Documento "El trabajo colaborativo, un camino para la minería responsable, sostenible y rentable"

El trabajo colaborativo, un camino para la

minería responsable, sostenible y rentable

El trabajo colaborativo,

El trabajo colaborativo, un camino para la minería responsable, sostenible y rentable

En el Cauca hay dos procesos organizativos comunitarios alrededor de la minería del oro que resultan muy interesantes: el de la Cooperativa Multiactiva Unión de Mineros de Buenos Aires y el de la Cooperativa de Mineros de Suárez. Estas dos cooperativas, con la intención de mejorar su actividad minera, han buscado la forma de reducir y eliminar el uso de mercurio para favorecer el bienestar de sus asociados y tener un menor impacto en el ambiente. Sus experiencias permiten identificar las oportunidades y los desafíos que enfrentan mineros y mineras en la reducción y eliminación del uso del mercurio en su actividad, evidenciando la importancia de generar procesos sólidos de base comunitaria y asociativa, que faciliten acciones de formalización y mejora de prácticas de beneficio.

La minería de subsistencia y a pequeña escala en Colombia La minería de subsistencia y a pequeña escala en Colombia ha estado mediada por múltiples condiciones sociales, económicas y políticas que han influido en la deslegitimación de la actividad y el desconocimiento de sus dinámicas como práctica ancestral y territorial de comunidades con arraigo y tradición minera. Estas condiciones se evidencian en las barreras culturales, económicas, normativas, de acceso a la información e institucionales que dificultan la formalización paulatina de la actividad y su posterior inserción a los mercados formales y transparentes.

Una de las principales barreras que ha tenido la minería de subsistencia y a pequeña escala para su legitimación ha sido la implementación de tecnologías limpias que la posicionen como una actividad ambientalmente responsable y sostenible. Desde el punto de vista normativo, se han expedido disposiciones 2

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que pretenden dar este impulso; sin embargo, en la práctica, algunos mineros y mineras no han logrado transitar hacia el uso de tecnologías limpias de una forma que atienda a sus dinámicas culturales y a sus capacidades financieras y técnicas.

A nivel internacional, se adoptó en 2013 el Convenio de Minamata para la reducción y posterior eliminación del uso del mercurio. El anexo C, puntualmente, se refiere a las medidas a implementar por los gobiernos para que en la explotación de oro artesanal y a pequeña escala la reducción se dé de forma paulatina e, incluso, amigable con las dinámicas comunitarias. Teniendo como punto de partida estas discusiones internacionales, Colombia promulga la Ley 1658 de 2013 que otorga 5 años para la eliminación del mercurio en todas las actividades mineras, a partir de iniciativas lideradas por el Estado para la investigación y promoción de tecnologías limpias, y el acceso a créditos sostenibles que permitieran realizar las inversiones necesarias. Posteriormente, en 2018, año en que entró en vigor la prohibición de uso de mercurio de la Ley 1658, Colombia ratificó el Convenio de Minamata mediante la Ley 1892.

Las dos experiencias mencionadas, permiten identificar el rol de las iniciativas comunitarias y asociativas en los procesos de eliminación de uso de mercurio en la minería a pequeña escala desde la entrada en vigencia de la Ley 1658 de 2013.

Buenos Aires, Cauca

Imagen 1.

Henry Torres, miembro del Consejo de Administración de la Cooperativa Multiactiva Unión de Mineros de Buenos Aires.

La Cooperativa Multiactiva Unión de Mineros de Buenos Aires tiene sus orígenes en los años 80, cuando los mineros de la zona deciden asociarse para hacerle frente al monopolio del único molino existente, cuyo propietario exigía condiciones injustas y desproporcionadas para su operación. Nace como persona jurídica en 1988, superando múltiples barreras y logrando la creación del primer molino chileno en el sector del Madronio, ayudando a repensar esas prácticas abusivas de operación

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y eliminando la dependencia a un solo molino. La cooperativa también tuvo un papel preponderante en la creación del Consejo Comunitario Cerro Teta, en 1994, cuya primera reivindicación fue hacerle frente a la concesión inconsulta que se realizó a una multinacional en el territorio.

Inició su actividad con pocas personas y hoy cuenta con más de 300 asociados. Entre las funciones de la cooperativa ha estado la lucha ante el Estado para formalizar la actividad minera, llegando a consolidar en 2010 tres títulos mineros y un Área de Reserva Especial, declarada por la Resolución 424 del 13 de noviembre de 2007 y delimitada por Resolución 333 del 11 de septiembre de 2008. En la actualidad, cuenta con especialistas en diferentes áreas, como abogados, ingenieros y contadores, que apoyan el camino de la formalización.

Hoy, tres años después de la entrada en vigencia de la prohibición de uso de mercurio para la minería en Colombia, Henry Torres, asociado de la Cooperativa Multiactiva Unión de Mineros de Buenos Aires expresa, frente a la implementación de la Ley 1658 que “lo fundamental es que el ejecutivo cumpla con lo que determinó el legislador y garantice la investigación y el acceso a créditos, que acompañe al minero en el tránsito hacia el ejercicio de la actividad sin mercurio”.

Menciona Torres que la organización ya había pensado en transitar hacia una actividad minera responsable ambiental y socialmente, incluso desde antes de la Ley 1658 de 2013. Afirma que en 2008 la Cooperativa propuso un proyecto con tecnologías limpias, pero la desaparición de INGEOMINAS impidió que este proceso tuviera continuidad y apoyo estatal para llevarse a feliz término.

Para los asociados, la oportunidad más grande en términos de la reducción y posterior eliminación en el uso del mercurio, se encuentra en que han podido identificar los riesgos implicados, y se ha vuelto trascendental para ellos impulsar una actividad que fortalezca la economía del territorio, pero no a costa de la salud de la comunidad. Se han concientizado de la conservación del medio ambiente para el bienestar de las generaciones futuras.

Así pues, cuando llegó la ley que prohibía el uso de mercurio, la Cooperativa ya tenía camino recorrido en investigación y análisis 4

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de información sobre rentabilidad en la implementación de nuevos métodos libres de este metal, y ya había iniciado su proceso de transición. No obstante, este proceso les ha planteado algunos retos; por ejemplo, la necesidad de una inversión de recursos importantes humanos y técnicos en la transformación de los entables, y también para la generación de conciencia ambiental y de autocuidado entre los mineros porque, como lo afirma Torres, “antes se creía que para hacer minería solo se requerían explosivos, y al minero no le importaba el cuidado ambiental ni el propio”.

De esta manera, la difusión de información fue clave en la reducción y posterior eliminación de uso de mercurio, pues permitió concientizar a mineros y mineras de ejercer la actividad de forma responsable en lo social y lo ambiental, y en eso el papel de la Cooperativa ha sido primordial.

Por otra parte, además de la estabilidad de los mineros, para la organización es fundamental que la actividad se realice en el marco de la legalidad, de la formalidad, porque es allí donde el minero y la cooperativa no solo posicionan a la minería como actividad económica importante, sino que se posicionan a sí mismos en el radar de la institucionalidad para promover algún tipo de acompañamiento. Por ejemplo, inicialmente la cooperativa generaba información y capacitaba a sus asociados de manera autónoma, pero en algún momento la Alcaldía Municipal se sumó al proceso, fortaleciendo su capacidad de impactar a más mineros.

Imagen 2.

Entrevista con socios de la Cooperativa Cooperativa Multiactiva Unión de Mineros de Buenos Aires.

Adicionalmente, como lo afirma Torres, “el principal obstáculo en la reducción de mercurio es el miedo. Las personas tienen la voluntad, pero no tienen la certeza de que va a funcionar, y a ello se le suma el poco acompañamiento que algunos reciben”. Pese a que la Ley 1658 establecía la posibilidad de acceso a créditos flexibles y el importante papel de Colciencias en la investigación y socialización de alternativas sostenibles para el reemplazo del mercurio, ni los créditos ni las alternativas llegaron a las comunidades. Entonces, los

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mineros se sintieron solos y fue allí donde la cooperativa decidió acompañarlos, incluso realizando diagnósticos oportunos entable por entable para lograr transiciones más eficientes y acordes a las necesidades de cada uno. Por ello, para Henry Torres, el mejor consejo que puede dejarse a un minero que esté por iniciar una transición a alternativas sostenibles es que no hay que temer a los cambios, porque cuando se cambian paradigmas se abren infinidad de opciones que pueden traer muchas oportunidades para el territorio.

Ahora bien, los desafíos en la reducción y eliminación de uso de mercurio en la minería a pequeña escala no finalizan en la transición a una tecnología limpia. Para Torres, quien fue gerente de la cooperativa entre 2005 y 2011, las nuevas tecnologías implementadas para la recuperación de oro ponen en riesgo la estabilidad de las mujeres seleccionadoras de mineral, porque estas nuevas alternativas están mostrando la rentabilidad de procesar también las colas y relaves que se sacan de las minas.

Por ello, a futuro, Torres plantea que es fundamental que se piensen procesos de ocupación de las mujeres para dignificar su papel en la minería, pensando la posibilidad de que ellas puedan liderar sus propios proyectos mineros. Así que la cooperativa contempla el acompañamiento para que hagan el salto de la llamada minería de subsistencia a la pequeña minería, desde el entendimiento de que mujeres empoderadas traen beneficios para niñas, niños y familias. Es una inversión social comunitaria, que tiene consecuencias directas en el fortalecimiento territorial al que apunta la cooperativa.

Al respecto, vale la pena señalar que la línea base levantada en el marco del proyecto PlanetGold en el municipio de Buenos Aires reflejó que no había evidencia de mujeres vinculadas a la minería formal, lo que permite inferir que, al estar relegadas a la informalidad, se incrementan los riesgos que menciona Torres.

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Imagen 3. Álvaro Lucumí Carrillo, administrador y socio de la mina El Portal, Yamileth Ocoro Balanta, socia de ASOMUSELUPAZ y Guillermo Carabalí, socio de la Cooperativa de Mineros de Suárez.

Ver la entrevista completa con Álvaro Lucumí en www.......

El Portal rio sin mercu

Suárez, Cauca Aproximadamente a 15 kilómetros de Buenos Aires, se encuentra la Cooperativa de Mineros de Suárez, que comparte el Área de Reserva Especial (ARE) con la anterior cooperativa. Pese a compartir la titularidad en esta figura de regularización minera, los procesos organizativos y, puntualmente, los procesos orientados hacia la reducción y eliminación de uso del mercurio en el marco de la Ley 1658 de 2013 han sido distintos.

La Cooperativa de Mineros de Suárez fue fundada el 12 de octubre de 1976.

Inició con 10 socios que fueron incrementándose gradualmente, hasta alcanzar alrededor de 122 socios en la actualidad. Surge como una iniciativa que pretende reconocer en la minería una forma ancestral de relacionamiento con lo territorial y con las formas de sustento. En este sentido, Álvaro Lucumí Carrillo, socio fundador de la organización, manifiesta que el relevo generacional ha sido clave para la estabilidad de la cooperativa, la promoción de la formalización y la educación socioambiental comunitaria. El sentido de pertenencia por la minería es un legado que los asociados quieren dejar al territorio, así como la disposición para hacer la actividad bien hecha, en el marco que establece la ley.

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Respecto a la reducción y posterior eliminación del uso de mercurio entre los asociados, el proceso ha sido un complejo porque requiere inversiones en recursos humanos, técnicos y financieros que no son fáciles de gestionar. La actividad de la pequeña minería, como afirma Lucumí, depende en muchos casos de préstamos para su sostenimiento, por ejemplo, para el pago de los trabajadores, y no resulta siempre conveniente destinar los ahorros para la transición hacia las tecnologías limpias.

Adicionalmente, la información sobre dichas tecnologías hacia los mineros ha sido escasa y todavía quedan muchas dudas sobre su efectividad y pertinencia, desconociendo las ventajas en términos comparativos de inversión versus productividad.

No obstante, Lucumí y su esposa, Yamileth Ocoro Balanta, socia de la Asociación de Mujeres Seleccionadoras y Luchadoras por la Paz, cuentan con una planta de beneficio o entable libre de mercurio, en el que procesan el mineral que extraen de su mina El Portal, la cual también hace parte del ARE mencionada. Su experiencia es única en la cooperativa de Suárez.

Una vez entrada en vigencia la prohibición del uso de mercurio consignada en la Ley 1658 de 2013, el precio de este insumo comenzó a subir de manera desproporcional, amenazando la rentabilidad de la operación. Sumado a ello, su transporte generaba un riesgo, porque los mineros eran detenidos por el Ejército o la Policía que les decomisaban el mercurio y los trataba como ilegales.

Todo este panorama creó un ambiente propicio para que Lucumí y su esposa decidieran asesorarse sobre alternativas libres de mercurio. Adicionalmente, a partir de intercambios de experiencias con mineros y mineras de Antioquia1, realizados 1. El 3 y 4 de marzo de 2020 se llevó a cabo en el municipio de Suárez, Cauca, el intercambio de experiencias de mujeres mineras,de los municipios de Suárez, Buenos Aires, Guapí y TimbiquÍ (Cauca), y San Roque (Antioquia), donde se discutieron saberes sobre el uso y los riesgos asociados al mercurio en la actividad minera.

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en el marco del proyecto PlanetGold y Alianza por la Minería Responsable, comenzaron a conocer de cerca los efectos del mercurio sobre la salud y el medio ambiente, y se dieron cuenta que sí es posible realizar una actividad minera a pequeña escala rentable y sostenible, que no genere afectaciones socioambientales. Fue así como, con motivación e información, decidieron liderar la transformación de la actividad en el municipio.

En cuanto al apoyo recibido por parte de la institucionalidad, Lucumí manifiesta que obtuvieron este apoyo solo cuando lograron demostrar procesos organizativos sólidos; es decir, cuando han gestionado como cooperativa esa presencia gubernamental. Por ejemplo, con la Secretaría de Salud Departamental lograron realizar un diagnóstico de contaminación por mercurio en el municipio, lo que ha servido para visibilizar la problemática y promover transformaciones en la actividad minera. Pese a ello, no han logrado asistencia técnica o créditos acordes a sus necesidades, por lo cual se han sentido solos a la hora de cumplir con lo exigido por la ley.

Imagen 4.

Planta de procesamiento de la Mina El Portal.

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Ha sido primordial que la cooperativa esté al frente del Área de Reserva Especial, porque les ha exigido a sus asociados ponerse al día para gestionar los requisitos de ley y posicionar la economía de Suárez. Este es el primer paso para que cualquier minero decida realizar un salto a las alternativas de procesamiento libres de mercurio.

Al pedirle a Lucumí un mensaje para aquellos mineros y mineras que aún no han logrado eliminar mercurio, planteó lo siguiente: “Es rentable y sostenible eliminar el mercurio. La salud es lo más importante, de qué sirve conseguir dinero si después los mineros se enferman o enferman a la comunidad. Nosotros nos ofrecemos para que nuestro entable sirva de ejemplo. Que los mineros nos visiten y sepan que pueden hacer las cosas bien”.

Superado el uso del mercurio, el reto a enfrentar está en la comercialización del oro, debido a la informalidad en la que se desenvuelve el comercio del mineral en el municipio. Las barreras existentes en cuanto a comercialización comprometen no solo la rentabilidad de las transiciones limpias, sino la sostenibilidad de estas, por lo que la cadena comercial condiciona este importante salto para los mineros y mineras.

Finalmente, al preguntarle a Lucumí por las técnicas de procesamiento del oro a lo largo de su vida en esta actividad, mencionó tres momentos importantes:

zCuando no se usaba mercurio, el procesamiento se hacía en el pisón, se lavaba en batea y luego se venteaba. Cuando se secaba, se le echaba ácido nítrico para purificar.

zCuando comenzamos a trabajar con mercurio, echábamos a moler en un coco pequeño un bulto (aproximadamente 50 kg) de material, y luego de dos horas agregábamos 5 o 6 onzas de mercurio, de las cuales se podía recuperar la totalidad si el material estaba limpio, pero si casi no había metal se recuperaban solo 2 o 3 onzas.

zFinalmente, hoy, con la eliminación del mercurio y la bandera del oro limpio, primero se tritura el material, luego se echa al continuo y finalmente el trabajo lo hacen los laberintos y la mesa concentradora.

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Conclusiones Buenas prácticas identificadas De las experiencias estudiadas, es posible identificar acciones que se configuran como buenas prácticas en cuanto a la reducción y eliminación de uso del mercurio, a saber:

9Procesos asociativos y organizativos sólidos. Además de la voluntad y la disposición individual, el factor de éxito en la reducción y eliminación de uso del mercurio se ha encontrado en procesos asociativos y organizativos sólidos, que no solo impulsan las alternativas limpias, sino que soportan y acompañan las barreras que se derivan del proceso. Los procesos organizativos favorecen la gestión institucional y el acompañamiento del Estado en la mejora de prácticas.

9Conciencia y educación comunitaria. Cuando la minería es reconocida como una actividad ancestral, y las comunidades son comprendidas en virtud del relacionamiento que tienen con el territorio partiendo precisamente de esa ancestralidad, se generan procesos de conciencia y educación social y ambiental más sencillos y naturales. Y es la conciencia y la propia convicción del minero lo que acompaña el éxito en el tránsito.

9Intercambios de experiencias. El reconocimiento del proceso que viven otros mineros en la eliminación del mercurio genera impacto desde la base no solo en el cómo, sino también en las consecuencias de no hacerlo. Las redes comunitarias favorecen estos intercambios incluso entre municipios y departamentos.

Lecciones aprendidas

9El éxito para realizar la transición a alternativas limpias libres de mercurio depende de un ejercicio de autoconciencia del minero, que debe motivarse desde el entorno y desde la institucionalidad. El cambio de paradigma, 11

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que propone Henry Torres de la Cooperativa Multiactiva de Mineros de Buenos Aires, es fundamental para que el minero esté convencido de que no solo es posible procesar sin mercurio, sino que es igualmente rentable y sostenible.

9La eliminación de uso de mercurio antes que ser un proceso meramente técnico, es un proceso social y comunitario, de cambio de perspectiva cultural en la relación que tienen las personas con la actividad minera. No es la prohibición en sí lo que ocasiona su eliminación, sino la conciencia colectiva que genera la educación social y ambiental.

9Los procesos organizativos y asociativos sólidos generan mayor capacidad de negociación de los mineros frente a la institucionalidad, y posibilitan la gestión de nuevas alternativas no solo de reducción y eliminación de uso de mercurio, sino también de buenas prácticas mineras en general. Esto está contemplado en el Nuevo Modelo de Fomento Minero, por lo que el fortalecimiento organizativo debe ser una apuesta fundamental de la formalización minera.

Oportunidades a futuro

9Las organizaciones mineras comienzan a identificar retos importantes en relación a las mujeres seleccionadoras de mineral, máxime cuando en algunas comunidades han sido ellas quienes han impulsado la eliminación del mercurio, generando reflexiones importantes en torno al enfoque diferencial propuesto en la política pública minera, que reconoce las vulnerabilidades de este grupo poblacional, fortalece la percepción comunitaria y promueve el tránsito de la minería de subsistencia a la pequeña minería.

9Adicionalmente, fortalecer las cadenas de suministro y comercialización en municipios que han sido tradicionalmente más vulnerables, se convierte en un reto que involucra a diversos actores estratégicos, para lograr que las transiciones a tecnologías limpias tengan éxito en la comercialización de estos minerales. De lo contrario, los mineros no podrán aprovechar oportunidades de sostenibilidad y rentabilidad como, por ejemplo, recibir un mejor pago por el oro limpio o acceder a sellos de certificación como Fairmined.

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Este es un producto diseñado por Taller Creativo de Aleida B. SAS y desarrollado por La Alianza por la Minería Responsable para el Proyecto planetGOLD Colombia/PNUD Natalia González Coordinadora del proyecto Alianza por la Minería Responsable Juan Manuel Chavarría Quintero Comunicaciones PNUD Fotografías: Johanna Hernández ©planetGOLD Colombia / PNUD 2021

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