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MUMO - nuevo museo en tijuana

Rosendo Piñaverde

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Aleksandr Vasiljev y la moda en el exilio encuentran una nueva residencia en MuMo.

Tijuana es una ciudad limítrofe donde personas, objetos e ideas provenientes de múltiples latitudes pasan, esperan, se quedan y ahora también encuentran una residencia para vivir el exilio dentro de MuMo; el nuevo museo de la moda que abrirá sus puertas el 13 de mayo en Tijuana, donde una de las maravillosas colecciones de Aleksandr Vasiljef serán exhibidas con motivo de su inauguración.

Nos centramos en la idea de que apreciar el arte y todo tipo de expresión estética es parte del buen vivir de una sociedad abierta, inclusiva y dispuesta a resignificarse continuamente gracias al dialogo. MuMo es un museo diverso, interactivo e inmersivo que transmite la información estética de manera amable e imparcial, como la Haute Couture y Pret a Porter; es decir espacios donde todas y todos son bienvenides a disfrutar del arte, dialogar y aprender a mirar y apreciar las infinitas posibilidades expresivas en conjunto a un costo mínimo.

En nuestra exposición inaugural conocerás a Alexksandr Vasiljef, el gran coleccionista ruso que vivió en el exilio parisino, hizo de su pasión por la colección de antigüedades un exquisito arte. Su capacidad para curar objetos de los S.XVII y XIX hicieron de él uno de los coleccionistas más apreciados en occidente. Uno de sus obsesiones más exquisitas se inclinó por la ropa de las exiliadas rusas que en itinerar por Europa portaban con gran elegancia sus las prendas que las distinguían entre la moda derivada de los hitos que caracterizaron a las mujeres europeas después de la revolución industrial. Empero, el radical contraste entre la antigua moda femenina proveniente de rusia y su contrapunto con la modernidad europea, generaron en Aleksandr el interés por documentar también los cambios en la vestimenta femenina del viejo mundo antes y después de enfrentarse con la Gran guerra que cambiaría de forma radical los símbolos estéticos confeccionados en las prendas que distinguirían a feminidad en aquellos años. Si te interesa conocer más sobre este ícono de la moda y su particular don para apreciar y coleccionar el espíritu de la moda europea, no puedes faltar a la inauguración de MuMo.

Un ambiente multimodal desplegado entorno a diversas actividades inmersivas te harán viajar por épocas, discutir ideas, apreciar estéticas y deleitar tus oídos. Todas las actividades serán gratuitas, lo único que hace falta es tu participación, no como espectador pasivo, sino un invitado especial que formará parte de este gran evento multisensorial.

Las actividades comienzan a medio día con diálogos tipo Salon -ambiente relajado, cordial y participativo- donde tendrás la oportunidad de formar parte de conversaciones con personas expertas en la estética europea de la primera mitad del S. XX. Por la tarde podrás participar en talleres lúdicos donde podrás ayudar a confeccionar prendas colectivas que serán donadas a los residentes temporales de Tijuana; los nuevos exiliados. Al caer la tarde podrás ponerte unos lentes de realidad para viajar por las calles de la vieja Europa y apreciar la estética femenina antes y después de la Gran guerra.

Esta experiencia inmersiva te preparará para el gran evento del día: la inauguraremos formal de nuestra primera gran exposición “Moda femenina antes y durante la Gran guerra” de Aleksandr Vasiljev, donde tú serás la persona estelar con quienes estaremos encantados de dialogar mientras apreciamos juntos esta formidable enciclopedia hecha de telas que han sido cuidadosamente seleccionadas por su gran poder simbólico para apreciar los significados de lo femenino en la primera mitad del siglo XX.

MUMO - nuevo museo en Tijuana

Reportaje

Lima | Perú

KAPOK: el valor infinito del ceibo

Akvile Amada Sataite

Estamos en Perú. Su majestad Lima nos encontró con mucho calor, movimiento interminable, polvo y ruido. Al parecer aquí en las calles casi todo se puede solucionar tocando el claxon. Ruido continuo. A algunos este ruido no parece hacerles daño, al revés, les ayuda a pensar. Uno de estos pensadores es José, el hombre inventor, que tiene más patentes en todo el Perú. Uno de sus famosos inventos es un tejido para los que no pueden ver ni luz, ni color y viven en la obscuridad completa. Pero con este invento ellos pueden jugar con los colores, hilos, tejer ornamentos, estructuras, todo su universo – lo que quieren. Hoy José será nuestro hilo pues nos llevará a un lugar bien escondido en donde nació un emprendimiento socio-ambiental.

Para ir a nuestro destino tenemos que tomar un Uber. Está lejos. Y aquí viene la primera sorpresa – no hay Uber. Bueno, Uber sí hay, pero no llega hasta el lugar a donde vamos. El Pino está en las afueras de Lima así que vamos en el transporte público. Nos tardamos mucho, pero todo valió la pena. Al fin, salimos en un taxi colectivo y justo allá nos recibe la maestra textil en el arte del telar: Mariana Quispe, pero nadie la llama así. Ella es Mari y punto. Con Mari nos dirigimos a un callejón – a la casa Kapok en donde conocimos a su fundador y alma Luis Flores.

¿Pero qué es Kapok y por qué estamos aquí? Porque nos interesa la sostenibilidad, el uso milenario ancestral de la fibra de un árbol tropical – la ceiba, el ceibo, monte de algodón o kapok. El último nombre es más conocido para los angloparlantes.

Este árbol gigante crece en el distrito de Bolívar de la Provincia de San Miguel, ubicada en el departamento de

Cajamarca, Perú, y tiene fruta que en los meses de agosto - septiembre ya está madura y preparada para cosechar. Kapok es un proyecto de aprovechamiento sostenible de la fibra del ceibo que busca dinamizar la economía en las comunidades ancestrales de Bolívar. Asimismo, vincula comunidades y ecosistemas del bosque seco con el rescate y aprovechamiento de la fruta del árbol de ceiba. Con la fibra de esta fruta tradicionalmente se hacen colchones, almohadas, cojines, hilo artesanal y con esto – trajes, ponchos. Últimamente la producción de Kapok está ganando el interés de varios diseñadores en España. Se descubrió que, con la calidad de la fibra del ceibo y las innovaciones para procesarlo, es posible hacer hasta los trajes de baño.

El trabajo de Kapok vincula académicos, maestras artesanas y diseñadores mundiales. Luis dice: ¨Empezamos en 2017 y ya hemos logrado mucho. Lo interesante es que este trabajo todavía es artesanal y ancestral. Y no solo eso, también hacemos productos de mucho significado para el ecosistema, generamos ingresos en comunidades y contribuimos a la preservación de bosques secos. El proyecto incluye 28 familias productoras y pusimos en valor cientos de árboles de ceibo¨. La maestra Mari coincide: ¨Para mi este trabajo es muy importante, es sanador para mi salud y alma. Todo el tiempo me dedico al arte, lo que más me gusta, así no tengo enfermedades¨. La maestra Mari tiene un rol muy importante, ha afianzado y ha creado el lazo con los maestros dentro y fuera de Lima con quienes ahora trabaja Kapok.

¨ ¿Cómo se creó Kapok?¨- le pregunto a Luis. Me responde de inmediato, al parecer, estaba esperando esta pregunta: ¨Kapok nació de la enseñanza de mi abuelito. En la región de donde yo vengo el ceibo se conoce como el algodón de monte. Allá la gente por escasez económica se hacen pequeños colchones, almohadas para uso tradicional. Yo podía observar cómo ellos utilizaban esta fibra ecológica natural. Eso era un punto de inspiración para mi vida profesional para desarrollar esta investigación y dedicación a poder fomentar este uso de la materia prima.¨

En Kapok se piensa mucho en la sostenibilidad, por eso las artesanas locales y regionales buscan posibilidades para utilizar todas las partes de la fruta de dicho árbol. Luis Flores

Así Kapok ha establecido varias ramas de su producción. Para empezar, la fibra del ceibo se divide entre tres tipos de calidad. La primera es la más fina, delgada y suave. De esta calidad de material se hace el hilo más elaborado y se tejen los productos de más calidad. Se pueden producir chalinas, gorras, guantes, bufandas, etc. El segundo nivel de calidad produce la fibra más dura y el hilo más grueso. De este material se hacen juguetes cómo peluches, conejos o ropa más rígida cómo ponchos. La fibra del tercer nivel no se teje, pero se utiliza como relleno para colchones, juguetes, almohadas y muchos más. Por supuesto, la fruta tiene semillas. Y recuerden, el reto de Kapok es utilizar la fruta completa. Las semillas del ceibo se utilizan para obtener aceites, producir alimentos proteicos para los animales y rellenar la parte inferior de los juguetes o artesanías. Así se hacen más pesados abajo y no se caen a un lado ¿Hay algo más? Claro, la legnina o cáscara de Kapok ¡Con esa se elaboran accesorios!

¡Que lástima! Después de tanto platicar nos ganó el tiempo y no se pudo aprender algo de tejer, aunque Mari ya estaba completamente lista para dar una clase a los novatos. Pero no hay mal del que no resulte algo bueno – tenemos que terminar el trabajo, así que nos propusimos regresar lo antes posible y aprender a tejer. De esto les cuento en mi proximo reportaje.

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