La Necesidad del TzimTzum - Parasha Shemot Pekude

5779 - 2019

Jadashot Shel Torah

Parasha Shemot Pekude

En esta porción de la Torá, Aarón y los sacerdotes reciben su ropa para trabajar en el Santuario.

Esto marca la finalización de la construcción del Tabernáculo.

SHALOMHAVERIM www.shalomhaverim.org 1845 445 3898 Monsey, New York

PARASHA SHEMOT PEKUDE 5779

Número 125– Año 19 – 9 Marzo 2019

Shalomhaverim

Jadashot shel Toráh Director: Eliyahu BaYona Monsey, New York Shalomhaverim.org

NOTICIAS DE TORÁH

Judaísmo Ortodoxo Moderno

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PARASHÁ SHEMOT PEKUDE Éxodo 35:1 al 40:38 y Melajim 1, 7:51 al 8:21

INTERIORES "Y Moshé vio toda la obra (del Mishkán) y he aquí que lo habían hecho tal como había ordenado el Todopoderoso...

(39:43) Rabí Moshe Helfan era un recaudador de fondos de la Yeshiva Telz de la ciudad de Cleveland. Siga a la pág. 3

"...piedras de recordación a los Hijos de Israel" (39:7) Pregúntale a cualquiera que no haya tenido educación religiosa qué sintió cuando se puso por primera vez una kipa en público. …Página 7

Moshé Rabenu exhorta a los israelitas a que cumplan con el Shabat, y pide donaciones para los materiales de la construcción del Mishkán. Recolecta oro, plata, piedras preciosas, cueros de animales y tejidos, así como también incienso y aceite de oliva para la Menorá y para las unciones…Siga a la pagina 2

La Necesidad del Tzimtzum Cuando no practicamos Tzimtzum y reconocemos la independencia de los demás para actuar y pensar por sí mismos, perdemos la oportunidad de modelar una relación sagrada.

Comentarios a la Haftará – Melajim 1, 7:51 al 8:21–

La Haftará para Pekudé, según la costumbre Ashkenazí, describe la finalización de la construcción del primer Templo, bajo el gobierno de Salomón. PAG 9

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PARASHA SHEMOT PEKUDE 5779

PARASHA SHEMOT PEKUDE

El Libro de Shemot concluye con la Parashá Pekudé.

Después de terminar todas las diferentes partes, vasijas y ropas usadas en el Mishkán, Moshé hace un recuento y enumeración completa de todas las contribuciones y de todas las ropas y vasijas que se confeccionaron.

Los israelitas le traen todas las donaciones a Moshé.

El inspecciona todo el trabajo y

Cuando el Mishkán por fin queda listo, con todos los implementos en los lugares correspondientes, desciende una nube sobre el Mishkán, seña de que la gloria de Dios se posa sobre él.

advierte que todo fue hecho de acuerdo con las especificaciones de Dios.

Cada vez que la nube se aleja del Mishkán, los israelitas van tras ella.

Moshé bendice al pueblo. Dios habla con Moshé y le dice que el Mishkán debe ser establecido el primer día del primer mes, Nisán.

De noche, la nube es reemplazada por un pilar de fuego.

También le explica a Moshé el orden en que se debe montar el Mishkán y todos sus implementos.

Moshé cumple con el mandato del modo prescripto.

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Para Recordación

El judío, a diferencia de la persona de color, siempre tiene la opción de entremezclarse con el medio, de acortarse la nariz, de acortarse el apellido.

Pero ni bien "sale" y lleva los signos del judaísmo, sus actos reflejan no sólo al individuo que es, sino a todo el pueblo judío, y a Dios.

En el joshen, el pectoral, que llevaba el Kohen Gadol, había doce piedras.

En esas piedras estaban inscritos los nombres de las Tribus de Israel.

Se llamaban "piedras de recordación ante los Hijos de Israel".

"...piedras de recordación a los Hijos de Israel" (39:7)

Porque el pueblo judío recordaba que sus nombres estaban inscritos en esa prenda sagrada, y entonces les daba vergüenza cometer un pecado.

Pregúntale a cualquiera que no haya tenido educación religiosa qué sintió cuando se puso por primera vez una kipa en público.

Te dirá que es como transformarse en embajador.

Embajador del pueblo judío. Embajador del Propio Dios.

Ahora todo el pueblo judío y Hashem pueden ser juzgados de acuerdo con el modo en que te comportas.

Hace cinco minutos decían: "¡Eh! ¡Miren a ése que se está colando!".

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Pero, por otro lado, no podía privar al granjero del mérito de hacer su donación. Dijo: "Para el granjero, es un enorme mérito donar para la yeshivá. ¿Cómo lo voy a privar de eso?"

Entonces, Rabí Helfan decidió viajar a Pensilvania, pagando de su propio bolsillo el costo de la nafta. ¿No es cierto que en las cenas de recaudación de fondos para una instituto de beneficiencia, los miembros del instituto suelen ser los que alaban y bendicen a los donantes?

En realidad, tendría que ser al revés.

Porque a través del esfuerzo personal en crear un instituto de beneficiencia que vale la pena, les dan a los donantes mucho más que lo que los donantes les dan a ellos.

El instituto de beneficiencia les dio a los donantes un depósito en el Banco Nacional del Olam Habá (Mundo Venidero), que es un banco que no sufre ni de inflación ni de mala administración.

Entonces, ¿por qué es al revés, que los miembros del instituto les agradecen a los donantes?

La respuesta es que estamos siguiendo la tradición de Moshe Rabenu, quien tras enumerar todo el detalle del Mishkán, bendijo al pueblo por todo lo que habían traído, si bien ellos deberían haber sido los que lo bendijeran a él.

Tal Cual Dios lo Ordenó "Y Moshé vio toda la obra (del Mishkán) y he aquí que lo habían hecho tal como había ordenado el Todopoderoso... y Moshe los bendijo" (39:43) Rabí Moshe Helfan era un recaudador de fondos de la Yeshiva Telz de la ciudad de Cleveland.

Uno de sus donantes habituales era un granjero judío que tenía una granja en Pensilvania.

El granjero solía hacer una pequeña donación anual.

Sin embargo, en los años 70, cuando subió el precio del petróleo, el costo de la nafta que hacía falta para conducir hasta Pensilvania y de regreso era más que el dinero que solía donar el granjero.

Rabí Helfan se encontró en un dilema.

Por un lado, no podía utilizar los fondos de la Yeshivá para financiar un viaje que sabía que causaría una pérdida.

Rabbi Zalman Sorotzkin; Rabbi Zelig Pliskin en "Growth through Torah"

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La Necesidad del Tzimzum

Comentario sobre Parashat Pekudé, oído del Rabi Menajem Creditor

¿Por qué se deja a Moisés fuera del tabernáculo?

Por Eliyahu BaYona Director Shalom Haverim

Cómo la intimidad más profunda puede ser tanto vinculante como liberadora.

La parte final del Libro de Éxodo se centra en la construcción del Tabernáculo del desierto que era portátil o la Carpa de la reunión, el Mishkán.

Los versos finales leen: ... Cuando Moisés terminó la obra, la nube cubrió la Carpa de la Reunión y la Presencia de Dios llenó el Tabernáculo.

Moisés no pudo entrar en la Tienda de la reunión, porque la nube se había asentado sobre ella y la Presencia de Dios llenó el Tabernáculo ... sobre el Tabernáculo, la nube de Dios descansó durante el día, y el fuego aparecería en ella por la noche, a la vista de Toda la casa de Israel a lo largo de sus viajes. (Éxodo 40: 33-38) Tan extraño que Moisés, después de dedicar años a conectar a los israelitas con Dios, no puede entrar en la estructura misma que él ha ayudado a crear para ese mismo propósito. ¿Y por qué?

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lo suficiente para darles el espacio para tomar sus propias decisiones, decisiones que yo no podría tomar ni aprobar, no habría estado preparado para tener un hijo.

Porque no hay espacio.

La presencia de Dios está tan llena que simplemente no hay espacio para nadie.

Incluso Moisés. ¿Qué debió sentirse como ser Moisés, excluido del lugar en el que pudo haber recibido la validación definitiva, el consuelo más profundo ante las dificultades en curso y una nación de dura cerviz?

De manera similar, cuando no practicamos Tzimtzum y reconocemos la independencia de los demás para actuar y pensar por sí mismos, perdemos la oportunidad de modelar una relación sagrada.

Consideremos, por un momento, la noción mística judía de Tzimtzum, la contracción.

Una relación sana incluye a Tzimtzum y está impregnada de la obligación de otorgarse el derecho de habitar su propio lugar en el mundo.

El misticismo judío enseña que, para crear el mundo, Dios necesitaba no estar en todas partes y en todo.

(En verdad, tu espacio no es mío para otorgarlo en primer lugar.

Después de todo, ¿cómo podría existir algo independiente si Dios estuviera en todas partes y en todo?

Es tuyo independientemente de mi reconocimiento) ¿Qué aprendemos del final de Éxodo?

Y así, Dios retiró algo del Yo de Dios para proporcionar espacio físico e independencia espiritual.

Que el acto de perderse uno mismo en un momento extático, delirante y sagrado tiene el potencial de excluir a los demás.

El Infinito tuvo que contraerse para hacer espacio para lo finito.

Que incluso la más sagrada de las intenciones puede interrumpir una relación cuando se maneja mal.

El Tzimtzum ayuda a resolver preguntas relacionadas con el libre albedrío, el sufrimiento y la existencia.

Un breve vistazo al próximo libro de la Torá podría ayudar a iluminar el camino a seguir.

El mismo modelo es válido para las relaciones humanas.

El primer verso de Levítico dice: "Dios Vayikrá / Llamó a Moisés y le habló desde la Tienda de la Reunión..."

(Levítico 1: 1).

Al pensar en mis preciosos hijos, si no hubiera reconocido la necesidad del Tzimtzum de los padres, al refrenarse 7

PARASHA SHEMOT PEKUDE 5779

Hay una peculiaridad en la forma en que Cuando reconozco el poder de alguien los escribas caligrafían la palabra cercano a la autodeterminación, mi vida "VaYikrá / llamó". cambia.

Me vuelvo más libre. ‫– וַיִּ ְק ָ֖רא‬VaYikrá - Llamó Como leemos en los Salmos: “Por favor, Dios, porque yo soy tu siervo, el hijo de tu siervo. Me has liberado de mis cadenas. ” (Salmos 116: 16)

La letra alef (la letra final en la palabra hebrea bíblica "VaYikrá") se escribe tradicionalmente mucho más pequeña que las otras letras.

El final de Éxodo describe a Dios como un compañero inaccesible.

Una de las explicaciones del alef pequeño es que, originalmente, la Torá se escribió sin espacios entre las palabras.

El comienzo de Levítico describe la llamada divina del espacio.

El alef se vino a perder entre las palabras.

Podemos deducir de esta yuxtaposición de versículos que la intimidad más profunda puede ser simultáneamente Nuestro pequeño alef es el resultado del vinculante y liberadora, que podemos tzimtzum escribano. aprender de cada experiencia para nutrir la conexión más profunda.

Los escribas encontraron espacio para permitir que exista una letra.

Mientras que el viaje del Éxodo termina Y así, tal vez podamos imaginar que el tenor del llamado de Dios a Moisés en Levítico es el resultado de que Dios sea testigo de la incapacidad de Moisés para conectarse al final del Éxodo.

Quizás el alef pequeño es una representación física de Dios contrayéndose un poco, haciendo conscientemente espacio para un compañero sagrado.

Tzimtzum es el corazón de una práctica judía consciente y relacional.

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esta semana sin un lugar para Moisés, el pequeño alef de Levítico vuelve a invitar a Moisés, y a cada uno de nosotros, a un don de profundizar la intimidad sagrada.

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"...el Tabernáculo del Testimonio..." (38:21)

Dónde se guardan los secretos?

El Tabernáculo era en sí mismo testimonio de la precisión del recuento de Moshé, porque si hubiera habido hasta la más mínima malversación de fondos, ciertamente la Presencia Divina no se habría posado . sobre él.

"Moshe erigió el Mishkán; colocó sus zócalos y puso en su lugar sus tablones, e insertó sus listones y erigió sus columnas" (40:18) ¿Dónde están los secretos ocultos del mundo? ¿En qué parte de la Creación habremos de hallarlos?

Al estudiar el Mishkán y sus vasijas, sus sogas, la Menorá, la descripción de su armado y desarmado, estamos contemplando los secretos del mundo.

Pocos son los que son capaces de penetrar en la profundidad del Mishkán. Tal vez un solo hombre sabio y santo en cada generación. Tal vez unos pocos más, individuos excepcionales, con la instrucción de un gran sabio de la Torá logren tener una idea de esos secretos ocultos.

Sin embargo, es deber de cada judío ahondar y profundizar y rezarle a Hashem para que le abra los ojos aunque sea un poquito, a fin de contemplar aunque sea un solo instante dichos misterios.

Porque cuando la persona se esfuerza, encuentra. La Torá está casada con el pueblo judío. La Torá quiere impartirles sus secretos a los que son dignos de ellos, porque "más que el ternero quiere mamar, la vaca quiere dar de mamar".

Cada uno de nosotros es capaz de descubrir constantemente nuevas ideas de la Sagrada Torá, siempre y cuando dirija su corazón al Cielo. Con tan sólo mirar hacia arriba, El mirará hacia abajo e iluminará nuestros ojos con la luz de Su Torá.

El Malbim

Por ese motivo, se lo llama el Tabernáculo del Testimonio.

El Malbim

La Cuentas Claras…

"Estos son los recuentos del Mishkán..." (38:21) En el recuento que hace Moshé de los gastos del Mishkán, solamente se calcula la plata, no el oro.

La razón es que la plata se reunió a través de la donación obligatoria del medio shekel, que todos los Hijos de Israel debían entregar.

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Moshé se dio cuenta de que, inevitablemente, entre el pueblo habría personas de naturaleza sospechosa, buscadores de cuentas, y por ese motivo hizo el recuento de la plata.

Sin embargo, el oro fue donado únicamente por personas de corazón abierto y generoso, entre las que no había lugar para la sospecha y la búsqueda de cuentas.

Ahavas Yonason

PARASHA SHEMOT PEKUDE 5779

Comentario a la Haftará Melajim 1, 7:51 al 8:21

Su padre David, dice Salomón, tenía la intención de construir el Templo.

Pero Dios le negó a David este derecho y le dijo que, en cambio, su hijo lo construiría.

La Haftará para Pekudé, según la costumbre Ashkenazí, describe la finalización de la construcción del primer Templo, bajo el gobierno de Salomón. Después de haber traído todos los tesoros y donaciones para el Templo, Salomón reúne a los ancianos de Israel para instalar el Arca en el Templo.

El Arca contenía las dos tabletas que Moisés había recibido de Dios, y estaba protegido por dos querubines: estatuas de criaturas aladas.

Después de que los sacerdotes colocaron el Arca en el Lugar Santísimo, el Templo estaba completo.

Aquí también, la presencia de Dios se describe en términos físicos y abrumadores: “Una nube llenó la Casa del Eterno y los sacerdotes no pudieron permanecer y realizar el servicio debido a la nube, porque la Presencia del Eterno llenó la Casa” (8: 10-11).

El discurso de Salomón Salomón pronuncia un discurso para consagrar el templo.

Primero se dirige a Dios: "Ahora he construido para Ti una casa señorial, un lugar donde puedes morar para siempre" (8:13).

Luego se dirige al pueblo de Israel y relata la historia que condujo a la construcción del Templo.

Salomón declara que ahora la promesa de Dios se ha cumplido: “He sucedido a mi padre David y he ascendido al trono de Israel.

He construido la Casa para el Eterno y he establecido un lugar allí para el Arca, que contiene el pacto que el Eterno hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto ” (8: 20-21).

La costumbre sefardí La costumbre sefardí es leer una selección que enumera todas las piezas que Hiram, un talentoso trabajador de bronce, creó para el Templo.

Esto incluye dos columnas con dos globos, 400 granadas, cubos, rascadores y tazones de aspersión.

Esta selección es también la lectura de Ashkenazím para Parashat Vayakel, y se puede encontrar más información al respecto aquí.

Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair de la Organización Ohr Somayach de Israel y Monsey. Editado por el Maestro y Periodista Eliyahu BaYonah, Director de la Organización Shalom Haverim de Monsey, New York.

Email: eliyahubayonah@gmail.com

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