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Comienza en México el caos de fin de sexenio

Los vientos sembrados por el mandatario mexicano, AMLO, desde el inicio y a lo largo de su presidencia, han terminado por cosechar tempestades ya cerca del final del camino, sobre todo por el estrepitoso fracaso del nuevo modelo de salud, ignorando la conseja popular de no tirar el balde viejo (el seguro popular que daba resultados), sin saber si el nuevo contendría el agua -el INSABI que se desfondó dejando una estela de muertos por el Covid-19 muy superior en relación con otros países de población similar; y sin medicamentos para el cáncer que ha causado la muerte de tres mil niños con esa enfermedad que eran bien atendidos con el seguro popular.

Por otra parte, la falta de medicinas y de atención hospitalaria y consulta para la población en general ha provocado el aumento de las farmacias privadas de descuento en “cada esquina”, con consultorios anexos, las cuales, supuestamente desaparecerían cuando se cumpliera la promesa de tener un sistema de salud “como el de Dinamarca” -mientras, los beneficiarios de los programas sociales, como en el caso de los adultos mayores, gastan su pensión en consultas, exámenes y medicinas que no les proporciona el sector público de salud.

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El error -que se le hizo ver desde entonces al tozudo presidente- fue cancelar, el 2020, la cadena de suministro nacional de medicinas a los centros de salud pública que operaba el seguro popular, y empezar un nuevo trato con otras farmacéuticas que se retrasó una y otra vez generándose el criminal desabasto con los resultados descritos.

Finalmente, fue el propio gobierno quien -junto a su bancada en el Poder Legislativo-ceste abril dio por terminado el INSABI (el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar), cuyos derechohabientes, unos 30 millones de mexicanos, pasarán a ser atendidos en el programa IMSS-Bienestar, un anexo del Seguro Social sin capacidad para absorberlos -llegándose con ese desastre al fin del sexenio, tanto como en otros renglones torcidos de la 4T, que no cabrían detallar en estas páginas.

Los diputados de Morena “justificaron” la muerte del INSABI por la llegada del Covid 19 que rebasó al sistema, olvidando que el presidente mismo dijo que el coronavirus le quedaba “como anillo al dedo” para demostrar su eficacia -que terminó con la tragedia de más de medio millón de fallecidos, ocupando el quinto lugar con más decesos en el mundo.