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MAREN munduaren amaiera

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¡FELIZCUMPLE,

¡FELIZCUMPLE,

Desde la imperfección, porque muchas veces, cuando te unes a un movimiento al menos yo me meto mucha presión de ser siempre muy coherente, de hacer las cosas bien, pero ser normal implica no hacer las cosas siempre bien. Lo haría, sin juzgar ni mucho menos, con una corriente y con una intención en la que todo el mundo estuviese a bordo, y creo que el cambio climático nos toca a todos. Da igual quién seas y de dónde vengas, y ves a las empresas grandes pasando de todo por seguir haciendo dinero, cuando ese dinero una vez pase el tiempo no va a valer para nada. O los famosos que se hacen bunkers para el fin del mundo… la primera frase es por eso, leí que Tom Cruise o Kim Kardashian tienen uno, y pienso: en caso de que se acabe el mundo yo no quiero quedarme, espero irme en ese catapún chimpum, porque de no ser así, cuando salga del bunker, qué. Es ese surrealismo de pensar que el dinero lo va arreglar todo.

Te hemos visto rodar demasiado en tu videoclip, nos ha dado hasta angustia.

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Se rodó en la Duna de Pyla, al lado de Arcachón, en Francia. Tenía claro que el escenario tenía que ser ese. Amaiera como concepto (final), al ser una palabra en euskera, parecía como si estuviéramos poniendo título a una película apocalíptica, y el escenario perfecto era un desierto, una cosa rollo Star Wars, muy árido. Lo grabé con una productora vasca, Arriguri, y lo cierto es que entendieron muy bien el tema, le pusieron muchas ganas y mucho nivel, y todo esto ha hecho que el vídeo acabe siendo como es.

Han pasado 8 meses sin publicar, ¿se te habrán hecho largos? ¿quizás cortos?

Larguísimos, y a la vez no, porque lo pensaba estos días, que es cierto que hemos estado girando mucho y en esos meses no te das cuenta. Además, la última añadida al setlist te da la sensación de que sigue siendo "la nueva" y no te das cuenta de que quizás ya está asentada. El otro día fue la primera vez que al tocar Ojalá no sea verdad, el single previo, la sentí como que ya la dominaba. Cuando la puedes tocar riéndote y sin pensarla mucho te dices "ya está", ya no es el nuevo single, ya es un tema más.

Realmente llevas haciendo música desde que tienes uso de razón. Cómo planteas los tiempos al publicar.

Me lo estoy empezando a tomar con más calma, porque el disco salió con 18, me planteaba sacar uno con 20 pero ya no me va a dar tiempo. Ya pienso en 21, y me suena más mayor. Lo pienso. Mi primer trabajo lo publiqué con 14, y he pasado de ser la jovencísima Maren a ser la joven Maren. ¡Con 21 qué va a ser! Lo pienso en frío y al final lo más importante es que el trabajo esté bien hecho, prefiero no correr y las cosas se saquen guay.

¿Hay alguien de tu generación a nivel artístico en quien te fijes?

Ahora sí que veo a más gente de mi generación. Cuando empecé no me daba esa sensación, me sentía un poco sola en un mundo de mayores, que también es verdad que ahora que soy mayor pienso que igual antes el resto no lo eran tanto. Actualmente sí que veo que es ya una corriente, que hay gente haciendo muchas cosas chulas. Esa idea de los mayores me pasaba en su día con artistas de OT cuando yo estaba en la ESO, y al final me daba cuenta de que realmente no nos llevábamos tantos años. A mí me pasó de hecho que estuve en una feria de cultura vasca en la que se venden discos y libros, presentando un EP que hice hace un par de años. Estaba ahí, sentada, porque los artistas vendíamos directamente, y la gente pasaba y decía “esa no es Maren, esa debe ser su hermana pequeña” y yo no podía decir “¡hola, sí soy yo!” porque igual quedaba un poco agresiva la situación.

Y el euskera seguirá siendo parte de tus composiciones.

Exacto, si no metiese canciones o palabras en euskera, más allá de los detalles e incluso de crear hilos conductores, sería quedarme para mí una parte muy mía. Sería algo así como tener secretos para la gente porque es una parte de mi personalidad, es mi idioma materno y de ahí salen además cosas interesantes. A nivel nacional se escucha, más allá de Berri Txarrak que es uno de los grupos que más se escuchaba fuera. Es una cosa nuestra, pero a mí me hace mucha ilu- sión ir a tocar a Murcia o al Sonorama y conseguir que la gente cante esas canciones. Aunque el idioma principal en el proyecto sea el castellano, si puedo de alguna forma abrir mi idioma a la gente, pues mira.

Hablando de festivales, has hecho un montón ya. En tu casa fliparán.

La verdad es que somos todos muy tranquilos. Como nunca me he puesto mucha presión de intentar llegar a tal sitio o a conseguir tal cosa, todas las oportunidades que he tenido las he vivido con muchísima ilusión. Sí que siempre que voy un sitio en el que me gustaría tocar me digo a mí misma eso de “algún día tocaré aquí”, y en muchos se han cumplido. Pasa en el tiempo, te ves tocando en el Guggenheim en una fiesta de Radio 3 tras caerte por las escaleras de la cafetería y torcerte el tobillo, y así estamos, viviendo experiencias (risas).

Fotografía: @bea11trice

Los cambios de tercio, las nuevas etapas, se llevan mejor con una sonrisa, predisposición y unas ganas locas de comerse el mundo. A Celia Becks la pudimos ver en vivo el Ochoymedio, y estos días nos hacía ilusión poder hablar con calma en el otro Ocho y Medio, el de los libros cinéfilos. Hablamos de Deberes de Terapia en la víspera de Delante de la Bestia, además del pasado y el futuro de una artista de cuyos cajones, armarios y maletas están empezando a salir canciones bailables con mucho significado.

Deberes de Terapia. ¡No lo esperábamos! Estoy súper contenta, porque yo sí que no esperaba que fuese a tener tantísimo reconocimiento. Sí qué es verdad que tengo una base de gente más allá de La La Love You que siempre me ha seguido, y gente que se unió precisamente en mi etapa con ellos, pero no tenía expectativas de nada. Saqué la canción porque me apetecía, no era lo que tenía planeado a priori para este año, pero fue una primera toma de contacto para ver qué podía seguir haciendo durante el año a nivel musical. Me aventuré, la tenía grabada desde hacía tiempo, y está trascendiendo mucho más de lo que esperaba. Cada día me sigue más gente, se está compartiendo mucho, las estadísticas en Spotify son súper buenas, he entrado en listas editoriales, he sido portada de Novedades Indie de Amazon Music… es una pasada porque no tengo un sello detrás ni nadie de management, tan solo mi distribuidora One RPM.

En redes sí que vemos que no paras. Considero que se me dan bien las RRSS pero no tanto desde un punto de vista de currármelo estratégicamente, sino porque me sale muy natural. Tengo mucha comunicación con la gente que tengo en el grupo de Telegram que creé, algo que también da cierta exclusividad, de hecho cuando anuncio ciertas novedades siempre se lo cuento a ellos primero, que es para mí una forma de cuidarles. Cada persona cuenta, es mi filosofía, que parece algo súper básico pero es la verdad.

Sin embargo da la sensación de que a los artistas en general les cuesta un poco. Le dedico mucho tiempo, intento que no me absorba pero me parece fundamental, porque luego siempre marcas la diferencia a la hora de dar un concierto, o cuando hay un lanzamiento. Si has calentado las redes y la gente tiene ciertas expectativas, luego se nota mucho en la evolución del single. Por supuesto que hay un interés detrás del trabajo, pero me sale natural, soy muy comunicativa, me gusta hablar con la gente, recibir feedback, lo que les ha gustado, lo que no… estoy en modo súper accesible.

Decías entonces que la canción ya la tenías grabada de meses atrás. La escribí y la grabé en diciembre. Fue como un amor a primera vista, componerla y decirme para mí, “joder, he hecho algo bonito”. Sonará mal dicho así, pero sí me pareció que tenía que darle esa cierta inmediatez y grabarla. Mi idea inicial no era publicarla porque lo que primaba era centrarme absolutamente en La La Love You, pero siempre he hecho canciones, las tenía ahí en un cajón, sin un calendario de lanzamientos, y ahora ya sé qué hacer con ellas. Pensé entonces que Deberes de Terapia quizás algún día saldría a la luz, pero no tenía en mi cabeza en que fuese ahora. Vemos las imágenes del vídeo y sentimos cierta envidia sana. ¿De dónde has sacado todo ese material familiar?

¡Y lo que se ha quedado fuera! Hice trampa porque mi padre siempre fue un curioso de las cámaras y las grabaciones en los 90, pero es que además yo estudié realización con un montón de cacharrería que usé en mi propio beneficio. Me pasé todo el material que había en casa a digital en cuanto pude. Mucha gente, teniendo grabaciones similares nunca las ha podido digitalizar, y yo cometí el acierto de utilizar todo lo que tenía en mi mano para hacerlo.

Ahora todo el mundo habla de la salud mental. Lo que cuentas en la canción viene de largo.

Yo siempre he ido a terapia. Puntualmente a lo mejor en algunas etapas no. Es cierto que la salud mental está en boca de todos, pero creo que más desde el punto de vista de que debería ser accesible y gratuita para todo el mundo. Parece un producto de lujo, me parece un esfuerzo económico que yo misma hago para poder seguir atendiendo mis sesiones, pero en mi caso quería darle el punto de vista del tabú. La gente no habla de que le da vergüenza ir a terapia. Todos reclaman el derecho a acceder a ella para todos, pero sigue siendo un tabú. ¿Por qué la gente dice “voy al médico” cuando en realidad está yendo al psicólogo? o ¿por qué a la gente le da vergüenza decir “necesito ir al psicólogo”? Y desde ahí quise abordar la canción, es decir, mira, yo voy al psicólogo, me desnudo emocionalmente semana tras semana, tengo que trabajar muchísimo mis carencias, mis emociones y mi manera de entender el mundo. Soy una persona súper deconstruida que no piensa jamás dejar de aprender.

Como previa llegó Tu Canción con Nena Daconte. ¿Es una amistad esperada?

Es completamente inesperada a todos los niveles. Yo era súper fan de Nena Daconte y de Mai Meneses, pero esto fue algo súper natural. Trabajamos juntas en la versión de Tenía tanto que darte, y luego nos empezamos a escribir, nos preguntábamos qué tal por Whatsapp, nos enviábamos chorradas, hasta que empezamos a compartir cosas, como sus canciones en acústico que luego verían la luz en el disco, y yo hacía lo mismo con ella. Se ha dado con muchísima naturalidad el tomar cañas, cafés, o para irnos de concierto. La admiro mucho, es alguien muy especial y pocos saben lo divertidísima que es. Se quedan con la imagen que transmite, pero si ahondaran...

Tu móvil tiene que valer oro con tantas joyas musicales guardadas.

No te haces a la idea (risas), tengo la inmensa fortuna de tener muchas amistades y mucha gente bonita de la industria, con confianza mutua. La inmensa mayoría de la gente que he conocido en este negocio es maravillosa, y sí, soy muy afortunada, tengo joyitas, cosas que nunca verán la luz y otras que han visto la luz y que yo tengo en formato crudo.

Leemos por ahí lo “valiente” y “arriesgado” de llevar tu carrera en solitario, como si antes no existieses. Creo que lo valiente es respetarse a uno mismo. Vi que había cumplido una etapa en donde estaba, y si he sido valiente es a la hora de tomar ciertas decisiones. No era lo que tenía esperado para este año pero se dieron una serie de circunstancias que yo decidí gestionar a mi manera. He cambiado el rumbo de mi vida, al menos en lo profesional, y ahora me encuentro en un escenario completamente diferente, pero no por ello malo. Sé que es atrevido, arriesgado, salir de la banda más famosa de España en su mejor momento, pero no tiene que haber drama si yo no hago drama de ello. Como dices, soy muchas más cosas que la bajista de La La Love You, y tampoco es que quiera demostrar nada a nadie, pero quiero seguir disfrutando del proceso, y hacer muchas cosas, tantas como me vengan y en general pasármelo bien por encima de todo.

Y en qué ha podido cambiar tu proyecto personal en relación a lo que era cuando lo “pausaste”.

Es muy buena pregunta, inevitablemente estos últimos diez años de trayectoria con la banda me han cambiado, me han hecho evolucionar y crecer. No he parado de hacer cosas mías, en solitario, pero no les he dado la importancia que debería haberles dado. En ese sentido creo que cometí un error. He perdido el foco de lo que quería hacer a nivel individual, en lo que respecta al enriquecimiento personal y no por ambición, números o escuchas, debería haberme centrado en mí misma en determinados momentos, pero sí que ahora me noto en una etapa en la que hago las cosas con mucha más calma. Ahora mismo gana la ilusión a las expectativas, me noto como muy zen, y noto además que cada cosa que hago me representa mucho, y eso me parece súper importante. No es que antes no lo pensara, pero igual de más joven piensas en los objetivos, que son un poco abstractos. Que parece que si no tocas en el FIB o no tienes un millón de oyentes en plataformas no eres nadie.

En cuanto al directo, llevarías parte electrónica, músicos, teclado…

Cuando pase el verano retomaré el tema de los directos. Ahora mismo sacaré una canción por mes hasta septiembre. Me saltaré agosto, no os daré el coñazo en vacaciones (risas), pero ya pensaré en los directos de cara a la última parte del año, que no puedo asegurar que los dé, pero me apetece precisamente darle una vuelta y ver cómo los enfoco. Y sobre todo crear un poquito de expectación de cara al público, porque vengo de dar muchos conciertos pasándomelo súper bien, pero al final tampoco pasa nada si hago una pausita, me lo tomo más como etapa creativa, de crecimiento en digital, para saber también en qué ciudades puedo tener mejor acogida. Si hago un balance en seis meses será mucho más fácil tomar decisiones, ahora que tenemos las herramientas estadísticas tan a mano. Habrá conciertos, pero todavía no.

¡Vuelve En Clave de Indie Fest!

Lo gozamos como pocas veces en la presentación del festival de la web musical

En Clave de Indie, con Augusta Sonora en acústico en Abonavida, uno de nuestros espacios íntimos favoritos. Las fechas imprescindibles de esta fiesta serán los días 26 y 27 de mayo en la Sala Vesta, y contará precisamente con los "augustos", Lunáticos, Quinto Elemento y Crazy Times Son cuatro formaciones que llevan ya unos añitos dando guerra en el circuito de salas, que están en primera línea de la emergencia nacional y que pinta que van a reventar el local a nada que nos despistemos. Las entradas están ya a la venta en Wegow, con un abono para las dos fechas de 14 €. Vamos, es algo así como un regalo musical.

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