y texturas espesas le dieron volumen y profundidad a las pinturas, simulando una arquitectura y estetización moderna


El derrumbe de un sueño
2017
Impresión digital calidad museo sobre Aluminio compuesto 6 de 60 x 40 cm | 1 de 130 x 40 cm
El derrumbe de un sueño relata la historia de la Villa San Luis, en la Comuna de las Condes en torno al abandono, el derrumbe y las pobladoras. La investigación sobre la Villa San Luis se inició en el año 2014, cuando aún vivían las ocho últimas familias en ella, a propósito del brutal contraste entre este conjunto de edificios abandonados y las torres de cristal con espejos brillantes, ubicado en uno de los sectores con mayor plusvalía de Santiago.
Las imágenes confluyen la narración de un lugar semi abandonado, donde existen vestigios de un lugar que aún está siendo habitado. El abandono se hace latente, imágenes que muestran una desazón profunda; bloques de hormigón y fierros que se resisten a la demolición definitiva, frente a las torres de cristal y espejos brillantes.



Vista Villa San Luis, 1972 Archivo de la CORMU, gentileza Miguel Lawner

Las fotografías de Tamara Contreras ilustran dramáticamente la historia de los sueños frustrados que tuvieron lugar en el conjunto habitacional Compañero Ministro Carlos Cortés, hoy conocido como Villa San Luis.
Durante el gobierno del Presidente Allende, mil familias de modestos pobladores sin casa, asentados en las riberas del río Mapocho, vieron realizados sus anhelos de adquirir una vivienda digna. El sueño fue muy breve. Sin causa justificada, el Ejército se apropió de todo el conjunto habitacional, y más tarde lo vendió a empresas inmobiliarias que levantaron modernas torres de cristal sobre los escombros de las viviendas sociales más dignas construidas en Chile.
Las fotografías de Tamara ilustran dramáticamente las últimas horas de este sueño tan justo como legítimo. Los muros que ayer acogieron la vida, las risas alegres de niños y adultos, quedaron transitoriamente a merced del vandalismo antes de caer por la acción implacable de las retroexcavadoras. Ahora luchamos por mantener como sitio de memoria, el último tramo de la Villa San Luis aún no transformado en un suntuario centro comercial y de oficinas. La magnífica exposición de fotografías de Tamara Contreras, es una importante contribución a este noble propósito.
Miguel Lawner
La máquina para vivir
2017
6 Óleos sobre tela | montaje sobre perfil de fierro 200 x 180 cm c/u http://elgranvitoko.blogspot.cl/2010/12/los-barrios-mas-peligrosos-de-chile.html
Las pinturas son centralmente líneas que se entrecruzan, creando profundidad a través de la degradación de colores y volumen que otorgan las texturas espesas; existiendo un color dentro de cada pintura, con referencia a colores populares de los años 80 y 90s.


La obra, representa el nudo social de las problemáticas en las poblaciones, como metáfora de como se simplificó cada vez más la imagen central como estructura social. Las cantidades y tamaños de cada pieza fueron pensados como metáforas de una unidad poblacional; con escaleras y balcones que originalmente son fierros oxidados, reinterpretando cómo los habitantes han ampliado sus viviendas en los espacios comunes, debido al hacinamiento que sufren en sus pequeños y frágiles departamentos. La máquina para vivir se apropió estos elementos para transformar la realidad en una figura retórica, un ejercicio de sinécdoque o metonimia pictórico.



Contexto de Obra: Se realizo a través del estudio de las viviendas sociales de las villas, Aquelarre de Peñalolén y El Volcán II de Puente Alto. El diseño de este tipo de viviendas básicas en Chile, se desarrolló a partir de los años 90, bajo los gobiernos democráticos, en diferentes comunas de la ciudad de Santiago. El diseño de este tipo de viviendas sociales tuvo su origen en la Inglaterra de la revolución industrial, a mediados del siglo XIX, recibiendo la denominación “la máquina para vivir” (Ana Sugranyes, Doctora en Urbanismo, junio 2020). Estas viviendas se organizan en torno a dos bloques paralelos, de tres pisos cada uno y conectados por una escalera central, lo que genera espacio en los lados verticales de las edificaciones. Sin embargo, lo que por un lado implica ahorro, por otro impide, según relato de los pobladores, que ellos puedan distribuir en forma más organizada los espacios comunes.
Esta villa se encuentra ubicada en la Comuna de Peñalolén, siendo construida en el año 1984. Con anterioridad a esa fecha el sector de Villa Aquelarre se localizaba en Lo Hermida, denominación que es utilizada hasta el día de hoy por los pobladores. En la actualidad las escaleras de la Villa Aquelarre están absolutamente oxidadas debido a la corrosión. Algunos fierros están a punto de ceder, lo que ha originado que los propios pobladores hayan realizado mejoramientos con sus propios recursos por miedo que cedan los fierros, insertando soportes externos. Los gastados fierros soportan las ampliaciones mal hechas con planchas de zinc. Las maderas aglomeradas que abrigan sus hogares se encuentran sin forros, con sus cables mal instalados y sin ningún tipo de seguridad básica. Los grosores de los muros de los departamentos son tan delgados que carecen de privacidad, escuchándose en ocasiones los pasos, discusiones e incluso cuando se tira la cadena del inodoro de las otras viviendas.


Villa Aquelarre, Peñalolén. Registro Fotográfico de Tamara Contreras
Villa El Volcán San José, Puente Alto.
Se ubica en la zona conocida como “Bajos de Mena”. Es un conjunto de 3.500 viviendas sociales, proyectadas en el año 1996 por el Programa Vivienda Básica SERVIU (Servicio de Vivienda y Urbanización) y construidos por la empresa Copeva, donde ilusionaron a 2.306 familias, con la obtención de una vivienda digna. Estas viviendas son emblemáticas para nuestro país, debido a todos los atropellos que sus habitantes sufrieron en su dignidad humana. Durante el primer invierno habitado (año 1997), se evidenciaron de manera inmediata graves problemas de construcción, estructurales y de terminaciones, destruyendo con ello los sueños de los pobladores de un hogar digno. La imagen de las viviendas envueltas en plástico, como solución propuesta por el Gobierno de Frei RuizTagle, para proteger a los departamentos anegados por las lluvias agregó un estigma adicional de las llamadas “casas Copeva” desencadenando una crítica situación social de sus habitantes. Más de 20 años después Bajos de Mena se ha convertido en el “gueto” social más grande de Chile, con la cantidad de habitantes equivalente a toda la población de Curicó, 125 mil personas.
Biblioteca Popular
2016
Instalación | 24 Pinturas al óleo en cajas de cartón sobre gravilla Telas 31,7 x 52,3 cm x 24 c/u |
Dimensiones variables en montaje
Libros pintados al óleo, sin una paleta cromática determinada, otorgando corporeidad a cada lomo, a través de colores complementarios. Los libros tienen un fondo negro cromático, tipo bodegones y no se entiende lo que dicen en sus lomos restando importancia a la noción de ejemplar sobre la del conjunto biblioteca y la gran cantidad de módulos que distorsiona la percepción visual. La proporción del libro no tiene relación con la realidad, es un juego visual donde se olvida el tamaño real, generando un contrapunto entre la realidad y representación.
La instalación es una experiencia donde cada paso activa el sonido y la humedad, siendo un momento envolvente que traslada a los espectadores a los espacios poblaciones donde existe la Bilbioteca Popular. La resignificación tiene relación con el hecho que los libros donados a estas bibliotecas (ad honorem), son en su mayoría son antiguos, de formación política o enciclopedias, y tienen poca relación con la actualidad y la vida cotidiana en las poblaciones. Los módulos, que se apropiaron como retórica visual, se transformaron, pareciendo poder sentarse en ellos, como viejos pupitres.

En esta instalación se pueden observar telas corcheteadas sobre tablas de cholguán, insertas en 24 cajas de cartón, todas las cajas del mismo tamaño, 31,7 x 52,3 x 14,5 cm, de profundidad.






Contexto de Obra: Desarrollada desde la Villa La Reina, construida en el año 1964, con un total de 1.620 casas, y una superficie de 70 hectáreas se ubica en la Comuna de La Reina. El arquitecto, alcalde y responsable del proyecto fue Fernando Castillo Velasco, siendo su particularidad el hecho que las casas –construidas por los propios vecinos durante los fines de semana por tres años- estaban pensadas como integración social, cerca de los lugares de trabajo y diferentes accesos. En la actualidad el principal problema de esta población es la pobreza oculta, en un sector que aparenta más recursos. En gran parte está pavimentada, cuenta con pocas áreas verdes y falta de servicios básicos, como consultorios con mayor infraestructura y educación pública de calidad; sus habitantes cuentan con menos de 1 m2 de áreas verdes percápita, mientras en el sector oriente poseen hasta 6 m2. En esta población –que ha acogido a más de 6.000 personas que viven como allegados - dentro de las casas el hacinamiento se hace evidente, en terrenos de 135 m2 viven hasta 25 integrantes de una familia, ampliándose el metraje original de 36 m2, quedando muchas sin patio.
Los libros de la biblioteca popular que fueron encontrados en la villa estaban insertos en cajas plásticas y tenían una forma particular de sostenerse. El hilo sujetaba 3 cajas horizontales sobrepuestas a otras dos hileras. La composición de las cajas es interesante, debido a que en la hilera inferior los libros estaban insertos verticales y en la superior estaban ubicados horizontalmente.
