Está el camino del éxito empedrado con grava?

Por Nina A. Koziol

En el camino a la casa de mi abuela en Essex, Inglaterra, se encuentra el jardín de la desaparecida Beth Chatto, una afamada plantadora. Pero a diferencia de otros jardines con plantas perennes en la campiña inglesa, llenos de delfinios, clemátides y rosas, el jardín de Chatto tenía una pendiente de grava seca llena de plantas tolerantes a las sequías que crecen en el Mediterráneo. En 1989, ella lo describió en, “El tapiz verde: Cómo seleccionar y agrupar las mejores plantas perennes”. Si bien la mayoría de los lectores piensa en Inglaterra como lluviosa y nublada, Chatto cultivaba sus jardines en un área donde la precipitación anual promedia 20 pulgadas.

Avance rápido. Cassian Schmidt, diseñador paisajista, es considerado el gurú al frente del movimiento Nuevo Paisajismo Alemán. Director de Hermannshof, el jardín botánico y de investigaciones en Alemania de renombre mundial, comenzó a reemplazar el césped con amplias áreas de plantaciones estilo pradera y jardines de grava, creando combinaciones de plantas perennes y grama con nuestras plantas nativas del Medio Oeste.

Actualmente, los jardines de grava están adquiriendo popularidad como medios para crear en muchos jardines públicos y parques empresariales, terrenos ajardinados de bajo mantenimiento que atraen a los polinizadores. Fue en 2007 cuando comenzó la fascinación de Roy Diblik, de Northwind Perennial Farm en Burlington, Wisc., con los jardines de grava. “Fui a Alemania y vi el jardín de Cassian Schmidt en Hermannshoff y sentí pena por los Estados Unidos porque no probamos cosas nuevas” dijo. “Fue lo más fascinante que había visto jamás y no hallaba las horas de volver a casa para probarlo. Se trata de crear longevidad y mantener los costos”. Diblik ha trabajado en varios jardines de grava incluyendo el más nuevo en el Laboratorio Nacional Argonne en Lemont, Ill., que él llama el más grande de este tipo en Illinois. “El edificio aloja la computadora más grande del mundo y tiene ventanas de visualización desde las cuales se pueden ver las plantas”.

Jeff Epping, director de horticultura en los Jardines Botánicos de Olbrich, en Madison, Wisc., y dueño Jeff Epping de Epping Design and Consulting LLC, ha estado diseñando jardines de grava desde 2009, inspirado por Diblik. “Roy y yo hemos sido grandes amigos desde hace mucho tiempo. Vi su jardín de grava un año después de instalado y pensé, ‘¿qué diablos es esto?’ Me dijo que no sabía cómo iba a funcionar, pero que había visto uno cultivado por Cassian desde hacía 20 años. La primera vez que lo vi era un mar de grava, pero pensé, oh, esto es interesante”.

Epping ha trabajado en el jardín de grava más grande del país en Epic Systems en Verona, Wisc., así como en cuatro jardines de grava en Olbrich y uno en su casa. “El más grande en Olbrich está justo en la entrada principal”. Los bordes tienen una bella mezcla de salvia rusa, yerba barbuda, coreopsis, allium, equináceas, plantas de plomo, hierbas de la pradera, ásteres y calamintas, entre muchas otras. Las plantas requieren de poco cuidado y proporcionan una sucesión impresionante de flores hasta las heladas del otoño.

Planear y plantar

A diferencia de la capa rastrillada de la grava que se encuentra en los jardines estilo japonés, los “nuevos” jardines de grava son en esencia una capa de cinco pulgadas de gravilla de bordes angulados como cuarcita que se asienta sobre el suelo. Esto permite a las raíces de las plantas —especialmente las plantas nativas de las praderas que tienen raíces profundas— desplazarse hacia el suelo previniendo al mismo tiempo que germinen las semillas de las malas hierbas en la capa superior de las piedras. “Tuvimos que ser cuidadosos cuando preparamos los arriates”, explicó Epping. “Excavamos lo más profundo que pudimos.

Si usted tiene un jardín de grava junto a un paso peatonal, es inevitable que los escombros que caigan en las aceras se desplacen hasta el borde del jardín de grava. Es interesante ver cuánta autorreproducción de semillas habrá en el borde. En casa, mi jardín de grava está junto a la calle y nuestras calles se llenan de arena en el invierno, por lo que la arena se introduce en el

jardín de grava cuando barren la calle”. La arena se vuelve un sustrato, llenando espacios entre las rocas y creando un ambiente creciente que anima las plántulas. “Vigilo ese borde y esta primavera advertí plántulas de Echinacea pallida y Euphorbia”.

Al plantar, Epping algunas veces usa plantones que miden 2-1/2 pulgadas con raíces largas. “Les toma tiempo alcanzar su tamaño completo, pero se colocan más juntos”. En 2009, él y Diblik extendieron cientos de plantas para el jardín del Centro de Visitantes de Olbrich. “Al comienzo estaba un poco escéptico, pero el tercero y el cuarto año todo mejoró progresivamente”. En la actualidad, los visitantes se impresionan al entrar en el jardín.

Rendimiento de la inversión

“Durante algunos años, he soñado en hacer mi jardín de grava con plantas adaptadas a las condiciones prevalecientes, en lugar de ver la hierba cortada adquirir un color marrón galleta durante semanas cada verano”. — Beth Chatto

Los beneficios de un jardín de grava son muchos. No es necesario echar mantillo anualmente —reducir materia orgánica que estimularía el crecimiento de semillas de plantas adventicias— ni interminables fumigaciones o deshierbes. Como reemplazo del césped, no hay que cortar la hierba ni regar semanalmente.

“La hierba de los parques empresariales se corta 26 veces al año y alguien tiene que ir a esponjar el mantillo en los arriates”, dijo Diblik. Se calcula que los jardines de grava necesitan un 80 por ciento menos de trabajos de mantenimiento que los jardines convencionales con plantas similares. Los costos iniciales son significativamente más altos por la compra de grava y plantas y la preparación y plantación, pero con el tiempo, con mucho menos mantenimiento, los costos se reducen significativamente en comparación con los jardines tradicionales.

También está el interés invernal. “Dejemos que las plantas perennes permanezcan por su resistencia al invierno y el interés que aportan a los jardines durante el invierno”, afirma Epping.

“Dejar el crecimiento de altura y cubrir las coronas las aísla”. Epping elimina los detritus vegetales en la primavera en Olbrich y en casa. Estos recortes de pasto se colocan en montículos de dos pies para liberar insectos que ayudan a las plantas a sobrevivir el invierno y luego se trasladan a una pila de compost. “Estamos recolectando las cimas de las plantas y apartándolas para que las plantas no reciban la materia orgánica. No obstante, si habla con expertos en praderas y con personas que estudian los suelos, los sistemas de raíces de las plantas siempre están creciendo y muriendo por lo que hay algunas materias orgánicas y microbios y formas de vida que habitan el suelo”.

Guarde el fertilizante. “Para ser honesto, nunca he encontrado ninguna necesidad de usarlo”, afirma Epping. “Los suelos en Olbrich son suelos de tipo agrícola muy decentes. Lidiamos con plantas que están acostumbradas a suelos muy infértiles —nunca fertilizamos. Roy le preguntó a Cassian y éste le contestó que no hay necesidad. En algunos de los mejores jardines de grava que son más secos y estresados, las plantas prosperan.

No la piedra de lava de tu abuelita

Algunos lectores recordarán un uso muy popular de la piedra de lava roja o negra en arriates residenciales en la década de 1980. Esto no tiene nada que ver con los jardines de grava en la actualidad. “Digo a la gente que estos jardines de grava son algo más que podemos hacer en beneficio del ambiente”, asegura Epping. “El mejor lugar para uno de estos jardines es el área del césped, porque el césped no promueve los insectos y un jardín de grava necesitará menos mantenimiento. No veo gente reemplazando

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cada pulgada de su jardín con grava, pero pueden tener pequeños arriates alrededor de los cimientos de la casa en los lados sur u oeste”.

Un paraíso de polinizadores ingenioso

Los jardines de prado estilo grava-pradera aquí y en el exterior son un despliegue fluido de plantas nativas del Medio Oeste, cultivares nativos y plantas no nativas, tolerantes a las sequías. La intención del diseño no es replicar el hábitat de plantas naturales, como la Pradera de Schulenberg en el Arboreto Morton en Lisle, sino crear una paleta de plantas fascinantes con un interés silvestre las cuatro estaciones y potencial de atraer polinizadores.

Dónde colocar el jardín de grava

Debido a que la mayoría de las plantas de pradera en el Medio Oeste requieren de pleno sol y suelo bien drenado, tiene sentido un jardín de grava en un lugar soleado. Los parterres en áreas de estacionamiento constituyen situaciones ideales porque usualmente son elevados y contenidos con un bordillo de hormigón que acorrala cualquier grava. En áreas alrededor de edificios corporativos con drenaje deficiente, un jardín de grava puede ayudar a capturar y desacelerar el agua que se percola en la tierra. Epping advierte que cuando es necesario remover nieve en el lote de estacionamiento, no debe volcarse en lechos de grava porque podría contener escombros o tierra.

Antes de colocar la capa de grava, se puede mejorar el suelo si fuese necesario. Esto suele ser el caso donde los suelos son de arcilla pesada y densa. Eso no fue posible en Argonne cuando Diblik hizo las plantaciones. “Había alambres y tubos por todas partes”, dijo. Las plantas —usualmente plantones con raíces profundas— se colocan más juntas que en los jardines de plantas perennes usuales. Se debe tener cuidado de no mezclar el suelo con la capa de grava. Rastrillos y sopladores son útiles para remover materia orgánica que pudo haber quedado en la grava.

Una vez que un jardín de grava madura después de dos o tres años, las plantas establecidas son más tolerantes a las sequías. No obstante, regar las plantas recién instaladas es esencial —y no solo una vez. El riego frecuente —dos o tres veces por semana — ayuda a establecer las plantas. Epping informa que durante las primeras seis u ocho semanas podría ser necesario regar las plantas diariamente.

Después de la plantación inicial, el sitio con frecuencia parece un mar de grava salpicado con plantas pequeñas. No obstante, al segundo año, los jardines tienden a verse pletóricos de colores y belleza. “Se pueden diseñar y ser más floríferos usando cultivares nativos para crear una apariencia más de diseño, pero al mismo tiempo, muy naturalista”, afirmó Diblik. “Desde el punto de vista de la sostenibilidad, se trata de utilizar menos insumos y minimizar el uso de combustibles fósiles. El jardín de grava es una interfaz entre lo meticulosamente cuidado y lo completamente natural”. Más por venir.

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