Invoca tu despertar espiritual y calma tu sistema nervioso

El sistema nervioso es una maravilla de la creación, ya que el funcionamiento de todo el organismo depende de él, además de ser un receptor de las energías vitales. Su salud depende de que la sangre pura circule por las venas, pero en algunas ocasiones a la sangre se le pueden filtrar impurezas que se adquieren del aire contaminado, por las malas digestiones y a la falta de la eliminación de toxinas por la piel o riñones. Pero también, el odio, el orgullo, la ira y la envidia “envenenan” la sangre, afectando las funciones del estómago y del hígado.

Desde un susto hasta los excesos sexuales debilitan el sistema nervioso y arruinan la digestión, por lo que es recomendable mantener una buena salud con una vida tranquila, ejercicio y una alimentación saludable. El naturista Manuel Lezaeta, pionero de la medicina natural, dice que las personas no deberían reproducirse antes de que termine su desarrollo, el cual requiere 25 años. También opinaba que la duración de la vida depende, en gran manera, de saber guardar la castidad en la juventud, ya que son esas reservas vitales las que nos permitirán afrontar con éxito las crisis de la edad madura y la decadencia de la vejez.

Es importante notar que necesitamos prestar atención al cuidado de nuestro cuerpo, mente y emociones, ya que como decía el filósofo indio Krihsnamurti: “No es sano estar bien adaptado a una sociedad enferma”. Ante este panorama, ¿qué podemos hacer? Como seres dentro de un colectivo, ayudaría mucho elevar nuestro nivel de consciencia, puesto que a medida que la elevamos, afectamos positivamente a los demás.

María Elena Zenteno Coordinadora de Casa Paz

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La dignidad humana como individuos la tenemos y necesitamos procurarla. Si a una planta le proporcionas agua, no porque lo merece, sino porque le corresponde por naturaleza, entonces crece. Como seres humanos, nos corresponde el respeto, el amor, la confianza, la protección y demás necesidades básicas para crecer. Al no ser atendidas dichas necesidades, hay violencia y las anomalías del sistema nervioso se hacen presentes con el estrés crónico, la tristeza crónica o los malos hábitos. Al calmar el sistema nervioso, también se despierta la espiritualidad.