Julio, mes de la patria, nos reta a construir un país cada día más humano, más “padre y madre” de todos, y de cada uno de sus hijos; también cada día más hermano de sus vecinos. Estamos “ad portas” de resolver el problema marítimo que se desenvuelve en La Haya. En el legendario morro de Arica, hay un Jesús con los brazos abiertos, llamando a la unión de ambos pueblos, nada menos que con la frase “Ámense unos a otros como Yo los he amado”. Frase que ha ido generando respuestas, a través de hechos concretos en plena realización. Uno de los que ha producido mayor impacto ha sido la progresiva creación de UNASUR, aún incompleta, pero que demuestra la intención de los países sudamericanos de afrontar solidariamente la solución de sus problemas y de buscar, como conjunto, el mejor porvenir para todos. La construcción del futuro de la humanidad está en nuestras manos, en las manos de todos. Cierto que seguimos mostrándonos incapaces de evitar los conflictos, pero vamos aprendiendo, tanto a manejarlos lo mejor posible cuando llegan, como organizándonos mejor para resolver nuestros problemas antes de que se conviertan en conflictos abiertos. Creemos que es aún un camino largo, pero ya empezamos a abordarlo, confiando cada día más en nuestra capacidad de construir -también cada día- caminos mejores para su solución. ¡Felices Fiestas Patrias, hermanas todas!
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