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Análisis criminológico de la película, la Naranja Mecánica.
Alexa Michelle Córdova Cuevas y Paulina Reyna Vela.
INTRODUCCIÓN
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En el presente trabajo se desarrollan planteamientos examinados en la materia denominada “Técnicas de entrevista e interrogatorio” de la Licenciatura en Criminología de la UASLP. El objeto es focalizarlos en un contexto violento, propio de comportamientos criminales, como se presentan en la película de 1971 La Naranja Mecánica que relata las aventuras de Alexander Delarge, basada en la novela del mismo nombre, publicada en 1962. Su papel antagónico es el de figurar a un joven delincuente, sociópata e incluso con el componente conductual del carisma, cuyos principales intereses se engloban en la ejecución de la ultraviolencia.
Junto con la puesta de fondo de la exquisita música de Beethoven (Novena Sinfonía), las escenas desarrollan un interesante e inicuo enlace de simbolizaciones, que constituyen el escalonamiento sobre la manera en cómo el personaje utiliza distintos métodos para divertirse con crueldad. Se suman a él sus amigos, nombrándose a sí mismos “los drugos”, en donde lo único que podría conseguir observar el espectador es un conjunto de tragedia y desgracia vertida en las personas que son víctimas en su particular fórmula de almacenar estados emocionales agresivos y en su descarga sobre ellos. Esta es una sinopsis referida desde un punto de vista ordinario y general, no obstante, si nos enfocamos en las particularidades que reflejan algunos momentos escénicos diríamos que Alex es un chico al que someten a una técnica de Condicionamiento Clásico Aversivo. Se permite ver en un principio que la premisa central que manifiesta esta reproducción es en la que
se nos confirma que proyectos experimentales buscaron en determinada coyuntura un maquinal cambio comportamental hacia el parámetro de “lo normal”, sometiendo a los sujetos a estímulos verdaderamente dolorosos, aunado al suministro de drogas, que pudieran transferir el efecto patológico, convirtiendo aquello desviado en lo que se considerase habitual.
Todo a razón de saber que los distintos escenarios sociales deberían fuertemente suprimir lo que incita a la maldad, no hacer lo contrario e incluso magnificarla. Cuando los mismos desconocen cómo actuar frente a los “parásitos sociales”, empiezan a desear controlar lo que simplemente no puede dominarse de un empuje a otro (voluntad). En el contexto del cual hablamos, a Alex lo supeditan a una serie de procesos para corregir sus impulsos violentos y como es un joven criminal logra manipular las circunstancias. A pesar de todo, a lo largo de la historia
sigue resultando verse semejante a un ser humano pensante, quien también suele ser especulativo; valora sus ideas libertarias en un ambiente que él mismo ha creado integrado por sadismo y antiética sexual. Sin embargo, las consecuencias derivadas del tratamiento fueron más que una represión interna. A continuación, uno de los diálogos más claros en este sentido:
–¿Él no tiene capacidad de decisión o sí? El egoísmo, el miedo por el dolor físico lo llevo a ese acto de grotesca humillación. Su insinceridad fue clara. Él dejó de ser un malhechor, pero también dejo de ser una criatura capaz de elecciones morales.
(Capellán de la prisión).

Lo único que se buscada al final era que “estuviera recuperado”. Como sabemos, en un gran número de veces la realidad supera a la ficción…
Libertad, esa palabra que se relaciona al bien y al progreso no solamente se desarrolla en ese ámbito, sino a todas las perversidades que el humano pueda concebir. La Naranja Mecánica es una película de ciencia ficción para mucha gente, pero no se despega en absoluto a la realidad. Simplemente nos retrata la vida de un joven hedonista, sádico y violento de quince años de edad que gusta de la buena música, quien en conjunto con sus tres amigos forman una identidad. Salen a las calles en busca de casas de las cuales apoderarse, abusar de la gente y como ellos lo dirían, propiciar la ultraviolencia “un término que se emplea a actos de extrema violencia, a menudo sin justificación y con víctimas escogidas al azar”, representa la “violencia por la violencia”, entendiéndola casi como un deporte. Introducido por el escritor Anthony Burgess, se puede hacer una analogía en la cual se representa al Estado, en donde este es bueno a la vista de todos mientras que cuando nadie observa, la violación, el hurto y demás comportamientos se hacen con toda la facilidad. Con ello es que deducimos que se realiza una severa crítica a la sociedad, misma que presenta lo que es un instigador situacional de comportamiento y no solo en lo criminal.
Hablamos del total de conductas que cualquier persona podríamos hacer pero que no nos atrevemos a menos que tuviéramos una máscara que evitara nuestra identificación o que fuera objeto de señalamientos o las que nos pudieran evaluar. Haciendo énfasis en
los comportamientos propiamente criminales, un instigador dice que la gente puede comportarse de forma abusiva, agresiva y violenta cuando su persona está oculta, refiriéndose evidente y particularmente a la película en mención. La simbiosis que se grafica entre la maldad y la conducta educada son una forma de tratar el punto primordial de la misma.
La película es inspirada precisamente por la vida de Anthony Burgess, que poseía la intención de plantear el libre albedrío y sus consecuencias. Él llegó a la conclusión de que el pecado era un efecto del libre albedrío, es decir de la libre elección de nosotros como humanos, de elegir entre el camino del bien y el mal.
En otro punto a abordar, decimos que la idea de controlar la mente de otros es una recurrente fantasía de poder y aunque un supuesto de la película debió ser un mensaje contra la violencia así como contra la supremacía, en algunos lugares tuvo que prohibirse su reproducción. Entre la población joven se empezaron a ver casos en los que se imitaron los comportamientos escenificados. A pesar de que estas escenas hablan y representan a la maldad como algo indeseable, es más psicológico el impacto que se siembra en el raciocinio de los ojos que le prestan la suficiente atención. Nos hace entender que nos encontramos en el riesgo permanente de ser engañados por un individuo que parezca tener buenas intenciones para después generarnos un daño a nosotros y a los nuestros.
Es un producto cinematográfico probablemente de propósitos involuntarios,
quizá uno pueda ser el de sacar a la luz los temores que residen en nuestro inconsciente de que alguien nos provoque un mal a nosotros y a los nuestros, pero sobre todo de que nosotros decidamos hacer ese mal. Cuando nadie nos está vigilando, ¿somos los de siempre? Y en este sentido no nos referimos exactamente a una autoridad o a algún tipo de control social, sino al menos por una sola persona.
Volviendo a la secuencia de la película, vemos que Alex se la pasaba agrediendo a sus amigos, él es el único tomando las decisiones y cuando algún integrante se rebelaba o daba una opinión diversa, Alex lo sancionaba, de esa manera ellos ya no volvían a protestar acerca de nada. Cansados de esta situación deciden ponerle una trampa y cierta noche al entrar a la casa de una mujer adinerada, Alex la asesina y al querer huir uno de los amigos lo golpea en el rostro con una botella, con lo que se le nubla la vista y le es imposible escapar del lugar. La policía lo aprehende y se le condena a catorce años de prisión. Evidentemente al no querer pasar tanto tiempo privado de su libertad adopta un comportamiento recto por conveniencia. Para esto, escucha hablar sobre un tratamiento al que si fuese sometido y hubiera mejoras en su carácter se reduciría la condena. Dicho tratamiento denominado LUDOVICO tiene el objetivo de adoctrinar a la persona en contra de su propia voluntad para que se convierta en una buena persona, por ello a Alex lo condicionan a ver películas violentas en compañía de su música predilecta corriendo de fondo y bajo el suministro de droga. Todo durante largos periodos de tiempo. Por lo tanto, sucede que dejan delimitada
su conducta, induciéndolo a que al momento en que se le presentara una situación violenta, él no diera una respuesta a tal provocación.
Durante esta parte se hace alusión a un choque de la visión del humano como ese ser espiritual y la de uno que siempre está atado a variables fuera de su control. En la escena donde comienza a luchar con tentaciones de diversa índole y que un hombre lo golpea, los mandos mencionan que si él le regresa la bofetada, entonces no aprendió correctamente a poner la otra mejilla (como se menciona en el texto religioso).
Hasta este momento nos queda claro que la película no es únicamente una composición de extrema violencia, más bien nos propuso esa visión creativa que por supuesto podemos considerar objetivamente como una crítica al conductismo y a la manipulación de la libertad. Antes lo que se consideraba enfermedad mental eran solamente conductas mal aprendidas o nocivas para el sujeto y el conductismo es una corriente de pensamiento en psicología (1913) que deja afuera el concepto de “proceso mental”. Sus exponentes fueron Watson, Thorndike, Pavlov y Skinner. Uno de sus aristas que es el condicionamiento clásico fue propuesto por el fisiólogo ruso Pavlov, quien interesado por estudiar el sistema digestivo llegó a afirmar que las personas pueden aprender determinadas conductas si se les recompensa o bien, se les castiga por realizar una en específico. Experimentó con perros, de ahí el origen del modelo en donde formulo la interacción entre el estímulo y la respuesta. El estímulo puede ser una persona, un objeto o
un evento que provoca un comportamiento y la respuesta es el comportamiento provocado. El planteamiento en cuestión es lo que tuvo lugar en el ensayo con Alex.
Además se puede retomar la teoría del Modelo de Riesgo Acumulado en nuestra comprensión por lo que acontecía con el factor socioambiental de Alex. Primero que nada, este se define como una acumulación de factores de riesgo, acompañado por la carencia de factores protectores, los riesgos personales entendidos como aquellos característicos y en suma las dificultades tanto congénitas como adquiridas que entorpecen los procesos ordinarios de desarrollo personal y socialización. Y el entorno en que se desenvolvía Alex era caótico, incluyendo las instituciones que tenían un acercamiento con él. La totalidad de
su contexto le facilitaba la plataforma para llevar a cabo sus crímenes. Sus padres ejercían un estilo educativo permisivo que se basa en una ausencia de control y el establecimiento de restricciones sin sentido.
En un inicio observamos a Alex imponiéndose a todos y a todo, nadie lo detiene, pero después todo cambia pues es la vida imponiéndose a él. Básicamente todo el mal retoma dirección de regreso, semejante a una pelota que se lanza a la pared y regresa. El señor del puente (un personaje que permanece reclamando justicia alegando que no es posible que exista para él), muestra su lado perverso cuando golpea a Alex igual o más fuerte que cuando lo hizo junto a sus amigos. En ese momento de la película pasan a sus antiguos compañeros drugos desempeñándose en

la salvaguarda a la población, pero al toparse con Alex les resurge un falso sentimiento de justicia y vuelven a revelar quienes son realmente al quitarse esa máscara de benevolencia y no dudar en hacerlo sufrir al inducirlo en tortura. Herido y sin lugar en el cual encontrar refugio después del rechazo de sus padres, llega sin percatarse a la casa del escritor (en donde cometió violación y el homicidio de su mujer) y el señor lo recibe dándole un trato amable que evidentemente ocultaba la doble intención de vengarse. Lo encierra y tortura al grado de instigarlo al suicidio. Momento escénico de un alto valor en armonía visual. Le reproducía la novela sinfonía de Beethoven, entonces como a Alex, durante el experimento lo condicionaron con esas mismas canciones ya no iba a poder tolerar escucharlas nuevamente. Finalmente se lanza desde la ventana pero sobrevive, y a pesar de que lo vuelven a apresar lo dejan sin tratamiento, aun así el ministro le solicita que aparente frente a la sociedad estar en una condición renovada, gracias su gobierno. Especificando cada uno de los puntos antes mencionados, se resume que Alexander Delarge Malcom McDowell reconoce las opresiones violentas y sexuales a las que decide someterse porque nunca deja de admitir y esperar de sus acciones, esas sensaciones manifiestas de placer y además, a lo largo de las escenas se ve ejemplificada la presencia de un éxtasis previo. Sus pensamientos se mantienen fijos en escenarios crueles sanguinarios y de imágenes obscenas que potencializan esa imagen del delito; se observa ese discurrir de la etapa de ideación a una ejecutoria en cuestión de momentos o circunstancias y a través del factor oportunidad -algunos autores
lo definen como un fenómeno de impulsos criminales estimulados. Y si bien, tanto éste como los contrarios planteamientos socio psicológicos no son axiomáticos para explicar el comportamiento criminal, distintos filmes cinematográficos y especialmente este, nos describe gráficamente en la vida del protagonista, las distintas maneras en que el tiempo de ocio le puede permitir a los sujetos digresivos con la bondad, permanecer en el plano de la imaginación y máxime en afirmar sus preferencias para coexistir con todo lo demás (familia, amistades, sociedad). Es decir, algunas noches la recámara de Alex se convertía en su espacio exclusivo al término de delinquir, empero, los espectadores pueden suponer que se trata de un lugar aislado por aquella oscura escenografía y ambientación que caracteriza los distintos planos. Simultáneamente, el ejercicio mismo de la interpretación de los hechos presentados, esto es, Alex encasillado con un trastorno de personalidad, nos conduce a inferir que los individuos con rasgos de sociopatía pueden estar subsistiendo dentro de los núcleos más básicos de convivencia sin que de esos u otros modelos de la sociedad aspiren a condescender. En este sentido, el grueso de la literatura nos indica que las personas con deficiencias de empatía nos advierten una condición psicopatológica en los seres humanos, no obstante, podemos señalar que la empatía se percibe en dos dimensiones: afectiva y cognitiva. (Young, Fox y Zahn- Waxler, 1999). La cognitiva es la capacidad de entender a una persona desde su marco de referencia más que simplemente desde su punto de vista y la afectiva es, por el contrario, experimentar las emociones del otro. Por
lo tanto nos extendemos a suponer que en Alex es perceptible una notable incapacidad de sentir, asimilando las impresiones que su proceder difunde en la mente de sus víctimas. Esta capacidad se aprecia consigo mismo porque su propósito con ser elocuente es hacer vulnerables a los demás. De otro modo, la fuente de su propia satisfacción y la diversión que se impulsa adentro de su grupo, estaría asociada con la elección de las víctimas y con motivos particulares de apatía afectiva pero se pudo contemplar que la banda atacaba a cualquier persona que se interpusiera en su camino.
El horrorshow, por ejemplo, se convirtió en una práctica anclada entre los compañeros que es producto de una secuencia de elecciones y de llevarlo a cabo con tenacidad (experiencia).
Se reitera que algunas reseñas sostienen la hipótesis de que la ultraviolencia, a partir del análisis de la película, puede conceptualizarse como el término aplicado a actos de extrema violencia, a menudo sin justificación. Partiendo de tal supuesto, el consumo de una mezcla de drogas parece haber provocado una escalonada de perturbaciones emotivas, mentales o psicológicas que desencadenaron sentimientos de euforia en los personajes y aun así, la maldad de instigar violencia por violencia es una de las premisas más relevantes que han ocupado la mente de los críticos. Bajo este argumento, la visión científica que se relaciona con lo expuesto en la naranja mecánica y la vida real es la teoría clásica desarrollada por Cesare Beccaria acerca del libre albedrío enunciando que “los individuos son
los arquitectos de su propio destino y los poseedores del libertad de elección.” Desde cierta perspectiva, es una concepción de la naturaleza humana que considera que los alcances de la misma pueden llegar a extremos, a saber, perversos o benignos. Por esto en un principio a Alex se le notaba en un estado básico y real. Beccaria nunca lo menciona más divisa que, para prevenir el crimen, las instituciones trabajan constantemente por afinar nuestro discernimiento entre lo bueno y lo malo, según estas fuerzas del Estado lo consideren conveniente para conservar el poder. Otra perspectiva teórica que se puede alinear, es la perspectiva de no conformidad. En virtud de ello la película nos presenta que el rebelde Alex decidió someterse al “tratamiento Ludovico”, al verse apreciado ya dentro de la prisión como una criatura indisciplinada, en atención a lo cual, construye una estrategia de supervivencia para contraponer el castigo. Posiblemente pensaba que hasta para llegar a límites sumos de maldad hay que tener un autocontrol, que genere un disfrute prolongado [cuando fantaseo con ser el soldado romano que le daba latigazos a Jesús].
El objeto insigne de la conducta desviada aunque siempre lo hace, no es provocar el daño, es complacerse del poder ejercido sobre quien está imposibilitado para defenderse o a quien se le somete en el acto y asimismo, es que el sujeto se percate que puede tomar el control de otra persona aun cuando no lo tenga sobre sí mismo. Los perjuicios físicos, psicológicos o verbales que resulten de la conducta antisocial o delictiva son el sello distintivo, muy apreciado en grupos de delincuentes juveniles que reflejan su
pensamiento divergente en la forma cómo causan el dolor. De hecho, la característica inherente de los jóvenes con este tipo de esquema mental es el uso de la creatividad y la inteligencia, claro, direccionada a actividades criminales.
Retomando la historia del criminal de la futura Inglaterra, a Alex Delarge le administraron una droga que le provocó una terrorífica parálisis. Luego de ser condicionado como si fuese un animal, articula el malestar físico provocado por las náuseas al estar presenciando actos violentos y sexuales en la pantalla grande. La escena donde Alex está bloqueado visualmente es toda una metáfora. La pantalla grande representa el proceso de la civilización, un enfoque sumamente interesante en la sociología porque supone una transformación de la psique y sensibilidad humana a través de un laberíntico transcurso histórico. El crítico más importante del siglo XX, Norbert Elías nos dice que “a lo largo de muchos siglos se va produciendo una transformación constante hasta alcanzar la pauta de nuestro comportamiento
actual, lo cual no quiere decir que el proceso civilizador haya culminado”. Lo cierto es que una fuente creíble de manipulación masiva es el gobierno y los conglomerados medios de comunicación. Esta es la esencia de la narración, nos demuestra que el experimento suprime escasamente la voluntad del individuo pero que el deseo vehemente de los estratos políticos es dominar las conciencias gracias a los avances científicos, anulando por completo el valor que tenga la dimensión ética y por supuesto sin medir las consecuencias morales en el sentido de que cualquier sujeto puede verse obligado a “conducirse con mansedumbre” sin revertir en absoluto la propia voluntad.
También se ha dicho que es una crítica abierta al conductismo. Los principios aventurados de Watson (1913) versaban sobre una psicología que se enfocara exclusivamente en la interacción entre un estímulo y una respuesta, convencido que el objeto fundamental de la materia es entender, predecir y controlar el comportamiento humano; su

aplicación práctica podría ser ilimitada. Sin embargo, podemos enunciar al respecto que los personajes son unos menores de edad que llegaron a descartar la posibilidad de adaptarse a la sociedad rechazando toda disyuntiva para incorporarse a la cultura dominante en el cumplimiento de las reglas, con el objeto de demostrar que ellos, en todo caso, son más capaces de corromper el sistema de valores, de encontrar nuevos medios ilícitos de obtención de la riqueza, de ejercer más maltrato y en otras palabras, ser más malos que los malos. Entonces, sí es imprescindible el estudio de procesos de aprendizaje y de las capacidades de la autorreflexión y el autocontrol, así como de los procesos cognitivos.
Otra de las filosofías presentes es la de Michael Foucault. Uno de las cuatro reglas a que obedece el libro “Vigilar y castigar” menciona que se deben distinguir los métodos punitivos no como simples consecuencias de reglas de derecho, sino como técnicas específicas del campo más general de los demás procedimientos de poder. Adoptar en cuanto a los castigos la perspectiva de la táctica política. “En suma, tratar de estudiar la metamorfosis de los métodos punitivos a partir de una tecnología política del cuerpo donde pudiera leerse una historia común de las relaciones de poder y de las relaciones de objeto”. Estamos hablando que cuatro años después
de la película, se compuso toda una filosofía que reflejaría con asertividad a los sistemas penales de la Edad Moderna. Foucault era consistente en sus dichos porque subrayó que la función de los “sistemas punitivos concretos” como fenómenos sociales no son mecanismos negativos de la armazón jurídica, ni se agotan con las opciones éticas de la sociedad sino que están ligadas a una serie de efectos positivos y útiles, los que tienen por misión sostener. El cuestionamiento que se desprende de sus posturas, es hasta qué punto la represión del sistema correctivo nos convertirá eventualmente en esclavos de un contexto cuidadosamente instrumentado para inspeccionar, moldear y dominar nuestra voluntad. En la naranja mecánica mientras Alex esté cooperando con el Estado, no importará que los frutos de su espíritu sean espantosos.
CONCLUSIONES. La obra maestra de la naranja mecánica es producto de un trauma no racionalizado de una víctima que presentó sus experiencias en un libro y que posteriormente un artista decidió reproducir en un filme cinematográfico. La simbología que utilizó a lo largo de la narración se vio fuertemente influenciada por una severa crítica al conductismo. De forma concluyente consideramos que esta postura se encuentra bien fundamentada en el principio que justifica los fines de la
psicología de los procesos cognitivos, en cooperación con las fuerzas punitivas del delito porque la misma fusión pretende cumplir con una de las maneras de manipulación masivas más sobrecogedoras a lo largo de la historia: el control y la supresión de nuestro libre albedrío. Dejamos de ser humanos en el momento en que se bloquea nuestra voluntad, por lo tanto, la corrupción moral de las autoridades es igual de nociva que los comportamientos antisociales. Y en este caso, las pretensiones intelectuales de la película también nos evocan a un estudio exhaustivo de las teorías del control social, en concreto de los mecanismos formales negativos.
En suma, Delarge es un títere de la sociedad, del Estado y de la ciencia que tuvo que pasar por varios procesos que hacían más compleja su vida y que no obstaculizaron el que siguiera cometiendo actos atroces. Sin embargo, es relevante saber apreciar esta película, encontrándole un sentido no sólo de forma sino de fondo, en lo que reflexionamos sobre el papel que juega el contexto. Este es el punto clave que nos concientiza para cada caso particular en el que alguien ejecuta horrores.
–En ese momento vino una música encantadora en mi ayuda, había una ventana abierta con un misterio sonando–. Alex Delarge.
BIBLIOGRAFÍA:
• FOUCAULT, M. (2002). Vigilar y castigar. Buenos Aires, Argentina: Siglo veintiuno editores.
• NORBERT, E. (1987). El proceso de la civilización: investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. Traducción de Ramón García Cotarelo. México: Fondo de Cultura Económica. Recuperado en 16 de septiembre de 2019 en http://mural.uv.es/juasajua/procesocivilizacion.htm
• LÓPEZ, R. (2014). "Término crimipedia: Teorías del control social" [Mensaje en un blog]. Recuperado el 16 de septiembre de 2019 de http://crimina.es/crimipedia/wp-content/ uploads/2015/07/Teor%C3%ADas-del-control-social.pdf IMÁGENES:
• https://culturaimpaciente.com/cine/10-cosas-que-no-sabias-de-la-naranja-mecanica/
• https://www.themoviedb.org/t/p/original/rTPkSA1N8AMUiLQgq7sVjAzL2V3.jpg
• https://www.cineyliteratura.cl/la-naranja-mecanica-un-filme-vivo-politico-y-seductor/
• https://www.themoviedb.org/t/p/original/keblhZFIZYiWflmURWNHEuS2jqL.jpg