Jadashot Bereshit Vayeshev 2017

2017 - 5778

JADASHOT SHEL TORAH

PARASHA BERESHIT VAYESHEV

SHALOMHAVERIM Monsey, New York 18454453898 wwwshalomhaverim.org

Número 65– Año 17 – 9 DICIEMBRE 2017

Yaakov Avinu se estableció en la tierra de Canaan. Su hijo favorito, Yosef, le reporta información crítica sobre sus hermanos. Yaakov fabrica una tunica multicolor para su hijo.

PARASHA BERESHIT VAYESHEV 5778

Shalomhaverim

Jadashot shel Toráh Director: Eliyahu BaYona Monsey, New York Shalomhaverim.org

NOTICIAS DE TORAH

Judaísmo Ortodoxo Moderno

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PARASHÁ BERESHIT VAYESHEV Génesis 37:1 al 40:23 y Amós 2:6 al 3:8

INTERIORES "Yosef respondió (al panadero): 'Dentro de tres días, el Faraón te elevará la cabeza, ¿Qué fue lo que vio Yosef en el sueño del panadero que le hizo llegar a la conclusión de que colgarían al panadero?...Siga a la

Yosef irrita a sus hermanos al contarles sus sueños proféticos, Yosef sueña que todas las gavillas de trigo se inclinan frente a su gavilla…Siga en la pagina 2

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LAS TRES SINAGOGAS

Había una vez un judío que naufragó y fue a parar a una isla desierta. Siga a la pagina 4

Comentarios a la Haftará – AMOS 2 – Amós, un pastor y cultivador de sicómoros, sintió la agitación del espíritu del Señor mientras perseguía su solitario llamado en medio de las colinas de Judea

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PARASHA BERESHIT VAYESHEV

Los hermanos remojan la túnica de Yosef en la sangre de un cabrito y se la enseñan a su padre Yaakov, quien cree que su hijo ha sido devorado por animales salvajes.

Yaakov queda totalmente desconsolado.

Yaakov Avinu se estableció en la tierra de Canaan.

Su hijo favorito , Yosef, le reporta información crítica sobre sus hermanos.

Yaakov fabrica una tunica multicolor para su hijo.

Yosef irrita a sus hermanos al contarles sus sueños proféticos, Yosef sueña que todas las gavillas de trigo se inclinan frente a su gavilla, y que el sol y la luna le hacen reverencias, estos sueños significan que su familia le reconocerá como Rey.

Los hermanos juzgan a Yosef y le condenan a muerte.

Cuando Yosef llega a Shejem, los hermanos, siguiendo el consejo de Reuvén, deciden echarle a un pozo en vez de matarle.

Yehuda convence a los hermanos a sacarlo del pozo y a venderlo a una caravana de Ismaelitas que está pasando por el lugar en ese momento.

Cuando Reuvén vuelve y encuentra el pozo vacío, se rasga las vestiduras.

Mientras tanto, los Ismaelitas venden a Yosef como esclavo a Potifar, el jefe de carniceros del Faraón.

El hijo de Yehuda, Er, muere como castigo a causa de impedir a su mujer Tamar de quedar embarazada, porque no quería que Tamar perdiera su belleza dando a luz.

Entonces, según la ley de Levirato, el segundo hijo de Yehuda, Onán, se casa con Tamar, y también el muere en circunstancias parecidas a las de su hermano.

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Cuando la esposa de Yehuda muere, Tamar decide tener hijos a través de él, porque de esta unión empezaría la dinastía davídica, culminando en el Mesías.

Mientras tanto, Yosef avanza de posición en la casa de su amo.

La mujer de Potifar se siente atraída por la belleza física de Yosef, y al no ser correspondida acusa falsamente a Yosef de intento de seducción, y le echan al calabozo.

En la prisión, Yosef predice con éxito los sueños de dos de los sirvientes del Faraón.

Al copero le predice que va a volver a Palacio, y al panadero le predice que le van a colgar.

A pesar de las promesas del copero, de que va a mencionar su nombre, al llegar a palacio se olvida de él, y Yosef sufre en prisión.

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En el comienzo del tiempo, los seis días de la Creación eran como nómadas viajando cada uno en una dirección diferente.

Tres sinagogas?

Y eso pa’qué?

Cada uno iba separado de los demás.

Apartados y divididos.

Solitarios. Como las partes de un cuerpo flotando, desunidas y dispares.

Con el arribo del primer Shabat, todas las partes de la Creación se unificaron.

El Shabat les insufló un alma a cada uno de ellos.

A partir de entonces, todas las partes de la Creación percibieron el poder de la fuerza que las unificaba.

Lo mismo ocurría con las Tribus de Israel.

Cada hermano se consideraba a sí mismo como un ente por separado, una unidad completa en sí mismo.

"E Israel amaba a Yosef más que a todos sus hijos..."

(37:3)

No hay dos personas que piensen exactamente igual. ¡Y mucho menos dos judíos!.

Había una vez un judío que naufragó y fue a parar a una isla desierta.

Sin embargo, no es por falta de intelecto.

Después de muchos años, un barco que pasaba por el lugar finalmente lo rescató.

Al contrario: la disparidad es el sello distintivo del intelecto.

Antes de irse de la isla, insistió en mostrarles a sus salvadores las tres sinagogas que había construido.

Ni siquiera nuestro peor enemigo nos acusó de ser un pueblo tonto.

"¿Tres sinagogas? preguntó el capitán del barco. "¿Para qué un náufrago en una isla desierta necesita tres sinagogas?

Cosmopolitas desarraigados, sí.

Comunistas, capitalistas, bohemios, conservadores. Cualquier cosa, menos tontos.

El judío respondió: "En ésta rezo Shajarit, el rezo matutino. Y en ésta rezo Minjá, el rezo de la tarde. Y en ésta, ¡no me iban a ver ni muerto!"

La división de las tribus fue un espejo de la singularidad del pueblo judío y de su individualidad.

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Yosef fue el Shabat de las tribus.

En la tierra de Canaán En la parashá (sección sabatina) anterior, la Toráh reseña brevemente la genealogía de Esaú y sus descendientes; mas este relato se interrumpe súbitamente. Esta es una de las características de la Toráh, que abandona la parte histórica general para dedicarse a lo más importante. Los relatos de la Toráh se van concentrando cada vez más en la parte espiritual, en aquéllos que habían de heredar el espíritu hebreo. La familia de Israel va depurándose paulatinamente. Abraham abandona a sus padres en Caldea; Ismael se separa de Isaac y Esaú de Jacob, hasta que con éste comienza la historia de los Bené Yisrael, de los hijos de Israel. Jacob se estableció al fin en la tierra que fue habitada por su padre Isaac, en el país prometido a Abraham. Al entrar a la Tierra Santa, Jacob ya no era Jacob, símbolo del Galut (exilio), que debe inclinarse ante el más fuerte, sino Israel, que lucha con los poderosos y los vence.

El simbolizó el poder de unir a todo el pueblo judío, igual que el Shabat une a todos los días de la semana.

No obstante, cuando los hermanos empezaron a odiarlo, él ya no tuvo el poder de unificarlos.

Se ahondó su desacuerdo, hasta que finalmente vendieron a Yosef como esclavo, momento en el que decidieron que cada uno debía seguir su propio camino.

Pues cuanto más se identifica la persona con el grupo, más fuerte es el grupo, y cuanto menos se identifica, más débil es, hasta que finalmente debe desintegrarse.

Por eso, con la venta de Yosef, el poder de unidad fue exiliado a Egipto y las tribus, necesariamente, se dividieron las unas de las otras.

Y dijo Judá: sacadla para que sea quemada

Adaptado de Shem Mi Shmuel

La Toráh relata el episodio de Judá con Tamar, su nuera. Esta iba a ser quemada viva y solamente Judá podía salvarla, pero a costa de su honor.

La túnica talar que traía puesta

Nadie sabía el secreto, y si Tamar hablase nadie la creería. Pero Judá, al reconocer sus objetos, exclamó: "¡Ella es más justa que yo! " O según Rashí: " ¡Con ella está la razón! ¡Esto fue hecho por mí! "Tamar, por su parte, prefería dejarse quemar a avergonzar públicamente a su suegro; y ésta es la lección que el Talmud nos enseña a través de dicho pasaje: "Es mejor que la persona se deje quemar en un horno ardiente antes que avergonzar a su semejante en público" (Berajot 43).

Igualmente se destaca la sinceridad de carácter de Judá y Tamar.

"Guardaos de mostrar preferencia entre vuestros hijos y tratad de amar a todos ellos por igual", recomiendan nuestros sabios (Bereshit Rabá).

Por causa de una túnica pasim -multicolor, bordada, talar y de mangas que llegan hasta las manos que Jacob hizo para José, éste fue detestado por sus hermanos.

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Podemos Interpretar los Sueños?  "Yosef respondió (al panadero): 'Dentro de tres días, el Faraón te elevará la cabeza, y te colgará de un árbol, y las aves se comerán tu carne'" (40:19) Dice Rabí Meir Shapiro en Maianá shel Torá

Por Eliyahu BaYona Director Shalom Haverim

¿Qué fue lo que vio Yosef en el sueño del panadero que le hizo llegar a la conclusión de que colgarían al panadero?

Había una vez una exhibición de arte computarizado, al aire libre, con el lema "Ultra realismo". Había cuadros tan pero tan vívidos que casi daba miedo. Pero había un cuadro en especial, de un artista de renombre, que sobresalía entre todos.

En el cuadro había un hombre sosteniendo un cesto con frutas. Tal era la verosimilitud de ese cuadro, que los pájaros del parque bajaron a comerse la fruta! El artista se puso furioso, y exigió que le colocaran un protector de vidrio a su obra maestra.

Un periódico comentó el hecho, y uno de los cerebros del departamento de circulación propuso que el periódico organizara un concurso, ofreciendo un premio sustancioso a la persona que pudiera encontrarle una falla al "realismo" del cuadro.

Una señora de la ciudad de Leeds escribió una carta al periódico: "Hay que reconocer que la fruta del cuadro es de un realismo increíble, pero el hombre que sostiene el cesto no fue tan agraciado. Es indudable que le falta el hálito de vida.

Porque si no, los pájaros no hubieran bajado a atacar la fruta. ¡Le hubieran tenido miedo al hombre!"

Unos días más tarde, la señora se puso muy contenta cuando recibió un sustancioso cheque en el correo.

Cuando el panadero le describió a Yosef que en su sueño los pájaros descendían y se comían el pan de los cestos que llevaba en la cabeza, Yosef se dio cuenta de que los pájaros no se acercan a un hombre vivo para buscar comida.

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Los psicólogos ven los sueños como una de las claves para comprender el subconsciente humano.

Y fue así que dedujo que el hombre que tenía los cestos en la cabeza estaba... muerto.

Qué hubiera sucedido si Yosef no anuncia sus sueños?

¿Cuál es el significado oculto detrás de nuestros sueños?

Las cosas no hubieran sucedido a partir de ese momento como comenzaron a suceder. Veamos por qué:

Incluso las fuentes judías sobre el tema no son del todo claras.

La Gemará nos enseña lo siguiente: ‘Y Rav Yehudá dijo en el nombre de Rav: Tres requieren misericordia (de Dios): Un buen Rey. Un buen Año. Un buen Sueño.

Debemos creer al 100% lo que un sueño nos anuncia?

Y soñó aún otro sueño, lo contó a sus hermanos, y dijo: He aquí que he soñado otro sueño más; y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.

37.9

Qué quiere decir?

Que uno debe apelar a la misericordia de Dios para que estas tres cosas se vuelvan realidad, no porque yo independientemente las quiero.

Todo sueño tiene algo de inverosímil.

Esto se deduce de que en el segundo sueño de José el sol simbolizaba a su padre, la luna a su madre, y las once estrellas a sus once hermanos; sin embargo sabemos que su madre (Raquel) ya no existía entonces (B. Rabá).

Uno debe orar a Dios por estas bendiciones.

Rabí Yehuda especifica que estas tres requieren de la intervención Divina y no ocurren como una rutina.

El concepto de los sueños ha fascinado y hechizado a la humanidad.

Por consiguiente, no es práctico descansar en nuestros propios esfuerzos para obtenerlo sin buscar la Misericordia de Hashem

Soñamos con nuestras esperanzas, soñamos con nuestros miedos y ansiedades, y soñamos con nuestras fantasías.

Por un lado, el Talmud declara que los sueños son un sexagésimo de profecía (Brajot 57b).

La mayoría de las veces soñamos con las personas y los eventos que ocupan nuestras mentes durante el día, pero a veces nuestros sueños nos toman completamente por sorpresa.

Sin embargo, al mismo tiempo, el Talmud escribe que no hay sueños sin tonterías (ibíd., 55a), y que la interpretación de un sueño depende de la explicación dada por el intérprete (55b).

Muchas veces soñamos eventos que ocurrieron en el pasado y vuelven a destacarse en nuestra memoria.

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Como deja en claro el Talmud, cualquier sueño puede tener una interpretación buena o mala, y está a merced de quien lo interpreta.

Por lo tanto, a diferencia de una profecía en la que a un profeta se le está mostrando hoy una visión del futuro, el soñante se transporta al futuro, para experimentarlo aquí y ahora.

¿Cómo podría una profecía, incluso una muy pequeña, estar en juego, por así decirlo, y depender de cómo la gente lo explique?

Cómo pudiéramos controlar que los sueños se hagan buenos en la realidad?

Cuál es la diferencia entre un sueño y una profecía?

La respuesta nos la da Yosef: Y le respondieron: Hemos soñado un sueño, . y no hay quien le interprete. Les respondió pues José: ¡Sólo de Dios son las interpretaciones! Os ruego me lo contéis. 40.8

El rabino Yochanan Zweig notó una diferencia fundamental entre la profecía y los sueños.

Cuando a un profeta se le otorga una visión o un mensaje sobre el futuro, él sabe que es el futuro que se le muestra. Él sabe que ahora está en el presente, viendo eventos que ocurrirán en una fecha futura.

Ahora bien, por qué debemos diferenciar un sueño a una profecía?

Debido al papel crítico que juegan el tiempo y el libre albedrío en la filosofía judía.

Un sueño, por el contrario, es una experiencia completamente diferente.

Explica el Rabino David Rosenfeld:

El soñador no está mirando simplemente el futuro.

Como explica Maimónides (Las leyes del arrepentimiento, capítulo 5), el libre albedrío es uno de los principios más fundamentales del judaísmo.

Él lo está experimentando en ese momento.

Nuestras acciones están en nuestras propias manos.

Siente que los eventos de su sueño le están ocurriendo en ese mismo momento.

Podemos determinar nuestro futuro.

A menudo nos despertamos de los sueños con el pensamiento "¡Gracias a Dios, era solo un sueño!"

No hay predestinación a los ojos de la Torá.

Nuestro futuro es indeterminado.

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Todos los días de nuestras vidas podemos despertar y decidir si queremos ser buenos o malvados.

Las profecías vienen como advertencias para la humanidad; si nos arrepentimos, podemos evitarlas).

Y como resultado, Dios nos recompensará o castigará por todas nuestras acciones y decisiones.

Con base en esto, la distinción que hicimos entre la profecía y los sueños se vuelve muy significativa.

La profecía se puede ver como una anulación de este principio.

Profecía significa que un profeta está parado aquí hoy y se le dice lo que ocurrirá mañana.

Cuando un profeta viene e informa a la humanidad lo que está reservado para el futuro, ya no es indeterminado.

"Mañana" ya no es indeterminado.

Ya se ha establecido hoy; el libre albedrío se ha visto comprometido.

Si un profeta llegara hoy y proclamara que los caldeos atacarán mañana, presumiblemente los caldeos no tienen más remedio que atacar.

Los sueños, por el contrario, son una experiencia en la que el soñador realmente experimenta el futuro.

Tiene que suceder; Dios ya nos dijo que lo haría.

Los sueños son una experiencia más allá del tiempo.

Por lo tanto, el libre albedrío parecería estar comprometido.

El futuro no ha sido anunciado y llevado hasta el presente.

El futuro ya no está en manos del hombre.

(Al mismo tiempo, debe mencionarse que las profecías, especialmente las que discuten eventos lejanos como el Fin de los Días, a menudo son deliberadamente vagas.

Todavía es el futuro incipiente, y por definición, dado que existe el libre albedrío, puede suceder de más de una manera.

Esta es la intención del Talmud cuando establece que los sueños siguen su interpretación.

Hay muchas maneras en que pueden hacerse realidad.

Tales profecías son vagas específicamente porque discuten eventos que aún no están completamente determinados y pueden hacerse realidad de muchas maneras, generalmente dependiendo de cuán dignos seremos en ese momento.

Un sueño por definición puede hacerse realidad en más de una forma.

De la misma manera, Maimónides (Leyes de Fundamentos de la Torá 10: 4) escribe que las profecías negativas pueden no ocurrir realmente.

Por lo tanto, hasta que se ofrezca una interpretación, ya sea buena o mala, un sueño, por su propia naturaleza, debe tener dos resultados posibles.

Todavía es una experiencia "futura", aún no comprometida al ingresar al mundo del tiempo.

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El Talmud escribe que un sueño que no se interpreta es similar a una carta no leída (Brajot 55a).

Señor del Universo. Yo soy tuyo y mis sueños son tuyos.

Yo he soñado un sueño pero yo no sé lo que ello significa.

Un sueño que está relegado al mundo de los sueños nunca ha abandonado el futuro y, por lo tanto, no tiene impacto en el presente.

Que sea Tu voluntad, Hashem, mi Dios y Dios de mis ancestros, que todos mis sueños relacionados conmigo y relacionados con todo Israel sean para bien; aquellos que he soñado acerca de mi y aquellos que he soñado acerca de otros y aquellos que otros han soñado acerca de mi: Si ellos son buenos, fortalécelos, fortifícalos, haz que perduren en mi y en ellos como los sueños del Justo José.

José se dio cuenta de que tenía que publicitar sus sueños, comenzar a actualizar su potencial futuro.

Lejos de alardear de manera inmadura de sus sueños de grandeza a sus hermanos, Joseph reconoció que su futuro solo sería suyo si él mismo hiciera el esfuerzo.

Nuestros sueños de hoy pueden ser más o menos proféticos, dependiendo de la cantidad de tonterías que llenamos nuestras cabezas durante nuestras horas de vigilia.

Pero si se requiere sanidad, sánalos como a Zedequías de su enfermedad; como a Miriam la profetisa de su tzaraat; como a Naamán de su tzaraat; como a las aguas de Mará a través de la mano de Moisés nuestro Maestro; y como las aguas de Jericó a través de la mano de Eliseo.

Hasta cierto punto, está en nuestras manos aferrarnos a nuestros sueños más nobles, tanto a nuestros dormidos como a los que están despiertos, y poner nuestros propios esfuerzos en hacerlos realidad.

Y así como Tú cambiaste la maldición de Balaam por una bendición, que puedas Tú cambiar todos mis sueños y los sueños de todo Israel para bondad.

Que Tú me protejas, que Tú me des gracia y que Tú me aceptes. Amén.

Quien es como Tu, Padre Misericordioso, que llamas a Tus criaturas misericordiosamente para Vida Recuérdanos para Vida, Oh Rey que deseas la Vida e Inscríbenos en el Libro de la Vida por tu Honor, Oh Dios Viviente Hashem reinará para siempre, Tu Dios oh Zión, de generación en generación, Aleluya.

Por todo esto, que bueno es tener siempre presente la declaración que hacemos mientras nos bendicen los Kohanim y que podemos emplearla al acostarnos y despertarnos:

http://www.shalomhaverim.org/pleg aria_por_los_suenos.htm 10

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Comentario a la Haftará

ALMA DE CUERO

Amos 2:6 - 3:8

“Por haber vendido a un justo por plata y a un indigente por un par de zapatos” (2:6)

"Únicamente a vosotros he amado de entre todas las familias de la tierra, por lo que haré recaer sobre vosotros todas vuestras iniquidades" (3:2)

En este versículo, la Haftará alude al pecado de los hermanos de Yosef. Con el dinero que recibieron al vender a Yosef a los ishmaelitas, compraron zapatos. ¿Para qué compraron zapatos? ¿Acaso no tenían?

Cuando Moshé se encontró con la Presencia Divina en el arbusto ardiente, D-os le ordenó que se quitara los zapatos. Cada vez que descansa la Presencia Divina, el hombre se eleva por encima de su estado físico natural.

Tomemos dos alumnos. Uno muy talentoso y muy prometedor. El otro, lento para entender y un poco delincuente.

El profesor los sorprende a ambos copiándose en un examen. ¿Cuál de los dos ha de merecer el mayor castigo?

El cuerpo es para el alma lo que el zapato es para el cuerpo. El zapato cubre la parte inferior del cuerpo, la parte del cuerpo que está en contacto directo con la tierra. El cuerpo envuelve al alma en su situación más baja: este mundo. Esa es una de las razones por las que en Yom Kipur, cuando tratamos de emular a las creaciones puramente espirituales, nos quitamos los zapatos.

Si bien las otras naciones ciertamente merecían ser castigadas en mayor medida, el pueblo judío sufrió el castigo de Hashem más que cualquier otro pueblo.

El privilegio no significa sin responsabilidad. El pueblo judío tiene la obligación de ser "el mejor alumno" en la escuela de la vida.

La Presencia Divina solamente se posa sobre el Pueblo Judío cuando éste está unido. Para que la Torá ingrese en este mundo, el Pueblo Judío necesita ser como un solo hombre con un solo corazón.

Fue por ellos que se creó el mundo. Ellos fueron elegidos para ser una señal para los pueblos.

Hasta el momento en que los hermanos vendieron a Yosef, los hijos de Israel habitaban juntos. Pero ni bien Yosef fue separado del resto de su familia, necesariamente se produjo una división. En otras palabras, mientras los hermanos estaban juntos, no tenían necesidad de zapatos, porque vivían en unidad en un nivel muy exaltado, bajo las alas de la Presencia Divina. Ese nivel quedaba simbolizado en el hecho de que no llevaban zapatos. Sin embargo, ni bien vendieron a Yosef, la Presencia Divina se alejó de ellos y sus pies necesitaban cubrirse, pues habían descendido a lo meramente físico.

Israel es el latir del mundo y, como tales, su responsabilidad es mayor.

Cuando el pueblo judío peca, mancilla a toda la creación y por eso se los juzga con mayor rigor, porque aunque sus pequeñas infracciones parezcan insignificantes, las consecuencias son a un nivel cósmico.

El Gaon Ostrovzer, oido de boca de R. C.Z.Senter

Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair de la Organización Ohr Somayach de Israel y Monsey. Editado por el Maestro y Periodista Eliyahu BaYonah, Director de la Organización Shalom Haverim de Monsey, New York.

Email: eliyahubayonah@gmail.com

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