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Gisaeng

Gisaeng en Corea

Las gisaeng también se conocían como "flores que hablan poesía". Probablemente se originaron en el Reino de Goryeo desde 935 hasta 1394 y continuaron existiendo en diferentes variaciones regionales durante la era Joseon de 1394 a 1910. Formadas desde muy jóvenes y posiblemente desde el siglo V, el objetivo de las mujeres kisaeng de Corea era entretener y acompañar a los hombres de las clases altas de la sociedad, pues eran propiedad del gobierno. En ocasiones también se ocupaban de proporcionar entretenimiento a las tropas o a invitados extranjeros de la corte. En los centros de formación recibían clases de danza y aprendían a tocar algún instrumento, la mayoría de veces el laúd chino. Una vez finalizado el periodo formativo, que podía iniciarse a los 8 años, empezaba su etapa profesional, que se alargaba desde los 15 años hasta los 30. Aunque no era un asunto público, era muy común que las kisaeng, también conocidas como ginyeo, actuarán como prostitutas con los hombres para los que trabajaban. Lo más común era que una mujer se convirtiera en kisaeng porque era hija de una kisaeng, pero también podía ser un castigo por haber infringido las normas de comportamiento sexual, o una familia podría verse obligada a vender a una hija por falta de recursos. Sobre estas líneas se puede ver una clase de kisaengs hacia finales del siglo XIX. Eran educadas adecuadamente en el arte de la danza, la música y la poesía es por ello que muchas de ellas eran solicitadas para el entretenimiento del rey y la nobleza de la antigua Corea. De hecho, se cree que la primera apreciación de estas mujeres fue durante la Dinastía Goryeo. Durante la Dinastía Joseon existió la que se consideró la mejor escuela de ginsengs ubicada en la actual Capital de Corea del Norte, en ésta se les enseñaba desde muy pequeñas a bordar, bailar, tocar algún o varios instrumentos, así como enfermería y poesía.

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Gisaeng

Las gisaeng aparecieron por primera vez en la dinastía Goryeo (918 - 1392) y a menudo se las menciona como un grupo social notable de la dinastía Joseon (1392 - 1897). Las gisaeng son mujeres de clase baja que fueron entrenadas para convertirse en artistas profesionales. Los campesinos consideraban que la ocupación era poco delicada porque las gisaeng brindaban entretenimiento en fiestas o reuniones que involucraban alcohol a hombre de clase alta.

Las gisaeng eran un grupo de personas bien educadas que fueron capacitadas para desarrollar amplios talentos artísticos en áreas como la poesía, la caligrafía, la danza y el canto. Para una mujer de Joseon de origen humilde, la oportunidad de hacer alarde de sus facultades de razonamiento e imaginación habría sido absolutamente inconcebible. Dependiendo de su sociabilidad, sensibilidad artística, inteligencia y apariencia, las gisaeng fueron clasificadas en diferentes niveles. Las gisaeng de primer nivel limitaron sus actuaciones al rey y fueron designadas por el gobierno para ser tratadas como miembros de la clase alta. También pudieron ingresar al palacio sin restricciones y se les asignaron importantes tareas diplomáticas, como saludar a los enviados extranjeros. A veces, las gisaeng se describen como prostitutas, pero el vínculo entre la prostitución y las gisaeng solo comenzó a cimentarse durante la colonización de la península por parte de Japón. En la dinastía Joseon, las gisaeng eran consideradas artistas e intérpretes.

A pesar del estereotipo de lo que implicaba su trabajo, las gisaeng eran artistas con habilidades e inteligencia excepcionales, capaces de ofrecer conversaciones refinadas con un trasfondo de sutileza a los miembros de la nobleza coreana. Por estas razones, a menudo se los denominaba hye-uh-hwa (해어화;解語花), o "flor conversacional". Los gisaeng no fueron entrenados simplemente para la diversión de la clase alta, sino artistas profesionales que fueron fomentados por el gobierno. En cierto modo, estaban más cerca de las mujeres modernas en el sentido de que recibían formación y educación formal, a diferencia de la gente común de la época. Quizás es por eso que todavía escuchamos historias de las legendarias gisaeng coreanas hasta el día de hoy.

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