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Clr. Fernanda Otero – Pág
a colegas diciendo -“Necesito un refuerzo de ECP”. Antes de la cuarentena, había pensado en un espacio para transitar y compartir esto, Nora y Daniela (aún no conocía a Yanina) fueron dos de las colegas en las que primero pensé, así que cuando recibí la propuesta de Daniela, la respuesta fue un ‘sí’ espontáneo e inmediato”. Si pienso en el ECP y en mi necesidad de actualización personal y profesional, inmediatamente aparece el deseo de ir más adentro, hacia mí mismo (tan certero en esto el nombre de nuestro segundo seminario), y la idea de profundizar se me hace evidente, con lo cual, con el nombre de ‘Profundización ECP’, si se me permite la imagen retórica: ‘surfeo en las aguas que la vida me propone, sostenido por una ola de ECP en la cual puedo sumergirme cuando lo necesito y así emerger renovado y revitalizado, actualizado’. La existencia de este espacio me da la posibilidad de hacerlo en Equipo y en Comunidad, nos encontramos, profundizamos, aprendemos. Luego del primer seminario, cuyo nombre fue “La relación como eje fundamental de ayuda” en el que mi tema fue ‘El poder en la relación de ayuda desde el ECP’, necesité, como es habitual, clarificar las expresiones propias y ajenas, sopesar los aportes de quienes participamos, atesorar la experiencia… Ese es el origen de algo que está por venir aunque aún no lo pueda vislumbrar ni de manera abstracta. Entonces, ideas fueron soltándose, enredándose, secuenciándose, peleándose, sumándose, transformándose, y cocinándose sin objetivo aparente hasta que, en un nuevo encuentro con el Equipo, empezamos a hablar del futuro y emergió “naturalmente (?)” la intención/posibilidad de un nuevo seminario. Ahí comprendí que estaba frente al espacio para desarrollar eso que se fue gestando en las semanas previas, nuevamente, encontraba en Profundización ECP el lugar y el momento para compartir uno de los ejes principales de mi adhesión al Enfoque Centrado en las Personas. La sola idea de reflexionar sobre este tema que de tanto en tanto vuelve a presentarse en mí con la intención de ‘revalidar su título’, me sonaba atractivo, y me daba la sensación (¿quizás el deseo?) de que podía ser un aporte para otras personas. Quizás exista un paralelo en el recorrido de Rogers y en el mío, en el nuestro, que nos ayude a comprender mejor nuestra disposición a intentar relacionarnos de esta manera tan particular con las personas. Esta forma de intentar ayudar nos impulsa a nuestro desarrollo humano, lo que redunda en una ayuda bidireccional, por eso cuando surgió “Desde adentro - Hacia adentro” la pregunta y mi tema me surgieron espontáneamente “¿Por qué elegimos centrarnos en las Personas?”. ¿Punto de partida o de llegada? ¿Causa o consecuencia? Siempre con la certeza que el camino es el objetivo y que el Encuentro es la materia prima para alcanzar lo necesario, que Aquí y Ahora será suficiente, a la espera de que lo latente comience nuevamente a expresarse y motorice una nueva búsqueda”.
La experiencia de Yanina
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La invitación de Dani era mucho más que una disertación en un seminario de verano. Era una invitación a un quehacer conjunto con compromiso, dedicación y un profundo respeto que posibilite profundizar en el ECP. Si bien era un momento de mucha actividad para mí, sabía que quería integrar este grupo de colegas y la respuesta fue inmediata. Ofrecer un espacio de profundización en el Enfoque, para mí significa seguir profundizando en mí misma, en la relación con otros y con la teoría. Sé que preparar una disertación es mucho más que un recorrido teórico, implica bucear en mí, elegir un modo de compartir, revisar mi recorrido, mis expectativas y abrirme a la experiencia intra e interpersonal. La labor
conjunta fue afirmando todo esto y celebro lo que estamos co-creando. Después de la primera convocatoria encontramos que muchas personas resonaron con la propuesta y compartieron que estaban buscando un espacio para profundizar, dado que actualmente hay mucha oferta de especializaciones, en recursos e incluso técnicas y no se encuentran propuestas que ofrezcan profundizar en el Enfoque mismo, permitiendo volver a las raíces, revisarlas, resignificarlas, actualizarlas y actualizarnos. El hacer juntos, nos llevó a trabajar en nosotros como individuos y en conjunto, elegir conocernos más, abrir canales de comunicación en los cuales podamos ser cada vez más nosotros mismos en cada encuentro. Es una invitación a seguir viviendo el ECP, no como una teoría sino como un estilo de vida en relación, con nosotros mismos, los otros y el mundo. Con respecto a la temática, en el primer seminario mi ofrecimiento fue “La noción de proceso en la relación de persona a persona”, para el segundo con la temática “Desde adentro - Hacia adentro”, la propuesta la fuimos creando de forma colaborativa. Recibí sugerencias de mis compañeros y me sirvió para darle forma al compartir, de allí surgió “La relación con nosotrxs mismxs: Puente - Abismo para llegar a otrxs”. Al dar lugar a la autoexploración en relación a cómo compartirlo con el grupo, lo primero que apareció en mí fue un mapa conceptual. Ese mapa se transformó en el punto de partida para ofrecer un recorrido sugerido, invitando a que cada participante vaya creando su propio esquema, revisando conceptos teóricos y las resonancias desde lo experiencial. Considero fundamental acercarnos a nuestra propia experiencia para facilitar el encuentro de los otros consigo mismos. Algo en lo que insisto en las clases de Counseling es la importancia del autoconocimiento y sobre esto quise acompañar a los participantes a profundizar. En el recorrido del armado de cada seminario y en cada encuentro, siento que vuelve más de lo que doy.
El decir de Nora
Al recibir la invitación a un espacio creado para profundizar el ECP, se despertó en mí el natural entusiasmo que siento cuando comparto aprendizajes significativos. Poner a disposición un tiempo y un espacio en el que detenernos y reflexionar acerca de ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Para qué? y ¿Hacia dónde? Preguntas que me acompañan como persona y como profesional. Consideramos fundamental profundizar en el ECP, la propuesta de Rogers es inmensa, no solo en lo teórico si no en la riqueza que encontramos al pasar cada palabra por nuestra interioridad. Profundizar puede entenderse como una acción y también como un modo de permanecer en la relación con todo. Allí donde asiento mi presencia y desde donde me conecto con el mundo. Es desde este contacto con la vida de donde nace el anhelo de comunicar. Es desde la escucha profunda e integral que comprendo dimensiones de mayor complejidad de mí y de los otros. En una danza entre conocimiento y experiencia, en un tiempo presente ahora que ilumina comprensiones que resignifican el instante y amplían la conciencia. La profundidad emerge cuando es escuchada al aquietar los movimientos cotidianos y favorecer la intimidad. Contar con un espacio para que suceda, es una oportunidad que queremos brindar. Porque allí acontece la maravilla del encuentro que te encuentra y se nutre de los múltiples sentidos que habitan en cada uno de las personas que participamos. “Yo y/o no yo, ¿es esa la cuestión? El funcionamiento pleno de las personas que nos propone Carl Rogers es para mí
una invitación que excede el ámbito de la consulta. Es una propuesta que me inspira a crear espacios de aprenhendizajes multidimensionales que promuevan la integración. “Integración” es una expresión que escucho con frecuencia, y entonces surge una nueva pregunta, ¿qué quiero integrar? Me gusta volver sobre la noción de pluripotencialidad para imaginar el inicio de una vida que está “aterrizando” en este mundo. Como sabemos, nos desarrollamos en sistemas de valores e intereses en los que vamos configurando nuestra identidad. Y allí, vamos perdiendo rápidamente la posibilidad de aproximarnos a una noción de Ser esa complejidad pluripotencial; capaz de ser en relación con todo. En relación de actualización con sí mismo, con las otras personas, en, con y para la vida. Una existencia capaz de actualizar sistemas de creencias que crean separatividad. Progresivamente, se va definiendo una noción de yo separada, con un fuerte sentido de pertenencia que, en algunos casos, se transforma en una necesidad de encajar para ser aceptados. Una identidad que rechaza o niega de sí misma lo que “no soy yo” y al mismo tiempo da la espalda a lo desconocido. Identificada con un recorte determinado por una sociedad, una cultura, un sistema de creencias, un pensamiento que se mueve dentro de pares de opuestos. ¿En qué consiste el proceso por el cual esa línea divisoria yo/no yo se flexibiliza para dar lugar a una conciencia inclusiva? ¿Y si me tomo el tiempo, de preguntarme quién soy? ¿Y si me dejo afectar y me conozco siendo? ¿Y si me atrevo a ser siendo explorando y descubriendo la vida? Pensarnos profesionales centrados en las personas requiere un compromiso efectivo de permanecer abiertos a estas y otras preguntas, en relación con otras personas, con una actitud inquieta, libre y responsable. Porque la libertad de ser o no ser yo (cada vez), es esa la cuestión que me dispone a recibir en aceptación incondicional y apertura a comprender empáticamente”.



Por la Clr. Fernanda Otero

TRES MIL UNIVERSOS
EN UN PROCESO
Existe un inmenso universo en permanente movimiento, más acá y más allá de mí. Por dentro y por fuera. Un mundo vivo, que nace y muere, que amanece y anochece, que despierta y duerme, todo en simultáneo, todo en continuo. Quizá aprendimos a necesitar dividir los temas para agradar a otros en el miedo de la pérdida del cariño, o para transitar por cierto ejercicio del dominio de las cosas o para intentar encontrar algo parecido a lo que entendemos por respuestas: aquí late un corazón, y allí, ese otro, descansa preparando un viaje. Las sensaciones, las emociones, las erupciones, los reumatismos, las congruencias. Todas las dudas, las pocas certezas. Las hambrunas, las abundancias, las carencias, las ausencias. Las soledades, las compañías, la economía, la homeopatía y las recetas de la abuela. Los amores y la luz. La familia, la genética, los amigos, la ciudad, el país, el continente, otra vez el universo. Yo en el fondo de la caverna, yo paseando en la superficie. Los miedos, la furia, el piloto automático. Y también la valentía, la alegría, la serenidad (no se agota la lista con estos enunciados) La búsqueda de la integración de todos esos elementos que componen el autocosmos. La experiencia. Lo humano. Así son los SerEs que llegan al encuentro: nuestros consultantes. Con sus corazas, sus máscaras, sus disfraces alejadores de su propio universo o con el mundo propio girando al revés. Carl Rogers, en “El Proceso de Convertirse en Persona”, propone la idea de que no hay un manual de formas de vivir, y aunque yo lo crea, y me guste leerlo, lo reafirma la experiencia en el desarrollo del Proceso, (el propio y el que acompaño) en la profundidad de la relación que construimos consultanteconsultor.
Alejarse de los dogmas (cuestionarlos por lo menos), dejar de sostener el amor condicionado, correrse de las expectativas impuestas por otros, hacer lo que uno siente hacer, pareciera ser lo más cercano al bien-estar. Posibilitar el despliegue de la tendencia a la autoactualización, (existente en todo ser vivo, con ajustes y reajustes constantes) de acuerdo a lo que vamos viviendo. Y en esa toma de decisiones quizá no siempre la elección sea la correcta, pero es la propia, la que instaura la huella, la que enseña, y de la que nos hacemos cargo (sin espacio para desparramar culpas…) Hay un concepto Budista (del budismo de Nichiren Daishonin) que habla de los tres mil estados contenidos en cada instante vital, tres mil aspectos en un segundo de vida. Es, por un lado, la creencia del potencial infinito de cada persona. Infinito no como “sin fin”, sino pensado en el sentido de: “hay más posibilidades de las que estamos pudiendo ver”; y por otro lado, también un intento de comprensión de las distintas percepciones existentes en relación a los valores, las creencias, las culturas, las historias. Viene a mí, reunido y ligado a los conceptos de universo - no hay manuales para vivir - tendencia actualizante solo se trata de vivir… Y allí va el Counseling facilitando (al decir de Andrés Sánchez Bodas) el autodescubrimiento. En esta dinámica, por convicción y libre elección, soy Counselor. Acompaño Universos.

13 de Agosto DÍA DEL COUNSELOR
en Argentina
Para los que sentimos este día como una pertenencia; para los que experimentamos una forma de vivir transformada en los Encuentros vitales y profesionales. Para lo que hoy nos saludamos entre nosotros con alegría y el orgullo de haber llegado a Ser de ayuda frente al sufrimiento que podemos comprehender como propio, sin desaparecer, aceptando lo que sucede, desde lo humano, lo humano que tiene el dolor. Y con la capacidad de la autenticidad de estar Presente Con todo esto experienciado, nos podemos decir: ¡Feliz Día del Counselor!


Agosto Mes del Counseling
