Revista notas CPAU #47 - Pandemia

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Post COVID | Arquitectura Argentina Solidaria | Balance de gestión

pandemia

Revista del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo ISSN 2591-3484 dic. 2020 año XIII


Autoridades CPAU

Staff

Presidente Arq. Emilio Rivoira

Propietario Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo

Vicepresidenta 1° Arq. Claudia Lanosa Vicepresidenta 2° Arq. Flora Manteola Secretario Arq. Fabián de la Fuente Pro-secretaria Arq. Rosa Aboy Tesorero Arq. Néstor Magariños Pro-tesorero Arq. Andrés Borthagaray Consejeros/as titulares Arq. Jorge Aslan Arq. Griselda Balián Arq. Bárbara Berson Arq. Paloma Carignani Arq. Carolina Day Arq. Adriana Dwek Arq. Roberto Frangella Arq. Agustín García Puga Arq. Daniel Silberfaden Consejeros/as suplentes Arq. Paula Lavarello Arq. Pablo Suárez Arq. Ana Artesi Arq. Matías Gigli Gerente General Esteban López Gerenta Técnica Arq. Irene Kalnins Servicios al Matriculado D.M. Federico Carrasco

Directora Arq. Bárbara Berson Coordinación editorial Arq. Vera Blitstein Colaboradores en este número Arq. Claudia Faena Arq. Juan Vacas Arq. Emilio Rivoira Colaboradores permanentes Esteban López Lorena Obiol Obra de tapa Ana Rascovsky Foto de obra de tapa Federico Cairoli Ilustración de secciones Arq. Verónica Segura Diseño ZkySky Diagramación Camila Macca Impresión Talleres Trama, Garro 3160, CABA Distribución InterKartas, Flecar S.A. Edición Nº47 / ISSN 2591-3484 / Año XIII Diciembre 2020 / Tirada 2.500 ejemplares Dirección Nacional del Derecho de Autor Expte. 46045728 / La revista notas CPAU forma parte de la Asociación de Revistas Latinoamericanas de Arquitectura (ARLA)

Directora de Biblioteca Lic. Julieta M. Stramschak Asesor Legal Dr. Eduardo Padilla Fox

Ana Rascovsky Título: Argigram Fotografía: Federico Cairoli

Asesor Contable Ctdor. Fernando E. Tozzi Asesora en Comunicación Lorena Obiol

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Índice

Editorial: Pandemia Bárbara Berson 03

Tema de tapa Se acabó el tiempo para el desarrollo sustentable Flavia Broffoni 06

Un nuevo ambiente para las infancias Audrey Migliani 34 Sin transiciones Carolina Kogan 36 Ciudades desiertas Teresa Chiurazzi 38 Reinventarse Martín Marcos 40

Mundo y casa Pablo Dreizik 08

La nueva [a]normalidad Diana Cabeza 42

Las contribuciones de la naturaleza en el contexto urbano Christopher B. Anderson, Paula Romina Mansilla y Nora Jara 10

Una recuperación verde Michèle Laruë-Charlus 44

Coexistencia en tiempos de COVID-19 Mónica Cohen 14 Pandemia: memoria y transformación Fernando Gandolfi 16 Regreso a la casa como refugio Blanca Sala Llopart 18 Argonautas de la resiliencia Laura Novik 20 ¿Y ahora qué? Zaida Muxí Martínez 22 La normalidad no es destino Leonardo Giaimo 24 Diez ideas para la nueva normalidad Jorge Ponce Dawson 26 Construir comunidades Ricardo Flores y Eva Prats 30

Una ciudad a pie Francesco Vescovi 46 La pandemia, la economía argentina y el real state Agustín D’Attellis 48

Ejercicio profesional Defender, acompañar, renovar Valeria del Puerto 52 Nuestro trabajo para volver a la actividad 56 Responsabilidades y tareas de directores/as de obra 57 Nuevos procedimientos para los trámites de obra 62

En qué consiste el plan de incentivos del GCABA 64 La Arquitectura y el bien común 66 El desarrollo de nuestros barrios el día después Lorena Obiol 68 Articular tradición y modernidad Entrevista a Mariana Quiroga Lorena Obiol 70 Noticias Breves 72 Recorrer la ciudad y mirar Arquitectura, un placer que no se interrumpe 73 Servicios gratuitos de la Biblioteca: libros digitales e información seleccionada 74 Estados contables al 31 de diciembre de 2019 76

Cultura CPAU Biblioteca CPAU 84 Una ciudad: San Pablo, Brasil María Emilia Porcelli 85 Un disco: Excursiones Diego García 87 Un libro: Circunvalación Joaquín Moscato 88



Editorial Pandemia

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a pandemia puso sobre la mesa varios de los temas que tienen que ver con nuestra profesión. Pareciera que fue necesario afrontar este apocalipsis para reflexionar sobre la forma en que habitamos, trabajamos y nos comunicamos. La salud de nuestro planeta está en jaque. Los recursos que creíamos eran capaces de regenerarse, hoy no lo están logrando a causa del nivel de consumo que estamos experimentando. Es hora de repensar la ocupación y organización territorial de nuestro país. También las ciudades deben encontrar otros modos de gestionar el uso del suelo, los recursos naturales y la cadena de abastecimiento. Durante varios meses de pandemia, el espacio público nos fue prohibido y las ciudades quedaron vacías. La política y la economía permanecieron liberadas mientras nosotros/as nos mantuvimos en el encierro. Se evidencia nuevamente el déficit habitacional que padece nuestra sociedad cuando se nos pidió que nos quedemos en casa. Gran cantidad de familias que habitan en viviendas exiguas tuvieron que permanecer en esos pocos metros cuadrados las veinticuatro horas del día. En estos tiempos de aislamiento, salió a relucir la importancia de los espacios de expansión en las viviendas, redefiniendo su uso. Estos ámbitos se convirtieron en lugares de recreación, de estudio y de trabajo. De esta forma comenzamos a hacer una nueva lectura sobre los espacios que habitamos. Al mismo tiempo, en el universo de lo cotidiano, descubrimos «las pequeñas alegrías», frase que da título al libro de Marc Augé, aquella felicidad instantánea que nos permite superar la incertidumbre, la soledad, y encontrar en lo simple un nuevo camino.

Arq. Bárbara Berson

Foto: Albano García



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Tema de tapa Cada edición de notas CPAU tiene un tema diferente asociado a la disciplina de la Arquitectura y de la relación de ésta con otros campos de la cultura. Este segmento de la revista tiene como objeto profundizar en el oficio arquitectónico, desbordando sus límites para ampliar y multiplicar su dimensión disciplinar. «El COVID-19 parece desbordar cualquier capacidad de análisis, de planeación y previsión; incluso de las ciencias más duras. En este caso, la vieja naturaleza, escurridiza e inaprehensible, nos recuerda con un pequeño sacudón nuestra vulnerabilidad.» Jaime Santamaría


Se acabó el tiempo para el desarrollo sustentable FLAVIA BROFFONI Politóloga. Especialista en política ambiental y desarrollo regenerativo. Co-fundadora de Rebelión o Extinción Argentina. Oradora en TEDx Río de la Plata

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esde mediados del siglo XIX nosotres, hombres y mujeres que habitamos el planeta tierra, nos hemos visto envueltos en un apasionado romance con el crecimiento económico, al punto de encontrarnos obnubilados por su aroma a consumo, y de forma tal que no vemos las externalidades negativas que genera este modelo de desarrollo en nuestro entorno natural y social. Este modelo funciona casi exclusivamente alimentado por una depredación extintiva de capital natural, para ponerlo en términos economicistas. Pero el propio sistema de crecimiento exponencial y generación de riqueza (y en muchos casos, hay que decirlo, inclusión de poblaciones en un determinado nivel de consumo), es víctima de su propio éxito: es imposible seguir creciendo a tasas chinas con una base de provisión de recursos finita y que está imposibilitada de regenerarse dada la presión incesante que ejercen nuestras necesidades materiales de construcción —e imposición— social.

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La aceptación del paradigma del Desarrollo Sustentable (o Sostenible; no entraré aquí en la discusión académica entorno a una diferencia conceptual que, a esta altura, considero obsoleta) ha sido una salida elegante para dar por resuelta la discusión ecomilitante surgida en la década del 70. Transferir hacia el futuro de las «próximas generaciones» la asimilación de los impactos negativos de nuestro accionar sobre la naturaleza, expresado en términos de «consumo de recursos naturales» no puede haber sido un resultado más políticamente correcto para iniciar una transición discursiva exitosa que se ha visto replicada hasta el hartazgo en cuanta exposición pública se haga sobre programas de gobierno, corporativos y hasta de agenda de la sociedad civil a través de las ONGs; todo, absolutamente todo, devino en «sustentable». Desde un plan económico oficial, hasta la comida diaria de nuestros hijos: lo que no es sustentable, está del lado de los malos. Aunque no sepamos bien si la adjetivación es condición suficiente (necesaria ya vimos que sí) para que nuestro planeta siga sosteniendo su capacidad de generar recursos y asimilar impactos —es decir, generando biocapacidad—, la teoría sobre la sustentabilidad de las cosas lo impregnó todo.

Ahora bien, el plano de las ideas está constituido por entelequias mucho más bonitas y sofisticadas de lo que en el barro de lo terrenal se vive. Aquí, entonces, cabe preguntarse: ¿cómo ha reaccionado la capacidad biológica de nuestro planeta a la «revolución del desarrollo sustentable»? Imaginamos a priori que, siendo tan alentador el paradigma de la sustentabilidad y habiendo calado tan hondo en el corazón de gobernantes, CEOs y líderes sociales, la ciencia debería responder a ese entusiasmo fortaleciendo con datos el estado de ánimo colectivo. La última publicación del Living Planet Index o LPI (panda.org) puede ayudar a esclarecer este punto. El LPI mide la biodiversidad, incluyendo:

A B ​​C

la variación genética intra-especies, la variedad y abundancia de especies en un ecosistema, los hábitats a través de un paisaje.

El monitoreo de todos estos aspectos en simultáneo es imprescindible, ya que proporciona una visión tendencial sobre la salud de los ecosistemas. Mediante la recolección de datos poblacionales de varias especies de vertebrados y el cálculo de un cambio


Debe irrumpir con urgencia un cambio de paradigma que nos convenza de la necesidad de ayudar a la tierra a regenerarse, que nos convierta en la generación que viva el apuntalamiento de la biocapacidad. Y esto no será posible sosteniendo el modelo de megaciudades insumo dependientes que conocemos hoy.

promedio en su abundancia en el tiempo, el LPI puede ser comparado con el índice bursátil, excepto que, en lugar de monitorear la economía global, el LPI es un indicador científicamente validado de la condición ecológica del planeta. El LPI global se basa en datos de 14.152 poblaciones de 3.706 especies de vertebrados (mamíferos, aves, peces, anfibios, reptiles) de todo el mundo. Entonces, si asumimos como premisa que el desarrollo sustentable es un paraguas conceptual extensamente aceptado para el diseño y la gestión de políticas públicas, corporativas y civiles, y siendo que éste paradigma ya lleva cuatro décadas de predominio global, una consecuencia lógica sería que los indicadores planetarios de biocapacidad que mide el LPI hayan mejorado en este tiempo, o, al menos, muestren una tendencia positiva. Veamos: entre 1970 y 2030, el LPI muestra una disminución general del 67% en la abundancia global de la población de vertebrados. ¿Qué significa esto? Que hoy, nosotros (aquellas futuras generaciones de los años 70) estamos viviendo en un mundo con casi un 70% menos de animales vertebrados (primos hermanos del hombre) de los que existían en el momento en que el desarrollo sustentable nació para mejorarlo todo.

Hasta ahora, podría ser un dato aislado. Pero lamentablemente, no lo es.

Pero así no somos los humanos de esta «futura generación».

Si se cumplen las metas del Acuerdo de París, el aumento de la temperatura global será, hacia fin de siglo, de más de 3 grados centígrados. Esto implicaría un colapso ecosistémico masivo y global, durante el lapso de nuestras vidas.

Amparado en este razonamiento y apadrinado por la ciencia, un cambio de paradigma que nos convenza de la necesidad de ayudar a la tierra a regenerarse, que nos convierta en la generación que viva el apuntalamiento de la biocapacidad. Y esto no será posible sosteniendo el modelo de megaciudades insumo dependientes que conocemos hoy. Habrá que adaptarse muy profundamente. Descentralizar. Relocalizar. Renunciar al consumo no esencial. Rediseñar modelos comunitarios a escala humana. Transitar hacia modelos de abastecimiento de alimentos agroecológicos y periurbanos. Modelar interfaces urbano-naturales que co-evolucionen. Aceptar la pluriversidad de alternativas. Abandonar la «replicabilidad» y la «escalabilidad» que olvidan que cada lugar tiene una esencia propia.

No he logrado encontrar ningún indicador planetario que haya mejorado en éstas cuatro décadas de sustentabilidad. Apocalíptico, sí. Pero no por ello menos real. Ya nos comimos toda la capacidad regenerativa del planeta. Estamos viviendo a crédito. Esos recursos que el paradigma del Desarrollo Sustentable pregonaba como finitos pero capaces de ser utilizados «sustentablemente» no estarán disponibles para las generaciones que nos sucedan porque ni siquiera los hay hoy en cantidades suficientes para que nuestros contemporáneos menos desarrollados accedan a nuestro mismo nivel de consumo (el del quintil más próspero del planeta). En este punto la información es abrumadora y nuestras mentes susceptibles de bloquear toda posibilidad de alternativa a la extinción masiva de la humanidad tal como la conocemos. Entonces nos cabe la opción de la resignación.

Si hemos sido capaces de preconfigurar y bautizar con nuestro propio nombre a una nueva era geológica, la del Antropoceno, ¿por qué creer que no podríamos impulsar los cambios necesarios para que el desarrollo y la cultura regenerativa se conviertan en el nuevo paradigma? •

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Mundo y casa

PABLO DREIZIK Docente e investigador FFyL, UBA, en las cátedras de Gnoseología y Problemas especiales de Gnoseología. Ha publicados trabajos sobre ética, estética y fenomenología y los libros La memoria de las cenizas. Historia, trauma y representación y Levinas y lo político.

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n su libro de 1958 La Condición humana, Arendt presentaba un cuadro descriptivo bajo un tono irónico de un tipo particular de felicidad, referido como la «pequeña felicidad» (petit bonheur) y que habría tenido nacimiento con el auge del modo de vida hogareño promovido por la burguesía durante el siglo XIX: «El moderno encanto por las ‘pequeñas cosas’, si bien lo predicó la poesía en casi todos los idiomas europeos al comienzo del siglo XX, ha encontrado su presentación clásica en la petit bonheur de los franceses. Desde la decadencia de, en otro tiempo grande y gloriosa, esfera pública, los franceses se han hecho maestros en el arte de ser felices entre ‘pequeñas cosas’, dentro de sus cuatro paredes, entre arca y cama, mesa y silla, perro, gato y macetas de flores, extendiendo a estas cosas un cuidado y ternura que, en un mundo donde la rápida industrialización elimina constantemente las cosas de ayer para producir objetos de hoy, puede incluso parecer el último rincón del mundo».¹ •8

En este pasaje, la atmósfera de interioridad de la casa como «último rincón del mundo» es considerada casi de manera kitch o, para usar un término muy utilizado por Arendt, como un cliché, con su propio repertorio de gato, macetas de flores, y «pequeñas cosas». El contexto más general de esta descripción casi fenomenológica de la atmósfera de hogar es la intención de Arendt de poner de relieve el «declive de lo público» en la modernidad, su reflejo en la pérdida de espacios comunes y, también, un subsecuente auge de las representaciones decorativas y acogedoras del hogar. De allí el grado de consideración que Arendt mantiene con la arquitectura como arte, por su profunda vinculación con la construcción del espacio público, afirmando incluso que el retroceso de lo público coincide con la «decadencia de todas las artes públicas, en especial la arquitectura».² El énfasis en lo decorativo y la interioridad pertenece también, en la perspectiva de Arendt, a un marco más general, que corresponde a la oposición entre la esfera de «la administración de la casa» —el oikos de los griegos— y la esfera de la política — la polis. A su vez, el campo semántico que organiza esta oposición oikos-política posee una clara traducción en términos de delegación de tareas según los polos de asignación de tareas al mundo femenino —al oikos— y masculino —la política—.


A propósito de Hannah Arendt, la pequeña felicidad de la casa y la pérdida del espacio público bajo pandemia.

Con todo, el énfasis en el pasaje de Arendt citado más arriba pertenece a la noción de felicidad que da la tonalidad fenomenológica a una descripción que de otro modo se mantendría en una esfera estrictamente sociológica. En el pasaje de Arendt la referencia a «la pequeña felicidad», asociada al mundo doméstico decorativo, juega en oposición a un tipo de felicidad eminente y auténtica, la «felicidad pública»³. Por cierto, nunca se trata en la explicación arendtiana de una correspondencia entre el espacio doméstico y el espacio pequeño o exiguo por una parte, y «los grandes espacios» y el espacio público, por otra parte. De hecho, el elogio de la tradición alemana de los «grandes espacios» (Grossraum) era absolutamente ajena a Arendt. Más bien, es la ausencia de mundo común, y no la estrechez espacial, lo propio del tono afectivo de la nota de pequeño en la «pequeña felicidad». Sin embargo, la pandemia ha, sin duda, hecho retroceder el espacio público y nos ha compelido casi de manera obligatoria a un violento retorno al espacio del hogar, quizás ahora desprendido de la investidura de «ternura» casi kitsch sobre la que ironizaba Arendt y más terriblemente cercana a la idea de refugio o shelter de las situaciones pos-catastróficas. Este regreso violento al hogar nos obliga a pensar con nuevas categorías. Quizás estas no puedan ser

encontradas en las grandes tradiciones ni de la arquitectura ni de la filosofía, sino en el arte. La novela El barón rampante de Ítalo Calvino⁴ donde Cosimo va a vivir a la copa de un árbol o la reciente novela de Niccolo Ammanitti Tu y yo⁵ en la que el niño Lorenzo recrea en el sótano de su casa en Roma un universo completo, seguramente puedan figurar entre otros muchos artefactos literarios, plásticos y arquitectónicos destinados a ayudarnos a repensar creativamente cómo habitar los nuevos espacios remotos en la crisis sanitaria global. •

1. Hannah Arendt. La condición humana, trad. Ramón Gil Novales. Barcelona: Paidós, p. 61. 2. Hannah Arendt. La condición humana, trad. Ramon Gil Novales. Barcelona: Paidós, p. 50. 3. Hannah Arendt. Sobre la revolución. Madrid: Alianza Editorial, p. 80. 4. Ítalo Calvino. El Barón rampante, trad. Esther Benítez. Madrid: Ciruela. 5. Niccolò Ammaniti. Tu y yo, trad. Juan Manuel Salmerón. 9•


Las contribuciones de la naturaleza en el contexto urbano

CHRISTOPHER B. ANDERSON PhD Ecología. Investigador del CADIC-CONICET y Profesor del ICPA-UNTDF. Experto argentino ante la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos. Director del PIDUNTDF-A 6/19: Los servicios ecosistémicos de los espacios naturales urbanos: su provisión, acceso y distribución en Ushuaia. PAULA ROMINA MANSILLA Lic. y Dra. UBA en Cs. Biológicas. Docente-investigadora del ICPA-UNTDF y Profesional de Apoyo del CONICET. Directora del PIDUNTDF-B 14/18: Un acercamiento al estudio y manejo integral de la problemática de la basura: vinculando lo ambiental con lo social. NORA JARA Estudiante de Lic. en Biología del ICPA-UNTDF. Ayudante de investigación y tesista de los proyectos PIDUNTDF-A 6/19 y -B 14/18.

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n 2014, por primera vez en la historia evolutiva de nuestra especie, la mayoría de los seres humanos en el planeta vivían en ciudades1. Por lo tanto, el contexto urbano se ha hecho cada vez más evidente y crucial dentro del estudio y manejo de los sistemas socio-ecológicos (Figura 1). Latinoamérica y el Caribe (LAC) ostenta un contexto socio-ecológico singular. Es un reservorio «natural» con siete de los diecisiete países más biodiversos del mundo, y la expansión urbana ha sido identificada como un factor principal de degradación de esta riqueza biológica2. En LAC, el porcentaje de la población que reside en ciudades es aproximadamente 80%, haciéndola la segunda región más urbana del mundo¹,². En este escenario, se hace evidente el papel del humano como «constructor» de su ambiente, pero ha sido menos reconocido que ese «ambiente construido» es su madriguera y hábitat y afecta su bienestar social.

Figura 1. Distintos modos de entender la relación humano-naturaleza en paradigmas de investigación y sus implicancias en el diseño urbano Marcos conceptuales de la relación humano-naturaleza

Efectos sobre el diseño urbano

A

HUMANOS

NATURALEZA

Creación de áreas naturales protegidas principalmente por afuera de las ciudades.

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HUMANOS

NATURALEZA

Zonación para evitar el solapamiento de usos que contaminan con otros usos sociales.

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HUMANOS

NATURALEZA

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HUMANOS

NATURALEZA

Conservación de espacios naturales dentro y fuera de las ciudades para proveer beneficios instrumentales, intrínsecos y relacionales. Integración de los múltiples valores del ambiente a la matriz urbana a través de la planificación, como vegetar las planicies de inundación para evitar pérdidas económicas o de vidas y crear infraestructura para el acceso equitativo a los espacios naturales.


La integración de la conservación y el bienestar se está consolidando en la investigación y las políticas públicas. La Agenda 2030 para la Sustentabilidad de las Naciones Unidas fue adoptada por Argentina en 2015, y contempla diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que integran diversos aspectos sociales y ecológicos, incluyendo uno sobre ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11). Tal vez el mejor ejemplo en este cambio de paradigma sería la actual pandemia del COVID-19 que ha puesto de manifiesto la imposibilidad de separar la salud humana de la salud ambiental. Los factores que generan las pandemias zoonóticas (aquellas que surgen por transmisión desde especies no-humanas) son las mismas identificadas como factores de degradación ambiental (Figura 2).

Por otro lado, la cuarentena dejó en evidencia la necesidad de tener vínculos con nuestra familia y red social y también con el entorno físico y natural. En reconocimiento de estos vínculos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha promovido el concepto de «Una Salud»3. La historia de las pandemias además enseñan lecciones sobre cómo decisiones actuales pueden afectar el espacio urbano en el largo plazo. Una epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires al comienzo del siglo pasado provocó una serie de respuestas en la cultura (por ejemplo, prácticas de higiene) y en infraestructura (por ejemplo, sistemas de agua corriente y cloacas) en la ciudad que se toman como «lo normal»4. La pregunta actual sería ¿qué decisiones de planificación urbana pueden integrar los múltiples valores de la naturaleza para generar más bienestar social en los próximos cien años?

Figura 2. Distintos factores socio-ecológicos generan los actuales cambios globales que degradan la salud humana y la salud ambiental

Salud ambiental Los factores de degradación afectan la salud ambiental, provocando la extinción de especies o la reducción de poblaciones locales. También, la contaminación y pérdida de hábitat degradan los procesos de los ecosistemas, afectando negativamente su capacidad de regeneración. Asociado a estas pérdidas de biodiversidad nativa, se encuentra el aumento en el número de las especies exóticas invasoras, particularmente en ciudades.

Factores de degradación socio-ecológica Deforestación y cambios de uso del suelo Expansión de la agricultura industrial e intensiva Comercio y sobre-explotación de la fauna silvestre Cambio climático Contaminación, incluyendo el sobre uso de antibióticos Urbanización

Salud humana Los factores de degradación afectan la salud humana, como se ha visto con el aumento e impacto de las enfermedades zoonóticas. También, ha aumentado la resistencia antimicrobiana y los efectos directos de la contaminación del aire, suelo y agua. A su vez, cada año miles de personas sufren las consecuencias dañinas, y hasta pérdida de vidas, por el aumento en el número y severidad de los desastres naturales, debido al cambio climático.

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Desde lo ecológico, las áreas naturales urbanas son refugios para la biodiversidad, y el vínculo con la naturaleza que rodea el espacio urbano es crucial para la regulación de procesos ecosistémicos. Por ejemplo, las áreas verdes y azules ayudan a controlar las inundaciones, ya que mantienen la permeabilidad del suelo y su capacidad de infiltración5. La vegetación, a su vez, influye en la temperatura urbana6, así como en la captura de partículas del aire7. Pensando más allá, en el vínculo de la ciudad con su entorno, un servicio ecosistémico que proveen las áreas naturales en los cerros o laderas es la prevención de desastres naturales, como los aluviones y avalanchas, ya que la vegetación aumenta la retención del suelo⁸,⁹. Estas mismas áreas pueden ser cruciales para proveer servicios tan importantes como el agua; por ejemplo, la ciudad de Ushuaia se beneficia directamente por tener las cabeceras de sus tres fuentes de agua potable protegidas por el Parque Nacional Tierra del Fuego y el sitio Ramsar Glaciar Vinciguerra. Los espacios «naturales» deben entenderse también como espacios «sociales» donde encontramos el desarrollo de relaciones humanas con valores simbólicos, identitarios y cívicos10. A su vez, la presencia de espacios verdes y azules urbanos está asociada con la salud. Se ha mostrado que no solo hay un efecto negativo en la salud por exposición a la degradación ambiental (por ejemplo, la exposición prenatal a la contaminación puede persistir en el desarrollo cognitivo y comportamental de los niños), sino también hay evidencias que la exposición a espacios verdes produce efectos positivos11. Por ejemplo, un mayor porcentaje de áreas verdes se asocia con mayor coeficiente de inteligencia y menos problemas de comportamiento en los niños12. Referencias 1 UN. 2014. World Urbanization Prospects. Revisión 2014. Deparment of Economic and Social Affairs, Population Division. 2 IPBES. 2018. Summary for Policymakers of the Regional Assessment on Biodiversity and Ecosystem Services for the Americas. Rice J., C. S. Seixas, et al. (eds.). IPBES Secretariat. Bonn, Alemania, p. 41. 3 Anderson, Cristian. «Un solo planeta, una sola salud». Infobae, 30/04/2020. 4 Kemelmajer, Cintia. 2020. «¿Qué legado dejaron las epidemias a lo largo de la historia?», CONICET. 5 Sorensen, M. G. et al. 1998. Manejo de las Áreas Verdes Urbanas. Banco Interamericano de Desarrollo (ENV-109). 6 Jenerette, G. D. et al. 2007. «Regional relationships between surface temperature, vegetation and human settlement in a rapidly urbanizing ecosystems». Landscape Ecology 22:353-365. 7 Hernández, Jaime. 2007. «La situación del arbolado urbano en Santiago». Ambiente Forestal 3:14-16. 8 Romero, H., A. E. Vásquez. 2005. «Evaluación ambiental del proceso de urbanización de las cuencas del piedemonte andino de Santiago de Chile». Eure 31: 7-117. 9 Vásquez, A. E. 2016. «Infraestructura verde, servicios ecosistémicos y sus aportes para

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La OMS recomienda que cada habitante de una ciudad tenga disponible 9 m2 de «espacio natural» para su desplazamiento, en tanto que su distribución debería permitir que se tenga acceso dentro de un radio de 500 m. No obstante, en LAC, se ha encontrado que los dos grandes obstáculos para acceder a los servicios ecosistémicos urbanos son justamente las grandes desigualdades socioeconómicas que caracterizan la región y una relativa debilidad en la gobernanza ambiental13. La creciente urbanización de nuestra especie hace que los espacios «naturales» cobren mayor relevancia y resulten ser no solo un reservorio de biodiversidad sino también un factor clave para la salud pública y la justicia social. Por lo tanto, el diálogo entre distintos saberes sobre estos temas es crucial, desde la ecología hasta la arquitectura y desde el conocimiento tradicional14 hasta la planificación territorial (Figura 3). En este texto, hemos hecho un esfuerzo de mostrar una perspectiva «ecológica» de los espacios urbanos para promover un «diálogo de saberes»15 con otras aproximaciones. Puntualmente, resaltamos que ya existen iniciativas en el ámbito de las ciencias aplicadas, como el desarrollo de indicadores de sustentabilidad16 o la integración de estos conceptos en herramientas prácticas para la gestión17. Desde la arquitectura, se está trabajando en el diseño y planificación de espacios que integran otras disciplinas, como la salud, la ecología, la eficiencia energética y los vínculos humano-naturaleza18. Con la integración de estos saberes sería posible tener ciudades más biodiversas y más bellas, pero también más seguras, más justas y más saludables. •

enfrentar el cambio climático en ciudades: el caso del corredor ribereño del río Mapocho en Santiago de Chile». Revista de geografía Norte Grande 63:63-86. 10 Arreaza, M. H. 2007. «La apropiación de los espacios verdes en la configuración de identidades urbanas». 11 Seixas, C. S., et al. 2018. «Nature’s contributions to people and quality of life». En: IPBES. 2018. The IPBES Regional Assessment Report on Biodiversity and Ecosystem Services for the Americas. Rice, J., Seixas, C. S., et al. (eds.). Secretariat of the Intergovernmental Platform on Biodiversity and Ecosystem Services, Bonn, Germany, pp. 62-207. 12 Bijnens E.M., et al. 2020. «Residential green space and child intelligence and behavior across urban, suburban, and rural areas in Belgium: A longitudinal birth cohort study of twins». PLoS Med 17. 13 Dobbs, C., et al. 2019. «Urban ecosystem services in Latin America: mismatch between global concepts and regional realities?». Urban Ecosystems 22:173–187 14 Según Leff (2004), el conocimiento tradicional cobra relevancia en la búsqueda nuevas racionalidades que nos permiten salir de la actual crisis ambiental, ya que «el diálogo de saberes da la mano y abraza a los saberes subyugados, sobre todo con aquellos que dieron sustento a las culturas tradicionales y que

hoy resignifican sus identidades y se posicionan en un diálogo y resistencia con la cultura dominante que impone su saber supremo. El diálogo de saberes es un diálogo con interlocutores que han perdido la memoria y la palabra, cuyos saberes tradicionales han sido sepultados por la modernidad impuesta». Leff, E. 2004. «Racionalidad ambiental y diálogo de saberes. Polis» [En línea], 7 | 2004 15 Leff, E. 2010. «Imaginarios sociales y sustentabilidad». Cultura y Representaciones Sociales 5:42-121. 16 García, S., Guerrero, M. 2006. «Indicadores de sustentabilidad ambiental en la gestión de espacios verdes: Parque urbano Monte Calvario, Tandil, Argentina». Revista de Geografía Norte Grande 35:45-57. 17 Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. 2019. Integración de los servicios ecosistémicos en la planificación y gestión urbana: un enfoque sistemático en pasos para profesionales. Programa Protección del Clima en la Política Urbana de México (CiClim) y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ). Ciudad de México, p. 122. 18 Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). «Soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a los retos de la sociedad».


Figura 3. Los espacios naturales en el contexto urbano se pueden generar en diversos ámbitos, incluyendo las plazas o parques, donde se deberían incorporar las especies nativas cuando sea posible (A patio de escuela con árboles nativos de lenga y cancha de fútbol). Es importante diseñar e implementar infraestructura apropiada para proveer acceso a estos espacios ‘verdes’ y ‘azules’, como la construcción de asientos y cartelería (B mirador

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explicando los distintos valores y objetivos de la Reserva Natural Urbana Bahía Encerrada; C paseo peatonal por la costanera de Ushuaia). Los senderos también pueden integrar las zonas urbanas y peri-urbanas, dando acceso a extensiones de ecosistemas naturales más intactos (DE Camino de los Presos en otoño e invierno). Incluso sitios naturales en las afueras de las zonas urbanas son integrales para la provisión

de diversos beneficios de la naturaleza, como el agua potable, y deberían ser integrados en la planificación territorial, como la creación de áreas protegidas en las cabeceras de las cuencas que abastecen de agua potable a las ciudades (F Río Pipo saliendo del Parque Nacional Tierra del Fuego hacia Ushuaia). Fotos A: M.A. Londero; B-D: C.B. Anderson; E: N. Jara; D: D. Francomano. 13 •


Coexistencia en tiempos de COVID-19 MÓNICA COHEN Arquitecta UB. Especialista certificada en Biomímesis y Consultora en Diseño Biofílico. Fundadora de Biomimicry Argentina Network, trabaja en I+D y brinda conferencias, seminarios, programas educativos, capacitaciones, viajes de estudios y workshop.

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a biomímesis estudia el uso consciente de la naturaleza como fuente de inspiración y la sistematización de la investigación a través de una metodología no lineal. Dentro de la disciplina se encuentra la rama de estudio del diseño biofílico, investigando cómo la naturaleza ayuda a las personas y a las empresas a prosperar. El diseño biofílico significa traer la naturaleza al espacio íntimo del hogar, es replicar las sensaciones que experimentamos cuando estamos en la naturaleza, es restaurar nuestro equilibrio con una serie de herramientas para reducir el estrés, ayudar a la recuperación y mejorar el bienestar físico y mental general. Existen múltiples beneficios al crear estos estados humanos positivos en muchas de las tipologías de edificios que son importantes para nuestras vidas. Las personas siempre han sido intuitivas sobre la naturaleza y el diseño biofílico: los elementos de la naturaleza en el diseño permiten que florezcan la creatividad y el bienestar.

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«Básicamente, la biofilia es cómo y por qué amamos estar en la naturaleza y alrededor de ella», dice Oliver Heath, experto reconocido en el campo de la arquitectura y el diseño de interiores sostenibles, y enfatiza en la importancia de adoptar un enfoque holístico al remodelar o construir edificios. Crear un diseño urbano híbrido, donde se pierdan los límites entre el interior y el exterior, es una oportunidad para aprender a coexistir con la naturaleza. A veces, nos olvidamos de que todo lo que hacemos repercute a nuestro alrededor porque estamos interconectados. Es una cuestión de visión, de tener una nueva mirada: nosotros somos naturaleza. Como metodología, la biomímesis es una invitación ética a crear con respeto hacia la naturaleza, reconectando con ella y emulándola. Nos propone un método para limpiar el aire, el agua y el suelo de la forma en que la naturaleza debe hacerlo cuando los ecosistemas se ven afectados. Cuando en un diseño se trabaja con biomímesis, se adquiere el poder de transformar el entorno diseñado por humanos en ecosistemas vivos y respirables como los que encontramos en el mundo natural. «La vida crea condiciones propicias para la vida», tal como definió Janine Benyus, pionera de la biomímesis.


Interdependencia entre especies: la naturaleza nos ofrece ayuda y esperanza a medida que reconstruimos un nuevo sistema todos juntos.

Esta metodología es un nuevo movimiento que nos ofrece ayuda y esperanza a medida que reconstruimos un nuevo sistema todos juntos, nos invita a pensar en la transformación del nuevo paradigma apoyando a la vida de manera eficaz, impulsando nuevas estrategias económicas y mejorando nuestra salud colectiva para todas las especies de la Tierra. Es tiempo de recategorizar cómo percibimos y usamos los espacios urbanos al aire libre. En nuestro proceso de investigación, descubrimos otra disciplina que se llama metabolismo urbano, que documenta y analiza el flujo de materiales y energía en entornos urbanos. Uno de sus principales objetivos es estudiar cómo los sistemas de la naturaleza y los sistemas creados por el hombre interactúan e influyen entre sí.

El objetivo de la biomímesis es consultar a la naturaleza no sólo como modelo, sino también como medida, estableciendo parámetros de rendimientos ecológicos para emular los servicios de los ecosistemas; lo que, junto a la plataforma del metabolismo urbano, se vuelven herramientas cada vez más importantes en nuestro esfuerzo por medir los impactos del cambio climático y utilizar esas medidas para tomar decisiones sobre el desarrollo urbano sostenible, particularmente en un mundo tan alterado por el COVID-19. La naturaleza nos está dando una clase magistral, estamos presenciando su recuperación y nos está ayudando a tomar conciencia de cómo se puede ser más resiliente y resurgir de las crisis. Estamos transitando un momento especial para elegir la vida, la salud y un mañana mejor. La naturaleza no lo desperdiciaría, y nosotros tampoco deberíamos hacerlo. •

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«¿Cómo viviremos junto con todas las demás especies? Edificios como árboles y ciudades como bosques proponen una evolución de los paradigmas de la arquitectura modernista de mecánica a orgánica y que lo cambia todo. Donde la arquitectura se diseña a través de procesos regenerativos que imitan la interrelación ecológica», dice el arquitecto y diseñador croata Marko Brajovic.

Foto de Josh Withers en Unsplash

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Pandemia: memoria y transformación FERNANDO GANDOLFI Arquitecto UNLP. Decano UNLP (2014-22). Profesor Titular de Arquitectura e Historia de la Arquitectura. Director del Instituto Historia, Teoría y Praxis de Arquitectura y Ciudad (HiTePAC) y de la Maestría en Restauración e Intervención del Patrimonio Arquitectónico.

urbanas y arquitectónicas fundacionales; como la Ville Radieuse (que resplandece, como el sol) de Le Corbusier o el sanatorio «para tuberculosos» de Paimio, de Aalto, cuando los únicos medios para afrontar esa enfermedad eran la «exposición al sol y al aire puro».

Novedades de ayer

Estado y Mercado

A esta altura —de la pandemia por COVID-19— resulta inevitable tener la sensación de que ya todo se ha dicho respecto al aislamiento domiciliario y sus consecuencias, desde la perspectiva de distintos campos de conocimiento. De todos modos, si hacemos un balance en el ámbito de nuestra disciplina, se trata de la exacerbación de aspectos ya latentes en la «anterior vida» y que, en todo caso, han alcanzado una inusitada crudeza y visibilidad a escala global. En este sentido, las condiciones deficitarias de millones de viviendas y miles de ciudades afectadas no son una novedad, pero se presentan como un problema amplificado por las principales situaciones que impone la emergencia sanitaria: permanencia prolongada en las casas y restricciones en el uso del espacio público.

Si bien entre tantas otras búsquedas, las de L.C. y E. May respecto a la vivienda colectiva coincidían en la necesidad de industrializarlas, el ideal del primero nunca se apartó de su idea de «inmuebles-villa» (168+48 m² de terrazas) mientras las del segundo derivaron en la «vivienda que satisface las necesidades básicas de la existencia», de 50 m². A pesar de que May señalara en el II CIAM (Frankfurt, 1929) la necesidad de intervención del Estado en la producción de viviendas para controlar la especulación inmobiliaria, sería «el mercado» el que se apropiaría de la idea del existenzminimum para aumentar sus ganancias.

Cuerpos y ambiente Precisamente, la asociación entre los efectos de «las pestes» y la necesidad de mejorar el «estado sanitario» de viviendas y ciudades se remonta a los orígenes de la vida urbana, pero tuvo un punto de inflexión en los casi cien años que median entre el inicio de los trabajos de E. Chadwick en Reino Unido para mejorar las condiciones sanitarias de la población que hoy llamamos vulnerable, en 1832, y el lustro que se extiende entre 1925 —cuando Calmette y Guérin desarrollaron la vacuna contra la tuberculosis— y 1930, con la primera demostración de la utilidad médica de la penicilina, descubierta por Fleming dos años antes. A partir de ese momento, la intervención directa sobre los cuerpos desplazaría el interés sanitario por el ambiente a la cura de las personas.

Higienismo y Modernidad Resulta lógico que las acciones tendientes a combatir las epidemias se hayan concentrado en los lugares antes que en sus habitantes, cuando se pensaba que las enfermedades eran transmitidas por miasmas. Por eso es claro que los orígenes de la Arquitectura Moderna estén ligados a los ideales higienistas, ya que la luz solar y la circulación del aire ocuparon un lugar significativo en las propuestas • 16

A desurbanizar, a desurbanizar A partir de la experiencia fundacional de las garden cities, desde principios del siglo XX se ha generado un fenómeno de rechazo por la ciudad —al menos a «la gran ciudad»—, condenatorio de la alta densidad, el aglomeramiento céntrico, las congestiones y los excesivos tiempos de traslado, entre otros, y laudatorio de las «utopías verdes». Por otra parte, las crisis económicas y las transformaciones tecnológicas dejan una estela de abandono y degradación de amplios sectores urbanos; tierra fértil —literalmente— para ensayar la ruralización de las ciudades, como búsqueda (o manifiesto) de mejores condiciones de vida, doméstica y pública. Los registros son numerosos y variados: desde el land-art de Agnes Denes (en especial Wheatfield - A Confrontation, N.Y.,1982) a los más de 130 huertos urbanos de Milán proyectados por Claudio Cristofani desde 2009, pasando por guerrilla gardening, en Reino Unido; sin olvidar el llamado precursor de W. Churchill a convertir los jardines domésticos en victory gardens durante la II Guerra, como una forma de resiliencia urbana.

Adiós mundo cruel (Casi) toda película apocalíptica o post que se precie se desarrolla en el marco de fenómenos de desurbanización provocados por alguna catástrofe natural o humana, cuando esta distinción resulta posible. Huir de la ciudad es la faceta más radical de la desurbanización. Justamente,


a poco más de dos meses de desatada la pandemia en la ciudad de Wuhan, se inauguraba en el museo Guggenheim de N.Y. la muestra Countryside, The Future, de AMO/ Koolhaas. La proximidad de las fechas hizo pensar en otro género, el de anticipación; pero el proyecto que dio lugar a la muestra llevaba cinco años de desarrollo con el objetivo de «investigar transformaciones ambientales, políticas y socioeconómicas urgentes en áreas no urbanas». De todos modos, la «vuelta al campo» parece sólo reservada en nuestro medio a los desarrollos inmobiliarios de alta gama en los que la ilusión de la vida rural se nutre de las regulaciones que restringen la densidad, alientan la rusticidad aparente de las viviendas y decoran el paisaje tratando de no espantar fauna autóctona e insertando ganado telúrico.

Villa miseria también es América El panorama de la mayoría de nuestras ciudades dista de las utopías y son los «asentamientos», «barrios populares» y «cerrados» los que suelen delinear el difuso límite entre campo y ciudad. La nueva peste mantuvo por un tiempo la ilusión de ser propia del sector social que funcionó como su vector, haciendo viajar el virus por avión e invirtiendo la lógica de las epidemias tradicionales propagadas desde los sectores más vulnerables. Pero una vez que llegó al fértil terreno del hacinamiento, las ausentes o deficientes condiciones de infraestructura pública, las viviendas con mínimas condiciones de iluminación y ventilación natural, a los pasillos y estrechos, espontáneos e indiferenciados espacios públicos, renació la vieja guardia higienista: pensar en las condiciones de «los pobres», más para resguardar el bienestar del resto, que para preservar la vida de ellos.

Medianeras

Tráfico en las ciudades Por otra parte, en el marco de la pandemia, recrudecieron las contradicciones entre «peatones y automóviles»: mientras se trata de incrementar el espacio peatonal, se alienta el uso de los vehículos privados en desmedro del transporte público; si a esta ecuación sumamos «la ciudad en el campo», sólo la Motopía de G. Jellicoe podría resolverla: «Ningún coche podrá invadir el espacio sagrado del peatón». Lo que hace diez años proponía para una París policéntrica el equipo Rogers Stirk Harbour («La generación de proximidad disminuye la necesidad de viajar») renace como novedad con «la ciudad de los quince minutos».

Memoria y transformación Buena parte de lo que la pandemia generó quedará; como memoria y factor de transformaciones que, si bien no estarán a la altura de lo imaginado, quizá mejoren las condiciones presentes que sufren millones de personas. Conformaría pensar en la intención del Estado de brindar las posibilidades de acceso a un «habitar digno» (en cantidad y calidad) a los sectores más postergados, que no se llame «vivienda» (ni se permita construir como tal) a micro-departamentos de 18 m², que los espacios públicos equipados no sean privilegio de las áreas céntricas de las ciudades y que las utopías de vida bucólica no constituyan una escenografía elitista a expensas de áreas productivas y/o en desmedro de otros modos de habitar. Y que el distanciamiento personal (no «social») sea una opción y no una condición de vida. • <

Paralelamente, en la «ciudad media» se descubrió que los departamentos pueden ser una vivienda permanente, o sea, de 24 horas por día, los 7 días de la semana… y desarrollar en ellos (casi) todas las actividades que normalmente requieren de otros espacios. Y el espacio, los espacios,

fueron redescubiertos en su disponibilidad, pero sobre todo en su necesidad y en la mayoría de los casos, ausencia; al igual que el sol y el «aire puro» (esa antigüedad); y balcones, terrazas y patios, y ventanas, orientación y vistas…

«Promotores de la salud», Villa Azul. Foto: Franco Fafasuli (Infobae) 17 •


Regreso a la casa como refugio Un punto de vista antropológico

BLANCA SALA LLOPART Licenciada en Antropología sociocultural por la Universitat de Barcelona y Doctora por la Universitat Politècnica de Catalunya en la ETS de Arquitectura. Especializada en Antropología del Espacio y de la Arquitectura.

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a casa, entendida como el hogar construido, ha tomado diferentes formas en las distintas culturas, respondiendo a diferentes entornos naturales y a diferentes modos de ver el mundo, de organizarse socialmente, de comportarse o de comunicar. Es una muestra y un testimonio de gran valor de la riqueza cultural de la humanidad. Pero detrás de esta diversidad hay unas características comunes, compartidas. Lo han estudiado ampliamente historiadores y antropólogos mediante el método comparativo. La casa es la materialización de los conceptos de refugio, de centro, de microcosmos, de templo, de ser humano, de herencia, de familia. La casa no es simplemente un espacio construido que funciona como continente, sino que es un espacio habitado que condensa multitud de contenidos y funciones, y por lo tanto es también un espacio de significaciones. Es lo que distingue la casa humana de los habitáculos o refugios que construyen otras especies animales. La casa humana va más allá de ser un instrumento para la supervivencia y más allá de ser un mero instrumento para la resolución de los aspectos prácticos de la vida cotidiana. La casa no es ni una «máquina para vivir» ni tampoco es una «escultura para vivir», sino que es un «lugar para vivir».

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Sin embargo, el modelo de sociedad moderna que surge en occidente a partir de la era industrial rompe con esta concepción. Es el modelo que se ha globalizado y que ha empujado a la sociedad a funcionar a partir del concepto de progreso. Ha priorizado la innovación a la tradición, lo nuevo a lo viejo, el cambio a lo estable, lo efímero a lo permanente, lo aparente a lo esencial, la forma al contenido, lo material a lo espiritual, la acción al pensamiento, lo racional y lo práctico a lo simbólico, la tecnología a lo manual, la cantidad a la calidad, el consumo a la contemplación, el estándar a lo diferente. Y todo esto ha impregnado tanto la casa misma como la manera de vivir en ella. Este modelo, además, ha tenido otra consecuencia importante: ha priorizado el tiempo en detrimento del espacio. Esto se concreta en que la vida debe vivirse aceleradamente, bajo un concepto de lo que es «aprovechar el tiempo» que implica colmarlo de actividades, unas actividades que mayoritariamente se desarrollan fuera del espacio privado. El disfrutar de la quietud sin estar pendiente del reloj se relega a momentos muy acotados. En la era digital, a todo esto se le añade otra variable: la expansión del espacio virtual en detrimento del espacio físico. Las personas ocupan muchas horas del día conectadas e inmersas en un espacio virtual a través de un aparato de tecnología digital (teléfono móvil, ordenador, tableta). Lo llamamos «espacio», pero en realidad no tiene una materialidad tangible. Cuando está conectado a este espacio virtual el individuo puede estar en su casa físicamente, pero en realidad no lo está ni mentalmente ni emocionalmente, ya que pierde gran parte de la conciencia de presencialidad en el espacio material en el que está situado.


En el invierno de 2019-20 se extiende la pandemia del coronavirus1 y esto lleva al confinamiento de la población dentro de sus casas. Es como si el tiempo se hubiera detenido y ahora el protagonista pasa a ser el espacio. En este momento comienzan emerger aquellas carencias y disfunciones que habían quedado escondidas o aparcadas en lo que se refiere al espacio de la casa. Las crisis son encrucijadas que ofrecen la oportunidad de observar y analizar la realidad en la que vivimos para reformularla con el objetivo de mejorarla. Es importante no perder la oportunidad ya que, cuando se vuelve a una situación de calma, la tendencia es volver a aparcar las cosas. ¿Qué ha pasado cuando la gente ha tenido que pasar semanas encerrada en casa? Muchos han buscado una vía de escape en el espacio virtual, pero incluso los más adictos han acabado sintiendo el exceso de la pantalla y se han topado cara a cara con el espacio de su casa. ¿Y qué se han encontrado? Muchos se han encontrado con que viven en familia las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Las relaciones entre sus miembros se intensifican y toman importancia en un momento en que hay necesidad de recibir un apoyo emocional. La casa se había convertido en una suma de espacios privados individuales y había ido perdiendo el ser un espacio de relación y convivencia. Vuelven pues a tomar importancia los espacios compartidos (la sala de estar, el comedor, la cocina, la terraza), aunque se estén desarrollando actividades individuales. El hogar ha vuelto a ser el apoyo para alimentar los vínculos entre los miembros de la familia. Esto no quita el hecho de que en nuestras sociedades es necesario el mantenimiento de un equilibrio entre la presencia y uso del espacio privado y del espacio público, que durante el confinamiento se ha roto. También se ha hecho más evidente la vigencia del carácter femenino de la casa y las tareas asociadas a ella, que no parece casar con la idea extendida de que la moderna sociedad occidental ha alcanzado una igualdad entre mujeres y hombres. Habría que hacer una investigación de trabajo de campo para estudiar hasta qué punto los hombres han empezado a integrar este espacio también como propio.

La casa en realidad es un refugio, es decir que es un espacio para resguardarse del clima, de los animales o de otras personas, e históricamente también de las epidemias. Y el sentimiento de protección y seguridad no sólo lo da su efectividad material sino otros factores como estar acompañado de otras personas (por eso durante la pandemia las personas que viven solas lo han pasado peor), tener alimentos y las cosas esenciales para sobrevivir (en este sentido ha habido momentos de incertidumbre). La casa no es sólo un lugar donde estar seguro, sino un lugar donde sentirse seguro. También representa un refugio frente a la actividad y el estrés de la vida en el exterior. Es un lugar de descanso donde reponerse físicamente pero también psicológicamente. Esto implica que haya un fuerte vínculo de identificación entre la persona y su casa, y que este vínculo se vaya alimentando cuidándola y disfrutándola de manera consciente con los cinco sentidos. Además, hay una correspondencia simbólica entre el orden del universo, el orden de la casa y el orden interior de la persona: el orden da sensación de seguridad y de control, y, por lo tanto, de tranquilidad. Hay personas que no han iniciado o no han retomado todo este proceso hasta que se han encontrado con la situación de confinamiento debido a la pandemia. Tras un sentimiento de claustrofobia y de un síndrome de abstinencia del espacio público de los primeros días, las personas se han ido habituando al espacio de la casa y han establecido un vínculo más estrecho con ella. Han tomado conciencia de su importancia, de su papel vital como refugio y como centro estable de referencia. La comunicación a distancia entre las personas, por ejemplo, se establecía de casa a casa, cada uno desde su centro. En la sociedad, cuando hay una pérdida, una carencia o un desequilibrio que afecta a las necesidades estructurales, la situación se puede sobrellevar durante un tiempo; pero tarde o temprano encuentra el modo y la brecha de oportunidad para hacerse oír. • 1. La autora se refiere al invierno boreal (N. de la E.)

Hasta ahora, a las personas la casa les ha sido útil para las rutinas de su vida cotidiana: descansar, asearse, vestirse para salir a trabajar, cocinar, comer, ver la televisión, guardar sus pertenencias, etc. Pero la casa es mucho más que un objeto práctico y cómodo. El ser humano no suele pensar de manera consciente en aquellos aspectos o necesidades que no le son tan evidentes. Por ello la herencia cultural los conserva y los perpetúa a través de los arquetipos culturales, de las tipologías constructivas, del lenguaje, de los simbolismos, de los hábitos, de las tradiciones, etc. Pero cuando la sociedad pierde parte de esta herencia —tal como ha sucedido en la sociedad occidental moderna—, entonces muchas de sus necesidades no están cubiertas. Es lo que ha sucedido en el caso de la casa.

< Foto: Emilia Sardin 19 •


Argonautas de la resiliencia LAURA NOVIK Consultora en diseño, futuro y sustentabilidad para clientes como Promperú, Prochile, H&M, View Publishers. Profesora en la Licenciatura en Diseño, Maestría en Marketing y Comunicación, UdeSA. Directora Diplomado Diseño Estratégico de Colecciones PUC, Chile.

«No vamos a ser capaces de pilotar nuestra Nave Espacial Tierra durante mucho tiempo más, a no ser que entendamos que es nuestra única Nave, y que nuestro destino es común. Tenemos que ser todos, o no seremos ninguno.» Richard Buckminster Fuller

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El mundo entero se está refugiando en su lugar, pero ya no estoy en la Tierra» reza la webpage del proyecto Shelter in Dome (en castellano, «Refugio en la Cúpula»), una misión-desafío de vida, estructurado bajo las reglas de la cuarentena y refugio en el lugar. Mientras la humanidad vivía la irrupción del COVID-19 como un problema, un freno o punto muerto al seguimiento de los proyectos programados, otros usaron la situación como punto de partida para un viaje de exploración sobre el encierro en un hipotético contexto espacial. «¿Podemos usar nuestra imaginación para emerger más fuertes, más resistentes, y crear un futuro más brillante?» Con esta pregunta prospectiva diseñaron una «misión análoga», una situación en la Tierra que reproduce en el cuerpo humano efectos semejantes a los que viven los viajeros espaciales. La NASA está ligada a varias de estas misiones analógicas, un tipo particular de estudio que proporciona datos útiles para preparar a los astronautas en las misiones de larga duración.1 El Refugio en la Cúpula es un análogo tripulado por Héroe Orestes, el habitante de un módulo habitación geodésico de seis metros de diámetro, con varias estaciones de trabajo e investigación, una estación de cultivo hidropónico, espacios para almacenamiento, cocina equipada con raciones, espacio de vivienda y de recreación. En medio de la pandemia y durante treinta días, el tripulante se aisló y recolectó datos de su propia evolución física, mental y emocional. Entre tanto, a medida que los contagios y las muertes se elevaban en número y saltaban fronteras, el mundo experimentó poderosas transformaciones a escala individual y colectiva. Pronto comenzamos a imaginar el día después. La idea de una futura «nueva normalidad» apareció mucho antes de darnos cuenta o de aceptar que nada volverá a la normalidad. • 20

Desde entonces, y durante los sucesivos meses, nuestras ropas, hogares y ciudades se convirtieron en cáscaras con fisuras que remendamos mediante nuevos hábitos de comportamiento, nuevos hábitos vestimentarios y nuevas habitaciones. Nos somos los mismos habitantes desde el COVID-19. Hoy manejamos un compendio de habilidades que podríamos reconocer en los miembros de las tripulaciones de las aventuras espaciales, o las exploraciones a desiertos, cascos polares o selvas tropicales. Los leímos en las novelas, los vimos en el cine, y con asombro descubrimos paralelismos entre las expediciones a entornos extremos y las prácticas de supervivencia y distanciamiento social que estamos experimentando en el cotidiano. Al igual que Héroe Orestes, construimos «refugios en nuestros hogares», con mapas-planos de circulación; zonas de acceso y compuertas de exclusión; rigurosos protocolos de recambio vestimentario; normas de higiene y esterilización; programas de mantenimiento físico y mental. Fuimos dotando al «refugio» con todos los instrumentos y conocimientos. Al fin y al cabo, las expediciones exitosas dependen entre otras cosas, de la autosuficiencia y la tolerancia al aislamiento. En este punto, surge un nuevo territorio para explorar a partir de instrumentos proyectuales alternativos como el diseño prospectivo o el diseño especulativo. Un ejemplo fundacional, que se utilizó en el Taller de Prospectiva dictado en la Universidad de San Andrés2, es el trabajo de investigación que desarrolló en 2016 Lucy McRae. Autodenominada «arquitecta del cuerpo», su cortometraje Instituto del Aislamiento —alineado dentro de las corrientes del diseño ficción— propone la posibilidad de implementar dispositivos arquitectónicos con programas de acondicionamiento y adaptación física, focalizados en los desafíos del aislamiento o la experiencia extrema como estrategia para entrenar la resiliencia humana. Pensados para entrenar a los futuros colonos de Marte, plantea cuestiones que resuenan especialmente ahora, que a nivel global el miedo y agobio dan forma a tensiones sociales. «¿Podríamos diseñar el aislamiento? Si el cuerpo puede resolverse en un ambiente de aislamiento, ¿seríamos más resistentes, más rápidos para adaptarnos y más optimistas cuando enfrentamos los obstáculos de la vida más allá de los límites de la Tierra?» se pregunta McRae. La arquitectura al servicio de la evolución de la biología humana nos provoca con nuevas preguntas.


solitaria»7. La barca inflable está equipada con una bomba de aire que puede respirar, creando una burbuja alrededor del viajero, abrazándolo con su movimiento de expansión y compresión. Un cascarón orgánico para reconfortar a un único ocupante que se adentra en lo desconocido. Mc Rae nos interpela «¿Te dejas caer por el borde cuando alcanzas el horizonte o te acercas más a la verdad cuando le das la espalda al miedo?» La obra, ideada para la exposición Sentimientos reales, que explora la relación entre las emociones humanas y la tecnología, también nos permite visualizar cómo operamos frente al miedo a lo nuevo. Quizás, desde esta comprensión, nos atreveremos a pensar lo imposible para crear desde el proyecto nuevas posibilidades más que nuevas normalidades. • 1. Analog Missions, NASA www.nasa.gov/analogs / 2. La Licenciatura en Diseño de la Universidad de San Andrés incluye el Taller de Prospectiva en el Ciclo de Fundamentos, etapa introductoria de la carrera. / 3.«La OMS modera sus expectativas y cree que la vacuna de la covid-19 no estará disponible masivamente antes de 2022». Diario El País, 9 de septiembre 2020. / 4. Victoria Gil. «Coronavirus l ‘Esta no es la última pandemia’: la advertencia de los científicos ante la ‘tormenta perfecta’ para nuevas enfermedades». BBC News, 9 de junio 2020. / 5. Gottfried Semper. The Four Elements of Architecture and Other Writings. Cambridge, 1989. / 6. Juan M. Zafra. «Coronavirus | Entrevista a Jeremy Rifkin: ‘Estamos ante la amenaza de una extinción y la gente ni siquiera lo sabe’». BBC News, 29 de abril 2020. 7. Lucy Mc Rae. «Balsa de supervivencia solitaria». Exposición Real Feelings, Haus der elektronischen Künste Basel (HeK), Suiza, 2020. <

Durante las últimas semanas supimos que la OMS no cree que la vacuna esté disponible masivamente antes de 20223; y los científicos alertan que esta es la primera gran pandemia de otras que viviremos en los próximos años.4 Estas perspectivas, sumadas a la crisis social y económica provocada por el virus, confrontan a las disciplinas del proyecto e invitan a cuestionarlo todo, a pensar en nuevos modos de hacer, funcionales a la vida y no al revés. Quizás es un momento para que las disciplinas del proyecto retomen la conciencia social y política que alguna vez tuvieron para crear entornos que nos cobijen y protejan a todos los seres vivos del planeta. La propia organicidad del virus guía el surgimiento de nuevas sensibilidades y nociones sobre la justicia y el equilibrio de los ecosistemas. Desde esta noción, el proyecto Nave, del artista brasilero Ernesto Neto, ofrece una perspectiva que entiende a la naturaleza como motor vital y que proclama la necesidad de reconexión a nivel espiritual. Su obra, en continua evolución, ofrece una visión única sobre el equilibrio universal y la relación desde nuestros cuerpos con el Todo. Nave se manifiesta mediante un tipo de arquitectura orgánica (como el virus que nos amenaza), una membrana que nos transporta al origen textil de la arquitectura5, y que se expande como un útero para todos los habitantes, «que sugiere una mayor hermandad: el mestizaje total, la cultura humana». En este punto, posiblemente el mayor temor de nuestra cultura sea no tanto el virus sino la inercia en la que vivimos, y que nos arrastra al borde de la extinción, según alerta el economista Jeremy Rifkin.6 Nuevamente Lucy McRae analiza el impulso humano de explorar nuevas fronteras y el miedo a lo desconocido con su «balsa de supervivencia

Nave Voadora, de Ernesto Neto. 1999. Tul, tejido y media de poliamida, bolas de poliestireno, cúrcuma y arena. Cortesía del artista y galería Tanya Bonakdar, Nueva York / Los Ángeles.

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¿Y ahora qué? Imaginemos una ciudad vivible • 22


ZAIDA MUXÍ MARTÍNEZ Doctora Arquitecta y Profesora de la Escuela técnica superior de Arquitectura de Barcelona.

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uiero dedicar este texto para proponerles que pensemos y que imaginemos cómo podrían ser los barrios, las ciudades y los territorios en los que la vida se sitúe en el centro; en las experiencias y necesidades de quienes los habitamos cotidianamente. Aunque en estos días de pandemia se haga difícil pensar en una vida cotidiana tranquila, sin restricciones ni miedos, tal vez por ello también es un buen momento para repensar nuestros espacios urbanos. Yo les voy a hablar desde una perspectiva de género y feminista. ¿Qué quiero decir con ello? Por un lado, la perspectiva de género es una metodología analítica que nos hace observar las diferencias, muchas veces desigualdades, que toleramos debido a esa asignación socio-cultural de ser hombre o mujer, y su consiguiente rol asignado en el uso de la ciudad, en los tiempos, los trabajos, las maneras que nos movemos, la seguridad y el acceso a recursos y oportunidades. Por otro lado, el feminismo es una posición política y filosófica, que de manera sintética y simplificada lo podemos resumir en que «Es la idea radical que las mujeres somos personas», según una propuesta de definición acuñada por Marie Shear en 1986. ¿Y cómo se relaciona con las ciudades? Como base, reconociendo que nuestras ciudades (desde el territorio al barrio, tanto la gran ciudad como el pueblo) han sido pensadas desde una supuesta lógica y experiencia neutral y universal; sin embargo, lejos de ser así, esa universalidad y neutralidad han escondido una experiencia exclusiva y excluyente de hombres, de clases privilegiadas, que han entendido que su saber y su experiencia era válida para todas las circunstancias que atraviesan a las diferentes personas que habitamos un territorio. Esa experiencia parcial, reforzada por la invisibilidad que desde el género masculino se ha generado hacia las tareas y necesidades del género femenino, ha resultado en ciudades en las que se hace muy difícil, cuando no imposible, poder cumplir con las tareas de la reproducción y la producción a la vez, o lo que es lo mismo las tareas asignadas al género femenino y al masculino respectivamente. Se hace difícil, para hombres y mujeres (aunque más a las mujeres por las cargas de tareas que se nos asignan), una vida plena en las cuatro esferas que deberíamos desarrollarnos: la esfera propia, la esfera comunitaria (asociativa de todo tipo), la esfera reproductiva o de los cuidados o de la labor y la esfera de la producción o el trabajo remunerado. Por ello mi propuesta, que hemos ido construyendo colectivamente en diversas ciudades, es repensar, revisar, revelar cómo es nuestra vida en el territorio, en la ciudad y en el barrio. Entender nuestro día a día, nuestras tareas, por qué y cómo nos movemos, a quién acompañamos, con qué dificultades o apoyos nos encontramos en esa cotidianeidad. Se trata de un trabajo que nos permita entender nuestros entornos en función de las necesidades cotidianas, y para ello se tiene que ahondar en aquellas características vistas y entendidas desde el hetero-patriarcado como menores: ¿hay espacio adecuado para caminar, para llevar carritos de bebé, de la compra o sillas de ruedas? ¿Los espacios que

< Foto: Emilia Sardin

recorro tienen infraestructuras cotidianas de soporte, como pueden ser bancos, lavabos, cambiadores para infantes…? ¿Son los recorridos seguros, están iluminados, hay actividades diversas a pie de calle…? ¿Hay gente que me acompañe con su presencia haciendo que me sienta segura o lo contrario? ¿Cambio el recorrido más corto por otro más largo y seguro? ¿El transporte público es efectivo y eficiente para mis necesidades y de personas dependientes? ¿Y sus horarios? ¿Los equipamientos y servicios dan apoyo a mis necesidades cotidianas en horarios y funciones? Si realizamos estas preguntas en encuentros con otras mujeres y hacemos caminatas colectivas podemos construir un cuerpo de conocimiento basado en la experiencia múltiple y variada que se hace imprescindible para reformar y mejorar nuestras ciudades para las personas que las habitamos. No hay razones de menores o menos importantes. Ello nos lleva otra reflexión general, más abstracta, que tendríamos que hacer como sociedad y como civilización: hemos construido unos valores y unas prioridades alejadas de la vida, separados de las nociones imprescindibles de interdependencia y ecodependencia. Nuestras sociedades son estructuras piramidales, jerárquicas y destructivas; en la cima el macho de la especie humana y abajo en la pirámide las mujeres, la naturaleza, y la tierra. Pirámide basada en la falsa creencia del crecimiento y la extracción de recursos (que son las capacidades naturales, tanto humanas como animales, minerales y vegetales). Por ello tenemos que trabajar en la reestructuración de esa concepción piramidal en una estructura en red, circular, en la que todos y todas tenemos los derechos y responsabilidades. Los seres humanos, como otros seres vivos, somos ecodependientes, lo que quiere decir que dependemos del medio que nos alberga para vivir, no somos y nunca seremos autónomos, dependemos de nuestra casa que es la tierra y el conjunto de relaciones que posibilitan nuestra vida. A su vez, somos interdependientes, dependemos de otros seres humanos, y esto es especialmente evidente en la primera infancia y en la vejez, pero no solamente en esos períodos de vida, ya que diariamente necesitamos cuidados de diversa índole (de nuestros cuerpos, de nuestra alimentación, de nuestro espacio…). Poner la vida, las vidas, en el centro no solo es posible sino deseable y necesario. Construir ciudades en que la naturaleza sea parte de ellas, una naturaleza respetada, con sus espacios y tiempos, y no constreñida a ser los restos inhóspitos de nuestros entornos. Necesitamos la naturaleza, no puede ser un lujo. Podemos imaginar otras ciudades posibles en las que la vida de las personas, y todos los seres vivos, anteceda al lucro y la ganancia. Las ciudades son reflejo de nuestros intereses y pugnas como sociedad, aunque también nos condicionan mental, simbólica y físicamente. Podemos imaginar y transformar nuestras ciudades, ¿lo hacemos? •

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La normalidad no es destino LEONARDO GIAIMO Arquitecto UBA, doctorando en urbanismo por la FAUD-UNMDP, activista LGBTI+ en 100% Diversidad y Derechos, militante del urbanismo feminista en Ciudad del Deseo y referente de Urbanismo Queer.

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provecho este espacio para compartir algunas ideas alrededor de los puntos de intersección entre arquitectura, urbanismo y activismo, en contexto de cuarentena. ¿Qué aportes podemos realizar desde la perspectiva LGBTI+ al urbanismo? ¿Qué prácticas en el habitar se sostienen en la nueva normalidad, en las ciudades post pandemia? ¿Cuál será el lugar de nuestras identidades en ella? Debo aclarar antes de continuar que estas ideas las entiendo comunitarias, que hay una cierta ética de construcción colectiva que comparto y, privilegios mediante, quienes conservamos servicios de redes con los cuales sostener la conexión, pudimos participar en vivos, zooms y otras virtualidades formadoras vinculadas especialmente, en este caso, al urbanismo en clave feminista. Desde los feminismos hay advertencias muy específicas acerca de lo urbano, lo construido y lo ideal, lo futuro: ¿cómo deberían ser las ciudades para ser accesibles y seguras para todas las personas? ¿Cuáles son las desigualdades que enfrentan las mujeres en la ciudad? A esos aportes nos vinculamos desde la perspectiva de las disidencias sexuales. Y estos discursos se vieron potenciados porque la propia vida urbana, tal como la entendíamos, fue puesta en crisis por el virus y la estrategia de salud pública de aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO). Tener una casa fue el primer privilegio indispensable que, desde nuestra comunidad, advertimos que no todas las personas que la conformamos podríamos cumplir. Los pocos informes que dan cuenta de la realidad de las personas travestis y trans que habitan nuestras ciudades, visibilizan la exclusión estructural a las que el estado y la sociedad han relegado a las personas que habitan una identidad trans o por fuera del binario hombre/mujer. ¿Cuáles son las consideraciones específicas a tener en cuenta a la hora de incluir en políticas habitacionales a las

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personas travestis, trans y no binaries? ¿Cuándo van a realizarse estadísticas públicas desde las instituciones de gobierno pertinentes que den cuenta de la situación, en pos de comenzar a dar soluciones habitacionales y de inclusión en la ciudad a estas personas? ¿Cuándo vamos a dejar de encuestar/censar en términos binarios excluyentemente? Quienes contábamos con vivienda, y como la cuarentena comenzó con un otoño con aires primaverales, los primeros días los transcurrimos prácticamente en el balcón, elemento voladizo que se vio súbitamente transformado en extensión semi-cubierta de todas las funciones de la vida doméstica que ahora, forzadamente, hacíamos caber allí «afuera» (hubieran estado proyectadas en su uso o no). Una nueva función simbólica que adquirieron los balcones, especialmente los frentistas, fue la de proyectar la vida «íntima» sobre la vía «pública». Corridas todas las fronteras, la vida privada se encontró expuesta y compartida masivamente. En ese espacio se desdibujaron, como nunca, los límites de la propiedad y la privacidad, y aunque técnicamente el balcón se proyecta sobre la línea oficial, siempre fue como «hacer trampa» y estar en la calle (o sobre ella), pero ahora que la calle era territorio del deseo, la sensación de habitarla calmaba la ansiedad. Desde los balcones comenzamos por observarnos: quién aplaudía a las nueve y quién no; quién «caceroleaba» y quién no. Nos íbamos marcando. Desde nuestro balcón, con mi marido, advertimos que esta exposición era también como la que practicábamos en la calle al ir de la mano o demostrarnos afecto en la vía pública, visibilizábamos que en este balcón hay una familia de dos hombres, casados en primeras nupcias, eso sí, porque accionamos una ley que reparó casi ciento cincuenta años de diferencia con el matrimonio civil heterosexual. Entonces este dispositivo arquitectónico (el balcón) que se convierte en pantalla, proyecta una domesticidad diversa, otros modos de habitar. Y pese a que lo público siempre tuvo esa condición de compartido, las «buenas costumbres» fueron el prejuicio mediante el cual a ciertas prácticas de la vida se las mantuvo en la


Una mirada queer¹ sobre el urbanismo en tiempos de cuarentena clandestinidad, a las manifestaciones afectivas «desviadas» se las sostenían únicamente «entre cuatro paredes», «puertas dentro», «no enfrente de los niños» (¡cuántas metáforas de segregación tienen lenguajes espaciales!). Ahora estábamos encerrados por obligación e independientemente de nuestras orientaciones e identidades. Más allá de este período, en realidad la calle nunca fue para todes, aunque el ASPO nos iguale temporalmente e inclusive lo podamos leer como un ejercicio colectivo de empatía, la calle siempre fue territorio en disputa. Cuando digo todes me refiero, especialmente, a las personas que la deseamos habitar de acuerdo con la identidad y la expresión de género con la que nos percibimos, independientemente del sexo que nos asignaron al nacer y los parámetros normativos que imperan y adoctrinan nuestros cuerpos urbanos. Vivir y habitar libremente de acuerdo a nuestro género autopercibido, atenta la Ley 26743 y acorde a la afectividad y sexualidad que nos place. Ese derecho es restringido en la ciudad por barreras físicas y simbólicas que nuestras prácticas y profesiones reproducen: la arquitectura y el urbanismo son ejercidos con sesgo, no son neutrales. Para poner un claro ejemplo, pensemos las fronteras en las que se convierten las puertas de los sanitarios públicos identificados únicamente por sexo y en clave binaria: hombre o mujer. La ciudad está completamente programada en pares dicotómicos: público/privado, productivo/ reproductivo, natural/artificial… ¿Hay una planificación urbana más allá del binarismo? ¿Cuáles son las categorías que usamos para abordar el proyecto urbano? ¿Qué categorías son excluidas de las consideraciones a la hora de hacer ciudad? Esta «nueva normalidad» puede ser una oportunidad de revisar las prácticas. En la normalidad, las disidencias recibimos insultos y violencias en la vía pública porque aún faltan acciones positivas que eduquen contra la discriminación; en la normalidad, las personas no binarias y trans vemos siempre comprometido el derecho a la ciudad porque para acceder a ella hay que usar

máscaras (anteriores a los barbijos) que nos «disimulaban» en el entorno y con los que esquivamos algunos golpes; en la normalidad, las personas LGBTI+ no pudimos habitar nuestras afectividades en la calle, porque siempre hubo alertas y estigmatización sobre nuestras sexualidades y transitamos solamente un recorte del espacio público, con suerte, a determinadas horas y en determinados lugares para andar con cierta sensación de seguridad. En la normalidad nos expulsaron del hogar al manifestar nuestras identidades y orientaciones, negándonos también el espacio privado. Ante el rechazo planteamos que lo personal es político y problematizamos nuevamente algunas categorías establecidas, conceptos que también pueden ser leídos en clave urbana. ¿Qué podemos hacer desde nuestras prácticas para alcanzar la igualdad? ¿Cómo podemos evitar reproducir barreras físicas y simbólicas en la ciudad? ¿Quién(es) y para quién(es) van a diseñar las ciudades post pandemia? Comparto el deseo de retornar pronto a otras distancias, de recuperar los espacios prohibidos y volver a esas estructuras físicas que nos daban soporte, pero espero que la reflexión haya cambiado los paradigmas para que no repitamos las mismas lógicas. Físicamente el espacio urbano será el mismo, no volvamos a habitarlo como antes, volvamos mejores. Que la normalidad no sea destino. •

¿Qué podemos hacer desde nuestras prácticas para alcanzar la igualdad? ¿Cómo podemos evitar reproducir barreras físicas y simbólicas en la ciudad? ¿Quién(es) y para quién(es) van a diseñar las ciudades post pandemia?

1. Queer: término «paraguas» para nombrar identidades, teorías y prácticas que cuestionan lo establecido desde una perspectiva de políticas y estudios de género.

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Diez ideas para la nueva normalidad

JORGE PONCE DAWSON Arquitecto UBA. Director de Broadway Malyan en Madrid, liderando proyectos en España, Europa, Norte de África y Sudamérica. Especializado en Retail, Hospitality y proyectos de Usos Mixtos. Dicta conferencias en foros nacionales e internacionales desde hace varios años.

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a pandemia de COVID-19 es un drama global, pero a la vez, una enorme oportunidad para revisar y mejorar nuestros modos de vivir, trabajar y hacer arquitectura. Aquí van diez ideas para armar el programa de la nueva normalidad:

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Confinarnos en casa fue una suerte de ejercicio profesional, un buen modo de hacernos conscientes del hábitat que habíamos construido. Los más privilegiados descubrieron que la vivienda podía ser también oficina, gimnasio, centro educativo y lugar de recreo. La gran mayoría constató que su vivienda era insufrible para largos períodos de estancia. Esa insuficiencia de la gran mayoría de viviendas, por pequeñas e inflexibles, puede ser resuelta mediante la creación de áreas comunes que aporten lo que las viviendas no tienen, al tiempo que generan tejido social y modos de vivir basados en la colaboración y el apoyo mutuo. El coliving cobra así mucho sentido y vale la pena impulsarlo, tanto a nivel de propiedades horizontales como de agrupación por manzanas. Si no tenemos espacio para teletrabajar desde casa, podemos crear un espacio común de coworking por manzana, o un gimnasio, o un aula.

El teletrabajo ha llegado para quedarse y, bien implementado, abre una oportunidad muy clara de mejora de nuestras vidas y un funcionamiento de las empresas más eficaz y rentable. En el estudio donde trabajo, Broadway Malyan Madrid, somos cuarenta y cuatro arquitectos y diseñadores. Con la pandemia decidimos reducir el estudio a la mitad de superficie, ahorrándonos así la mitad de los gastos de alquiler. Ahora contamos con un estudio orientado a reuniones y coordinación, con un aforo máximo de la mitad del equipo, y no nos hace falta más, gracias al sistema de turnos que hemos establecido y a un reparto 50-50% entre teletrabajo y asistencia al estudio. Con el ahorro, hemos equipado las casas de nuestros compañeros y compañeras con todos los equipos informáticos necesarios, mobiliario ergonómico adecuado y contribución a los gastos extra generados por el teletrabajo en conexión wifi, calefacción, aire acondicionado y electricidad.

Vivienda y coliving

Teletrabajo y coworking


Propuestas del autor para una vida futura

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Hoteles 2.0 Si hay un sector afectado por la pandemia es el de los hoteles, dada la reducción drástica del turismo y los viajes en general. Con alguno de nuestros clientes hemos pensado una estrategia para reconvertir hoteles en centros de coliving y coworking, de modo que puedan ofrecerse a los teletrabajadores que quieren cambiar de aire por un tiempo o pasar una suerte de vacación laboral, trabajando desde un lugar más atractivo que les permita terminar la jornada y bajar a la playa o la piscina, por ejemplo. La inversión para esta transformación es muy acotada. Cada siete u ocho habitaciones es necesario convertir una o dos habitaciones en área común de esa agrupación o cluster, para que funcione como cocina y salón común, al tiempo que el lobby y todo el front of house del hotel se reconvierte en espacios de coworking.

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Es un lugar común reconocer el impulso al e-commerce que ha representado el coronavirus. Esta aceleración de su crecimiento conlleva también una crisis para su contracara, el comercio de tiendas físicas, en particular los centros comerciales. Los grandes centros de extrarradio, basados en el coche privado como medio principal de llegada, son los que más sufren. Si podemos conseguir todo lo que necesitamos a la distancia de un clic, se nos van quitando las ganas de desplazarnos lejos simplemente para comprar. Por otra parte, el virus nos ha hecho redescubrir las tiendas de proximidad, las de nuestro propio barrio, abriendo un enorme potencial para su regeneración, mediante la integración del e-commerce en su oferta y la implementación de criterios mancomunados de gestión, siguiendo el modelo de los grandes centros comerciales pero dentro de la propia ciudad. Así, surge la idea del gestor comercial de un barrio o calle, que coordine las acciones de marketing, estrategias de stock y descuentos, y ofrezca un sistema común de logística y entrega a domicilio. En nuestro estudio hemos lanzado el concepto de Retail Urbano 2.0 que confiamos se convierta en una nueva área de trabajo para el sector.

El redescubrimiento de nuestro entorno inmediato ha puesto en primer plano estrategias urbanísticas que ya se venían impulsando, como los procesos de peatonalización, la ciudad de quince minutos, la mancomunación de manzanas en supermanzanas o el modelo anglosajón denominado TOD de desarrollos basados exclusivamente en transporte público y sistemas de micromovilidad. El nuevo urbanismo de figuras como Jan Gehl cobra aún más relieve, si cabe, con sus propuestas de ciudades para la gente, para caminarlas o recorrerlas en bicicleta.

E-commerce y nuevo retail urbano

Vidas de proximidad y usos mixtos

La clave de todas estas propuestas es la apuesta por la mezcla de usos, una corrección drástica a las teorías del zoning de mediados del siglo XX. Los usos mixtos permiten reducir distancias y son la condición necesaria de las ciudades de proximidad hacia las que queremos avanzar. Por ello, es fundamental modificar nuestros marcos normativos para permitir e incentivar la mezcla de usos, muchas veces penalizada en los antiguos códigos que muchas ciudades siguen sufriendo.

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El uso de los smartphones como nuevos «exo-órganos» de organización de nuestras actividades colectivas es el pilar sobre el que se apoya un nuevo modelo de transporte concebido como servicio colaborativo. Los vehículos privados que se pasan un 90% del tiempo durmiendo en un estacionamiento tienen los días contados, por costosos, ineficaces y extremadamente contaminantes. Las nuevas generaciones lo saben bien y son las protagonistas de una revolución que ya está en marcha. Una revolución que dará lugar a la obsolescencia de ciertos equipamientos como los aparcamientos, a los que se deberá buscar nuevos usos.

Si hay un sector que vive un boom expansivo es el sector logístico, y en particular la llamada logística de última milla. Se trata de reducir los tiempos de entrega con sistemas que a su vez sean más sostenibles. Para ello es necesario disponer de almacenes de proximidad a barrios y ciudades, incluso dentro de ellas, donde los grandes vehículos de transporte segmenten su carga y la redistribuyan entre una flota importante de pequeños vehículos urbanos que hagan la entrega final de forma continuada. Por cierto, los aparcamientos subterráneos subutilizados del punto anterior pueden actuar como centros logísticos de última milla.

Nueva movilidad como servicio

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Logística de última milla

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Sostenibilidad y fin del consumismo El virus ha tenido un efecto positivo en este sentido, porque ha aumentado nuestra sensibilidad ecológica. Pienso que esa mayor sensibilidad nos está haciendo replantear modos de vivir y consumir que se han demostrado insostenibles y muy perjudiciales para nuestra propia realización como personas. En este sentido, el fin del consumismo es un cambio mayúsculo de hábito por el que debemos apostar en todos los campos.


Green New Deal La apuesta por un nuevo paradigma verde basado en energías renovables, autogeneración y reducción de emisiones es una línea de acción a la que los arquitectos debemos contribuir, convirtiéndola en el eje de todas nuestras intervenciones. Mejorar las condiciones de diseño pasivo, aislamiento y orientación de nuestros edificios, la disposición inteligente de ventanas y huecos, para reducirlos y a la vez engrandecerlos, son acciones que todo buen diseñador debe tener como prioridad hoy día. Nunca más pongamos un muro cortina, por favor.

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¡Qué viajen los datos! Antes de la pandemia me la pasaba viajando, incluso haciendo viajes de 10.000km para asistir a una reunión de un día. ¿En qué cabeza podía entrar que aquello era sostenible? Bueno, por lo pronto entraba en la mía, sobre todo cuando la reunión era en Argentina. Pero el virus nos ha ayudado, a pesar de los pesares, a repensar estas conductas tan irracionales. Hoy comienzo cada día con una videoconferencia de coordinación del estudio. He de decir que nunca fuimos tan puntuales y eficaces como ahora gracias a estos nuevos modos de funcionar. Por eso, en la nueva normalidad, que los grandes viajes los hagan los datos, que para eso están. •

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Propuestas del autor para una vida futura

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Construir Comunidades Sobre el semestre de primavera 2020 en la ETH de Zúrich

RICARDO FLORES Doctor Arquitecto ETSAB, Magíster en Diseño Urbano, ETSAB. Arquitecto UBA. Codirector con Eva Prats de Diseño de 5o año y Estudio de Diseño de Tesis Final en la ETSAB. Fundó con Eva Prats el estudio Flores & Prats en 1998. EVA PRATS Doctora Arquitecta RMIT, Arquitecta ETSAB, Barcelona. Profesora invitada en ETH, Zúrich. Profesora de Arquitectura y Planeamiento Urbano en el Posgrado de Diseño Urbano, RMIT. En 1998 estableció con Ricardo Flores el estudio Flores & Prats.

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uestro taller de proyectos Construir Comunidades, que dictamos en la ETH de Zúrich, propone trabajar en la recuperación de sectores de la ciudad de Barcelona en estado de degradación física y también social, a partir de la incorporación de un programa de viviendas y un pequeño teatro que ayude a activar una comunidad, formada de nuevos vecinos y de los que ya viven en el lugar. El taller parte de una reflexión urbana, donde los estudiantes fijan la dimensión y límites de su proyecto hasta llegar a la definición de una vivienda, pasando por todos los espacios de relación vecinal, de encuentro y socialización que enriquecen la secuencia que va desde la calle a la casa.

< Fotogramas del video de Inès Rausis: Common Kitchen, Caring Neighbours < El estudio en casa. Marina Mezzasalma y Flavia Kläy. > Derecha: Vivienda, escala 1:50. Marina Mezzasalma.

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Debido al COVID-19, este primer semestre del año trabajamos mayormente online, y los estudiantes tuvieron que pensar en los espacios de sus viviendas para Barcelona desde distintos lugares de Europa o Asia, aislados de sus compañeros y profesores, encerrados en sus casas durante meses. Las propuestas, en relación a los semestres pasados, cambiaron y también sus reflexiones y comentarios sobre la utilización del espacio doméstico y sus posibilidades de transformación. De repente las clases empezaron a enfocarse en temas que inicialmente no se trataban, como qué hacer en casa para romper con la monotonía de los días continuos sin cambio, o cómo encontrar espacios en los que desarrollar actividades que normalmente pasaban en las aulas o en otros lugares del campus o la ciudad. Al desarrollar un proyecto precisamente sobre el espacio doméstico y los lugares de encuentro y de relación entre vecinos, la situación personal que estaban viviendo estos estudiantes se trasladó directamente a sus propuestas, y las viviendas para Barcelona comenzaron a impregnarse de sus propias experiencias en Berna, Shanghái o Tokio. Estudiantes y docentes vivíamos inmersos en el propio enunciado del curso: era la ocasión de ser críticos y concentrar esa experiencia en una propuesta de vivienda y comunidad que respondiera a sus propias reflexiones. Como nuestro taller se desarrolla mediante dibujo a mano y maquetas, la primera experiencia a la que tuvieron que enfrentarse estos estudiantes al volver a sus casas por el confinamiento fue la de tener que construirse un pequeño taller donde poder trabajar días enteros en grandes planos y maquetas. Ante esta primera dificultad comenzaron a

organizar rápidamente un lugar donde la presencia de los documentos que contenían sus ideas y observaciones les ayudara a avanzar, representando una continuidad mental con el taller en la ETH de Zúrich que acababan de abandonar, en un intento por minimizar la desconexión con su comunidad académica. Un estudiante suizo, Lorain Bernasconi, explicaba así cómo esta experiencia influyó en su proyecto: «Vivir en mi departamento durante tanto tiempo me hizo pensar en el tamaño necesario para un espacio privado como un dormitorio, que, en estos tiempos, también sirve como espacio para trabajar. Ahora funciona como una habitación de capas superpuestas, con maquetas encima de dibujos encima de la cama encima de la alfombra encima de las plantas encima de los libros encima de la ropa encima de las ideas encima de los platos... La habitación incorpora todos estos usos, lo que la hace muy flexible en cierta forma, pero de una manera demasiado densa en mi opinión. Así que poder diseñar un espacio habitable que deje dentro espacios vacíos y de transición, es algo que ahora encuentro muy importante». Otros comenzaron a recolocar los muebles de su habitación para poder trabajar y dormir en el mismo espacio, pero separadamente. Por ejemplo, la estudiante Marina Mezzasalma comentaba: «Mi área de trabajo está en mi dormitorio. Primero pensé que sería muy difícil trabajar y dormir en la misma habitación, pero como monté mi escritorio en forma de L, la habitación se define y se divide en dos áreas, el área para dormir y el área de trabajar. Además, desde mi zona de trabajo no veo mi cama». Como consecuencia de esta experiencia personal, Marina diseñó

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viviendas como una serie de espacios continuos alrededor de los baños, que están en el centro de las casas, de manera que las actividades diarias se separan con paredes móviles para formar diferentes cuartos cerrados. Al pasarse el día dibujando a mano, poco a poco los dibujos comenzaron a reflejar el estado anímico del grupo, convirtiéndose en registros del tiempo en confinamiento. A medida que pasaba el tiempo, las realidades de sus proyectos se intensificaban a partir de la propia experiencia de vivir en espacios limitados sin poder salir. Takuma Akaki, un estudiante de Tokio, comenzó a dividir sus viviendas en diferentes niveles, orientados hacia distintos ámbitos del barrio para poder sentir que estabas siempre en un lugar diferente: «A través de la larga estancia en mi departamento, empecé a percibirlo como una pequeña ciudad. Como no podía salir, mi mundo se encogió, lo que significa que empecé a pensar en la habitación de al lado como si fuera otro barrio.» Flavia Kläy, de Berna, respondió planteando habitaciones satélites para sus casas, independientes pero en el mismo edificio, que pudieran servir para estudiar con amigos o tocar música sin interferir con el resto de la familia: «Tampoco me gusta de nuestro departamento que las habitaciones son muy pequeñas, y si tuviera que trabajar en mi proyecto en mi habitación, sería muy difícil. Por suerte tenemos una habitación de invitados, donde puedo trabajar ahora. Esta habitación no está dentro de nuestro departamento, sino que está separada, justo en frente del departamento. Me gusta tener esta distancia a mi espacio de trabajo, y tener habitaciones que no estén conectadas directamente con el departamento». No tener que desplazarse cada día de casa para trabajar, pudiéndonos concentrar de manera más directa en el dibujo cuando te levantas por la mañana, fue una condición de este período que también se comentaba en el taller. El estudiante Yifei Niu, de China, dice: «En

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realidad no encuentro tan mal este período porque puedo concentrarme más en mi trabajo sin tener que desplazarme. Cuando te desplazas a otro lugar para trabajar, durante el trayecto tu estado mental cambia, y ya has cambiado cuando te sientas a trabajar». Hubo algunos estudiantes, como Inès Rausis, que con sus viviendas reflexionaban y ponían en crisis las actividades a desarrollar en la casa y las habitaciones que las contienen: «Después de pasar tanto tiempo en casa las últimas semanas, he notado que mi entorno físico curiosamente se ha vuelto menos presente en mi mente y en mi percepción, y en cambio las actividades se han convertido en las ‘paredes’ o ‘habitaciones’ a mi alrededor. Entender la casa no como una secuencia de habitaciones sino como un lugar donde puedan pasar diferentes actividades, como en el dibujo que hace Charles Eames para definir qué es una casa: creo que esto es exactamente lo que ha estado sucediendo ahora durante la cuarentena, y que sería muy interesante aplicar a nuestros proyectos de viviendas». Recoger aquí estos pensamientos nos hace dar cuenta de la intensidad que tomó el semestre para todos. De golpe, en el ámbito académico, las circunstancias más privadas se convertían en material de trabajo, y reflexiones como la del estudiante Thorben Müller, de Suiza, hacían evidente la necesidad del feliz encuentro en un aula o en un patio de vecinos, donde poder compartir, discutir y aprender juntos: «A veces preferiría tener mi propio piso, con mi particular idea de orden y vida. Pero no, no creo que sea así como quiero hacer las cosas. Prefiero la noción de compartir. Prefiero la idea de vivir juntos. Creo que ser influenciado e interrumpido por otros es algo importante. Esto es quizás lo que quiero lograr dentro de mi proyecto. Una idea de vivir donde es posible tener tu propio lugar, pero que la base siempre sea algo común, algo que se comparta. Todavía no sé qué significa exactamente eso en términos de arquitectura, pero quiero buscarlo y creo que mi proyecto no está muy lejos de eso». •


< Doble sección, escala 1:200. Yuki Minami.

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< Antigua Barcelona. Foto: Adrià Goula, 2018

Derecha: Espacios intermedios, escala 1:100. Lorain ernasconi.

Izquierda: Dibujo conceptual para la incorporación de una nueva comunidad en una manzana existente. Marina Mezzasalma.

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Un nuevo ambiente para las infancias ¿Cómo serán los espacios para los niños post pandemia?

AUDREY MIGLIANI Arquitecta USTJ y Magíster en Arquitectura y Urbanismo, USTJ. Actualmente es investigadora independiente en Ambiente Preparado y editora en ArchDaily. Fue voluntaria en Núcleo DOCOMOMO-SP entre 2014 y 2019.

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ntes de que el mundo imaginara pasar por una pandemia como la consolidada por el COVID-19, arquitectos y urbanistas imaginaban que para pensar las ciudades del futuro deberían considerar cuestiones como el cambio climático, la tecnología digital aplicada a los procesos constructivos (y a los nuevos materiales), además del nuevo comportamiento de los usuarios en los espacios. Ahora, los planificadores urbanos tienen un nuevo desafío, ya que el gran objetivo de los espacios colectivos es promover el encuentro y la interacción (la que desde el inicio de la cuarentena pasó a llamarse «aglomeración») entre los ciudadanos. La nueva forma de relacionarse con las ciudades es un tema lleno de interrogantes. ¿Cómo permitir la convivencia urbana de forma segura sin causar grandes problemas a la masa de la población? ¿Cómo ofrecer transporte público que preserve la salud física? ¿Cómo serán los grandes eventos? ¿Cómo será la rutina de los parques públicos? Estos son solo • 34

algunos de los cuestionamientos que se vienen haciendo y que ganarán cada vez más relevancia. En el caso de los espacios para niños, las preguntas se multiplican aún más. El pensador, pedagogo y dibujante italiano Francesco Tonucci (autor de La ciudad de los niños) defiende la tesis de que el niño es el paradigma de una ciudad para todos. Desde esta perspectiva, una ciudad que se preocupa por ser segura, respetuosa y atractiva para los niños también lo será para cualquier otro grupo de usuarios, es decir, se torna atractiva para las múltiples generaciones. Otro punto importante a considerar es que, al permitir que el niño exista con toda su dignidad en la ciudad, esta tendrá una mirada más atenta (aunque sea indirectamente) a las distintas realidades socioeconómicas que cohabitan en su contexto urbano. Así, él tendrá más posibilidades de convertirse en un ciudadano activo, porque siente que pertenece al lugar en donde vive. Partiendo de estos argumentos, es interesante averiguar cuáles serían las posibles estrategias para transformar las ciudades en espacios más respetuosos de los niños. La primera sería garantizar la seguridad (física y psíquica) para que el ambiente sea adecuado a esa

> Foto: Albano García

interacción. Cuando se trata de la relación ciudad-niños, una táctica eficiente es la de visibilizar al niño a partir de cualquier punto de vista, retirando los obstáculos que lo pudieran camuflar. ¿Cómo visibilizarlo? En primer lugar, hay que conocer el mundo que él ve. Los niños de hasta 3 años, por ejemplo, miden cerca de 95 cm de altura. ¿Qué es lo que les atrae? ¿Qué cosas los ponen en peligro? En líneas generales, los automóviles son el mayor factor de riesgo para los niños. Reivindicar nuevas políticas públicas que contemplen medidas de seguridad vial y pongan al peatón (definitivamente) en primer lugar, desestimular el uso de vehículos privados, limitando el acceso de autos a vías estratégicas, establecer áreas para tráfico restringido (en horarios en los que los niños circulan con mayor frecuencia, por ejemplo). Desde el punto de vista del trayecto del peatón, planificar veredas más amplias, con accesibilidad para las personas con necesidades especiales (los niños también ganan con esta ampliación de las posibilidades de uso), y con espacios de trayectos más disponibles, seguros y calificadas. Proponer bicisendas (o ciclovías) seguras y coherentes por caminos donde los niños circulan con mayor


Es necesario que haya una política que vea al niño como parte de la ciudad; que esté ideada para su bienestar; y que genere confianza en los adultos al caminar con sus niños por el espacio público. frecuencia, especialmente los cercanos a las escuelas, parques, plazas u otros puntos de interés. Construir rutas lúdicas, con oportunidad de aprendizaje.

a los ambientes. En este caso, esconder cables, proteger tomacorrientes y cuidar el posicionamiento de los electrodomésticos son factores importantes a tener en cuenta.

Otra importante inversión que un planificador urbano debe hacer al pensar ciudades para los niños es considerar una infraestructura verde funcional. Nuevas áreas verdes como jardines, huertos comunitarios y plazas son siempre bienvenidas.

La pandemia generó un gran malestar entre los niños. De un momento a otro ellos fueron privados de su rutina, de la socialización con sus pares. Si bien diversas investigaciones muestran que los niños están felices por el mayor contacto con sus padres, ahora realizando home-office, todavía hay muchas necesidades que no se están satisfaciendo, como el contacto con la naturaleza y con el sol. Entre las actividades predilectas de los niños están cocinar con sus padres, ayudar en la limpieza con los hermanos, dibujar, tener más tiempo libre para jugar, por lo cual es fundamental que el espacio sea seguro, accesible y respetuoso. Entre los ítems que más les hace falta a los niños en este período están los amigos, los maestros y la calle, la plaza, el parque… es decir, ¡el regreso a la vida urbana!

En resumen, es necesario que haya una política que vea al niño como parte de la ciudad; que esté ideada para su bienestar; y que genere confianza en los adultos al caminar con sus niños por el espacio público. Para alcanzar este objetivo, se debe empezar evaluando la escala de la calle, luego hacer un mapeo de los barrios para, entonces, lograr ciudades que respeten a todos. En la escala de las casas es importante asegurar que el niño tenga la libertad (y seguridad) para acceder libremente

En este período de cuarentena —en el que se puede observar un mayor número de personas optando por una movilidad más activa; menor contaminación sonora y del aire; menos tiempo en el tráfico; más tiempo con la familia—, una visión optimista del futuro tiende a vislumbrar una punta de esperanza para el retorno a la normalidad. Ya es hora de planificar las ciudades que queremos al retomar la (nueva) rutina que nos espera. Parafraseando a Niemeyer en su película La vida es un soplo, ya es hora de hacer hoy el pasado de mañana. •

Bibliografía Eric Baldwin. «10 Estratégias para fazer das cidades lugares melhores para nossas crianças» 15 de agosto 2020, ArchDaily Brasil. Ana Paula Wickert. «A participação da criança na construção de cidades humanizadas» 4 de junio 2020, ArchDaily Brasil. Vanessa Espínola. «Criança quer ir para a rua! O futuro dos espaços públicos para os pequenos» 7 de mayo 2020, ArchDaily Brasil. Úrsula Troncoso. «Outras cidades impossíveis: uma perspectiva da criança sobre a pandemia» 31 de mayo 2020, ArchDaily Brasil. WRI Brasil. «Como construir cidades para as crianças em 14 passos» 12 de octubre 2019, ArchDaily Brasil. Tom Dobbins. «Moldando o futuro: o que considerar ao projetar para crianças» 18 de septiembre 2018, ArchDaily Brasil. 35 •


Sin transiciones CAROLINA KOGAN Arquitecta UBA y magíster en Historia y Cultura de la Arquitectura y la Ciudad, UTDT. Profesora de grado y posgrado en las universidades de San Martín, Buenos Aires y Palermo. Socia del estudio Castillo-Kogan arquitectas.

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e despierto, en general, más tarde que antes (¿ahorro? el tiempo de viaje al trabajo). Pero el tiempo, paradójicamente, se ha comprimido. Mientras desayuno, abro la computadora: estoy en un aula virtual. Un aula estallada entre los hogares de los estudiantes y mi propia casa; fragmentos que se reconstruyen en el plano de la pantalla. Sin las excusas por el tránsito, la puntualidad inglesa marca el ritmo de estos encuentros. En este caso, se trata de un taller de proyecto. El tema es un pequeño conjunto de viviendas, pegado a la villa 1-11-14: un sitio que la facultad había elegido antes de la pandemia y en la que todos los cursos debimos trabajar. Como en cursos anteriores, hablamos de espacios intermedios, de las gradaciones entre los espacios exteriores e interiores, entre los públicos y privados, los sociales y los íntimos. Compartimos fotos de maquetas construidas en soledad; maquetas que por supuesto no podemos manipular. En medio de la clase, escucho la voz de mi vecino de nueve años, que me informa desde su terraza que mi gata —que antes se había paseado delante del curso— se fue por el techo. Sin embargo, lo que interrumpe la clase la mayoría de las veces es nuestra pésima conexión a internet. Vuelvo a los temas de la clase y pienso cuánto se han resignificado: la importancia de los umbrales, de todas esas gradaciones; pero sobre todo pienso en la fortuna de tener una casa con los servicios básicos y en la desigualdad de un aislamiento en una pieza hacinada y precaria en esa villa contigua al edificio que los estudiantes proyectarán. Desigualdades que la pandemia expuso descarnadamente, pero que ya existían. Mi hijo irrumpe en los últimos diez minutos del taller y me recuerda que hay que almorzar. Por las próximas horas, el cuartito será el aula de mi compañero. Compartir o no la casa con otros también vuelve diferente esta experiencia. Cierro la pantalla y bajo una escalera: en este contexto, la separación entre el cuartito donde damos clases del resto de la casa, se ha vuelto fundamental. Esos escalones separan a la clase del juego en el piso que comienza inmediatamente. El almuerzo es, como no llueve, en la terraza. En una casa sin ventanas a la calle y metida en el centro de una manzana sin pulmón, la terraza nos conecta con ese mundo vital que sigue —al menos en apariencia— inalterado. Un mundo conformado por el sol —que lamentablemente es eclipsado pronto por un edificio—, la luna

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Ilustraciones de Nicolás Arispe. «Pequeño diario de la cuarentena». Estilógrafo rotring.

y las plantas que, como en cada primavera, ya empiezan a perfumar. Viene a mí la Carta de Atenas: no sólo por la asociación entre ciudad y enfermedad —que ya no me resulta tan metafórica—, sino por las «materias primas» con las que pretendía redefinir el urbanismo: el sol, el verdor y el espacio. Me adelanto a una clase que pronto volveré a dar: es sobre cómo las ideas positivistas permearon en la «arquitectura moderna» conformando espacios abstractos, mecanizados y medicalizados. Me digo que debería revisar esa clase ante este nuevo higienismo. Releer «La máquina de habitar» de Ábalos (el capítulo de La buena vida que damos como bibliografía) no será igual este año. Reconsidero una de sus observaciones sobre el vidrio: es cierto que este material que deja ingresar la luz, también expone lo privado, anula lo doméstico y castiga lo íntimo. Pero hoy, esa exposición se da con una intensidad insospechada en la multiplicación de espacios virtuales que habitamos, que capturan fragmentos de nuestras habitaciones y exponen los documentos olvidados en el «escritorio» cuando compartimos pantalla. El almuerzo en la terraza es un picnic vacacional en medio de la angustia. La terraza es, además, el lugar para conversar con los vecinos: de terraza a terraza, compartimos impresiones, juegos y comida. Como está soleado, salimos. Rodeamos la primaria N°22: el Zinny, tan bello como antes pero sin vida; museificado sin los niños en su jardín circular. Andamos por una sucesión de manzanas tallarín, esquivando vecinos cuyas caras están parcialmente tapadas, como las nuestras: las calles que tantas veces caminamos —aunque nunca tanto como ahora— se ven calmas y amenazantes a la vez. Llegamos finalmente al parque, y pienso en lo aún más necesarias que se han vuelto estas arboledas en medio de la ciudad. Pero tampoco el parque es el mismo: hasta hace poco, los bancos estaban encintados y los juegos aún siguen cerrados. Ahora el parque no propicia el encuentro con los demás; tan sólo podemos circular. La ciudad en aislamiento es ante todo una ciudad en la que tenemos que evitar a los otros. Especulo con cómo reinventar los espacios para volver a encontrarnos. El trabajo en casa ciñó la ciudad a estas pocas cuadras a la redonda. Ampliar ese límite hoy requiere de un auto; una necesidad que contradice todo lo que deseábamos para la ciudad: un buen sistema de transporte público. Y el privilegio de tener un auto, no es sólo la posibilidad de extender


el espacio urbano. También pasó a ser, en muchos casos, un espacio que amplía la casa: para ser consultorio o para mantener una conversación privada. Porque la privacidad escasea en las casas donde se convive: debe inventarse en balcones, baños, o cualquier habitación con puerta o lo suficientemente alejada. Me acuerdo de las preguntas que Leticia Gambina compartió conmigo: ¿Cómo construir otro lugar en un mismo lugar? ¿Cómo habitarlo con otros seres, con su presencia constante? ¿Cómo armar lo íntimo y lo privado con otros merodeando alrededor? […] En momentos de aislamiento, eso que es llamado casa, ya no es lo mismo. Casa es aquello que sirve de morada, de resguardo, aquello que aloja y separa el afuera del adentro. Pero ahora, el afuera y el adentro están trastocados. ¿Cómo construir un afuera dentro de nuestra propia casa?1 Al entrar, nos sacamos las zapatillas, las camperas y los tapabocas en el pasillo, y los acomodamos en un mueble que armamos ad hoc en este umbral. Nos dirigimos, sin tocar nada, al baño: allí acontece el quirúrgico ritual de lavarnos las manos. Abro la computadora nuevamente, ahora para ingresar a una reunión: participo en voz baja porque mi hijo duerme la siesta a unos pocos metros. Se despierta, vuelve el juego y su hora del baño: momento para retomar esas conversaciones diferidas de WhatsApp. Respuestas pendientes que se acumularon durante el día y que llegarán con esa

acústica tan propia del espacio de aseo, a veces con mi voz entremezclada con el ruido del agua. Charlas sobre asuntos laborales y también con amigos que extraño. Gracias a esas conversaciones, sé que otras casas ahora albergan oficinas de juzgados, talleres textiles, cocinas donde se hace comida para vender, aulas, gimnasios. Ante lo inmutable de los edificios, esas transformaciones se dieron, en el mejor de los casos, habitando algún cuartito donde antes se amontonaban cosas pero, en general, corriendo muebles a lo largo del día, improvisando mesas, armando rincones. Cena y las últimas tareas en el silencio de la casa: escribo. Luego arrancará todo otra vez, quizá modificando el orden por el horario de las clases: esos cronogramas que no se detuvieron sostienen, en nuestra casa, la división del tiempo que diferencia los días. Es cierto que estas escenas ya se sucedían antes del aislamiento. Pero se sucedían organizadas en espacios específicos, sin este solape entre la vida familiar y la vida social: algunas transcurrían en casa, pero muchas otras afuera, en compañía de otros. Pero sobre todo, se sucedían mediadas por transiciones: el viaje que implicaba ir de un sitio a otro nos preparaba para un momento diferente, aún cuando el viaje resultara tedioso o claustrofóbico. Y además, esos viajes significaban, en especial para los que vivimos con otros, momentos de intimidad: caminatas, viajes en subte, esperas, eran —como advirtieron Baudelaire o Simmel— momentos de soledad paradójicamente surgidos en medio de la multitud metropolitana; esa misma multitud que ahora tenemos que evitar. • 1. Leticia Gambina: «Cuarentena», marzo 2020. 37 •


Ciudades desiertas Pompeya y el espacio urbano deshabitado: cómo imaginar el día después.

TERESA CHIURAZZI Arquitecta UNLP. Profesora en la Carrera de Especialización de Arquitectura para la Educación, UNL, y en el Pos El Juego en Contextos Educativos, GCABA. Integra el Consejo Asesor del Ministerio de Educación de la Nación. Cotitular de CHD arquitectos.

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o hay ninguna duda: está deshabitada. Las huellas, más o menos legibles, permiten vislumbrar algunos usos, jerarquías y relaciones. Pero algo resulta evidente: la traza de la calle, lo vehicular y lo peatonal. Estuvo muerta y enterrada. Su origen data del siglo VI a. C. Eran tres: Herculano, Pompeya y Estabia. En el 59 d. C. hubo grandes disturbios, con muertos, heridos y represalias. En el año 62, un fuerte terremoto generó destrucciones que estaban siendo restauradas al momento de la erupción del 79. Fueron lentamente olvidadas por siglos. Un amplio sector de Herculano y Estabia aun hoy están bajo un manto de 28 a 30 metros de cenizas; Pompeya emergió de un manto similar, en un largo proceso que se inició en 1592 hasta que fue finalmente re descubierta en 1748 y en 1860 abierta al público.1 Muchas ciudades están sepultadas por aire transparente, incoloro, inodoro, más limpio que antes y más peligroso que nunca. Estuvieron desiertas como Pompeya y, en lugar de turistas, solo quedaron los nómades sin techo ni derecho al suelo, habitándolo. El valor del suelo arrasó el derecho al suelo. La vivienda no es un problema. Se ha resuelto completamente o bien se ha dejado totalmente al azar. En el primer caso es legal, en el segundo «ilegal». En el primer caso son torres o habitualmente bloques, en el segundo una corteza de casuchas improvisadas. Una solución consume el cielo, la otra el terreno. Resulta extraño que quienes tienen menos dinero habiten el articulo más caro (la tierra) y los que pagan habiten lo que es gratis (el aire). Rem Koolhaas, La ciudad genérica En 1860 encontraron cadáveres fosilizados que conservaban las posiciones en que fueron sorprendidos. Sus gestos demuestran pánico, desesperación; hay mujeres y hombres, niño/as y adolescentes; están distanciados/as, sus brazos parecen querer tocarse, pero la lava los/as alejó. Por eso pudieron hacerse los contra moldes, colando yeso en la distancia que los separaba. En muchas ciudades, ahora (algunos) comenzaron a caminar; (algunos de esos algunos) conservan distancia física; otros (algunos de esos otros) conservan distancia social.

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Estamos al borde de un precipicio. Miramos el abismo, sentimos malestar y vértigo. Nuestro primer impulso es retroceder ante el peligro. Inexplicablemente, nos quedamos. (…) Y porque nuestra razón nos aparta violentamente del abismo, por eso nos acercamos a él con más ímpetu. No hay en la naturaleza pasión de una impaciencia tan demoníaca como la del que, estremecido al borde de un precipicio, piensa arrojarse en él. Aceptar por un instante cualquier atisbo de pensamiento significa la perdición inevitable, pues la reflexión no hace sino apremiarnos para que no lo hagamos, y justamente por eso, digo, no podemos hacerlo. Edgar Allan Poe, El demonio de la perversidad Resulta difícil imaginar a Pompeya con algunos pocos turistas caminando en una dirección obligatoria, tal como indican los protocolos de algunos museos. Será una restricción la imposibilidad del libre recorrido, la de volver sobre nuestros pasos para el reencuentro con la obra seleccionada, el lugar que más nos ha llamado la atención o conmovido. La densidad de las ciudades ahora es diferente a la densidad a. P. (antes de la Pandemia). Se trata de otro modo de heterogeneidad, la temporal. La reducción de densidad también aplica a los usos esporádicos y a los espectadores. Para los visitantes de Pompeya tal vez el protocolo resulte favorable en relación con el modo de la visitas de los hitos turísticos a. P. 2 Algunos sectores (de usos dominantes no residenciales) de algunas ciudades continúan desiertos como desde el inicio de la pandemia, casi desde el inicio de este 2020. Vacíos de trabajadores de oficinas, estudios y bancos, de algunos servicios y de algunos comercios. Ocupados por nómades, con su clandestinidad desplazada de las recovas y umbrales que sobrevivían a. P. a los bordes, contra los muros. Un tipo muy especial de soledad. Supongo que el cambio que intento definir tiene que ver con el ciudadano como habitante de una ciudad y que ahora se está convirtiendo ya sea en un cliente —es decir alguien que compra, consume— o en alguien que no tiene los medios para ser cliente. Esta es una nueva clase de pobreza y, en esa situación, la ciudad se torna un campo de batalla entre ricos y pobres. John Berger, Boulevard central


Las ciudades comenzaron a desconfinarse por desconfianza, omnipotencia, temor, por oposición a la ciencia y a algunas decisiones políticas. La presencia de personas no modifica lo desértico, no es suficiente; porque no se trata de cuántas personas ni de la distancia entre ellas, se trata de las acciones de la vida que se despliegan en el espacio público, del intercambio y el conflicto, la disputa y la movilidad. Lo desértico no se altera por la mera presencia. Trasladarse no es desplazarse, estacionar no es estar. Habitar significa en primer lugar investir un lugar, apropiárselo. A las dimensiones puramente métricas de un volumen edificado se adjuntan las dimensiones afectivas que construyen las vivencias de los habitantes: el uso cualifica el espacio y no a la inversa. Paul Virilio, La inseguridad del territorio En 1903, Wilhelm Jensen escribió una obra que narra la historia de Norbert Hanold, un joven arqueólogo obsesionado por la efigie de un bajorrelieve, a la cual le da el nombre de Gradiva (del latín, «la que camina»), también del libro. La particularidad de ese bajorrelieve descubierto en una colección de antigüedades en Roma representa a una joven «en tren de andar». Gracias a su vestido levemente recogido se le ven sus pies calzados en sandalias, uno posado sobre el piso y el otro despegándose para seguirlo. El texto repercutió en diferentes campos del pensamiento del siglo XX: Sigmund Freud lo analizó en su obra El delirio y los sueños en la «Gradiva» de W. Jensen y André Breton denominó a su galería de arte Gradiva, diciendo en su presentación: «Qui peut bien être ‘celle qui avance’ sinon la beauté de demain?» [¿Quién puede ser ‘la que avanza’ sino la belleza del mañana?] Resulta difícil recordar la ciudad a. P., al ritmo de la urgencia de lo que resultó postergable. Resulta dificil imaginar qué ciudad re habitada será la que avance. Si hubiera reacción, resistencia y lucha tal vez podríamos pensar en la ciudad que reinventada sea capaz de albergar la belleza del mañana. • 1. Piero Guzzo y Antonio d’Ambrosio. Pompeii. Oxford University Press, p. 3 y 28. 2. «Los hitos arquitectónicos que ya no se discuten (…) transformadas, más evidentemente, en mercancías, son visitadas casi desde la obligación de ser admiradas, aceptadas, elogiadas. Frente a ellas, está la necesidad de fotografiarlas, registrar la presencia personal, antes que de ser experimentadas. Ese peregrinaje turístico obligado funciona de un modo inverso a la vivencia escolar, ya que el contacto temporal es breve, tan instantáneo como la toma fotográfica». Teresa Chiurazzi en Frigerio, Diker (comps.). Educar: (sobre)impresiones estéticas. Buenos Aires, Del estante editorial, 2007, p 102, 103.

Gradiva en el Museo Chiaramonti, Vaticano

Foto de la autora, 2013. Me interesa detenerme en esa solucion de continuidades vehiculares peatonales, un ejemplo de restriccion resuelto en las calles pompeyanas a partir del diseño y el material, finalmente no hubo, no hay, ni habra soluciones sin diseño. 39 •


Reinventarse El enorme desafío de los museos en la etapa post-COVID

MARTÍN MARCOS Arquitecto UBA. Director del Museo Nacional de Arte Decorativo por concurso público desde 2017. Profesor Titular en las carreras de Arquitectura, Diseño Industrial y en el CBC, área Proyectual, de la UBA. Fue Director del MARQ-SCA; Subsecretario de Desarrollo Urbano del GCBA, y responsable del Centro Cultural Ricardo Rojas en la década de los ´90.

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Vivir a distancia es vivir menos. El alejamiento que impide la propagación del virus va a transformar nuestros hábitos, y el futuro inmediato se perfila como un paisaje de partículas elementales que se desplazan evitando el roce para situarse en los vértices de una malla regular que marca la distancia de seguridad. En esa distopía vamos a residir por bastante tiempo más…» sostiene Luis Fernández Galiano en el último número de Arquitectura Viva. La pandemia y sus consecuencias sanitarias, económicas y sociales exigen repensarse. Y hoy, paradójicamente, volvemos a tener tiempo para pensar, para ir más despacio, valorar cada pequeña experiencia vital y redefinir el sentido mismo de nuestra existencia: cómo queremos vivir y qué valor le damos a la cultura, los vínculos y las relaciones humanas. Las crisis provocan un enorme cimbronazo, seguida de una etapa de gran angustia, pero también nos sacan de nuestra zona de confort y exigen pensar distinto. Ser creativos, mirar las cosas desde otro lugar, y darnos la posibilidad de cambiar, de reinventarnos. Creo que eso es lo que va a pasar no solo con los museos sino con todas las instituciones fundantes de nuestra sociedad, de nuestra democracia, de la modernidad. Los formatos cambiarán, los vínculos serán diferentes, las herramientas otras, y los discursos y las narraciones van a ser distintas también. Los museos no van a morir; los públicos volverán a ellos, pero seguramente será de otra manera, con otras formas, cuidados y expectativas. Me gustaría plantear cuatro dimensiones para repensar los museos y sus espacios físicos en la etapa post-pandemia: 1. Lo virtual y lo real; 2 . Nuevas miradas y narraciones; 3 . La comunidad y los vínculos; 4 . Infiltrar el espacio urbano. • 40

Hablar de post-pandemia es seguramente inaugurar una época en que siempre viviremos en riesgos pre o post pandemias u otras catástrofes. Esa parece ser la nueva normalidad. Claramente nuestra generación será la primera en pagar con sus cuerpos las décadas de despilfarro e insensatez ambiental, económica y social. Ya estamos marcados... Lo virtual y lo presencial no debe plantearse como lo uno o lo otro, prefiero pensar las formas futuras del museo integrando y potenciando ambas dimensiones. Lo virtual es un nuevo espacio social, un nuevo espacio público que genera desafíos, oportunidades y amenazas. Más allá de todo lo que pueda ofrecer la virtualidad, el arte tiene una cualidad casi ontológica que lo liga a la experiencia presencial de las obras, y ésta es en gran medida ineludible. En síntesis, por un lado está la necesidad de cuidar esa experiencia vivencial, y por el otro pensar desde qué lugar la digitalidad puede sumar constructivamente a la experiencia artística y la convocatoria de otros públicos. Será necesario atraerlos con nuevas historias, con narraciones que tengan que ver con este tiempo, con estos desafíos y encrucijadas. A partir de allí ser todos parte de un colectivo, de una comunidad que asume protagonismo e imagina respuestas para un futuro que es tan incierto. ¿Dónde puede aportar un museo hoy? Un buen museo es aquel que después de una visita nos deja con más preguntas que las que teníamos antes de entrar, que moviliza curiosidades y motiva expectativas. Que genera una cierta incomodidad, evidenciando desde el arte y la curaduría esos temas que preferimos ignorar o no mirar. Eso que el poder y el establishment prefieren barrer debajo de la alfombra. Ese es nuestro desafío hoy; hay que hacerlo y hacerlo bien. Una de las metas sobre la que coinciden la mayoría de los expertos del mundo es que los museos de objetos tienen que convertirse en museos de ideas, de significaciones, de experiencias. También deberán, en esta línea, reciclarse urgentemente ciertas formas del mundo del arte, donde el espectáculo, los negocios, la masividad y el marketing fueron tiñendo casi todo de banalidad, cinismo e impostura, haciendo que la cultura pierda espesor intelectual y crítico. La arquitectura de haute couture y sus condescendientes comentaristas han sido bastantes cómplices, mal que nos pese.


Foto: Albano García

En estos tiempos de distanciamiento físico, debemos proponernos un nuevo tipo de acercamiento social, intensificar nuestra labor en las plataformas digitales siendo creativos e innovadores, pero responsables. Somos instituciones culturales públicas, no podemos caer en la frivolidad de subirnos a una alocada carrera virtual, en busca de los «me gusta» fáciles. Incorporar el humor y un lenguaje amplio no significa banalizar, pero el riesgo está ahí y la línea es muy delgada. La película The Square (Ruben Ostlund. Suecia, 2017) ya nos ha advertido sobre esas tentaciones y las consecuencias de ir en busca, a cualquier precio, de un alto impacto en redes sociales. Debemos reflexionar con nuestras comunidades sobre cómo construimos e incrementamos esos nuevos vínculos, cómo nos vamos a cuidar y cómo ser mejores y más copartícipes. Un formato que ya no puede eludirse es sacar los museos a la calle e infiltrar el tejido urbano. Nuestros espacios al aire libre serán fundamentales, habrá que llenarlos de propuestas y actividades. Música, teatro, performances, instalaciones, mapping y un dialogo sinérgico y movilizador entre patrimonio y contemporaneidad para que la vereda, la calle y el espacio público vuelvan a generar motivos de encuentros, de cruces y vínculos humanos. Donde volvamos a mirar al otro, al diferente, y nos unamos y sumerjamos en una misma experiencia artística. ¡No puedo dejar de pensar en el MASP de Lina Bo Bardi, en Sao Paulo, y esa maravillosa explanada pública! Cuando volvamos al museo debemos hacer una contribución para ayudar a generar confianza, vencer el miedo al otro, revalorizar el espacio compartido y el contacto háptico. Seguramente iremos despacio, con cuidados, sin multitudes, sin apuros. El planeta nos pide que vayamos más pausadamente, más amablemente y con mayor solidaridad. Allí nuestros jardines, patios y espacios a cielo abierto serán grandes aliados. Ya estamos pensando cómo potenciarlos. También habrá que hacer un esfuerzo para incorporar más fuertemente tecnologías

de la información y las comunicaciones. Visitas virtuales, realidad aumentada y/o virtual, recorridos guiados 360º, serán parte de esos desafíos, y de los riesgos que deberemos tomar. El mundo seguirá teniendo riesgos y es bueno que así sea. Un buen museo también debe reflexionar sobre los riesgos, los errores, la libertad, los prejuicios y la solidaridad. Miradas y modos de ver que inevitablemente devienen preguntas, algunas placenteras, otras incómodas... Lo que el buen arte ha hecho siempre, en cada época y situación. En 2010, pocos meses antes de morir, Tony Judt, uno de los ensayistas más lúcidos de los últimos tiempos, nos dejó un libro que desde su ya nos advertía: «Algo va mal».1 Con inteligentes y demoledores argumentos nos avisó, y pocos lo escucharon: «Hay algo profundamente erróneo en la forma que vivimos hoy. El estilo egoísta de la vida contemporánea, que nos resulta ‘natural’ y también la retórica que lo acompaña (una admiración acrítica hacia los mercados no regulados, el desprecio por el sector público, la ilusión del crecimiento indefinido), se remontan tan solo a la década de los ochenta. En los últimos treinta años hemos hecho una virtud de la búsqueda del beneficio material, hasta el punto de que eso es todo lo que queda de nuestro sentido de un propósito colectivo». Recientemente el documental American Factory2, no casualmente producido por el matrimonio Obama, nos desconcierta y angustia porque ahora, una década después, ¡casi todo está peor! Hoy nuestros cuerpos y nuestra propia concepción de ciudadanía sufren las consecuencias. ¿Será fácil la nueva normalidad? No lo creo. Seguramente, si queremos honestamente cambiar algo, será muy difícil, una tarea casi heroica, pero si fuera fácil no haría falta de nosotros. Ahora bien, ¿estaremos a tiempo… estaremos a la altura? Para eso no tengo respuestas aun, solo sé que, mientras tanto, los museos y el arte deben seguir provocándonos hasta que reaccionemos. • 1. Tony Judt. Algo va mal. Ed. Taurus, 2010. 2. Netflix, 2019. 41 •


La nueva [a]normalidad

DIANA CABEZA Arquitecta UB, recibida con honores de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Académica de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes. Diseñadora de soportes de uso comunitario para el espacio público en ciudades del mundo y la Argentina. Sus obras han sido premiadas y publicadas nacional e internacionalmente.

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stamos en una situación como pocas veces vivió la humanidad, con un gran impacto en los conglomerados urbanos de alta densidad de población.

También me preguntaba cómo sería la «noche pública», mirar la luna llena o las estrellas y sus constelaciones compartiendo esa experiencia con otros…

¿Cómo será ejercer el contacto sin el tacto? ¿El oler sin poder oler?

Con la aparición del COVID-19 sobrevino una cuarentena mundial que nos indujo a abandonar los espacios públicos de nuestras ciudades y confinarnos en la intimidad, privacidad y, en ciertos casos, hacinamiento de nuestros entornos domésticos, los interiores de nuestras casas…

¿El hablar sin que se reconozca nuestra voz?

Mientras tanto, los espacios públicos vacíos de nuestras ciudades se asemejaban a un cuadro de Giorgio de Chirico, o a un film de ciencia ficción sin presencia alguna de humanidad; es más una post humanidad en que lo físico desaparece….

¿Será nuestra memoria otro sentido?

Durante este confinamiento estricto reflexioné mucho acerca de cómo se viviría el «afuera público» de nuestras ciudades, cuando la cuarentena se flexibilizara… y mis preguntas eran: ¿Seguiremos teniendo la posibilidad del contacto directo y público con la luz del día, el sol, el verde y la noche, sin tener nuestros sentidos intermediados? Y en ese caso ¿cómo será la relación con ellos? ¿Seguiremos teniendo la posibilidad de disfrutar de ciertos placeres urbanos, como pisar las veredas crujientes y doradas en otoño, como sentir el calor del sol en nuestra piel con los árboles desvestidos de hojas en el invierno? ¿Podremos respirar de placer al mirar el techo verde de las tipas sobre nuestras cabezas? • 42

¿Apelaremos al recuerdo?

¿Será que nuestros sentidos evolucionarán en otros sentidos? Creo que nos estamos enfrentando a un nuevo escenario donde nuestras relaciones como comunidad, nuestros rituales de encuentro social y nuestros sentidos deben ser reformulados, repensados. Nuevos temas a reflexionar acerca de las interfaces entre el cuerpo individual, el cuerpo colectivo y un nuevo contexto impensado, insospechado. Mientras tanto, el distanciamiento social y las interfaces de protección son nuestra realidad… Nuestra necesidad de abrazar al otro, ya sea familia o amigos, tendrá que esperar, y acudiremos a memorizar nuestros sentidos y al recuerdo táctil para transitar esta carencia. •


< Arriba: Foto: Saeko Kimura, gentileza Estudio Cabeza Al medio: Foto: Fiorella Perata, gentileza Estudio Cabeza Abajo: Asientos Pacú. Puerto de Frutos, Tigre. Foto: Estudio Cabeza 43 •


Una recuperación verde

MICHÈLE LARUË-CHARLUS Ex Directora General de la ordenamiento y planificación territorial del Área Metropolitana de Burdeos y Directora de Ágora, Bienal de Arquitectura, Urbanismo y Diseño.

esde hace unos meses intentamos explicar la pandemia COVID-19. Cada uno lo hace desde su propio punto de vista y, mientras que para unos la pandemia está directamente ligada a la globalización, para otros es el resultado de la excesiva densidad de las ciudades y la venganza de una naturaleza maltratada. Sin embargo, nos olvidamos que la historia está hecha de imprevistos, de accidentes, y que las epidemias existieron siempre, mucho antes de la urbanización acelerada o del recalentamiento global.

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Francia experimentó una cuarentena estricta durante los primeros meses. Evidentemente, las condiciones del aislamiento no fueron iguales para quienes la atravesaron en una casa con jardín, o en un pequeño departamento, o para quienes viven solos o lo pasaron en hogares con chicos. Y, en el caso de las familias, las condiciones no son las mismas según la edad de los niños, dado que trabajar de modo remoto en una casa con niños pequeños no es lo mismo que en otra con aquellos que están en edad escolar. Y, finalmente, las condiciones difieren también según el lugar de residencia: ciudad o campo, y la mayor o menor distancia de los comercios de proximidad. Las encuestas realizadas durante este período de aislamiento relvaron tres aspectos: Una experiencia de trabajo remoto más bien satisfactoria. Una reacción positiva frente a la idea de romper con los desplazamientos cotidianos para ir al trabajo. Un deseo de naturaleza que se manifiesta en las ganas de un balcón, de un patio y de verde.

Si el trabajo remoto perdura y se desarrolla, entonces los habitantes van a establecer vínculos diferentes con su vivienda y su barrio. Y presionarán para que los diferentes • 44

actores de las cuestiones urbanas como gobiernos, urbanistas, arquitectos y desarrolladores hagan finalmente lo que vienen prometiendo desde hace años: reverdecer las ciudades y combatir las islas de calor a fin de equilibrar el acceso a la naturaleza. Europa busca la «artificialización neta cero»: devolver a la naturaleza tanto espacio como el que tomamos y en este sentido, el Primer Ministro francés anunció mil millones de euros para las comunidades que realizan inversiones ecológicas. Todavía queda por verse si la posterior crisis económica y la nueva desconfianza hacia la densidad urbana no terminarán por traducirse en la continuación de la expansión de las pisadas de las grandes ciudades. Sin embargo, probablemente la pandemia acelerará la discusión sobre el desarrollo de la biodiversidad urbana.

La importancia de la planificación urbana La planificación urbana no servirá de nada si no es un instrumento de un proyecto político, y si los habitantes no adhieren a ese proyecto. Veinticinco años atrás, la ciudad de Burdeos puso en marcha un proyecto urbano de mediano y largo plazo centrado en el equilibrio territorial entre las dos riberas del río Garona, estructurando su territorio en base al paisaje, a un nuevo eje de desarrollo norte-sur, y a la rehabilitación de su patrimonio histórico. Hay equipos de paisajistas e historiadores, así como de arqueo-geográfos para llegar a las conclusiones que guían el proyecto urbano de la ciudad, y que claramente tienen repercusiones claves sobre las cuestiones de movilidad, de vivienda y economía. Los habitantes entendieron los objetivos y el sentido de esto que devino en una historia colectiva, ella misma anclada en la memoria de todos los ciudadanos en torno al río. El aislamiento resultado de la pandemia nos obliga a pensar en las desigualdades urbanas respecto del acceso de los habitantes a los espacios públicos verdes. Hay que separar el caso de la ciudad ya consolidada, cada vez más densa y necesitada de verde urbano —a excepción de los grandes parques que generalmente son creaciones del siglo XIX—, y el caso de los nuevos barrios de la periferia, ya sean ricos o pobres.


La necesidad de espacios verdes y de esparcimiento durante el aislamiento hizo evidente la relación con la biodiversidad de las ciudades resilientes.

En los centros de las ciudades es difícil crear nuevos espacios verdes a menos que se expropien barrios enteros, y que se reubiquen a sus habitantes en la periferia urbana. Muchos centros históricos latinoamericanos son ocupados por poblaciones vulnerables, y es allí donde la ausencia de espacios verdes se suma a las reducidas dimensiones de las viviendas. Posibles respuestas a estos problemas son el desarrollo de infraestructuras que permitan reverdecer las calles que puedan quedar cerradas a la circulación en determinados horarios, o abrir al público los patios y jardines de edificios públicos y privados. En la periferia urbana o en los nuevos barrios la situación es diferente. Mientras que en los suburbios ricos existen amplios espacios verdes privados, en la periferia pobre el paisaje natural es la variable de ajuste. Y si bien no suele haber presupuestos para la plantación, sin caer en lo idílico, podemos imaginar que un trabajo previo con sus habitantes podría conducir a la creación y al mantenimiento de parques. La creación de nuevos barrios debe estar sujeta a recomendaciones en pos de las «crono-topías». En un barrio nuevo debemos poder ir a la escuela a pie, ir a un parque en bicicleta o ir a un establecimiento deportivo en transporte público, todo en menos de quince minutos. Para lograr esto, América Latina presenta ventajas como un clima que suele permitir que el verde urbano pueda desarrollarse rápidamente, habitantes urbanizados más recientemente que conservan los vínculos pragmáticos con la naturaleza y actores con una firme toma de conciencia sobre los temas ambientales. Los espacios verdes son multifuncionales como fuente de esparcimiento, permiten reducir la temperatura de las ciudades, contribuyen a mejorar la calidad del aire, y cuentan con numerosos defensores, del mismo modo que apelan a numerosos actores.

El rol de cada uno Los estados y los gobiernos tienen que tomar algunas decisiones clave en materia de urbanismo y de consumo de suelos, hacerlas respetar, y luego evaluarlas. Las ciudades deben contar con proyectos urbanos coherentes y globales, que no sean una simple acumulación de proyectos sectoriales. Si una ambición es conocida y fuerte, los actores van a respetarla, porque la entienden. Los urbanistas, arquitectos, paisajistas, tienen que brindarse a la reflexión común; ellos serán los más interesados en aplicar los principios que contribuyeron a elaborar. Los desarrolladores deben aprender qué significa una colaboración equilibrada. El poder público no puede encargarse de todo y a menudo tampoco tiene los medios para hacerlo. El contrato entre un promotor y una comunidad tiene que ser win-win, y el promotor debe comprometerse, bajo pena de no obtener las autorizaciones para el planeamiento urbano, con la realización de un cierto número de cosas y, sobre todo, en materia de espacios verdes. Del mismo modo, deberá ser objeto de severas multas si tala árboles de gran valía ecológica para realizar más fácilmente un proyecto inmobiliario. Finalmente, los habitantes, sobre todo aquellos que viven bajo el régimen de lo informal, pueden convertirse en verdaderos colaboradores de la biodiversidad a través de jardines familiares o comunitarios puestos a su disposición o el manejo de la «quinta fachada» en cada proyecto nuevo. •

Este es un artículo cuyo texto original fue expuesto en el webinar organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo «A green Recovery Post Covid-19: biodiversity for resilient Cities», 8 de junio 2020.

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Una ciudad a pie El derecho al espacio público como nueva dimensión de la resiliencia urbana. La experiencia de Milán.

FRANCESCO VESCOVI Arquitecto, PhD y docente de Urbanística. Funcionario de la Dirección de Urbanismo del Municipio de Milán. Investiga la relación entre los procesos de globalización y la disciplina del diseño urbano.

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a comprendimos que las estadísticas de la difusión del COVID-19 que se publican diariamente en los boletines sanitarios es sólo un dato abstracto, números e índices de dinámicas en buena parte condicionadas por la trama concreta de las relaciones entre los espacios de nuestros territorios y nuestras ciudades; y justamente, distintas metrópolis se están preparando para afrontar «la nueva normalidad» de los próximos meses, interviniendo en la configuración y en los modos de uso del espacio público y colectivo. En especial, en varios contextos se pone en evidencia cómo, a la luz del aumento de la necesidad de espacios para el desarrollo de las actividades cotidianas individuales y colectivas de la población, la escasez de espacio urbano a disposición no justifica la elección de destinar vastas áreas públicas al uso y al estacionamiento de vehículos particulares, según el principio que da prevalencia al derecho a la salud y al espacio público por sobre el derecho a la libre circulación en automóvil. Entre abril y junio de 2020, la Comuna de Milán, consultando a sus propios ciudadanos, ha implementado una Estrategia de Adaptación que, sobre las directrices elaboradas con respecto a este tema por el Grupo de Trabajo de Recuperación COVID-19 de la red internacional C40 —presidido por el alcalde de Milán, Giuseppe Sala—, se funda sobre dos importantes iniciativas: el proyecto Calles Abiertas, para limitar la presencia y el uso de los automóviles en favor de la movilidad ciclística y peatonal, y el desarrollo de la denominada «ciudad en quince minutos», dónde los habitantes tendrán acceso a todos los espacios públicos y a los servicios necesarios para las actividades cotidianas dentro del límite de un cuarto de hora a pie. Son líneas de acción muy integradas que, de hecho, ya estaban previstas en el Plan de Gobierno del Territorio Comunal Milán 2030, aprobado en octubre 2019, y que ahora, a causa de las posibilidades limitadas de traslado debido al distanciamiento social en el transporte público, adquieren carácter de urgencia y un rol prioritario. Para realizarlas en el breve lapso de tiempo a disposición, el Municipio está implementando la modalidad «urbanismo • 46

táctico», que se experimentó en parte a través del programa Plazas Abiertas, ideado en colaboración con Bloomberg Associates, National Association of City Transportation Official (NACTO) y Global Designing Cities Initiatives. Este programa, lanzado en septiembre de 2019, y abierto luego a las propuestas de las asociaciones locales de ciudadanos, permitió recuperar distintas áreas dedicadas al detenimiento y circulación de autos para su uso peatonal y la socialización. Se trata de intervenciones temporales, livianas, realizadas a través de fondos de colores y decoraciones urbanas removibles, pensadas para promover la adhesión a modelos de desarrollo urbano sostenible, ofreciéndole a los habitantes, para su rápida y económica evaluación, formas de uso del espacio público en alternativa a las formas centradas en los automóviles a las cuales están acostumbrados. Además del nuevo diseño de calles y plazas y de la difusión de zonas 301, la estrategia de Calles Abiertas trata de mantener medidas para favorecer el trabajo remoto y la desincronización de los horarios de los servicios públicos, de las escuelas y las grandes empresas, tratando así de reducir la demanda de transporte en las horas pico, y controlar el flujo automovilístico que ingresa desde las zonas periféricas, que antes del lockdown representaba aproximadamente el 64% de todo el tráfico vehicular privado de la red urbana. El nuevo modelo de ritmos temporarios y movilidad en bicicleta y peatonal trata de modificar la inercia cultural de la nación con la tasa de motorización más alta de Europa. Si bien Milán, ciudad en la cual dicho índice se presenta en constante descenso y más de la mitad de los viajes se realiza con transporte público, resulta ser particularmente virtuosa, habrá que ver si lo que se toleró como necesidad en los meses de la emergencia quedará definitivo para la «nueva normalidad»: sabemos bien que ni siquiera la perspectiva del nefasto cambio climático y la contaminación global produjo, hasta ahora, importantes y difundidas mejoras en el comportamiento cotidiano de las personas. A su vez, el modelo policéntrico de la «ciudad en quince minutos» deberá confrontar y chocar con la inercia de la estructura de Milán y sus dinámicas económicas e inmobiliarias muy centrípetas, reconfirmadas durante la última década por importantes y costosas operaciones de transformación alrededor del corazón urbano. La alteración de los patrones espaciales y temporales habituales, introducida por las medidas de contención del virus, ha puesto en crisis la interdependencia consolidada entre el centro rico de servicios (generalmente dedicado a funciones terciarias y pudientes) y las zonas periféricas residenciales e industriales, generando nuevas desigualdades, como por ejemplo entre quienes están en condiciones de estudiar, trabajar y generar ganancias aún en aislamiento y quienes no lo están; o profundizando las que ya existían, sobre todo con respecto a la adecuación de las viviendas y de la oferta local de servicios y espacios públicos. En algunos casos, los espacios comunes en condominio y la iniciativa de habitantes y asociaciones han contribuido a suplir esta carencia (se han organizado «centros de verano multisede» con actividades para niños y adolescentes en patios de diferentes complejos residenciales públicos, con la colaboración de los centros parroquiales); y se está experimentando el cierre al tráfico en algunas calles en las zonas más pobladas para destinarlas a actividades recreativas al aire libre,


Seguramente, si luego de las próximas elecciones no se restaurase el statu quo pre COVID-19, eliminando las innovaciones introducidas en este período, la experiencia del proyecto Calles Abiertas podrá contribuir a crear nuevos estándares para el proyecto de la movilidad y el paisaje urbano de Milán (y quizás en Italia). También es esperable que los principios de resiliencia ambiental y climática que establece el Plan de Gobierno del Territorio comunal actual, como fundamento de las futuras transformaciones, los cuales constituyen la base de los proyectos piloto de Milán presentados en los recientes concursos internacionales de Reinventing Cities, se puedan enriquecer con esta nueva dimensión sanitaria y social, vinculada a la disponibilidad y versatilidad de las formas en que el espacio público se utiliza (más que a su mera cantidad), y a las densidades poblacionales y funcionales más equilibradas y flexibles. • 1. Una zona 30 es un área urbana en donde la velocidad máxima para los vehículos motorizados es de 30 km/h. (N. de la E.)

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inspiradas en el ejemplo de las superilles de Barcelona. El lockdown y el trabajo remoto, además, han redistribuido la geografía de los consumos en forma provisoria, en ventaja de los barrios residenciales periféricos, favorecidos también por la posibilidad de ocupar gratuitamente parte de los carriles con «dehors y parklet». Pero es difícil imaginar que las lucrativas áreas centrales de Milán y las nuevísimas torres de oficinas de los barrios Citylife y Porta Nuova, que han redefinido su skyline, permanezcan utilizadas por debajo de las expectativas por un largo periodo; considerando también su impacto en el turismo que, a partir de la Expo 2015 y en vistas a las Olimpíadas de Invierno de 2026, representa un factor económico cada vez más relevante para la ciudad. En ausencia de intervenciones estructurales que favorezcan un nuevo equilibrio del sistema urbano y metropolitano, la aplicación de las propuestas de la Estrategia de Adaptación para potenciar los sistemas locales del welfare y de las actividades productivas parece incierta y lenta, ya que dependen de lógicas de mercado, rentas inmobiliarias y economías de escala que la Administración Pública y la buena voluntad de los ciudadanos no modifica tan fácilmente, en especial a corto plazo.

Intervención táctica urbanística del programa Plazas Abiertas. Foto: Comuna de Milán.

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La pandemia, la economía argentina y el real estate

AGUSTÍN D’ATTELLIS Licenciado en Economía, UBA. Máster en Economía, UTDT. Profesor UBA. Director de AD Consultores.

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l impacto económico de la llegada del coronavirus al país se dio en el peor momento posible. La economía argentina comenzó este año con una dinámica recesiva lanzada, fuerte inercia inflacionaria, un mercado interno muy deteriorado, desequilibrio en las cuentas públicas, altas tasas de interés, presión devaluatoria, bajas reservas internacionales en el Banco Central, y un muy elevado nivel de deuda, tanto con acreedores privados como con el FMI. La deuda en cuestión tenía dos agravantes: el 75% fue contraída en divisas, y la concentración de los vencimientos se daba en el corto plazo. Esta situación planteó que la estrategia en materia económica del gobierno estuviera enfocada en dos planos; por un lado, el fortalecimiento del mercado interno, vía estímulo de la demanda, a través de recuperar el poder adquisitivo de los salarios e incrementar el consumo interno, y por otro lado, la reestructuración de la deuda, con el objetivo de despejar el horizonte de vencimientos y contar con más grados de libertad, para poder llevar adelante las necesarias políticas expansivas, evitando un evento de default. Sin embargo, apenas iniciado este camino, el coronavirus comenzó a diseminarse con fuerza en el mundo, la OMS lo declaró una pandemia, comenzaron a aparecer casos en el país, y se tuvo que reaccionar aplicando la única vacuna existente hasta el momento, que es el aislamiento social. A partir del 20 de marzo se anunció oficialmente el aislamiento social obligatorio, restringiendo casi completamente la actividad económica. En paralelo, comenzaron a anunciarse programas de asistencia desde el Estado para intentar contener el impacto económico del freno repentino sobre los diferentes sectores afectados. De esta forma, se elaboraron programas de asistencia

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> Fotos: Fernando Schapochnik

social, a empresas y sus trabajadores, y a provincias y municipios. Cabe destacar que, en otros países del mundo, sobre todo los desarrollados, los paquetes de asistencia alcanzaron porcentajes más altos del PBI, pero que se trata de economías con más margen de maniobra que la nuestra, y que emiten monedas más fuertes. Sin embargo, el patrón común como respuesta a la circulación del virus, es el aislamiento social para atender el frente sanitario, y las inyecciones de dinero a través de programas especiales, para enfrentar el impacto económico. En la situación en la que se encuentra la economía argentina el problema radica en que la única fuente de financiamiento posible para llevar adelante la asistencia necesaria es la emisión monetaria. La posibilidad de endeudarse se encuentra anulada por la herencia recibida en materia de deuda, el ingreso por exportaciones se resiente por el desplome del comercio internacional, y las inversiones extranjeras, obviamente que brillan por su ausencia en esta situación de crisis. Esta necesidad de emisión constante a un ritmo fuerte no es completamente absorbida por la demanda de dinero, dado el bajo nivel de actividad y la inexistencia estructural de demanda de pesos por reserva de valor, de manera que esto presiona sobre la brecha cambiaria, la cual ya ha alcanzado un 120% (al cierre de esta edición). El problema es que una brecha de esta magnitud y con perspectivas de mayor crecimiento, generan presión sobre los precios, que hoy no se disparan más fuerte por el freno de la economía y por los controles sobre precios regulados, pero que van tomando fuerza y que pueden estar contenidos en forma de olla a presión y saltar en un futuro próximo.


La situación descripta, desatada a partir de la circulación local del virus, modificó sustancialmente la estrategia económica en ambos planos. Por el lado de la deuda, se logró ordenar ese frente, reestructurando la deuda con acreedores privados, quedando pendiente aún le reestructuración de la deuda con el FMI. Sin embargo, el buen humor del mercado duró poco, llevando rápidamente el riesgo país al nivel actual de 1400 puntos básicos, acelerando la caída de reservas y aumentando fuertemente la brecha cambiaria. Por el lado del fortalecimiento del mercado interno, la realidad condujo al camino opuesto, el cese de actividades productivas y el cierre de comercios, puso en tensión al empleo, y condujo a aceptar recortes salariales en aras de preservar las fuentes de trabajo. En medio de esta situación se interrumpieron las negociaciones paritarias que comenzaban en marzo, y en un año donde la proyección de inflación ronda el 40%, sin paritarias, se recortaron en varios sectores un 25% los salarios nominales. Esto marca un escenario desolador para el crecimiento del consumo interno, principal componente de la demanda agregada. Tras haber tocado mínimos históricos todas las series de actividad, durante los meses de abril y mayo, se dio un rebote natural por el aumento de la circulación con protocolos, pero que comienza a perder fuerza en las últimas mediciones. Las estimaciones de caída del PBI para este año dan cuenta de un -12%. Para tomar dimensión, la caída del PBI en 2002, luego de la explosión de la crisis de diciembre de 2001 en nuestro país, fue de -10%. Obviamente que esta caída implicaría más desempleo, más pobreza, más indigencia, y tornaría necesaria una asistencia mucho más fuerte de parte del Estado, conduciendo a la macroeconomía a una situación de mucha vulnerabilidad.

Sumado a esta situación en la economía real, el virus no cede, los contagios y las víctimas fatales aumentan día a día, y se instaló una profunda crisis de confianza sobre la economía. El sector del real estate, por el momento, es uno de los más perjudicados, dado del freno total sobre la construcción, y la actividad comercial inmobiliaria durante muchos meses. Ambas actividades recuperaron algo de su operatoria, pero con muchas restricciones aún. El índice sintético de actividad de la construcción (ISAC) que mide el Indec arrojó una caída de -17,7% anual en el mes de agosto. Muchos interrogantes surgen en este momento como, por ejemplo, qué va a pasar con los precios, tanto de materiales cuando se retome la actividad, como de los inmuebles, que presentan ya caídas en dólares en algunos barrios porteños. En síntesis, el panorama luce muy complejo. La prioridad es ordenar la macroeconomía, y revertir la crisis de confianza, para lo cual es necesario un shock de ingreso de dólares. La presión devaluatoria es muy fuerte, con la brecha cambiaria en 120%. El gobierno insiste en que no acelerará el ritmo constante de minidevaluaciones que presenta desde fin de año. ¿Logrará sostenerlo mucho tiempo más sin dólares? El mercado apuesta a que no, por eso la tensión cambiaria es fuerte. Será necesario un gran consenso económico y social, con compromiso de todas las partes, para impulsar el rebote de la actividad, recomponer la confianza, y ordenar la macroeconomía. Caso contrario, es probable que ocurra un salto cambiario desordenado con impacto en el mercado interno, en medio de una frágil situación social. •

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Ejercicio profesional Esta sección es un espacio de comunicación del CPAU con la matrícula. Aquí encontrarás las acciones que lleva a cabo el Consejo, actualidad de la profesión, actividades, guía para realizar trámites y más. «Quizás otro virus, ideológico y mucho más beneficioso, se propague, y con suerte nos infectará: el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del estado-nación, una sociedad que se actualiza a sí misma en las formas de solidaridad y cooperación global.» Slavoj Žižek


GESTIÓN CPAU

Defender, acompañar, renovar Concluye el ciclo de la actual gestión del Consejo y las autoridades deben renovarse. La presidenta Valeria del Puerto nos presenta un resumen de lo realizado en estos últimos dos años. Por Valeria del Puerto

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sta gestión atravesó un período tan extraordinario como difícil: a la crisis del sector, que aumentó en 2019, se le sumó la paralización de todas las actividades que impuso el COVID-19. Para contener y acompañar este momento tan especial, creamos el 20 de marzo de 2020 el canal red@cpau.org, en el que atendemos dudas, consultas e inquietudes. En este contexto, nuestra conducción —junto al equipo de colaboradores/as— puso el acento en la defensa de la actividad profesional y la incorporación de beneficios para la matrícula. Y se agregó el laborioso desafío de migrar el funcionamiento del Consejo a un modo virtual. Durante estos dos años, aconteció un hecho por demás relevante para la profesión que fue la sanción de los Códigos Urbanístico y de Edificación. Una vez puestos en vigencia, conformamos un equipo para colaborar en la adaptación de la actividad a las nuevas normas. El nuevo proceso de trámites y registros también incidió en el ejercicio profesional, por lo que iniciamos un proceso de intercambio permanente con el gobierno. Gran parte de las decisiones del Consejo fueron consensuadas unánimemente. La mirada abierta, desde un perfil profesional y plural, con especial énfasis en las cuestiones de género y de juventud, la renovación de la comunicación del CPAU y el impulso hacia la integración del Consejo con la SCA son algunas de las improntas de esta gestión.

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1. Beneficios para la matrícula Seguros sin cargo incluidos en la matrícula (Seguro de Responsabilidad Profesional desde 2019 y Seguro de Accidentes Personales); Matrícula gratuita para menores de 30 años; En relación a la pandemia Cursos gratuitos mientras dure el aislamiento; Capacitaciones gratuitas, específicas por el COVID-19; Biblioteca digital gratuita por seis meses; DSI (Diseminación Selectiva de Información) cada vez con más suscriptores

2. Acciones para la defensa de la actividad La incumbencia del título para tasar propiedades; Nota a Enargas y Edesur para remarcar la incumbencia de nuestra matrícula para proyectar y dirigir instalaciones; Habilitaciones: acción para mejorar los procesos de aprobación; Carta al presidente de la Nación por subasta de inmuebles (2019) por definiciones en la planificación del uso de recursos; Carta al Ministerio de Educación por actividades reservadas al título en relación con la Res. N° 1254/18 (ver p 18: Instituto de Ejercicio Profesional).


En relación a la pandemia Protocolo COVID-19 para arquitectas y arquitectos; Propuesta de ocho medidas para incentivar la actividad; Conformación de la Mesa Profesional de la Vivienda y presentación de propuestas para incentivos al Ministerio de Desarrollo Productivo; Gestiones ante los gobiernos para permitir la reanudación de las obras;

4. Institucional Integración SCA-CPAU; Trabajo conjunto con CPIC para la Ley de Etiquetado de Eficiencia Energética; Acciones con CPIC, FADIC y FADEA; Acción por venta de tierras; Representación del CPAU en la presentación de Argentina Construye;

3. El Consejo y el ejercicio profesional

Representación del CPAU ante IV Congreso Nacional de Arquitectos de FADEA (Córdoba); Congreso Expo Construir; Summit Real Estate; 2do Encuentro Nacional de Mujeres Profesionales de la Arquitectura y Urbanismo (Rosario); entre otros;

Charlas abiertas sobre los códigos actuales;

Reunión de entidades con la ministra Bielsa;

Actualización del MEPA;

Reuniones con decanos para tratar de avanzar en la Resolución 1254.

Notas y cartas a los gobiernos de Nación y Ciudad para el reinicio de la actividad.

Organización de las Jornadas Nacionales de Cátedras de Ética y Legales; Análisis y cambios sobre los honorarios sugeridos; Trabajo acerca de las responsabilidades profesionales; Definición de las tareas de DDO; Protocolo acerca del ejercicio profesional de la Arquitectura en contextos vulnerables; Videos educativos sobre cuestiones de ética; Capacitación CPAU: 40 cursos este año (37 de ellos, gratuitos) y 2811 personas inscriptas hasta fines de octubre de 2020;

5. Balance económico y financiero Determinación de presupuesto anual; Control de la ejecución presupuestaria; Mejora permanente en la definición de gastos; Equilibrio presupuestario anual; Consolidación de fondo anti-cíclico.

6. Comunicación

Afiches descargables sobre tareas básicas de DDO. Ver páginas 57 a 62.

Nueva imagen gráfica;

En relación a la pandemia

Creación del Protocolo de comunicación;

Grupo de trabajo para incentivar la construcción post-pandemia;

Creación del Manual de Estilo CPAU;

Asesoramiento técnico: atendimos 4.296 consultas en lo que va del año (a septiembre). El total del período de gestión lleva respondidas 13.506 consultas de gerencia técnica.

Nueva web;

Desarrollo de campañas de prensa (OM/2000 obras/cineclub +ASA); Canal YouTube CPAU; Creación del canal red@cpau.org

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7. Tecnología

10. Códigos

Nuevo sistema de gestión contable;

Análisis de su aplicación e impacto;

Plataforma para las charlas en YouTube y las proyecciones del Cineclub CPAU;

Reuniones semanales con funcionarios del GCABA para observaciones y aportes;

Desarrollo de sistemas para el modo virtual;

Capacitaciones y charlas;

Desarrollo para la web nueva;

Aportes a la modificación del CUr;

Virtualización de los cursos de Capacitación CPAU.

Grupo de trabajo especialmente creado;

8. Género y jóvenes

Documento para la audiencia pública modificación del CUr;

Matrícula gratuita para menores de 30;

Trabajo acerca de la modificación del Código de Edificación.

Compromiso del 30% mínimo de mujeres en eventos propios y auspiciados;

11. Gestiones con el GCABA

Adaptación del MEPA al lenguaje inclusivo; Protocolo de Comunicación en relación con género y jóvenes; Reformulación del ADI para incluir jóvenes y mujeres; Guía de acciones y mecanismos de prevención (en preparación); Charlas y capacitaciones acerca del desarrollo profesional.

9. Presencia del CPAU en la sociedad Bienal de Arquitectura;

Soluciones a problemas puntuales en los trámites; Reuniones por la crisis, los nuevos códigos y la pandemia; Participación activa para simplificar procedimientos; Generación de la Mesa de Ayuda gracias a un pedido del CPAU; Aportes a la definición del nuevo proceso de trámites y registros; Aportes a la ley de incentivos para la construcción; Capacitación con funcionarios de la SECDU.

Libro Hablemos de Arquitectura; Encuentros/debate Hablemos de Arquitectura; Cineclub CPAU online gratis y libre; CPAU Kids; Diseño del libro de la Confitería del Molino; Participación como jurado en la Bienal de Venecia.

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12. Gestión interna Talleres de capacitación staff en redacción; En relación a la pandemia Migración del CPAU al modo virtual; Adaptación del funcionamiento de la entidad a partir del COVID-19.

En relación a la pandemia

13. El Consejo y la ciudad

Campaña de videos Hablemos de Arquitectura;

Jornada Celebrar el Río;

Convocatoria de Arquitectura Argentina Solidaria junto con la SCA.

Relevamiento y estudio del espacio público; Grupo de trabajo para la actualización de Plan Urbano Ambiental.


14. Moderna Buenos Aires Obtención de Mecenazgo por cuarta vez;

17. Hablemos de Arquitectura

Lanzamiento de la app;

Creación de Hablemos de Arquitectura;

Proyección del documental Nac&Pop;

Ciclo de charlas presenciales y posterior difusión en video;

Recorridos especiales (en bici y a pie); Producción de 16 series documentales: Mirador, Drone 360 y Usuarios; Presentación de la exposición Buenos Aires/ Bauhaus/Ramos Mejía en la Bienal BA. En relación a la pandemia Especial Serie Mirador para las redes; Programa de recorridos virtuales.

15. Observatorio Metropolitano Nueva interfaz y nuevos contenidos de la web del OM;

Libro Hablemos de Arquitectura. En relación a la pandemia Hablemos de Arquitectura en tiempos de pandemia: ciclo de videos temáticos.

18. ADI e Institutos INSTITUTO DE EJERCICIO PROFESIONAL (IEP) Documento sobre los antecedentes de la Resolución 1254/18; Manual de Mantenimiento en edificios de propiedad horizonta;. Investigación sobre BIM y Gis;

Celebración de los 10 años del OM y lanzamiento del libro;

Estudio comparado de la normativa sobre Eficiencia Energética;

Presentación del Mapa de subastas y gestión de prensa (+80 repercusiones);

Relevamiento, registro y geo-referenciación de 60 edificios paralizados/desocupados en CABA.

Presentación del Mapa del borde costero del AMBA;

INSTITUTO DE HABITAT URBANO (IHU)

En relación a la pandemia Boletines especiales con noticias, seminarios y encuentros; Relevamiento especial sobre la pandemia del Covid-19 en el AMBA; Notas de opinión de especialistas.

16. Revista Notas Rediseño de la publicación, nueva imagen y estructura; Incorporación de una periodista la sección Ejercicio Profesional; Actualización de contenidos; Llegada a más de 25.000 lectores.

Mesa de trabajo: Reflexiones sobre la sanción de la Ley 6099/2018 —nuevo Código Urbanístico— y sobre la Ley 6062/2018 Plusvalía Urbana; Mesa de trabajo: Gobierno Abierto, creada por la Secretaría de Infraestructura del Ministerio de Interior de Nación; Mapeo Urbano Habitacional; Encuentros y seminarios. ÁREA DE DESARROLLO INMOBILIARIO (ADI) Incorporación de mujeres y jóvenes al ciclo de charlas; Renovación de la temática y contenidos; Replanteo del índice CPAU y la generación de nuevas estadísticas.

Escaneá el código QR y encontrá: Informe completo de la gestión en nuestra web

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ACCIONES INSTITUCIONALES

Nuestro trabajo para volver a la actividad

Mientras duró el ASPO, le pedimos al GCABA reanudar nuestra actividad, nos reunimos en una mesa sectorial con el ministro Kulfas, participamos de un encuentro con el ministro Giusti, acercamos ideas al GCABA para la Ley de Incentivos, lanzamos la plataforma de libros digitales gratuitos y continuamos los cursos gratis y el cine abierto a todo público.

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uego de siete meses sin poder desarrollar nuestro trabajo, la realidad laboral, económica y personal de nuestra matrícula estaba en un estado insostenible. Por eso, en el mes de agosto le propusimos nuevamente a Horacio Rodríguez Larreta un esquema de reanudación paulatina e incremental de la actividad profesional y le pedimos que eleve nuestra preocupación y nuestro pedido a las autoridades nacionales. Además, entre las numerosas gestiones que realizamos desde el mes de abril para lograr la reanudación de las actividades profesionales en general, y las obras en particular, nuestra presidenta Valeria del Puerto se reunió con el ministro de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en un encuentro promovido por la Coordinadora de Entidades Profesionales Universitarias (CEPUC). Participamos junto al Colegio de Escribanos de CABA y a FEMECA, entidad que representa a médicos/as. En respuesta a un pedido de audiencia, participamos de un encuentro con el ministro de Producción de la Nación, Matías Kulfas, y referentes del ámbito inmobiliario y de la construcción para presentarle medidas concretas para la reactivación del sector.

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Por otro lado, ya habíamos enviado ocho propuestas para reactivar e incentivar la actividad a los gobiernos nacional y de CABA. Y acercamos propuestas al GCABA para la Ley de Incentivos que se acaba de sancionar. Para la matrícula vitalicia y activa del CPAU y el CPIC, y para quienes tienen el abono anual, presentamos un nuevo servicio de la Biblioteca CPAU (ver página 74). Y continuamos con el ciclo del Cineclub CPAU online, abierto a todo público y gratuito y con los cursos de Capacitación CPAU gratis mientras dure el ASPO. •

Escaneá el código QR y encontrá: Ocho propuestas presentadas por el CPAU a los Gobiernos de CABA y Nación


COMISIONES

Responsabilidades y tareas de directores/as de obra Nuestra comisión de Ejercicio Profesional elaboró un sistema de carteles para los obradores con la idea de clarificar e informar las obligaciones de las personas que están a cargo de la DDO.

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on la colaboración de la Gerencia Técnica, nuestra comisión de Ejercicio Profesional ideó una serie de carteles que detalla en cada etapa de la obra cuáles son las responsabilidades que le competen a los/as directores/as de obra. Nacieron a partir de nuestra voluntad de colaborar con la función de los/as profesionales a cargo de la Dirección de Obra (DDO) para clarificar y dejar asentadas las tareas que deben realizar en el comienzo de la obra, durante su transcurso y al finalizarla. También, diseñamos un cuarto flyer para las tareas de la persona a cargo de Higiene y Seguridad. «Queremos ayudar a nuestra matrícula, no solo para que tengan en claro y no se olviden los pasos que deben cumplir en cada una de las instancias de la obra, sino para que puedan informarlos al personal, a contratistas y a sus comitentes y estén interiorizados/as sobre cuáles son estas tareas. Creemos que pueden estar visibles en algún lugar de reuniones o de afluencia de personas como puede ser el obrador», explicó María Hojman, presidenta de la comisión de Ejercicio Profesional del CPAU. •

Los carteles se basan en los siguientes documentos del MEPA: A448 El Director de Obra y el comienzo de la obra

A449 El Director de Obra durante la construcción de la obra

A450 El Director de Obra y la certificación de los trabajos

A451 El Director de Obra y la terminación de la obra

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DIRECTOR/A DE OBRA - TAREAS BÁSICAS

Al comienzo de la obra Debe constatar: 01

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Que se cumplieron los trámites y requisitos del GCABA y empresas de servicios.

La existencia de los seguros y garantías a cargo del/de la profesional constructor/a son los siguientes:

Que nombró a su representante en obra con delimitación de sus atribuciones y le informó a el/la profesional constructor/a. Es importante recordar que no es necesario visitar la obra todos los días ni permanecer en ella durante toda la jornada.

02 Que los/as profesionales que figuran en el GCABA como proyectista, constructor/a o su representante técnico/a, proyectistas y ejecutores/as de estructura y de instalaciones de los distintos rubros sean quienes asumirán realmente esos roles.

03 Que se nombró al/a la profesional en higiene y seguridad, se presentó a la ART el plan de higiene y seguridad y que está aprobado.

04 Que el/la profesional constructor/a verifique el ajuste de los planos de replanteo con la posición y medidas de las construcciones linderas y constate, con fotografías y acta notarial, el estado de los muros linderos.

Extracto del MEPA. Anexo A448

• Seguro obligatorio (ART) de riesgos del trabajo para cubrir al personal de obra y técnico involucrado; • Seguro por accidentes personales, por accidentes o lesiones del/de la DO, del/de la comitente y sus representantes de obra; • Seguro de responsabilidad civil para cubrir los daños a personas ajenas a la obra (y a sus cosas); • Seguro contra incendio; • Seguro por robo y hurto; • Garantía de cumplimiento de contrato;

07 Que suscribió el acta de iniciación de los trabajos, junto con el/la comitente, el/la contratista y su representante técnico/a.

08 Que el/la profesional constructor/a realice el acta de replanteo partiendo de los puntos fijos de planimetría y nivel definidos en el proyecto.

• Garantía sustitutiva del fondo de reparo.

A448 El Director de Obra y el comienzo de la obra

Por dudas o aclaraciones exclusivas sobre obligaciones y responsabilidades de los roles, dirigirse a Gerencia Técnica tecnica@cpau.org | 011 5239 9413


DIRECTOR/A DE OBRA - TAREAS BÁSICAS

Durante la construcción Debe: 01 Proporcionar al/a la profesional constructor/a croquis, especificaciones e información para aclarar la documentación de proyecto.

02 Verificar que el/la profesional constructor/a realice, conforme tecnologías y recursos propios, los planos y documentación, para la conducción y materialización de la obra.

03 Participar, junto con su representante, de reuniones de coordinación con contratistas y subcontratistas.

04 Efectuar las indicaciones al/a la profesional constructor/a mediante el cuaderno de órdenes de servicio, en hojas numeradas y por triplicado.

05 Controlar la correspondencia entre el material suministrado y el especificado en cuanto a calidad y cantidad.

Extractos del MEPA. Anexos A449 y A450

06 Exigir al/a la profesional constructor/a copia de la documentación que acredite el cumplimiento de las normas laborales, previsionales e impositivas vigentes respecto de sus obreros/as. Esta revisión no es competencia del/de la DO: el/la comitente debe estar a cargo de esta tarea o designar a otra persona.

07 Comprobar la concordancia entre los trabajos ejecutados y los proyectados. El/la DO no es responsable por incumplimientos en la ejecución de los trabajos. Para no incurrir en corresponsabilidad, debe rechazar y no certificar trabajos con fallas, defectos o que no concuerden con planos.

08 El/la DO no es responsable por los atrasos o incumplimiento de los plazos por parte de un/una profesional constructor/a. Para no incurrir en corresponsabilidad, ante atrasos injustificados debe advertir al/a la contratista e informar a su comitente.

09 Solicitar a el/la profesional constructor/a que, para facilitar la medición de los trabajos y sus

A449 El Director de Obra durante la construcción de la obra

liquidaciones, organice planillas desagregadas por rubros e ítems o por sectores o niveles de obra y, en su caso, en materiales y mano de obra.

10 Acordar con el/la profesional constructor/a las fechas para hacer conjuntamente las mediciones. Suscribir un acta con el detalle de lo realizado. Los trabajos rechazados, pendientes de corrección o re-ejecución no se miden, ni liquidan, ni certifican.

11 Solicitar al/a la profesional constructor/a que presente por separado las liquidaciones de: • anticipos para la compra de materiales, • anticipo financiero, • trabajos según precios contractuales, • trabajos por modificaciones del contrato.

12 Revisar y aprobar las liquidaciones del/de la profesional constructor/a, emitir un certificado con el acuerdo y enviar al/a la comitente para su pago. Todos los certificados son provisorios y quedan pendientes de revisión hasta la emisión del certificado final de obra.

A450 El Director de Obra y la certificación de los trabajos

Por dudas o aclaraciones exclusivas sobre obligaciones y responsabilidades de los roles, dirigirse a Gerencia Técnica tecnica@cpau.org | 011 5239 9413


Higiene y seguridad en las obras

01

03

05

El/la contratista es responsable del cumplimiento de las normas de higiene y seguridad dispuestas en el art. 4 del decreto 911/96 reglamento para la industria de la construcción, higiene y seguridad.

El/la profesional en higiene y seguridad debe vigilar la implementación por parte del/ de la contratista de las medidas dispuestas en el plan de higiene y seguridad.

02

04

El/la director/a de obra no es responsable directo/a de las medidas de higiene y seguridad. Pero si advierte fallas en ellas, debe informarlas inmediatamente al/a la contratista y al/a la profesional en higiene y seguridad.

El/la profesional en higiene y seguridad es responsable por la redacción y presentación ante la ART del plan de higiene y seguridad.

El/la contratista, mediante su representante técnico/a, tiene obligación de establecer, mantener y controlar el cumplimiento de las medidas de higiene y seguridad del plan presentado a la ART.

Extractos del MEPA. Documento C 09: La dirección de las obras. Anexos A449 y A450

A449 El Director de Obra durante la construcción de la obra

06 Al comenzar la obra, el/la director/a debe controlar la designación del/de la profesional en higiene y seguridad, notificarse con su firma de la presentación del plan de higiene y seguridad a la ART, verificar que el plan esté aprobado y que estén contratados los seguros correspondientes.

A450 El Director de Obra y la certificación de los trabajos

Por dudas o aclaraciones exclusivas sobre obligaciones y responsabilidades de los roles, dirigirse a Gerencia Técnica tecnica@cpau.org | 011 5239 9413


DIRECTOR/A DE OBRA - TAREAS BÁSICAS

Durante la terminación de la obra Debe constatar: 01

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Que se cumplieron los trámites y requisitos del GCABA y empresas de servicios.

Revisar la certificación de toda la obra y emitir el certificado final luego de controlar la liquidación final presentada el/la profesional constructor/a.

Redactar el acta de recepción definitiva a suscribir por el/la comitente, el/la profesional constructor/a y el/la director/a de obra.

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Verificar que durante el lapso de garantía (que comienza en la fecha del acta de recepción provisoria y se extiende por el tiempo que fija el contrato) el/la profesional constructor/a subsane las eventuales fallas indicadas y cumpla con el resto de las obligaciones contractuales.

Solicitar al/a la comitente que devuelva al/a la profesional constructor/a la garantía de contrato y el fondo de reparo o de sus saldos remanentes.

02 Realizar la recepción provisoria si, luego de inspeccionar la obra junto con el/la profesional constructor/a, no se observan fallas o hay solamente defectos subsanables durante el plazo de garantía.

03 Verificar que el acta de recepción provisoria sea realizada por triplicado, con indicación de la fecha y que lleve las firmas de: el/la comitente, el/la profesional constructor/a y el/la director/a de obra.

Extracto del MEPA. Anexo A451

06 Confeccionar o verificar que se confeccionen y tramiten los planos conforme a obra y certificaciones finales ante el GCABA y ante las prestatarias de servicios.

A451 El Director de Obra y la terminación de la obra

Por dudas o aclaraciones exclusivas sobre obligaciones y responsabilidades de los roles, dirigirse a Gerencia Técnica tecnica@cpau.org | 011 5239 9413


TRÁMITES

Nuevos procedimientos para los trámites de obra

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lfonso Crotto, subsecretario de Registros, Interpretación y Catastro (SSREGIC) y Santiago Aranguren, asesor de la SSREGIC, explicaron el nuevo proceso de trámites y presentaron el paquete de incentivos y facilidades de pago en una charla que organizamos con el GCABA para nuestra matrícula el 18 de septiembre, por el canal de YouTube del CPAU. En sus palabras de bienvenida, Valeria del Puerto se refirió a la paralización de las obras y al momento complicado que atraviesan los/ as profesionales. «Esta situación es muy difícil, el impacto que está generando es muy grande. Soy consejera, me sucede lo mismo que a toda la matrícula: obras paralizadas, clientes preocupadísimos/as y operarios/as sin trabajo. Tenemos presente que es una emergencia global y que las consecuencias son muy graves. En relación a esto, quiero recordar las acciones que desde el Consejo venimos llevando adelante en estos seis meses», comenzó la presidenta del CPAU. «Iniciamos contacto al comienzo de la cuarentena con los gobiernos de Nación y Ciudad. En abril enviamos una nota conjunta muy clara, donde propusimos trabajar en conjunto con los gobiernos para destrabar esta situación y, de manera paulatina, poder iniciar las obras. Mantuvimos contacto semanal, y casi diario, con los organismos de control para atender casos particulares y también para intentar reiniciar las obras de forma paulatina. Desarrollamos un protocolo COVID en conjunto con las cuatro entidades de de arquitectos/as e ingenieros/as. En julio enviamos a los gobiernos de Nación y Ciudad, y a sus dependencias también, nuestro pedido de ocho puntos que incluyó dos de los que se van a tratar hoy; la reactivación y la aplicación de incentivos. Estamos en este tema como lo están la UOCRA y la Cámara de la Construcción, con esta situación tan compleja. Sabemos que el proceso de los trámites viene siendo engorroso, que muchas veces demoran más que la propia obra y este tema es motivo de trabajo permanente del Consejo desde hace muchos años. Esperemos que este cambio signifique un alivio para la matrícula», agregó. • 62

A su turno, los dos funcionarios explicaron cómo se modificó el proceso de trámites, cuáles son los requisitos y también se refirieron a las instancias de pago. Para simplificar la gestión de los permisos de obra, se dividió el Permiso de Obra en dos etapas: Registro de Plano de Obra Civil y Permiso de Obra (ver QR de la charla y del dossier en esta misma página). Con respecto al nuevo procedimiento para obtener los permisos de obra, acercamos algunas sugerencias de la Gerencia Técnica del CPAU, para tener en cuenta:

Conformidad de comitentes Es muy importante formalizar y documentar la relación con el/la comitente mediante la firma de un contrato, el uso de minutas que den cuenta de lo resuelto en las reuniones y la obtención de conformidades del/de la cliente/a en las distintas etapas que constituyen un proyecto completo. El procedimiento vigente desde el 15 de septiembre pasado estipula que el/la comitente no debe firmar la carátula del plano que se presenta en DGROC para su registro. Ello podría plantear, por su parte, un desconocimiento o disconformidad respecto de la propuesta arquitectónica incluida en el «permiso de obra en etapa de proyecto», y así deparar un problema al/a la arquitecto/a, e incluso poner en duda sus honorarios. Es importante recordar que los/as profesionales deben solicitar al/a la comitente su expresa conformidad respecto de la documentación a presentar ante el GCABA como parte del proceso de elaboración del proyecto.

Encomienda de tareas profesionales visada por el CPAU y honorarios Nuestro registro de tareas profesionales (RETP) es un documento importante para determinar la relación que vincula a comitentes y profesionales, aunque no constituye un contrato. Es un documento solicitado en el alta del expediente en TAD. Su suscripción apuntala el cobro de las tareas profesionales


La Secretaría de Desarrollo Urbano del Gobierno del GCABA modificó el proceso de trámites, los requisitos y las instancias de pago para simplificar la gestión de los permisos de obra. Lo explicó en una charla para nuestra matrícula.

encomendadas, pero dado que su contenido no indica el honorario acordado, es importante que este quede expresado en un contrato, o al menos, en un intercambio de notas. En nuestro MEPA se pueden encontrar modelos específicos de contratos aplicables a cada tarea profesional encomendada, documentos que fortalecen y completan el registro de encomienda. Además, en los cuadros de honorarios sugeridos, se explicitan las retribuciones que, si bien no son obligatorias, recomendamos para cubrir la responsabilidad y trabajo del rol encomendado.

Conveniencia de la Unidad de Proyecto y Dirección de Obra El nuevo procedimiento para comenzar una obra se dividió en dos etapas: → La inicial, denominada permiso de obra en etapa de proyecto, en la que solamente se declara el /la profesional responsable del proyecto. → La siguiente, que permite obtener el permiso para comenzar la construcción. Los/as profesionales deben informar claramente a quien contrata el servicio las bondades de mantener en la figura de un/a solo/la profesional la responsabilidad del proyecto y la dirección de las obras, evitando así los perjuicios, técnicos y económicos, que pudiera traer aparejada la atomización de la responsabilidad en más de un/a profesional. Aun cuando exista una completa documentación de proyecto, es habitual que se planteen dudas o posibles ajustes durante la concreción de la obra. La mejor respuesta la dará el/la proyectista que, de ser también el/la directora/a de obra, buscará las mejores alternativas para que la propuesta proyectual no sea tergiversada. Tenemos que recordar que el/la profesional que dirige una obra proyectada por otro/a profesional tiene derecho a cobrar un adicional a los honorarios básicos. Ello es así

por cuanto el/la director/a de obra que no hizo el proyecto debe estudiar y revisar toda la documentación que recibe, pues adquiere responsabilidades sobre ella, al margen de los reclamos que conserva respecto del/de la proyectista ante algún problema. Sin dudas, conservar la unidad del rol de proyectista y director/a de obra es un beneficio para las obras de Arquitectura, para los intereses de los/las comitentes y para un mejor cumplimiento de las tareas de los arquitectos y arquitectas.

Plano conforme a obra Las autoridades del GCABA, en esta nueva etapa de cambios en las tramitaciones para obtener el permiso de construcción, se refirieron en numerosas ocasiones a la necesidad de la presentación del plano conforme a obra una vez finalizada su construcción. Para los/las directores/as de obra es de vital importancia cumplir con esta etapa que permitirá realizar la inspección del AVO 4 y, de coincidir su resultado con lo volcado en el plano conforme, contaremos con la constancia de la finalización de nuestra tarea y de las condiciones en las que se entregó la obra. •

Escaneá el código QR y encontrá: Dossier GCABA Nuevo proceso de trámites para construir en la Ciudad + Plan de incentivos al desarrollo urbano Charla que organizamos con el GCABA

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CONVERSACIONES

En qué consiste el plan de incentivos del GCABA

La Legislatura porteña aprobó una ley que incluye descuentos y facilidades en los pagos para las obras.

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l jueves 27 de agosto se aprobó la Ley N° 6323 con el objetivo de incentivar la industria de la construcción. La norma refiere a los momentos de pago, descuentos y diferimientos aplicables a los Derechos de Delineación y Construcción, al gravamen por Generación de Residuos Áridos y a la Ley de Desarrollo Urbano y Hábitat Sustentable (Plusvalía) para obras micro, menores, medias y mayores (de hasta 10.000 m2 y de más de 10.000 m2). Los descuentos son acumulables y, en algunos casos, pueden llegar al 100%. En la charla que organizamos para nuestra matrícula el 18 de septiembre, Alfonso Crotto, subsecretario de Registros, Interpretación y Catastro (SSREGIC) y Santiago Aranguren, asesor de la SSREGIC, explicaron el nuevo

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proceso de trámites y también la aplicación de esta nueva ley de incentivos, que resumimos en un documento al que se puede acceder a través del código QR al final de esta nota. «La Ley de incentivos se basa en los derechos de delineación, de construcción y áridos, por un lado, y de plusvalía, por el otro. En cuanto a los primeros, en el nuevo trámite los derechos de construcción se pagan un 30% al momento del registro del proyecto y un 70% al momento de solicitud del permiso. En el caso de los áridos, se paga el 100% en la solicitud del permiso. ¿Cuál es el beneficio en este caso? Un financiamiento del 70% en los derechos de construcción y delineación y el 100% de los derechos áridos a 12 meses», detalló Crotto en la charla para la matrícula del CPAU. Existen excepciones al pago de la plusvalía, pero solo sucede para aquellos casos que cumplan todos los requisitos que estipula la ley. Se trata de distintas condiciones que pueden lograr un beneficio del 20% en adelante. El subsecretario explicó el incentivo en relación a cómo se pagaba antes, pero cabe aclarar que no todas las obras podrán acceder a estos descuentos.


< Foto: Albano García

«Aprovechamos para cambiar la instancia de pago. Va a ser un 20% a la solicitud del permiso, un 40% al momento del AVO1 y un 40% al momento del AVO2». Y definió el periodo de aplicación de estos beneficios: «desde el 15 de septiembre de este año, para quienes registren solicitudes y permisos, hasta el 15 de septiembre del año que viene e inicien obra antes de diciembre de 2021. Para todas las obras que sean menores y medias (hasta 2.500 m2) va a haber una exención del 100% del pago de plusvalía. Para obras mayores hasta 10.000 m2 habrá una exención del 40% y en el caso de obras mayores a 10.000 m2 la exención va a ser del 25%». Aunque también aclaró que en estos últimos dos casos de las obras mayores, si se paga al momento de la solicitud del permiso de obra, podrán tener un descuento extraordinario del 60%. La presentación continuó con preguntas, algunas fueron respondidas en el tiempo de la charla y otras quedaron para contestar por mail. «Como dijo Valeria del Puerto al principio, esto fue lo que pudimos lograr discutiendo con los distintos Consejos y las posibilidades que nos daban el Ejecutivo y la Legislatura para ayudar a esta reactivación desde el punto de vista de la construcción y el desarrollo urbano privado», concluyó Crotto. •

Escaneá el código QR y encontrá: Ley N° 6323 del GCABA con el plan de incentivos

Resumen del CPAU de la Ley de Incentivos del GCABA

Dossier GCABA Nuevo proceso de trámites para construir en la Ciudad + Plan de incentivos al desarrollo urbano Charla que organizamos con el GCABA

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CONVOCATORIAS

La Arquitectura y el bien común La SCA y el CPAU dieron a conocer los resultados de la Convocatoria de Arquitectura Argentina Solidaria en un evento virtual. Las selecciones y distinciones del jurado.

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Centro comunitario Banquito Solidario. Pérez, Santa Fe. Autoras: Andrea Calderini, Cecilia Cassiello, Maite Fernández

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a Convocatoria de Arquitectura Argentina Solidaria fue organizada en conjunto por el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU) y la Sociedad Central de Arquitectos (SCA). «El objetivo fue presentar obras y ensayos referentes a toda la labor silenciosa y solidaria que durante los últimos diez años han desarrollado profesionales dedicados/as al mejoramiento del hábitat popular», comentó Roberto Frangella, uno de los asesores. En el evento virtual del 10 de septiembre se dieron a conocer los trabajos seleccionados y distinguidos. «Se presentaron sesenta y seis trabajos que superaron nuestras expectativas, tanto por su número como por la diversidad y calidad. Aportes dirigidos a vivienda, salud, educación, espacio público, investigaciones y textos, de varias localidades del país como Mendoza, Misiones, Neuquén y La Plata incluyeron la labor de universidades, profesionales independientes, organizaciones intermedias, no gubernamentales y otros», explicó Emilio Rivoira, vicepresidente 1° del CPAU y miembro del jurado.

«Esto señala un camino dentro del ejercicio laboral a impulsar, dadas las necesidades que tiene el país en materia habitacional», continuó Frangella. Por eso, «se ha propuesto incluir esta convocatoria dentro del Premio SCA CPAU de Arquitectura Argentina como un reconocimiento a que el ejercicio de la profesión es uno solo y debe ser siempre de servicio social y excelencia creativa», agregó.

El fallo del jurado El 27 de agosto, el jurado de la convocatoria se reunió por zoom para analizar los sesenta y seis trabajos presentados, deliberar y definir cuáles serían los distinguidos. Estuvo integrado por Valeria del Puerto (presidenta del CPAU), Darío López (presidente de la SCA), Emilio Rivoira (en representación de las dos entidades organizadoras), Osvaldo Salgado (por FADEA), Carolina Day (por SCA Une), María Teresa Egozcue (por el voto de los/as participantes) y Teresio Galarza (por la Cooperativa COUNVICO). Marta García Falcó


y Roberto Frangella tuvieron a su cargo el rol de asesorar a los/as arquitectos/as. En esa reunión se acordó diferenciar dos niveles de reconocimientos: seleccionados y distinguidos. En ninguno de los dos casos se estableció orden de mérito.

Las distinciones

> Arriba: Proyecto Fábrica | Hogar de tránsito protegido. Córdoba. Autores: María Roved, Sebastián Ferrer, Manuel González Veglio y Franco Guasti. Abajo: Vialab | Laboratorio de la vivienda industrializada argentina. Campus Miguelete, UNSAM. Autor: Instituto de Arquitectura de la UNSAM, Roberto Busnelli.

En la categoría Intervención Urbana fueron distinguidos los trabajos del Parque social autosustentable | Centro de desarrollo comunitario local en Barrio la Estrella, San Miguel y en Moreno (Matías Frazzi), la Ampliación Parador en Bosque La Plata (Teresa Chiurazzi y Luis Díaz), el Proyecto Suelo Firme en Derqui, Pilar (María Celeste Fisch), el Parque educativo La Cárcova en José León Suárez, San Martín (autores varios de IA-UNSAM, FADU-UBA, Universidad de Stuttgart-Alemania, FAPyD-UNR, FAyD-UNC, Biblioteca Popular La Cárcova) y el Parque integrado Saldías en Villa 31, CABA (Diego Gianni, Víctor Ramos Pezzi, Claudio Costanzo, Martín Fleischer y Graciela Maid). En Investigación sobre el Hábitat el jurado distinguió a Rodolfo Sorondo (por Algunas consideraciones sobre el barrio Ramón Carrillo y su comportamiento en el tiempo), Esteban Pérez Odstrcil (por Viviendas desmontables reutilizables) y a Juan Carlos Etulain e Isabel López (por Estrategias proyectuales para un hábitat digno e inclusivo. Inundaciones Urbanas y Gestión del Riesgo Hídrico. Caso micro región del Gran La Plata). En Investigación sobre Tecnología resultaron distinguidos los trabajos de Vialab-Laboratorio de la vivienda industrializada argentina, Campus Miguelete, UNSAM (del Instituto de Arquitectura, IA-UNSAM, Roberto Busnelli), Sistemas de dispositivos para organización de espacio, Villa 20, CABA (de Gustavo Diéguez, Lucas Gilardi, Gabriel Monteleone, Gastón Noriega y Griselda Balián) y Experimentación constructiva ambiental, EXCA-UNLAM (Ana Lucía Solari, Natalia Rapisarda y Tomás Lier). En Arquitectura de más de 1.000 m² fueron el Parque educativo Barrio 1º de mayo en Puerto Iguazú, Misiones (Enrique Marianetti) y Silos UNSAM. Edificio usos mixtos: vivienda-educación en San Martín (Pablo Phatouros y Marco Caviglia). En el caso de Arquitectura de menos de 1.000 m2 fueron la Escuela de Danza, música y plástica en Laprida (Cristian Carnicer y otros/as), la Capilla del Perpetuo Socorro en el Barrio Kolynos, Quilmes (Juan Manuel Flores), el Proyecto Fábrica. Hogar de tránsito protegido en Córdoba (María Roved, Sebastián Ferrer, Manuel González Veglio y Franco Guasti), el Centro Cultural y Deportivo El Campito en Los Polvorines (Alberto Maletti, Fernando Zanel, Lucas Maletti y Roberto Dufrechou), los Módulos de emergencia

comunitaria en la ciudad de Neuquén (Alejandro Borrachia y Guillermo Badano), el Centro Comunitario Banquito Solidario en Pérez, Santa Fe (Andrea Calderini, Cecilia Cassiello, Maite Fernández) y la Escuela Flotante en Alto Delta en Victoria, Entre Ríos (María Dolores Lozano). «Hemos llegado hasta aquí privilegiando el individualismo sobre el bien común. Todas nuestras prácticas y conductas no alcanzaron para construir un mundo de equidad y vida plena para todo. El CPAU y la SCA pretenden, con esta apertura, dar visibilidad y valoración a tantos trabajos solidarios que cumplen con la excelencia del oficio y tienen como sentido profesional ser útiles a la necesidad de la gran mayoría. Si logramos desarrollar este oficio amplio y solidario, contribuyendo a un mundo justo y equitativo, la recompensa será saber que habitamos todos unidos y prójimos», concluyó Frangella. •

Escaneá el código QR y encontrá: Presentación de trabajos seleccionados y distinciones en nuestro canal de Youtube

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CONVERSACIONES

El desarrollo de nuestros barrios el día después En una charla organizada por el CPAU, Andrea Winter, Matías Frazzi y Gabriel Torraca conversaron sobre la ciudad que tenemos, la que queremos y la que se podría desarrollar Por Lorena Obiol

penas un minuto pasadas las 18 h del 23 de septiembre, Emilio Rivoira, vicepresidente 1° del CPAU, salió a escena frente a una platea virtual para presentar la primera charla del ciclo P+R: las preguntas que nos hacemos, las respuestas que buscamos. «El día después nos va a encontrar en esta ciudad que desde los años ‘40 mantiene casi estables sus tres millones de habitantes, pero que durante el día circulan muchísimos más. Esas personas han dado la identidad a la ciudad que tenemos, donde particularmente lo que reconocemos como los barrios son las áreas de densidad baja y mediana. Como algunos sabemos, el 70% de lo construido en CABA está en áreas de mediana y baja densidad», comenzó el anfitrión. «Nos pareció interesante invitar a colegas que han estado recientemente involucrados en una producción de ciudad, de edificios y construcciones de escala barrial y que, si bien no es lo único que han hecho, se identifican con algunas zonas: Andrea Winter, del estudio A3, que tienen mucho trabajo en el barrio de Saavedra; Gabriel Torraca, que con el estudio Gatarq tiene obras en Villa Crespo y en San Cristóbal; y a Matías Frazzi, que ha hecho lo similar en Devoto», continuó Rivoira antes de pasarle la palabra a María Eugenia Usatinsky, periodista especializada en real estate y moderadora de la charla. La propuesta del encuentro giró en torno a tres ejes: la mirada de los barrios desde lo urbanístico, los cambios que pueden ocurrir desde lo proyectual y cómo puede transformarse esta propuesta de ciudad a partir del negocio inmobiliario. «Mientras en el mundo las inversiones inmobiliarias son especulativas o de renta, en Argentina a esto se le agrega una muy particular, de nuestro contexto, que tiene que ver con la guarda de valor. Por eso, las preferencias de nuestros inversores se concentran en los barrios premium, generando asimetrías con otros barrios de la ciudad. Si bien los límites de los barrios se venían corriendo, traccionados por la incidencia del suelo, se siguen propuestas de desarrolladores de acuerdo a la confianza que estos les brindan.

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«Yo creo que el estímulo de estos cambios va a empezar a producirse a partir de políticas del Estado, ordenando un desarrollo planificado y regulado. Es el caso del corredor Donado-Holmberg o de Parque Patricios. «Entendiendo esta lógica preexistente, no creo que el COVID y sus cambios de hábitos reviertan por sí solos esa tendencia. Creo que esta asimetría hasta podría llegar a profundizar la concentración. Seguramente, lo que sí precipite son debates que disparen cambios que creo que son imprescindibles accionarlos rápidamente. Pero antes del COVID ya existían esas necesidades de cambios», se animó a arrancar Gabriel Torraca. A su turno, Andrea Winter coincidió con la opinión de Torraca, y agregó que no hay que hablar de los barrios en un sentido folklórico o romántico sino entender que las personas pueden generar identidad propia en el barrio. «Creo que se van a ir acentuando tendencias que ya venían: buscar espacios con mejor calidad ambiental, lugares para vivir y que no se trate solamente de habitar un departamento. El espacio público es un factor de valorización de estos barrios: la proximidad donde se puede encontrar entretenimiento, distracción o descomprimir la vida cotidiana. Saavedra o Coghlan, donde nosotros trabajamos, generan esta escala en donde quienes van a ir a habitar necesitan este tipo de lugares». Matías Frazzi planteó la situación, a su criterio, particular de Devoto. «Es un barrio periférico de la ciudad y se viven otras realidades. Es muy verde, de baja escala, el habitante de Devoto nació, vive y su familia seguirá viviendo acá. Las presiones inmobiliarias y de desarrolladores también son diferentes. Se genera un ámbito sano para poder desarrollar y esta situación pandémica, por lo menos en la forma de trabajar de nuestro estudio, no nos va a modificar demasiado. Porque nosotros le otorgamos al usuario un valor agregado en los espacios comunes, en las expansiones, en las dobles ventilaciones, en la escala que tiene. Este es un barrio en donde, salvo en los corredores, no se construye en altura. Quizá es un buen momento para reflexionar sobre qué calidad de vida queremos


darles a los usuarios y también de qué lado nos paramos profesionalmente para ver la ciudad». La charla continuó y pasó por varios temas: si hay compradores/as genuinos/as en los barrios, la descentralización a partir del home office, el aporte de la sustentabilidad, las posibilidades o no del Código, las microviviendas. En los párrafos siguientes, compartimos algunas frases destacadas: «El comprador está. Hay resguardo de valor y la perspectiva, en un barrio residencial como Devoto, es que se va a mantener estable» Frazzi «En Saavedra cambia una parte del código muy importante. Algunos sitios se volverán atractivos para poder desarrollar emprendimientos de mayor envergadura, como el corredor Balbín. Siempre un poco más de volumen es más tentador, sin perder la escala» Winter «Mientras el crecimiento de la ciudad o el financiamiento de los desarrollos estén dados por el tipo de inversores que comenté, el crecimiento no va a ser como el que imaginamos de una ciudad justa y planificada» Torraca «Nosotros tenemos este debate ético a partir de lo que reza el nuevo Código Urbanístico. Este debate entre la calidad de vida que puede ofrecer una micro vivienda y la calidad de vida que puede tener un usuario al no tener ni siquiera la micro vivienda» Torraca

«Creo que se viene una revolución programática. De los programas, de los proyectos, justamente. Y uno de los grandes compromisos que tenemos es la producción en obra. Tener cuidado con los sistemas constructivos y la forma de hacer. Tenemos que ser conscientes del cuidado del medio ambiente, el calentamiento global, las inundaciones y un montón de cuestiones que deberían preocuparnos, porque tenemos una gran responsabilidad en ese sentido. Nuestra industria en todos esos procesos, desde las demoliciones hasta la operación y mantenimiento de los edificios, es responsable del 40% de los gases efecto invernadero» Torraca «Sustentable no es poner techos verdes y enredaderas en las medianeras. Significa entender que cuando estamos armando un edificio, plantamos un aparato que tiene un consumo enorme por lo menos en los próximos cien años» Winter «Yo creo que los espacios comunes son siempre importantes, pero hay que ver el real uso que tienen. Hay muchos edificios que plantan una pileta en la planta baja y después no la usa nadie o que se pelean o que cuesta mantenerlo. También eso hay que repensarlo» Frazzi «La arquitectura es mucho más simple. En la simpleza que uno le puede dar puede resolver muchos temas sin caer en un montón de hechos tecnológicos que consumen energía» Frazzi

«Yo creo que la buena Arquitectura de la ciudad depende del cliente. Si tenés un buen cliente que le interese hacer ciudad y arquitectura es un tema. Si tenés un cliente que no le interesa, es otro» Frazzi

«Primero, hay que partir de estrategias pasivas. Un alero, ventilación cruzada, una buena envolvente. Que todos nos olvidamos de una buena envolvente. Total, después se pone aire acondicionado por todos lados» Torraca

«Nosotros/as tenemos una responsabilidad, que es utilizar este momento para reencauzar algunas cosas que se venían dando desde los desarrollos inmobiliarios: encontrar la escala justa, no dejarnos llevar por desarrolladores que solo quieren más m2, más rentabilidad y poder empezar a hablar de Arquitectura. Esto es un poco entender qué viene primero: ¿microviviendas o personas necesitadas que salen a comprar lo que pueden? Pero también lo que pueden es lo que encuentran» Winter

«Creo que también lo que hizo la pandemia fue ponernos en evidencia de que los m2 tienen una valorización que no está tan atada a la moneda. El m2 se valoriza de otra forma» Winter

«El home office va a generar descentralización. Si bien era un proceso que se venía dando, el COVID lo acelera, desde mi punto de vista. Hay una vacancia muy grande de oficinas en el centro. La gente trabaja en sus casas, que no están preparadas para ese uso, obviamente» Torraca

Escaneá el código QR y encontrá: ¿Cómo será el desarrollo de nuestros barrios el día después? Charla completa en nuestro canal de YouTube

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ENTREVISTA

Por Lorena Obiol

Articular tradición y modernidad Mariana Quiroga Con una extensa trayectoria en patrimonio edilicio, la arquitecta Quiroga sienta posición acerca del rol del Estado, el financiamiento y la sustentabilidad en el campo de la restauración y conservación.

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esafíos mayúsculos han pasado por la vida de Mariana Quiroga, Arquitecta egresada de la UBA y especialista en restauración y conservación del patrimonio edilicio. Entre sus mojones profesionales, listan en los primeros lugares las restauraciones del Museo del Cabildo y de la Revolución de Mayo de Buenos Aires y de la Casa Histórica de Tucumán. También menciona obras de Alejandro Bustillo, Alejandro Christophersen y Ángel Guido. La carpintería de su padre la inspiró para interesarse en Arquitectura. Su inquietud era entonces construir y transformar el espacio habitable. «En la carrera, tuve la suerte de cursar en talleres donde mis profesores/as sembraron un profundo respeto y estudio por el patrimonio arquitectónico heredado. Cada solar a intervenir y cada programa arquitectónico a estudiar estaban siempre conectados con la historia y el espíritu del lugar, vinculando modernidad y pasado». Sus maestros/as en el área patrimonial aparecieron en sus primeros años de estudiante: Luis Cervera en Historia, Alberto Petrina «con sus inolvidables clases de Patrimonio Argentino» y Jorge Gazaneo, Mabel Scarone, Eduardo Scagliotti, Juancho González Morón, Liliana Calzon, Gabriela Gianetti y Carolina Quiroga, del taller de Arquitectura, al que le reconoce y agradece su formación como arquitecta y profesora. «Ellos/as me enseñaron a estudiar de los maestros/as nacionales e internacionales cruzando puentes entre la Arquitectura del pasado y la que proyectamos para el futuro, entendiendo que el patrimonio es un organismo vivo capaz de articular tradición y modernidad».

¿Cuándo y por qué debe protegerse un edificio o inmueble y cuáles son los requisitos para intervenir inmuebles patrimoniales? Un edificio inmueble debe protegerse cuando es testimonio de la historia de un lugar, obra de un arquitecto/a reconocido/a, pieza de valor artístico, marco de un hecho histórico, etc. En este sentido, desde una sencilla casa de adobe hasta una industria o un espacio urbano son patrimonio cultural. No solo el bien debe ser considerado de valor, sino también su entorno urbano y/o natural, su materialidad y su espacialidad. Algunos bienes son de valor en sí mismo y otros lo son en conjunto. Si los bienes están protegidos, es decir, si poseen algún tipo de declaratoria municipal, provincial o nacional, serán las distintas instituciones quienes deban aprobar los proyectos de intervención; por ejemplo, APH en el GCABA, Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos a nivel nacional e, incluso, Unesco en caso de bienes de Patrimonio Mundial.

«Conservar y restaurar son acciones sustentables totalmente superadoras a demoler y reemplazar: reduce la huella ecológica propia de las obras nuevas y reduce el impacto ambiental». • 70

¿Qué función debe cumplir el Estado en relación al patrimonio arquitectónico y cómo se puede relacionar o trabajar con empresas y entidades no gubernamentales? La conservación del patrimonio arquitectónico es, en primera instancia, una responsabilidad del Estado, que a través de su protección, difusión e intervención debe fortalecer vínculos entre los bienes y las comunidades. Es el Estado el que debe sumar al sector privado y hacer alianzas público-privadas con programas que destaquen la rentabilidad de la inversión en cultura. Son cada vez más las empresas, comercios, hoteles que trasladan sus


espacios de trabajo a edificios de valor patrimonial, dando así una segunda vida al inmueble y conservando, además, la historia del lugar. La renovación de áreas de valor patrimonial requiere un estudio especial, donde espacio público, infraestructura y Arquitectura deben estudiarse y trabajarse en conjunto.

¿Cómo aunar sinergias que permitan la financiación pública y privada? Considerar el potencial cultural de las áreas históricas y sus piezas componentes, la restauración de áreas y edificios patrimoniales adaptándolos a los nuevos requerimientos, devuelve a los pueblos, ciudades y barrios espacios productivos, culturales y habitables que fortalecen lazos de pertenencia con el lugar. En este sentido, el mercado inmobiliario debería atraer inversores con negocios que, además de atractivos, se destaquen como una inversión en cultura a través de la restauración y rehabilitación de edificios históricos, renovando sus usos y poniendo en valor sus características históricas.

Este año, Mariana tendrá un nuevo desafío: estar a cargo de la restauración de la Casa sobre el Arroyo (la Casa del Puente), obra de Amancio Williams y Delfina Bunge Gálvez en Mar del Plata, tarea que realizará en conjunto con la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA), la Dirección Nacional de Gestión de Obras (DNGO, Ministerio de Obras Públicas) y la CNMLyBH. Y agrega antes de finalizar la entrevista: «Todos los trabajos en los que participé como Arquitecta del Estado en temas de patrimonio fueron reconfortantes: desde un pequeño cateo que me permitió descubrir un dato histórico de un edificio, hasta una restauración integral. Pero no puedo olvidar el 25 de mayo de 2010 donde, en el marco del Centenario de la Revolución de Mayo, la inauguración de la obra fue visitada por miles de argentinos/as… fue muy emotivo sentir que mi trabajo era para todos y todas». •

En el trabajo de restauración, ¿cuál es el grado de intervención que los/as profesionales deben tener? ¿Hasta dónde o hasta cuándo restaurar? ¿Hay que volver necesariamente al «estado original» y, en este caso, cuál es ese estado? La acción primaria para la conservación del patrimonio es la misma conservación. Las principales patologías en edificios están relacionadas a la falta de mantenimiento o acciones inadecuadas. La conservación preventiva propone un método de trabajo sistemático para identificar, evaluar, detectar y controlar los riesgos de deterioro de un bien cultural y su objetivo fundamental es eliminar o minimizar esos riesgos, actuando sobre el origen de los problemas y de esta manera evitar costosas operaciones de rehabilitación.

¿Cómo se relaciona el patrimonio con la sustentabilidad? Conservar y restaurar son acciones sustentables totalmente superadoras a demoler y reemplazar. Conservar reduce la huella ecológica propia de las obras nuevas y reduce el impacto ambiental. Por otro lado, la conservación de un testimonio del pasado refuerza vínculos entre la Arquitectura y la población. Es importante entender que conservar no es «dejar quieto, suspendido» sino que es una acción y, como tal, implica también reusar y resignificar.

¿Qué edificio o monumento debería entrar en la nómina de protección patrimonial y por qué? Si observamos la nómina de bienes declarados de valor patrimonial, veremos que es desequilibrada la cantidad de edificios declarados que pertenecen, en el caso de nuestro país, a periodos coloniales o academicistas frente a los pertenecientes al Movimiento Moderno. Considero que este último periodo, del que contamos con piezas de inmenso valor y que todavía no han logrado un merecido reconocimiento, debería entrar en las nóminas de protección tanto de bienes públicos como privados. La conservación de estos últimos es, muchas veces, de mayor complejidad.

Biografía Mariana Quiroga es arquitecta egresada de la Universidad de Buenos Aires, especialista en restauración y conservación del patrimonio edilicio. Realizó el Programa en Conservación y Restauración del Patrimonio Construido en la Universidad Torcuato di Tella. Directora de Servicios de Ejecución de Proyectos, tiene a su cargo la Coordinación de Conservación y Patrimonio de la Dirección Nacional de Gestión de Obras (DNGO), Secretaría de Obras Públicas, Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Tiene a cargo la restauración del patrimonio nacional argentino. Anteriormente, se desarrolló como responsable de proyectos relacionados con el patrimonio edilicio de Monumentos Nacionales, en la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos del Ministerio de Cultura de la Nación, de la cual hoy es asesora honoraria. Es profesora del taller de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, investigadora del Centro para la Conservación del Patrimonio Urbano y Rural, profesora invitada y autora de publicaciones a nivel nacional e internacional en temas vinculados al patrimonio cultural material e inmaterial y en proyectos de intervención.

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ACCIONES INSTITUCIONALES

Noticias breves

Rehabilitación edilicia y reactivación Como estrategia de reactivación pusimos a disposición de la SECDU una metodología de rehabilitación edilicia desarrollada por nuestro Instituto de Ejercicio Profesional. Dentro de las acciones para avanzar con el programa de incentivos presentado por el CPAU a los gobiernos de la Ciudad y de la Nación, particularmente en el punto 4 «Identificar un stock de construcciones abandonadas o en desuso mediante un mapeo que favorezca su intervención y rehabilitación dentro del parque edilicio existente», realizamos un encuentro con la Secretaría de Desarrollo Urbano de CABA. Participaron de la reunión Pedro Comin ( jefe de gabinete de la SECDU), Emilio Rivoira (vicepresidente 1° del CPAU) y consejeros/as y funcionarios/as intervinientes en el tema.

Programa de incentivos presentado por el CPAU

CPAU kids online Presentamos los talleres online para chicos y chicas, completamente gratuitos y abiertos a toda la comunidad. Cuatro propuestas didácticas para acercar el mundo de la Arquitectura a la infancia. Diseñamos, dibujamos y construimos casas, barrios o ciudades con los objetos que nos rodean, dándoles otro uso a través del juego.

Todo el CPAU kids en nuestro canal de YouTube

Valeria del Puerto, en representación del CPAU, presentó el 7 de septiembre un documento de casi cien páginas que fue el resultado del análisis del Código Urbanístico sancionado el 28 de diciembre de 2018. Desde el Consejo conformamos una comisión ad hoc, integrada por especialistas, para elaborar nuestro aporte con fundamentos técnicos en lo que hace a tejido y morfología, troneras, subsuelos y estacionamientos, bicicletas, patrimonio, cuadro de usos, azotea accesible y procedimientos administrativos. •

Hablemos de Arquitectura en tiempos de COVID-19 Nuestra comisión de Arquitectura continúa produciendo videos temáticos en relación a esta pandemia que estamos atravesando. Y, además, organizó un evento virtual el 18 de noviembre con una selección de trabajos presentados en la Convocatoria Arquitectura Argentina Solidaria.

La serie completa de Hablemos de Arquitectura

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Nuestros aportes al Código Urbanístico

Leé el informe completo


MODERNA BUENOS AIRES

Recorrer la ciudad y mirar Arquitectura, un placer que no se interrumpe Desde el 10 de octubre, Moderna Buenos Aires nos propuso un tour virtual por edificios modernos cada sábado desde su cuenta de Instagram.

M

oderna Buenos Aires relanzó sus recorridos arquitectónicos en versión virtual. Todos los sábados, a partir del 10 de octubre, subió en su cuenta de Instagram el registro audiovisual de un edificio con la guía de la arquitecta Tamara Balyan. Al finalizar el mes, se pudo completar un recorrido por la ciudad. «Desde sus inicios, Moderna Buenos Aires se planteó la importancia de convocar profesionales y vecinos/as para recorrer sectores de ciudad y observar con calma, además de buena información, algunos ejemplos de la reconocida Arquitectura de nuestro patrimonio moderno. Lo hemos hecho en citas a pie y en bicicleta con entusiasta respuesta. No queremos que el triste momento que vivimos nos aleje de esta experiencia. Por eso, ideamos un ciclo de recorridos virtuales en el que desde las pantallas individuales podremos seguir en caminata a Tamara Balyan que, con su juvenil frescura y conversación relajada nos mostró edificios paradigmáticos», contó Emilio Rivoira, director de Moderna Buenos Aires y vicepresidente 1° del CPAU.

En el primer mes, visitamos el edificio del Automóvil Club Argentino, el edificio Helios, el edificio de la Televisión Pública (ATC) y la Biblioteca Nacional. «Tamara camina, la audiencia está en sus casas, la Arquitectura permanece, el ánimo es el mismo», concluyó Rivoira. •

Escaneá el QR para ver todos los videos

instagram modernabuenosaires Seguinos en Instagram y acompáñanos a recorrer la ciudad

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BIBLIOTECA CPAU

Servicios gratuitos de la Biblioteca: libros digitales e información seleccionada En el mes de julio incorporamos la plataforma digital E-Libro, a la que ya se suscribieron más de 1.000 personas. Además, sumamos una nueva DSI dedicada al mercado inmobiliario y la construcción.

E

l servicio de la Biblioteca CPAU digital fue inaugurado el 22 de julio. Mediante un acuerdo con la plataforma E-Libro, permite el acceso gratuito para la matrícula activa del CPAU, del CPIC y para quienes tienen el abono anual a una extensa biblioteca digital con diferentes recursos, tales como libros, revistas, tesis e informes en formato digital en idioma español. Desde fines de julio al cierre de esta edición, se registraron 1.009 usuarios/as. «La Biblioteca CPAU venía trabajando para poder brindarle este servicio a la matrícula, pero el aislamiento social obligatorio y preventivo aceleró los tiempos. Desde principios de abril trabajamos para definir los parámetros y cerramos este acuerdo que permite utilizar el servicio completamente gratuito durante los siguientes meses», comentó Valeria del Puerto, presidenta del Consejo. «La colección abarca los temas de Arquitectura, Urbanismo y Diseño; Bellas Artes, Artes Visuales y Ciencias Semióticas; Ciencias Sociales; Derecho; Informática, Computación y Telecomunicaciones; Ciencias de la Información y de la Comunicación; Ingenierías y Tecnologías y obras de interés general. Las modalidades de acceso son lectura en línea, descarga de texto completo y préstamo por tres semanas hasta en cinco dispositivos por usuario», agregó Julieta Stramschak, directora de la Biblioteca CPAU. Si comparamos la cantidad de documentos leídos según estos temas en las diversas colecciones, las cifras son las siguientes: 787 para Arquitectura,

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Urbanismo y Diseño, 107 en Bellas Artes, Artes Visuales y Ciencias Semióticas, 165 en Ciencias Sociales, 28 para la Ficción, 257 en Ingenierías y Tecnologías y 26 para Interés General. Con respecto a las consultas, se registraron 1.370 documentos leídos y 196 se fueron en préstamo en dispositivos móviles y de escritorio. En relación al uso, se utilizó la herramienta «Copiar» en 126 oportunidades, fueron impresas 656 páginas y, en total, se contabilizaron 11.918 páginas leídas.

La información en tu mail La Diseminación Selectiva de la Información (DSI) es un servicio de la Biblioteca CPAU que reúne información sobre Noticias, Legislación Oficial de CABA, Mercado Inmobiliario y de la Construcción, Índices y Costos y las novedades de Libros y Revistas adquiridos. La DSI es un servicio de información que ofrecemos gratuitamente a nuestros/as usuarios/as vía e-mail. Consta de las siguientes modalidades: Periodística Reúne la información de interés profesional sobre Arquitectura, Urbanismo, Paisajismo, Diseño de Interiores y otros temas publicados en las versiones electrónicas de los principales medios periodísticos. Esta DSI la enviamos diariamente por e-mail o se puede optar por recibir una compilación semanal los lunes.


Biblioteca CPAU Digital Las diez publicaciones más consultadas

Boletín Oficial Se trata de la legislación relevante para el ejercicio profesional publicada en el Boletín Oficial del GCABA. Incluye modificaciones a los Códigos de Edificación y Urbanístico, normativa para habilitaciones, impacto ambiental, entre otros. La enviamos semanalmente los viernes.

Métodos de planificación y control de obras: del diagrama de barras al BIM Fernando Valderrama

Índices de la Construcción Relevamiento de los principales índices y costos de la construcción para el AMBA (CABA y GBA). Esta DSI la enviamos mensualmente alrededor del día 15.

Antecedentes del urbanismo: la ciudad del renacimiento Jorge Enrique Marulanda Rendón

Mercado Inmobiliario e Industria de la Construcción Creada hace apenas unos meses,

incluye artículos, noticias e informes referidos al tema relevados de medios periodísticos, portales especializados y entidades sectoriales. Se envía diariamente.

Sistemas de habitabilidad: principios técnicos del proyecto de arquitectura Rafael Enrique Villazón Godoy

Estructuras para arquitectos Mario Salvadori Instalaciones sanitarias sostenibles Raúl Oscar Barreneche

Contenidos de Revistas y Libros

Presupuesto y programación de obras: conceptos básicos Sergio Andrés Arboleda López

Actualmente, en total, 2.150 personas están suscriptas a una o más DSI.

¿Cómo conversar con un fascista?: un elogio del poder de la palabra y de cómo lo que decimos puede tener resultados tangibles Marcia Tiburi

Presentamos las novedades bibliográficas que ingresan a la colección de la Biblioteca. Esta DSI es mensual.

Suscribite a la Biblioteca Digital CPAU Suscribite a la Diseminación Selectiva de Información (DSI)

Patologías elementales Ana María Elguero El hormigón para arquitectos Marcelo Mastropietro Manual de diseño para la sustentabilidad Guillermo Canale

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BALANCE ECONÓMICO-FINANCIERO

Estados contables al 31 de diciembre de 2019

Estado de situación patrimonial al 31 de diciembre de 2019 y 2018 (en pesos) Activo

31/12/2019

Activo corriente

31/12/2018

Caja y bancos (Nota 3.1)

88.810.988

Inversiones (Anexo E)

69.319.634 174.438.658

Créditos (Nota 3.2) Total activo corriente

1.363.256

23.606.484

1.602.808

159.493.878 199.647.950

Pasivo

Deudas comerciales (Nota 3.3)

31/12/2018

Pasivo corriente 339.840

485.640

Deudas sociales (Nota 3.4)

2.284.726

2.023.472

Deudas fiscales (Nota 3.5)

407.091

412.549

3.031.657

2.921.661

Total pasivo corriente

Activo no corriente

Pasivo no corriente

Bienes de uso (Anexo A)

101.578.443

94.365.472

Previsiones (Anexo G)

3.000.000

Total activo no corriente

101.578.443

94.365.472

Total del pasivo no corriente

3.000.000

-

Total del pasivo

6.031.657

2.921.661

Patrimonio neto

Según estado correspondiente

Total del activo • 76

31/12/2019

261.072.321 294.013.422

255.040.664 291.091.761

Total pasivo y patrimonio neto

261.072.321 294.013.422


Estado de recursos y gastos Correspondiente al ejercicio iniciado el 1 de enero y finalizado el 31 de diciembre de 2019. Comparativo con el ejercicio anterior. (En pesos) 31/12/2019

31/12/2018

Matrículas

66.295.542

93.656.779

Encomiendas

40.417.721

67.048.554

Certificaciones

1.907.054

2.386.590

Otros Ingresos Operativos

2.237.690

5.160.800

110.858.007

168.252.723

56.810.158

62.222.918

Honorarios

6.359.262

4.425.528

Operativos

16.153.783

14.263.413

2.747.118

5.261.973

6.882.876

273.794

388.294

198.480

23.638.699

18.424.355

112.980.190

105.070.461

(2.122.183)

63.182.262

(26.608.927)

18.909.422

Depreciación de bienes de uso

(4.319.987)

(4.252.620)

Otros egresos

(3.000.000)

-

(36.051.097)

77.839.064

Recursos (Anexo B)

Total

Gastos (Anexo C) Sueldos y Cargas Sociales

Inmuebles y Servicios De Informática De biblioteca Especiales Total Resultado operativo Resultados financieros, por tenencia y por exposición a la inflación*

(Déficit) Superávit del ejercicio

*En esta línea se exponen los resultados positivos por las inversiones financieras de la entidad y los resultados negativos por exposición a la inflación del ejercicio. Los estados contables deben ajustarse por inflación por normas profesionales contables y la situación patrimonial del CPAU de alta liquidez y solvencia produce una alta exposición al efecto de este ajuste.

Estado de evolución del patrimonio neto Correspondiente al ejercicio iniciado el 1 de enero y finalizado el 31 de diciembre de 2019. Comparativo con el ejercicio anterior. (En pesos) Resultados Acumulados

Total al 31/12/2019

Total al 31/12/2018

Saldos al inicio del ejercicio

291.091.761

291.091.761

213.252.696

(Déficit) Superávit del ejercicio

(36.051.097)

(36.051.097)

77.839.064

Saldos al cierre del ejercicio

255.040.664

255.040.664

291.091.761

Rubros

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BALANCE ECONÓMICO-FINANCIERO

Informe de los auditores independientes

A los señores miembros del Consejo Directivo del CONSEJO PROFESIONAL DE ARQUITECTURA Y URBANISMO Domicilio Legal: 25 de Mayo 486 Ciudad Autónoma de Buenos Aires CUIT: 30-52772883-1

Informe sobre los estados contables Hemos auditado los estados contables adjuntos de CONSEJO PROFESIONAL DE ARQUITECTURA Y URBANISMO que comprenden: (a) el estado de situación patrimonial al 31 de diciembre de 2019, (b) los estados de recursos y gastos, de evolución del patrimonio neto y de flujo de efectivo por el ejercicio finalizado en esa fecha, y (c) un resumen de las políticas contables significativas y otra información explicativa incluidas notas 1 a 4 y anexos A a G como información complementaria. Las cifras y otra información correspondientes al ejercicio económico terminado el 31 de diciembre de 2018 son parte integrante de los estados contables mencionados precedentemente y se las presenta con el propósito de que se interpreten exclusivamente en relación con las cifras y con la información del ejercicio económico actual.

Responsabilidad del Consejo Directivo en relación con los estados contables El Consejo Directivo es responsable de la preparación y presentación razonable de los estados contables adjuntos de conformidad con las normas contables profesionales argentinas, y del control interno que se considere necesario para permitir la preparación de estados contables libres de incorrecciones significativas.

Responsabilidad de los auditores Nuestra responsabilidad consiste en expresar una opinión sobre los estados contables adjuntos basada en nuestra auditoría. Hemos llevado a cabo nuestro examen de conformidad con las normas de auditoría establecidas en la Resolución Técnica N° 37 de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas. Dichas normas exigen que cumplamos los requerimientos de ética, así como que planifiquemos y ejecutemos la auditoría con el fin de obtener una seguridad razonable de que los estados contables están libres de incorrecciones significativas. • 78


Una auditoría conlleva la aplicación de procedimientos para obtener elementos de juicio sobre las cifras y la información presentadas en los estados contables. Los procedimientos seleccionados dependen del juicio del auditor, incluida la valoración de los riesgos de incorrecciones significativas en los estados contables. Al efectuar dichas valoraciones del riesgo, el auditor tiene en cuenta el control interno pertinente para la preparación y presentación razonable por parte de la entidad de los estados contables, con el fin de diseñar los procedimientos de auditoría que sean adecuados en función de las circunstancias y no con la finalidad de expresar una opinión sobre la eficacia del control interno de la entidad. Una auditoría también incluye la evaluación de la adecuación de las políticas contables aplicadas y de la razonabilidad de las estimaciones contables realizadas por la entidad, así como la evaluación de la presentación de los estados contables en su conjunto. Consideramos que los elementos de juicio que hemos obtenido proporcionan una base suficiente y adecuada para nuestra opinión de auditoría.

Opinión En nuestra opinión los estados contables mencionados presentan razonablemente, en todos sus aspectos significativos, la situación patrimonial del CONSEJO PROFESIONAL DE ARQUITECTURA Y URBANISMO al 31 de diciembre de 2019, el resultado de sus operaciones, el flujo de efectivo y la evolución del patrimonio neto por el ejercicio finalizado en esa fecha, de conformidad con las normas contables profesionales argentinas.

Otras cuestiones Los estados contables del ejercicio terminado el 31 de diciembre de 2018 fueron auditados por otro profesional, quien ha emitido su informe sin salvedades con fecha 28 de agosto de 2019.

Informe sobre otros requerimientos legales y reglamentarios A. Al 31 de diciembre de 2019 la deuda devengada a favor del Sistema Integrado Previsional Argentino que surge de los registros contables asciende a $ 2.171.598, no siendo exigibles a esa fecha. B. Hemos aplicado los procedimientos sobre prevención de lavado de activos de origen delictivo y financiación del terrorismo previstos por normas legales y profesionales. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 29 de septiembre de 2020. LA VISTA CASAL S.A. C.P.C.E.C.A.B.A. Tº 1 Fº 78 Juan Enrique Casal (socio) Contador Público (U.B.A.) C.P.C.E.C.A.B.A. T° 322 F° 24

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BALANCE ECONÓMICO-FINANCIERO

Informe especial sobre las variaciones más significativas a los estados contables al 31 de diciembre de 2019

A los señores miembros del Consejo Directivo del CONSEJO PROFESIONAL DE ARQUITECTURA Y URBANISMO De acuerdo a vuestro pedido les hacemos llegar un informe especial con las variaciones más significativas en los saldos de las cuentas de recursos y gastos al 31 de diciembre de 2019 en comparación al 2018. El resultado del ejercicio arrojó déficit de $36M que puede analizarse como un déficit operativo de $2M más un déficit no operativo que contiene resultados no directos de gestión y operación, sino principalmente técnicos contables (como ser previsión por contingencias, las amortizaciones de bienes de uso y resultado por exposición a la inflación) suman $34M. Las amortizaciones corresponden al reconocimiento contable del desgaste y pérdida de valor de los bienes de uso por el uso y por el paso del tiempo. Es un monto que resulta de la estimación contable de la vida útil de esos bienes. La previsión contable registrada corresponde a las contingencias que los abogados en su informe le otorgan alta probabilidad de ocurrencia y podría significar una erogación de fondos para el CPAU en el futuro. En relación al resultado por exposición a la inflación, lo explicaremos con mayor detalle en el punto c) de este informe breve. De acuerdo al análisis del cuadro de recursos y gastos y a los anexos B y C las principales razones de esta variación son:

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Matrículas El ingreso por matrículas del año 2019 disminuyó en términos reales un 30% con respecto al ejercicio anterior. La variación en pesos es una disminución de $27,3M. El valor de ingresos por matrículas está dado por la cantidad de matrículas por el valor fijado de la matrícula. Si durante el año 2019 no se produjo una disminución significativa de los matriculados, el efecto estará explicado por el valor de la misma. Vale recordar que los estados contables se presentan en moneda homogénea al 31/12/2019, esto quiere decir que los ingresos por matrículas expuestos en la columna 2018, son los ingresos por matrículas de ese año multiplicados por coeficiente de inflación del año 2019 (53,8%). Esto quiere decir que si el año 2018 el valor de la matrícula fue fijado en $200 y durante el año 2019 ese valor no se modificó, al comparar el valor de ingresos de un año a otro vamos a comparar $307,6 ($200 x 1,538) vs. $ 200 del año 2019.


Escaneá el código QR y encontrá:

Balance CPAU completo, con el informe de la Auditoria incorporado

Informe sobre estados contables 2018-2019 y situación económica CPAU (Estudio Tozzi).

Encomiendas El ingreso por encomiendas del año 2019 disminuyó en términos reales un 40% con respecto al ejercicio anterior. La variación en pesos es una disminución de $26,6M. Dentro del rubro las disminuciones más significativas observadas son en los conceptos de: Trámites de Ley 257 muestra una disminución de ingresos comparativa en $7M Trámites de obra muestra una disminución de ingresos comparativa en $12,4 En este caso la variación debería estar explicada principalmente por una disminución del volumen de trámites, dado que los valores entendemos deberían acompañar en mayor medida los precios de la construcción.

Resultados financieros y por exposición por inflación Los resultados financieros y por exposición por inflación muestran una pérdida de $26M. Esta línea contablemente se expresa sin apertura y discriminación entre cuáles fueron los resultados de las inversiones del CPAU — principalmente fondos comunes de inversión y bonos— y también de la exposición a la inflación de sus partidas monetarias.

Informe especial sobre las variaciones más significativas a los estados contables al 31 de diciembre de 2019

Debemos considerar entonces, que por ejemplo si una inversión de $100M dio un rendimiento neto de 36% en un año ($36M), esa misma partida al mismo tiempo generó una pérdida por exposición a la inflación de $53,8M ($100M x 53,8%). El resultado neto de esa inversión fue una pérdida de $17,8M. Además debe considerarse que el resultado por exposición ante la inflación se genera también por saldos bancarios que no generan intereses a favor y sobre cuentas a cobrar. Las partidas del pasivo (las deudas) del CPAU también generan un resultado por exposición a la inflación, pero en ese caso generan una ganancia. Es decir, en contexto de inflación endeudarse con obligaciones sin ajuste —sin intereses— genera un resultado positivo para la entidad. En ese sentido, la situación patrimonial del CPAU —muy «sana»— donde los activos corrientes suman $159M y los pasivos corrientes $3, la exposición negativa a la inflación es muy significativa. Quedando a disposición cualquier aclaración que crean necesaria, Saluda atentamente, Juan Enrique Casal

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Cultura CPAU Esta sección está dedicada a recomendaciones de colega a colega sobre obras de Arquitectura, libros, música, muestras y ciudades del mundo. Además, reflexiones, notas de opinión y correo. ¡Animate y participá! Escribinos a revistanotas@cpau.org «Plantear el carácter indisociable entre la vida y la técnica y la dimensión de por sí política de la enfermedad, ¿significa que no deberíamos hacer nada? ¿Debemos entregarnos pasivamente al poder?». Aïcha Liviana Messina


Biblioteca CPAU Abierta todo el año de L a V de 10 a 17 hs biblio@cpau.org

Infección por COVID-19, una mirada a los factores ambientales relacionados con la pandemia Rosas Arango, S. M., Del Ángel Caraza, J., Soriano Vargas, E. (2020) Nova, 18 (35), 101-105 Disponible en: https://bit.ly/2GKyB4m

Artículo en línea dedicado a los cambios en el medio ambiente, la salud, las formas de habitar y de consumo producidos por la pandemia global COVID-19.

Servicios de interés general y protección de los usuarios: educación, sanidad, servicios sociales, vivienda, energía, transportes y comunicaciones electrónicas González Ríos, I. (2018) Madrid: Dykinson Disponible en: https://bit.ly/3iEaku1

Aborda el estudio de la figura de los Servicios de Interés General (SIG). Ver en la Biblioteca CPAU Digital.

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Aquí la Biblioteca del Consejo presenta libros y revistas relacionados con el tema de tapa.

Habitar la vivienda en cuarentena. Quédate en casa Galeana Cruz, S., Maya Pérez, E. RUA 24 (12), 59-69. Disponible en: https://bit.ly/3iKSOnI

Artículo en línea dedicado a la transformación del modo de habitar tras la pandemia global COVID-19.

La salud emocional en tiempos de pandemia: reflexiones urgentes Tizón, J. L. (2020) Barcelona: Herder Disponible en: https://bit.ly/34G66gg

Ensayo psicológico sobre el COVID-19 a nivel individual y social. Ver en la Biblioteca CPAU Digital.

Ya está disponible la Biblioteca CPAU Digital

La ciudad que quisiéramos después de COVID-19 Iracheta Cenecorta, A. ACE: Arquitectura, Ciudad y Entorno, 43 (15), 1-23 Disponible en: https://bit.ly/3jIVyU6

Artículo en línea donde el autor propone un modelo urbano para reducir el consumo de energía, reducir la desigualdad socio-espacial, recuperar los ecosistemas, etc.

Diseño de instalaciones hospitalarias: trabajos de estudiantes de medicina para gestores de clínicas, centros de salud y hospitales Martín Gómez, C., Domínguez Echeverri, C.(2017) Navarra: EUNSA Disponible en: https://bit.ly/3nu9Iul

Plantea la relación entre los gestores de clínicas, centros de salud y hospitales, con los ingenieros y arquitectos responsables de la ejecución de estos espacios.


Una ciudad San Pablo, Brasil Por María Emilia Porcelli

Superficie 1.521 km² Coordenadas S 23° 33′ 01″ O 46° 38′ 02″ Población 12.176.866 habitantes Alcalde Bruno Covas

La ciudad que no puede parar Con numerosas obras modernas (y estilo colonial), San Pablo, la ciudad más poblada de Brasil, fundada hace poco menos de 500 años, es uno de los sitios más dinámicos en cuanto a propuestas urbanas. Su escala parece inabarcable, no se acaba nunca. Lo que la vuelve monumental es el alto contraste entre la masa concreta y robusta de los edificios y sus remansos verdes, los respiros que dan parques y espacios de descanso. La complejidad y la hermosura de un gigante con ritmo propio.

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Fundação Maria Luisa e Oscar Americano, de Osvaldo Bradtke

Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU), de João Batista Vilanova Artigas

Memorial da America Latina, de Oscar Niemeyer

Estadio Morumbi, de João Batista Vilanova Artigas

MASP, de Lina Bo Bardi

SESC Pompéia, de Lina Bo Bardi

MuBE, de Paulo Mendes de Rocha

Casa Butanta, de Paulo Mendes de Rocha

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Un disco Excursiones Por Diego García

Autor Suárez Año 1999 Sello Feliz año nuevo Discos Género Rock alternativo, indie, pop

Suárez Banda argentina de rock alternativo y pop experimental, compuesta por Diego Fosser en batería, Fabio Suárez en bajo, Gonzalo Córdoba y Marcelo Zanelli en guitarras y Rosario Bléfari en voz. El debut fue en 1989 y da sus últimos conciertos durante el verano de 2001.

«Demoliendo y construyendo por la diagonal» Sirvan estas líneas como breve y humilde homenaje a Rosario Bléfari, escritora y actriz además de compositora y cantante de Suárez, banda que transitó la escena musical porteña en la década de los años noventa, para luego disolverse en el año 2001, después de grabar su último disco de estudio: Excursiones. Sucesor de Hora de no ver, Horrible y Galope, Excursiones no sólo cierra la producción discográfica del grupo, sino también una época donde géneros como el grunge, el noise rock, el indie, el low fi y el dream pop formaron parte de la banda de sonido de una generación que buscó nuevos horizontes sonoros. Un tiempo donde grupos como Sonic Youth, Pixies y Yo la tengo fueron referentes ineludibles.

anteriores) y guitarras «limpias», entre acordes disonantes y suaves melodías. Se aleja de la urgencia rockera, coquetea con el pop y se sumerge en climas lánguidos e hipnóticos. Los temas, sustentados por una sólida base a cargo de Diego Fosser (batería), Fabio Suárez (bajo) y con Gonzalo Córdoba a cargo de las guitarras, tienen a la dulce voz de Rosario como protagonista. Sus letras remiten a imágenes y paisajes oníricos, entreverados con escenas y relatos de la vida cotidiana. En el segundo tema del disco, Bléfari canta: En esta plaza de dos veredas Donde nos vinimos a encontrar Sol o sombra elija cualquiera En la avenida que baja hasta el puerto Cuando la luz nos ilumina atrás

Y es así como Suárez encuentra en su último disco un justo equilibrio entre guitarras distorsionadas (muy presentes en sus trabajos 87


Un libro Circunvalación Por Joaquín Moscato

Autor Ignacio Camdessus Idioma Castellano Año 2014 Páginas 160 Género Ficción Editorial Libros del Zorzal

Ignacio Camdessus Nació en San Isidro en 1975, estudió ciencia política y trabaja como editor. En 2013 fundó el estudio de comunicación Sociopúblico. Circunvalación es su primera novela.

L

as peripecias de un hombre golpeado por la vida (una separación reciente, con un hijo pequeño y una vida monótona) al momento de recibir un último impacto: el desempleo sorpresivo. La consecuente dislocación que esto trae en su estrecho mundo por un breve período de tiempo, en una ciudad y una época muy raras pero extrañamente familiares. El encauzamiento de la vida a través de una serie de hechos fortuitos para retomar el camino. Un hecho no muy extraño ni demasiado infrecuente, bien relatado, tomado con mucho humor y buenos diálogos.

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Es notable la extraña familiaridad con la que está presentado, tanto el clima histórico de la trama como el espacio físico. La ficción en general nunca nos deja alejarnos demasiado de una ciudad y un tiempo que pudimos haber conocido, lo mismo pasa con las costumbres sociales y de comportamiento: es posible imaginarse un par de ciudades y un par de momentos históricos en los que pueda suceder la trama, aunque siempre haya una pieza incómoda. Es también posible imaginar un par de personajes que podrían pasar perfectamente por el protagonista y es aun más posible imaginarnos el absurdo de su vida, y ver en ese espejo reflejados algunos aspectos de la realidad cotidiana.


Resultados de las elecciones El martes 1 de diciembre de 2020 se realizó la renovación parcial de consejeros y consejeras para el periodo 2021/2022. El 9 de diciembre el Consejo elegirá a sus nuevas autoridades. Entre los votos que llegaron por correo y los votos presenciales de la jornada electoral que se realizó el martes 1 de diciembre de 11 a 19 h en nuestra sede, en esta elección contabilizamos 1.130 votos válidos. Además, hubo 44 votos en blanco y 1 voto impugnado. Durante la jornada, 171 arquitectas y arquitectos pasaron por el cuarto oscuro del CPAU mientras que 1.004 manifestaron su decisión a través del Correo Argentino. En cuanto a los resultados: la lista Celeste obtuvo 715 votos mientras que la lista Integración consiguió 415 votos. De esta manera, a los/as consejeros/as que continúan su mandato (Jorge Aslan, Bárbara Berson, Adriana Dwek, Fabián de la Fuente, Claudia Lanosa, Agustín García Puga, Flora Manteola, Emilio Rivoira) se incorporan: TITULARES Rosa Aboy Roberto Frangella Néstor Magariños Paloma Carignani

SUPLENTES Griselda Balián Andrés Borthagaray Daniel Silberfaden Carolina Day

Felicitamos a nuestras/os nuevas/os consejeras/os y les deseamos una buena gestión, con responsabilidad y compromiso.

Paula Lavarello Pablo Suárez Ana Artesi Matías Gigli

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En el no paramos. Solo cambiamos el modo. Desde el 20 de marzo y hasta nuevo aviso atendemos todas las consultas por mail, de lunes a viernes de 9 a 17 h

Consultas por trámites y encomiendas atencion@cpau.org Asesoramiento técnico y causas de ética tecnica@cpau.org Facturación y pagos administracion@cpau.org Estado de matrícula y matriculación matricula@cpau.org Biblioteca biblio@cpau.org Revista Notas CPAU revistanotas@cpau.org








La pandemia puso sobre la mesa varios de los temas que tienen que ver con nuestra profesiรณn. Pareciera que fue necesario afrontar este apocalipsis para reflexionar sobre la forma en la que habitamos, trabajamos y nos comunicamos. Filรณsofos, antropรณlogos, economistas, entre otros profesionales, suman sus miradas a las de nuestros colegas sobre las causas y consecuencias de la pandemia global.


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