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Optimización de espacios

Claves para ganar espacio

La optimización de espacio se trata de, que con ayuda de la organización y el orden, consigas esa tan necesaria capacidad extra, o bien, saques el mejor provecho al ambiente que dispongas.

Por: Jazmín Gómez Fleitas

@jazgomezf Desde que inició la cuarentena pasamos más tiempo en casa. Esta nueva forma de vivir nos llevó a percatarnos de todas aquellas tareas que generalmente dejábamos de lado. Muchos llegábamos prácticamente para dormir y a raíz de esta situación hemos cambiado hábitos y nos hemos apropiado de nuestros hogares. Si te diste cuenta de que podés mejorar el uso del espacio que tenés, aquí te vamos a ayudar.

Cintia Estay, arquitecta reconocida por su blog de organización en el hogar Vive Simple nos comenta al respecto: “En un mundo donde los espacios para vivir se van reduciendo cada vez más, muchas personas se han percatado de la importancia del orden, la organización y la limpieza. Esta conversación se ha instalado aún con mayor fuerza luego de la cuarentena a la que hemos sido expuestos por la pandemia. Muchísimas personas alrededor del mundo han tenido que encerrarse y apropiarse de sus hogares como nunca y asumir que la vida será mejor o peor según el cuidado y la atención que se ponga a la casa”.

Y es que vivir y trabajar en lugares prolijos y pulcros, trae como consecuencia un sinnúmero de beneficios a nivel emocional, psicológico y de salud. Es dentro de ese contexto que ella nos cuenta que por eso reaparecen artículos de organización como apoyo y respaldo de esos procesos de orden e higiene.

“Todos los elementos que nos sirvan para organizar un espacio siempre deben ser adquiridos al final del proceso de organización, ya que lo más importante es: clasificar, depurar, seleccionar, limpiar, diseñar la organización y luego el método y artículos de almacenamiento. Recién cuando sabemos qué tenemos, en qué cantidad y de qué espacio disponemos, estamos listos para adquirir lo que mejor se adecue a nuestras necesidades”, asegura Estay. Y resalta: “Entonces ahí, no será una compra compulsiva ni fantasiosa donde le atribuimos al objeto organizativo el poder de lograr por sí solo el orden, sino que será una inversión que sumará sus beneficios a nuestra vida”.

El inventario de lo que tenemos

Antes de adquirir cualquier organizador para nuestro hogar —hoy en día hay en todos los tamaños y formas— primero, lo primero: saber con certeza qué es todo lo que tenemos y qué vamos a seguir usando.

Es en este aspecto que vino a revolucionar el método KonMarie, de la japonesa Marie Kondo, haciendo esta reflexión: ¿te hace feliz? Esta pregunta revela algo tan básico pero de gran impacto en la vida diaria: guardamos las cosas con las que nos sentimos ligadas emocionalmente.

Así que, si hay mucha ropa que ya no vas a usar o no te gusta, es momento de que tenga un nuevo/a dueño/a. Si hay recipientes herméticos en la cocina que están rotos, con manchas o incluso con olores impregnados, Cintia Estay nos diría “cumplió su vida útil”.

Lo que se queda y lo que se va

Si ya sabés con certeza todo lo que tenés en tu ropero, zapatero, habitación, ese cuarto de “los cachivaches” o el depósito y la cocina, es el momento de separar y sacarlo. Es tiempo de apartar lo que ya no va a seguir estando en tu casa y de decidir cómo te desharás de ellos.

Ahí es cuando vas a ver cuánto espacio dispones y cómo está distribuido actualmente. ¿Faltan repisas en los muebles de la cocina para que entren bien las ollas y platos? ¿Quizás podrías tener colmenas en los cajones para mantener el orden y encontrar más rápido las medias y/o ropa interior?

El momento de la organización

Luego de haber seleccionado, clasificado, limpiado y depurado, es que pasamos a la organización. ¿Cómo ganar espacio para todo esto? Ahí es donde vemos toda la gran variedad de organizadores existentes: con manijas, sin manijas, cuadrados, redondos, cestos, repisas, esquineros, con cajones para el tocador o las cremas, estantes, perchas y colmenas para accesorios, cintos, medias o ropa interior.

Aquí ya sólo depende de cuál es el lugar que necesites organizar, pero eso sí, el orden te va a durar un tiempo si lo mantenés. El orden ayuda a ahorrar dinero y también aporta tranquilidad, porque la casa tiene que ser ese lugar al cual volver y descansar —sobretodo ahora que todo cambió y el home office es la nueva normalidad de muchos— y no ese lugar donde todo apremia y donde siempre hay una pila de tareas pendientes por hacer.