Cambiando Vidas

Sra. Susan Rackley, Directora

Esta fue la lectura para mi meditación.

Varios pensamientos pasaron por mi cabeza: te haré sumamente fértil; haré de ti naciones; reyes brotarán de ti. mantendré mi pacto contigo y tu descendencia después de ti a lo largo de los siglos como un pacto infinito, para ser tu Dios y el Dios de tu descendencia después de ti,

1) Abraham debe haber estado abrumado cuando escuchó todo esto. Qué manera de cambiar la vida de alguien en solo unos momentos.

"Mi pacto contigo es éste: serás el padre de una multitud de naciones. No te llamarás más Abram; tu nombre será Abraham, porque te voy a poner por padre de muchedumbre de gentes.

2) ¿Cuánto tiempo le tomó a Abraham acostumbrarse a la idea de que por ser fiel su vida cambió para siempre?

3) ¿Cómo se sintió cuando le cambiaron el nombre? Nuestra identidad está tan ligada a nuestro nombre, ¿cómo afectó ese cambio a Abraham y la forma en que pensaba de sí mismo o cómo reaccionaron los demás cuando les dijo que Dios había cambiado su nombre?

4) ¿Abraham realmente comprendió la magnitud de cómo Dios lo estaba bendiciendo, recompensando por su fe?

Me doy cuenta de que no hay respuestas a las preguntas sobre eventos que ocurrieron hace miles de años, pero en nuestro rincón del mundo, en Tulsa, Oklahoma, podríamos comenzar a comprender y relacionarnos con lo que experimentó Abraham. Nosotros, los maestros, el personal, la junta, los estudiantes, las familias y la comunidad, hemos sido llamados, tal como Dios llamó a Abraham, para ser parte de cambiar las vidas de nuestros estudiantes. Nuestras experiencias no son tan dramáticas como las de Abraham, pero aquí estamos, y cambiaremos estas vidas lo mejor que podamos. Eso es lo que la fe hace por nosotros. Nos lleva a ser parte de algo como San Miguel. Y aunque es posible que nunca veamos los frutos de nuestro trabajo, al menos hemos brindado a nuestros estudiantes las oportunidades y las herramientas para que puedan cambiar sus vidas y las vidas de sus familias, así como Dios cambió la vida de Abraham y los que vinieron. despues de el.

El viaje de todos es diferente y está lleno de altibajos, buenos, malos, devastadores y satisfactorios; no importa cómo lleguemos aquí, mientras lo hagamos.

Otra de las preguntas planteadas durante mi meditación de esta mañana fue “Si te cambiaran el nombre, ¿a qué se cambiaría?”. El nombre que me vino a la cabeza fue “Esperanza”.

Estos estudiantes son nuestro corazón y nuestra esperanza. Ellos son nuestra razón de estar aquí. Es un honor, un privilegio y una bendición ser parte de un lugar donde todo lo que hacemos se centra en nuestros estudiantes.

La ventaja: también cambian nuestras vidas.

Tomaré esa compensación todos los días de la semana.