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La Familia del Adulto Mayor

*Dra. María Bertha Covarrubias

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Paraentender cómo está relacionado el adulto mayor con su parentela necesitamos ver, primero, cómo es su familia y cuáles son sus orígenes. Tomando en cuenta la evolución, las costumbres la educación y en muchos aspectos la región de donde proviene.

Porque la manera de comportarnos depende de nuestras costumbres, en los jóvenes actuales desde pequeños se les inicia en el reconocimiento de sus emociones e inclusión. Pero en el adulto no hubo ese trabajo respecto de lo que le ordenaban sus padres. No había opciones, si no cumplía el rol de la obediencia ciega era sacado del contexto familiar, por lo cual tenemos que tener en cuenta esa circunstancia al analizar a la familia, en este caso, del adulto mayor.

Relaciones familiares

Hay que analizar qué tan estrecha es la relación: muy estrecha pero conflictiva, cercana, difícil, distante?, todo esto tiene que ver con el comportamiento cuando se llega a la tercera y más edad.

Es común escuchar decir a los adultos “cómo fueron educados” y ahí poder ver la cercanía con sus ancestros, ellos nos pueden comentar que no había diálogo, que las reuniones eran para los mayores; que el niño podía estar cerca pero no dentro de la comunicación, nos mencionan que hasta con “una mirada” le ordenaban que hacer, salirse o callarse: “Niño: eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca”.

Cuando se les preguntan si podían hablar de sentimientos o de sus problemas, nos mencionan que no se usaba, que si había problemas de comportamiento las restricciones eran de poder y de control. Porque, a su vez, el adulto seguía el patrón de sus padres.

Actualmente se ve una educación diferente por la cual es muy importante aclararla para mejorar la relación con los adultos. Desde niño se hablan de emociones, de la importancia de la inclusión del niño al contexto familiar, se le permite estar en reuniones y en ocasiones tomar la palabra, por ello crecen pensando que siempre fue así. Les es difícil imaginar que esto ha sido producto de la evolución.

Cuando vemos a un adulto que justifica sus acciones a como fue educado lo tomamos de manera rígida y poco flexible, pero la realidad es que aprendió de manera diferente. Hay que ayudarlo a ver y dejar que vea la evolución actual para que se vaya adaptando y vaya desaprendiendo lo que toda la vida le funcionó, pero que actualmente lo aleja de la familia.

Debemos explicarle cómo ha cambiado la familia, lo importante que es adecuarse a los tiempos, a la nueva educación, a compartir en familia los sentimientos, a las nuevas actividades e incluirlos en ese cambio.

Hay adultos jóvenes que han podido incluirse en esta evolución, aprender tecnología, aprender a salir sin supervisión, recuérdese que la mujer no podía ir sin los padres o su marido a ningún lugar, porque era juzgada, e incluso rechazada, por lo que es importante acompañarla ahora -en este caso de las mujeres- en el cambio, motivarlos, motivarlas, a esas inclusiones que son tan importantes. Sacarlos de su ámbito de protección y enseñarles a vivir sin tanta rigidez, la familia lo toma como que no quiere hacerlo, pero en la raíz de su educación esta la razón de ello.

No está acostumbrado a ser lo principal en su visión, y por ello minimiza su valor, y se acomoda a las necesidades y requerimientos de la familia, dejando de lado su importancia personal.

El hombre tuvo un valor protagónico y de proveedor, y al dejar de tenerlo lo hace sentir devaluado, no pudiendo ver ni apreciar con dignidad y seguridad lo que hizo toda la vida.

Por ello, cuando vemos al adulto hay que hacer un análisis de la relación con la familia, y ver cómo ayudarle a ser incluido, ir creando nuevos paradigmas de comportamiento y siendo flexibles al cambio. Un grave error es creer que con solo decirlo el cambio esta ahí, recuerden que fueron años de comportamiento similar y de sujeción, por ello tenemos que estar conscientes, si realmente queremos mejorar la relación con ellos y viceversa. Tengámoslo presente y muchas cosas empezarán a mejorar.

*Dra. Ma. Bertha Covarrubias Manrique. Geriatra. Grupo Integral de Gerontología, A.C., Grupo Integral de Gerontología I. A.P. y Grupo de Neurorehabilitación, S.C. Antonianos 1. Colonia Campanario. Cel: 66 22 565722, Casa: 2 174947. Correo: be.coma@hotmail.com