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de la Fuente y la película “Patch Adams
LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE. ANÁLISIS Y OPINIÓN ENTRE EL LIBRO DE PSICOLOGÍA MÉDICA DEL AUTOR RAMÓN DE LA FUENTE Y LA PELÍCULA “PATCH ADAMS”
Quiero comenzar escribiendo en este archivo, que nunca me había puesto a pensar en todo lo que la carrera de medicina conlleva. Tanto el libro de Ramón de la Fuente como la película de Patch Adam, me ha puesto a reflexionar algo. Creo que tenemos que estudiar, no solo pensando en pasar la materia, en obtener la mejor calificación, sino en que algún día nuestro conocimiento servirá para tratar a un paciente de la mejor manera. Sin embargo, el mundo no está solo en los libros; que alguien me corrija si ha leído en algún libro de la vida las instrucciones para sonreír, para ser amable, para ser fuerte ante las adversidades, para aprender de las personas… Todo ser humano, tiene impacto en otro. Como estudiantes de medicina tenemos que prepararnos bien en el ámbito del conocimiento, pero también, en el sentido humanístico.
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Una de las primeras escenas de la película coincide mucho con el inicio del capítulo de la relación médicopaciente en el libro de Ramón de la Fuente. Podemos ver claramente que muchos médicos en la actualidad ofrecen atención, sí, pero ¿En qué sentido? No solo es atención médica en cuanto a un diagnóstico o un tratamiento farmacológico, sino al interés que se ofrece a la gente, la paciencia, la tolerancia, el respeto que tenemos hacia nuestros semejantes.

Como bien menciona el viejo genio: “Si te enfocas solo en el problema no puedes ver la solución” Hay que ver un mundo nuevo cada día, ver más allá de lo que todos ven. No solo se trata de ver la enfermedad como tal, sino también de lo que necesita la gente. Los médicos han perdido su imaginación al tratar con sus pacientes, olvidan que el objetivo de la medicina es ayudar de verdad y conectar con los seres humanos. Creo que por eso es que en un inicio uno decide estudiar medicina. Los pacientes, confían en el médico, como un niño confía en su madre ¿Acaso no merecen la mejor versión de nosotros? Y qué mejor que mostrar esa versión donde los cimientos son la humanidad. Un doctor ofrece tratamiento, pero también consejo y esperanza.
Creo que muchas veces somos tan fríos y duros que el tacto al hablar, al tratar, al escuchar se ha perdido poco a poco, como menciona Ramón de la Fuente, todas esas buenas capacidades del médico son las que hacen que el paciente crea en nosotros con los ojos cerrados. Sabemos que el paciente tiene diabetes, tiene mala circulación, un alto peso, problemas renales, afecciones en la piel, pero ¿Sabes su nombre? ¿Sabes que le gusta? ¿Qué lo hace reír? ¿Qué hay de malo si el médico se involucra emocionalmente con el paciente? Absolutamente nada, incluso es la mejor manera en la que podemos hacer nuestro trabajo mejorando la salud y a la vez mejorando la calidad de vida. Tengo miedo de ese día en que me toque ver morir a un paciente. Se me revuelve el estómago en solo pensar cómo será el presenciar los últimos momentos de esa persona que confía en ti hasta el final. Podemos apreciar en la película la dificultad que esto representa, pero también la fuerza que se deber tener. Ramón de la Fuente nos dice que hay que ser realmente conscientes del dolor y el sufrimiento que causa la partida de un paciente, tanto para él mismo, como para la familia y todos los seres queridos que tengan que sufrir el duelo. No hay que perder el sentimiento de querer ayudar, esto no debe ser un sentimiento pasajero, tenemos que tenerlo siempre en mente. Al final del día las calificaciones no importan, si no tienes la humanidad necesaria para desenvolverte en la profesión. Tanto el libro como la película de Patch Adams, nos deja muy claro que, al ser médicos, tenemos que estar dispuestos a compartir la vida con el paciente. De la Fuente nos dice que muchas veces el médico se deja cegar por la apatía, el narcisismo, egocentrismo, esa falsa idea de omnipotencia, el autoritarismo. Todo ello representa un gran obstáculo para una buena y sana relación entre el médico y el paciente… El que no vive para servir, no sirve para vivir. Nota:
Me gustaron mucho los dos materiales recomendados, pues siempre es bueno ver las cosas desde otra perspectiva. Como estudiantes siempre estamos concentrados en lo teórico, en aprendernos el libro, en hacer las mil tareas y al final del día olvidamos la razón por la que estamos en esta bonita carrera. Siempre será muy bueno recordarlo.