Sportvicious Magazine 25 - Julio/Agosto 2016

JULIO-AGOSTO 2016

Nยบ 25

PACO RONCERO SALUD

CAMBIO DE COMBUSTIBLE TEST MATERIAL

LEGEND BIKE IL RE

REPORTAJES EN LA CIMA CON LIONEL TERRAY MALLORCA 312 EL CICLISMO ร PICO UN ULTRARUNNER EN EL IRONMAN DE LANZAROTE

PRISIONEROS DE LA LIBERTAD Corro. Como tantas veces, corro. Y mi corazón fluye al compás de mis zancadas en una danza salvaje y primitiva. Y mis ojos deambulan entre el espacio interior de mi ser y el horizonte lejano y bello. Y me siento un nómada de los senderos, un buscador de sueños.

Corro. Como tantas veces, corro. Y dejo que mi mente vuele por encima de mis miedos y mis dudas, de mis flaquezas y de mis complejos.

Acariciando una dulce melodía ancestral y mística.

Corro. Como tantas veces, corro. Y los paisajes me susurran secretos que no podría definir, y me limito a sentirlos, tan vivos, que creo entenderlos.

Corro. Como tantas veces, corro. Y con ello creo escaparme de la oscuridad o de la muerte. Y revivo cada instante de lo vivido en busca de un placer eterno y repetido.

Y sin embargo, a veces, cuando corro, una sombra empaña mi mirada y entorpece mi zancada. Y en lo más hondo de mi ser, y muy a pesar de esos sueños que anhelo, de la música con la que danzo y de los secretos con los que me colmo, sé, y no preguntéis cómo, que la vida es otra cosa y que simplemente huyo de mi mismo mientras me alejo hacia un horizonte lejano al que nunca llego y con el que siempre sueño.

Jordi Camprubí

SPORTVICIOUS no se hace responsable de las opiniones expresadas por sus colaboradores y redactores.

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ENTREVISTA Paco Roncero Además de ser un apasionado de la gastronomía, es un gran amante del deporte

SALUD CAMBIO DE COMBUSTIBLE APRENDE A UTILIZAR LAS GRASAS COMO FUENTE DE ENERGÍA

TEST LEGEND BIKE IL RE

REPORTAJES En la cima con Lionel Terray Mallorca 312, ciclismo épico Un ultrarunner en el Ironman de Lanzarote

Directores: Bàrbara Sagi y Alex Clarasó · Diseño y maquetación: Sportvicious · sportvicious@gmail.com · www.sportvicious.com

ENTREVISTA

PACO RONCERO

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ENTREVISTA

Paco Roncero es uno de los máximos representantes de la vanguardia culinaria española dentro y fuera de nuestras fronteras. Una vanguardia técnica y creativa que ofrece y entiende la gastronomía como una experiencia sensorial única.

Además de ser un apasionado de la gastronomía, es un gran amante del deporte.

Durante el verano de 2008, tu vida dio un giro de 180 grados. ¿Qué paso ese verano?

Decidí que tenía que hacer algo más que trabajar y dedicar las 24 horas del día a la cocina, al restaurante, a las recetas, a los clientes… Necesitaba tiempo para mí. Y decidí calzarme unas zapatillas, como podía haber sido sentarme a escribir un libro, con más de 120 kg.

¿Cómo fuiste incrementando el kilometraje y el tiempo?

Poco a poco. Yo sólo me fijaba en el tiempo, en hacer cada día un poquito más. El segundo día, con agujetas por todo el cuerpo de los 8 minutos del día anterior, hice 12 kilómetros. Me enganché de tal manera que en un año estaba cometiendo la “imprudencia” de correr la maratón de Nueva York.

¿Por qué empezaste a realizar actividad física: para adelgazar o para sentirte bien contigo mismo?

Para sentirme bien conmigo mismo. Yo tenía sobrepeso pero me encontraba muy bien, no me preocupaba lo más mínimo en ese momento ese tema.

¿Qué deportes prácticas actualmente? ¿Y en cuáles compites?

Atletismo y triatlón, y compito en ambos cuando las obligaciones laborales me lo permiten.

¿Cuánto tiempo corriste ese primer día? ¡Ocho minutos!

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¿En qué deporte te sientes más cómodo?

Correr me apasiona. Es lo que más me gusta y a lo que dedico más tiempo, aunque quizás me defienda mejor en la bicicleta.

¿Qué es lo que más te impresionó de la Maratón de Nueva York? ¡Se me ponen los pelos de punto solo de recordar esa maratón! Todo… La ciudad me encanta, tiene algo “especial”, además de una riqueza gastronómica espectacular.

El ambiente que se respira los días previos y posteriores no lo he vivido en ningún otro sitio. El durante es impresionante, miles de personas animándote cada metro de los 42.195 es algo inolvidable.

Iré cada año que pueda, es una cita obligada en mi calendario, siempre que las lesiones me respeten y pueda cuadrarlo con mi trabajo. Incluso a veces he aprovechado para cocinar allí en algún evento.

ENTREVISTA

¿Cuál es el deporte que peor se te da?

La natación, con diferencia, es el que menos me gusta y al que menos tiempo dedico.

Estoy mejorando pero aún me queda un camino muy largo… ¿Qué cuesta más: conseguir una estrella Michelin o una medalla finisher de triatlón y/o maratón?

No sabría decantarme, las dos requieren mucha dedicación, esfuerzo y trabajo diario.

Los deportistas cuidan mucho su alimentación. ¿Crees que comer saludable es aburrido? ¡Para nada! Precisamente lo que intenté con mi libro “Correr, cocinar y ser feliz” fue publicar muchas recetas para poder llevar una alimentación sana y divertida. Además, con los cursos de Sportcooking junto a mis compañeros de profesión y deporte, Joaquín Felipe y José Luis Estevan, lo mostramos en la práctica. ¿Comes todo lo que te apetece o has cambiado tus hábitos alimentarios?

Mis hábitos han cambiado mucho, especialmente a la hora de ordenar las comidas. Los cocineros solemos comer muy mal debido en parte a los 8 / SPORTVICIOUS

horarios que tenemos. ¡Y por supuesto, de vez en cuando me doy mis caprichillos! ¿En qué momento del día sueles entrenar?

A primerísima hora del día, así voy con una energía brutal a trabajar.

¿Tienes entrenador personal o prefieres planificarte los entrenos tú mismo?

Creo que la figura de un entrenador es fundamental para poder cumplir los objetivos que uno se marca.

He tenido varios entrenadores desde que comencé a hacer deporte y ahora mismo para la parte de carrera me entrena todo un maestro, Juan del Campo.

Soy incapaz de seguir un plan a “pies juntillas”

debido al volumen de trabajo, por lo que siempre lo tengo que adaptar a mi día a día. ¿Cuál es la clave para sacar tiempo para entrenar?

Hay dos claves

fundamentales: la principal, querer sacar tiempo para ello. Todos lo tenemos, solo tenemos que buscarlo. Y después, introducirlo en mi agenda como una actividad diaria más, no es una opción.

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ENTREVISTA

¿Sueles entrenar solo o en equipo? ¿Qué prefieres?

Ambas. Entre semana suelo entrenar con mi pareja y los fines de semana salimos con un grupo enorme de amigos. ¡Divertidísimo!

Cuando nos juntamos todos lo pasamos genial, aunque sin duda el mejor momento es el desayuno de después. ¿Cuál fue tu primera competición?

Una carrera de 10 kilómetros en Madrid, en el año 2008, un mes después de haber comenzado a correr.

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¿Cuál es tu rutina deportiva diaria?

Depende de la época en la que me encuentre y los objetivos deportivos que tenga. El pasado mes de mayo, cuando estaba grabando como jurado la segunda temporada de MasterChef Colombia, por las mañanas iba al gimnasio y hacía elíptica y por las tardes intentaba nadar si no llegaba muy tarde de grabar o el gimnasio ya estaba cerrado. ¿Te inspiras en la creación de nuevos platos cuando realizas alguna actividad deportiva?

Correr me da una sensación de libertad

inigualable y en ocasiones me hace pensar en diferentes proyectos, posibles recetas…

Aunque realmente donde encuentro la inspiración a la hora de crear un plato es trabajando, junto a mi equipo, en el NH Collection Casino de Madrid. ¿Era una necesidad contar tu historia personal y por eso decidiste escribir tu libro “Correr, cocinar y ser feliz”?

Sí, me apetecía muchísimo contarlo para que muchas personas vean que “si quieres, puedes”, con mucho esfuerzo y tesón, pero puedes con lo que te propongas.

¿Te consideras un fanático del deporte?

Sinceramente sí, pero con los pies en la tierra. Empecé muy fuerte, sin control alguno, y eso me trajo varias lesiones que me han hecho ser un poco más cauto, aunque solo un poco… El deporte te cautiva de una manera inexplicable. ¿Sueles escuchar música cuando practicas deporte? ¿Qué tipo de música?

Escucho todo tipo de música al fortalecer en el gimnasio y cuando nado, si suena Queen, ¡me vengo arriba!

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¿Corres por sensaciones o utilizas pulsómetro?

Corro por sensaciones pero me gusta luego analizar mis entrenamientos, por ello corro con el TomTom 2 Runner Cardio+Music. ¿Qué es lo mejor de tu TomTom? Yo destacaría dos funcionalidades de mi TomTom 2 Runner Cardio+Music: el pulsómetro integrado (¡adiós a la incómoda banda del pecho!) y la memoria de canciones para entrenar con un solo dispositivo con auriculares inalámbricos. ¿Qué función es la que más empleas? ¿Por qué?

Casi todas. Realmente depende del deporte que haga y el tipo de entrenamiento, eso es lo bueno, cubre todas mis necesidades.

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¿Crees que los sueños se cumplen?

Los sueños son para cumplirlos. ¿Qué reto te gustaría afrontar y todavía no has hecho? ¡Ser finisher de un Ironman! En mayo del año pasado estuve a punto de poder hacerlo realidad, hice todo el entrenamiento sacrificando muchas horas de sueño y tiempo libre. Estaba ilusionadísimo y diez días antes tuve una caída en parado, muy tonta, con la bici, y me rompí el pectoral. Todo se desvaneció. ¡Pero el objetivo sigue ahí! Ya me estoy recuperando de la lesión, finalmente sin pasar por cirugía y espero pronto poder preparar uno.

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CAMBIO DE COMBUSTIBLE APRENDE A UTILIZAR LAS GRASAS COMO FUENTE DE ENERGÍA

El cuerpo humano es una máquina perfecta que, además, tiene una increíble capacidad de adaptación. Los humanos hemos colonizado todos los lugares del planeta, todos los climas, cualquier latitud. Desde bereberes hasta inuits hemos conseguido encontrar en cada región el sustento necesario para alimentarnos y sobrevivir. Esto ha sido posible debido a la capacidad de flexibilizar nuestra dieta y alimentarnos casi de cualquier cosa, además de vegetales. De hecho somos el único primate capaz de vivir fuera de África precisamente por esto. Conseguimos utilizar fuentes de grasas y proteínas mucho más energéticas. Sin embargo, antes de que consiguiéramos domesticar plantas y animales, no siempre era fácil encontrar una fuente estable de alimentos. Más bien al contrario: evolutivamente hemos desarrollado un sistema metabólico perfectamente adaptado para hacer frente a periodos de escasez. Somos capaces de almacenar muy eficientemente la energía cuando nos encontramos alimentos con elevado poder calórico porque evolutivamente supuso una enorme ventaja cuando las condiciones favorables cambiaban, y solían cambiar.

SALUD

El problema es que nuestros genes no han podido evolucionar tan rápido como nuestro entorno. Es lo que se conoce como discordancia evolutiva de la dieta. El tipo de alimentos, su palatabilidad, hiperdisponibilidad, todo ha cambiado radicalmente en tan solo tres o cuatro generaciones.

El balance energético que mueve la evolución de cualquier especie se ha roto. Hoy no necesitamos movernos un centímetro para conseguir alimentos hiperenergéticos. Sin embargo, fisiológicamente no estamos preparados para esta nueva situación. Tenemos un cerebro que nos sigue recompensando, y de qué manera, ante cualquier estímulo dulce porque piensa que ese alimento puede marcar la diferencia entre sobrevivir el siguiente invierno o no.

Por eso terminamos tan llenos una comida que no podemos levantarnos pero pasa el carrito de los postres y le hacemos un huequito. Es azúcar, energía rápida y fácil que podemos almacenar para mañana. Pero claro, “afortunadamente” mañana la nevera de casa seguirá llena.

Metabólicamente nuestro cuerpo lleva toda nuestra vida funcionando en sentido positivo, con alta disponibilidad de alimentos, utilizando energía rápida y acumulando tejido graso. Incluso si hacemos mucho deporte pero siempre bajo condiciones de alta disponibilidad de alimentos (preentrenos, barritas y geles), el circuito metabólico siempre estará funcionando en sentido ahorrador. ¿No crees que ha llegado la hora de darle la vuelta a tu metabolismo?

Las reservas de energía están para algo. Bajo determinadas circunstancias, nuestro cuerpo debe ser capaz de movilizar nuestras reservas de tejido adiposo y utilizar esa energía para funcionar. Incluso 16 / SPORTVICIOUS

en deportistas esta flexibilidad metabólica es una característica que debemos recuperar si, además del rendimiento deportivo, nos interesa mantenernos saludables. Hay demasiados deportistas aficionados con un porcentaje de grasa más alto de lo que cabría imaginar, en muchos casos con una incipiente resistencia

a la insulina. En general se abusa de carbohidratos de rápida asimilación como si fuera requisito imprescindible para correr o pedalear. ¿Te sientes falto de energía y, sin embargo, tienes un buen depósito de tejido graso? ¿Quieres dejar de acumular grasa y empezar a utilizarla?

El camino empieza pensando en la comida como recompensa, no como combustible.

Deberías comer para reponer lo gastado y no como fuente de energía para las horas siguientes. No tiene ningún sentido pararse a comer para realizar deporte poco después, va en contra de nuestra fisiología. Cuando comemos activamos el 17 / SPORTVICIOUS

SALUD

sistema nervioso parasimpático, dedicamos buena parte de los recursos del cuerpo en realizar una buena digestión y lo que nos apetece es echarnos una siesta, descansar y reposar. Quédate con la idea de que la energía que necesitas para el día a día la tienes en tu propio cuerpo en forma de grasas, sólo hay que aprender a utilizarla.

Hasta aquí espero haber despertado tu inquietud. Igual no te convence a la primera, y me parece muy buena idea que contrastes y amplíes esta información, pero realmente nadie va a poder saber si esto funciona para ti salvo tú mismo.

Nada malo te va a pasar por experimentar y evaluar tus propias sensaciones. Así que vayamos a la práctica.

Te voy a proponer cuatro primeros pasos para que tengas una idea de cómo empezar: 1. Recupera tu circuito de la recompensa Bebe cuando tengas sed: es decir, cuando sientas necesidad.

Sed significa que vas a beber y te bebes un vaso de agua sin respirar y quieres más. Si vas a beber y con dos tragos estás satisfecho, no tenías sed. Cuando se tiene sed se quiere agua y nada más, ninguna otra bebida.

Este primer objetivo es bastante sencillo pero es fundamental para volver a conectarnos con nuestro cuerpo, saber interpretar sus señales. Ya sé qué te está rondando por la cabeza...

Tranquilo no vas a deshidratarte: la sed es un mecanismo que nos ha funcionado durante miles de años, no tiene porqué no funcionarte a ti. Pero si te 18 / SPORTVICIOUS

preocupa no llegar a beber 2 litros de agua al día, te sugiero que lo calcules. Elige un vaso o un bote de 33 cl, la medida de una lata de refrescos. Esa es tu medida. Cada vez que vayas a beber, tienes que bebértelo entero y con ganas. Si tienes que esforzarte en acabarlo, o no te apetece beber toda esa agua, no bebas todavía. Déjalo ahí, sigue con tu vida y ya lo buscarás más adelante. ¡Ahora sí! Bien, pues cuenta si a lo largo del día bebes seis veces 33 cl. Fácil, ¿no? De todas formas, te recuerdo que lo importante en este punto es reconectar con nuestras propias sensaciones.

2. Reduce el número de comidas al día Si eres de los que come cinco veces al día, es muy probable que lo hagas más por autoimposición que por apetencia. Antes de empezar quiero que sepas que no hay ningún estudio que demuestre que cinco comidas aumenten el metabolismo basal, ni tenga otros beneficios respecto a tres comidas. Es un mito. Al contrario, activar cinco veces el mecanismo de digestión hace que tu cuerpo esté siempre en modo alta disponibilidad de nutrientes. Y lo que queremos es presionarle para que utilice sus reservas. Así que el punto de partida será llegar a estar cómodos con tres comidas.

Elimina los tentempiés. De hecho, no tiene porqué ser mala señal llegar con hambre a la comida. Hambre-saciedad. Es el siguiente paso en el circuito de la recompensa. Debes comer con hambre y saciarte plenamente con cada comida, de modo que no te apetezca merendar un sándwich dos horas después.

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SALUD

¿Qué pasa con tus entrenamientos? Quizás te cueste el primer y el segundo día. Pero debes convencerte de que en realidad no pasa nada si entrenas sin haber tomado ese batido o ese sándwich milagroso una hora antes.

Te aseguro que es un plus más mental que físico. Has hecho una buena comida en su momento, tienes reservas de energía de sobra. Y vas a ir a por ellas.

Motívate pensando en la recompensa de después.

3. Cambia de combustible Menos carbohidratos vacíos y más grasas saludables. Si tu dieta de deportista está basada en carbohidratos simples, cada tres horas tu cuerpo se hará altamente eficiente en usar esa energía y almacenar la que sobra. Además, le va a costar mucho cambiar el

chip y empezar a utilizar energía del tejido graso. En lo posible, ve eliminando los azúcares refinados de tu dieta. Fuera barritas, fuera zumos, refrescos y bebidas energéticas. Poco a poco reduce el número de veces que comes pasta. Deja el pan solamente para el desayuno, etc. A cambio, puedes introducir grasas de buena calidad. Aceite de oliva virgen extra, aguacate y coco son mis alimentos estrella. Fuente de triglicéridos de cadena media que el cuerpo sabe utilizar muy bien para obtener energía y que, de algún modo, le marca el camino para seguir utilizando después los triglicéridos del tejido adiposo. Introduce sin miedo frutos secos como nueces, almendras, anacardos, etc.

Cuando tus comidas dejen de estar formadas principalmente por carbohidratos de rápida asimilación, precisamente serán asimiladas más lentamente y la energía será más duradera.

Los picos de insulina serán más moderados y sobre todo no bajarán tan rápido, por lo que la sensación de saciedad te durará más tiempo y será muy fácil cumplir el punto anterior de organizarte únicamente con tres comidas.

4. Deja los carbohidratos para después del ejercicio No estoy hablando aquí de eliminar los carbohidratos, ni siquiera de realizar una dieta baja en carbohidratos. La 21 / SPORTVICIOUS

SALUD

patata u otros tubérculos, arroz, FRUTA entera, ¡VERDURAS! Los carbohidratos necesarios para que tu cuerpo se recupere completamente del ejercicio están ahí, simplemente estás cambiando cuáles eliges. Y cuándo los introduces: lo que te propongo es un reparto más inteligente de los carbohidratos.

Tu comida más importante debe ser la que hagas después de entrenar. Es tu recompensa al esfuerzo. Debe ser alta en carbohidratos y proteínas de alto valor biológico, y baja en grasas. Después de entrenar, es donde metemos patata, arroz y fruta para asegurar una buena recarga de los depósitos de glucógeno.

A cambio, las otras comidas del día deben ser de menor importancia, tratando en lo posible de reducir los carbohidratos (verduras aparte) y aumentando la presencia de grasas saludables. De este modo, mantienes un estado de baja insulina por más tiempo, favoreciendo un ambiente más lipolítico. Esto a la larga mejorará tu composición corporal.

Anímate a introducir estos pequeños cambios en tu estilo de vida y notarás grandes resultados.

Nacho Díaz @NachoNatuOrigen

SALUD

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TOMTOM.COM/FITNESS

TEST DE MATERIAL

LEGEND IL RE

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TEST DE MATERIAL

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Historia de Legend Factory La marca de bicicletas Legend Factory aparece de la mano de Marco Bertoletti.

La fábrica nace en 1989 y desde entonces han diseñado y desarrollado una serie de cuadros de bicicletas de gama personalizada para algunas de las marcas de ciclismo más famosas de Europa. Todo esto se ha hecho siempre con la filosofía de sus inicios para construir productos de alta calidad, utilizando los mejores materiales posibles. En 2009 crearon la nueva marca “LEGEND by Bertoletti”, en la que pusieron toda su experiencia, pasión e innovación con el fin de ser líderes en cuadros de bicicletas hechos a mano según las características de cada ciclista.

Una amplia gama de productos, realizados con los mejores materiales de alta calidad: titanio, carbono, aluminio y acero inoxidable son utilizados para producir una gama de cuadros que satisfarán a los clientes más exigentes. Los cuadros son fabricados en su propia factoría de Italia por expertos artesanos, que utilizan las mejores tecnologías y los más avanzados equipos, desarrollando cuadros a medida, obras maestras realizadas a mano.

Marco Bertoletti, propietario y jefe de producción de Legend Factory, ha convertido su pasión y energía en el desarrollo de esta nueva gama de productos.

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TEST DE MATERIAL

La gran diferencia entre carbono y titanio Actualmente el 99% de todas las bicicletas que se venden en España son de carbono, o mejor dicho, de plástico.

De ese 99% solo un 10% son bicicletas construidas con carbono de 1k o de 3k, siendo la mayoría de ellas de 3k. El resto de producción es de carbono de tercera categoría con uniones de resina; por esto les llamamos cuadros de plástico ya que su componente principal es la resina.

El titanio es un mineral que se extrae por métodos de minería. Sus primeras aplicaciones en el campo aeronáutico surgieron en 1968, con las 77 toneladas requeridas para el Blackbird, el avión más rápido del mundo. Uno de los mayores inconvenientes del titanio es su precio, 15 veces más caro que el aluminio por su complejo proceso de elaboración, que requiere seis meses.

En la mina el titanio está mezclado con arena y agua; y tras su centrifugación, se obtiene el mineral de titanio. El proceso de refinado es por métodos electromagnéticos. Actualmente, la producción anual es de unas 22.000 toneladas de titanio.

El mineral de titanio se introduce en un horno de gas hasta 850ºC, pasando a estado líquido. La separación de la 30 / SPORTVICIOUS

escoria se produce ayudándose de otro mineral caro, el magnesio. Se mezcla todo a 1.300-1.550ºC y se deja un día. Una vez pasado este tiempo, se introduce en otro horno donde se puede separar la clorita del titanio. A partir de ese momento, se debe romper en partes pequeñas y mediante una cinta transportadora se pasa a una zona de pruebas de calidad aleatorias para descartar los elementos que no cumplan con la pureza establecida.

Una vez solidificadas estas piezas, se pasan por una prensa para hacer bloques homogéneos, para ser fundidos a posteriori en otro horno a 2.200ºC para poder obtener piezas maleables. A posteriori pasarán por una segunda prensa en un proceso que dura varias horas para obtener las piezas requeridas. Ya resta sólo la parte final de pulido del material. ¿Todavía sigues pensando que 1 kg de titanio es demasiado caro?

MODELO IL RE Il Re es un cuadro de titanio totalmente fabricado a mano. El titanio es un material muy escaso y de difícil extracción. En el proceso de creación de este material se necesita filtrarlo varias veces calentándolo a temperaturas extremas. Un proceso que suele durar

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TEST DE MATERIAL

Cuadro Es un cuadro de titanio de grado 9 que le aporta un extra de firmeza. La producción del cuadro permite utilizar tubos con un espesor inferior reduciendo el peso del conjunto a 1.400 gramos. El tubo oblicuo utiliza un diámetro de 48. El tubo frontal es sobredimensionado utilizando un tubo cónico de 1-1/2” en la parte base donde tiene más contacto con la horquilla y finalizando en 1-1/8” en la parte superior cerca de la potencia y una longitud de 190 milímetros, aumentando 80 gramos el peso del cuadro y obteniendo un look más moderno y agresivo.

más de 6 meses, obteniendo un producto duradero, fuerte y para toda la vida. Una bicicleta de titanio es para toda la vida, mientras que el aluminio, carbono y acero tienen una fecha de caducidad. ¿Para quién?

Il Re es una bicicleta clásica para los amantes del ciclismo que quieran tener una bicicleta como la de antes. Recordar las viejas glorias y sobre todo exclusividad en un mundo reinado por el carbono. No olviden que una bicicleta de titanio puede pesar 300 gramos más que la bicicleta más ligera de carbono e igual o menos que una de carbono de primer precio.

El titanio es un producto resistente que aporta mayor confort al ciclista absorbiendo las irregularidades del terreno.

Lo que tenemos claro es que quien adquiere una Legend, compra una bicicleta para muchos años. Son bicicletas personalizadas, ¡no hay ninguna igual!

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Para esta ocasión, hemos montado una caja de pedalier BB30 aunque la marca recomienda una caja BSA. A Marco le gusta más este sistema porque se producen menos averías mecánicas, reduce los posibles ruidos al ser un sistema que va enroscado a la caja, a diferencia del sistema BB30 que es a presión y con el tiempo puede coger holguras de los cojinetes y llegar a generar algún ruido.

Con el BB30 reduciremos el peso del conjunto de biela, eje de pedalier y caja.

Además, el pedaleo será más ergonómico ya que la distancia existente entre bielas es más pequeña quedando a la altura de las caderas.

Los tirantes verticales son de 19 de diámetro y doble cónico con un espesor variable, mientras que los tirantes horizontales son 24,5 cónicos con un espesor variable de 30x21. Al montar frenos de disco, tanto los tirantes como las vainas se han mecanizado en una pieza de aluminio. En la parte trasera, la pieza de aluminio se aloja en la pinza de freno y el cierre de la rueda utiliza un eje de 12 milímetros, a diferencia de los estándares que son de 5 milímetros de cierre rápido.

TEST DE MATERIAL

Las letras de la marca son grabadas a laser, pudiendo grabar tu nombre en el cuadro o poner lo que quieras.

La tija del sillín también es de titanio 9 con soporte para sillín de aluminio mecanizado.

Como ya sabéis, es difícil trabajar y moldear el titanio por ser un material tremendamente duro. Por esto todas las piezas que necesitan mecanización son de otro material.

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Horquilla Hemos montado una horquilla F53 UD de carbono de 3k. Para este modelo el eje pasante es de 12 milímetros. Este sistema es totalmente nuevo ya utilizado por las bicicletas de montaña. Hace tiempo que vienen utilizando frenos de disco, mucho más seguros y resistentes que los actuales sistemas de cierre de 5 milímetros.

El nuevo sistema de eje pasante es menos

ligero y menos ágil a la hora de cambiar un reventón de rueda. Se precisa de una llave mientras que antes solo abriendo la palomilla de cierre, podías acceder a reparar el pinchazo. La horquilla F53 UD viene con un anclaje de pinza de freno Flat Mount.

Componentes Se ha montado con un cambio electrónico de Shimano utilizando un desviador y un

cambio trasero Dura-Ace. ¿Por qué no se montó Campagnolo o Sram? La respuesta es muy fácil: a día de hoy solo Shimano produce un grupo electrónico y con freno de disco.

El grupo disco-electrónico de Shimano aumenta en 700 gramos el peso de la bicicleta. Esto nos hubiera preocupado si nuestra elección hubiera sido una bicicleta de las más ligeras y de carbono.

Esperamos que Shimano saque al mercado 35 / SPORTVICIOUS

este grupo todo completo en su máxima categoría (Dura-Ace) para la próxima temporada, ya que las manetas de freno y las pinzas son del modelo R785.

Las bielas son Sram porque Shimano no fabrica bielas para anclaje de pedalier BB30.

Ruedas Las ruedas son unas DT Swiss RC38 C. Nosotros las hemos tubelizado y las hemos montado cubiertas sin cámara Hutchinson 36 / SPORTVICIOUS

Aton Tubuless de 245 gramos de peso; así evitaremos los pinchazos por pellizco de la cámara. Escogimos estas llantas porque vienen con buje de eje pasante de 12 milímetros.

Potencia La potencia es una 3T de aluminio de 130 milímetros. Hubiéramos preferido montar una potencia de titanio de la marca Control Tech pero se nos disparaba un poco de precio.

Manillar Hemos recuperado el manillar de la marca Reynolds de carbono que ya teníamos.

Sillín El sillín es un Selle Italia, cómodo y ligero con railes de carbono. Un sillín sobrio, serio y a conjunto con la bicicleta, una clásica con todas las innovaciones existentes.

En marcha En subida se nota la postura más agresiva con el manillar menos alto, 3 centímetros menos a la anterior postura. En un principio parecía ser incómoda, pero transcurridas tres salidas me acostumbré e incluso ahora intento bajar los brazos buscando una postura más aerodinámica, obteniendo mayor potencia en la pedalada y un mayor aporte de oxígeno En la bajada os puedo asegurar que es una delicia. Es dócil, ágil y noble consiguiendo seguridad a altas velocidades y en curvas muy pronunciadas. El binomio cuadro y frenos de disco roza la perfección.

En llano no podemos encontrar muchas diferencias con respeto a otras bicicletas.

Lo que prima en este terreno es una buena postura encima de la bici y un buen estado físico. Si eres rodador, seguro que te sientas cómodo en cualquier bicicleta.

Si os fijáis en las etapas de contrarreloj, las bicicletas que se emplean son aerodinámicas y con postura totalmente diferente. El ciclista centra todo su peso en el centro de pedalier, para realizar un pedaleo circular y redondeado a diferencia de las bicicletas escaladoras que el peso va más retrasado al eje de pedalier.

Valoración La valoración es muy satisfactoria por su comportamiento y montaje. Una bicicleta con un cuadro de titanio debería ir montada con unos componentes totalmente diferentes a los que lleva. Debería montarse con un grupo mecánico y frenos de puente como los de antes, incluso montar llantas con tubulares pegados a ellas con pegamento como se hacía antes.

Lo más importante es llevar un cuadro hecho a mano y a medida lejos del alcance de la mayoría de los ciclistas. Saber que llevas una pieza especial y única diseñada para ti no tiene precio. Todo esto hace que te encuentres cómodo en cualquier terreno.

Lo peor El peso del conjunto es un poco pesado en una talla XL se va a 7,900 gramos. El precio del cuadro es elevado siendo el titanio mucho más caro que el carbono.

Equipo Sportvicious 37 / SPORTVICIOUS

legendfactory.it

EN LA CIMA CON LIONEL TERRAY REPORTAJE

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REPORTAJE

El alpinista Ferran Latorre logra hacer cima en el Makalu, su duodécimo ocho mil sin oxígeno artificial. Tan sólo le quedan dos para completar su proyecto personal CAT14x8000: el Nanga Parbat y el Everest.

El alpinista Ferran Latorre logra hacer cima en el Makalu, su duodécimo ocho mil sin oxígeno artificial. Tan sólo le quedan dos para completar su proyecto personal CAT14x8000: el Nanga Parbat y el Everest.

El día antes de atacar la cumbre, mientras descansábamos en el Makalu Lha, el campo situado a 7.500 metros, tenía ciertas dudas.

Por un lado nos saltábamos un campamento, con lo que el ataque se hacía muy largo. En este sentido, había detractores que nos tomaban por locos y defensores que nos lo aconsejaban como mejor opción. El resto de dudas venían por la parte de las sensaciones. A esos 7.500 metros de altura no acababa de encontrarme con plenitud de energía y notaba un poco la altura, con una serie de síntomas leves pero que me recordaban malos augurios vividos en el pasado.

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Quizás eran los nervios o el miedo a volver a fallar. En ese mismo lugar, hacía dos años me di la vuelta por falta de energía, y contando los dos intentos al difícil Pilar Oeste y descartando el año del terremoto, aquel era mi cuarto intento verdadero al Makalu.

Decidimos que el disparo de salida sería a las ocho de la tarde. Todos los conocidos que habían escalado el Makalu desde el C2 —Nacho Orviz, Jorge Egocheaga, Mike Horn— expresaban con el lenguaje no verbal a la perfección cuando se referían a las distancias. Así que decidimos salir pronto para tener cierto margen.

De acuerdo, el desnivel no es muy importante y sí es verdad que la distancia es algo larga, pero sobre todo hay que tener en cuenta el punto de partida. No es lo mismo empezar la ascensión desde el CB, fresco y bien descansado, que hacerlo después de haber hecho el esfuerzo de subir

al Makalu Lha y pasar muchas horas a 7.500 metros. Con ello quiero decir que básicamente empiezas el ataque a la cima reventado y es uno de los factores que hacen difícil esta montaña.

Afortunadamente, después de los primeros pasos, las dudas se desvanecieron. Me encontraba francamente bien y en cualquier caso mejor de lo que me esperaba. Al llegar al Campo 4, la gente empezaba a salir hacia arriba, así que nos juntamos casi todos, por aquello de hacer piña.

La luna casi llena convirtió las horas más duras de una ascensión, casi siempre sometidas a la monotonía de la oscuridad total, en un espectáculo que nunca olvidaré. La primera parte es totalmente glaciar. O sea que la luna siempre presente convertía nuestra existencia en una versión interplanetaria y caminar por aquel precioso manto de plata, uniforme y metálico, era como hacerlo en otro planeta. Con Hans varias veces repetíamos el típico y estúpido comentario del alucinado, pero al mismo tiempo tan inevitable. No podía dejar de tener la imagen de nuestra propia progresión desde fuera: el aire enrarecido, el frío y la

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REPORTAJE

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REPORTAJE

insistencia tenaz de aquellos cuerpos errantes, bajo la iluminación solemne de aquella hipnótica esfera. Me cuesta creer que nunca más vuelva a tener la misma experiencia a 8.000 metros de altura.

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Se hizo de día. El sol se asomó por el horizonte dejando clara la ley del más fuerte. Afortunadamente para mí. Hacía ya un par de horas que el frío había eliminado de mi cuerpo cualquier atisbo

que fue fulgurante y creo que nunca me había encontrado tan fuerte en altura.

de romanticismo lunar para pasar a la vulgaridad de los simples escalofríos. De verdad que pasé frío. Hasta ese punto, al pie del corredor de los franceses, a unos 8.100 metros de altura, la ascensión creo

Pero la parte final del Makalu es más compleja de lo que pensaba.

Se trata de un terreno mixto de dificultad básica pero nada evidente. Quiero decir con esto que el famoso corredor francés no tiene nada de corredor y se trata de ir subiendo por donde se intuye el mejor paso entre las rocas y la nieve. En este tramo, y sin yo saberlo, los sherpas de nuestra agencia habían decidido equiparlo con cuerda fija para asegurar la bajada. Aceptando su decisión, y siempre compartiendo su criterio y quedándome con ellos todo el tiempo, la ascensión se ralentizó radicalmente. Las horas fueron pasando sin darnos cuenta de ello, con esperas largas pero más bien intemporales, y todos nos conformamos a la lentitud, a cambio de más seguridad.

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Por fin llegamos a la arista de la cima.

Espectacular, preciosa, altiva y digna de una gran montaña como el Makalu y siempre secundada al fondo por la presencia del Everest y el Lhotse. No se puede pedir más. Al final de la arista intuía lo que tantas veces había visto en fotografías: la pre-cumbre o falsa cima como le dicen algunos. En ese punto el grupo se plantó como haciendo una pausa disimulada o como esperando que alguien cogiera la iniciativa. Con Hans y Arjuna no teníamos ninguna duda: había que ir hasta la cima, que quedaba aún más allá de la falsa cumbre.

Cogí la iniciativa, y la verdad es que la escalada de la primera cumbre es muy impresionante y ciertamente agotadora, porque además me hundía mucho en la nieve profunda. Y llegados a la falsa cumbre es cuando llega la sorpresa. La arista continúa aún más allá, por un hilo precioso que culmina con una de las imágenes más icónicas de la historia del alpinismo: la cima puntiaguda y con el justo espacio para una persona, preciosa pirámide en miniatura para culminar el ochomil más espectacular del planeta.

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No me extraña que mucha gente se dé la vuelta y no se aventure hasta la verdadera cumbre. Sin ser difícil, la arista es muy aérea y es un poco delicada. Cualquier error es el último, y teniendo en cuenta que todo el mundo llega muy tocado físicamente, cualquier pequeña dificultad añadida puede ser la claudicación final.

Incluso a escasos veinte o treinta metros, como es el caso.

Recorrí la arista con una lentitud conservadora, consciente yo también de que iba muy justo de fuerzas y de capacidades cognitivas, pero siempre con la compañía de Hans y Arjuna, apenas detrás de mí, como si me protegieran. A dos metros de la cima, me paré para hacer una foto de aquella pequeña pirámide que tanto había soñado escalar, y que en otras ocasiones había sido el púlpito de Lionel Terray, Yannick Seigneur o Jordi Camprubí.

Supongo que fue el reflejo inconsciente de querer tener una imagen, mi propia imagen, de esta cumbre virgen, de esta cumbre, de este lugar tan extraordinario del planeta, que se pasa 364 días al año viviendo en solitario.

Llegué el primero. Creo que en el fondo quería llegar el primero. No por nada.

No por ninguna competición. No por poder decirlo. Creo que simplemente fue porque era el que la quería más que nadie.

Porque quería estar solo unos instantes.

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Y ponerme como Terray o como Seigneur, o como mi querido Jordi.

Hans intuyó que yo deseaba ese momento para mí solo.

Se esperó un rato y me hizo una preciosa fotografía.

Después subió y nos abrazamos emocionados.

Después vino Arjuna, un momento de gran felicidad que Boyan, que venía algo rezagado, también inmortalizó.

Deshaciendo la arista iba saludando al resto de la gente que subía hacia la cima. Bajaba feliz. Mi vida había pasado por aquella pirámide, aquel punto telúrico y único del planeta, y sentía que algo del espíritu de Terray había entrado dentro de mí. Sin duda, el mejor regalo posible era haberme encontrado con él.

Ferran Latorre

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MALLORCA 312, EL CICLISMO ÉPICO

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Este año la prueba cicloturista Mallorca 312 celebró su séptima edición con la posibilidad de escoger uno de sus tres recorridos: 312, 232 y 167 kilómetros. Los ciclistas recorrían la espectacular Serra de Tramuntana, declarada por la Unesco como Patrimonio Mundial en la categoría de paisaje cultural.

Cada año tengo por norma realizar una prueba ciclista de larga distancia. El año

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pasado participé en el Tour du Montblanc Cyclo con un recorrido exigente de 340 kilómetros y más de 9.800 metros de desnivel positivo.

Como el listón lo dejé muy alto, este año se hacía difícil escoger una prueba similar. La solución pasó por apuntarme a la Mallorca 312 con un recorrido de 312 kilómetros y unos 4.800 metros de desnivel positivo. Lo primero que te preguntas es de dónde sale

ese desnivel. Todos tenemos en la mente esos días de sol y playa en una isla que es casi plana. Pero resulta que Mallorca tiene montañas, la Serra de Tramuntana con una altitud máxima de 1.400 metros.

Para viajar a Mallorca tienes varias opciones: por barco, donde puedes cargar dentro de tu vehículo la bicicleta, o bien por avión, pero deberás tener una maleta para proteger tu bicicleta adecuadamente. No te

quiero contar lo que cobran las compañías aéreas por una maleta de características y medias especiales. ¡Una auténtica fortuna!

Si no tienes perjuicios y te da igual montar en otra bicicleta que no sea la tuya, la isla proporciona bicicletas de alquiler. Además en Alcudia hay un tour operador alemán que ofrece más de 500 bicicletas de carretera de gama alta, lo que seguramente te saldrá mucho más

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económico y con la mitad de problemas. Hablo de la playa de Alcudia ya que la Mallorca 312 tiene salida y llegada en la misma localidad. Pude ver con mis propios ojos los ajares repletos de bicicletas de todos los tamaños, mismo color y los mismos componentes.

Caminando por la avenida de Alcudia, se veían bicicletas circulando de arriba hacia abajo.

Se respiraba un ambiente ciclista pocas veces visto en una carrera amateur. Nada sorprendente cuando la organización nos comunica que participan unos 4.500 ciclistas.

En esta edición, la organización decidió cambiar el recorrido del circuito por uno que transcurría por la zona de Tramuntana.

En palabras de Biel Barceló, vicepresidente y consejero de Innovación, Investigación y Turismo del Gobierno de las Islas Baleares: “el cambio de recorrido de esta edición del 2106 no solo garantiza aún más seguridad para los participantes, sino también la posibilidad de descubrir nuevas rutas y nuevos parajes a aquellos deportistas”.

La verdad sea dicha, el despliegue de medios tanto de voluntarios como de los cuerpos de seguridad

del Estado fue tremendo. Durante todo el circuito nos vimos arropados y controlados por ellos.

En algún momento me pregunté si era posible que en las islas hubiera tantos guardiaciviles ya que en algunos tramos parecía que fuéramos alguien importante como ¡cabezas de Estado! Esto permitió que un 70% del circuito fuera de exclusiva circulación para los ciclistas, cortando para ello las carreteras.

La salida estaba programada a las 7:00 de la mañana, pero se demoró tan solo cinco minutos. Los comentarios de todos los ciclistas eran unánimes: “no es lo mismo salir con lluvia y mojado que te pille la lluvia a media salida”. Os aseguro que la pereza de salir lloviendo y empapado es difícil de explicar. Durante los primeros kilómetros me pasó por la cabeza dejarlo, pero mis compañeros seguían en ruta y nadie quería abandonar, por lo que yo no quería ser menos que ellos y seguí dándole pedales a mi bicicleta.

Los 20 primeros kilómetros son totalmente planos con una tendencia a picar hacia arriba hasta llegar a Pollença, donde empieza el puerto que nos dejará en el punto más alto de la isla situado a casi 1.400 metros. Los

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nervios de la salida y el hecho que todavía te sientes fuerte hacen que el pelotón ruede a más velocidad de lo debido.

La adrenalina hace que se produzcan montoneras y caídas. Si además le sumas que el suelo está mojado y resbaladizo, esto hace que se multipliquen las caídas de ciclistas. ¡A mí me da mucho miedo!

Hace dos años sufrí una caída y estuve a punto de perder una mano y esto se queda grabado en el ADN. Me he vuelto más patoso y precavido de lo normal, circulando un poco separado del pelotón para poder tener una vía de escape.

Como el año pasado no participé en la Mallorca 312, no puedo decir que el circuito sea mejor o peor al propuesto para este año. Lo que sí tengo claro y os puedo asegurar es que el nuevo circuito me gustó mucho. Un recorrido exigente y entretenido con constantes subidas y bajadas y con el paisaje mediterráneo de fondo. Lástima de la intensa lluvia que no nos abandonó hasta el kilómetro 110, teniendo que utilizar una chaqueta cortavientos durante toda la carrera.

Lo sorprendente fue el domingo leer en la prensa comarcal las quejas de los isleños

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por haberse encontrado las carreteras cortadas durante unas horas, a causa de la marcha cicloturista. Señores de la isla de Mallorca, esta prueba reporta ingresos y publicidad para toda su isla. ¡No todo es fútbol! ¡Existen otros deportes! Y si analizamos los datos, el 60% de los participantes eran extranjeros: ingleses, alemanes, etc.

La organización habilitó puestos de avituallamiento cada 50 kilómetros.

Desde mi punto de vista, un poco escasos en cantidad; existía demasiada distancia entre ellos. Yo hubiera reducido la distancia a 30 kilómetros.

Si el día hubiera amanecido caluroso a diferencia de lo que pasó, yo hubiera sufrido las consecuencias ya que solo llevaba un depósito de agua y poca comida adicional. Os aseguro al 100% que me hubiera quedado sin energía para poder terminar la vuelta. Mi consejo es que si tenéis planes de venir a participar en esta prueba, montaros otro soporte de bidón de agua. También tengo que deciros que las veces que paré a repostar y comer, encontré gran cantidad de comida y variada.

La carrera realiza un bucle siendo el punto más alejado la población de Andratx. Desde allí se realiza un retorno por el otro lado de la montaña, por la Serra de Tramuntana pasando por Galilea, Biniamar y llegada a Alcudia con un total de 232 kilómetros y 3.814 metros de desnivel positivo.

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Existen tres modalidades o tres circuitos diferentes pudiendo decidir en cualquier momento el recorrido que más te convenga. Una vez escogido el recorrido de 232 kilómetros, podías realizar el de 312 kilómetros. La mayoría de ciclistas como nosotros escogimos la ruta media.

La verdad es que se hacía muy difícil después de pasar por línea de meta realizar un bucle de 80 kilómetros para

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volver al mismo punto. El frío, el cansancio acumulado y el hecho de ir mojados durante tantas horas hicieron mella en nuestro cuerpo. Por ese motivo, el año que viene nos proponemos como reto el recorrido de la Mallorca 312.

Equipo Sportvicious

UN ULTRARUNNER EN EL IRONMAN DE LANZAROTE

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Patrick A. Müller es un apasionado y amante de las carreras de montaña.

Cuantos más kilómetros devore, mejor.

Durante cuatro meses y medio decidió “abandonar” las zapatillas de montaña y entrenarse para participar en su primer Ironman. Patrick es exigente consigo mismo y no buscó un Ironman cualquiera sino uno de los más duros de Europa y del mundo: el Ironman de Lanzarote.

El despertador suena a las 4:45 de la mañana. He conseguido dormir 4 horas, ¡todo un logro! No quiero desayunar mucho; el sector de la natación me da mucho respeto.

Como unos sándwiches, un poco de carbohidratos, un cafetito para despertarnos y poco más.

Me preparo rápido, ya que había dejado todo listo y quería estar sobre las 5:45 en la zona de boxes. Con la noche cerrada, empiezo a caminar por la avenida del Puerto del Carmen, viendo a mucha gente con sus bolsas blancas hacia la zona de salida.

Mientras camino, voy repasando todo mentalmente y voy respirando hondo para calmarme. El objetivo es terminar. Salir del agua como sea, la bici lo más fluida posible y guardar piernas para poder hacer la maratón decentemente. El trabajo está hecho. ¡Hoy toca disfrutar!

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Me dirijo a boxes a por las bolsas de la transición, número 1313. ¡Vaya dorsal!

Las reviso y voy a la bici donde preparo los botellines, hincho las ruedas y procedo a ponerme el neopreno y bajar a la playa.

Amigos, caras conocidas, pero todos tensos, se nota el nervio… Saludos rápidos, risas nerviosas y cada uno a lo suyo.

Me da tiempo de calentar un poco en el agua y me pongo en la cola. Una vez ahí quería relajarme. El agua era lo que peor llevaba, no por la distancia sino por las 1.900 personas con las que tenía que compartir el recorrido.

Mi táctica fue no ponerme muy delante para no recibir demasiados golpes y bordear por la zona exterior. Me daba igual nadar más mientras pudiera nadar cómodamente. Salir del agua entero sería mi primer triunfo.

Ya en la cola, respiro profundamente; se acerca el momento. 3, 2, 1 y bocinazo. La cola empieza a moverse hasta que troto hasta el agua, visualizo huecos y voy a por ellos.

Hasta la primera boya es el peor tramo. Todo el mundo busca hueco y te tocan, te dan, te rozan, y no paras de dar brazadas prácticamente con la cabeza levantada. Una vez llegas al primer giro, empiezas a nadar. Para

mantener un ritmo, me voy desplazando ligeramente al exterior. Ese era mi plan.

Busco huecos y nado así continuamente.

Iba a mi ritmo y no me daban demasiado toques. Donde peor lo pasaba era en los giros.

Primera vuelta realizada. Salgo a la playa, corro y a por la segunda vuelta. En la penúltima boya me dan un manotazo en la cabeza y se me sale el gorro que llevaba

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por fuera de las gafas. Me pongo nervioso.

Me lo coloco y sigo hasta entrar en el embudo de entrada final. Una vez salgo del agua y paso por el arco, estoy contento y animado. He conseguido pasar la primera prueba, “el trámite” para los triatletas, para mí “el trauma”. Termino en 1h18’ nadando 4.400 metros. He nadado más rápido pero haciendo más metros. ¡Lección aprendida!

Voy a por la bolsa de cambio para la T1.

He nadado con el mono bajo el neopreno (no fue buena idea). En lo que más tardo es en preparar los pies, secarlos bien, quitarme la arena, esparadrapo en los dedos y vaselina (manías de las ultras), calcetines, zapas de la bici, pulsómetro y casco. Localizo mi bici y me pongo a la cola de salida.

Familiares y amigos se cercan y me animan. Bici en mano me preparo para llegar al arco de salida donde empiezo a pedalear. Se me hace largo pero ya estoy montado en la bici.

Empezamos el recorrido de la bici con 180 kilómetros por delante y sus 2.550 metros de desnivel positivo. Los días previos hacía fuerte viento, ¡y lo dice uno de la isla! Hoy no iba a ser menos; se imponía un molesto

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viento del noroeste. La bici iba a ser dura así que a reservar fuerzas.

El inicio es por el Puerto del Carmen hasta que te incorporas a la circunvalación para tomar la carretera general. En la primera subida hago un cambio raro y me salta la cadena y se traba. ¡Empezamos mal!

Bajo rápidamente y desatasco la cadena con cuidado para no romper nada. Me vuelvo a montar con las manos llenas de grasa, me limpio como puedo y sigo. Tengo dudas de si escogí correctamente la ropa a utilizar. Llevo el mono húmedo y con el viento tengo frío y me cuesta coger el ritmo. Quizás hubiera tenido que utilizar un maillot seco. Sigo pedaleando en dirección al Puerto Calero.

Pulsaciones bajas, cadencia y a preparar la primera subida hacia Yaiza. Tenemos el viento de cara con lo que el recorrido en bici va a ser largo. Sigo con mi ritmo y poco a poco voy avanzando posiciones.

Paso por Uga y llego a Yaiza. En teoría la bajada debería ser rápida hasta las Salinas del Janubio pasando por los Hervideros en dirección hacia El Golfo. Me acoplo bien para ir lo más aerodinámico posible y evitar el molesto viento. Para el que no conozca la isla, el paisaje hasta llegar al Golfo es increíble: mar de lava junto a la costa volcánica que hipnotiza, con toboganes de constantes subidas y bajadas, hasta volver a Yaiza y comenzar el largo tramo de subida a Timanfaya.

No voy cómodo, tengo frío y al acoplarme tengo molestias en la espalda. Como y bebo cada cierto tiempo. Al llegar a las rotondas, amigos y familiares me animan.

Te los encuentras donde menos te lo esperas. Es la primera vez que participo en un Ironman y desde dentro se vive el ambiente de otra forma.

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Continuamente compruebo mi pulso y la cadencia. Desde Yaiza veo a Christian, quién ha finalizado varios Ironman, y me tranquiliza verlo. Compartimos trayecto hasta Teguise. El viento de cara ofrece mucha resistencia, intento ir acoplado en la subida a Timanfaya. Una vez alcanzada la primera rampa, empieza una bajada rápida hacia Tinajo, La Vegueta y seguimos hacia La Santa.

Mis piernas y mi estómago van bien pero mi espalda sufre molestias. Al salir el sol, con el calor me alivia el dolor. De La Santa seguimos hacia La Caleta de Famara, cambia el paisaje con La Graciosa, El Risco de Famara y la maravillosa playa de Famara. En los avituallamientos situados cada 20 kilómetros, lo único que cojo es agua, el resto lo llevo conmigo.

Francis me grita: “¡vamos Patrick, estás a 2 h de cabeza!” y me da la risa. “¡A por Frodeno!”, le grito yo.

La subida hacia Teguise se hace llevadera ya que el viento ayuda, mejor de lo que esperaba. El ambientazo es brutal. Veo a mi mujer y mi hijo. ¡Vamos, papá! Sus ánimos me dan fuerza. Me dirijo hacia la subida del Mirador de Haría donde cargo carbohidratos y descanso unos minutos.

Los primeros metros de carrera comprobando el chasis. Me encuentro bien, demasiado bien… Me quito toda la tensión que llevaba acumulada y me centro en la carrera.

Para afrontar la última subida, la del Mirador del Río, voy bien, con cadencia y adelantando a triatletas.

Algunos incluso se bajan de la bici.

Mientras voy por el Mirador, mi amigo

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Estoy entero, con alguna molestia de espalda pero mis piernas responden correctamente. Aprovecho la bajada para ir a tope hasta Arrieta siempre guardando piernas para alcanzar Tahiche. A partir de aquí mi cabeza se centra en el maratón.

La última bajada hasta el Puerto del Carmen es rápida y en la avenida me voy acercando a boxes. Aprovecho para estirar un poco sobre la bici y en la línea de entrada me cogen la bici. Cojo la bolsa roja 1313. Cambio de zapas, me ponen crema solar protectora, tengo la espalda y los brazos como un tomate, visera, gafas y a correr.

El ambiente que se vive es increíble: conocidos por todos lados, amigos, familiares, todos gritando y animando. Los primeros 16 kilómetros me salen a 4:40. Sobre el kilómetro 20 me da un latigazo en la espalda que me obliga a parar, estiro un poco y sigo. Las piernas iban bien,

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pero no quiero forzar, así que aflojo un poco y sigo a mi ritmo, sobre 5 min/km. No paro de adelantar a triatletas caminando como zombis; me recuerda los finales de las ultras. En esta ocasión mi motor sí tenía gasolina.

Al ver a mis padres, mi mujer, mi hijo y amigos animando en cada vuelta, son dosis de energía que te cargan en cada pasada. A partir del kilómetro 32, estoy en las vueltas cortas de 10 kilómetros que son más sube y baja. Tengo menos viento pero con más calor y el cansancio acumulado empieza a hacer mella. Bebo en cada avituallamiento, no quiero deshidratarme ni sufrir de calambres. Sólo he tomado unos geles, una barrita, carbohidratos, líquido y algo de sales. Me cruzo con amigos, mi cuñado Manuel, a quién le animo, unos en mejor estado que otros, pero nos animamos. Vernos corriendo es un triunfo para cada uno. Unos paran, los animo, otros desencajados, uno con el brazo en cabestrillo, le aplaudo. Otros me animan: “¡vaya carrerón, Patruko!”, “¡Sigue así!”

En la parte final de la carrera el cansancio se nota, bajo un poco el ritmo pero sigo corriendo. Última vuelta. Le digo a mi mujer que vaya hacia meta, en 50 minutos llego. En los últimos kilómetros hay mucha gente y tienes que ir sorteándola para correr cómodamente. ¡Última recta!

Según había leído en reglamento no se podía entrar con familiares. Veo a mis padres, chocamos las manos y signo de ok. Me falta ver al peque, tengo que verlo…

Lo veo en la grada con la cámara sacando fotos, le digo, “¡salta!, ¡vamos, salta!”. Mi hijo asustado me suelta: “¡Papá, te van a descalificar!”. “¡Vamos a entrar!”, le

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digo. Me da la mano y nos dirigimos hacia el arco de meta. Había soñado con este momento durante meses. No me lo podía creer, por fin cruzamos la meta juntos, foto finisher y nos abrazamos fuertemente. ¡Lo conseguimos! ¡Otro reto más juntos!

Se acerca mi mujer, nos abrazamos, junto a mis padres y algunos amigos. Estoy contento, recojo camisa de finisher del 25º Ironman de Lanzarote ¡Un sueño!

El maratón me liberó, disfruté, finalmente dio sentido a todo. Mi primer Ironman conseguido, todas las dudas, entrenos,

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estrategias, preparación, horas… Me siento orgulloso. La preparación ha sido muy dura, estoy acostumbrado a ultras y entrenos duros pero esta disciplina en las tres modalidades, combinarlo con la familia y el trabajo, es realmente duro.

El camino también me ha gustado, el ir aprendiendo desde tricross, tri de medias distancias, travesías largas, etc.

La verdad es que ha valido la pena el esfuerzo, no sólo por haber conseguido finalizar un Ironman, sino ir conociendo y aprendiendo un nuevo deporte. Me

gusta correr, me gusta la bici y me gusta la natación en aguas abiertas. Hay que mejorar en todo, pero eso se consigue con disciplina, entrenos y dedicación, no hay otra.

Finalmente llego tras 12h18’, con un maratón en 3h40’, mejor de lo esperado, 598 de la general y 125 por categoría.

Para ser mi primer Ironman y prepararlo en 4 meses y medio creo que es un buen resultado. Me siento satisfecho. Repetiré seguro pero no sé cuándo.

Esto no se consigue sin el apoyo de tu familia y de mucha gente que te va asesorando y dando consejos a lo largo de la preparación. Enhorabuena a todos los finishers y a la increíble e impecable organización. A mi entrenadora Gema Quiroga que ha sabido cómo llevar la transición del trail al tri con todo lo que ello conlleva. ¡Mil gracias a todos!

Patrick A. Müller Fotografías de Pedro Pérez

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