THE CITY - Ensayo

UPC - Universidad Politécnica de Catalunya

THE CITY - 1939 -

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Créditos

Creador: Civic Films, Inc. Dirección / Fotografía: Ralph Steiner, Willard van Dyke Asoc. Productor. Henwar Rodakiewicz Narración: Lewis Mumford.

Música: Aaron Copland.

El editor de cine: Theodor Lawrence.

Escrito por, Lewis Mumford.

Colaborador: Productor: Instituto Americano de Planificadores.

Hecho por American Documentary Films, Inc.

MISMeC Master de Intervención Sostenible a un medio Construido Asignatura de Metabolismo Social Docente: José Luis Oyón Objeto de análisis: The City (1939) - Documental Por: Shuberth Cordero A.

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1. I N T R O D U C C I Ó N

Se pretende abordar un análisis académico de la Obra Documental The City presentada en 1939, narrada por Lewis Mumford, ya que, sin temor a equivocarme esta obra fílmica sería una de las pocas o la única en expresar una crítica muy cargada de un mensaje social, Mumford siendo el último ecologista de la modernidad que de alguna forma ha sido obviado por las generaciones del Siglo XX; Método: revisar exhaustivamente el material fílmico con la ayuda inminente de su contexto bibliográfico que nos darán mejores orientaciones conceptuales; Método: catalogar y jerarquizar según línea narrativa audiovisual para comprender los contenidos conceptuales y destacar los lineamientos iniciales de lo que sería el Regional Planning que propone el autor.

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2. I N D U C C I Ó N

CINEMATOGRÁFICA

HERENCIA ORGÁNICA Desde su juventud el maestro filósofo y ecólogo Patrick Geddes fue una figura muy influyente en la vida de Mumford, en cual adopta esa mirada sensible a lo natural, el poder de la sencillez de la vida.

Inmediatamente ese ideal se percibe al inicio del film, una sutil escena donde desconcierta el silencio con la caída del agua desde una vieja rueda de madera, asumiendo el protagonismo inanimado que se queda impregnada en la memoria, una significación de la riqueza que brinda los territorios rurales con aquellos recursos como eje de vida dispuesta a las manos del hombre. Su aprovechamiento en la conquista de la tierra es valorada por los agentes sociales: el campesino, herrero, el maestro entre otros como los continuantes protagonistas del intercambio comunal.

Mumford está más que convencido, que los patrones de comportamiento no deben ser alterados, más aún, cuando hablamos de los valores esenciales que mueven a las organizaciones humanas, si estos son alterados o modificados con intereses externos ajenos al bien común, este tejido se malogrará perdiendo la experticia de lo heredado por actitudes particulares que lo único que consiguen es deshilvanar los impulsos organizados, por ende, la germinación de un nuevo pragmatismo mercantil (1 pág. 16) (1 pág. 434).

El gran recurso de agua, desde ya en esos momentos es el principal amparo que aportará con una vasta energía reemplazando las manos del hombre por máquinas más eficientes, consolidando una ardua producción de granos. Su avance aumentó el poder del hombre en la transformación de sus tierras y la forma de pensar sociedad, la producción de estas comunidades alcanzarían mejores tiempos facilitando el bienestar de sus habitantes, holgando sus labores para aprovechar al final de su jornada con festejos, algarabías entre vecinos y amigos, los logros de temporada.

Esta sincera complicidad para la época no solo se reflejaba en las moliendas o en los trabajos de graneros, sino lo usual en las coreográficas actividades del arado de la tierra por agricultores, un equilibrio encontrado creando comunidad con sus propias manos, la fertilidad de sus parcelas dependerá de la palpable labor de los principales agentes de la naturaleza, los hombres de la tierra.

Convencidos que la nueva revolución industrial podría impulsar sus vidas, pero jamás previeron amenazaría sus prácticas y territorios (1 pág. 383), las ciudades crecerán demasiado hasta el punto que los agricultores no podrán gestionarlas.

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Imagen izquierda y derecha: prácticas diarias en los cultivos, (2).

La transición de ciudad orgánica a la ciudad industrial es una de las etapas más oscuras y deprimentes de la época moderna (1 pág. 420), en el film se representa con imágenes fuertes y estruendosas, acciones como son las fundiciones en las fábricas, la práctica de la herrería y las ruidosas locomotoras. Las escenas logran contrastar con el panorama comunal previamente mostrado, deja un mal sabor después de haber visto una sencilla rueda de madera girando en la fuente de agua de aquel indefenso prado.

En consecuencia aparecen paisajes grises en detrimento, una interminable silueta dominante de sus distritos fabriles, acompañados incondicionalmente en sus alrededores de un amplio escenario de miserables edificaciones repetidas.

DISTRITO INDUSTRIAL Adentrándonos a la narrativa del paisaje industrial, los lugares de encuentro son escasos ni mucho menos apropiados, los espacios de desahogo social o recreación son inexistentes, la nueva estructura urbana cumple con su objetivo de producción a cabalidad, los ruidos de las máquinas y locomotoras envuelven la cotidianidad y la inocencia esperanzadora de los niños, ellos serían los primeros indicadores más sensibles, sus rostros marcados por el maquillaje nada lúdico de la ignorancia del hombre tozudo, que solo pensaba alcanzar mejores tiempos fabriles. Su vida ha sido pintada de color hollín.

La población infante sería obligada indirectamente a jugar entre los rieles del ferrocarril, en muchas ocasiones enfrentando a la muerte, se evidencia más cuando corren por las vías y despliegan un inevitable imaginario lúdico con las locomotoras, a pesar de lo peligroso se convierte como el gran juguete disponible a su alcance.

Muchos fueron los errores de los ambiciosos personajes dueños de la ciudad, no palparon las falencias de la planificación industrial, los primeros afectados fueron los miles de niños y niñas acostumbrándose a naturalizar este paisaje inhóspito e inseguro.

Cómo cuestionar la ocurrencia destellante y esperanzadora de la irrenunciable imaginación de los niños, si los adultos jamás intentaron adoptarla.

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Imagen: rostros de niños en recintos fabriles, (2).

La estandarización son el síntoma per se de la época industrial, la estructuración de la idea de abastecerse y explotar su entorno, para Mumford las estructuras humanas ya son megamáquinas que en la historia alcanzaron soberbios logros, ahora la invención de la nueva máquina es el ascenso al orden de las pasiones y deseos de la interpretación de la vida, (3 pág. 535).

La producción en serie colateralmente germina la semilla del reluciente capitalismo provocando la polarización social, es aquí cuando nace el proletariado urbano.

Campesinos, carpinteros, herreros, hombres con habilidades en sus manos quedarían sin trabajo, serían obligados a buscar mejores días, todo indicaba que la ciudad sería la salida. Las demografías de los territorios se transforman en éxodos imparables desde el campo a la ciudad, migraciones regionales generan los contrastes entre los pueblos. La expansión de las estructuras urbanas (4) Patrick Geddes las llegaría a denominar en “Conurbación”.

Surge la búsqueda de la independencia económica y su vasto incremento en sus ganancias que marcaría en abundancia esta época, el alto grado de rendimiento y explotación irracional al trabajador y a su vez en consecuencia el deterioro sin cesar de su paisaje natural.

El proceso estandarizado disminuyó el costo de producción reportando un enorme crecimiento de las riquezas de las naciones industrializadas. Se incrementaron los grandes capitales que dieron desarrollo a compañías y sociedades anónimas, las mismas que dominaban las ciudades, influyeron en la política e incitaron los equivocados rumbos de la modernidad lejos del bien común.

La ciencia y tecnología debían equilibrar el escenario, pero permitió el perfeccionamiento del uso de máquinas que acelerarían los índices productivos, la despersonalización de las relaciones de trabajo es un proceso que pasa desde el taller familiar a la fábrica, las nuevas fuentes energéticas, principalmente como el carbón ahondaron el panorama.

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Casi a lo largo de las historia de la humanidad, las mujeres, madres y esposas también han protagonizado el indicador más activo en cuanto a la gestión de los recursos del hogar, esta no sería la excepción, otro actor visible en la tradición de la ciudad orgánica, aún persistía en su cotidianidad como hacedora de sus prácticas heredadas, la extracción del agua en los pozos es una costumbre vital, para ese entonces, existía una ciega esperanza que aún los recursos subterráneos estuvieran intactos de la contaminación industrial.

METRÓPOLI En el centro de la gran Nueva York. Se despliegan grandes rascacielos que irrumpen la escala humana, las masas se presentan diminutas ante indomable escenario, la población acostumbrada en recorrer hacia su oficina las inundadas calles teñidas de premura y agitación, en contraposición al nuevo artefacto con motor que no amilana su conquista.

Si bien es cierto en la actualidad alcanzamos más del 50% de la población mundial residiendo en las ciudades, para la época el efecto migratorio recién empezaba a tomar forma en el promulgado “Sueño americano”, las grandes aglomeraciones de personas salen de los subterráneos y atraviesan las interminables y peligrosas líneas de tráfico, escenario simbólico de la tensión frenética y la velocidad de la nueva era.

Para mayor incertidumbre los ruidos de los automotores impactan a los foráneos experimentando el choque cultural al desconocer los flujos de la lógica urbana y sus comportamientos de tránsito.

En el interior de sus edificios y rascacielos no es la excepción, todo tiene un tinte de prontitud objetiva, sus oficinistas realizan mayores labores contra el tiempo, el síndrome de la eficiencia de la ciudad moderna se apodera como una pesadilla indomable. Pareciera ser que todo lo que abarca los territorios urbanos debe ser expresado como una máquina ajustada, la potenciación de la Megamáquinas (3 pág.

418), la ciudad se convierte en ello y la vida doméstica también intentará emular.

Pareciera ser, que mientras más indiferente se vuelve la ciudad, más irreverentes se convierten sus habitantes. Los pequeños libres ciudadanos, los desconectados, los niños nuevamente generan espontáneos espacios de convivencia, jugando con la pelota en la calle, subiendo en camiones y tranvías, hurgando en la basura, lanzándose de un muelle a un río contaminado, improvisan esas dinámicas en los espacios comunes, en las calles esquivando gente, vehículos, pero más que todo su vida a cambio de un momento de desconexión.

Como si fuera poco, el comportamiento humano se altera más cuando llega la hora de alimentarse, nuevos estruendos automatizados son los protagonistas para cubrir la demanda temporal, máquinas metalizadas elaboran con precisión los pedidos de una población hambrienta. Las personas se aglomeran en los locales de servicio alimentario, las masas nuevamente se avivan ante el corto lapso de tiempo que

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disponen, los hábitos de ingesta excesiva y de sedentarismo arrojarían generaciones después altas cifras de enfermedades en el área de endocrinología.

El vehículo empieza a ganar territorio, una presencia predominante en la urbanidad, otro agravante que se suma al enorme desorden urbano de las nuevas ciudades modernas. Ya sea en movimiento o estacionados ocasionan interrupción al libre paso de los peatones, la mutilación del espacio común y público en aquellos momentos se entendía como nueva forma de vida del paradigma de la velocidad, Los conductores son los protagonistas de los hábitos que conllevan a la desesperación y la impaciencia frente a los grandes congestionamiento de la urbe.

La proliferación del consumo de los recursos no renovables, las materias fósiles inmersas en los combustibles, el incremento de la demanda del parque automotor suman como elementos para continuar el círculo vicioso de la imperante necesidad de la movilización motorizada. El congestionamiento no solo estaba en los centros de las ciudades, sino también en las grandes arterias periféricas.

Los desequilibrios de las ciudades modernas se denotan más en los días de descanso. El distrito de negocios está desierto, en la carretera los automóviles migran constantemente hacia las afueras, a los complejos de esparcimiento rodeados de naturaleza, es como un plaga que invade nuevos territorios según sus deseos estandarizados.

Todas estas características de comportamiento urbano, desde siempre Mumford pronosticó que en generaciones futuras estas ciudades alcanzarían colapsos irremediables de crecimiento desestructurado, en la actualidad se evidencian los grandes contrastes con los bastiones periféricos de ciudades con tinte modernista.

LA CIUDAD NUEVA El siguiente fragmento del documental, la voz en off de Mumford, relata categóricamente y marcando la necesaria diferencia, nos describe la nueva ciudad planificada, la urbanización que intenta alcanzar los mejores estándares de vida: ”La ciencia toma vuelo por fin para las metas humanas, esta nueva era construye una mejor clase de ciudad, cerca de la tierra una vez más moldeada a nuestros deseos humanos como los aviones son moldeados para velocidad. Nuevas ciudades toman forma, ciudades verdes construidas en la costa verde anilladas de árboles, campos y jardines, nuevas ciudades no están permitidas a crecer y sobre poblar más de lo que está adaptado para vivir, en una nueva ciudad está organizado para hacer posible la cooperación entre máquinas, el hombre y la naturaleza. Cada uno toma su lugar. El sol el aire y los espacios verdes abiertos son parte del diseño” (2)

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En consiguiente, a diferencia de lo evidenciado sobre los distritos fabriles, las tomas y escenas muestran el nuevo paisaje, zonas verdes y estructuradas, residencias con especialidad de baja densidad, zonas abiertas y ajardinadas para la recreación de sus habitantes, flujos de movilidad matizada en sus distintas formas y modalidades, calles seguras y sombreadas, son las características generales de los nuevos suburbios alejados del ruido y la contaminación.

La escala humana ha sido intervenida tomando en cuenta sus implicaciones, sus lugares de trabajo estarían más cercanos y la movilización motorizada no sería necesaria para los residentes cabeza de familia. Los equipamientos de educación, servicios públicos entre otros estaban dispuestos alrededor de estas comunidades, la espontánea convergencia se dará como un destello natural de convivencia, sin límite físico, ni distancia, ni edad; todos compartían una mismo espacio, un mismo sector, un mismo territorio; explorando lúdicamente a sus anchas encuentros espontáneos, nuevamente el hombre y la naturaleza.

La mixtura de actividades emplazada a lo largo de la disposición urbana sería de una grata oportunidad de aprendizaje de sus residentes mientras se vive la cotidianidad, se difumina entre la educación, recreación y trabajo; el planificador propone esta intención de acercar sus equipamientos para que su conectividad humana sea prescindible a esa escala.

Las equipamiento que brindan servicios, de alimentación y salud serían otros atenuantes que facilitan las dinámicas cotidianas, desde las estanterías de los supermercados hasta la cocina de su habitantes garantizando un mejor estilo de vida, así mismo el abastecimiento de los alimentos desde las bondadosas cualidades agrarias, granjas y huertos colindantes, caracterizan y diferencian el emplazamiento urbano de costumbres y tradiciones locales, “(…) suprimase las nociones de variedad y equilibrio, entonces la noción misma correspondiente a la región se convierte en una simple expresión especial aplicable a cualquiera de las 108 divisiones de los Estados Unidos” (1 pág. 396).

Arribando la escala Regional, los límites de la misma estarían estipulados por los límites naturales, la sinergia fisiológica de los atributos de las reservas y recursos que asentará los planes previstos de cada territorio, la explotación controlada del medio debiera ser consciente y no transgredirlo para sostener el equilibrio ecosistémico.

Retomando la escala nuclear, las máquinas domésticas son otro aporte de la industrialización en los nuevos suburbios, adquieren un tamaño más reducido con alcances más cotidianos facilitando el trabajo en casa, incrementando su necesidad de compra con bases a la dependencia del estatus como estrategia de consumo.

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Imagen superior: espacios verdes productivos, naturaleza cercana, (2).

Imagen inferior izquierda: ciclovías en todo el suburbio residencial, (2).

Imagen inferior derecha: contraste con los deprimentes distritos industriales, (2).

Modernas infraestructuras que despliegan el rol de equipamientos relucientes facilitan el servicio de corrientes rápidas, que conformarán la era de las nuevas energías a todas las escalas desde domicilios residenciales hasta las fábricas, estas intervenciones ya no serían la causa del matizado gris, paisaje de hollín. ” Tú eliges y cada elección es real y cada una es posible... “ (2) En la culminación del documental, en un tono de reflexión, el narrador nos invita a cuestionarnos cuáles serían los criterios esenciales de vida para las ciudades, la decisión es nuestra y está en nuestras manos como ciudadanos reflexivos y empoderarnos a revelar la salida de las nuevas estructuras sociales que no evocara las nuevos emplazamientos urbanos.

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La vitalidad de las ciudades está en el cuestionamiento constructivo sobre la dependencia a las máquinas, la sabiduría sobre la tierra, la honesta relación humana, todos esos recursos están dispuestos a reproducirse en un patrón acertado hacia la gran diferencia con el pasado industrial.

3. C O N T E X T O: SIGLO XXI En la actualidad las teorías y pensamientos de Lewis Mumford llegan de mejor forma a las generaciones contemporáneas, las aristas viscerales de la urbanización heredada de la ciudad industrial, logran moldearse según los criterios del norteamericano más negado del siglo pasado. Adoleciendo la típica euforia esnobista de los nuevos movimientos que padeció los inicios de la revolución ambiental, Mumford fue recluido en las sombras más egoístas de los intereses y egocentrismos académicos de aquel entonces.

Si bien es cierto Mumford, no tenía una formación académica, pero su tenacidad autodidacta e imparable voluntad esgrimieron la capacidad intelectual que alcanzó trascendencia en la rigurosa e incesante crítica sobre lo establecido.

Sabemos claramente que fue una figura de la modernidad, pero no es hasta la actualidad que sus escritos, postulados y pensamientos llegan a sensibilizar y reorientar ciertos conceptos que promulgó ante los inicios de la llamada Ciudad Modernista.

En 2015 con síntomas de una sutil premonición de nuestros presentes años, el Premio IMCL Lewis Mumford 2015, 52 ª Conferencia IMCL en Bristol, Reino Unido es otorgado a Jan Gehl, Urbanista Danés, quien en sus varias publicaciones también llama a reflexión sobre el tratamiento de que debiera darse a las personas. "(... )La vida de la ciudad y el respeto por las personas en el espacio de la ciudad deben tener un papel clave en la planificación de las ciudades y las áreas urbanizadas... cuidar a las personas en la ciudad es una clave importante para lograr una vida más viva y segura, ciudades sostenibles y saludables, todos los objetivos de crucial importancia en el siglo XXI”. (5) COMPLICIDAD En su reducto como articulista de la reconocida revista The New Yorker, en la continua exhortación ante las formas de desestructurar las ciudades, “(…) una vez que los hombres de buena voluntad hayan aprendido a dominar los mecanismos bárbaros y la barbarie mecanizada que ahora mismo ponen en peligro la propia existencia de la civilización” (1)

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Desde su despacho escribió múltiples libros y artículos, en su intrincada posición siempre se mostró crítico con la formación oficial, más que todo con la institucionalidad pública; en la búsqueda de una respuesta coherente sobre arquitectura y urbanismo, a pesar de su corta edad alcanzó un posicionamiento muy notable.

Mumford, convencido que solo existía un arquitecto que podría compaginar sus visiones y cuidados a tomar en cuenta en los patrones de comportamiento y sistema de organización urbana, comprometió sus esperanzas en el afamado y el más influyente de los arquitectos norteamericanos de principios del siglo XX, en Frank Lloyd Wright, quien, tiempo después mantendría contacto con Mumford, ya que éste había expresado en varias publicaciones que sólo él podría con el caos urbanístico de la incesante modernidad.

Estos personajes conservaron una efervescente amistad en la que su posición como articulista se mantuvo intacta e imparcial. Mumford siempre mantuvo críticas constructivas y otras profundamente destructivas. Más de una de las recaídas de Wright fueron la razón de las punzantes devoluciones intelectuales de Mumford. (6)

4. C R Í T I C A Este sería probablemente el cortometraje con el mensaje más social que jamás se haya creado en países de primer mundo, de hecho a partir de este documental surgiría una serie de documentales donde se abordan temas urbanos con mayor detalle según su problemática.

El documental revela la vida a las afueras de las ciudades como el objetivo de un mejor estilo de vida en comparación a las centralidades modernas es muy diferenciada, esta última denota confusión, suciedad y ruido. Conforme la estructuración de una ciudad repercute directamente en el comportamiento de los humanos, a su vez nutrirá las percepciones, decisiones y actitudes de las masas, convirtiéndose en un círculo de oportunidades, iniciativas y consecuencias para las futuras generaciones Aun, las buenas intenciones de la propuesta de Mumford, no prevé que las nuevas estructuraciones urbanas estarían sujetas a la dependencia del vehículo ante la necesidad de relacionarse con las centralidades, por ende, el fomento al consumo de combustible de origen fósil. a. Dispersión Ordenada El término llamado Spraw, que es la ordenada dispersión urbana, ha sido la propuesta que ha planteado como el crecimiento más coherente ante la dispersión indiscriminada que se daba en el reciente crecimiento voraz de las ciudades.

Este planteamiento sería el más racional. En nuestra década esta ha adolecido de ciertas dependencias patógenas. Ciertos criterios a tomar en cuenta, es la consideración del vehículo como agente de conexión.

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La desconcentración de las centralidades de las grandes ciudades provocará que las centralidades periféricas adopten un crecimiento destacable.

b. Tecnologías Mumford del todo, no rechaza a rajatabla la tecnología basada en la evolución de conocimientos científicos (1 pág. 427), desde el profundo desarrollo en sus reconocidos textos (7) (8), la inminente domesticación de las máquinas, adaptándolas para la abstracción de la vida propia, traerían entre manos la automatización de ciertos procesos que impugnan las actividades cotidianas, la mecanización de la estructura social (3). Su visión está marcada en una contraposición de la pérdida del fin humano, de la alienación a la abstracción mecanicista. Desde ya para él, la Biotecnología es la metodología necesaria para el retorno de una civilización más humana.

Por otro lado, las tecnologías necesarias deberían ser desarrolladas para el bien común, razonaba claramente en su inevitable subdivisión: tecnologías "democráticas", que servirían para levantar implementos acordes con la naturaleza humana, y las otras, tecnologías "autoritarias", aquellas que pugnan en base los intereses particulares, en su mayoría violenta, contranatural a los valores humanos.

Por lo que sugiere la indagación de una tecnología intermedia, elaborada sobre los patrones de la vida humana y una economía biotécnica.

5. C O N C L U S I Ó N Mumford al ser uno de los últimos ecologistas, años después escribiría algunos libros profundizando los conceptos esenciales que muestran en el documental.

La película aborda de manera dramática un importante problema social que en la actualidad se muestra más que un acierto.

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Los audaces contrastes fotográficos y los poderosos comentarios acompañados de la música, logra escudriñar las sensaciones de los problemas evidenciados. Debe reconocerse que la presentación de la película sobre la problemática y sus soluciones está demasiado simplificada.

Considero, al ser una época de proto-ecologistas, aún no veían claramente la amenaza que provocaría la movilidad motorizada, en su propuesta conceptual del Regional Planning dejaba atrás el tratamiento de las centralidad históricas y asumía las periferias como su objetivo de planificación.

Estaba convencido de que la planificación no debía llegar más allá de la capacidad del capital natural y humano.

Creía en la Tecnología como la salida de una implementación para el beneficio humano hacia una construcción más equilibrada.

REFLEXIÓN The City nos lleva a la reflexión urgente de cambios drásticos pero amigables utilizando los recursos de la tecnología para lograrlo, primer paso global; conciencia, difícil tarea en ciudades amotinadas en diferentes inercias culturales, costumbres y formas de vida como es el caso de Nueva York.

En esta muestra de la década de los años 30 no es difícil notar que los problemas que empezaron en esos tiempos, se mantienen en la actualidad, camuflados en un capitalismo voraz que tiene sometida a una sociedad consumista e inducida a la plenitud (3 pág. 649).

Pero no menos difícil es la tarea de hacer cambios estructurales en el mantenimiento y optimización de lo que ya está, y lo que venga esté dentro de un sistema organizado para el desarrollo urbano con prioridad ambiental en un marco de gobernabilidad amigable para todas las partes.

Creo que no existe una única solución, pero si es necesario llevar la mirada a los desafíos locales, empezar en los pueblos, en el campo, congraciar a los habitantes con lo que realmente importa, la tierra, de ello depende la humanidad.

Cada vez más son los campesinos que salen de sus terruños con la esperanza de un futuro mejor para sus nuevas generaciones, pero más allá de cumplir un sueño se suman a la gran problemática en las inequidades sociales de ingresos y oportunidades, aumentan la contaminación ambiental y física lo que dificulta que las administraciones logren ciudades equilibradas y prósperas.

La industria, en su voraz carrera de crecimiento económico va arrasando con éticas básicas y se convierte también en un problema difícil de superar, mucho más cuando estas cuentan como el camino al progreso sin evidenciar que en su mayoría no cumplen con la responsabilidad social y amigable con el ambiente, La industria

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alimentaria, fósil y textil son las más perjudiciales por las grandes cantidades de recursos que se sacrifican para mantener este negocio “redondo”. ” Tú eliges, cada elección es real y cada una es posible“ (2)

6. R E F E R E N C I A S 1. Mumford, Lewis. Cultura de las Ciudades. [trad.] Julio Monteverde. Logroño : s.n., 2017. 8415862652, 9788415862659.

2. Ralph Steiner, Willard Van Dyke. the City. 1939.

3. Mumford, Lewis. The Pentagon of Power. s.l. : Harcour, Brace Jovanovich, 1970.

978-0156716109.

4. Geddes, Patrick. Cities in evolution : an introduction to the town planning movement and to the study of civics. London : s.n., 1915.

5. Livable, International Making Cities. https://www.livablecities.org/. [En línea] International Making Cities Livable, 2015. [Citado el: 15 de dic de 2019.] https://www.livablecities.org/awards/2015-imcl-lewis-mumford-award-jan-gehl.

6. Robert Wojtowicz, Bruce Brooks Pfieffer. Frank Lloyd Wright & Lewis Mumford: Thirty Years of Correspondence. [ed.] Bruce Brooks and Wojitowicz, Robert Pfeiffer.

New York : Princeton Architectural Press, 2001. 1568982917.

7. Mumford, Lewis. Técnica y Civilizacion. Madrid : Alianza, 2006.

8. —. The Myth of the Machine: Technics and Human Development. s.l. : Mariner Books, 1967. 978-0156623414.