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Una perspectiva para 2021 EDUARDO BUENDÍA RESÉNDIZ
UNA PERSPECTIVA PARA 2021
LA LLEGADA DE JOE BIDEN A LA PRESIDENCIA DE EU Y LAS ELECCIONES INTERMEDIAS EN MÉXICO PODRÍAN DICTAR UN CAMBIO DE RUTA
EDUARDO BUENDÍA RESÉNDIZ C on una progresión del 1% este año, las energías renovables no solo van a resistir a la caída de la demanda energética global, la más pronunciada después de la Segunda Guerra Mundial, sino que en 2021 tendrán un despegue de casi 10%, el mayor desde 2015.
De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en 2025 las renovables se convertirán en la mayor fuente de generación eléctrica en el mundo y pondrán fin a cinco décadas del carbón como primer proveedor.
La siguiente gráfica muestra los costos de energías renovables entre 2010 y 2019 de forma desagregada en todas sus ramas. Si realizamos un análisis comparativo, podemos observar que en biomasa y energía geotérmica y eléctrica han experimentado incrementos, mientras que las demás han tenido una reducción. Se calcula que en 2020 y para los próximos quince años habrá una tendencia general de disminución de costos de producción.
La tabla 1 nos muestra el escenario de la demanda mundial de petróleo desde 2017 hasta el tercer cuatrimestre del 2020 y sus proyecciones para lo que resta del año y el siguiente. Nos indica la tendencia de una caída en la demanda de petróleo en el periodo analizado; se proyecta una ligera recuperación para el próximo año en la medida en que se aumente la actividad económica conforme se dé un mayor control de la pandemia a nivel global.
A pesar de ello, se espera que la tendencia hacia una menor demanda mundial de petróleo continúe en esta década. Los datos del 2021 se consideran como información coyuntural que no modifica en nada el comportamiento a largo plazo de la demanda mundial de petróleo.
Por otra parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha señalado la posibilidad de un repunte de la oferta de producción de petróleo, alcanzando el millón de barriles por día a partir de noviembre, como consecuencia de que Estados Unidos se recuperará de los efectos de los huracanes y la reanudación de las exportaciones de Libia



TABLA 1. EQUILIBRIO MUNDIAL DE LA DEMANDA DE PETRÓLEO EN MILES DE BARRILES/DÓLARES. FUENTE: OPEP (2020).
¿QUÉ NOS DICEN ESTOS DATOS?
En términos generales, el panorama es positivo para quienes buscan invertir y desarrollar las energías renovables en nuestro país. La reducción de sus costos y una caída en la demanda mundial de petróleo hacen suponer un aumento en su rentabilidad debido a que son más baratas de producir que las fósiles. A ello hay que agregar la agenda internacional para disminuir la emisión de carbono y combatir el Cambio Climático.
Aunque, para las renovables a nivel global el escenario es favorable, es posible que en México no lo sea tanto. Si bien, no será una situación catastrófica, no podrán aprovechar los beneficios de los bajos costos de producción y la baja demanda del petróleo a nivel internacional. El mayor riesgo para ellas no tendrá un origen económico, este será político.
La política energética del gobierno actual tiene su eje en las empresas públicas de energía: Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En noviembre de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que solo permitiría las inversiones de IEnova, compañía de gas natural, si eso beneficiaba a Pemex. Una posición similar que ha adoptado en otras medidas que involucran de forma directa a la producción de energías renovables. La decisión de cambiar las reglas de operación y de costos de tarifas para el desarrollo de energías renovables apunta a esta dirección.
El impacto inmediato es una reducción de incentivos que mermarán la inversión en el sector.
La elección de un presidente que se inclina por las energías renovables en Estados Unidos puede presionar al gobierno de México a cambiar su estrategia; sin embargo, las condiciones de política interna que enfrentará el nuevo gobierno estadounidense y la proximidad de las elecciones intermedias mexicanas en julio de 2021, alejan esa posibilidad.
El gobierno del presidente Joe Biden estará en un comienzo dedicado a fortalecerse internamente, antes de presionar con firmeza a los gobiernos de otros países a formar parte de su agenda, lo que podría llevar a México a conservar su postura frente a las energías renovables.
Será en la segunda mitad del próximo año cuando habrá posibilidades de que el gobierno mexicano empiece a modificar sus políticas energéticas. Los resultados de las elecciones de mediados de año y la eventualidad de un mayor margen de maniobra del gobierno estadounidense para influir en la política energética mexicana a favor de las energías renovables, serán las variables que deberán tenerse en cuenta para que mejoren las condiciones a las que se enfrentan las empresas participantes en el mercado de energía renovable en el país.
ANALISTA ECONÓMICO INDEPENDIENTE. EGRESADO DE LA LICENCIATURA EN ECONOMÍA Y ESTUDIOS LATINOAMERICANOS EN LA UNAM.

HANS-JOACHIM KOHLSDORF
SOCIO FUNDADOR DE ENERGY TO MARKET Y ZIMMA INVESTMENT BANKING. FUE PRESIDENTE DE SIEMENS PARA MÉXICO, CENTROAMÉRICA, EL CARIBE Y LA REGIÓN ANDINA.
Mitos y errores en el sector eléctrico
Es hora de que el gobierno promueva la modernización tecnológica y no solo se dedique a frenar cualquier cambio a las reglas establecidas

Estamos viviendo una situación especial en el sector eléctrico. Por un lado, peleas, denuncias y amparos han llenado los medios de comunicación y crean la impresión de que nada funciona; y por el otro lado, tenemos un mercado eléctrico vibrante, excelente oferta de generación y muchísimas empresas licitando y cerrando compras de energía en el mercado eléctrico privado.
Para muchas compañías muy activas en el sector, como Energy to Market (E2M) y sus clientes, el 2020 ha sido un año excelente. La realidad es que estamos viendo al sector desde perspectivas e intereses muy diferentes.
En los medios, los espacios han sido ocupados con un tema que en la transición de pre a post-Reforma Energética, nunca quedó aclarado. Hoy 6 años después, no hemos llegado a una conclusión con respecto a los “artículos transitorios”. Sin embargo, para el común de nosotros, los transitorios fueron eso, transitorios y no debieran ser aplicados seis años más tarde.
Quisiera describir algunos retos que enfrentamos como sector y que debemos afrontar en conjunto. La solución solo es posible, si todos ponemos algo de buena voluntad y si el sector privado, sin pedir permisos ni subsidios, comienza a promover e implementar acciones concretas:
1.- La calidad de las redes de transmisión y distribución es un reto y por ende la calidad de la energía que recibimos no es buena Tanto generadores como usuarios tratamos de mantener nuestras instalaciones con estándares tecnológicos definidos hace ya casi 10 años. Si la calidad de la energía que entregamos a la red o el impacto que como usuarios tenemos sobre la red no es bueno, las inversiones en las redes de Comisión Federal de Electricidad (CFE) nunca serán suficientes. Ante la mala calidad de la energía recibida, muchas empresas reaccionan invirtiendo en plantas de generación de emergencia, UPSs y reguladores de voltaje. Existe el mito de que las innovaciones tecnológicas como baterías, inversores modernos y
arrancadores suaves no son la solución. El desconocimiento técnico y la falta de análisis costo beneficio están convirtiendo nuestro mercado en uno tecnológicamente obsoleto.
2.- Hay excesos de generación en ciertas zonas del país y falta generación en otras regiones Por diversas razones, algunas válidas, otras no, se construyeron centrales de generación donde no son requeridas. Sorprendentemente, algunas empresas y regiones del país insisten en continuar implementando proyectos que por su ubicación y tecnología obsoleta realmente no aportan a solucionar los retos que enfrenta nuestra red eléctrica. La respuesta más fácil y por ende muchas veces equivocada es: la CFE debe construir nuevas redes de transmisión. Nuestro enfoque como sector privado debiera ser la cancelación de proyectos “malos” y la actualización tecnológica de iniciativas rescatables.
En muchos países y también en México, construir nuevas líneas de transmisión que recorren cientos de kilómetros y atraviesan municipios y pueblos no es viable. Conseguir derechos de vía para construir algo que ninguna comunidad quiere ver en su “patio trasero” pareciera casi imposible. Pedirle al gobierno que las construya o, que con garantías soberanas las construya el sector privado, sin enfrentar riesgos, es una utopía y no nos lleva en dirección de la modernización tecnológica que requiere nuestro Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
3.- Falta un plan de modernización tecnológica ligado a la generación existente, a nuevos proyectos de renovables y a las cargas de las grandes empresas El Código de Red (CR) que se está implementando hoy, se discutió hace seis años y se publicó en 2016. Los avances tecnológicos en estos años, sin embargo, han sido impresionantes.
Actualmente, todas las centrales de generación deberían incorporar baterías y modernizar sus sistemas de control. Por la mala calidad del suministro eléctrico en muchas partes del país la generación debe ayudar a estabilizarlo, especialmente la generación solar in situ y la cogeneración. La incorporación de baterías, inversores modernos y software de control puede resolver muchos de estos retos y mejorar la calidad de la energía. Sin embargo, persiste el mito: las baterías y el software de control aún no son competitivos. ¿Si me creo el mito y lo repito, para qué hago un análisis? Mejor sigo comprando generadores de emergencia, UPSs y reguladores de voltaje a pesar de que representan una gran inversión. Es tal la fuerza del mito que empresarios repiten y lo vuelven a oír de sus colegas, que no le asignan a alguien de su equipo con conocimientos tecnológicos suficientes, la tarea de investigar a fondo.
A las energías renovables, cogeneración y generación en sitio no las para nadie. Las inversiones en generación a gran escala, tanto pública como privada están estancadas. Si el crecimiento económico se recupera un poco y aumenta el consumo eléctrico, vamos a volver a tener apagones. Esto presenta grandes oportunidades para el sector privado que pudiera estar generando nuevos negocios sin intervención del gobierno. Me permito sugerir algunas acciones concretas:
Llenar los medios de comunicación de malas noticias y repetir los mitos de que la tecnología moderna aún no es competitiva, crea confusión y frena las oportunidades de negocio. Los grandes fabricantes de paneles solares, motores y turbinas de gas natural, baterías e inversores, deben exigir a sus canales de venta e integradores, cumplir con niveles de calidad modernos y educarnos a todos haciendo una labor de mercadeo más eficiente.
Las asociaciones que representan las diversas tecnologías de generación, a suministradores calificados y otros participantes del mercado, deben enfocar sus esfuerzos en promover nuevas tecnologías y mejorar la calidad de la red. Es hora de que los temas técnicos y comerciales recuperen el center stage, que los abogados y los departamentos de relaciones gubernamentales promuevan la modernización tecnológica y no solo se dediquen a frenar cualquier cambio a las reglas establecidas hace 6 años.
Las cámaras industriales deben impulsar el uso de nuevas tecnologías entre sus agremiados y trabajar en conjunto con las universidades e institutos tecnológicos para capacitar tanto a estudiantes como al personal de nuestras empresas.


ROSANETY BARRIOS BELTRÁN
ANALISTA INDEPENDIENTE DE ENERGÍA. LICENCIADA EN FINANZAS POR LA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE MÉXICO. CONSEJERA DEL IPADE Y FUNDADORA DE VOZ EXPERTA.
Adiós a la energía barata y limpia
El hecho de que el gobierno hace lo mejor para el país en materia energética aún es una interrogante
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) emitió, el 30 de octubre de 2020, el acuerdo A/037/2020, el cual modifica las reglas aplicables a los contratos legados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Suministro Básico. Veamos de qué se trata esta medida regulatoria, así como sus consecuencias previsibles.
La CFE Suministro Básico es la empresa que provee de energía a los hogares de México, así como a diferentes usuarios industriales, comerciales y de servicios. Para entender los contratos legados, hay que considerar que la Ley de la Industria Eléctrica estableció que toda la energía que la CFE Suministro Básico adquiriera, tiene que ser a través de subastas. Al hacerlo así, se garantizaba que la energía que se generaba con las plantas de CFE (antiguas, contaminantes y poco eficientes) fuera sustituida por energía de menor costo y renovable, lo que permitiría al país disminuir tarifas, subsidios y emisiones provocadas por la quema de diésel, combustóleo y carbón. La sustitución de la energía se daría conforme las plantas fueran terminando su vida útil.
En tanto se llevaban a cabo las subastas y se construían las nuevas plantas, la CFE Suministro Básico obtendría su energía de las viejas plantas, así como de aquella generada en plantas propiedad de productores independientes de energía. Para ello, se establecieron contratos que se denominaron legados; cada uno de ellos con un plazo diferente, que respondía a la vida útil remanente de las plantas que amparaba. De manera adicional, se aceptó la inclusión de plantas que formaban parte del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2014 y 2015.
Así arrancó la nueva era del sector eléctrico mexicano. Se llevaron a cabo tres subastas de largo plazo, y la mayor parte de las plantas que aparecían en el PEF 2014 y 2015, ya no obtuvieron el presupuesto para ser desarrolladas, en virtud a que su rentabilidad no era atractiva. Hay que recordar que la Constitución dio a la CFE el monopolio de las redes de transmisión y distribución, por lo que el nuevo modelo consideraba que lo que más convenía a los mexicanos, era que la empresa del Estado se concentrara en estas actividades y dejara que la generación la realizara quien podía hacerlo de forma más eficiente. No está de más recordar que CFE podía participar en las subastas. De hecho, participó en una y ganó, con una propuesta de energía geotérmica.
Los cambios recientemente aprobados por la CRE permiten a la CFE Suministro Básico continuar recibiendo energía de sus viejas plantas y “revive” las plantas no construidas que aparecían en el PEF 2014 y 2015, clasificándolas como legadas. Para construirlas, lo que sigue es que la CFE acuda a los mercados a buscar su financiamiento, para lo cual, la Fibra E parece ser el mecanismo seleccionado, ya que no existe presupuesto federal para ello.
Con estas medidas se cierra la puerta a la energía adquirida en subastas y a sus ventajas en materia de transparencia, costos y disminución de emisiones. Concluyo esta columna reconociendo en toda su dimensión el derecho de un gobierno elegido democráticamente a proponer su modelo energético, siempre que dicho modelo abone a construir un mejor futuro para el país y hasta el momento, eso sigue siendo una interrogante.


MÉXICO IGNORA TENDENCIA GLOBAL A FAVOR DEL MEDIO AMBIENTE
EL GOBIERNO BUSCARÁ CUMPLIR CON LAS METAS DE REDUCCIÓN DE EMISIONES A TRAVÉS DE LA REPOTENCIACIÓN DE LAS HIDROELÉCTRICAS Y LOS PROCESOS A GAS

PABLO RAMÍREZ
ESPECIALISTA EN ENERGÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO DE GREENPEACE MÉXICO. L a energía y el Cambio Climático constituyen un binomio indivisible. En la recta final del 2020, un año por demás atípico que ha transformado la forma en que vivimos, vale la pena hacer un breve recuento de lo sucedido en materia energética y climática en nuestro país y el mundo.
A nivel global, este año trajo consigo un decrecimiento importante en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), la caída anual más grande de CO2 en la historia; que si bien, de acuerdo con los expertos, no es suficiente, nos muestra que cuando la vida va de por medio, cambios que parecían imposibles no lo son tanto.
También se puso en evidencia, el principio del fin de los combustibles fósiles; con el desplome en la demanda, que se pronostica, nunca recuperará los niveles que registraba antes de la pandemia. Desde el punto de vista climático, esto podría parecer una buena noticia; no obstante, para que la tendencia continúe, la recuperación global tendrá que ser verde, justa y sostenible.
Los gobiernos, en particular los más contaminantes, deberán evitar que sus planes de recuperación se basen en el impulso de la industria fósil; como ya ocurrió después de la crisis económica de 2008, donde petroleras no convencionales (fracking) del sur de Estados Unidos fueron las principales beneficiadas.

ENTRE TURBULENCIA Y DESORDEN
En México, la situación parece seguir una trayectoria distinta. El que concluye fue un año turbulento para la política energética nacional. Desde el primer trimestre se registraron modificaciones a las normativas de una forma desordenada con el objetivo de erigir a la empresa pública como eje.

A primera vista, podría parecer algo deseable, si partimos de la premisa de que para el bienestar colectivo siempre es mejor lo público. Pero cuando se observan las modificaciones a profundidad no queda tan claro, sobre todo si se piensa en el largo plazo.
En materia de energía renovable han ocurrido numerosos cambios. En abril, la crisis sanitaria dio pie a que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) propusiera un acuerdo, con el argumento de la baja en la demanda eléctrica, lo que justificaba, desde el punto de vista del gobierno, cancelar los permisos de interconexión y limitar el despacho de las energías renovables debido al riesgo que implicaban para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). La alternativa fue poner en marcha las plantas must run que funcionan a base de combustóleo.
Unas semanas después, la Secretaría de Energía (Sener) publicó su política de confiabilidad, que servía como sustento para el acuerdo del Cenace. Además, contemplaba ajustes en los marcos normativos y regulatorios del sector eléctrico, con el fin de limitar a las energías renovables, bajo el argumento de que son poco confiables debido a su intermitencia; y otorga atribuciones a los reguladores que pueden caer en lo discrecional.
Sobre el tema se ha dicho mucho. Las medidas se justifican porque dicen, buscan poner orden en el sector, además de ser una forma de implementar las renovables. En los hechos, no hay nada más lejano: las modificaciones bloquean a las energías limpias intermitentes en cualquier modalidad, incluso para la generación distribuida.
Queda claro que al gobierno de México no le importa invertir en generación de energías renovables, ni detener el Cambio Climático, basta recordar las recientes declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en que califica a las renovables como un sofisma.
La apuesta del gobierno para cumplir con las metas de transición energética y de reducción de emisiones será a través de la repotenciación de las hidroeléctricas y la búsqueda de que los procesos a gas, a pesar de no ser limpios, entren en esta categoría.
Por su parte, la Sener ha manifestado su preferencia por la energía nuclear y anunció que se buscará incrementar la generación de Laguna Verde y construir una nueva planta en Baja California, esto no parece factible, al menos desde la perspectiva económica y de los plazos que marca la ley. Cabe recordar que un proyecto de energía nuclear toma en promedio 10 años para su elaboración.

ENTRE SOFISMAS Y FALSAS SOLUCIONES
En su momento, el presidente visitó la región carbonífera de Coahuila y dejó claro que el país no necesita renovables, lo que requiere es carbón. Mientras tanto, las metas climáticas están estancadas. Para ejemplificar esto basta decir que en julio de 2020 todavía no cumplíamos los objetivos estipulados para el año 2018.
En tanto, en el ámbito petrolero, la cosa no es mejor. El panorama global afectó la industria, se llegó a precios negativos por primera vez en la historia. Aunque, debido a la cobertura petrolera esto no tuvo mayores repercusiones, los precios se han estancado en un promedio de 30 dólares por barril, lo que deja fuera de rentabilidad operativa algunos de los yacimientos con los que cuenta el país.
Con respecto a la petroquímica, la situación tampoco es favorable. Una vez más se incumplieron las metas de refinación. La producción de crudo no está creciendo al nivel que se requiere. La construcción de la nueva refinería se hace cada vez más de subida, lo que incrementa costos y muestra que la elección del predio no fue la adecuada. Por si fuera poco, por primera vez, el Sistema Nacional de Refinación (SNR) produjo más combustóleo que gasolina. Esto explica la necesidad de darle salida a través del sistema eléctrico.
El panorama que nos deja el 2020 no es optimista. México construye su negación climática de facto con inversión en activos varados y apuesta en tecnologías sucias. Es así como se presentarán los compromisos de reducción en el marco del Acuerdo de París; por ley tendrán que ser más ambiciosos que los que tenemos y no hemos cumplido
Ante el camino que nuestro país ha decidido seguir, será importante conocer la postura de la cancillería en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) de Glasgow, pospuesta para 2021, que tradicionalmente es propositiva, con firma de acuerdos e impulso a coaliciones.


IGNORANCIA PROVOCA INCUMPLIMIENTO EN CÓDIGO DE RED
EDNA ODETTE GONZÁLEZ
A

unque en muchos países de Europa y Sudamérica, el Código de Red (CR) es un tema que existe desde hace muchos años, en México aún hay mucho desconocimiento; la falta de claridad y de información han propiciado que numerosas empresas permanezcan pasivas frente al instrumento emitido por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
“Algunos industriales y grandes compañías consumidoras se muestran renuentes a actuar en torno al CR, porque piensan que deben invertir cantidades millonarias y no necesariamente es así”, comenta Fernando Garduño, representante de la Asociación Mexicana de Unidades de Inspección de la Industria Eléctrica durante entrevista para Energía Hoy.
El CR es el principal instrumento en materia de confiabilidad emitido por la CRE y corresponde a las disposiciones administrativas de carácter general que establecen los criterios de eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad, seguridad y sustentabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
“Su cumplimiento es en bien de todos, tanto del suministrador como del usuario, porque vamos a tener consumos y entregas de calidad; y de eso es de lo que se trata”, considera Garduño.
Se cree que los únicos beneficiados son los grandes consumidores o las autoridades, no obstante, al evitar el ruido eléctrico prevenimos también apagones que pueden dañar al usuario final o consumidores particulares. Por el contrario, si quienes deben cumplir con la regulación lo hacen se evitarán estos problemas eléctricos.
“El CR no solo contempla a las grandes empresas, sino también a tiendas de abarrotes, incluso, unidades habitaciones y todo aquel usuario que esté conectado en media y alta tensión”, detalla el ingeniero electricista egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en el área de utilización y sistemas de potencia.
ORIENTAR Y ASESORAR, LOS RETOS
La Asociación Mexicana de Unidades de Inspección de la Industria Eléctrica, que está integrada por 21 unidades de inspección, se caracteriza por ser incluyente y democrática. Nació, principalmente ante la confusión y el desconocimiento que existe sobre las labores de inspección.
Las unidades de inspección constituyen una figura inscrita dentro de las disposiciones administrativas generales para verificar e inspeccionar el cumplimiento del CR, de ellas depende certificar la interconexión de las centrales de generación de energía eléctrica y la conexión de centros de carga.
Es sumamente importante que el consumidor y generador comprenda que “estamos para testificar los parámetros eléctricos del CR. Damos fe del cumplimiento de las disposiciones administrativas de carácter general y de los estándares determinados por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) para las características específicas de la infraestructura requerida en la interconexión de centrales de generación y conexión de centros de carga. Sin embargo, nosotros no hacemos las pruebas”, comenta.
De acuerdo con Fernando Garduño “se trata de profundizar sobre las disposiciones administrativas de carácter general. Contribuir con la difusión y hacer del conocimiento de la sociedad todo lo que tiene que ver con las unidades de inspección. Además de fomentar la superación y el crecimiento profesional de los agremiados”.
La asociación también busca orientar y asesorar a los diferentes centros de educación, empresas y paraestatales; con el fin de que las cosas funcionen. “Nos tenemos que poner de acuerdo entre el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), con Comisión Federal de Electricidad (CFE) y las unidades de inspección para la difusión.
Falta mucho conocimiento por parte de los especialistas, por ello, el reto principal es hacer bien nuestro trabajo, de una manera ética y de calidad; al tiempo de orientar al cliente y a las autoridades”, concluye Fernando Garduño.
FERNANDO GARDUÑO, ASOCIACIÓN DE UNIDADES DE INSPECCIÓN.

CARLOS RAFAEL MURRIETA CUMMINGS
INGENIERO QUÍMICO CON EXPERIENCIA EN EL SECTOR ENERGÉTICO. ESPECIALISTA EN PLANEACIÓN ESTRATÉGICA, EFICACIA OPERATIVA, ECONOMÍA DEL PETRÓLEO, REGULACIÓN, TECNOLOGÍA, ORGA-NIZACIÓN Y GESTIÓN INTERFUNCIONAL. SOCIO DE IRALTUS.
Cadena de suministro integral: Generación de vínculos estratégicos
Es vital establecer y desarrollar relaciones estratégicas y operativas donde el modelo sea ganar-ganar

¿Cuántas empresas manejan y aprovechan su cadena de suministro de forma integral? Te sorprenderá saber que en la mayoría de ellas el proceso de compra dista mucho de ser estratégico y, en esa medida, no captura su potencial. Es muy valioso para las empresas ver la cadena de suministro en una forma integral basada en vínculos estratégicos con sus proveedores: Establecer y desarrollar relaciones estratégicas y operativas ganar-ganar.
Son las utilidades, el elemento que define la supervivencia de las compañías. Aunque existen distintos factores que pueden incidir en que las empresas generen más o menos utilidades, la experiencia en México nos muestra que una gran proporción de ellas no explota el potencial que le puede brindar su cadena de suministro, en beneficio de la generación de valor económico. Esto obedece a que comúnmente se recurre a los proveedores desde una perspectiva operativa y no estratégica, solo con el objetivo de satisfacer necesidades prácticas.
La relación con proveedores puede maximizar la aportación de valor de la cadena de suministro, a través de la institucionalización de prácticas que permitan a las empresas construir relaciones de confianza y colaboración con los proveedores y que éstas se mantengan en el largo plazo; buscando potenciar la competitividad, la diferenciación en el mercado y, con ello, el crecimiento del negocio.
El desarrollo de proveedores nacionales beneficia a todas las empresas. Las grandes, que actúan como empresas cliente, se benefician en términos de costos al mantener uniformidad en calidad, abastecimiento certero y liberación de cargas por transporte y desaduanaje, además de que tienen mejores tiempos de respuesta, lo que les permite ser más competitivos en sus respectivos mercados y estar mejor facultados para satisfacer las exigencias de sus propios clientes. Las medianas y pequeñas, por el proceso de tracción tienen que desarrollarse y mejorar los niveles de calidad para satisfacer los establecidos por las grandes empresas, se benefician al mejorar su desempeño, tener mayor certeza en los requerimientos del mercado, planear su desarrollo con bases sólidas y apalancar sus inversiones requeridas.
El impacto que trae consigo el desarrollo de proveedores es aún
mayor si consideramos que la crisis mundial provocada por la pandemia ha evidenciado la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales, por lo que la sustitución de insumos importados se traduce en un incremento del valor agregado nacional, generando más fuentes de empleo en México y influenciando positivamente el desarrollo industrial.
De aquí que la actividad empresarial juegue un papel preponderante en la reactivación económica del país, es la fuente de creación de valor al satisfacer gran parte de la demanda de bienes y servicios.
Grandes oportunidades para Pymes Las Pequeñas y medianas empresas (Pymes) representan la fuente más importante de generación de empleo en cualquier país. Sin embargo, en el caso de los países en desarrollo, enfrentan obstáculos como: mercados poco estables, bajos niveles de tecnificación y prácticas gerenciales anticuadas lo que, en muchos casos, obedede a una cartera de clientes pequeños, informales y poco exigentes.
En contraparte, en el momento en el que entablan relaciones de proveeduría con empresas más grandes se les abre la puerta a un mercado más estable, formal y exigente. Las cantidades solicitadas aunadas a la formalidad de sus clientes y a su exigencia en términos de calidad y tiempos, obligan a las Pymes a trabajar más eficientemente y a modernizar sus formas, no solo de producción sino también de administración e incluso de liderazgo.
Información de la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce) señala que en México 4.1 millones de empresas son micro, pequeñas o medianas, por lo que gran parte de la actividad económica y del empleo en nuestro país se encuentra estrechamente ligada a su desempeño. Por algo, las Pymes son consideradas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como la espina dorsal de la mayoría de las economías del mundo. ¿Te puedes imaginar de qué tamaño es el potencial de desarrollo en términos de competitividad si fortalecemos el desempeño de las Pymes? Ante la crisis económica producto de la pandemia del COVID-19, se vuelve apremiante la necesidad de reconstruir las cadenas de suministro, ya que habilitan la actividad productiva del país. En este sentido, identificamos tres elementos clave en los que habrá que enfocarse: 1.- Vínculo comercial entre la demanda y la oferta de bienes y servicios. 2.- Mejores prácticas de procura y relación con proveedores. 3.- Desarrollo de competitividad en cadenas de suministro para maximizar la aportación de valor económico a la empresa.
Este ciclo completo es precisamente lo que podemos identificar como relación con proveedores, que es muy distinto a la sola interacción comercial de compra-venta, es decir, transitar de operaciones transaccionales hacia alianzas estratégicas.
Empieza a generar tus propios resultados Sin duda, la clave está en dar el salto para que la interacción con proveedores sea considerada desde una perspectiva estratégica y no meramente operativa. • Empieza por dejar de llamarlo “compras”. Está demostrado que ese equipo no sólo compra, su función es más trascendente, “procura”o “abastecimiento” son términos más adecuados para denominarla. • Evalúa a tus proveedores, no solo para elegir a uno para una compra, sino desde una perspectiva de largo plazo. • Establece un método de evaluación con criterios, actores y pasos claros y repetibles, esto te ayudará a generar una historia y a institucionalizar ese conocimiento. Evitarás tropezar dos veces con la misma piedra. • Segmenta a tus proveedores con base en esas evaluaciones y distingue a los estratégicos de los transaccionales. Dales un trato diferenciado, los proveedores estratégicos podrían ayudar a destacarte de la competencia, colaborando con ellos puedes crear sinergias que te motiven a crecer tu negocio y el suyo. ¿A cuáles de los proveedores transaccionales podrías desarrollar y de esta manera crear más valor para tu negocio? Evaluando tendrás los elementos para decidir y actuar al respecto. • Desarrolla a tus proveedores y colabora con ellos. Busca la manera de establecer una alianza estratégica que te lleve a optimizar procesos, innovar, ampliar mercado y a reducir costos (sin exprimir al proveedor), entre muchos otros beneficios.
