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Tertulia Literaria
COMITÉ DE BIBLIOTECA | COORDINADORA CECILIA DE SALVADOR
Reseña por: Cecilia de Salvador
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Es una novela de ficción, misteriosa, en ambiente natural, deslumbrante y una chica muy especial. Delia Owens describe todas la emociones, sobre la soledad, la vida, el sexo, y la necesidad que todos tenemos de vivir en comunidad.
Esta historia, está ambientada en las décadas de l950 y l960 en las desoladas marismas de Carolina del Norte. La narrativa combina elementos de misterio criminal, romance y la naturaleza. Es la historia de la niña llamada Kya Clark, que creció desde las 6 años sola en los pantanos. Nos enseña sobre los peligros de su mundo privado y secreto. Una historia que envuelve al lector en el aroma y la sensación de estar cerca, con Kya, acompañándola en sus viajes a través de esos canales naturales y llenos de los sonidos de todos los seres que ahí habitan.
“Nos habla de los secretos del ser humano y la verdadera naturaleza del amor y del odio”.
Para Kya, la naturaleza es su única amiga. Superviviente, abandonada por su madre, los zapatos de tacón por el camino de arena, de falsa piel de cocodrilo, la bolsa azul, este recuerdo vivirá por siempre en su memoria. Al tiempo, también es abandonada por sus hermanos y su padre aunque borracho y maltratador, le enseñó muchas cosas entre ellas a sobrevivir en la marisma.
“Se tiró en el colchón y contempló como se deslizaba por la pared lo que quedaba del día”.
La soledad es otro tema de la novela. Kya aprendió a esquivar a las personas. Barkley Cove era un pueblo olvidado, con un par de calles polvorientas, fue para ella un lugar inhóspito, en el que las personas la desplazan, la relegan a un pantano y se referían a ella despectivamente, como “La chica salvaje”. Asistió a la escuela un día, pero supo que nunca sería como los demás niños. Volvió a su mundo, donde se sentía cómoda y se dedicó a aprender más de los animales que allí habitaban y de toda la naturaleza que la rodeaba. No volvió a la escuela nunca más. Cada día aprende más sobre las estaciones de los gansos, las costumbres de los peces, aprende a leer el tiempo en las nubes y las contracorrientes en las olas. Conoce a Jumpin y a su esposa Mabel, él vende gasolina “Gas and Bait, Gasolina y Cebos” desde ese momento son sus únicos amigos, necesita saber que le importa a alguien.
Conoce a Tate, ambos son muy jóvenes, él la ayuda a coleccionar plumas de diferentes aves y al intercambio de plumas, le sigue una estrecha amistad. Cuando Tate se da cuenta que ella no sabe leer, le propone enseñarle. Tate, es su primer y último amor.
Para combatir esa soledad inicia la colección de plumas, insectos y conchas muy importantes en su vida, todo lo dibuja. Comienza a ordenarlos y les coloca nombres y demás datos, va acomodando sus muestras en las paredes. Saber leer, le abre un nuevo mundo, e inicia por buscar en los libros de su madre,
descubre en la Biblia su nombre completo y su fecha de nacimiento, 10 de octubre de l945. También supo el nombre completo de sus hermanos y de sus padres.
“Las hojas otoñales no se caen vuelan. Se toman su tiempo y se alejan de ese modo, en su única ocasión de elevarse. Giran y navegan y se agitan con el viento mientras reflejan la luz del sol”.
Kya no conoce como reaccionar a los sentimientos que la envuelven cuando conoce a Chase. “por primera vez en su vida, sintió el corazón pleno”. Luego, él se aleja y nuevamente la soledad. “La soledad tiene brújula propia”
Se involucra con Tate, y quien por sus estudios se aleja y luego con Chase que también al tiempo, la abandona. Siempre en busca de ese sentimiento de necesidad de compañía, alguien con quien poder conversar, necesitaba esa cercanía que nunca había tenido con otro ser humano desde que fue abandonada. “Ceder otra parte de su ser solo por tener a alguien”.
En toda la novela se aprecia el amplio conocimiento de la escritora, Delia Owens, sobre la naturaleza, los insectos y las plantas. Las descripciones minuciosas abarcan todos los aspectos de la vida en las marismas.
Cinco años después regresa Tate, que al conocer el trabajo realizado por Kya le propone entregarlo a un editor y conocer su opinión. El libro es editado y recibe el primer ejemplar y un cheque por cinco mil dólares de adelanto.
Para entender a Kya es necesario recordar las palabras de su mas querido hermano Jodie “Si alguien viene por ti, no huyas a la casa. Pueden encontrarte ahí. Corre a la marisma, escóndete en los arbustos. Borra siempre tus huellas; ya te he enseñado como hacerlo. Y también debes esconderte de papá”… las conchas son las mejores guardianas de secretos que existen.

“Sus libros le habían enseñado la manera en que la marisma conecta la tierra con el mar, y que ambos se necesitan mutuamente”.
Chase Andrews, relacionado con Kya, aparece asesinado al pie de la torre de vigilancia en las marismas.
“como siempre la grosera mano de la muerte era la estrella de la función”.
Unas fibras de lana roja que no eran de la ropa de Chase, y la falta de un collar con una concha que usaba Chase, dan inicio a la investigación de su muerte, y la culpan a ella. El sheriff Ed Jackson, la persigue sin tregua, necesita un culpable y ella está en el medio. Es detenida y se inicia un juicio agotador.
Durante el juicio la mente de Kya volaba de los gansos nivales, al recinto, para seguir todos los movimientos de Justicia dominical, el gato de los tribunales, su única compañía durante el tiempo en prisión. Se confortaba recordando los recorridos por los lagos de la marisma, su único pensamiento, regresar a su vida en solitario. Algunos pasajes de su vida son citados y algunos difíciles de explicar, el juicio avanza con la participación de un buen número de habitantes de Barkley Cove.
Al ser declarada no culpable Kya regresa a su querida cabaña, espacio donde se siente libre y hasta cierto punto feliz, dando de comer todos los días a las gaviotas y recogiendo muestras para sus libros que continúan vendiéndose.
La presencia a lo largo del libro, de la poesía de Amanda Hamilton, es su compañía, casi como las gaviotasSus últimos años de vida los comparte con Tate, investigando, disfrutando de los secretos de la marisma, al fin entiende y disfruta querer y que la quieran; no está sola. Tate descubre el secreto de Kya años después, a raíz del fallecimiento de ésta.
La Escritora Delia Owens
Nació en Americus, Georgia, Estados Unidos el 4 de abril de 1949 se formó como Zoologa y Etóloga y Conservacionista. Creció en Thomasville y se licenció en Zoología en la Universidad de Georgia. Se doctoró en comportamiento animal en la Universidad de California, campus Davis.
Ha publicado varios ensayos, El ojo del elefante, 1992, y Secrets of the Savanna, 2006. Su esposo y ella salieron de Zambia en l996 y se mudaron a Idaho, donde trabajaron en la conservación del oso gris. Escribe su primera novela en 2018, Where the Crawdads Sing (La chica salvaje), de la que nadie esperaba que fuera un éxito de ventas. Owens tiene poco más de 70 años, y, nunca había publicado una obra de ficción. Su editor imprimió un modesto tiraje de 28,000 ejemplares de tapa dura. Cuatro años después la novela ha vendido 15 millones de ejemplares y ha permanecido l68 semanas en la lista de los libros más vendidos de The New York Times. La película estrenada hace poco, recaudó 17 millones de dólares en el fin de semana de estreno y contribuyó a que la novela volviera a estar en la cima de las listas de los más vendidos.



Frases célebres del libro “La Chica Salvaje”
Mirta A. de De la Guardia: “La luz del microscopio se reflejó en sus pupilas oscuras y contuvo el aliento mientras un Mardi Gras de figuras disfrazadas daba piruetas y se movía ante sus ojos. En vez de una gota de agua, veía tiaras inimaginables que adornaban sus cuerpos asombrosos, tan sedientos de vida que retozaban como atrapados bajo la carpa de un circo”. Pág. 472
Sandra D. de Cabarcos: “… un hombre de verdad es aquel que llora sin vergüenza, lee poesía con el corazón, siente la ópera en el alma y hace lo que haga falta para defender a una mujer”. Pág. 106 Kindle
Tere D. de Rojas Pardini: “Es que no sabía que las palabras pudieran contener tanto. No sabía que una frase pudiera estar tan llena”. Pág. 127
Aidelena Pereira: “Cuando el hombre se ve acorralado, desesperado o aislado recurre al instinto de la supervivencia”. Pág. 241 Kindle