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El Avaro
Fábula de Esopo
Érase una vez un hombre muy rico que vendió todo lo que tenía a cambio de varios lingotes de oro. Y para que nadie le robara, enterró el oro en un bosque. Todos los días acudía al lugar para comprobar que su oro seguía allí, sin saber que un ladrón lo vigilaba escondido. Una noche, el ladrón desenterró el oro y se lo llevó. Cuando el rico descubrió el robo, dio tal grito que un vecino se acercó a ver qué pasaba. El hombre rico lloraba, desesperado. Entonces el vecino tomó unas piedras, las enterró en el mismo lugar y dijo: Aquí tiene su tesoro. Sabe que nunca habría gastado sus lingotes. ¿Qué más le da, entonces, que sean piedras? Así por lo menos dejará de sufrir.
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Moraleja:
Corazón codicioso no tiene reposo. Esta fábula de Esopo nos enseña que la riqueza, si no se comparte, no vale nada y solo trae pobreza.
DIEZ RAZONES PARA FOMENTAR EN TU HIJO EL GUSTO POR LA LECTURA
Mejorará su escritura y aumentará su dominio del idioma Mejorará su capacidad de síntesis Despertará su imaginación Conocerá muchas épocas y lugares Mejorará su salud mental Enriquecerá su vocabulario Elevará su nivel cultural Mejorará su capacidad de análisis Disminuirá sus faltas de ortografía Mejorará su comprensión lectora
