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La ETA más asesina

pie, están en su mayoría comprometidos con el proceso de Transición y con la democracia.

Al día siguiente del asalto al Congreso, la prensa democrática arropó al rey en su defensa de la legalidad vigente. El País abrió a toda página «Golpe de Estado. El País, con la Constitución» y ABC tituló su editorial «Respeto a la Constitución y calma nacional». Pero transcurridas unas semanas, los periodistas quieren averiguar cómo se desarrolló el golpe del 23-F. La investigación periodística acompaña, e incluso se adelanta, a la instrucción judicial.

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Un buen ejemplo es el de la cronista de ABC Pilar Urbano. Alguien informa a Manglano de que la redactora está husmeando en el 23-F y ha enviado una carta a Sabino Fernández Campo. Le inquietan dos cuestiones. «Si era cierto» que el propio Sabino se había reunido con Milans del Bosch «y otros», y algunas claves relacionadas con el mensaje del rey emitido en TVE en la madrugada del 24 de febrero. «¿Cuántas versiones se grabaron de TVE (noche del 23-F)?», pregunta Urbano, interesada también por saber si «la entrevista se hizo antes, durante o después de la entrada de Armada en el Congreso».

El director del CESID toma nota. Le preocupan las pesquisas de la redactora de ABC. Junto a su nombre, añade dos nuevas anotaciones: «Amenazar con el castillo de Palma» y «vigilancia». Unos meses atrás, el 8 de mayo, esa periodista había acudido junto a otros colegas a entrevistar a Antonio Tejero a la prisión militar del castillo de Palma, en Ferrol. La conversación jamás se publicó, pero le generó algún problema a Urbano, según ella misma confesó años después. Tal vez por eso Manglano tomó la decisión de vigilar a la periodista.

La prensa acecha, y los servicios de inteligencia quieren estar al tanto. En esta cuestión Manglano no se va a andar con menudencias. En sus primeras notas teóricas ya había tenido en consideración la importancia de tener personas de confianza entre los informadores.

La ETA más asesina

El año que Emilio Alonso Manglano toma las riendas de la inteligencia española, la banda terrorista ETA (Euskadi ta Askatasuna) mata a más de treinta personas. Durante el año anterior, 1980, el más sangriento de su trágica, ignominiosa y criminal historia, fueron más de noventa los españoles asesinados bajo el plomo del terrorismo separatista vasco. 47

48 ETA es, junto al golpismo —y estrechamente vinculado a él, pues la involución mama en parte de la debilidad de la respuesta a los etarras—, la principal amenaza de la embrionaria democracia española. No en vano ambos, involucionismo y terrorismo, fueron dos de los asuntos a los que el ministro de Defensa hizo referencia expresa en su primera conversación con su director del espionaje.

Así, ETA está presente desde las primeras notas que Manglano toma como director del CESID: es un cuaderno de anillas con tapa azul, como los que utilizan los niños en el colegio o el tendero al que se le deja algo a deber. En la portada se lee: «27-5-81 - 17-7-81». Es decir, lo estrena a los cinco días de su nombramiento, cuando apenas se ha instalado en su despacho, y le dura menos de dos meses. Los etarras son una amenaza para el Estado de extraordinaria virulencia, pero el CESID, que había nacido el 4 de julio de 1977 para sustituir al SECED de Carrero Blanco y a la inteligencia militar, está aún por hacerse. Sus efectivos contraterroristas son escasos, inferiores a las unidades de Información de la Guardia Civil y la Policía.

La primera información reservada sobre ETA que recibe Manglano llega el viernes 19 de junio. Así lo anota en el citado cuaderno: «Eduardo Magallón, periodista = fue responsable de ETA-pm en Navarra = relación con los soviéticos».

También escribe el nombre de Daniel Pont Martín, un preso común muy popular, pues fue uno de los fundadores de la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), en la cárcel de Carabanchel en 1976. Bajo su nombre anota: «Preparar infraestructura ETA». Parece ser que este reo ha tenido algunos contactos con los polimilis, miembros de ETA-político militar. En 1981 esta facción de ETA estaba preparando el abandono definitivo de las armas, en plena tensión con ETA-militar. Mediado el año, Manglano reflexiona sobre las «condiciones para una negociación». Alternativa KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista), germen de Herri Batasuna, tomaría el relevo de la violencia en la política.

Las pesquisas de Manglano van dando sus frutos. Parece que en la banda terrorista va a haber una escisión relevante, como revela el siguiente cuaderno azul, perfectamente etiquetado como «julio - nov. 81». Manglano escribe la clave del asunto: «Txomin conoce que los capitanes generales van a reunirse y elaborar un memorándum para acabar con ETA. Desacuerdo entre Txomin ETA-pm y ETA-m».

Efectivamente. Los polimilis anunciarán su disolución solo un año

después, el 30 de septiembre de 1982. Diez dirigentes de la VII Asamblea, a cara descubierta, se juntan en el frontón Euskal Jai, de Biarritz, en el sur de Francia, ante los medios de comunicación y hacen público el adiós a las armas. Por desgracia, un gran número de miembros de la militancia de ETA-pm se opone. Serán llamados «los octavos», pues continúan en el terror bajo el nombre ETA-pm VIII Asamblea. De todos modos, ETA-militar seguirá regando las calles con sangre de inocentes.

Es importante la mención que Manglano hace de Txomin. Domingo Iturbe Abasolo había recibido el encargo de ETA de negociar con el Estado ya a finales de los 70. Lo seguiría haciendo años después. Entretanto, el 8 de julio de 1981 el ministro de Defensa, Alberto Oliart, comunica a Manglano que no van a adelantar la respuesta a ETA: «Que propongan ellos».

Cinco meses antes de la disolución de los polimilis, el 20 de abril de 1982, Oliart encarga al director del CESID que prepare una nueva estructura para la lucha contra ETA. Un par de semanas después, ambos tratan el problema de fondo con José Ángel Sánchez Asiaín. ¿Por qué hablar de la lucha contra ETA con un banquero? Porque es el presidente del Banco de Bilbao, primera entidad financiera del País Vasco, y porque el terrorismo es la punta de un iceberg que podemos llamar «nacionalismo o problema vasco». Manglano resume la conversación: «Necesidad de constituir un órgano que estudie la problemática actual del País Vasco». La Policía solo puede resolver el problema del terrorismo, no así el problema político. Manglano reflexiona: «Dónde están los vascos. Qué piensan, qué quieren. ¿Cuál es la actitud de las partes? Hace falta un equipo que estudie esto y sugiera medidas».

Tras el encuentro con el banquero, Oliart le pide a Manglano que estudie la constitución de un grupo «tipo Arapiles» que pueda ocuparse de este asunto. El director del CESID se pone a trabajar de inmediato. La lucha contra ETA necesita de la combinación de las fuerzas policiales con las medidas políticas.

El 2 de septiembre, solo unas semanas antes de la disolución de los polimilis, el teniente coronel Alonso Manglano se reúne con un subordinado de apellido vasco que le plantea cuatro asuntos:

1. La conveniencia de una «entrevista con ETA-pm VII». Manglano decide que Manolo Guerrero vea a Ballesteros el martes (ese día 49

50 es jueves) y «le pregunte cómo van las cosas». Guerrero comanda el área de Terrorismo del CESID, mientras que Manuel Ballesteros es el jefe del Mando Único para la Lucha Contraterrorista.

Está considerado «duro y frío»5 en el combate a ETA. No en vano había sido comisario jefe en San Sebastián entre 1974 y 1976 y, a continuación, ocupó el mismo cargo en Bilbao. Su vida estaba en almoneda un día sí y otro también. Fue a Madrid como director de la Comisaría General de Información y desde su posición de máximo jefe policial de la lucha contraterrorista participó en las negociaciones para la disolución de los polimilis. 2. «Según Goyerri, Apala está en Bruselas.» Miguel Ángel Apalategui, alias Apala, es el sanguinario terrorista del comando Donosti que, según varios indicios, se había encargado de ejecutar a su compañero Pertur en 1976 por discrepancias sobre el cese de la violencia.6 El informador propone hacer un viaje a la capital belga con el primo de Apala «para intentar abrir una negociación».

Manglano lo estudiará. 3. «Goyerri dice que se podía hacer un secuestro de 3-4 miembros de ETA a cargo de policías franceses (?) Estudiar.» El signo de interrogación denota cierta incredulidad de Manglano ante el hecho de que sean gendarmes quienes participen. En cualquier caso, es una propuesta al margen de la ley, solo sustentada por las decenas de muertos que ETA pone sobre la mesa cada año. 4. «Actitud del P. Socialista ante ETA, en el supuesto que gane las elecciones.» Quedan menos de dos meses para las elecciones generales del 28 de octubre de 1982.

Manglano sabe que el terrorismo de ETA será una de las grandes prioridades de su mandato, tal como le encomienda Oliart en la primera reunión que mantienen. Es necesario crear una estructura moderna para hacer frente a tamaña amenaza, sin perder de vista cómo puede influir la más que probable llegada de la izquierda al poder.

5. Javier Pagola, «Un duro contra ETA. Manuel Ballesteros», Abc, 20 de enero de 2008, disponible en https://www.abc.es/espana/abci-duro-contra-manuel-ballesteros-200801200300-1641572827762_noticia.html 6. El cuerpo de Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur, no ha aparecido y nunca se ha aclarado cómo fue su final.

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