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A grandes males… buenos remedios: Encuentros para encontrarse.
A grandes males… buenos remedios: Encuentros para encontrarse
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Foto tomada de www.mujeresdelostiempos.blogspot.com
Los caminos de acompañar a las y otras en procesos de sanación, formación y de la vida cotidiana me hacen encontrarme día a día; en medio de preguntas, inseguridades, reflexiones y transformaciones. Para seguir abordando la palabra “acompañamiento” en este escrito la describiré desde mi experiencia como mujer y psicóloga; en atención clínica, derechos sexuales y reproductivos, procesos psicosociales, de formación y otros tipos de acompañamiento. En esos caminos he reconocido y continúo descubriendo mis propios ritmos, limitaciones, miedos, privilegios, tiempos y deseos. Y así mismo me permito tener una mirada de las otras, pero también descubrir que no es necesario solamente reconocerlo sino aceptarlo y para esto es un camino que no es tan fácil como la palabra lo describe, porque también es encontrar mis sombras, desaciertos y reconocer qué estoy preparada para vivir y no vivir en el aquí y ahora. En esto nombro a Carl Roger con su frase “La paradoja curiosa es que cuando me acepto como soy, entonces puedo cambiar” y yo le agregaría o no cambiar, y esto ya me responsabiliza del cómo decido vivir mi experiencia. Ser responsable de cómo responder a situaciones de la vida es parte del proceso de aceptación de los propios recursos humanos, y de la relación que voy estableciendo conmigo misma, como lo menciona el psicólogo Yalom “para tener una relación con otra persona, uno debe tener una relación consigo misma”.
Y partiendo de la idea que “La persona es un ser esencialmente relacional es también un ser esencialmente comunicativo” en este sentido el camino de experiencias que transitamos con las otras somos útiles ambas partes desde lo que yo le aporto y le comunico, no solamente con el discurso sino con el cuerpo, reacciones y al compartir mis propias vivencias, no como un ejemplo a seguir sino desde la humanidad que nos da complicidad y en ese proceso de acompañar a la otra persona a hacerse cargo de su propia existencia con sus propias herramientas, en esta relación las otras a través de sus experiencias hacen que pueda verme en el aquí y ahora pero también que pueda ver atrás y reconocer la diferencia de mi sentir si no hubiese atendido esa herida en otro momento (homofobia internalizada, imposición de roles, abandonos, abusos, ritmos y tiempos, entre otras). Es en esta relación que aprendo que existen otras formas de vivir y otras formas de afrontar y esto me da más recursos para los futuros acompañamientos es en esta relaciona humana que esta la riqueza de encontrarse. ¿Cuán importante son los procesos de sanación personal para quienes acompañamos a otros? Esta pregunta la contesto desde mi propia experiencia pero sin duda alguna cada quién desde su ser acompañante encontrará sus respuestas desde su experiencia personal. Para las personas que trabajamos acompañando a otras considero que los procesos de sanación permiten acompañar desde otros lugares. Me refiero a sanar no como definición de perfección, sino como un proceso voluntario emocional, energético donde puedo decidir cómo quiero vivir o no ciertas experiencias de vida y para esto es necesario abordar mis propias heridas para no acompañar solamente desde este lugar. Para esto es necesario reconocer la responsabilidad que adquiero al ser acompañante y en esa relación se evidencia como cuando una persona se permite sanar puede acompañar más empáticamente no será la misma experiencia pero podrá transmitirle que si es posible transferir sus cambios al entorno de la vida” y no solamente quedarse en esa relación acompañante-acompañado, porque le permite tener un referente que sí, es posible establecer relaciones desde el respeto y el buen trato y hacerlo parte de los vínculos que puede establecer con las otras y otros. Es imposible no abordar los procesos de acompañamiento sin pensar en las personas que me han acompañado, en especialmente mujeres que han compartido sus experiencias de vida, nombrando lo que han vivido y reconocido su historia porque acompañar en esta realidad injusta es recobrar lo humano, y como dice una de mis maestras “Lo que se daña o lástima en colectivo se sana en colectivo” y eso llena de esperanza.

imagen tomada de www.constelacionesmexico.com
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