Animal Geo graphic
Intento encontrar en el paisaje de mi escritura.
Hay algo de los bichos que está en mi.
Debo observar el animal que en mi geografía se manifiesta.
“La vista llega antes que las palabras
El niño mira y ve antes de hablar."
John Berger.
Contemplo el amarillo
crístico de Paul Gauguin.
Byung-Chul HanDescubrí que ir y venir de un lado a otro es esencial para la existencia para mi existencia en el jardín.
Descubrí qu
porque algu noticias que no con pequeñas r de los pájar gorjeos.
“ El amarillo es el color de la esperanza” …
“Si yo fuera una flor quisiera florecer en pleno invierno”
Las abejas me invaden en un éxtasis reciproco un abrazo amarillo como el azafrán una tonalidad análoga de su cuerpo contra el mío.
Mi vida dura un suspiro y muero.
Hay que tener mucha simpatía y abrirse al mundo para recibirlo.
Y entregar la mitad de la vida la mitad de las flores macho para que la otra mitad de las flores hembras crezcan como zapallos.
Hay que tener un ritmo una acompasada ligereza en el manifestarse un estar atentos continuamente un crecer silencioso lleno de zumbido.
¿La poesía es asi?
¿Cómo un zumbido?
¡Para mí, un ser en completa quietud!
Que avanzo rizomaticamente que despliego mis peludas hojas
¿Cómo no lo sabía antes?
¿Porque tan tarde
vengo a darme cuenta?
No es fácil ser flor para ser fruto, entonces, nombro a las pululantes entidades para que me frane- leen.
No es fácil ser fruto para ser flor.
Durante varios días
lentos días no cuajó ninguna flor. Me digo florecer aún con lluvia aún con aires de mal clima agradecer abrirse.
Aún sabiendo que ser flor puede llegar a no dar fruto.
No me gusta la lluvia porque no puedo salir. Andar de acá para allá que el polen mío viaje. No es fácil ser flor que no da fruto.
Además cuando llueve
Abeja no puede zumbar en mi corola henchida de pólen.
¿De donde venis? ,digo.
¡Como si no reconociera que viene de mi misma, de otra flor que para mi está dándose perfumando el existir de mis zapallos!
¿A dónde vas? Le digo
¡Como si no supiera que está recorriéndome a mi, a la lavanda la menta el limonero y las taquito de reina!
¡Tan grande descubrí!
Que hay abejas que viven solitarias que no hacen miel que se alejan de sus crías para estar acá en apacible soledad. Que no saben de enjambre que no conocen colmena ni reina que las mande a trabajar como fiel súbdito todos los días de su vida.
A zumbarte los pétalos a compartir la conquista de este patio que será nuestro hasta que la helada haga de las suyas y venga el cruel invierno.
Sé que la dueña la terrateniente de este patio, que a veces también solitaria nos observa está juntando semillas…
Que pasado el invierno tal vez vuelva a renacer yo y vos vuelvas a renacer en mi.
Promesa de los amantes.
¿ Por qué venís a mi?
Sólo vemos aquello que miramos dice John Berger Que mirar es un acto voluntario.
La voluntad tuya es así como la fé que tiene la que nos mira, en comer los frutos que crecen de mis ramas retorcidas. Tu voluntad es un acto de amor del amor más grande que he conocido.
¿Qué grande me he dado cuenta?
¡Tantos años reencarnaciones nuevas brotaciones floraciones temporadas en el universo!
Antes fui una semilla. Las semillas son como los libros guardan el numen la vida la manifestación el latido un compás adentro.
Quizás cuando me abrí salió la voz la voz de este mundo que ahora cubre este patio que es tan nuestro, como de ella que nos observa.
A veces la siento también como si fuera una abeja.
Tiene un zumbido que no es igual pero se le parece.
Tiene a veces el rugido del león Y lo sé no por haber visto leones sino porque soy semilla.
Guardo informaciones cósmicas y fragantes del génesis del mundo del universo nuestro.
¿Cuándo decís que te diste cuenta tarde?
¿Cómo te das cuenta que es tarde?
Nunca es tarde dicen…
El presente es perfecto.
El pretérito imperfecto
Y el futuro condicional.
¡No pienses que es tarde! Este era tu momento de nacer de ser.
Y yo, bueno…
yo estuve varias estaciones atrás esperándote.
Las abejas solitarias siempre esperan que los pájaros incubadores lanzen sus cagadas en la tierra de jardines que son prestos a la contemplación.
Nada nace en el lugar equivocado